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Se consideran TDH:
Los TdL pueden dividirse en primarios o secundarios, dependiendo que afecten, el lenguaje
o lo alteren de manera secundaria con otras funciones cognitivas o sociales.
● Conductiva: Daño en las zonas del oído medio o externo. Está causada por
enfermedades u obstrucciones. Quienes la padecen suelen hablar en voz baja, ya
que el tapón que obstruye genera un efecto de resonancia que da al paciente la
sensación de estar hablando en un volumen elevado.
● Perceptivas: presentan daño en el oído interno, o en los nervios que lo conectan con
el cerebro. Neurosensorial coclear: lesión se situa en la cóclea. N. Retrococlear: la
lesión es neurona y recae sobre el nervio auditivo.
● (En un adulto con lenguaje adquirido, y conoce sus elementos, puede valerse del
contexto para la comprensión y puede utilizar estrategias compensatorias para
minimizar sus dificultades). Los niños necesitan una audición consistente durante el
desarrollo del lenguaje y del aprendizaje escolar.
● Los niños con pérdidas auditivas leves conservan la audibilidad casi completa para
el habla conversacional y desarrollan el lenguaje espontáneamente.
● Los niños con pérdidas moderadas conservan parcialmente la audibilidad del habla
conversacional y desarrollan el lenguaje espontáneamente pero con alteraciones.
(como consecuencia de esto, el lenguaje se presenta agramatical, con omisión de
preposiciones, artículos, conjunciones y se detectan dificultades fonológicas).
Discapacidad Intelectual:
Según la APA, es el funcionamiento intelectual significativamente inferior al normal que se
manifiesta en el curso del desarrollo y se traduce en falta de adecuación a la conducta
adaptativa.
Retraso Global del Desarrollo: Este diagnóstico se reserva para los menores de 5 años
cuando el nivel de gravedad clínica no puede ser evaluado de manera fiable durante la
infancia.
Las habilidades relacionadas con el desarrollo intelectual, abarcan básicamente dos grupos
de funciones, una relacionadas con la construcción y el uso del lenguaje, y otras vinculadas
con la resolución de actividades motoras y visoperceptivas. (el DSM-5 tiene criterios para
valorar el nivel de dificultad Leve / moderado / severo / profundo).
Hipoestimulación.
El lenguaje se desarrolla por la combinación de condiciones biológicas individuales y del
estímulo ambiental.
El término TEL es definido como una dificultad específica que altera el desarrollo del
lenguaje de manera persistente sin que existan otras alteraciones en el desarrollo. En el
DSM-5 no se incluye el TEL como una categoría diagnóstica, sólo se mencionan los
cuadros dentro del apartado “dificultades de la comunicación”.
Trastorno fonológico.
● Interfiere con la inteligibilidad del habla o impide la comunicación verbal de
mensajes.
● La alteración causa limitaciones en la comunicación eficaz, que interfiere la
participación social.
● Las dificultades no se pueden atribuir a afecciones adquiridas.
Trastorno de la fluidez (tartamudeo).
● Alteraciones de la fluidez y organización temporal del habla inadecuada para la
edad.
● Repetición de sonidos, sílabas, prolongación de sonido de consonantes y vocales.
● Palabras fragmentadas (pausas en el medio)
● Bloqueo audible o silencioso (pausas en el habla, circunloquios sustitución de
palabras)
● Palabras producidas con exceso de tensión física, cómo hacer fuerza con los
músculos del cuello.
● La alteración causa ansiedad al hablar, o limitaciones en la comunicación eficaz.
Se utiliza este diagnóstico en situaciones en las que el clínico opta por no especificar el
motivo del incumplimiento de los criterios de trastorno de la comunicación o de un trastorno
de desarrollo neurológico específico, e incluye presentaciones en las que no existe
suficiente información para hacer un diagnóstico más específico.
La clasificación de Rapin y Allen resulta más efectiva, ya que define con precisión
distintos tipos de cuadros, que para la práctica profesional resultan más claros.
Definición de TEL.
Se define como un retraso de al menos un año en el lenguaje respecto de la edad
cronológica o mental del niño. No puede ser puesto en relación con un déficit sensorial
(auditivo) o motor, ni con deficiencia mental, o lesiones cerebrales, etc.
1) Trastornos expresivos:
2) Trastornos Mixtos.
c) Agnosia Auditiva Verbal: Estos niños actúan como sordos para el lenguaje,
escuchan pero no entienden lo que escuchan. No pueden acceder siquiera a las
unidades mínimas del lenguaje (fonemas). Hay ausencia de la representación
fonológica de la palabra.
Fonéticas y Fonológicas:
● Presentan menos verbalizaciones
● Muestran un repertorio reducido de consonantes y vocales con un habla menos
inteligible
● Suelen omitir sílabas átonas.
● Problemas para producir consonantes oclusivas, nasales y semiconsonantes.
Léxicas y semánticas:
● Usan menos variedad de verbos a los esperado para la edad
● Los verbos son aprendidos con mayor dificultad.
● Lenta emergencia de palabras funcionales, como artículos y preposiciones.
Morfosintácticas:
● Falla en el armado de las frases, uso de rodeos o circunloquios.
● Escaso uso de frases sintácticas complejas.
Texto 3 Caracterización del trastorno específico del lenguaje. Conceptos
básicos.
Muchas veces, los diagnósticos resultan determinantes y dejan marca, cual tatuajes en los
cuerpos, ya que, al provenir de la palabra del profesional, se convierten en sagrados e
incuestionables en tiempo en lo que el ser y el tener son aún indisociables para quien nos
consulta.
Los diagnósticos son el legado que las ciencias médicas nos han heredado, con base en lo
concreto sobre el cuerpo físico en términos de tenencia y propiedad.
Evitar caer en lógicas simplistas para explicar de manera generalizada los “problemas de
conducta” apelando a diagnósticos que terminan en tratamientos en base a estimulantes y
drogas psicoactivas con la promesa de eliminar sus “trastornos”. Esto vulnera los derechos
de las infancias y adolescencias, al arrasar con todo lo que estas suponen en términos de
“posibilidades”.
Resulta más que importante interrogarse acerca de nuestras intervenciones como
profesionales de la salud o de la educación, porque no puede pasarnos inadvertido que
cada día haya más chicos en las aulas rotulados de deficitarios y medicados desde
temprana edad. Puede que se deba a que seamos nosotros, sus adultos responsables de
su educación y salud quienes NO estemos abordando el problema que pone de manifiesto
ese niño.