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1. ¿Qué son los nanomateriales?

La nanotecnología consiste en el diseño y la producción de objetos o estructuras muy pequeños,


inferiores a 100 nanómetros (100 millonésimas de milímetro). Los nanomateriales son uno de los
productos principales de las nanotecnologías, como partículas, tubos o fibras a nano escala.
Las nanopartículas generalmente se definen por ser menores de 100 nanómetros en al menos una
dimensión.

A medida que la nanotecnología avanza, se van encontrando aplicaciones para los nanomateriales en


el cuidado de la salud, la electrónica, los cosméticos, los textiles, la informática y la protección
medioambiental.

Las propiedades de los nanomateriales no están siempre bien identificadas y requieren una valoración
de los riesgos de posibles exposiciones que surjan durante su fabricación y uso.

2. ¿Cómo se pueden identificar los nanomateriales?

La descripción de un nanomaterial debe incluir el tamaño medio de sus partículas, teniendo en cuenta la


agrupación y el tamaño de las partículas individuales y una descripción de la distribución por tamaño de
las partículas (el rango de las partículas presentes en la preparación, desde la más pequeña a la
mayor).

Las valoraciones detalladas pueden incluir la siguiente información:


1. Propiedades físicas:

 Tamaño, forma, superficie específica y proporción entre anchura y altura

 Si se adhieren unas a otras

 Distribución según el tamaño

 Lisura o rugosidad de su superficie

 Estructura, incluida la estructura de cristal y cuaqluier defecto de cristal

 Su capacidad para disolverse

2. Propiedades químicas:

 Estructura molecular

 Composición, incluida su pureza y cualquier aditivo o impureza conocidos

 si se encuentran en estado sólido, liquido o gas

 Química de superficie

 Atracción de moléculas de agua y de aceites o grasas

Existen diversas técnicas para rastrear nanopartículas y se están desarrollando otras nuevas. También
se están desarrollando métodos realistas de prepraración de nanomateriales para probar sus posibles
efectos en sistemas biológicos.

3. ¿Cómo se puede medir la exposición a nanomateriales?

Los métodos de medición que se deben utilizar dependen del tipo de exposición. Los métodos más
fiables son aquellos para las partículas en el aire. El contacto con sólidos y líquidos puede ser un factor
a tener en cuenta, especialmente en los productos de consumidor.

Las técnicas actuales para evaluar la exposición a nanopartículas son aptas para el control personal o
de espacios, para un uso continuado o puntual, y para la caracterización básica de muestras. Sin
embargo, los datos de las exposiciones aéreas son escasos y son pocos los estudios llevados a cabo
fuera del lugar de trabajo, si es que los hay.

Las estimaciones de exposición de alimentos y productos de consumo también son difíciles. La


información de la presencia de nanomateriales fabricados la facilitan las fábricas. También es limitada la
información proporcionada sobre el uso del producto.
¿Qué son los nanomateriales?
Los nanomateriales son materiales de una dimensión ínfima y de escala
inferior a 100 nm, es decir, hasta 100.000 veces menor que el diámetro de
un cabello humano. 

Los nanomateriales pueden ser de origen natural, como por ejemplo el


humo, el hollín y las proteínas sanguíneas o, por el contrario, artificiales.
Estos nanomateriales artificiales se diseñan para lograr determinadas
funciones específicas, como aumentar la resistencia, la reactividad química
o la conductividad. Este campo de estudio se ha disparado en la última
década, ya que presenta enormes posibilidades en la ingeniería, la
industria, la robótica, la biomedicina y el sector energético, y ocupan un
lugar fundamental en el diseño de muchos materiales, dispositivos y
estructuras.  

Propiedades de los nanomateriales

Los nanomateriales se pueden crear a partir de minerales o sustancias


químicas y sus propiedades fisicoquímicas son diferentes que cuando
presentan un tamaño micro o macro. La composición, el tamaño de las
partículas, la forma, los revestimientos superficiales y la fuerza de los enlaces
de las partículas cambian. ¿Cuál es el motivo?

Al reducirse el tamaño a escala nanométrica, aumenta la superficie expuesta,


lo que favorece una mayor interacción entre átomos y moléculas cercanas,
dando lugar a diversas atracciones y repulsiones que provocan efectos
superficiales, electrónicos y cuánticos, afectando a los comportamientos
ópticos, eléctricos y magnéticos de los materiales. Lo que implica que con
una pequeña cantidad de nanomaterial se pueden modificar y mejorar
significativamente las propiedades de otros materiales. Ejemplo de ello
son los polímeros con nanotubos de carbono, que hacen que el material
dopado obtenga una ligereza, resistencia mecánica y funcionalidad
superior a un metal.
Clasificación de los nanomateriales
Los nanomateriales, como veremos a continuación, se clasifican según sus
dimensiones: 

Nanomateriales de dimensión 0

Los nanomateriales de dimensión 0 se consideran nanopartículas y todas sus


dimensiones están dentro de la nanoescala. Los fullerenos, los
nanomateriales inorgánicos como las nanopartículas de oro y plata,
los nanohilos, los nanodiamantes o los puntos cuánticos (cristales
semiconductores) pertenecen a este grupo.

Nanomateriales unidimensionales

Dos dimensiones están dentro de la nanoescala. Esta clasificación incluye


los nanotubos y las nanofibras de carbono. Estas últimas se aplican como
aditivos, por ejemplo, en matrices de polímeros para mejorar sus
propiedades, así como también mejoran la conductividad eléctrica en
adhesivos y pinturas sin modificar sus propiedades reológicas y evitan la
corrosión de los materiales que recubren. 

Nanomateriales bidimensionales

Una de las tres dimensiones está dentro de la nanoescala y presentan


forma de lámina. Pertenecientes a este grupo son el grafeno, que presenta
un gran potencial de aplicación en diferentes campos como el electrónico,
las nanopelículas y los nanorecubrimientos. 

Nanomateriales tridimensionales

Materiales que no tienen ninguna dimensión en la nanoescala, por lo que los


electrones no están confinados y pueden moverse libremente. Dentro de
esta tipología se encuentran los materiales nanoestructurados, las
dispersiones de nanopartículas y las multicapas. 
Cómo se obtienen los nanomateriales
Los nanomateriales siempre han existido, pero las técnicas de creación,
manipulación e ingeniería de materiales a esta escala solo se han
desarrollado en las últimas décadas gracias a las innovaciones tecnológicas,
como el microscopio de túnel de barrido, que permiten trabajar en la
nanoescala. Entonces, ¿cómo se fabrican los nanomateriales? Principalmente,
existe dos procesos:

Método Top-down o fabricación descendente:

Esta técnica consiste en la fabricación de nanomateriales a partir de


materiales de mayor escala que se reducen hasta alcanzar la escala
nanométrica. Comienza con grandes trozos de material y gracias a procesos
fisicoquímicos se descomponen hasta que se logra el nanomaterial deseado.
Dependiendo de la sustancia, este proceso puede ser relativamente sencillo.
Algunas nanopartículas metálicas, por ejemplo, pueden triturarse a partir de
micropartículas. 

Método Bottom-up o fabricación ascendente:

El segundo grupo de procesos de fabricación consiste en la construcción de


nanoestructuras, átomo a átomo o molécula a molécula. A pesar de ser
más compleja, el grado de precisión que se consigue con esta técnica es
mayor que el que se puede lograr con la anterior, porque gracias a los
microscopios es posible colocar y ensamblar átomos y moléculas
individuales en un lugar determinado.

Usos de los nanomateriales y su


importancia tecnológica, innovadora y
empresarial 
El uso de los nanomateriales abarca una gran variedad de sectores,
desde la sanidad y la cosmética, la electrónica y los transportes hasta la
conservación del medio ambiente y la industria energética. Los materiales de
nanoingeniería se diseñan para tener una mayor resistencia estructural,
sensibilidad química, conductividad y mejorar las propiedades en su
conjunto, lo que genera un gran potencial en la innovación de materiales.

Una de las aplicaciones más importantes es la que ofrecen los nanotubos de


carbono, un nanomaterial que presenta la mayor relación resistencia-
peso de cualquier sustancia conocida, además, tiene mayor conductividad
térmica que el diamante y mejor conductividad eléctrica que el cobre y son
extremadamente ligeros, lo que los convierte en el material perfecto para
la construcción de aviones. Del mismo modo, la enorme superficie de los
nanotubos de carbono permite utilizarlos como electrodos en baterías y
condensadores, proporcionando una mayor estabilidad eléctrica y mecánica
que otros materiales.

Los nanomateriales también pueden utilizarse como aditivos lubricantes,


ya que tienen la capacidad de reducir la fricción en las piezas móviles, e
incluso, las piezas desgastadas pueden repararse con nanopartículas
autoensambladas. Avances como éste nos dan más control sobre los
materiales con los que trabajamos, desbloqueando nuevas funciones que
pueden cambiar la forma en que abordamos los problemas de ingeniería
forense.

Las estructuras y propiedades de los materiales pueden mejorarse mediante


estos procesos de nano-fabricación. Por ejemplo, se pueden mejorar las
propiedades refrigerantes gracias a los nanomateriales o también se
pueden crear materiales más fuertes, ligeros, duraderos, repelentes al
agua, antirreflectantes, se pueden generar revestimientos
autolimpiables, resistentes a los rayos ultravioleta, infrarrojos,
antiniebla, antimicrobianos, conductores de la electricidad, etc. pudiendo
trabajar distintos tipos de materiales como puede ser el
metal, vidrio o plásticos. Aprovechando estas propiedades, los productos
actuales fabricados con nanomateriales van desde raquetas de tenis,
catalizadores para refinar el petróleo crudo hasta la detección e
identificación de toxinas biológicas y químicas.  

En el sector biosanitario los nanomateriales se utilizan para


la administración de fármacos en quimioterapia para que erradicar
directamente los crecimientos cancerosos. Igualmente, ofrecen soluciones
para el diagnóstico, gracias a la detección de biomarcadores mediante
nanosondas y proporcionan un gran avance en el estudio genómico.

Por otro lado, en la industria cosmética las nanopartículas de óxido de


titanio son capaces de proporcionar mejor protección contra los rayos
UV que las cremas protectoras tradicionales. Los nanomateriales también
están llamados a introducir una serie de ventajas en la industria de la
electrónica y la informática. Su uso permitirá aumentar la precisión de la
construcción de circuitos electrónicos a nivel atómico, lo que ayudará al
desarrollo de numerosos productos electrónicos. Actualmente, muchos
dispositivos electrónicos de alto rendimiento se basan en la
nanotecnología, como la tecnología Quantum Dot (QD) para las pantallas
LED y los smartphones.

Los nanomateriales también han mejorado el sector energético, gracias al


ahorro de energía. Por ejemplo, los paneles solares utilizan nanopartículas
para mejorar su eficiencia.  En el caso de las turbinas eólicas, cuanto más
grande es la pala más electricidad se puede generar, por ello se utilizan
nanomateriales más resistentes y ligeros. También pueden
cumplir funciones medioambientales esenciales, por ejemplo, se ha
descubierto que el grafeno puede filtrar las sales comunes del agua para
hacerla potable, una solución que podrían conducir a una desalinización y
potabilización del agua de mar para su consumo.

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