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Litigación Oral

QUEJOSO: JOSÉ LUIS RAYA RAMOS.

AMPARO INDIRECTO

C. JUEZ DE DISTRITO EN MATERIA DE AMPARO CIVIL,


ADMINISTRATIVA Y DEL TRABAJO Y DE JUICIOS
FEDERALES EN EL ESTADO DE PUEBLA, EN TURNO.

JOSÉ LUIS RAYA RAMOS, por mi propio derecho y señalando domicilio para oír y recibir
toda clase de notificaciones y documentos el ubicado en la Calle de Moctezuma número 11 bis,
en la Colonia Aragón la Villa, Código Postal 07000, Alcaldía Gustavo A Madero, en la
Ciudad de México, en términos amplios del artículo 12 de la Ley de Amparo, autorizo al Maestro
JOSÉ MANUEL SAUCEDO ORTIZ y a los Licenciados en Derecho, ERIKA ALEJANDRA
ORTEGA GARRIDO con numero de cedula profesional 9601461 y/o JOSE DAVID VAZQUEZ
PAVIA con Cédula Profesional 2651923, SERGIO MOLINA DEL PORTE con Cédula
Profesional 3505636, JUAN CARLOS JIMÉNEZ PACHECO, con Cédula Profesional
3030293, IVAN ANTONIO AGUILAR MEJÍA con Cédula Profesional 8710542, Así como a los
pasantes en derecho JULIETA MAQUEDA LABRADA Y ALDAIR PACHECO MÉNDEZ, y a la
C. WILMA MARTÍNEZ ARCIQUE y al C. LUIS ENRIQUE FLORES AGUILA, señalando de igual
forma el correo joseabogado1973@gmail.com y señalo que cuento con número de usuario
Raya1973, para que se me de alta y pueda checar mi expediente vía los servicios digitales,
ante Usted con el debido respeto comparezco y expongo:

Que vengo por medio del presente escrito y con fundamento en lo dispuesto por los
artículos 14, 16, 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, artículo
1º, fracción I, y segundo párrafo, 2, 3, 5, 6, 61, 107, 10, 11, 17, 111 fracción II y demás relativos
aplicables de la Ley de Amparo, así como en los Artículos 1, 2, 6, Y 7 del PROTOCOLO
ADICIONAL A LA CONVENCION AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS EN MATERIA
DE DERECHOS ECONOMICOS, SOCIALES Y CULTURALES "PROTOCOLO DE SAN
SALVADOR", Articulo 6 y 7 del PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS ECONÓMICOS,
SOCIALES Y CULTURALES, Adopción: Nueva York, EUA, 16 de diciembre de 1966 Adhesión
de México: 23 de marzo de 1981 Decreto Promulgatorio Diario Oficial del 12 de mayo de 1981,
Articulo 6 y 7 del PROTOCOLO ADICIONAL A LA CONVENCION AMERICANA SOBRE
DERECHOS HUMANOS EN MATERIA DE DERECHOS ECONOMICOS, SOCIALES Y
CULTURALES "PROTOCOLO DE SAN SALVADOR", Articulo 1, 2, 7, 23, 24 Y 25 DE LA
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS, así como los artículos
artículo 1 fracción I, articulo 2, 5, 6, 11, 20, 21, 33, 76 fracción V, articulo 76, 78, 79, 107, 108,
2
110, 114, 120, 124, 125, 126, 128, 129, 130, 136 y demás relativos aplicables de la Ley de
Amparo, A DEMANDAR EL AMPARO, Y JUSTICIA DE LA NACIÓN “CON INCIDENTE DE
SUSPENSIÓN”, por lo que en cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 108 de la Ley de
Amparo, a continuación manifestamos:

1.- Nombre y apellido del quejoso: ha quedado expresado en el proemio del presente
libelo.

2.- Nombre y domicilio del tercero perjudicado: BAJO PROTESTA DE DECIR


VERDAD, en el presente asunto no existe tercero perjudicado o por lo menos hasta el momento
desconozco si exista un tercero interesado.

3.- LAS AUTORIDADES RESPONSABLES SON LAS SIGUIENTES:

COMO ORDENADORAS:

1.- GOBERNADOR DEL ESTADO DE PUEBLA.

2.- SECRETARIO DE SEGURIDAD CIUDADANA DEL ESTADO DE PUEBLA.

3.- PRESIDENTE MUNICIPAL DEL H. AYUNTAMIENTO DEL MUNICIPIO DE PUEBLA.

4.- SECRETARIO DE SEGURIDAD CIUDADANA DEL H. AYUNTAMIENTO DEL


MUNICIPIO DE PUEBLA.

COMO EJECUTORAS:

1.- EL AGENTE DE TRANSITO JESÚS POLANCO MARTÍNEZ, CON NÚMERO DE


PLACA 2, DEPENDIENTE DE LA SECRETARIA DE SEGURIDAD CIUDADANA DEL H.
AYUNTAMIENTO DEL MUNICIPIO DE PUEBLA.

4.- BAJO PROTESTA DE DECIR VERDAD, MANIFIESTO QUE LOS


HECHOS QUE A CONTINUACIÓN RELATO, SON LOS QUE ME CONSTA Y
CONSTITUYE LOS ANTECEDENTES DE LOS ACTOS RECLAMADOS Y
SIRVEN DE FUNDAMENTO DE LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN, LOS
CUALES SON LOS SIGUIENTES:

Soy Ciudadano Mexicano, residente de la Ciudad de México, propietario desde el 22 de


diciembre de 2011, de una camioneta Marca Ford, Submarca Mercury, Modelo Mountainer, año
1999, cuya propiedad acredito con el título de propiedad, así como su legal estancia se acredita
con el pedimento de importación y pago.
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El día 22 de julio del año en curso, regresaba de un paseo en el Estado de Veracruz, con
mi familia, y por cuestiones de tráfico tuvimos que desviarnos y cruzar una parte del Estado de
Puebla, misma que desconozco cual es, sin embargo, se me emparejo una patrulla de la policía
Municipal de Puebla con número de placa PB-975-A1, con número distintivo DCT-102, que era
tripulada, por quien ahora sé que se llama Jesús Polanco Martínez y tener el número de Placa 2,
pues en el momento de abordarnos no se identificó, sólo hacía referencia a que era autoridad y
su uniforme lo decía.

Total que esta autoridad responsable, cuando se empareja a mi lado del copiloto me hace
señas que me orille más adelante, extrañado y más por ser responsable de mis actos, me orille
metros adelante y detuve la marcha, y el policía se estaciono atrás de mi, pasaron
aproximadamente 2 minutos y el policía salió de la patrulla y se acercó a mi camioneta por el lado
del hoy quejoso, baje el vidrio para atenderlo y le solicité de manera educada su nombre y el
motivo por el cual me detenía sin una orden judicial, me dijo que su uniforme era suficiente para
demostrar que era la autoridad y que no había necesidad de orden judicial si estaba violentando
el reglamento de tránsito, le pregunte que qué parte del reglamento estaba violentando y cuál era
la causa, si no venía a exceso de velocidad, me dijo que esa no era la falta, sino haber cambiado
de tono y sin un documento que ampare que tenía permiso para cambiar el tono de los vidrios,
laterales y el medallón del vehículo, le comente que podía revisar la camioneta y que los vidrios
no se había cambiado de tono, que son los vidrios originales de la camioneta y que así yo la había
adquirido, me dijo que así no decía su reglamento y que le entregara mi tarjeta de circulación y
mi licencia, le dije que la ley dice que sólo se la muestre, pero me dijo que debía estudiar la leyes
del Estado de Puebla si iba a pasar por ahí, le comenté que era la primera vez que me detenían
por esa situación, y le pedí me mostrara el reglamento para verificar si yo estaba en un erros sin
conocerlo.

El policía se dirigió a su patrulla momento en que un servidor me baje de mi camioneta y


poder tomar evidencia de la patrulla y de la autoridad responsable, ya que se había negado a
identificarse.
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De las imágenes se puede verificar, que el policía responsable no traía ningún distintivo,
placa o escudo que mostrara su nombre para poder identificarlo, y ya regresaba con el reglamento
de tránsito, que ahora sé que no se llama así, sino que es el Código Reglamentario para el
Municipio de Puebla.

Al regresar el policía, me muestra el artículo que ordena que el policía al abordarme debe
pedirme que le entregue mis documentos y un servidor se los debo entregar, por lo que le
entregue mi tarjeta de circulación y mi licencia de manejo.

Posteriormente, me mostró el supuesto artículo que un servidor estaba violentando y me


dijo lea lo que dice y al leerlo, me percato que no estaba violando su reglamento, por lo siguiente:

Artículo 276.- Queda prohibida la circulación de vehículos no motorizados y


motorizados en las vías de jurisdicción municipal, de conformidad con lo
siguiente:

V. Que los vidrios laterales, el medallón o el parabrisas tengan cortinas o estén


oscurecidos, entintados, polarizados, ahumados o cambiados de tono por
cualquier otro medio que impida la visibilidad hacia el interior del vehículo,
salvo que venga así desde la fabricación y se establezca tal circunstancia en los
documentos que expida la agencia o se encuentren descritos en la factura o
tarjeta de circulación;

Al leer el artículo, le comento al policía que el artículo es muy


claro, que nos habla que cuando se tengan cortinas, las cuales no
tengo, que estén obscurecidos, tampoco están obscurecidos, que
estén entintados, lo que no están e lo invite a que revisará el
vehículo para ver si están obscurecidos o entintados, así como
también lo invite que lo revisara para ver si estaban polarizados,
ahumados o cambiados de tono, a lo que no accedió, por lo que le
dije que entonces actuaba como juez y parte, que entonces como
podía defenderme ante su arbitrariedad, pues sin ninguna prueba
objetiva, él sólo determinaba que violaba el reglamento, sin que
revisara que estaba obscurecido, o que estaba entintado, o que
estaba polarizado, o que estuviera ahumado, o cambiado de tono
por algún otro medio, y que para que se tuviera que yo estaba
violentando ese reglamento debería decirme cual de todas esas
hipótesis era la que estaba violentando, es decir cuál de todos los
supuestos que marca el artículo era la que estaba violentando, si
estaba obscurecido, o entintado o ahumado o polarizado o
cambiado intencionalmente de tono, sin embargo me dijo el policía
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que el no tenía que demostrar nada. Que ya con mis documentos en
su poder, él podía hacer lo que quisiera.

Le volví a explicar lo que yo entendía de dicho artículo


supuestamente violado, y le dije, mire oficial, para que esa conducta
violatoria de su reglamente se actualice, dicho obscurecimiento o
entintado, o polarizado o ahumado o cambiados de tono
intencionalmente DEBE POR FUERZA IMPEDIRLE LA VISIBILIDAD
HACÍA ADENTRO, lo que no sucedió ni sucede, ya que usted pudo
ver muy claro hacía el interior de mi camioneta, tan es así que me
hizo señas para que me orillara, por lo que para nada, la situación
de los vidrios de mi camioneta le IMPIDEN LA VISIBILIDAD HACÍA
ADENTRO, y le dije eso queda claro con solo mirar de lado a lado
como se aprecia la persona que se ponga del otro lado, y por tal
motivo le pedí a uno de mis hijos se pusiera del otro lado de la
camioneta del lado del copiloto y a mi hija le pedí que se pusiera
atrás de la camioneta, y a mi esposa al frente de la camioneta, y
invite al policía a que viera como de cualquier lado se veía hacía el
interior, es más hasta el otro lado de la camioneta, es decir la visón
iba más allá que el sólo interior, por lo que mi camioneta y la
situación de sus vidrios no impedían el acceso al interior de la
camioneta. En seguida y el policía me dijo que para ya no quitarme
mi tiempo, cuanto estaba dispuesto a darle, que la multa era de tres
mil pesos, y además el arrastre, y el pago del depósito de autos, que
le diera tres mil pesos y me dejaba ir con mis documentos, a lo que
le respondí, “en primera no tengo dinero, en segunda si vas a hacer
tu voluntad y no lo que establece la ley, porque los vidrios de mi
camioneta, que de hecho así la compre, no te impide la visión a su
interior, pero usted sin pruebas objetivas y sin decirme cuál de las
cusas es la que dice viole quiere multarme, pues haga la infracción
y tome como garantía mi placa o la tarjeta de circulación, pero no
me espante de que se lo va a llevar al corralón, porque eso si no
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está permitido”. Como no accedí a su extorsión me hizo mi multa y todavía cínico me dijo,
te voy a ayudar, no voy a llamar a la grúa para que te puedas ir a tu destino.

Así las cosas, es claro, que LAS AUTORIDADES RESPONSABLES


ACTUARON CON ILEGALIDAD Y VIOLENTANDOME DERECHOS HUMANOS DE
LEGALIDAD, SEGURIDAD JURÍDICA, DEBIDO PROCESO, PUES IMPONERME UNA
MULTA SIN LOS RAZONAMIENTOS LÓGICOS-JURÍDICOS, QUE ORILLARON A LA
AUTORIDAD RESPONSABLE EJECUTORA A IMPONERME UNA MULTA POR UNA
INFRACCIÓN QUE SUPUESTAMENTE COMETÍ, SIN NINGUNA PRUEBA OBJETIVA
QUE ESTABLECIERA QUE LOS VIDRIOS DE MI CAMIONETA IMPIDEN LA VISIÓN
AL INTERIOR DE LA MISMA, ME LEVANTO UNA INFRACCIÓN Y ME MULTÓ.

5.- LOS ACTOS QUE DE CADA AUTORIDAD RECLAMO SON LOS SIGUIENTES:

DE LAS ORDENADORAS LAS CUALES SON:

1.- GOBERNADOR DEL ESTADO DE PUEBLA.

2.- SECRETARIO DE SEGURIDAD CIUDADANA DEL ESTADO DE PUEBLA.

3.- PRESIDENTE MUNICIPAL DEL H. AYUNTAMIENTO DEL MUNICIPIO DE PUEBLA.

4.- SECRETARIO DE SEGURIDAD CIUDADANA DEL H. AYUNTAMIENTO DEL


MUNICIPIO DE PUEBLA.

1.- Las órdenes para que sus policías infracciones a los conductores sin pruebas objetivas
y sin verificar e inspeccionar primero los vehículos para saber si los vidrios de los mismos, fueron
obscurecidos, entintados, polarizados, ahumados o cambiado de tonos de forma intencional.

2.- Las órdenes para que sus policías infracciones a los conductores sin pruebas objetivas
para establecer sí un vidrío lateral, medallón o parabrisa, impida la visión hacía el interior del
vehículo.

3.- La Omisión de capacitar a sus policías en relación a las formas de conducirse a los
gobernados y no identificarse.

4.- Las órdenes para que sus policías extorsionen a los conductores que pasan por su
territorio, por el simple hecho de hacerlo.

DE LAS EJECUTORAS LAS CUALES SON:

1.- EL AGENTE DE TRANSITO JESÚS POLANCO MARTÍNEZ, CON NÚMERO DE


PLACA 2, DEPENDIENTE DE LA SECRETARIA DE SEGURIDAD CIUDADANA DEL H.
AYUNTAMIENTO DEL MUNICIPIO DE PUEBLA.
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1.- Los actos realizados en mi contra y el levantamiento de la infracción que sin pruebas
objetivas y sin verificar e inspeccionar primero mi vehículo para saber si los vidrios laterales,
medallón o parabrisa de los mismos, fueron obscurecidos, entintados, polarizados, ahumados o
cambiado de tonos de forma intencional, y que ello impida la visión hacía el interior de mi vehículo,
me impuso por ser policía.

2.- La aplicación de una multa sin pruebas objetivas y sin verificar e inspeccionar primero
mi vehículo para saber si los vidrios laterales, medallón o parabrisa de los mismos, fueron
obscurecidos, entintados, polarizados, ahumados o cambiado de tonos de forma intencional, y
que ello impida la visión hacía el interior de mi vehículo, me impuso por ser policía.

3.- La falta de identificarse al momento de abordarme, infraccionarme y multarme.

4.- La conducta delictiva de tratar de extorsionarme para dejarme ir y no llamar a la grúa


para llevar mi camioneta al corralón.

6.- PRECEPTOS CONSTITUCIONALES VIOLADOS.

Las autoridades responsables violan en nuestro perjuicio las garantías individuales


consagradas en los artículos 1, 4, 14, 16 y 18 constitucionales.

7.- CONCEPTOS DE VIOLACION.

1.- Las autoridades responsables violan en mi perjuicio los derechos humanos otorgados
en el artículo 1 de nuestra Carta Magna, mismo que a la letra dice:

Artículo 1°.- En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos
humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá
restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución
establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta
Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las
personas la protección más amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover,


respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios
de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el
Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos
humanos, en los términos que establezca la ley.

En virtud de la lectura de dicho precepto constitucional se constata que las autoridades


responsables violan en mi contra el derecho humano consagrado en el mismo, toda vez que como
lo dice el precepto Constitucional citado, todas las autoridades, en el ámbito de sus
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competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los
derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado y en esencia todas las autoridades
responsables deben prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos
humanos, en los términos que establezca la ley, lo que en la especie no sucede, pues las
responsables no están respetando ni haciendo respetar mi derecho humano de propiedad ni de
posesión, libertad de desarrollo y personalidad, de seguridad jurídica, de audiencia, ni mucho
menos garantizan esos derechos humanos que tengo de manera nata a la legalidad.

Omisiones que violentan mis derechos humanos, tales como un debido proceso, de audiencia,
legalidad y seguridad jurídica, sin tomar en cuenta lo que establece nuestra Constitución Política,
para prevenir, investigar, sancionar y reparar los derechos humanos citados, pues su actitud de
infraccionarme y multarme sin una orden judicial, sin inspeccionar mi vehículo para verificar por
que causa se me infraccionó y multó, si fue porque los vidrios laterales o el medallón o el
parabrisas estaba obscurecido o estaba entintado, ahumado o polarizado o que lo haya cambiado
de cualquier modo, sin una prueba objetiva de que los vidrios laterales o el medallón o el
parabrisas impedían la visión del policía responsable hacía el interior de mi camioneta, apoya mi
criterio las tesis del Pleno y de la Primera Sala de nuestro Máximo Tribunal, mismas que a la letra
dicen:

Época: Décima Época


Registro: 2005529
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 3, Febrero de 2014, Tomo I
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a. XLIV/2014 (10a.)
Página: 645

DERECHO HUMANO A LA IGUALDAD JURÍDICA. DIFERENCIAS ENTRE SUS MODALIDADES


CONCEPTUALES.
El citado derecho humano, como principio adjetivo, se configura por distintas facetas que, aunque son
interdependientes y complementarias entre sí, pueden distinguirse conceptualmente en dos modalidades:
1) la igualdad formal o de derecho, y 2) la igualdad sustantiva o de hecho. La primera es una
protección contra distinciones o tratos arbitrarios y se compone a su vez de la igualdad ante la ley,
como uniformidad en la aplicación de la norma jurídica por parte de todas las autoridades, e
igualdad en la norma jurídica, que va dirigida a la autoridad materialmente legislativa y que consiste
en el control del contenido de las normas a fin de evitar diferenciaciones legislativas sin
justificación constitucional o violatorias del principio de proporcionalidad en sentido amplio. Las
violaciones a esta faceta del principio de igualdad jurídica dan lugar a actos discriminatorios
directos, cuando la distinción en la aplicación o en la norma obedece explícitamente a un factor
prohibido o no justificado constitucionalmente, o a actos discriminatorios indirectos, que se dan
cuando la aplicación de la norma o su contenido es aparentemente neutra, pero el efecto o su resultado
conlleva a una diferenciación o exclusión desproporcionada de cierto grupo social, sin que exista una
justificación objetiva para ello. Por su parte, la segunda modalidad (igualdad sustantiva o de hecho)
radica en alcanzar una paridad de oportunidades en el goce y ejercicio real y efectivo de los
derechos humanos de todas las personas, lo que conlleva a que en algunos casos sea necesario
remover y/o disminuir los obstáculos sociales, políticos, culturales, económicos o de cualquier
otra índole que impidan a los integrantes de ciertos grupos sociales vulnerables gozar y ejercer
tales derechos. Por ello, la violación a este principio surge cuando existe una discriminación
estructural en contra de un grupo social o sus integrantes individualmente considerados y la
autoridad no lleva a cabo las acciones necesarias para eliminar y/o revertir tal situación; además,
su violación también puede reflejarse en omisiones, en una desproporcionada aplicación de la ley
o en un efecto adverso y desproporcional de cierto contenido normativo en contra de un grupo
social relevante o de sus integrantes, con la diferencia de que, respecto a la igualdad formal, los
elementos para verificar la violación dependerán de las características del propio grupo y la
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existencia acreditada de la discriminación estructural y/o sistemática. Por lo tanto, la omisión en la
realización o adopción de acciones podrá dar lugar a que el gobernado demande su cumplimiento, por
ejemplo, a través de la vía jurisdiccional; sin embargo, la condición para que prospere tal demanda será
que la persona en cuestión pertenezca a un grupo social que sufra o haya sufrido una discriminación
estructural y sistemática, y que la autoridad se encuentre efectivamente obligada a tomar determinadas
acciones a favor del grupo y en posibilidad real de llevar a cabo las medidas tendentes a alcanzar la
igualdad de hecho, valorando a su vez el amplio margen de apreciación del legislador, si es el caso; de
ahí que tal situación deberá ser argumentada y probada por las partes o, en su caso, el Juez podrá
justificarla o identificarla a partir de medidas para mejor proveer.

Amparo directo en revisión 1464/2013. Blanca Esthela Díaz Martínez. 13 de noviembre de 2013. Cinco
votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena. Secretario: Miguel Antonio Núñez Valadez.

Esta tesis se publicó el viernes 14 de febrero de 2014 a las 11:05 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Novena Época


Registro: 170739
Instancia: Pleno
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXVI, Diciembre de 2007
Materia(s): Constitucional
Tesis: P. XLIX/2007
Página: 21

GARANTÍAS INDIVIDUALES. EL RETARDO, OMISIÓN O INCUMPLIMIENTO DE LOS DEBERES DE


LAS AUTORIDADES PUEDE DAR LUGAR A LA VIOLACIÓN GRAVE DE AQUÉLLAS.
El ejercicio oportuno de las obligaciones de las autoridades para mantener el orden público
constituye una garantía individual de los gobernados, por lo que la omisión de tal ejercicio, en
condiciones extremas, implica una violación grave de garantías, al ser obligación de los órganos
del Estado velar por la seguridad pública y por la protección del orden público, los cuales son
fundamentales para la vigencia de las garantías individuales, consagradas en la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos. Lo anterior es así, ya que la pluralidad de intereses, la
diversidad de ideas y de necesidades de la población, generan zonas de conflicto entre las
personas y grupos cuando ejercen sus derechos al amparo de dichas garantías pues, por un lado,
se encuentra la de la libre expresión de las ideas prevista en el artículo 6o., aunado a las libertades
ciudadanas de asociación y reunión pacífica, contenidas en los artículos 8o. y 9o., limitadas
constitucionalmente por el respeto al derecho de los demás y al orden público y el no ejercicio de la
violencia y, por otro, el derecho a ejercer libremente la profesión o industria que cada quien determine, la
libertad de trabajo, el derecho al respeto de la propiedad y la integridad, y la inviolabilidad del
domicilio, derechos fundamentales que pueden verse afectados por el ejercicio de las
prerrogativas mencionadas anteriormente. Así, estos puntos de contacto requieren de mecanismos de
control por tratarse de conflictos de garantías individuales y el orden público al que se refiere la
Constitución, toda vez que las garantías individuales instituidas para las personas no pueden defenderse
sino por mandato constitucional, pues ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma ni ejercer
violencia para reclamar su derecho, como lo señala el artículo 17 constitucional. Esto es, nadie tiene
legitimidad para usar su propia fuerza en contra de los demás, de manera que el Estado es el único que
puede utilizarla cuando es necesario para mantener el orden y la paz pública y, por ende, conservar las
condiciones necesarias para la vigencia de las garantías individuales que establece la Constitución, por lo
que la seguridad pública se encuentra a cargo de los tres órdenes de gobierno en forma concurrente,
cuyas policías deben actuar conforme a los principios rectores, entre los que se incluye la eficiencia. En
ese orden de ideas, los derechos de protección son derechos constitucionales encaminados a que el
Estado organice y maneje el orden público de una determinada manera por lo que respecta a la relación
recíproca de sujetos jurídicos iguales; de ahí que si el Estado no evita las intervenciones de particulares
sin sustento legal en bienes protegidos, entonces las permite. En efecto, la seguridad pública y las
garantías individuales no se contraponen, se implican y se complementan, por lo que aquélla debe
salvaguardarse para garantizar los derechos fundamentales, de manera que así como debe investigarse
la responsabilidad por el exceso de la fuerza, debe investigarse también el incumplimiento de deberes
constitucionales y de violación grave de garantías individuales por efecto de ese tipo de omisiones.

Investigación (artículo 97 constitucional) 1/2007. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. 21 de


junio de 2007. Unanimidad de diez votos. Ausente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Juan N. Silva
Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.

El Tribunal Pleno, el quince de octubre en curso, aprobó, con el número XLIX/2007, la tesis aislada que
antecede. México, Distrito Federal, a quince de octubre de dos mil siete.
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Época: Novena Época
Registro: 179468
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXI, Enero de 2005
Materia(s): Administrativa
Tesis: I.7o.A.346 A
Página: 1848

RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS. PARA EFECTOS DE ESA


MATERIA DEBEN CONSIDERARSE LAS SANCIONES DE CARÁCTER ADMINISTRATIVO EN UN
SENTIDO AMPLIO.
Conforme al artículo 113 de la Constitución Federal, las leyes sobre responsabilidad administrativa de los
servidores públicos deben determinar sus obligaciones, con el fin de salvaguardar la legalidad,
honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia en el desempeño de sus funciones, empleos, cargos
y comisiones. El propio precepto normativo establece también que ese tipo de ordenamientos jurídicos
deben prever las sanciones aplicables por los actos u omisiones en que incurran los servidores públicos,
así como los procedimientos y las autoridades para aplicarlas. De ese modo, en aquellos casos en que la
anterior Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos y la actual Ley Federal de
Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, empleen la leyenda "sanciones
administrativas", ésta debe entenderse referida a las sanciones disciplinarias como medida correctiva
impuesta por el órgano de gobierno competente legalmente para ese efecto, a través de la cual la
administración pública protege su orden interno y salvaguarda los principios enunciados que regulan los
servicios encomendados a los distintos órganos de gobierno.
SÉPTIMO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 3607/2004. Efrén Avelino y Granados. 14 de octubre de 2004. Unanimidad de votos.
Ponente: F. Javier Mijangos Navarro. Secretario: Gustavo Naranjo Espinosa.

2.- Las autoridades responsables violan mis derechos humanos de legalidad y seguridad
jurídica consagradas en el artículo 14 constitucional, toda vez de que sus actos de molestia los
han dirigido en mi agravio sin la debida legalidad y formalidad que dicho precepto legal señala;
en virtud de que en nuestro Estado de Derecho, las actividades o actos de los ciudadanos, así
como las peticiones y demandas de los mismos, se rigen por las Leyes que imperan en el
momento de hacerlas valer, y es de explorado derecho que la materia civil, se rige estrictamente
bajo el PRINCIPIO DE ESTRICTO DERECHO, por el cual se entiende que todo lo solicitado por
el gobernado debe estar establecida en una ley y dicha solicitud debe estar precisada en la
misma, por lo que le toca al ciudadano fundar y motivar adecuadamente su solicitud y demostrar
con prueba plena su pretensión, es decir, debe pedir o solicitar las cosas conforme la Ley lo
establece, y la autoridad responsable tienen la obligación de actuar de forma clara, precisa
y congruente con sus facultades, es decir, que su actuar no sea oscura, ambigua o ilógica,
por carecer de claridad, ocasionando confusiones de interpretación y produciendo dudas.

Así las cosas, los actos que se reclaman a los responsables violan en mi perjuicio las
garantías individuales consignadas en los artículos 14 y 16 parte dogmática de la Constitución
Federal toda vez que de acuerdo con el citado precepto (14) a ninguna ley se dará efecto
retroactivo en perjuicio de persona alguna. Nadie podrá ser privado de la vida, libertad o de
sus propiedades, posesiones o derechos sino mediante juicio seguido ante los Tribunales
previamente establecidos en el que se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho.
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Los mismos actos reclamados contra las citadas autoridades son violatorios también en mi
agravio de la diversa garantía de legalidad y seguridad jurídica a que alude el artículo 16
Constitucional, ya que conforme al mismo nadie puede ser molestado en su persona, familia,
domicilio, papeles, sus propiedades o posesiones sino en virtud de mandamiento escrito de
autoridad competente que funde y motive la causa legal del procedimiento, refuerza mi dicho la
Jurisprudencia aplicable en términos del artículo 107 de nuestra Carta Magna y el artículo 217 de
la Ley de Amparo, que a la letra se lee:

Novena Época
Registro: 200234
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo : II, Diciembre de 1995
Materia(s): Constitucional, Común
Tesis: P./J. 47/95
Página: 133

FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE GARANTIZAN UNA


ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL ACTO PRIVATIVO.
La garantía de audiencia establecida por el artículo 14 constitucional consiste en otorgar al
gobernado la oportunidad de defensa previamente al acto privativo de la vida, libertad, propiedad,
posesiones o derechos, y su debido respeto impone a las autoridades, entre otras obligaciones, la de
que en el juicio que se siga "se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento". Estas son
las que resultan necesarias para garantizar la defensa adecuada antes del acto de privación y que,
de manera genérica, se traducen en los siguientes requisitos: 1) La notificación del inicio del
procedimiento y sus consecuencias; 2) La oportunidad de ofrecer y desahogar las pruebas en que
se finque la defensa; 3) La oportunidad de alegar; y 4) El dictado de una resolución que dirima las
cuestiones debatidas. De no respetarse estos requisitos, se dejaría de cumplir con el fin de la
garantía de audiencia, que es evitar la indefensión del afectado.

El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el veintitrés de noviembre en curso, por unanimidad de
once votos de los ministros: presidente José Vicente Aguinaco Alemán, Sergio Salvador Aguirre Anguiano,
Mariano Azuela Güitrón, Juventino V. Castro y Castro, Juan Díaz Romero, Genaro David Góngora
Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Humberto Román Palacios, Olga
María Sánchez Cordero y Juan N. Silva Meza; aprobó, con el número 47/1995 (9a.) la tesis de
jurisprudencia que antecede; y determinó que las votaciones de los precedentes son idóneas para
integrarla. México, Distrito Federal, a veintitrés de noviembre de mil novecientos noventa y cinco.

A la luz de la Jurisprudencia citada y los preceptos constitucionales antes mencionados


los actos reclamados carecen del requisito de legalidad y por ende de la debida fundamentación
y motivación a que las propias disposiciones constitucionales se refieren toda vez que
precisamente conforme a nuestro régimen Constitucional de facultades expresamente conferidas
o limitadas sin fundamento en el mandato de la autoridad pública constituye un exceso dado que
la facultad de las autoridades responsables termina en donde la ley que rige su ramo las faculta.

En efecto, para que el suscrito hubiera violado el reglamento del que la autoridad ejecutora
me hablaba, yo debía trasgredir lo establecido por el artículo 276 en su fracción V, del Código
Reglamentario para el Municipio de Puebla, mismo que a la letra dice:

Artículo 276.- Queda prohibida la circulación de vehículos no motorizados y


motorizados en las vías de jurisdicción municipal, de conformidad con lo
siguiente:

V. Que los vidrios laterales, el medallón o el parabrisas tengan cortinas o estén


oscurecidos, entintados, polarizados, ahumados o cambiados de tono por
12
cualquier otro medio que impida la visibilidad hacia el interior del vehículo,
salvo que venga así desde la fabricación y se establezca tal circunstancia en los
documentos que expida la agencia o se encuentren descritos en la factura o
tarjeta de circulación;

De lo anterior, se desprende que para que el hoy quejosos


pudiera haber incumplido dicha norma debía haber puesto cortinas,
obscurecidos, entintados, polarizados, ahumados o cambiados de
tono intencionalmente a mis vidrios laterales, medallón o parabrisa
de mi camioneta, pero eso no fue verificado por la autoridad
ejecutora, aún y que lo invite para que lo hiciera, lo que no quiso
hacer.

La autoridad ejecutora responsable, actuando como juez y


parte, me dejo en estado de indefensión , pues como podía
defenderme ante su arbitrariedad, pues sin ninguna prueba objetiva,
él sólo determinaba que violaba el reglamento, sin que revisara que
estaba obscurecido, o que estaba entintado, o que estaba
polarizado, o que estuviera ahumado, o cambiado de tono por algún
otro medio, y para que se tuviera que yo estaba violentando ese
reglamento debería decirme cual de todas esas hipótesis era la que
estaba violentando, es decir cuál de todos los supuestos que marca
el artículo era la que estaba violentando, si estaba obscurecido, o
entintado o ahumado o polarizado o cambiado intencionalmente de
tono, sin embargo me dijo el policía que él no tenía que demostrar
nada, que ya con mis documentos en su poder, él podía hacer lo
que quisiera, lo que deja claro que con una indebida
fundamentación y motivación la autoridad responsable ejecutora
realiza sus actos de molestía.

La autoridad ejecutora responsable, tampoco fundamento ni


motivo adecuadamente por qué mi supuesta conducta, violaba su
reglamento, pues para que tal violación o infracción a su reglamento
se actualice, es necesario que dicho obscurecimiento, entintado,
polarizado, ahumado o cambiado de tono DEBE POR FUERZA
13
IMPEDIR LA VISIBILIDAD HACÍA EL INTERIOR DEL VEHÍCULO, lo
que en la especie no sucedió, ni sucede, ya que es claro que el
policía responsable ejecutor, pudo ver muy claro hacía el interior de
mi camioneta, tan es así que me hizo señas para que me orillara, por
lo que para nada, la situación de los vidrios de mi camioneta le
IMPIDIERON LA VISIBILIDAD HACÍA ADENTRO, y le DEMOSTRÉ EN
ESE MOMENTO que con solo mirar de lado a lado como se
apreciaba la persona que se puso del otro lado, inclusive le pedí a
uno de mis hijos se pusiera del otro lado de la camioneta del lado
del copiloto y a mi hija le pedí que se pusiera atrás de la camioneta,
y a mi esposa al frente de la camioneta, e invite al policía a que viera
como de cualquier lado se veía hacía el interior, es más hasta el otro
lado de la camioneta, es decir la visón iba más allá que el sólo
interior, por lo que mi camioneta y la situación de sus vidrios no
impedían el acceso al interior de la camioneta.

Ahora bien, hay que recordarle a las autoridades responsable que los
actos de corrupción son sancionados por la leyes penales, y mas si es una
extporsión por un servidor público, por lo que le pido afablemente a su
Señoría le de vista al Ministerio Público Federal de la conducta de la autoridad
responsable ejecutora, por ser posiblemente constitutiva de delito, al pedirme
que le diera tres mil pesos y me dejaba ir con mis documentos.
14
15
16

Así las cosas, es claro, que LAS AUTORIDADES RESPONSABLES


ACTUARON CON ILEGALIDAD Y VIOLENTANDOME DERECHOS HUMANOS DE
LEGALIDAD, SEGURIDAD JURÍDICA, DEBIDO PROCESO, PUES IMPONERME UNA
MULTA SIN LOS RAZONAMIENTOS LÓGICOS-JURÍDICOS, QUE ORILLARON A LA
AUTORIDAD RESPONSABLE EJECUTORA A IMPONERME UNA MULTA POR UNA
INFRACCIÓN QUE SUPUESTAMENTE COMETÍ, SIN NINGUNA PRUEBA OBJETIVA
QUE ESTABLECIERA QUE LOS VIDRIOS DE MI CAMIONETA IMPIDEN LA VISIÓN
AL INTERIOR DE LA MISMA, ME LEVANTO UNA INFRACCIÓN Y ME MULTÓ, por lo
que es evidente que se vulneró lo ordenado por los artículos 14 y 16 de nuestra
Carta Magna.

Los actos reclamados a las autoridades responsables resultan doblemente infundados y


es incuestionable la violación a las formalidades esenciales del procedimiento, pues como lo
17
establecen los artículo 14 y 16 de nuestra Constitución Política, las autoridades responsables
debieron hacer una debida aplicación de la ley, y basarse en pruebas objetivas, lo que en el
presente caso no sucedió, violándose mi derecho humano a la seguridad jurídica, legalidad y
debido proceso, pues la autoridad ejecutora, rebasando su competencia, sin prueba objetiva
alguna, me infracciona y me multa por conductas que no violentan ni trasgreden el reglamento
de tránsito, por lo tanto, procede se me conceda el Amparo y Protección de la Justicia Federal.

La violación de las normas secundarias que han quedado transcritas es trascendente a


una trasgresión de las normas constitucionales contenidas en los numerales 14 y 16 pues se me
ha privado de defensa, y se me ha conculcado la posesión de un bien, como es mi tarjeta de
circulación, sin que haya mediado juicio en el que se hayan seguido las formalidades esenciales
del procedimiento y sin que la resolución conculcatoria de mis derechos haya estado legalmente
fundada y motivada, refuerza mi dicho la Jurisprudencia aplicable en términos del artículo 107 de
nuestra Carta Magna y el artículo 217 de la Ley de Amparo, que a la letra se lee:

Novena Época
Registro: 200234
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo : II, Diciembre de 1995
Materia(s): Constitucional, Común
Tesis: P./J. 47/95
Página: 133

FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE GARANTIZAN UNA


ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL ACTO PRIVATIVO.
La garantía de audiencia establecida por el artículo 14 constitucional consiste en otorgar al
gobernado la oportunidad de defensa previamente al acto privativo de la vida, libertad, propiedad,
posesiones o derechos, y su debido respeto impone a las autoridades, entre otras obligaciones, la de
que en el juicio que se siga "se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento". Estas son
las que resultan necesarias para garantizar la defensa adecuada antes del acto de privación y que,
de manera genérica, se traducen en los siguientes requisitos: 1) La notificación del inicio del
procedimiento y sus consecuencias; 2) La oportunidad de ofrecer y desahogar las pruebas en que
se finque la defensa; 3) La oportunidad de alegar; y 4) El dictado de una resolución que dirima las
cuestiones debatidas. De no respetarse estos requisitos, se dejaría de cumplir con el fin de la
garantía de audiencia, que es evitar la indefensión del afectado.

El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el veintitrés de noviembre en curso, por unanimidad de
once votos de los ministros: presidente José Vicente Aguinaco Alemán, Sergio Salvador Aguirre Anguiano,
Mariano Azuela Güitrón, Juventino V. Castro y Castro, Juan Díaz Romero, Genaro David Góngora
Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Humberto Román Palacios, Olga
María Sánchez Cordero y Juan N. Silva Meza; aprobó, con el número 47/1995 (9a.) la tesis de
jurisprudencia que antecede; y determinó que las votaciones de los precedentes son idóneas para
integrarla. México, Distrito Federal, a veintitrés de noviembre de mil novecientos noventa y cinco.
.

Por lo anterior citado, se desprende que lo que importa es que se me conceda el Amparo
y la Protección de la Justicia de la Unión para los efectos del artículo 80 de la Ley de Amparo.

Por otro lado, vamos a encontrar que la propia legislación va fijando dos conceptos
específicos para que la autoridad pueda actuar y pueda recaer en el principio de legalidad, nos
referimos a lo que es el contexto de la fundamentación y motivación sobre la cual toda autoridad
debe de llevar a cabo su actividad, de estos conceptos el Profesor Ignacio Burgoa, nos comenta
lo siguiente: “La fundamentación legal de la causa del procedimiento autoritario, consiste en que
18
los actos que originen la molestia de que habla el artículo 16 constitucional, deben basarse
en una disposición normativa general, es decir que esta prevea la situación concreta para la
cual sea procedente realizar el acto de autoridad, que exista una ley que lo autorice. La
fundamentación legal de todo acto autoritario que cause al gobierno una molestia en los bienes
jurídicos que se refiere el artículo 16 constitucional, no es sino una consecuencia directa del
principio de legalidad, que consiste en que las autoridades sólo pueden hacer lo que la ley
les permite. La motivación de la causa legal del procedimiento implica que las circunstancias y
modalidades del caso particular encuadren dentro del marco general correspondiente establecido
por la ley.

El principio de legalidad más que nada, estará basado en que nada puede suceder ni pasar
sino lo que esta exclusivamente establecido en la ley y en el caso concreto, el acto reclamado
debe estar cimentado en una legislación, lo que en el presente asunto no acontece, en virtud,
que el mismo no se tipifica o configura en ninguna precepto legal alguno, es decir, las autoridades
responsable no puede infraccionarme y multarme sin que se configure lo establecido en el artículo
276 fracción V, arriba citado, sin que esté debidamente fundado y motivado su actuar, lo que es
violatorio de mis derechos humanos en mi agravio en razón, que no existe fundamento legal
alguno en que se apoye su proceder, conculcando con ello mi esfera jurídica, violando mis
derechos humanos de legalidad y seguridad jurídica, por lo que se me debe conceder el Amparo
y Protección de la Justicia Federal, en virtud de que las autoridades responsables debieron
apegarse al derecho y a las Leyes que nos rigen, pues las autoridades, sólo están facultadas a

lo que la Ley les permite y deben acatar las mismas, pero las autoridades
responsables a motu proprio, sin mediar fundamento legal alguno
que lo faculte, meinfraccionaron y multaron sin que en la especie se
configurara alguna de las hipótesis del preceptolegal arriba citado,
y sin que el policía señalado como autoridad responsable hubiera
dado cabal cumplimiento a la ley y no haya citado entre que calles
sucedieron los hechos, pues así lo obliga su propia legislación, al
tener en cuenta que las autoridades sólo pueden hacer lo que la ley
les permite, debe estimarse que dicho acto reclamado no puede ser
válido, en razón de que las autoridades responsables actuaron al
margen de sus atribuciones, en virtud de que debieron apegarse al derecho y a las
Leyes que nos rigen, pues las autoridades, sólo están facultadas a lo que la Ley les permite y
deben acatar las mismas, sustento mi dicho, con las Jurisprudencias y tesis de jurisprudencia
aplicadas en términos del artículo 217 de la ley de Amparo, mismas que a la letra dicen:

Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VIII, Septiembre de 1998
19
Tesis: P. LXII/98
Página: 56

FACULTADES DISCRECIONALES. APRECIACIÓN DEL USO INDEBIDO DE LAS CONCEDIDAS A LA


AUTORIDAD. La base toral de las facultades discrecionales es la libertad de apreciación que la ley otorga
a las autoridades para actuar o abstenerse, con el propósito de lograr la finalidad que la propia ley les
señala, por lo que su ejercicio implica, necesariamente, la posibilidad de optar, de elegir, entre dos o más
decisiones, sin que ello signifique o permita la arbitrariedad, ya que esa actuación de la autoridad sigue
sujeta a los requisitos de fundamentación y motivación exigidos por el artículo 16 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, lo cual permite que los actos discrecionales sean controlados por
la autoridad jurisdiccional.

Contradicción de tesis 2/97. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito. 29 de junio de 1998.
Once votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Armando Cortés Galván.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el seis de agosto en curso, aprobó, con el número
LXII/1998, la tesis aislada que antecede; y determinó que la votación es idónea para integrar tesis
jurisprudencial. México, Distrito Federal, a seis de agosto de mil novecientos noventa y ocho.

Quinta Epoca
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: LXXIII
Página: 6957

AUTORIDADES, FACULTADES DE LAS. Las autoridades sólo pueden realizar aquello para lo que
están expresamente autorizadas por las leyes, como consecuencia primordial del principio de
legalidad que informa nuestro Régimen Constitucional, por virtud del cual, toda decisión general
dictada con anterioridad. Por tanto, en todos aquellos casos en que las autoridades no justifiquen
haber fundado sus actos en algún precepto de derechos positivos, tales actos deben reputarse
anticonstitucionales.

TOMO LXXIII, Pág. 6957.- Alcalá J. Encarnación.- 23 de septiembre de 1942.- 4 votos.

Quinta Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XII
Página: 928

AUTORIDADES, FACULTADES DE LAS. Las autoridades no tienen más facultades que las que la
ley les otorga.

TOMO XII, Pág. 928.- Compañía de Luz y Fuerza de Puebla, S.A.- 12 de mayo de 1923.- Once votos.

Octava Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO PRIMER CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XIV-Septiembre
Tesis: XXI. 1o. 98 K Página: 271

AUTORIDADES DE DERECHO Y AUTORIDADES DE HECHO. CONTRA AMBAS PROCEDE EL


AMPARO. El artículo 1o. de la Ley de Amparo establece que el juicio de garantías es el medio de defensa
que tienen los particulares contra cualquier acto que vulnere sus garantías individuales, ya sea que los
actos provengan de una autoridad de derecho o de hecho, puesto que ejercitando dicha acción es como
puede lograrse la reparación a la violación de la garantía de legalidad consistente en que una autoridad
actúe sin tener facultades para ello, es decir, como autoridad de hecho. Por lo que cuando un órgano
gubernamental ordena el cumplimiento de determinados actos a otras autoridades, está actuando como
autoridad para los efectos del juicio de amparo, independientemente de las facultades que la ley le asigne.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO PRIMER CIRCUITO.


Improcedencia en revisión 112/94. Harinera Seis Espigas, S. A. 14 de abril de 1994. Unanimidad de votos.
Ponente: Juan Vilchiz Sierra. Secretario: José Luis Vázquez Camacho.
Véase: Semanario Judicial de la Federación, Séptima Epoca, Volumen 139-144, pág. 40.
20
Son por tales motivos que expreso anteriormente que las autoridades responsables han
violado mis derechos humanos de propiedad, legalidad y seguridad jurídica contempladas en los
artículos 14 y 16 de nuestra Constitución Política, dejándome en un total y completo estado de
indefensión y de desamparo, al no acatar lo previsto por dicho artículo constitucional antes citado,
al no fundar ni motivar debidamente sus actos de molestia en agravio del ahora quejoso y actuar
al margen de la ley, haciendo más allá de lo que le permite la Ley.

Aunado a este concepto de violación y atendiendo a que a la fecha al quejoso no se me


permitió ofrecer y desahogar pruebas con fundamento en lo dispuesto por el artículo 76 de la Ley
de Amparo solicitamos atentamente a su señoría, se sirva favorecerme con la SUPLENCIA

DE LA DEFICIENCIA DE LA DEMANDA, ya que, conforme a diversas tesis


jurisprudenciales, al no haber sido debidamente emplazado se me debe conceder esa suplencia.

Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Diciembre de 2000
Tesis: P./J. 149/2000
Página: 22

SUPLENCIA DE LA DEFICIENCIA DE LA QUEJA EN LAS MATERIAS CIVIL, MERCANTIL Y


ADMINISTRATIVA. PROCEDE RESPECTO DE LA FALTA O DEL ILEGAL EMPLAZAMIENTO DEL
DEMANDADO AL JUICIO NATURAL. Conforme a lo dispuesto por la fracción VI del artículo 76 bis de la
Ley de Amparo, en materias distintas a la penal, agraria y laboral, opera la suplencia de la deficiencia de
los conceptos de violación y de los agravios cuando se advierta que ha habido en contra del quejoso o del
particular recurrente una violación manifiesta de la ley que lo haya dejado sin defensa. Ahora bien, si el
emplazamiento del demandado al juicio natural constituye una formalidad esencial del
procedimiento por ser necesario para una adecuada defensa, se sigue que la falta de verificación
de tal emplazamiento o su práctica defectuosa se traduce en una violación manifiesta a la ley que
produce indefensión, pues se estaría ante la infracción procesal de mayor magnitud y de carácter
más grave dada su trascendencia en las demás formalidades del procedimiento al afectar la
oportunidad de alegar y de ofrecer y desahogar pruebas, lo que obliga a los juzgadores de amparo
a suplir la queja deficiente al respecto y, por tanto, a no dejar de examinar esa cuestión sólo porque el
planteamiento específico no se haya hecho valer en la demanda de garantías, no pudiendo estimarse
inoperantes los agravios relativos por esa razón.

Contradicción de tesis 34/97. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito,
Tribunal Colegiado del Décimo Circuito (actualmente Primer Tribunal), Tribunal Colegiado del Vigésimo
Circuito, Segundo y Tercer Tribunales Colegiados del Segundo Circuito (actualmente Primer Tribunal
Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del Segundo Circuito y Segundo Tribunal Colegiado en Materias
Penal y Administrativa del Segundo Circuito) y el Sexto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del
Primer Circuito, Segundo Tribunal Colegiado del Quinto Circuito y Primer Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito. 24 de octubre de 2000. Once votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: María Estela
Ferrer Mac Gregor Poisot.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintisiete de noviembre en curso, aprobó, con el
número 149/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintisiete de
noviembre de dos mil.

CAPITULO DE PRUEBAS

1.- Titulo de propiedad de mi camioneta, arriba citada.

2.- Pedimiento aduanal con lo que se demuestra su legal estancia en el País.

3.- Carta responsiva de cuando compré la camioneta de mi propiedad.


21
4.- Fotografías de mi camioneta y de la autoridad responsable ejecutora, que
demuestra que no tenía placa o distintivo que demostrara su nombre o cargo.

5.- Multa e infracción aplicada ilegalmente en mi contra

6.- INSTRUMENTAL DE ACTUACIONES en todo lo que beneficie al quejoso.

7.- PRESUNCIONAL EN SU DOBLE ASPECTO TANTO LEGAL Y HUMANA en todo lo


que beneficie al quejoso.

Estas pruebas también deben desahogarse en el incidente de suspensión.

En otro orden de ideas, y respecto a las documentales arriba señaladas, las exhibo en un
archivo en PDF, así y por la contingencia por la pandemia que nos aqueja, le manifiesto a su
Señoría, en términos del ACUERDO GENERAL 12/2020, DEL PLENO DEL CONSEJO DE LA
JUDICATURA FEDERAL, QUE REGULA LA INTEGRACIÓN Y TRÁMITE DE EXPEDIENTE
ELECTRÓNICO Y EL USO DE VIDEOCONFERENCIAS EN TODOS LOS ASUNTOS
COMPETENCIA DE LOS ÓRGANOS JURISDICCIONALES A CARGO DEL PROPIO CONSEJO,
que las documentales que anexo a esta promoción en vía digital, BAJO PROTESTA DE

DECIR VERDAD manifiesto que los archivos que anexo con el presente
escrito, en forma digital, es copia íntegra e inalterada del documento impreso
de donde se escaneó o se digitalizó dicho documento .

SUSPENSION DEL ACTO RECLAMADO:

Con fundamento en lo dispuesto por los artículos 125, 126, 127, 128, 130, 131, 138 y 139
de la Ley de Amparo, solicito se me otorgue la suspensión provisional y en su tiempo la definitiva
de los actos reclamados, para el efecto de que se suspenda los efectos y consecuencia de
la imposición de una infracción y multa, así como el desapoderamiento de mi tarjeta de
circulación de mi camioneta que me fue quitada por el policía responsable como garantía
para pagar la infracción y multa ilegalmente impuestas, toda vez, de que en la especie no se
perjudica el interés social ni se contravienen disposiciones de orden público, y en cambio, si se
siguen ejecutando los actos reclamados harían físicamente imposible restituirme en el goce de
los derechos humanos violados, toda vez, que se han cubierto todos los requisitos que establece
el artículo 125 de la Ley de Amparo, la medida cautelar es procedente, toda vez, que es solicitada
por el quejoso o la parte afectada, no se sigue perjuicio al interés social, ni se violan disposiciones
del orden público, y de seguirse consumando o consumarse dichos efectos, se me causarían
daños de difícil reparación, además que la suspensión de los actos de molestia solicitada,
es procedente en virtud, que sí acredito mi interés suspensional y mi interés jurídico, y si
bien es cierto que la resolución señalada como acto reclamado, se tratan de actos
consumados, también lo es que sus efectos y consecuencias si son susceptibles de
paralización, es decir la suspensión que se pide es para el efecto de que se suspenda los
22
efectos y consecuencia de la imposición de una infracción y multa, así como el
desapoderamiento de mi tarjeta de circulación de mi camioneta que me fue quitada por el
policía responsable como garantía para pagar la infracción y multa ilegalmente impuestas,
para que pueda usarla, con fundamento en lo establecido por el artículo 139 arriba citado,
refuerza mi petición de que se suspendan los actos reclamados, la siguiente jurisprudencia
aplicada en términos del artículo 217 de la Ley de Amparo:

LOS REQUISITOS CONTENIDOS EN EL ARTICULO 124 DE LA LEY DE AMPARO, HACER UNA


APRECIACION DE CARACTER PROVISIONAL DE LA INCONSTITUCIONALIDAD DEL ACTO
RECLAMADO. La suspensión de los actos reclamados participa de la naturaleza de una medida cautelar,
cuyos presupuestos son la apariencia del buen derecho y el peligro en la demora. El primero de ellos se
basa en un conocimiento superficial dirigido a lograr una decisión de mera probabilidad respecto de la
existencia del derecho discutido en el proceso. Dicho requisito aplicado a la suspensión de los actos
reclamados, implica que, para la concesión de la medida, sin dejar de observar los requisitos contenidos
en el artículo 124 de la Ley de Amparo, basta la comprobación de la apariencia del derecho invocado por
el quejoso, de modo tal que, según un cálculo de probabilidades, sea posible anticipar que en la sentencia
de amparo se declarará la inconstitucionalidad del acto reclamado. Ese examen encuentra además
fundamento en el artículo 107, fracción X, constitucional, en cuanto establece que para el otorgamiento
de la medida suspensional deberá tomarse en cuenta, entre otros factores, la naturaleza de la violación
alegada, lo que implica que debe atenderse al derecho que se dice violado. Esto es, el examen de la
naturaleza de la violación alegada no sólo comprende el concepto de violación aducido por el quejoso sino
que implica también el hecho o acto que entraña la violación, considerando sus características y su
trascendencia. En todo caso dicho análisis debe realizarse, sin prejuzgar sobre la certeza del derecho, es
decir, sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de los actos reclamados, ya que esto sólo puede
determinarse en la sentencia de amparo con base en un procedimiento más amplio y con mayor
información, teniendo en cuenta siempre que la determinación tomada en relación con la suspensión no
debe influir en la sentencia de fondo, toda vez que aquélla sólo tiene el carácter de provisional y se funda
en meras hipótesis, y no en la certeza de la existencia de las pretensiones, en el entendido de que deberá
sopesarse con los otros elementos requeridos para la suspensión, porque si el perjuicio al interés social o
al orden público es mayor a los daños y perjuicios de difícil reparación que pueda sufrir el quejoso, deberá
negarse la suspensión solicitada, ya que la preservación del orden público o del interés de la sociedad
están por encima del interés particular afectado. Con este proceder, se evita el exceso en el examen que
realice el juzgador, el cual siempre quedará sujeto a las reglas que rigen en materia de suspensión.

Contradicción de tesis 3/95. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero en Materia
Administrativa del Primer Circuito y Segundo del Sexto Circuito. 14 de marzo de 1996. Unanimidad de
nueve votos. Ausentes: Juventino V. Castro y Castro y Humberto Román Palacios por estar
desempeñando un encargo extraordinario. Ponente: Olga María del Carmen Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretario: Marco Antonio Rodríguez Barajas.

Tal y como lo establece la jurisprudencia antes citada es procedente se me conceda la


medida cautelar solicitada, es decir se me debe conceder la suspensión provisional y en su caso
la definitiva de los actos de molestia, es menester recalcar que los derechos humanos violados
en mi perjuicio, forman parte de mi esfera jurídica y de mi seguridad jurídica que ha sido vulnerada
por las autoridades responsables, en virtud de que el derecho que me otorgan los artículo 14 y
16 Constitucionales respecto a la legalidad y seguridad jurídica, no constituye dadiva o una
concesión de la autoridad, sino un derecho que no está supeditado a la autorización discrecional
de la autoridad, por lo que se me debió de emplazar a juicio, al ser el quejoso, copropietario y
coposeedor de la alberca que se ubica en el Residencial Vista Alegre A-1, la cual ahora me
quieren quitar la propiedad y por ende impedirme el uso de la misma, al presumirse la posesión
como copropietario, cuando incluso no hay una Ley que faculte a las autoridades responsable a
no llamarme al procedimiento administrativo, más aún que demuestro mi interés jurídico de
manera fehaciente.
23
Así las cosas y entre los presupuestos esenciales de las medidas cautelares se encuentra
el de la verosimilitud del derecho, también denominado fumus boniiuris. Si la finalidad del
proceso cautelar consiste en asegurar la eficacia práctica de la sentencia o resolución definitiva,
la fundabilidad de la pretensión que constituye objeto de la medida cautelar no puede depender
de un conocimiento exhaustivo y profundo de la materia controvertida en el proceso principal,
sino de un conocimiento periférico o superficial dirigido a lograr una decisión de mera
probabilidad respecto de la existencia del derecho discutido en el proceso. Resulta, en
consecuencia, suficiente la comprobación de la apariencia o verosimilitud del derecho invocado
por el actor, de modo tal que, según un cálculo de probabilidades sea posible anticipar que en
el proceso principal se declarará la certeza del derecho.

En esa virtud, la verosimilitud del derecho no importa la definitiva viabilidad de la pretensión


de quien solicita la medida, basta que exista el derecho invocado. La apariencia de la existencia
del derecho es un presupuesto que condiciona la admisibilidad de la medida y apunta a una
credibilidad objetiva y seria que descarte una pretensión manifiestamente infundada, temeraria
o muy cuestionable. Lo anterior obedece a que las medidas cautelares, más que a hacer justicia,
están destinadas a dar tiempo a la justicia para cumplir eficazmente su obra.

Generalmente, por tratarse de una cuestión de derecho, el presupuesto queda satisfecho


con el alcance de fundamentación del derecho, en la exposición llevada a cabo por los
peticionarios en su escrito de demanda.

Como apunta Piero Calamandrei en su Introducción al Estudio Sistemático de las


Providencias Cautelares, página 76, Editorial Bibliográfica Argentina, Buenos Aires, 1945:

"...si para emanar la medida cautelar fuese necesario un conocimiento completo y


profundo sobre la existencia del derecho, esto es, sobre el mismo objeto en relación al
cual se espera la providencia principal, valdría más esperar ésta y no complicar el
proceso con una duplicidad de investigaciones que no tendrían ni siquiera la ventaja de
la prontitud."

El otro requisito específico de la pretensión cautelar es el peligro en la demora (periculum


in mora), esto es, que en razón del transcurso del tiempo los efectos de la decisión final resulten
prácticamente inoperantes, se basa en el temor fundado de la configuración de un daño a un
derecho cuya protección se persigue y que, de no hacerlo en forma inmediata, se corre el riesgo
de que, en el supuesto de recaer sentencia definitiva favorable, ésta permanezca incumplida.

El Poder Judicial Federal tiene como una de sus funciones más importantes la de
garantizar la aplicación de los principios y disposiciones constitucionales. De esta manera anula
los actos de autoridad que son contrarios a los preceptos constitucionales, resuelve la inaplicación
de los tratados, leyes y reglamentos que no estén de acuerdo con la Constitución y, además,
interpreta su contenido, explica qué dice la Constitución y las leyes secundarias, con lo que
24
permite adaptarlas a las nuevas exigencias sociales.

Los tribunales de amparo mexicanos deben interpretar la ley, buscando siempre hacer
valer la Constitución y restituirle las garantías violadas al gobernado, adaptarla a las nuevas
necesidades sociales. La jurisprudencia debe modificarse cuando así lo requieran las nuevas
realidades de la vida moderna.

En otro orden de ideas y no menos importante, le pido a su Señoría lo siguiente:

Por lo expuesto y fundado:

A Usted C. Juez de Distrito, atentamente pido se sirva

PRIMERO.- Tenerme por presentado en tiempo y forma interponiendo la presente


demanda de amparo.

SEGUNDO.- Admitir la presente demanda.

TERCERO.- Solicitar los informes previos y con justificación a las autoridades


responsables.
CUARTO.- Señalar día y hora para que tenga verificativo la audiencia incidental y
constitucional.

QUINTO.- Otorgarme la suspensión provisional y en su caso la definitiva y


concederme copia certificada del acuerdo que le recaiga a la presente demanda en el
incidente de suspensión, y se me permita el uso de la alberca multicitada.

SEXTO.- Dictar sentencia concediéndome el Amparo y Protección de la Justicia de la


Unión.

SÉPTIMO.- Otorgarme la suplencia de la queja en todo lo que beneficie al quejoso.

PROTESTO LO NECESARIO.

POR UNA VERDADERA DEMOCRACIA Y JUSTICIA SOCIAL.


PUEBLO Y GOBIERNO UNIDOS, PAZ,
JUSTICIA Y PROGRESO.

JOSÉ LUIS RAYA RAMOS

Puebla, Estado de Puebla, a doce de agosto del dos mil veintidós.

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