Corrigiendo equivocaciones

Por el Dr. H. Spencer Lewis, F.R.C.

Revista El Rosacruz A.M.O.R.C.

Muchos de los que hemos estudiado las llamadas ciencias materiales y tenemos por ellas
una alta consideración, ocasionalmente sentimos que el trabajo Rosacruz es naturalmente
antagónico hacia todas las ciencias materiales y las artes. Estas personas están equivocadas
en sus presunciones y ocasionalmente puntualizamos que sus opiniones o asunciones en
este asunto no están fundadas sobre hechos.

Precisamente debido a que las enseñanzas Rosacruces comienzan donde la ciencia cesa y da
mayor consideración a los principios que ignoran los científicos materialistas o los tratan
ligeramente, no hay razón para asumir que ellas desprecian las ciencias materiales y dan
escasa importancia al trabajo de experimentación en ese campo.

Podemos ser excusados, quizás porque profesores y estudiantes de las ciencias que no
están familiarizados con las enseñanzas Rosacruces asuman que la organización es en
mucho lo que llaman un movimiento oculto que basa sus filosofías hechas por el hombre y
sus doctrinas en la premisa de que las ciencias materiales están equivocadas y deben
negarse como algo preliminar para construir una nueva filosofía o ciencia. Algunos
realmente comienzan sus filosofías con la declaración que no existe materia, ni cuerpo físico
ni verdades en ninguna de las postulaciones materialistas.

Podemos ser excusados, quizás, por llamar la atención al hecho que muchos científicos
materialistas reconocidos fueron Rosacruces. Muchos de sus descubrimientos fueron
hechos en conexión con los estudios y experimentos Rosacruces. Estamos seguros en decir
que por lo menos el cincuenta por ciento de las importantes y sorprendentes revelaciones o
descubrimientos relacionados con las ciencias materiales fueron hechas por eminentes y
dedicados científicos Rosacruces.

Ciencia

Es verdad, sin embargo, que los Rosacruces no coinciden con los científicos materialistas en
muchos puntos y en muchas ocasiones. Esto necesariamente no quiere decir que estén
listos o inclinados a negar los hechos establecidos por la ciencia o los beneficios derivados
de un conocimiento completo de ellos. Siempre ha habido y probablemente siempre habrá
una más o menos amistosa rivalidad entre los científicos materialistas y los Rosacruces. Si
hay alguna amargura en esta actitud, más ciertamente que debe ser de parte de aquellos
pocos científicos que son tan fanáticos en su comprensión del conocimiento universal como
algunos estudiantes de las ciencias espirituales han sido considerados.

Encontramos, en nuestro contacto con científicos de todas partes del mundo, que su actitud
usual es una de tolerancia. Ellos dicen que aunque el estudio del alma y el espíritu, la mente
y el Cósmico, y la influencia de estos sobre la materia y sobre el ser viviente están fuera de
su campo de investigación y estudio, están dispuestos a conceder que este trascendental
dominio de conocimiento y experiencia es importante, interesante y merecedor de
investigación cuidadosa y estudio.

Es interesante advertir con relación a esto que en nuestra organización muchos científicos
muy conocidos, dedicados minuciosamente a las ciencias materiales durante el día, son
dedicados estudiantes de nuestro trabajo en sus horas de descanso. Esto incluye a hombres
a la cabeza de laboratorios químicos y físicos de organizaciones industriales, escuelas,
colegios y laboratorios de investigación. Muchos son profesores e instructores en las
ciencias materiales.

Merece ser advertido que la crítica que llega a nosotros basada en la creencia que somos
antagónicos hacia la ciencia, jamás viene de aquellos científicos realmente conectados con
la investigación científica que son también estudiantes de nuestras enseñanzas.

Ocasionalmente, un estudiante o ex-estudiante de las ciencias materiales criticó algunas de

nuestras conferencias en las que algún principio, ley o experimento es presentado con un
comentario al margen de que será encontrado contrario a las afirmaciones de la ciencia
material.

Debemos recordar que por años (en verdad, por varias centurias) los fanáticos intolerantes
de la ciencia materialista, pocos en número pero formidables en la palabra y la publicación,
han impreso sobre el público la idea de que solamente en las ciencias materiales y el
laboratorio puede el hombre encontrar verdades reales.
Hasta años recientes, esta crítica ha sido aquella del público no preparado, el escritor de la
revista no informada y el prejuiciado comentarista de diarios.

Las Leyes de la Naturaleza

Es el trabajo de la organización Rosacruz cavar dentro, estudiar, analizar y desarrollar

aquellas leyes de la naturaleza y aquellas ideas reveladas que rechazan los científicos
materialistas. Si no existieran organizaciones para investigarlas y últimamente para
rechazarlas o establecerlas, el mundo todavía carecería de información valiosa.

Tengo en mi escritorio un recorte del diario New York Herald Tribune en el que se anuncia
el hecho que fue puesto en venta en Nueva York un manuscrito escrito en código cifrado por
Roger Bacon, el antiguo monje y experimentador Rosacruz del Siglo XIII. Este manuscrito
está actualmente valuado en cien mil dólares y me siento libre para decir que existen unos
pocos manuscritos escritos por eminentes trabajadores en campos científicos materialistas
que quisieran tener tal suma de dinero.

Este manuscrito por Roger Bacon contiene en sus veladas y cifradas expresiones los
descubrimientos que él y otros Rosacruces hicieron en sus experimentos con leyes
naturales y espirituales. La mayoría de las cosas que descubrieron y delinearon no fueron
solamente rechazadas por las mentes científicas de su época sino que hasta no se concedía
ni siquiera la posibilidad de las cosas descriptas. La aceptación habría significado el rechazo
de muchas de las postulaciones que estaban siendo presentadas al público y habrían
llevado a una revolución en el conocimiento científico. El sabio y anciano monje, por lo
tanto, hizo precisamente lo que hicieran Leonardo da Vinci y muchos otros eminentes
Rosacruces: Preservó sus descubrimientos en escritura cifrada para el futuro.

Por otra parte, los científicos materialistas han hecho descubrimientos e ilimitadas
contribuciones de extremo valor para la civilización y han revelado muchas cosas en que los
Rosacruces jamás soñaron. Un Rosacruz está siempre listo a pagar tributo a su trabajo y
buenas intenciones. Su campo es amplio y beneficioso; sin embargo, existe todavía un área
de extremo beneficio para el hombre que yace fuera y más allá del dominio de las ciencias
materialistas. Es en este campo (que desde el punto de vista metafísico o espiritual es de
mayor importancia) donde trabajamos y encontramos nuestra alegría.

Es el resultado final de todo conocimiento, toda investigación, toda labor en beneficio del
hombre en cada campo para beneficio del hombre y gloria de Dios.