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Los retrasos simples del lenguaje se dan sin una alteración fisiológica o neurológica.
Implican la aparición de algunos indicadores lingüísticos en relación a los patrones
correspondientes a la edad biológica durante el periodo de desarrollo veloz del lenguaje, es
decir, entre los dos y los seis años. Son niños que disponen de un lenguaje con el que
pueden comunicarse verbalmente con su entorno, pero que su comprensión o expresión no
son las esperables en tiempo y forma, respecto de niños de la misma edad que crecen en
su comunidad lingüística.
Cuando la causa patógena actúa en el segundo nivel lingüístico, se produce una detención
del lenguaje, con características asociadas al síndrome.
Anartria: es una alteración en la elocución del lenguaje que se caracteriza por un déficit en
la actividad combinatoria del analizador cinestésico-motor verbal, generalmente
consecutiva a una lesión que lo afecta directamente y que se exterioriza en los síntomas
que comprometen exclusivamente la síntesis de estereotipos fonemáticos y motores
verbales.
Afasia: es una alteración en la comprensión del lenguaje que se caracteriza por un déficit
en la actividad combinatoria del analizador verbal, generalmente consecutiva a una lesión
que lo afecta directamente y que se exterioriza en síntomas que afectan la comprensión del
lenguaje y la capacidad de síntesis de proposiciones simples, y desorganiza la elocución en
el aspecto sintáctico-semántico.
Las formas más leves del cuadro comprometen el desarrollo de la elocución del lenguaje
de modo que puede hacerlo un retardo simple del lenguaje, con un discreto compromiso del
sistema fonológico. Las formas más graves no sólo involucran el sistema fonológico sino
que se manifiestan clínicamente como mudez y luego dejan secuelas en el aspecto
gramatical, las que comprometen el aprendizaje escolar.
Para entender las manifestaciones patológicas del retardo afásico es necesario comprender
los distintos niveles que se ponen en juego en la comprensión del lenguaje. Se trata de un
primer nivel de la comprensión del significado de las palabras (finales del preLin al 1Lin -
palabras señal y objeto). Otro nivel es la interpretación de las palabras en la estructura de
las frases. Este nivel comienza a manifestarse en el 1Lin cuando en la elocución comienza
a organizarse el plano sintáctico. Otro nivel de compresión que comienza en 1Lin y se
consolida en la etapa siguiente es el relacionado con la comprensión del doble sentido y los
matices relacionados a los dobles sentidos y la expresión no-literal de una frase.
● Primer nivel lingüístico: el niño a veces comprende lo que se le dice y a veces no:
situaciones no verbales vs. situaciones verbales. Atención lábil y mayor dificultad en
la comprensión de oraciones compuestas por dos o tres partes. La elocución puede
ser fluida, se conservan la organización sintáctica y la prosodia, pero aparecen:
palabras bizarras (parafasias y neologismos) y perseveraciones (ecolalia,
contaminaciones).
La noción de deficiencia cognitiva implica una complejidad que está dada por las diferentes
perspectivas (psiquiátrica, psicológica, psicoanalítica, etc) y criterios que se emplean para
definirla:
Concepto
Denominación general: incluye a los cuadros que como denominador común incluyen
insuficiencia o retraso en el desarrollo de las funciones intelectuales. Este déficit que puede
afectar total o parcialmente a las manifestaciones del psiquismo, se caracteriza por una
deficiencia o debilidad en las funciones cognoscitivas y la inteligencia que impiden o limitan
la adquisición de conocimientos y el desarrollo del pensamiento o la conducta social del
afectado.
OMS / CIE 10: es un trastorno definido por la presencia de un desarrollo mental incompleto
o detenido, caracterizado principalmente por el deterioro de las funciones concretas de cada
época del desarrollo y que contribuyen al nivel global de la inteligencia, tales como las
funciones cognoscitivas, del lenguaje, las motrices y la socialización
Etiología
Azcoaga señala que en la mayoría de los casos no existe una relación estable entre causa y
efecto. Los síntomas y su heterogeneidad dependen de la magnitud y localización del daño
cerebral.
Ajuriaguerra plantea que para comprender el retraso mental es necesario partir desde dos
premisas. En primer lugar, saber que la organización cerebral es indispensable para la
organización de los procesos intelectuales. Además saber que la organización cerebral no
es suficiente para la organización de este proceso. Es así sumamente importante sostener
una perspectiva pluridimensional.
El déficit lingüístico variará según la magnitud de la insuficiencia psíquica global y según las
lesiones encefálicas y las perturbaciones de las funciones sensoriomotoras de la recepción
y la expresión verbal que acompañen la deficiencia. (Azcoaga)
Retardo alálico: está presente en niños con deficiencias mentales leves o moderadas. Es
un trastorno del desarrollo y la integración del lenguaje infantil que afecta a todos los
aspectos de la comprensión y la elocución en forma paralela y uniforme.
En términos de diagnóstico diferencial Azcoaga nos dice que las fallas sistematizadas en la
comprensión verbal y escrita concordantes con la falta de comprensión de situaciones no
verbales del retardo alálico permiten establecer la diferencia respecto de los retardos
afásicos y audiógenos en tanto en ellos se conserva buena comprensión de las situaciones
no verbales.
La voz puede tener una sonoridad irregular o monótona por dificultades bucofaríngeas o
auditivas, o por falta de destreza en la fonación.
Señala que la organicidad del niño o niña afecta a quién ejerce su función materna en
un plano narcisista: hay pérdida de toda señal de identificación y, como corolario, la
posibilidad de conductas impulsivas. Va a vivir su angustia en función de aquello que la ha
marcado en su historia, es decir, en función de su propia castración (angustia que suele
quedar bajo la negación, defensivamente). Al respecto, Coriat observa que suele ocurrir
una gran conmoción en el narcisismo de los padres que pone en cuestión el lazo filiatorio,
complicándose el investimento libidinal del niño o niña.
Mannoni señala que al concebir la deficiencia mental como déficit de la capacidad cognitiva
aísla al niño en su defecto y al buscar para la deficiencia una causa definida se niega que
pueda tener un sentido, una historia o que pueda corresponder a una frustración.
Sostiene que, en estos casos, se genera una situación dual del niño con la madre o con
quién cumpla su función, sin intervención de una imagen paterna interdictora, se
produce un rechazo a la castración simbólica (el niño deviene en objeto a cuidar).
Asociado a ello se evidencia la dificultad de acceso a los símbolos y a ciertas operatorias
inherentes al cálculo.
Mannoni observa que el niño que sufre de alguna organicidad rara vez es incorporado a una
situación triangular. Describe a quién cumple con la función paterna en un estado de
perplejidad ante un niño que desde el comienzo pareciera estar destinado a vivir fuera de
todas las reglas.
La autora advierte que el niño con debilidad mental a quién se le ha asignado el lugar como
débil mental en la familia hallará siempre más dificultades que aquel que, pese a su retardo,
es pasible de las funciones materna y paterna. Inclusive, los trastornos temporo-espaciales
en las hipótesis de organicidad definida, se acompañan siempre de dificultades de los
puntos de referencia en lo imaginario. De este modo, ella encuentra allí que estos niños
tienen dificultades para ubicarse respecto al significante paterno.
A quién presenta debilidad mental le es bastante difícil hablar, más bien es hablado. Le es
difícil desear, es un objeto manejado, reeducado desde su primera infancia. Vinculado a ello
su modo de situarse frente al otro es particular: tratan de acomodarse en el molde de su
deseo.
El débil mental tiene todavía el destino de ser el objeto de alguien o de algo pasa de la
reeducación materna a toda clase de reeducación.
Blanca Nuñez plantea que al diagnóstico de algún tipo de discapacidad en un hijo se puede
agregar una situación de crisis familiar (crisis accidental en términos de Erickson). Lo cual
requiere de un proceso de elaboración de la situación semejante a un duelo que comprende
diversas fases:
Jerusalinski dice que al nacer un niño deficiente el contraste entre el niño esperado y el
que acaba de nacer afecta centralmente la función materna. Debido a que la madre es
quién se debate con el duelo de la pérdida del hijo imaginado y el hijo real que ahora tiene,
siente al recién llegado como un impostor o un desconocido. La eficacia del vínculo
inspirado en el deseo materno dirigido al bebé suele ser suficiente para guiar a las madres y
a sus actitudes con el recién nacido que se puede llamar normal. Pero la sustentación, la
manipulación, la tarea de conectar el niño con el entorno, la transmisión del lenguaje, el
juego puede y suele quedar profundamente perturbado cuando el déficit constitucional del
bebé produce un desencuentro precoz entre la madre y su hijo o hija.
Blanca Nuñez señala que la crisis familiar implica una pérdida, un duelo por el hijo ideal
cargado con las expectativas, los deseos, las esperanzas de la pareja y de la familia en
general. La familia deberá afrontar dicho proceso de duelo que le permita aceptar esta
pérdida para recién poder conectarse con la hija o hijo real que ha llegado al mundo. Esta
situación de duelo es para la familia un periodo de gran vulnerabilidad.
Clase 15
Hipoacusia
La mayor parte del oído se encuentra en el hueso temporal, excepto el pabellón auricular y
la parte externa del conducto auditivo externo.
Analizador auditivo
El papel de este analizador como parte genética de la configuración del código lingüístico de
la lengua oral se pone de relieve en los diferentes papeles que va cumpliendo en las
diferentes etapas, desde el juego vocal en adelante. Es necesario considerar
El retardo audiógeno puro consiste en alteraciones del extremo periférico del analizador,
es decir, el Órgano de Corti o primera neurona.
Se desarrolla una gran habilidad para la lectura labial en el caso de desarrollar una anartria.
En el caso de la afasia y la alalia no se desarrolla esta capacidad. No se consolidan de
manera correcta las nociones temporales que dependen del lenguaje. Existe un cierto grado
de agramatismo sintáctico similar al niño con retardo anártrico, junto con alteraciones en la
prosodia y en la resonancia.
El lenguaje egocéntrico es gestual, muy rico comparado con los niños oyentes, buscan el
contacto social.
Se trata generalmente de perfiles planos. Puede haber deficiencia selectiva para los tonos
agudos. El diagnóstico puede resultar más dificultoso porque los sujetos captan los sonidos
y los ruidos graves. Identifican los sonidos pero no pueden discriminar los elementos
integrantes del código fonético. Esta característica les confiere la apariencia de una disfasia
o de una oligofrenia.
Existen también casos de perfiles cóncavos o de palangana, con mayor déficit en el área
de la palabra y una relativa conservación del sector de los graves y agudos.
Hipoacusias leves (entre 25 y 39 dB)
Se las suele detectar durante el periodo escolar y su déficit afecta una franja bien delimitada
del espectro auditivo. Se despiertan con los ruidos y tienen reflejos de orientación. Afecta el
aspecto fonológico. En la escuela el niño presenta un actitud reconcentrada o en otros
casos más bien lábil.
Etiología
Se trata del conjunto de las causas que afectan al analizador auditivo antes de la
integración del lenguaje:
Interrogar a los familiares del niño y, muy en particular, a la madre. Indagar cuidando de no
sugerir respuestas ni influencias.
Indagar acerca de los juegos del niño y la presencia de juguetes sonoros o si la madre
interpreta al niño anticipando la enunciación de sus intereses o si hay un hermano que lo
hace.
Primer año
Es muy importante la matriz vincular con otros adultos significativos – padres y
profesionales – ya que estos ingresan tempranamente en su vida, por lo tanto, tienen una
gravitación en su estructura psíquica. En la trama del vínculo temprano, el niño necesita ser
cuidado, alimentado, reconocido, confirmado y valorado. Necesita ser elegido objeto de
amor por el otro. Todo sujeto se valora a sí mismo tal como ha sido valorado en sus
primeros años de vida, en esta relación temprana están los cimientos del autoestima.
El bebé sordo por su falta de audición se encuentra desconectado del mundo externo, pero
esto no equivale a la desconexión autística. Lo que deja en evidencia es la importancia
del canal auditivo como instrumento de conexión con el medio aún sin la intervención
voluntaria del niño.
El bebé sordo por permanecer mucho tiempo pasivo o con tendencia a dormir más tiempo
que lo necesario dificulta los encuentros comunicativos entre él y las figuras de apego. Es
un bebé poco estimulador de sus adultos, de todas maneras los hallazgos clínicos
revelan que responden rápidamente a la estimulación del ambiente. Además, manifiestan
temores o desconfianza frente a sucesos externos ya que estos, generalmente, se le
presentan de manera brusca e imprevista. Esto redunda en el aumento de las ansiedades
en el periodo de los 6 a los 8 meses. La presencia se encuentra garantizada sólo si se
encuentra dentro del campo visual, sino es vivido como ausencia.
El bebé sordo no hace uso de los recursos del llamado porque lo desconoce. Las
ansiedades se ven aumentadas por las actividades médicas diagnósticas y las
manipulaciones consecuentes.
Los padres perciben tempranamente el déficit, aunque el hecho de que la discapacidad sea
invisible da lugar a la negación. Implica para los padres enfrentarse a una pérdida de todo
el entramado de ilusiones, proyectos, expectativas, deseos depositados en el hijo previos al
nacimiento.
Todo padre necesita reconocerse en su propio hijo para poder establecer un buen contacto
con él, para saber cuales son sus necesidades y deseos. El niño, para reconocerse a sí
mismo necesita del reconocimiento de los adultos.
Cada familia inicia un camino propio para superar la crisis. Trabajo de duelo – dolor –
desafío.
No hay psicología del sordo, hay un sujeto marcado por un real que es la sordera, que cada
cual toma a su cargo de manera diferente. El déficit orgánico real, la ausencia de audición,
encuentra la posibilidad de simbolizarse a través de la lengua.
Los sordos desarrollan la lengua de señas debido a que es su lengua natural, esto es,
que la adquieren sin enseñanza sistemática ni pedagógica, como la adquiere el niño oyente
a la lengua hablada de su entorno. Por lo tanto, consiste en su modo de aproximación al
mundo, el medio de construcción de su identidad y el mecanismo para significar y decir
sobre el mundo. Al ser estas lengua visuogetuales es la modalidad para la que el sordo está
completamente habilitado. Así, el sujeto pone en juego la facultad del lenguaje con la que
nace por el hecho de ser humano.
Existen diversas posturas nosográficas en relación al autismo infantil precoz y las psicosis
infantiles:
El término autismo fue introducido por el psiquiatra suizo Eugen Bleuler (1911) para
designar un síntoma fundamental de la esquizofrenia: la limitación extrema de las relaciones
con las personas y con el mundo externo.
Psq. Leo Kanner (USA, 1943) plantea el Síndrome del Autismo Infantil Precoz como una
entidad bien delimitada valiéndose, al comienzo, del estudio de 11 casos de niños cuyas
tendencias al retraimiento fueron observadas en el primer año de vida. Hans Asperger
(Viena, 1944) denominó autista a cierto trastorno de niños que parecían incapaces de
mantener relaciones afectivas con las personas (integración social) y que se manifestaba en
determinados fenómenos comportamentales y expresivos.
Tanto Kanner como Asperger, sugirieron, de forma independiente, que hay un trastorno del
contacto en algún plano profundo de los afectos y/o instintos. Y ambos acentuaron las
peculiaridades de la comunicación y las dificultades de adaptación social de los niños
autistas. Los dos prestaron especial atención a los movimientos estereotipados y a esos
patrones desconcertantes, hechos como de retazos, de logros intelectuales en áreas
restringidas ( Frith, 1990, p. 34).
Kanner (1972)
Lenguaje
Causas
Si bien, a lo largo de su recorrido por las distintas hipótesis etiológicas, Frith reconoce que
no se han probado ninguna de las hipótesis biológicas-orgánicas como causa directa
del autismo, propone pensar “en una larga cadena de causas” situando que “hay un
defecto que se sigue de un destrozo que se sigue de un daño” (1990, p.122).
Rasgos nucleares
Soledad autística: no tiene que ver con estar sólo físicamente sino con estarlo
mentalmente (no se refiere directamente a la conducta sino a un problema psicológico en un
plano más profundo). El niño desatiende, ignora o excluye todo lo que viene desde afuera.
Incapacidad para relacionarse con las personas y situaciones.
● Utilización del habla: retraso o anomalía en el desarrollo del habla (ecolalias, hablar
repetitivo y no conversacional, dificultad para utilizar la frase en otro contexto).
● Comprensión del habla: el nivel de comprensión varía ampliamente; algunos no
comprenden el lenguaje y no responden cuando se les habla, la mayoría tiene cierta
comprensión limitada a nombres de objetos familiares e instrucciones sencillas en su
contextos; falta de flexibilidad en el significado de las palabras –interpretación literal.
Los más capaces pueden lograr buena comprensión siendo adultos, en relación con
materias de su interés específico.
● Entonación y control de la voz: entonación extraña, monótona o de inflexiones
inadecuadas; dificultad para graduar el volumen; voz de calidad rara, mecánica,
robótica.
● Dificultad en la utilización y comprensión de la comunicación no verbal: en general,
son incapaces de utilizar gestos, expresiones faciales y mímicas como métodos
alternativos de comunicación; les suele llevar muchos años adquirir el gesto
indicativo.
● Comprensión limitada o nula de las emociones de los demás: Son deficientes en la
capacidad de compartir ideas con otros y de utilizar la experiencia pasada y presente
para hacer planes de futuro.
Deficiencias de la imaginación
Señala dos condiciones indispensables para que tengan lugar la estructuración del yo y la
neutralización de las pulsiones que conducirán a la individuación (es decir, al sentido de la
entidad y de la identidad y de la identidad como individuo):
Mahler (1990) señaló que los síndromes de las psicosis infantiles tempranas, tanto del tipo
autístico como del tipo simbiótico, representan fijaciones o regresiones a alguna de las
primeras dos fases evolutivas de indiferenciación dentro de la primitiva unidad
madre-hijo, o bien representan regresiones a esas fases.
A raíz del defecto básico, muy temprano del Yo, en ambos tipos de psicosis aparecen
alteradas todas las relaciones con el mundo objetal, con el propio cuerpo del niño, así
como las ideas sobre sí mismo.
TESIS ESTRUCTURAL
J. Lacan, plantea dos operaciones lógicas constitutivas: la alienación (al discurso del Otro) y
la separación (del deseo del Otro).
Psicosis:
En su texto de 1957, “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”,
Lacan explicita que “el campo de las psicosis queda definido en función de la forclusión del
Nombre del Padre, significante primordial y específico”.
Autismo (infantil precoz)
Cuadros mentales que perturban intensamente las actividades psíquicas provocando una
ruptura o desvinculación del/a niño/a con su medio. Poseen como rasgo notable el
polimorfismo de sus síntomas y el cambio en la evolución del cuadro a través del
tiempo.
Características clínicas
● Pérdida del contacto con la realidad que es vivida por el niño como una situación
catastrófica y angustiante que perturba su comportamiento y sus vínculos con otros.
● Síntomas primarios: trastornos en las relaciones con el ambiente. Alteraciones en el
curso del pensamiento y del lenguaje: contenido delirante. Trastorno de la actividad
psicomotora.
El lenguaje suele ser utilizado como objeto y no con fines comunicativos (lo cual no quiere
decir que no se pueda establecer una comunicación con el psicótico). Allí donde el neurótico
se cree autor de su propio discurso, el psicótico denuncia que es hablado. Cuando se habla
del decir psicótico nos referimos al contenido del delirio (no a toda la producción discursiva
del sujeto).
Ello genera que el “decir psicótico” aparezca como falto de lógica o poco operativo desde el
análisis pragmático del discurso. Pero, el sujeto con estas transformaciones de la forma y
del contenido del lenguaje va construyendo un decir propio que le permite ir ordenando el
mundo , o sea, para él no carece de lógica ni de sentido (incluye su verdad), es más,
cumple una función (restitutiva, en palabras de Freud). Como lo advirtió Freud, el sujeto con
su delirio se cura de su no historia. En la escucha del psicótico no encontramos un proceso
historizador, ya que esto daría cuenta de un yo que encuentra un lugar en el discurso. El
inicio del delirio hace las veces del origen del sujeto. (Chidichimo, 2004)
“Lo originario del lazo social ocurre en la infancia; lo común existe sólo si se puede ceder lo
propio en función de los otros, como condición de la experiencia infantil. Ella está en peligro;
se extingue cada vez que se nombra a un niño como perteneciente a la comunidad de los
denominados “espectros autistas”, condensándolos en la nomenclatura de autismo.”
● Adultos que no pueden comprender lo que se les dice y que emiten una jerga poco
o nada inteligible. Alteración semántica del lenguaje, conocida como “Afasia de
Wernicke o Afasia sensorial”.
La afasia es un trastorno del lenguaje que presenta síntomas tanto en la comprensión como
en la elocución. Las alteraciones comprometen la comprensión del lenguaje. Déficit y/o
desintegración, del lenguaje interior.
El paciente pronuncia correctamente los fonemas, las palabras e incluso algunas frases
cortas y construcciones comunes. El lenguaje del afásico conserva habitualmente la
prosodia (la melodía del lenguaje). Lo que la elocución del afásico tiene alterado es la
coherencia y la continuidad de los significados en las frases. Si bien la estructura
fonológica está conservada, hay una disociación entre la relativa conservación de la
“estructura externa” del lenguaje y la distorsión marcada de su significado.
Las alteraciones de la comprensión y las que contienen en la elocución del afásico tiene un
origen común: la dificultad o imposibilidad de operar con los significados de las
palabras, tanto para la descodificación de los significados (comprensión) como para la
codificación de los mismos en la elocución.
Síntomas
Síndrome anártrico
Síntomas
● Daño cerebral, bien por traumatismo cráneo-encefálico, bien debido a una apoplejía
o ictus o una incidencia insidiosa progresiva.
● Aparte de los traumatismos debidos a accidentes, una apoplejía o ictus es la causa
más frecuente de la afasia. Se trata de un daño cerebral, que a su vez puede
deberse a una interrupción del riego cerebral a consecuencia de una isquemia o de
la ruptura de un vaso sanguíneo y el derrame correspondiente en los espacios
intersticiales de las neuronas. Las neuronas mueren cuando dejan de recibir oxígeno
y nutrientes a través del flujo sanguíneo o cuando existe un derrame, que impide la
intercomunicación entre las mismas. Los síntomas del ictus suelen consistir en una
repentina insensibilidad o debilidad, localizada principalmente en un lado del cuerpo,
confusión súbita y problemas en el habla o comprensión del lenguaje, afecciones de
la visión en uno o ambos ojos, problemas de ambulación, mareo o pérdida de
equilibrio y coordinación, o fuertes dolores de cabeza sin aparente razón.
● Tumor cerebral.
La persona afásica y su entorno familiar/social no pueden sentir otra cosa que no sea la
sensación de que algo injusto acaba de producirse; algo que les hace sentir impotencia,
incredulidad, frustración y rabia. La aparición de la afasia en la vida de un individuo es una
de las experiencias de vida más desconcertantes que hay. Algunas veces se dirá que esta
experiencia conduce al espanto a quienes la viven.
La afasia puede provocar tantos cambios en el individuo que la padece, que a veces
tenemos el derecho de preguntarnos si ésta sigue siendo la misma persona que era
antes de la afasia, muy dura situación para el entorno familiar íntimo: padres, hermanxs,
cónyuge, hijxs, nietxs, amigxs.
Las reacciones psicológicas del afasicó/a están determinadas sobre todo por la severidad y
la duración de los problemas ligados a la afasia y a las demás limitaciones físicas que la
acompañan. La personalidad anterior juega también un rol determinante, ya que el
individuo afásico/a tiende a acomodar su nueva realidad o adaptarse a ella utilizando las
mismas modalidades de comportamiento anteriores.
La situación general de la persona afásica tiñe la percepción que ella puede tener de
sus limitaciones. Tanto la edad, la presencia o no de cónyuge o de la familia, la profesión,
la situación económica, como el estatus social, son algunos de los factores que pueden
influir en las reacciones psicológicas de un individuo frente a la afasia.
La importancia que se le otorgue al lenguaje puede también influir en las reacciones
cuando no pueden utilizarlo, como antes, si el mismo era el instrumento que ellos habían
privilegiado en sus vidas – docentes, profesionales, artistas, vendedores, por citar algunos
ejemplos.
Las reacciones de orden afectivo provocadas por la afasia tendrían dos orígenes: un primer
origen ligado al daño cerebral y un segundo origen, proveniente de la evaluación que hace
el afásico de sus limitaciones, a la luz de sus situación general (reacción de origen
psicológico).
● Ansiedad
● Negación
● Regresión
● Egocentrismo e infantilismo
● Soledad y aislamiento
● Labilidad de las emociones
● Vergüenza y culpa
● Desinhibición
● Dependencia y pasividad
En el caso de las personas afásicas, hablamos muchas veces del duelo que deben vivir
frente a las funciones que han perdido. Pero, en estos casos, la importancia de la
pérdida sobrepasa bastante las simples funciones perdidas, como la comprensión o la
expresión del lenguaje. Hay que agregar la disminución de la autoestima, la pérdida de los
roles familiares y sociales, la pérdida de actividades culturales, deportivas o sociales y,
además, el abandono de proyectos de futuro.
Por su parte, la familia debe hacer el duelo por el ser querido, al menos por un ser
querido como lo era anteriormente. Las manifestaciones del fenómeno de duelo pueden
depender de varios factores:
Demencia y psicosis
Las demencias son un síndrome mental orgánico definido por un deterioro de la memoria,
concomitante a trastornos del pensamiento y alteraciones de la personalidad, por lo que se
altera la adaptación social.
Clasificación
Se utiliza el término demencia pre-señil aquella que se puede manifestar desde los 40 o 50
años, comprenden a la enfermedad de Pick, la corea de Huntington, y la enfermedad de
alzheimer siendo esta la más común.
Demencia y lenguaje
Afecta la comunicación más allá de la alteración del lenguaje por estar afectada la
conceptualización (se observa una destrucción de la unidad básica semántica, el
concepto) y también puede verse afectado el acceso lexical (el acceso al contenido).
Los conceptos son representaciones mentales, las nociones acerca de qué tipo de eventos
u objetos forman el mundo. El significado es el componente lingüístico que otorga sentido a
las palabras. Si bien separamos ambas nociones las propiedades nodales del concepto son
nodales para el significado de las palabras.
Los pacientes dementes pueden usar palabras correctamente articuladas pero son palabras
que no entienden, convirtiendo su lenguaje en un lenguaje vacío, sin contenido semántico.
Alteraciones lexicales: disminución del número total de palabras usadas, uso de palabras
genéricas, reducido vocabulario receptivo, dificultad en la nominación, dificultad en el
acceso lexical (dificultad para pensar las palabras dentro de una categoría)
Las oraciones subordinadas son un tipo de oraciones compuestas en las que se establece
una relación de dependencia entre un par de oraciones, ejemplo: la remera que me
regalaste me queda chica.
Alteraciones no lingüísticas:
● Ecolalia.
● Logorrea (necesidad imperiosa de hablar y resistencia a la interrupción, no son
conscientes de que han terminado de expresar sus ideas).
● Laconismo (lenguaje breve, con disminución en el uso total de palabras).
● Verbosidad (lenguaje vacío de contenido)
● Perseveraciones.
● Aposiopesis (interrupción brusca de una expresión que deja incompleto un
pensamiento).
Estadíos
Si la fase en la que se diagnostica la enfermedad es una fase inicial, donde los síntomas
que se presentan no son muy agudos y el enfermo puede aprender a convivir con ellos, el
impacto en la familia será más llevadero que si la enfermedad se diagnostica en alguna fase
más avanzada, en la que el paciente ya no puede cuidar de sí mismo y corre riesgos
cuando está sólo para cubrir sus propias necesidades.
Psicosis
Psicosis y lenguaje
Las que aparecen en negrita corresponden a aquellas que suelen hacerse presente con
mayor frecuencia en la esquizofrenia. Los trastornos psicóticos suelen presentar diversas
manifestaciones en los trastornos del lenguaje. Estas pueden oscilar entre la esporádica
aparición de un neologismo como en algunos casos de paranoia hasta los grados más
profundos de incoherencia discursiva, caso por ejemplo de algunas esquizofrenias
Los trastornos del lenguaje no sólo son elementos de gran importancia semiótica
sino que en algunas de ellas constituyen un signo que las particulariza, como es el
caso de la esquizofrenia, el uso que el esquizofrénico hace del lenguaje es específico,
particular y original, se trata de una marca con denominación de origen.
En el texto, cuando se refieren a la incoherencia del discurso los autores aluden a que las
conclusiones no se extraen lógicamente. Las ideas no se ponen en relación de manera
lógica, de esta manera, están dando lugar a la idea de un sistema de ideas delirante.
En la psicosis se produce una transformación de la relación del sujeto con el lenguaje. Este
lo usa como objeto. Aunque el discurso aparezca como falto de lógica o poco operativo, el
sujeto con las transformaciones de la forma y el contenido del lenguaje que acabamos de
enunciar, va construyendo un decir que le es propio y que le permite ir ordenando el mundo.
Más que carente de lógica, este decir cumple para el sujeto una función.
Clase 19
Para que las secuencias del habla se realicen correctamente es preciso la acción
coordinada de todo un conjunto de estructuras que gobiernan la articulación, la respiración y
la fonación. Toda ejecución verbal es una emisión laríngea que se convierte en palabra por
la emisión de unos movimientos a nivel, laringe, faringe y boca. Los órganos que intervienen
en la articulación de la palabra son la laringe, que es el órgano productor de los sonidos, la
faringe y fosas nasales que actúan como resonadores, y finalmente las arcadas dentarias,
lengua, velo del paladar y labios.
Habla
● Puesta en acto de la estructura de una lengua. Será escenario para que el sujeto se
exhiba exponiéndose en aquello que muestra, actuando y verbalizando para ser
aceptado como hablante y reconocido como tal por otro (Levín, 2002).
● Uso particular de la lengua, tiene un soporte sonoro que la hace audible y que nos
permite la comunicación.
● Presenta características estrictamente individuales.
El ser humano es un ser sonoro que produce discurso sonoro porque construye escucha
que supera la audición fisiológica, haciendo del decir un lenguaje (…) El componente
sonoro integra la entidad no reductible al cuerpo o la palabra. El componente sonoro integra
la performance desplegada en los encuentros primordiales que transcurren en el proceso de
subjetivación. En sus cualidades sonantes y en la ritmicidad de sus silencios, representa el
modo comunicativo inicial que se aprecia en las interacciones tempranas (Giacobone, 2019,
pág. 83).
El aparato fonoarticulador
Conjunto de los diferentes órganos que intervienen en la articulación del habla en el ser
humano
Fonema
“Mientras la fonología que estudia los patrones combinatorios de los sonidos del habla y su
representación abstracta (nivel cognitivo) debe basarse en las posibilidades físicas del habla
(fonética), la fonética se preocupa por describir las características o rasgos acústicos y
articulatorios” (Lara, 2014, pág. 144).
Los niños/as van adquiriendo progresivamente los fonemas de su lengua en uso y los
contrastan de manera normal. Sin embargo, para muchos este proceso va ser un escollo
difícil de superar. Para describir el proceso de adquisición fonológico por parte del niño es
necesario describir tres niveles de representación:
● Auditivo-perceptivo
● Cognitivo-lingüístico
● Neuromotriz-articulatorio
que hace posible que a la edad de 5 años el niño/a haya logrado aprender la mayoría de los
sonidos y secuencias de sonidos del habla.
“El habla (o palabra) de los niños alcanza su corrección aproximadamente a los 5 o 6 años.
Pero antes o después puede ofrecer distintas alteraciones que recaen sobre los puntos de
articulación, sobre la regularidad en la emisión o sobre la coordinación del conjunto del
aparato neuromuscular que regula la emisión” (Azcoaga, 1984,´pág.139).
Durante este aprendizaje, la estabilización de los puntos de articulación puede ser vista
como el resultado de una interacción entre las bases neurofisiológicas y la base fónica de la
lengua en uso.
● Tartamudez
Dislalias
Es una perturbación del habla que se caracteriza por la dificultad para emitir
correctamente los fonemas, modificando la expresión verbal; es un trastorno de la
articulación por alteración funcional de los órganos periféricos del habla.
Rinolalia: En general son consideradas disglosias aunque hay autores que las
diferencias como tales, debido a que surgen de una alteración orgánica como las
disglosias pero no a nivel articulatorio, sino por problemas en el punto de
articulación.
Disartrias
Trastornos fonológicos
Se trata de niños/as con un habla poco inteligible, con articulación inconsistente de algunos
fonemas, con un lenguaje similar al de un niño de menor edad y, en muchas ocasiones, con
dificultades expresivas evidentes mientras que la comprensión parece mejor conservada.
Los problemas que presentan no son explicables si se les aborda como un trastorno clásico
de articulación.
Estas simplificaciones no se producen al azar, sino que son procesos con los que el
niño adapta y organiza sus emisiones haciéndolas más simples que el modelo adulto.
“Hablar es sonoridad e intencionalidad, recortadas sobre el silencio del que escucha (…)
Hablar es poner en movimiento mecanismos identificatorios y creativos en un fluir; en un
devenir. Hablar es ser en el lenguaje y sostenerse en él” (Levín, 2012, pág. 154).
Clase 20
Diversos autores, situados en diferentes perspectivas, sitúan como factor central el aspecto
psicológico. La teoría que acusa una causa genética ha sido cuestionada desde varios
ángulos vinculados con las propias manifestaciones de la tartamudez (selectividad de las
situaciones por ejemplo).
Santacreu Mas parte de la idea que los problemas de fluidez o los bloqueos de
repeticiones de sílabas o palabras son propios del proceso de adquisición del
lenguaje.
Algunas preguntas pertinentes son ¿cuáles son los aspectos contenidos en estos
síntomas cuya expresión lingüística se ve comprometida en lo articulatorio,
prosódico y fonoarticulatorio? ¿Qué sucede con las representaciones que pueden
estar presentes en los cortes, interrupciones y bloqueos del discurso? ¿Qué
significan los bloqueos, las interrupciones donde la palabra aparece a medias?
Desde la cátedra sostienen que la tartamudez no se reduce a un mero trastorno del habla.
El abordaje mediante un tratamiento fonoaudiológico o psicológico y el momento en que sea
llevado adelante dependerá de la singularidad de cada caso. Es muy importante el abordaje
desde una perspectiva que tenga en cuenta la subjetividad, es decir, que no reduzca la
tartamudez a una mera actividad fonoarticulatoria a reparar como se plantea desde algunas
perspectivas re-educativas.
Clase 21
Trastorno de la voz
La voz como cuerpo; la voz está antes del lenguaje verbal; hay una voz primero, una voz
incipiente que va teniendo modificaciones a lo largo del desarrollo.
La voz constituye un identitario importantísimo en la persona, hay niñxs que les cuesta
mucho hablar, que sólo hablan en la medida que sepan que los van a escuchar, esto nos da
una dimensión de que la voz se construye en la medida de que alguien nos escuche.
Las cuerdas vocales son la parte del aparato fonador directamente responsable de la
producción de la voz. No tienen forma de cuerda, sino que se trata de una serie de
repliegues o labios membranosos. De hecho, su denominación correcta es repliegues
vocales aunque continúe utilizándose también la de cuerdas vocales. Estos repliegues
están localizados en la laringe, directamente encima de la tráquea. Se mantienen abiertos al
respirar y se cierran fuertemente al tragar. Sin embargo, al hablar, el aire de los pulmones
hace que las cuerdas/repliegues vocales vibren cuando están entre abiertas y cerradas.
“La voz audible es un sonido o mejor dicho un conjunto de sonoridades producidas por el
funcionamiento de los órganos de la fonación. La voz se produce por el juego armónico y
conjunto de tres elementos:
regidos todos ellos por un comando nerviosos a punto de partida cortical” (Lara, 2014, pág.
187).
Cualidades de la voz
Los trastornos de la voz son todas aquellas alteraciones que se producen por una
alteración de la laringe y sus órganos relacionados que va desde las fosas nasales hasta el
inicio de la tráquea.
Un caso particular es el de las disfonías crónicas infantiles ya que son más frecuentes de
lo que se piensa. Suelen disminuir hacia los 12-13 años, es decir antes de la mutación
vocal.
Varias pueden ser las causas: gritos excesivos del lactante; malformaciones laríngeas
congénitas; ronqueras familiares; temperamento nervioso del niño en razón del cual,
durante los juegos, trata de ganar en potencia vocal a los compañeros; la imitación de
familiares chillones; la tendencia tan común en los chicos de imitar voces de animales,
estallidos de motores o armas, inflexiones y alturas tonales de adultos; la frecuencia de
rinitis, adenoiditis, amigdalitis, que directa o indirectamente influyen sobre el mecanismo
laríngeo.
La voz cantada suele alterarse mucho antes que la voz hablada, más precozmente en las
mujeres y, en general, en las tesituras agudas.
Salvo pocas excepciones, alrededor de los 50 años en las mujeres y de los 60 en los
hombres, empieza la decadencia vocal: pérdida de brillo, agilidad, potencia, precisión, en
una palabra, todos los elementos que configuran su valor artístico.
Es indudable que la decadencia fisiológica de la voz cantada es tanto más tardía cuanto
más sólida es la salud general, y cuanto más prudentemente ha sido usado o entrenado el
órgano vocal.
“Es de suma importancia para el cuidado y rendimiento de nuestra voz, nuestro instrumento
de trabajo, conocer cómo se produce y cuál es su funcionamiento, esto es, adquirir
conciencia de nuestro esquema corporal vocal. La presión del aire espirado en la fonación
constituye el motor, la energía necesaria para poner en marcha la vibración de las cuerdas
vocales, motivo primordial para comenzar preguntándonos cómo respiramos” (Lara, 2014,
pág. 188).
“El profesional de la voz debe conocer las causas que inciden en el órgano vocal en
detrimento de la salud orgánica: resfríos, catarros, anginas, laringitis, afecciones hepáticas,
gastrointestinales, nerviosas, etc. Y debe saber que en tales condiciones no debe exigir al
máximo su órgano vocal mermando su tarea fónica y tomando toda clase de precauciones
asistenciales” (Ibidem).