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Punto nº. 1
Por la mañana, antes de levantarte, agradece al Dios de tu corazón la nueva jornada que
te ha sido concedida para ser vivida en el plano terrenal y pídele que te inspire a lo largo
de ella. A continuación, da frente al Este, efectúa siete respiraciones profundas mientras
te concentras en la vitalidad que se está despertando en ti. Una vez hecho esto, bebe un
vaso de agua y después dedícate a tus ocupaciones.
Punto nº. 2
A pesar de las pruebas y vicisitudes que contiene, considera siempre a la vida como el
bien más preciado que puede conceder el Cósmico a un Ser Humano, ya que es el
soporte de su evolución espiritual y la fuente de felicidad a la que éste aspira. Considera a
tu cuerpo como el templo de tu Alma y préstale un gran atención.
Punto nº. 3
Punto nº. 4
Antes de cada comida, da gracias a Dios por la suerte que tienes de poderte alimentar, y
piensa en quienes no tienen el privilegio de comer cuando tienen hambre. Si estás sólo o
en compañía de otros miembros de la Orden, coloca tus manos encima de los alimentos,
con las palmas hacia abajo, y di mentalmente o en alta voz esta invocación simbólica:
“Que estos alimentos sean purificados y magnetizados por las vibraciones que emanan de
mis manos, a fin de satisfacer las necesidades de mi cuerpo y de alma. Que todos
aquellos que tienen hambre se vean asociados a esta comida y que compartan
espiritualmente sus beneficios. ¡Que así sea!”
Punto nº. 5
Puesto que sabes que la finalidad de todo ser humano es perfeccionarse y llegar a ser
mejor, esfuérzate constantemente por despertar y por expresar en ti las virtudes del alma
que te anima. Al hacerlo, contribuirás a tu evolución y servirás a la causa de la
humanidad.
Punto nº. 6
Punto nº. 7
Compórtate de tal manera que todos aquellos que comparten tu existencia o que viven en
contacto contigo te consideren un ejemplo y sientan el deseo de parecerse a ti. Guiado
por la voz de tu conciencia, que tu ética sea lo más pura posible y que tu mayor
preocupación sea siempre el pensar bien, el hablar bien y el actuar bien.
Punto nº. 8
Punto nº. 9
Muéstrate generoso hacia quienes lo necesitan o hacia quienes han sido menos
favorecidos que tú. Intenta cada día hacer una buena acción que beneficie a los demás.
No te vanaglories del bien que hayas podido hacer a otros, agradece más bien a Dios el
que te haya permitido contribuir a su bienestar.
Punto nº. 10
Punto nº. 12
Escucha a los demás y habla con conocimiento de causa. Si tienes que emitir una crítica,
intenta que ésta sea constructiva. Si te piden tu opinión sobre un tema que no conoces,
admite humildemente tu ignorancia. No te permitas jamás la mentira, la maledicencia o la
calumnia. Si escuchas críticas maledicientes de otra persona, no demuestres
complacencia.
Punto nº. 13
Respeta las leyes de tu país y esfuérzate por ser un buen ciudadano. Recuerda siempre
que es en la evolución de las consciencias donde se encuentra la llave del progreso
humano.
Punto nº. 14
Punto nº. 15
Considera a la naturaleza como el más bello de los santuarios y como la expresión sobre
la Tierra de la Perfección Divina. Respeta la vida en todas sus formas y mira a los
animales como seres vivos, conscientes y sensibles.
Punto nº. 16
Punto nº. 17
Respeta todas las creencias religiosas y filosóficas, siempre que no atenten contra la
dignidad humana. No apoyes ni mantengas el fanatismo o el integrismo en cualquiera de
sus formas. En la manera de vivir tu fe, ten cuidado para no ser tú mismo dogmático o
sectario.
Punto nº.18
Punto nº. 19
Si tus medios te lo permiten y así lo deseas, aporta tu apoyo material a la Orden a fin de
colaborar en sus actividades y contribuir a su perennidad.
Punto nº. 20
Punto nº. 21
No permitas que otros supongan que los miembros de la Orden son sabios que poseen
toda la Verdad. Ante quien te pregunte, preséntate ante todo como un filósofo o como un
buscador de la Sabiduría. No pretendas jamás ser un Rosa-Cruz, sino un estudiante
rosacruz en vías de perfeccionamiento.
Punto nº. 22
Por la noche, antes de dormir, haz un resumen del día que acaba y mira si ha sido o no
constructivo. En tu alma y conciencia juzga lo que has pensado, dicho y hecho a lo largo
de él. Extrae las lecciones útiles para tu evolución espiritual y toma buenas resoluciones.
A continuación envía pensamientos positivos a la humanidad y, antes de dormirte, confía
tu alma a Dios.