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PSICOLOGÍA DE LA PERSONALIDAD

tema 1 (Clasificaciones), 2 (Teorías Biológicas), 7 (Cattell), 8 (Eysenck), 9


(Los Cinco Grandes) y 13 (Aproximaciones cognitivas en Psicología de la
Personalidad), 14 (Factores protectores frente a la enfermedad) y 15 (Aportaciones
sobre la identidad desde los modelos cognitivo y social)

Tema 1. INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA DE LA PERSONALIDAD:


CONCEPTO Y MODELOS
1. Definición del concepto de personalidad
2. Objetivos de la psicología de la personalidad
2.1. Psicología de la personalidad y diferencial:
delimitación de ambas disciplinas
3. Perspectivas en el estudio de la personalidad: enfoque
idiográfico y nomotético
4. Modelos teóricos en psicología de la personalidad
4.1. Modelo internalista
4.2. Modelo situacionista
4.3. Modelo interaccionista
5. Tradiciones de investigación en psicología de la
personalidad
5.1. El enfoque clínico de la personalidad
5.2. El enfoque correlacional de la personalidad
5.3. El enfoque experimental de la personalidad

INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA DE LA PERSONALIDAD:


CONCEPTO Y MODELOS
1. Definición del concepto de personalidad
No existe una definición admitida por los investigadores.La personalidad engloba
una serie de características comunes incluidas en sus diferentes definiciones. Se
trata de un constructo hipotético inferido de la observación de la conducta.
Bermúdez (1996), la define como una “organización relativamente estable de
características estructurales y funcionales, innatas y adquiridas bajo las especiales
condiciones de su desarrollo, que conforman el equipo peculiar y definitorio de
conducta con que cada individuo afronta las distintas situaciones”.
3. Perspectivas en el estudio de la personalidad: enfoque idiográfico y
nomotético
1. ENFOQUE IDIOGRÁFICO: El enfoque idiográfico tiene el supuesto
fundamental de que los individuos son seres únicos e irrepetibles. Su objetivo es
comprender al ser humano de forma individual, y se basa en un estudio intensivo del
mismo (también de forma individual). La metodología que utiliza el enfoque
idiográfico consiste en un examen selectivo de pocos sujetos; se trata de un método
clínico.
2. ENFOQUE NOMOTÉTICO: Ver las características del enfoque idiográfico
nos permite acercarnos a la diferencia entre enfoque idiográfico y nomotético. Por
su parte, el enfoque nomotético se basa en el supuesto básico de que los individuos
son parecidos entre sí. El objetivo del mismo es obtener leyes generales aplicables
a la población. Su metodología se basa en el examen de amplias muestras de
sujetos, y utiliza métodos correlacionales y experimentales.
3. ENFOQUE IDIOTÉTICO: Más tarde aparece un tercer enfoque, planteado
por Lamiell en 1997. Se trata del enfoque idiotético, que parte del estudio idiográfico
para obtener principios nomotéticos (generalizables). Es decir, sería una
combinación de los dos enfoques anteriores.
DIFERENCIAS ENTRE EL ENFOQUE IDIOGRÁFICO Y EL NOMOTÉTICO
La diferencia más importante radica en que el enfoque idiográfico se
especializa en las características únicas de la persona; se trata pues de un enfoque
más “personalizado” y centrado en el individuo en sí. Por su parte, el enfoque
nomotético busca las generalidades de la personalidad, los rasgos comunes a todos
los individuos, sus similitudes. El enfoque idiográfico entiende las generalizaciones
como especulaciones sin base sólida, y prefiere “el caso” en lugar de “la ley”.
Además, este enfoque cree en la “tabla rasa” (en el sentido de que nacemos sin
personalidad y que ésta se va moldeando con el ambiente), y le otorga gran
importancia a la cultura y la sociedad. El ambiente es importante para moldear las
personalidades y “crear” a los individuos.
1. TEORÍAS IDIOGRÁFICAS: En cuanto a autores, encontramos a:
Sigmund Freud: con su teoría psicoanalítica de la personalidad.
Rogers: con su teoría fenomenológica.
Kelly: con su teoría de los constructos personales.
Gordon Allport: con su teoría de la personalidad.
2. TEORÍAS NOMOTÉTICAS: encontramos a:
Raymond B. Cattell: con su teoría de la personalidad factorial-léxica.
Eysenck: con su teoría de la personalidad factorial-biológica.
Costa y McCrae: con su teoría de los “5 grandes” o 5 factores de la
personalidad (modelo Big Five).
Gray: con su modelo factorial-biológico de la personalidad.
4. Modelos teóricos en psicología de la personalidad
4.1. Modelo internalista: Establecen que la conducta está determinada
básicamente por variables personales, que constituyen un predictor válido de dicha
conducta.
4.2. Modelo situacionista: Consideran que las causas de la conducta son
externas al individuo (paradigma mecanicista). Ponen el énfasis en la conducta, que
es importante en sí misma y que es producto del aprendizaje.
4.3. Modelo interaccionista: Determinan que la conducta es el resultado de
la interacción entre variables situacionales y personales. Estos modelos superan el
reduccionismo de los anteriores, se trata de una “mezcla” de los dos.
5. Tradiciones de investigación en psicología de la personalidad
5.1. El enfoque clínico de la personalidad: La aproximación clínica al
estudio de la personalidad es el referente de la psicología de la personalidad
individual. Se centra en comprender, en profundidad, la conducta de una persona y
en el estudio en un caso único a través de la entrevista y la historia de casos. Su
objetivo es la psicoterapia. Sus autores más representativos son Charcot
(1825-1893), Freud (1856-1939) o Rogers (1902-1988) entre otros. Dicha
aproximación permite observar el funcionamiento de la persona como un todo, se
centra en la relación "real" entre la persona y la situación, y profundiza en el
individuo. Presenta la dificultad de la rigurosidad empírica de las observaciones
dado que el psicoterapeuta es observador y participante a la vez, y su interpretación
puede no ser objetiva.
5.2. El enfoque correlacional de la personalidad: Se ocupa de comprender
las diferencias entre los individuos, pero no estudia las causas de dichas
diferencias. Su objetivo es estudiar la coocurrencia de las conductas. Busca definir
la estructura básica de la personalidad. Usa técnicas de medición para cuantificar
las diferencias, especialmente en su contexto natural. La metodologia de estudio
consiste en realizar encuestas y tests o pruebas psicométricas en grandes muestras
de población con el fin de medir las diferencias entre individuos y establecer
relaciones estadísticas entre dichas diferencias. Sus protagonistas son Galton
(1822-1911). Spearman (1863-1945), Cattell (1905-1998), Eysenck (1916-1997) y
los autores McCrae y Costa, entre otros. Esta aproximación presenta las ventajas de
centrarse en el funcionamiento de la personalidad en diversas situaciones y en
todos sus aspectos. La utilización de pruebas de evaluación está muy extendida en
nuestra sociedad, pero hay que tener en cuenta que no todas son rigurosas, fiables
y válidas. Además, los resultados de las pruebas suelen etiquetar a las personas.
5.3. El enfoque experimental de la personalidad: La aproximación
experimental al estudio de la personalidad tiene por finalidad encontrar leyes
generales o universales de la conducta. Centra su estudio en el experimento de
laboratorio, un método que intenta verificar empíricamente una o varias hipótesis
relacionadas con el fenómeno estudiado. Su objetivo es estudiar las causas de las
conductas mediante la manipulación de variables con el fin de establecer relaciones
de causa-efecto. Se centra en la formulación de leyes generales del funcionamiento
psicológico que aplica a todas las personas. Sus principales protagonistas son
Wundt (1832-1920), Pavlov (1849-1936), Watson (1878-1958) y Skinner
(1904-1990). Esta aproximación busca averiguar las causas de la conducta. Uno de
los máximos exponentes de la aproximación experimental fue Ivan Pavlov, famoso
por desarrollar la ley general de la conducta conocida como la ley del reflejo
condicional.

TEORÍAS BIOLÓGICAS DE LA PERSONALIDAD


2. Las orientaciones tipológicas constitucionalistas en psicología de la
personalidad
Las teorías tipológicas representan una de las tendencias de orientación nomotética
más antiguas en Psicología de la Personalidad. Su idea básica consiste en
establecer tipos generales (biológicos o psicológicos) que incluyan ciertas
características psicológicas asociadas específicamente a cada tipo y que permitan
clasificar a los diferentes individuos. La conducta se describe en términos de rasgos
que caracterizan en grados diferentes a los sujetos. Segundo, porque esos rasgos
se combinan y definen tipos, unidades más amplias. Y tercero, porque los tipos se
fundamentan esencialmente sobre factores constitucionales (p. e., genéticos,
neurológicos o bioquímicos).

2.1. Tipología somática de Kretschmer


Para Kretschmer, la constitución la componen todas las características con las que
nace un individuo. Esto incluye el genotipo que interactúa con el entorno para
producir un fenotipo. Este fenotipo se manifiesta de tres formas: constitución,
carácter y temperamento. teoriza que mantienen una estrecha relación entre ellas.
defiende la existencia de cuatro tipos principales:
1. Leptosómico: persona de brazos largos, cuello alto y mentón hundido. Don
Quijote tanto en físico como en temperamento. El leptosómico es tímido,
hipersensible, excéntrico y tiende a vivir en su propio mundo de fantasía.
2. Pícnico: persona rechoncha y barrigona. Tiene la cabeza esférica y una cara
redonda, con el cuello y las extremidades cortas y los dedos cortos y gruesos.
Sancho Panza: cálido, extrovertido, alegre, bueno por naturaleza, práctico y con los
pies en la tierra.
3. Atlético: El atlético tiene unos músculos potentes, los huesos duros y fuertes,
hombros anchos y cintura estrecha. El temperamento de los individuos con tipo
atlético se asocia a la implacabilidad, la frialdad emocional y la agresividad. Son
individuos altamente competitivos.
4. Displásico: Este es el tipo constitucional más raro. Todas las proporciones
corporales están desequilibradas y, como corresponde, también lo está su
temperamento. Este tipo, según las observaciones de Kretschmer, se asocia a
trastornos endocrinos y, muy frecuentemente, con esquizofrenia severa.
Psicopatología y temperamento: La conducta psicótica está determinada por la
constitución biológica del sujeto y por tanto, hay una relación entre hábito corporal y
psicosis (Kretschmer).
Esquizofrénicos: suelen ser leptosomáticos
Maniaco-depresivos: pícnicos
Postuló dos formas básicas de temperamento:
el esquizoide: sujetos que (sin serlo) tienen síntomas parecidos a los
esquizofrénicos.
el cicloide: idem pero con el trastorno maniaco-depresivo.
Estos tipos temperamentales estaban demasiado cerca de lo psicopatológico y por
tanto no servían para describir sujetos normales, por tanto construyó otros tres:
esquizotípico: corresponde al somatotipo leptosomático y caso de enfermar
de psicosis lo hará en esquizofrenia. Son sujetos predominantemente insociables,
reservados, serios, tímidos, nerviosos y sensibles.
ciclotímico: somatotipo pícinico y enfermará de maniaco depresivo. Son
sociables, alegres, amables, calmados y con tendencia a cambios que oscilan entre
la hipomanía y la tristeza.
Ixotimico: (o viscoso).: corresponde al somatotipo atlético y con tendencia a
la epilepsia.
Aspectos metodológicos: Kretschmer empleó: orientación inductiva basada en el
método clínico.

2.2. Tipología de Sheldon


Estableció una serie de biopsicotipos análogos a los de E. Kretschmer. Las tres
variables que establecen se corresponden con el grado de desarrollo de las tres
hojas embrionarias: ectodermo, endodermo y mesodermo.
1) Variable endomorfa-viscerotonía. Predomina en ellos el tronco sobre las
extremidades y las caderas sobre la cintura escapular. Débiles muscularmente. Sus
contornos son redondeados. Son extravertidos, sociofilos, satisfechos de si mismos
y amantes del confort físico.
2) Variable mesomorfa-somatotonía. Se caracterizan por que tienen un cuerpo
fuerte con huesos y músculos poderosos. Predomina en ellos la cintura escapular
sobre las caderas. Aman el riesgo, su carácter es enérgico y presentan una
agresividad competitiva.
3) Variable ectomorfa-cerebrotonía. Presentan un aumento de la longitud de los
miembros cuando se compara con el tronco. La caja torácica es plana. Su carácter
es introvertido y presentan sociofobia.
Sheldon constató una relación estrecha entre componentes primarios morfológicos y
temperamentales
Componentes psicopatológicos primarios
● Afectivos: psicosis maníaco-depresivas.
● Paranoides: psicosis paranoides
● Heboide: esquizofrenia hebefrénica.
Aspectos metodológicos: Método estadístico.Reemplaza variables discretas por
continuas (dimensionales) Metodología correlacional.
3. Tipologías hormonales
3.1. Marañón: Componentes biológicos implicados en la
personalidad: Morfología corporal: Depende del efecto hormonal en varios
aspectos. Por ejemplo, el crecimiento corporal, la talla, los caracteres
sexuales están determinados directamente por hormonas.
Actividad vegetativa y motora: ejerce una influencia directa sobre los
procesos emocionales
Actividad psíquica superior: también está mediatizada por los procesos
endocrinos. P.e.: la torpeza mental de los hipotiroideos disminuye tras tratamiento
con hormonas tiroideas.
Reacciones instintivas, afectivas y mentales o temperamento: relevancia del
tiroides como glándula reguladora del temperamento, llegando a establecer el
temperamento “hipertiroideo”: conducta rápida e inestable (es la dimensión
neuroticismo-estabilidad de Eysenck).
3.2. Sulman: En cada individuo existe una tendencia hacia el predominio de
algún sistema endocrino. Consideración del sistema endocrino como el factor
fisiológico más importante para la personalidad.
Tipos postulados:
● Personalidad tiroidea
● Personalidad suprarrenal
● Personalidad hipofisaria
● Personalidad tímica
● Personalidad gonadal
4. Características generales de la tipología de Pavlov
4.1.1. Tipos de Sistema Nervioso:
1. FUERTE Y NO EQUILIBRADO: Este tipo de temperamento se caracteriza
por la falta de equilibrio entre los procesos de excitación y de inhibición; existe, por
tanto, una tendencia a la aparición de estados fisiológicos en que predomine uno de
los dos de forma muy marcada. Podemos relacionar la personalidad fuerte y no
equilibrada (o impetuosa) con el temperamento colérico de la tipología de los
humores de Galeno, médico griego que vivió en el siglo II d.C. y en el que Pavlov se
inspiró. En el modelo PEN de Eysenck sería equiparable con niveles altos de
extraversión y bajos de estabilidad emocional.
2. FUERTE, EQUILIBRADO Y LENTO: En este caso las neuronas tienen una
buena capacidad de trabajo y el balance entre excitación e inhibición es adecuado,
pero la velocidad de iniciación y terminación de estos procesos es baja. El tipo
fuerte-equilibrado-lento se corresponde con la introversión y la estabilidad emocional
en el modelo de Eysenck, y con el tipo flemático de Galeno.
3. FUERTE, EQUILIBRADO E IMPULSIVO: A diferencia del tipo anterior, en
el tipo fuerte-equilibrado-impulsivo la velocidad de los procesos de excitación y de
inhibición es elevada. Siguiendo la clasificación de Galeno hablamos del
temperamento sanguíneo, y en la de Eysenck estas personas tendrían un grado
elevado de extraversión y de estabilidad emocional.
4. DÉBIL: El cuarto tipo es equivalente al temperamento flemático de Galeno
y presentaría introversión e inestabilidad emocional en el modelo de Eysenck.
Pavlov lo define simplemente como una baja capacidad de trabajo de las células del
sistema nervioso.
4.1.2. Procesos del Sistema Nervioso Central: Excitación e Inhibición: Los
procesos nerviosos excitatorios y los inhibitorios se dan de forma independiente,
aunque interactúan dando lugar a distintos estados de actividad cortical en función
del grado de predominio de cada uno de ellos. La definición de estos conceptos es
similar a la que manejamos en la actualidad al hablar de los sistemas nerviosos
simpático y parasimpático. Pavlov afirmó que las diferencias interindividuales en la
conducta se explican por las propiedades de los procesos excitatorios e inhibitorios
de cada persona (o animal). Habló de “fuerza” para referirse a la capacidad general
de trabajo de las neuronas, del “equilibrio” entre la excitación y la inhibición y de la
“movilidad” o velocidad de estos procesos. La fuerza, el equilibrio y la movilidad
serían las propiedades más relevantes, pero Pavlov también describió la irradiación,
o difusión del proceso a otras áreas del sistema nervioso, y la concentración de éste
en una región determinada. Posteriormente su discípulo Vladimir Nebylitsyn añadió
una cuarta propiedad: el dinamismo o velocidad de formación de reflejos.

TEORÍA DE LA PERSONALIDAD DE CATTELL


1. Introducción
2. Estructura de la personalidad
2.1. Concepto de personalidad: define la personalidad como aquello que
nos dice lo que una persona hará cuando se encuentre en una situación
determinada. El elemento estructural básico de la personalidad es el rasgo, que
implica tendencias reactivas generales y hace referencia a características
relativamente permanentes.
2.2. El rasgo como unidad básica de análisis: De acuerdo con su origen,
los rasgos pueden ser constitucionales o ambientales. En función de su contenido,
se pueden dividir en rasgos de capacidad o aptitudinales (recursos para solucionar
problemas), de personalidad o temperamentales (forma peculiar de comportamiento
de cada persona o tendencias estilísticas) y rasgos dinámicos (relacionados con la
motivación o causa del comportamiento). De acuerdo con el rango de aplicación,
distingue entre rasgos comunes o aplicables a todos los individuos, y específicos,
exclusivos de una persona, aunque su trabajo se centra en los comunes. Por último,
en función de su significación, podemos encontrarnos con:
Rasgos superficiales: hacen referencia a conductas que aparecen unidas a
nivel superficial pero que realmente no covarían conjuntamente ni tienen una raíz
causal común.
Rasgos fuente o profundos: determinados por conductas que covarían
conjuntamente, de forma que constituyen una dimensión de personalidad unitaria e
independiente. La esfera de la personalidad quedaría constituida por estos rasgos.
2.3. Rasgos temperamentales
2.3.1. Las fuentes de datos en la teoría de la personalidad de Cattell:
Para determinar empíricamente cuáles eran los rasgos fundamentales de la
personalidad, Cattell. partió del análisis del lenguaje, utilizando lo que se conoce
como criterio léxico. Estaba en contra de la utilización de términos de uso común en
el lenguaje (como sociable, responsable, etc.) para denominar a los elementos
estructurales o rasgos. Propuso la utilización de una nueva nomenclatura
consistente en utilizar las letras del abecedario (A, B, C,…) o índices universales,
seguidos de un número, o términos griegos, o neologismos formados por las
primeras sílabas de las palabras utilizadas en la descripción de estos rasgos.
Distinguía tres tipos de datos:
Datos L: hacen referencia a hechos ordinarios de la vida real que son
contrastables.
Datos Q: proceden de cuestionarios, son por lo tanto datos informados por la
persona.
Datos T: hacen referencia a pruebas en las que la persona evaluada no es
consciente de la relación existente entre su respuesta y la característica de
personalidad que se pretende medir
2.3.2. Investigación y desarrollo del modelo de personalidad: Los
términos del lenguaje se podían clasificar en cuatro diferentes categorías:
Rasgos o términos que expresan una tendencia consistente y estable de
comportamiento.
Estados de ánimo temporales.
Términos que hacen referencia al efecto que la conducta del sujeto tiene
sobre otros.
Una categoría mixta.
De los 16 factores encontrados, procedentes de los datos Q, 12 coincidían
con los obtenidos anteriormente con los datos L (A, B, C, E, F, G, H, I, L, M, N y O) y
4 eran exclusivos con los datos Q (denominados con la letra Q y subíndices del 1 al
4).

Rasg Puntuaciones bajas Puntuaciones altas


o

A Sizia o sizotimia (reservado, Affectia o afectotimia (abierto,


solitario, crítico, independiente) participativo, cálido, fácil)

B Inteligencia baja (torpe) Inteligencia alta (listo)

C Poca fuerza del yo (inestable Mucha fuerza del yo (estable y


emocional) maduro)

E Sumisión Dominancia

F Desurgencia (serio, taciturno, Surgencia (alegre, entusiasta,


pesimista, introspectivo) sociable, enérgico, hablador)

G Poca fuerza del super yo Mucha fuerza del super yo

H Trectia (tímido, susceptible) Parmia (atrevido, arriesgado)

I Harria (duro, asertivo, realista, Premsia (delicado, impaciente,


autosuficiente) imaginativo, ansioso)

L Alaxia (confiado, adaptable a las Protensión (suspicaz, desconfiado,


circunstancias) celoso)

M Praxernia (práctico, realista, Autia (imaginativo, bohemio,


convencional, lógico) exigente, no convencional)

N Sencillez Astucia

O Imperturbable Culpabilidad

Q1 Conservadurismo Radicalismo

Q2 Adhesión al grupo Autosuficiencia

Q3 Baja integración de sentimientos Mucho control de su autoimagen

Q4 Poca tensión érgica (relajado, no Mucha tensión érgica (tenso,


frustrado) frustrado)

2.4. Rasgos dinámicos o actitudes: cuestiones de las causas o razones de


la conducta. Los rasgos dinámicos los divide en actitudes, sentimientos y ergios. La
unidad básica es la actitud, que expresa la fuerza del interés por seguir un curso de
acción en particular. Para averiguar los componentes de las actitudes se analizaron
factorialmente las puntuaciones procedentes de distintas mediciones de una única
actitud, y en los diferentes estudios se obtuvieron cinco factores componentes:
Factor alfa o Ello consciente: hace referencia a la búsqueda de satisfacción
sin considerar las posibles consecuencias.
Factor beta o Expresión del Yo: se refiere a un interés maduro en contacto
con la realidad, así como a los intereses adquiridos por los hábitos y las
obligaciones. Representa la fuerza del interés consciente y deliberadamente
desarrollada.
Factor gamma o Súper Yo: hace alusión a un yo debería estar interesado.
Factor delta o Ello inconsciente: incluye las respuestas motivadas de
naturaleza fisiológica ante los estímulos relacionados con el interés.
Factor épsilon o Conflicto inconsciente: se refiere a lo reprimido y hecho
inconsciente debido al conflicto.
El análisis factorial de segundo orden de estos cinco componentes descubrió
que están relacionados, por lo que se podrían reducir a dos componentes, uno
integrado o consciente (Yo y Súper Yo) y otro no integrado o inconsciente (Ello,
expresiones fisiológicas y complejos reprimidos). Los ergios hacen referencia a los
factores que reflejan impulsos biológicos innatos, mientras que los sentimientos
hacen alusión a aquellos que están determinados por el ambiente, adquiridos
fundamentalmente a través de la familia y la escuela. Un ergio es un impulso innato,
que se activa por estímulos ambientales y que cesa cuando la meta se logra. Los
sentimientos son actitudes complejas que incorporan intereses, opiniones y
actitudes menores; son rasgos ambientales. Los rasgos dinámicos se organizan de
manera compleja formando un entramado dinámico. Introduce el concepto de
subsidiación para explicar el proceso por el cual ciertos rasgos dinámicos son
subsidiarios o dependientes de otros rasgos. Así, los sentimientos dependen de los
ergios, y las actitudes dependen de los sentimientos. El entramado dinámico
describe una complicada red de interrelaciones entre intereses, actitudes,
sentimientos y metas érgicas y puede cambiar como resultado de estados
emocionales como fatiga, culpa, ansiedad o depresión, o por cambios en el
ambiente.
4. Modelo econético: Este modelo representa el esfuerzo de Cattell por
remediar el problema del que adolece sistemáticamente la psicología de los rasgos,
al no tener en cuenta a la situación en la predicción de la conducta y basarse
exclusivamente en los rasgos. Expresa los diferentes elementos que considera
importantes para la predicción de la conducta en la ecuación de especificación, que
especifica la manera en que rasgos y situaciones se combinan para predecir la
conducta. La respuesta del sujeto en una situación dada, que es lo que queremos
predecir, está determinada por la combinación ponderada de:
● Rasgos fuente de la persona.
● Estados y roles de la persona.
● Los significados culturales y sociales de la situación para la persona.
● La combinación ponderada de cualquier otro factor que no se haya
especificado.
TEORÍA DE LA PERSONALIDAD DE EYSENCK
1. INTRODUCCIÓN
La teoría de la personalidad de Eysenck se enmarca dentro del grupo de las
grandes teorías de carácter internalista, siendo, dentro de éstas, un enfoque que
basa su modelo de personalidad en el concepto de rasgo, con lo que podríamos
calificarla de estructuralista. Al igual que otros autores cercanos a su enfoque, como
Guilford o Cattell, utiliza el análisis factorial como instrumento para la detección de
dimensiones descriptivas de la personalidad (PIR 00, 131). En concreto, su modelo
se consideraría el mayor representante del enfoque Factorial biológico. Sostiene
que las bases de las diferencias individuales en personalidad se encuentran en
mecanismos biológicos que sustentan los procesos de aprendizaje, emoción y
motivación. Pero el análisis factorial sólo representa una de las técnicas en su
método hipotético-deductivo. Veíamos en el tema anterior cómo se empleaba la
metodología multivariada para describir las diferencias inter e intraindividuales y
construir un sistema de factores diferenciado y conciso al mismo tiempo. Eysenck
iría más allá de esta estrategia, al combinar la metodología multivariada con la
metodología experimental, en un doble sentido, por un lado para comprobar las
hipótesis surgidas del análisis factorial, por otro para identificar los procesos que
estarían en la base de las dimensiones de personalidad encontradas. Otra de las
diferencias fundamentales con el resto de teóricos del rasgo, es el número y tipo de
factores o dimensiones básicas propuestas. Eysenck considera que sólo cabe
distinguir entre tres "tipos" ortogonales: psicoticismo, neuroticismo y extraversión
(PIR 01, 136; PIR 07, 19). La mayoría de los trabajos del autor se encaminan a
perfilar de modo más concreto estas dimensiones y a precisar las relaciones con
procesos más profundos. Para Eysenck (1981), la personalidad humana puede
describirse en forma de numerosos rasgos, como sociabilidad, impulsividad,
actividad, etc. Pero estos rasgos estarían interrelacionados y formarían los
"superfactores" que hemos citado anteriormente. Estos factores se han encontrado
en estudios muy diferentes, incluso en animales; tienen un fundamento genético; se
asocian con circuitos cerebrales como el de activación retículo-cortical o el sistema
límbico, así como con otros sistemas como el hormonal. Para Eysenck la
personalidad es “una organización más o menos estable y duradera del carácter,
temperamento, intelecto y físico de una persona, que determina su adaptación única
al ambiente. El carácter denota el sistema de una persona más o menos estable y
duradero del comportamiento conativo (voluntad); el temperamento el sistema más
o menos estable y duradero del comportamiento afectivo (emoción) (PIR 02, 191); el
intelecto el sistema más o menos estable del comportamiento cognitivo (inteligencia)
y el físico, el sistema más o menos estable de la configuración corporal y de la
dotación neuroendocrina” (Eysenck, 1970). Eysenck (1981) conecta su modelo con
toda una tradición de investigación y desarrollo de la psicología de la personalidad,
llegando a sistematizar la evolución de la psicología de los rasgos en 12 períodos
evolutivos que relaciona con su teoría de la personalidad:
1) El primer punto de esta larga evolución es la aportación de Hipócrates y
Galeno, con su teoría de los cuatro temperamentos básicos (Colérico, melancólico,
flemático y sanguíneo). Eysenck considera que agrupa observaciones muy útiles,
así como que su duración en el tiempo se debe a que alude a dimensiones
recogidas posteriormente por constructos como el de extraversión-introversión.
2) Kant, el filósofo, actualizaría la anterior doctrina, recogiendo los rasgos que
caracterizan a cada temperamento. Su enfoque, no obstante, se aleja de los
planteamientos actuales, pues defendía tipos cerrados, siendo imposible grados
intermedios.
3) Wundt, consigue romper la concepción estática de los tipos, defendiendo
la idea moderna de continuidad entre las dimensiones. Otra de sus aportaciones
más brillantes fue la división de los cuatro temperamentos en un sistema de dos
ejes: fuerza y rapidez de variación emocional, con lo que se acercó a los modelos
de rasgos de autores como Cattell y el propio Eysenck. La dimensión de intensidad
o fuerza se correspondería con la dimensión de neuroticismo de Eysenck (también
demominada inestabilidad o emocionalidad). La dimensión de rapidez o velocidad
se correspondería con la extroversión-introversión. Al hablar de las características
descriptivas de las personalidades asociadas a esos procesos biológicos definió a
los “rápidos” (colérico y sanguíneo) como mutables, mientras que los “lentos”
(melancólico y flemático) eran inmutables. Por otro lado, los “débiles” (melancólico y
colérico) eran emotivos, mientras que los “fuertes” (flemático y sanguíneo) eran no
emotivos. Por tanto, hablar de los ejes mutabilidad y emotividad sería equivalente a
hablar de las propiedades de velocidad y fuerza respectivamente, que a su vez se
corresponderían con las dimensiones de extraversión y neuroticismo propuestas
posteriormente por Eysenck.
4) Gross, médico vienés del siglo XIX y XX, postuló, adelantándose a su
época, la existencia de un sistema fisiológico que estaría en la base de la dimensión
extraversión-introversión; distinguió dos dimensiones: función primaria y secundaria.
5) Heymans, desarrollaría una triple innovación pues comenzó aplicando los
métodos correlacionales al estudio de la personalidad, al tiempo que enfatizó la
necesidad de llevar a cabo experimentos para medir las diferencias individuales,
para terminar propugnando el empleo de la metodología hipotético-deductiva en
psicología de la personalidad.
6) Jung, su mayor aportación es subrayar la asociación de la extraversión con
los trastornos neuróticos histéricos, mientras que la introversión se asociaba con los
psicasténicos (distimia, ansiedad, depresión reactiva, fobias, trastorno
obsesivo-compulsivo). Estableció los conceptos psicológicos de extraversión e
introversión a partir de diferentes fenómenos de conducta observados en
situaciones personales patológicas (PIR 06, 55).
7) Kretschmer, asoció la extraversión con el temperamento ciclotímico y con
la enfermedad maníaco-depresiva, mientras que la introversión la relacionó con la
esquizotimia y la esquizofrenia.
8) Spearman, contribuyó al empleo de la metodología factorial en psicología,
así como fue el primero que demostró la existencia de dos factores bien definidos:
emocionalidad-neuroticismo (W en su terminología) y extraversión-introversión (C en
su terminología).
9) Guilford, perfeccionó las estrategias metodológicas en la elaboración de
cuestionarios, mejorando los métodos de obtención de factores. Desarrolló también
experimentos en la identificación de rasgos de personalidad.
10) Teplov y la escuela rusa, destacan por su tipología de sistema nervioso
fuerte y débil, que guardaría un cierto paralelismo con la dimensión Extrovertido
versus. Introvertido.
11) Cattell, con su investigación paralela a la llevada a cabo por Eysenck,
demuestra puntos coincidentes con este último autor, pues entre los factores de
segundo orden se localizan los de extraversión y ansiedad (en la terminología de
Eysenck neuroticismo). Esta situación ha venido siendo empleada por Eysenck
como un apoyo externo a su teoría, valioso desde el momento en que se llegan a
conclusiones similares desde posturas y métodos diferentes.
12) Eysenck se sitúa al final de esta evolución, que, para él, señala o indica la
presencia de unas realidades, deducidas de las coincidencias y desarrollos
comunes. Así, en su propio trabajo encuentra conclusiones cercanas a las de Gross
y Heymans, y resultados similares cuando compara su trabajo con las conclusiones
de Guilford o Spearman. Finalmente considera que la psicología experimental no
puede funcionar al margen de la correlacional o diferencial, en la medida que esta
última ha descubierto dimensiones que sesgan los experimentos.
Eysenck propone un modelo jerárquico de la personalidad, compuesto desde
lo más específico a lo más general por respuestas específicas, respuestas
habituales, rasgos y tipos.
− Respuestas específicas: cualquier conducta que puede observarse y que
puede o no ser característica del sujeto (por ejemplo, llegar tarde al trabajo un día).
− Respuestas habituales: respuestas específicas que se repiten cuando las
situaciones son habituales (por ejemplo, llegar siempre tarde al trabajo).
− Rasgos: constructos teóricos basados en las intercorrelaciones de las
respuestas habituales (por ejemplo, el rasgo sociabilidad incluye respuestas
habituales del tipo: ir a reuniones sociales, hablar con otras personas, preferencia
por estar acompañado…).
− Tipos: son agrupaciones de rasgos. Son dimensiones continuas a lo largo
de las cuales se posicionaría el sujeto.
No son categorías separadas. Se trata pues de un análisis del tipo
dimensional y no categorial.
Habla de tres tipos o super factores que explican la personalidad del sujeto:
psicoticismo versus control de impulsos; neuroticismo versus estabilidad emocional;
y extroversión versus introversión. A continuación describiremos los tipos de
personalidad del modelo de Eysenck, junto con datos relativos a su
desarrollo-medición y las implicaciones teórico-experimentales que conllevan.
2. PSICOTICISMO
2.1. DESARROLLO DE LA DIMENSIÓN "PSICOTICISMO"
Los primeros estudios de Eysenck, en torno a 1947-52, se centraron en la
tipología de Kretschmer y la dimensión continua normal-psicótica que ésta
implicaba. Sometió a 100 sujetos normales y a 50 pacientes esquizofrénicos y
maníaco-depresivos a 20 tests de tipo experimental (estimación de longitudes,
tiempos de lectura y escritura, etc.). El resultado de este estudio fue el aislamiento
de una dimensión que sería común a la descripción de normales y psicóticos. Este
factor de psicoticismo sería independiente de otras dimensiones y permitiría colocar
a los tres grupos examinados en un continuo: Normales, esquizofrénicos y
maníaco-depresivos
2.2. MEDICIÓN DE LA DIMENSIÓN "PSICOTICISMO"
Eysenck se planteó la posibilidad de desarrollar un instrumento de medida
para captar esta dimensión, guiándose sus preferencias hacia el desarrollo de
cuestionarios, por su economía en la ejecución y evaluación, y por su elevada
validez aparente. Para su construcción se basó en las experiencias de autores
contemporáneos, los cuales habían encontrado que los psicóticos difieren en las
distintas escalas de evaluación muy poco entre sí, mientras que si existían
bastantes diferencias con respecto a los neuróticos; por otra parte, los tests que
discriminaban bien neuróticos de normales y psicóticos, no permitían distinguir a los
psicóticos de los normales.
En la selección de los items se guió por dos criterios:
a) Discriminar grupos de psicóticos frente a los normales y neuróticos.
b) Independencia frente a otras dimensiones como extraversión y
neuroticismo.
Construido el instrumento, las veinte preguntas de que constaba hacían
referencia a los siguientes modos de conducta:
• Independiente.
• Despreocupado de los demás.
• Molesto o pesado.
• Inadaptado.
• Cruel o inhumano.
• Frío o insensible.
• Buscador de sensaciones.
• Hostil o agresivo.
• Gusto por cosas extraordinarias y extravagantes.
• Inconsciencia de peligro.
• Desconcertar o excitar a otros.
En desarrollos posteriores de la teoría, Eysenck perfilaría la dimensión
psicoticismo, en concreto el polo P, como:
• Frío.
• Impersonal.
• Hostil.
• Falto de empatía.
• Poco amistoso.
• Desconfiado.
• Grosero.
• Sin modales.
• No servicial.
• Impasible.
• Falto de sentido humano.
• Creativo.
• Egocéntrico.
• Impulsivo (de hecho, acaba denominando al otro polo de esta dimensión
“control de impulsos”).
2.3. IMPLICACIONES TEÓRICAS DE LA DIMENSIÓN "PSICOTICISMO"
Las investigaciones teóricas en torno a esta dimensión han tenido menos
desarrollo que las llevadas a cabo con las dimensiones de neuroticismo y
extraversión. En todo caso, se ha encontrado cierta asociación de los valores P con
el sexo masculino, con la conducta social desviada y con la presencia de
cromosomas XYY. Se ha observado también que la dimensión P no es tan
independiente como se pretendía, habiéndose detectado correlaciones con
neuroticismo, así como que podría estar detectando la psicopatía o la tendencia a
juzgarse a sí mismo y a los demás negativamente. A nivel biológico, en una primera
hipótesis Eysenck relacionó el psicoticismo con un nivel elevado de andrógenos.
Recientemente, a nivel neurofisiológico, se ha relacionado con un exceso de
dopamina y una disminución de serotonina. Lo que le ha llevado a relacionar a su
vez, el psicoticismo con la creatividad y con la sobre inclusión (ausencia de
inhibición cognitiva).
3. NEUROTICISMO Y EXTRAVERSIÓN
3.1. DESARROLLO DE LAS DIMENSIONES "NEUROTICISMO" Y
"EXTRAVERSIÓN"
El punto de partida de la investigación de Eysenck en estas dimensiones, en
torno a 1944, lo constituyó el estudio de una muestra de 700 soldados neuróticos,
remitidos a una clínica para el diagnóstico y la terapéutica correspondiente. Estos
sujetos fueron evaluados por psiquiatras, psicólogos, enfermeras, asistentes
sociales y familiares. Sobre las evaluaciones se realizaron intercorrelaciones en las
distintas medidas, localizándose cuatro factores. El primero de éstos fue
considerado por Eysenck como "falta de integración de personalidad" o
"neuroticismo", y el segundo como "histeria contra distimia" o, posteriormente
conocido, "extraversión-introversión". En la investigación desarrollada por Eysenck,
en el cuadrante definido por el polo Extraversión + neuroticismo se situarían los
sujetos con disfunciones sexuales y manifestaciones histéricas, mientras que en el
otro cuadrante, el definido por el polo introversión + neuroticismo, se situarían todas
aquellas manifestaciones depresivas, ansiosas y obsesivas. La caracterización de
los tipos extremos en estas dos dimensiones realizada por Eysenck, que tomamos
del resumen realizado por Amelang y Bartussek (1991), es la siguiente:
• Extraversión-Introversión: "El extravertido típico es sociable, le gustan las
reuniones, tiene muchos amigos, necesita personas con las que hablar y no se
siente a gusto solo. Busca la animación, aprovecha las ocasiones favorables, actúa
a menudo espontáneamente, se arriesga mucho y es en general impulsivo. Gasta
bromas pesadas, encuentra siempre la respuesta rápida y le gustan los cambios;
despreocupado, ligero, optimista, se ríe mucho y suele estar alegre. Tiende a
moverse y a hacer cosas, a ser agresivo y a perder la paciencia; no siempre domina
sus sentimientos y tampoco se muestra siempre como persona de confianza". Entre
los atributos que presenta en sus últimas formulaciones como característicos de la
Extraversión entrarían: Sociable, vital, activo, asertivo, buscador de sensaciones,
despreocupado, dominante, surgente, osado.
"El introvertido típico es tranquilo, más bien reservado, introspectivo, amante
de los libros más que de los hombres; es retraído y distante, salvo entre amigos
íntimos. Tiende a planificar las cosas, es cauteloso y desconfía de los impulsos del
momento. No le gusta la animación, toma las cosas diarias con cierta seriedad y le
gusta la vida ordenada. Controla estrictamente sus sentimientos, es más bien
pesimista y otorga gran importancia a las normas éticas".
Neuroticismo:
"Los valores altos en N son señal de labilidad emocional y de tendencia a la
reacción anormal. Las personas con puntuación alta tienden a la hipersensibilidad
emocional y les cuesta volver a la normalidad tras las experiencias emocionales.
Tales individuos experimentan con más frecuencia desarreglos somáticos difusos
poco graves, como cefalalgia, trastornos gástricos, insomnio, dolor de espalda, etc.
Suelen tener además muchas preocupaciones, angustias y otros sentimientos
desagradables. Están predispuestos a contraer afecciones neuróticas bajo el efecto
del estrés, pero no hay que confundir tales predisposiciones con un trastorno
neurótico agudo; una persona puede tener valores altos en N y mostrar sin embargo
una conducta adaptada en la profesión, en la sexualidad, en la familia y en la esfera
social".
Entre los atributos que presenta en sus últimas formulaciones como
característicos del Neuroticismo entrarían: Ansioso, Deprimido, Sentimientos de
culpa, Baja autoestima, Tenso, Irracional, Tímido, Triste, Emocional.
Unos párrafos más arriba presentábamos la división de las patologías en
función de las dimensiones extraversión introversión y neuroticismo. Pero también
del cruce de estas dimensiones se obtienen tipos normales. Por estabilidad
entendemos el polo opuesto a los valores elevados en Neuroticismo, que, en
combinación con la dimensión extraversión-introversión, determina dos tipos
"normales", frente a dos "neuróticos".
En este cuadro la incorporación de la tercera dimensión, Psicoticismo, se
debería hacer perpendicularmente al mismo.
3.2. MEDICIÓN DE LAS DIMENSIONES "NEUROTICISMO" Y
"EXTRAVERSIÓN"
En la medición de estas dos dimensiones Eysenck consideró, como en el
caso de la dimensión Psicoticismo, que el sistema de elección era el cuestionario.
En la elaboración del mismo partió de las escalas R y C (Ratimia y Emocionalidad)
de Guilford, al considerarlas como indicadores adecuados de "Extraversión" y
"Neuroticismo" respectivamente. Estas escalas, no obstante, presentaban
inconvenientes como su excesiva longitud y el contenido demasiado repetitivo de las
mismas. Este último aspecto podría mejorar la fiabilidad de las escalas, pero
reduciría su validez, al producir cansancio y desinterés. Otra de las limitaciones
consistía en que items procedentes de escalas distintas a la R o la C, presentaban
correlaciones con las puntuaciones globales de éstas mayores que algunos de los
items de las propias escalas C y R. Para superar estos problemas, Eysenck se
propuso elaborar un cuestionario que reuniese las siguientes características:
1. Número de items bajo.
2. Fiabilidad alta.
3. Independencia frente a otras escalas.
4. Igual poder discriminativo en hombres y en mujeres.
5. Correlación elevada entre la nueva escala de "Neuroticismo" y la escala C.
6. Correlación elevada entre la nueva escala de "Extraversión" y la escala R.
Con estos criterios elaboró el Maudsley Personality Inventory (MPI), que
integra dos escalas: Neuroticismo y Extraversión, con 24 ítems cada una. Destinado
a población normal. Más adelante construye el Eysenck Personality Inventory (EPI),
con la finalidad de conseguir que las anteriores dimensiones fueran independientes.
Por último, desarrolla el Eysenck Personality Questionnaire (EPQ) que incluye la
evaluación de los tres factores (Extraversión, neuroticismo y psicoticismo). En 1985,
se revisa el EPQ y aparece el Eysenck Personality Questionnaire - Revised
(EPQ-R). En estudios posteriores efectuados por el propio Eysenck, comparando su
cuestionario con el de Guilford y el de Cattell, encuentra la presencia de los dos
factores (Neuroticismo y extraversión) al realizar un análisis factorial de tercer nivel
sobre los ítems de los tres cuestionarios. Dicho estudio resultó estar sesgado
metodológicamente.

3.3. IMPLICACIONES TEÓRICAS DE LAS DIMENSIONES


"EXTRAVERSIÓN" Y "NEUROTICISMO"
3.3.1. Neuroticismo
La conducta neurótica se puede definir como caracterizada por fuertes
reacciones del sistema nervioso autónomo a estímulos externos de carácter
incondicionado y, con el tiempo, también de tipo condicionado. Los sujetos que
puntúan alto en neuroticismo dan una respuesta muy rápida al estrés y tienen
muchas dificultades para disminuirla después (PIR 00, 134). Este comportamiento
se ha atribuido a una base biológica, en concreto al complejo de células
denominado cerebro visceral o sistema límbico (PIR 03, 24), que se compone de
estructuras como el hipocampo, amígdala, cíngulo e hipotálamo. Este sistema está
relacionado con la activación de tipo neurovegetativo, como la frecuencia cardíaca,
presión sanguínea, sudoración. De acuerdo a esta propuesta, los sujetos más
inestables, presentan una mayor activación neurovegetativa que los sujetos
estables. Esta estructura es la parte más antigua de la corteza cerebral desde un
punto de vista filogenético; reviste o cubre el diencéfalo y el cerebro embrionario. El
sistema límbico consta de numerosas conexiones transversales con otros centros
cerebrales, principalmente con el tálamo, considerable como un relé para la
colaboración emocional de las informaciones, con el neocórtex, concretamente con
el lóbulo frontal y temporal y, en fin, con la formación reticular. Esta formación
reticular es una formación neuronal en la médula oblongada, que recibe colaterales
de todas las vías sensoriales, piramidales y extrapiramidales y es responsable de la
activación de la corteza. La estimulación del sistema límbico provoca reacciones en
las estructuras que hemos citado; no obstante, las personas neuróticas tendrían un
umbral de excitación muy bajo y las emocionalmente estables un umbral más alto.
La consecuencia es que las personas lábiles delatan ya en igualdad de condiciones
una reacción del sistema límbico con baja intensidad de estímulos y, en
consecuencia, una "activación límbica, autónoma" con todas las reacciones
subsiguientes, mientras que el estable requiere para ello estímulos más fuertes. Se
diría que los sujetos que puntúan en neuroticismo tienen un tipo de afrontamiento
centrado en la emoción (PIR 08, 158). Los sujetos neuróticos responden peor a la
psicoterapia que los estables (PIR 06, 47). Las puntuaciones altas en neuroticismo
indican una predisposición y no una alteración psicológica existente (PIR 08, 161).
3.3.2. Extraversión-Introversión
La elaboración teórica en torno a esta dimensión se basa en los conceptos de
excitación e inhibición de la teoría tipológica de Pavlov, y en las matizaciones sobre
estos conceptos que aporta Hull. En lo esencial todos los procesos nerviosos
centrales se caracterizan por mantener una relación genética entre procesos
nerviosos de excitación y de inhibición. En la combinación E-R, se producen
siempre modificaciones positivas, excitatorias o facilitadoras, y también
modificaciones negativas, inhibitorias o restrictivas en las vías nerviosas que
conducen los impulsos. Mientras que los procesos excitatorios son decisivos para el
condicionamiento y el aprendizaje, las modificaciones inhibitorias son responsables
del desaprendizaje, del olvido y de la extinción. Para ambos procesos se plantean
cursos temporales diferentes, en el sentido de que la inhibición se pierde con
rapidez y la excitación no. En la inhibición cabría distinguir dos procesos distintos,
por una parte la inhibición reactiva en el sentido de Hull, esto es, un fenómeno
análogo a la fatiga, que está ligado con el curso de todo proceso nervioso y se
opone activamente a la nueva realización del mismo acto; por otra, la "inhibición
condicionada", que se produce por la coincidencia espacio-temporal de estímulos
externos y de la debilitación o agotamiento de procesos nerviosos, debido a la
inhibición reactiva. No obstante, los extravertidos se caracterizarían, de acuerdo con
Eysenck, por el hecho de que tienden a la formación de potenciales excitatorios
débiles y procesos inhibitorios rápidos, intensos y de extinción lenta; los
introvertidos, a la inversa, mostrarían potenciales fuertes, y procesos de inhibición
lentos y débiles. El correlato fisiológico del balance entre procesos de excitación e
inhibición se localiza en el umbral de excitación del sistema reticular activador
ascendente (PIR 02, 29; PIR 04, 70), con una mayor influencia en los introvertidos y
menor en los extrovertidos. Los extrovertidos tienen niveles más bajos de arousal de
forma crónica (PIR 06, 64) y los introvertidos tienen niveles más altos (PIR 04, 74).
Esto puede verse en la gráfica, donde se aprecia que los extrovertidos necesitan
mayor intensidad en la estimulación para sentir el máximo de tono hedónico positivo
(cúspide de la curva), mientras que los introvertidos alcanzan ese máximo de tono
hedónico positivo con niveles muy bajos de estimulación. De este hecho se han
desprendido hipótesis como que los extravertidos prefieren en general una mayor
dosis de estimulación que los introvertidos, observado en el constructo "búsqueda
de sensaciones" de Zuckerman; en una dirección parecida, puede hipotetizarse
también que los introvertidos toleran peor los estímulos dolorosos en comparación
con los extrovertidos. Eysenck ha continuado investigando la importancia de sus
dimensiones en cuanto a capacidad de predicción, procesos que subyacen y
correlatos de conducta. En los próximos apartados nos centraremos en las
investigaciones desarrolladas para encontrar correspondencia de las dimensiones
en las conductas.
4. CONDUCTA Y DIMENSIONES DE PERSONALIDAD
De las tres dimensiones de personalidad propuestas por Eysenck, es la de
"Extraversión-Introversión" la que más investigación ha generado en el campo de la
conducta, abarcando temas como la memoria a corto y largo plazo, las actitudes
sociales y políticas, la reactividad farmacológica y psicoterapéutica, etc. A
continuación describiremos brevemente las investigaciones en estos campos.
4.1. FARMACOLOGÍA
La idea tradicional respecto a los fármacos es la atribución de propiedades
euforizantes y de extraversión a la ingesta de estimulantes (cafeína, anfetaminas),
mientras que los sedantes contribuirían a calmar y hacer más introvertido al
individuo. Ahora bien, Eysenck se opone a esta concepción, pues la estimulación de
los excitantes se traduce en una elevación de la activación reticular y por
consecuencia cortical, lo que implica modificaciones de signo introvertido. En el polo
opuesto, la toma de sedantes elevaría los potenciales inhibitorios, desplazando el
equilibrio excitación-inhibición hacia la extraversión. Esta teoría predice muchos
hechos paradójicos; por citar alguno, merece la pena comentar cómo influye sobre
el umbral de sedación, esto es, el punto a partir del cual un individuo empieza a
delatar el efecto de la administración de sustancias sedantes como el alcohol.
Según la teoría serían los extravertidos los que antes notarían (requerirían dosis
menores) el efecto, pues sobre una ya de por sí baja activación el sedante influiría
disminuyéndola aún más, notándose el efecto en tareas de rendimiento motor o
verbal. La teoría de la excitación-inhibición podría entonces permitir la elaboración
de predicciones sobre el efecto de los fármacos en dependencia del grado de
posesión de la característica Extroversión-Introversión.
4.2. CONDUCTA MOTORA
La teoría de Eysenck señala que los extrovertidos, por su menor nivel de
activación, tienden a desarrollar más fácilmente potenciales inhibitorios. Estos
potenciales deberían reflejarse en tareas motoras continuas. En concreto, cuando
se pide a extrovertidos e introvertidos extremos que realicen durante un minuto
golpes consecutivos en una placa de metal, se observa que los extrovertidos
presentan mayor número de pausas involuntarias, que serían consecuencia de
procesos de inhibición reactiva.
4.3. MEMORIA
Se ha observado en tareas experimentales de rendimiento en memoria que
los extrovertidos muestran, en tareas de aprendizaje verbal, procesos de
consolidación más débiles; en la medida que la fijación de la huella es escasa, no se
pueden esperar buenos rendimientos en memoria a largo plazo, pero la
reproducción inmediata no es perjudicada, con lo cual, a corto plazo, los
extrovertidos mostrarán mejor rendimiento en memoria. En el caso de los
Extrovertidos, la alerta es mayor por la tarde, produciendo una superioridad en el
rendimiento en relación a los Introvertidos. La explicación de acuerdo a la teoría, se
basa en que una medida alta de activación se acompaña de fuerte intensidad en los
procesos de fijación activa de las huellas. La menor activación de los extrovertidos
reduciría la fijación de las mismas, dificultando su posterior recuperación a largo
plazo. Por contra, los introvertidos muestran mayores niveles de activación, y como
consecuencia, procesos de fijación de huellas más eficaces. La hipótesis de la
interferencia explicaría porqué los sujetos extrovertidos tienen mejor memoria a
corto plazo. Estos sufren menos el fenómeno de interferencia entre estímulos que
los introvertidos y por ello retienen mejor la información inmediata.
4.4. OTRAS VARIABLES CONDUCTUALES
Realmente la teoría de Eysenck se ha extendido a numerosos campos,
realizándose predicciones en cuanto a diferencias en distintas conductas en función
de los valores de las dimensiones de personalidad de los sujetos. Así, por citar
algunos de los experimentos que ponen a prueba la influencia de las dimensiones
de personalidad, resulta interesante las diferencias en alerta subjetiva a lo largo del
día en función de la dimensión "Extraversión-Introversión". En este sentido los
Introvertidos superan en alerta subjetiva a los Extrovertidos por la mañana, pero
esta situación se invierte en las horas finales del día.
En cuanto al rendimiento, los Extrovertidos rinden peor por la mañana en
comparación con los Introvertidos, aunque por la tarde los Extrovertidos superan a
los anteriores, si bien la diferencia en rendimiento es menor. La explicación a este
fenómeno se encuentra en el párrafo anterior: El nivel de alerta es mayor por la
mañana en Introvertidos, lo que se traduce en una facilidad de cara a la ejecución
de una tarea y, por consiguiente, mejor rendimiento. En el caso de los Extrovertidos,
la alerta es mayor por la tarde, produciendo una superioridad en el rendimiento en
relación a los Introvertidos. Este fenómeno de inversión de resultados se muestra en
la gráfica siguiente: Si medimos el rendimiento en función de si la situación es
grupal o solitaria, encontramos que los Introvertidos rinden más que los
Extrovertidos en situación de aislamiento, balance que se invierte en la condición de
grupo. La interpretación de este rendimiento diferencial en función del tipo de
situación social debe hacerse considerando el diferente nivel de activación entre
Extrovertidos e Introvertidos. Los introvertidos muestran menor rendimiento en una
situación social porque ésta eleva sus niveles de activación, interfiriendo con su
rendimiento. Por el contrario, los Extrovertidos necesitan más activación para
aumentar su eficacia, de ahí que en la situación social mejoren su rendimiento. En
relación con la velocidad y facilidad de condicionamiento, serían los Introvertidos
más que los altos en Neuroticismo los que se condicionarían más fácil y velozmente,
pues las puntuaciones altas en Introversión se acompañan de niveles altos de
activación, siendo esta última variable importante en el proceso de
condicionamiento. En cuanto a la reactividad psicofisiológica, los introvertidos
rinden mejor que los extrovertidos en situaciones con niveles de activación
moderados, mientras que en ambientes con altos niveles de activación rinden mejor
los extrovertidos. Por niveles de activación entendemos activación sensorial externa
(ruido, música…), administración de activadores del Sistema Nervioso Central
(nicotina cafeína…), o activadores inherentes a la tarea, como la dificultad de la
misma o la presión temporal (si la tarea es difícil o requiere una gran presión
temporal rendirán mejor los extrovertidos (PIR 07, 37). Relacionado con lo anterior
el introvertido tiene una mayor sensibilidad a la estimulación, tolera peor los
estímulos fuertes, entre ellos el dolor. En conductas como la adicción a la nicotina,
la promiscuidad sexual, etc., la teoría predice que son más características de los
Extrovertidos, pues sus potentes procesos de inhibición les llevan a intentar
conseguir activación mediante estas conductas. Por último variables como baja
preocupación social, actitudes sociales conservadoras y conducta psicopática, se
relacionan con altos niveles en Extraversión; la explicación habría que buscarla en
la mayor dificultad de los Extrovertidos para condicionarse y por tanto desarrollar
procesos de sensibilización ante determinados hechos sociales, así como la menor
interiorización de normas del entorno.
5. BIENESTAR Y DIMENSIONES DE PERSONALIDAD
Respecto al afecto, podemos hablar de dos dimensiones dominantes: Afecto
Positivo (AP) y Afecto Negativo (AN). No son dos polos opuestos de un mismo
continuo sino que son dos dimensiones independientes. El AP es la tendencia a
experimentar emociones positivas y puede incluir emociones concretas como
alegría, entusiasmo o interés. El AN se relaciona con el malestar o insatisfacción
subjetiva e incluiría tristeza, hostilidad o culpa. Los estudios han encontrado una
asociación entre Extraversión y AP (PIR 07, 35) y Neuroticismo y AN.

CINCO GRANDES Y OTROS MODELOS FACTORIALES


1. LOS MODELOS DE CINCO FACTORES
En los años ochenta, después de la crisis de los grandes modelos de personalidad basados
en el concepto de rasgo, se produce un resurgir de los enfoques que plantean el estudio de
la personalidad mediante el análisis factorial, utilizando como “materia prima” los términos
del lenguaje natural. Este enfoque léxico no es algo nuevo. El antecedente inmediato lo
constituyen los trabajos de Cattell en la década de los cuarenta cuando iniciaba sus
estudios de personalidad (Datos L). Anteriormente otros autores como Galton, Allport y
Odbert ya habían realizado intentos de captar y analizar en el diccionario los términos con
los que las personas explicamos nuestro comportamiento. El procedimiento del enfoque
léxico, en síntesis, es el siguiente: en primer lugar, se trata de seleccionar todo el amplio
conjunto de descriptores de personalidad empleados en el lenguaje natural; en segundo
lugar, se lleva a cabo una depuración, reducción del conjunto inicial de ítems, mediante
criterios de inclusión y exclusión y la participación de jueces que aplican estos criterios; en
tercer lugar, el conjunto de términos depurados se emplea para que un grupo de sujetos se
evalúen a sí mismos y también para que otras personas les evalúen en esas mismas
dimensiones; por último, esas dos fuentes de datos (auto y hetero-evaluación) se someten a
un procedimiento de análisis factorial. El resultado de este resurgir del estudio factorial del
léxico es la formulación del modelo de los cinco factores. En inglés se le conoce como “Big
Five” o “Five Factor Model”. Este modelo parece encontrar un amplio consenso entre los
distintos autores, y es considerado como el modelo más acertado en la descripción y
comprensión de la personalidad humana. En la década de los ochenta varios autores
reiniciaron el estudio factorial de descripciones de la personalidad basadas en las
denominaciones verbales de los atributos, características y rasgos de personalidad. Estas
descripciones, habitualmente adjetivos y términos del lenguaje que describen la forma de
ser de los individuos, eran extraídos de auto-informes, de análisis del lenguaje natural, de
listados de adjetivos, cuestionarios, inventarios de personalidad, etc. ¿Por qué centrarse en
el lenguaje natural? La explicación radica en que si los rasgos de personalidad son
importantes, es natural y hasta obligado que tengan una representación en el lenguaje
(como de hecho sucede: en el Diccionario de la Real Academia Española se han
encontrado hasta 4682 términos que pueden utilizarse como descriptores de personalidad).
La hipótesis léxica afirma que las diferencias individuales importantes estarán
representadas en el lenguaje, ya que los hablantes del mismo, necesitan poder
comunicarse entre sí haciendo referencia a las mismas. La tarea del psicólogo de la
personalidad es la de “decodificar” del lenguaje los rasgos básicos de la personalidad.

1.1. DESARROLLO HISTÓRICO


Los primeros acercamientos datan de los esfuerzos de Cattell, ya comentados en el tema
dedicado a este autor. Un siguiente paso fue el desarrollo de Fiske en 1949. Este autor
utilizó 21 escalas bipolares de Cattell, constatando la emergencia de los cinco factores.
Tupes y Christal, en 1961, mantuvieron una línea similar, al utilizar datos procedentes de los
trabajos de Cattell. Recurrieron a las heteroevaluaciones: evaluaciones de sujetos
realizadas por personas afines a los mismos. Emplearon 8 muestras de sujetos distintos (en
total 1813 sujetos) de edades variadas y sexos en proporciones similares. Fueron
analizados por observadores que empleaban un listado de 35 variables o pares de adjetivos
que ya habían sido utilizados por Cattell. Los análisis factoriales efectuados en cada
muestra ofrecían una sólida estructura de cinco factores (PIR 07, 30):
Factor I: Surgency (Extraversión).
Factor II: Agreeableness (Sensibilidad a las relaciones interpersonales o cordialidad).
Factor III: Conscientiousness (Minuciosidad o seguridad).
Factor IV: Emotional Stability (Estabilidad emocional).
Factor V: Culture (Cultura o apertura a la experiencia).
Norman en 1963 replicó el estudio utilizando adjetivos e identificó cinco factores que
coincidían con los de Tupes y Chrystal. En 1981, Goldberg encuentra de nuevo los cinco
factores a los que denomina “Big Five”. Posteriormente, Costa y McCrae en 1985
desarrollan un instrumento para medirlos en base a este modelo y con un claro compromiso
con la psicología del rasgo (PIR 05, 37). Se trata del NEO-PI (PIR 02, 25) y el NEO-PIR en
su versión más moderna. En 1993, Caprara, Barbaranelli, Borgogni y Perugini, elaboraron el
Big Five Questionnaire (BFQ).

1.2. EL MODELO DE McCRAE Y COSTA


Inicialmente, el modelo de cinco factores se describió a partir de heteroevaluaciones, en
distintas situaciones y para distintas muestras de sujetos; posteriormente se validó también
en autoinformes y finalmente transculturalmente. Basándose en estas aportaciones
convergentes McCrae y Costa han propuesto este modelo como la estructura o taxonomía
básica en psicología de la personalidad. Entre las aportaciones de McCrae y Costa se
cuenta el comprobar si empleando cuestionarios de evaluación constituidos por frases en
lugar de adjetivos, así como autoevaluaciones, se ratificaba la estructura de cinco factores.
McCrae y Costa han ido más allá de la simple identificación de factores, puesto que
proponen un modelo comparable al de Eysenck y Cattell, en el sentido de que no es
únicamente descriptivo, pues pretenden justificar la naturaleza de los rasgos, describir sus
relaciones y proponer utilidades del mismo en el contexto profesional y aplicado. Han
elaborado un test específico para medir estas dimensiones, el NEO-PI (el nombre está
formado por las iniciales de tres de sus factores: Neuroticismo, Extraversión,
Opennes-Personality Inventory). Han realizado estudios de estabilidad longitudinal de los
factores, estudios de las relaciones entre trastornos de personalidad y los cinco factores, de
la capacidad predictiva en el ámbito laboral, etc. McCrae y Costa han demostrado que
utilizando instrumentos distintos y variados formatos de aplicación se llega a la misma
solución de cinco factores, a los cuales dan la siguiente interpretación:
Neuroticismo versus estabilidad emocional (Neuroticism):
Se refiere al ajuste emocional. Las personas altas en esta dimensión son proclives al
malestar psicológico, con ideas poco realistas, necesidades excesivas o dificultades para
tolerar la frustración. Se define por términos como preocupado, inseguro, con tendencia a
las emociones negativas como ansiedad, depresión, desconcierto. Se relaciona también con
comportamientos impulsivos (PIR 04, 68) como fumar o beber en exceso y la dificultad para
controlarlos. Junto con la extraversión, son las dimensiones de personalidad más
estudiadas (PIR 10, 9).
Extraversión o surgencia:
Se refiere a la cantidad e intensidad de las interacciones interpersonales. Junto con el factor
Amabilidad (Cordialidad), abarca el amplio espectro de las relaciones sociales. El núcleo
fundamental es la sociabilidad, la tendencia hacia la diversión, la charla. Otros rasgos son la
asertividad, un alto nivel de actividad, la búsqueda de sensaciones, etc. Se asocia a
emociones positivas (PIR 03, 29; PIR 09, 8). Por ello se dice, que la extraversión está
asociada de manera consistente a la felicidad, el afecto positivo y el bienestar (PIR 07, 35;
PIR 10, 3).
Apertura a la experiencia (Openness):
Se trata de un ámbito no contemplado en cuestionarios de personalidad previamente.
Evalúa la búsqueda y apreciación de experiencias, el gusto por lo desconocido y su
exploración. Se define por adjetivos como original, imaginativo, de amplios intereses,
atrevido. El factor Apertura ha sido siempre el más controvertido. Ya en la tradición léxica se
le llamó “Cultura” (Tupes y Cristal, Norman) y, posteriormente, “Intelecto”, sugiriendo así
alguna relación con influencias culturales o con la capacidad intelectual de los individuos. El
grupo de Baltimore (McCrae y Costa, 1985; McCrae, 1987) sostiene que “Apertura a la
experiencia” es una variable de personalidad independiente de las habilidades cognitivas (la
correlación con medidas de inteligencia no llega a .30). Una cosa es tener intereses
intelectuales, lo cual sí pertenece al dominio de la Apertura, y otra diferente la capacidad
intelectual, que sólo aparece moderadamente relacionada con la variable de personalidad.
En esta misma línea de argumentación, siempre que se han buscado las relaciones entre
los cinco factores y medidas de la inteligencia, el resultado ha sido dos bloques bien
diferenciados: por un lado, los factores de personalidad y, por otro, las medidas de la
capacidad intelectual, señalando así su independencia. De este modo, parece que las
posibles conexiones entre Apertura a la experiencia e inteligencia son debidas a cierto
sesgo en los juicios que las personas hacen sobre su propia capacidad intelectual o la de
los demás, juicios que suelen estar muy poco relacionados con las medidas psicométricas
de habilidad cognitiva, y mucho más relacionados con la Responsabilidad y la Apertura a la
Experiencia. Parece que las personas tendemos a pensar que alguien que es organizado,
pulcro en su trabajo y responsable, o que es original, interesado por temas diversos, y
exhibe curiosidad intelectual, o ambas cosas, tiene que ser un sujeto inteligente, y al revés.
Esta dimensión se ha relacionado con Afecto Positivo y Negativo, pero de forma moderada.
Cordialidad versus. Antagonismo (Agreeableness):
Este factor también ha sido traducido como Amabilidad versus Oposicionismo. Así como el
factor extraversión se refiere a la cantidad e intensidad de las interacciones interpersonales,
esta dimensión recoge la cualidad de la interacción social: la extroversión es un
componente de la personalidad que habla de la facilidad para el contacto y los vínculos con
los demás; la cordialidad o amabilidad es una característica general sobre la forma de
relacionarse con los demás (de forma cooperativa, empática, fiable...). El que puntúa alto es
empático, cree que la mayoría de la gente se comportará de forma semejante a él. El bajo
es cínico, suspicaz, poco cooperativo, irritable, crítico, insensible, tendente a la venganza,
oposicionista. Este factor es importante también en algunos aspectos relacionados con el
concepto de sí mismo y contribuye a la conformación de actitudes sociales y, en general, a
la “filosofía de vida”. Junto con Responsabilidad, se trata de un factor producto de la
socialización.
Responsabilidad versus Negligencia (Conscientiousnes):
Este factor refleja el grado de organización, persistencia, control y motivación en la
conducta dirigida a metas. También se llama escrupulosidad (PIR 02, 23) e incluye facetas
como la autodisciplina y la deliberación (PIR 03, 23). Existen además relaciones moderadas
entre Cordialidad y Responsabilidad, y Afecto Positivo.

Los nombres de los cinco factores varían ligeramente según el autor así como la
traducción que se realice de los términos ingleses. Existe un gran consenso acerca
del número de factores que constituyen la personalidad, aunque este consenso
disminuye cuando se trata del significado de cada uno de ellos. El ejemplo más
claro lo tenemos en el factor Cultura de Norman, que no es igual al factor Apertura a
la experiencia de McCrae y Costa; este factor es novedoso en un sistema de la
personalidad, estando ausente en las grandes teorías (Eysenck, Cattell, etc.); por
otra parte, existe gran controversia al afirmar algunas críticas su estrecha relación
con el concepto de inteligencia. En cambio son muy aceptados los factores de
Estabilidad emocional y Extraversión (son convergentes con los factores del modelo
de Eysenck). Cordialidad y Responsabilidad han sido muy criticados por incluir
valoraciones morales, algo que impediría que funcionasen como factores básicos de
la personalidad. Sin embargo, también se ha observado una correlación negativa de
estos dos factores con la variable Psicoticismo de Eysenck, sugiriendo así la
relación de Psicoticismo con una escasa y mala socialización. Se han observado
también paralelismos con las necesidades postuladas por Murray (Apertura a la
experiencia con Comprensión y Cambio; Responsabilidad con Logro y Orden;
Extraversión con Afiliación).
Los cinco grandes factores se descomponen en rasgos de menor orden o facetas,
en total son treinta, seis por factor. Aunque cada faceta pertenece al factor en el que
su peso es mayor, hay dos facetas del Neuroticismo (hostilidad e impulsividad), las
más controvertidas en la literatura psicológica, que saturan también con pesos a
tener en cuenta en otros factores distintos de Neuroticismo: hostilidad tiene un peso
negativo en Amabilidad (es decir, las personas hostiles tienden a ser poco amables);
e impulsividad tiene un peso positivo en Extroversión y negativo en
Responsabilidad (los individuos impulsivos tienden a ser extrovertidos y poco
responsables).
El cuestionario de McCrae y Costa, el NEO-PI, fue publicado en 1985, siguiendo
una metodología que combina el diseño racional de los ítems con la estrategia de
selección de los mismos por medio del análisis factorial. Consta de 181 ítems, tipo
pregunta, acerca de los comportamientos y sentimientos cotidianos de los sujetos a
los cuales éstos contestan de forma privada. El formato de respuesta es tipo Likert,
cinco puntos que van entre “totalmente en desacuerdo” hasta “totalmente de
acuerdo”. El cuestionario permite obtener puntuaciones individuales para cada uno
de los factores. Se completa con una escala de control de deseabilidad social.
Desde 1992 existe una versión revisada (NEO-PI-R). El modelo de los cinco
grandes se ha generalizado a otras culturas y lenguas (PIR 09, 5). En Estudios
comparativos entre cinco lenguas distintas, y aplicando el mismo procedimiento de
análisis de los factores básicos de personalidad, a partir de adjetivos y descriptores,
se pudo contrastar el valor universal de estos factores. Los estudios se realizaron en
inglés, italiano, alemán, holandés, húngaro y castellano. En estudios sobre la
influencia de la edad, se ha encontrado que las dimensiones son bastante estables
con el paso del tiempo. Cuando se trata de estudios que comparan grupos de
edades distintas, se ha encontrado que son los factores de Neuroticismo,
Extraversión y Apertura a la experiencia los que experimentan descensos en el
grupo de más edad en comparación con los sujetos más jóvenes. No obstante,
estos cambios no se traducen en todas las facetas que componen el factor. En
estudios longitudinales, con seguimientos de 30 años, se observan también
descensos, aunque moderados y parciales, en los factores de Extraversión,
Neuroticismo y Apertura. Además es fácil la integración con otros modelos de
personalidad debido a que Los Cinco Grandes se está imponiendo, existiendo
consenso con otras teorías. Una ventaja de contar con una taxonomía que sea
aceptada por la mayoría de los expertos es que posibilita el entendimiento entre
ellos y permite avanzar en la investigación al contarse con un marco comúnmente
aceptado (PIR 09, 5). En síntesis, la estructura de personalidad reflejada por los
cinco factores es contundente, ya que se han mostrado consistentes a lo largo de
diferentes métodos de evaluación, jueces, muestras y culturas, son bastante
estables en el tiempo, se ha propuesto incluso una base genética para explicarlos y
pueden englobar las variables de diferentes cuestionarios de personalidad previos.
1.3. RELACIÓN ENTRE EL MODELO DE LOS CINCO FACTORES Y LA
PSICOPATOLOGÍA
Es conocida la relación que se establece entre determinados factores de personalidad y
aspectos como las emociones o los afectos. De hecho, el neuroticismo se asocia con
afectos negativos y la extraversión con afectos positivos (PIR 03, 29; PIR 09, 8). En un
intento de aplicar los modelos empleados en el estudio de la personalidad normal al ámbito
psicopatológico, en concreto al área de los trastornos de personalidad, Costa y Widiger
(1994) han desarrollado investigaciones orientadas a detectar qué factores y facetas
caracterizarían a los diferentes cuadros. El neuroticismo y la extraversión son las dos
dimensiones más significativas puesto que se relacionan con muchos de los trastornos de
personalidad. En el siguiente cuadro, se presentan qué factores serían característicos de
cada trastorno (en negrita) y qué otros rasgos podrían ayudar al diagnóstico diferencial.
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD SEGÚN EL MODELO DE LOS CINCO
FACTORES (Widiger, Trull, Clarkin, Sanderson y Costa Jr, 1994)
Paranoide: Muy baja Amabilidad. Neuroticismo (Hostilidad). Baja Extraversión. Baja
Apertura a la Experiencia
Esquizoide: muy baja Extroversión (ver facetas de calidez, gregarismo,emociones
positivas) Bajo Neuroticismo
Esquizotípico: muy baja Extroversión. Mayor Neuroticismo y Apertura a la Experiencia que
el esquizoide.
Antisocial (PIR 03, 31):Baja Responsabilidad Baja Amabilidad
Límite: Muy alto Neuroticismo Baja Amabilidad
Histriónico: Muya alta Extroversión Baja Amabilidad Alto Neuroticismo Alta Apertura a la
Experiencia
Narcisista: Baja Amabilidad. Medio-alta Responsabilidad. Bajo Neuroticismo
auto-informado
Evitativo: Baja Extraversión. Alto Neuroticismo Baja Apertura a la Experiencia
Dependiente: Muy alta Amabilidad Alto Neuroticismo Baja Responsabilidad auto-informada
Obsesivo-compulsivo: Muy alta Responsabilidad Baja Amabilidad Baja Apertura a la
experiencia

2. OTROS MODELOS FACTORIALES


2.1. EL MODELO DE LOS SIETE GRANDES

Tellegen y Waller en 1987 proponen, basándose en el modelo de los Cinco Factores, un


nuevo modelo que contempla siete factores de la personalidad. Los dos factores que
añaden son Autovaloración o Valencia positiva y Autovaloración o Valencia negativa. La
autovaloración positiva se relaciona con que alguien se sienta excelente, especial,
impresionante, habilidoso, sin igual, incomparable. La autovaloración negativa tiene que ver
con sentirse malo, digno de ser odiado o inmoral. El resto de los factores se asemejan
mucho a los cinco del Big Five, de tal modo que la relación se expone a continuación:
SIETE FACTORES: Emocionalidad +/ Emocionalidad −/ Dependencia/ Cordialidad/
Convencionalismo
CINCO FACTORES: Extraversión/ Neuroticismo/ Responsabilidad/ Cordialidad/ Contrario a
Apertura

2.2. El MODELO DE GRAY


Se trata de un modelo factorial-biológico. Al igual que Eysenck, sostiene que las bases de
las diferencias individuales en personalidad se encuentran en mecanismos biológicos que
sustentan los procesos de aprendizaje, emoción y motivación. Este autor propone dos
dimensiones básicas de personalidad: Ansiedad e Impulsividad. Estas dos dimensiones
surgirían de combinar los factores del modelo de Eysenck, Neuroticismo y Extraversión, del
siguiente modo:
Ansiedad: Introversión + Neuroticismo (PIR 06, 48).
Impulsividad: Extraversión + Neuroticismo (PIR 09, 3).
Estas dos dimensiones son unipolares, no ofreciendo un polo opuesto, sino un gradiente de
mayor a menor ansiedad e impulsividad. La dimensión Ansiedad equivaldría a un
mecanismo de inhibición conductual (sistema Behaviour Inhibition System o BIS) (PIR 03,
27; PIR 07, 38; PIR 10, 18) cuya función sería responder al castigo, la omisión de
recompensas y los estímulos nuevos. La Impulsividad se corresponde con un mecanismo
de aproximación conductual (sistema Behaviour Aproximation System o BAS) ante los
premios y en las situaciones de escape o evitación activa. Trasladando la propuesta de
Gray a las dimensiones de Eysenck, podríamos decir que los extravertidos al ser alto en
impulsividad, tendrían mayor sensibilidad a las señales de premio o recompensa (sistema
BAS más activo), mientras que los introvertidos, por tener puntuaciones altas en ansiedad,
serían más sensibles a los indicios de castigo o privación de recompensas (sistema BIS
más activo). Por ello, en ausencia de interacción social, que sería una forma de premio, los
extravertidos se orientarán a otros premios del ambiente en el que se encuentran.

2.3. El MODELO DE ZUCKERMAN


También es un modelo factorial-biológico. Zuckerman ha elaborado un modelo de
personalidad partiendo de sus investigaciones en torno a la dimensión “Búsqueda de
sensaciones”. Zuckerman observó que los individuos difieren en sus respuestas a la
deprivación sensorial, unos la toleran muy bien, mientras que otros reaccionan muy
negativamente. Para explicar estas diferencias postuló una nueva dimensión del
temperamento, muy relacionada con el modelo de Eysenck, que bautizaría con el nombre
de búsqueda de sensaciones: necesidad de recibir sensaciones nuevas, variadas y
complejas provenientes de experiencias y la voluntad por sentir riesgos físicos y sociales
por tomar parte en esas experiencias. Este rasgo está formado por cuatro subdimensiones
más específicas:
− Búsqueda de aventura y riesgo.
− Búsqueda de experiencias.
− Desinhibición.
− Susceptibilidad al aburrimiento.
Estas cuatro subdimensiones pueden evaluarse por el “Cuestionario de intereses y
preferencias de Zuckerman”. Los individuos que puntúan alto en esta dimensión se pueden
encontrar entre: delincuentes, consumidores de drogas, psicópatas, así como poblaciones
de alpinistas, deportistas de aventura, policías, guardaespaldas e individuos que por su
actividad cotidiana ponen a prueba sus recursos personales. Zuckerman relaciona su
dimensión de personalidad con los niveles de Monoaminooxidasa en el SNC, en el sentido
que los individuos altos en esta dimensión suelen mostrar bajos contenidos de esta enzima.
Además, también se relaciona con alteraciones en Dopamina (PIR 03, 28) y Serotonina. La
continua investigación desarrollada por Zuckerman le llevó a la identificación de un sistema
de cuatro factores:
− Extroversión (muy similar al factor de Eysenck).
− Neuroticismo-emocionalidad (también similar al factor N de Eysenck).
− Agresión-Hostilidad.
− Impulsividad no socializadora-búsqueda de sensaciones: la primitiva dimensión
búsqueda de sensaciones quedaría incorporada dentro de este nuevo factor de
mayor nivel, que incorporaría también el psicoticismo de Eysenck.

EL INTERACCIONANISMO EN PERSONALIDAD: APROXIMACIONES


SOCIOCOGNITIVAS
1. Aproximaciones sociocognitivas en Psicología de la Personalidad
Críticas formuladas al estudio de la personalidad basado en el concepto de
rasgo: El entendimiento de la personalidad como la organización del conjunto de
rasgos que caracterizan a cada individuo y que se expresaría en la tendencia
relativamente estable a comportarse de forma similar en un amplio rango de
situaciones, pero esto no concuerda ya que la conducta de las personas no es tan
consistente, semejante en las distintas situaciones, como se predice desde el
concepto de rasgo (nuestra conducta varía de una situación a otra en función de las
demandas específicas que cada situación plantee) y además pese a la variabilidad
situacional que muestra nuestro comportamiento, seguimos reconociéndonos como
la misma persona y lo mismo sucede a quienes nos observan. Las teorías de rasgo
han sido cuestionadas por el empleo de unidades globales (rasgos de personalidad)
que en sí mismas no son otra cosa que abstracciones elaboradas a partir de
promedios de conducta (de la observación de la conducta en un amplio rango de
situaciones) que no responden a ningún caso concreto, dando por supuesto que el
rasgo significa lo mismo para cada persona y viene definido por el mismo tipo de
conductas. Se sostiene que el rasgo traduce una tendencia generalizada a
comportarse de forma semejante en la mayoría de las situaciones. El rasgo permite
hacer predicciones promediadas (aplicables a distintas situaciones) pero no permite
predecir el comportamiento de un individuo en una situación específica. Los rasgos
posibilitan hacer predicciones de conducta acontextuales. El rasgo parece encontrar
muchas limitaciones para predecir el comportamiento de individuos concretos en
circunstancias igualmente específicas.
A estas cuestiones se intenta dar respuesta desde los planteamientos
sociocognitivos:
● una conceptualización diferente de los elementos que integran la
personalidad y de las interrelaciones existentes entre los mismos que
permiten hablar de la personalidad como un sistema
● delimitando el papel de la situación en la explicación de la conducta.
● ofreciendo el marco de referencia desde el que explicar y predecir la
conducta individual, atendiendo al mismo tiempo a las circunstancias
específicas en que en cada momento se desarrolla la conducta.
● se pretende conjugar la evidencia de
“coherencia-regularidad-predictibilidad” de la conducta, la “variabilidad
y discriminabilidad” de la misma, apelando a la “capacidad
discriminativa” como una de las competencias más netamente
humanas.

Resumen: el planteamiento sociocognitivo parte de la convicción de que “la


discriminabilidad de la conducta y la complejidad de las interacciones entre el
individuo y la situación sugieren la conveniencia de focalizarse más específicamente
en el modo en que la persona elabora y maneja cada situación particular, en vez de
intentar inferir los rasgos que tiene generalmente”.

2. Antecedentes del Interaccionismo


La perspectiva interaccionista parte de la consideración de la persona y el
entorno como unidades separadas con interacciones entre ellas. La unidad de
análisis en este caso sería "LA PERSONA Y EL ENTORNO" y su objetivo la
búsqueda de relaciones causa-efecto entre variables para estudiar un fenómeno a
través de un sistema asociativo de antecedentes y consecuentes orientado a la
predicción y control de la conducta y los procesos psicológicos.
3. La polémica persona-situación
3.1. Postura internalista
Internalista (Organísmico): Conducta fundamental determinada por vivencias
personales. Consistencia-estabilidad Variables personales permiten predecir la
conducta. Metodología clínica y/o correlacional. Persona activa.

3.2. Postura situacionista


Situacionista (Mecanicista) Conducta fundamentalmente determinada por
vivencias situacionales. Especificidad. Personalidad es igual a conducta.
Metodología experimental. Persona reactiva.

4. La perspectiva interaccionista: una salida a la polémica


Interaccionista (Dialéctico) Conducta fundamentalmente determinada por la
interacción entre vivencias personales y situacionales. Por parte de las vivencias
personales; mayor peso de los factores cognitivos. Por parte de las vivencias
situacionales; mayor peso de la situación psicológica o percibida. Persona; activa e
intencional.

4.1. Supuestos básicos de los modelos interaccionistas


El paradigma dialéctico vendría a superar las limitaciones de los planteamientos
unidimensionales. La conducta estaría determinada, en parte, por variables
personales; en parte, por variables situacionales; pero , fundamentalmente, por la
interacción entre ambos.
Kantor fue uno de los primeros en proponer una interpretación psicológica del
interaccionismo.
Endler y Magnusson; dos obras clásicas del modelo interaccionista
“Personalidad en la encrucijada” y “Psicología interaccionista y personalidad”.
Postulados;
● La conducta es función de un proceso continuo de interacción bidireccional.
Dos tipos de interacción; mecanicista (unidireccional) y la dinámica (recíproca
o multidireccional).
● El individuo es un agente activo e intencional. La persona interpreta las
situaciones, les asigna un significado.
● Por parte de la persona, los factores cognitivos son los determinantes más
importantes. Los determinantes personales son de dos tipos; potencialidad de
la conducta (capacidad cognitiva y conductual para construir la realidad, así
como las estrategias de codificación y los constructos personales) y la
ejecución de la conducta (expectativas o creencias generalizadas, valores
subjetivos y los sistemas de autorregulación).
● Por parte de la situación, el determinante principal viene dado por el
significado psicológico.
El entorno sería el marco general en que tiene lugar la conducta
(factores sociales y culturales).
La situación sería el marco momentáneo o escenario en que ocurre la
conducta.
Los estímulos serían los elementos que integran y conforman la
situación.

4.2. Estrategias de investigación


5. Representantes teóricos del interaccionismo en personalidad
5.1. Mischel: Walter Mischel establece que el comportamiento de una
persona está influenciado por dos factores: los atributos específicos de una
determinada situación y la forma en que la persona percibe la situación. En
oposición a las teorías cognitivo-sociales tradicionales, Mischel explicó que una
persona únicamente se comporta de manera similar cuando es altamente probable
que estas acciones produzcan los mismos resultados. Remarcó que tenemos
diferencias individuales, por lo que nuestros valores y expectativas deben ser
tenidas en cuenta en la predicción del comportamiento y la personalidad de una
persona. Según Mischel, existen cinco variables de la persona que contribuyen a las
condiciones de una situación determinada. Son utilizadas para predecir cómo es
más probable que se comporte una persona.
Competencias: nuestras aptitudes intelectuales, así como también nuestras
habilidades sociales.
Estrategias Cognitivas: las diferentes percepciones de un determinado
evento. Por ejemplo, lo que puede ser "amenazador" para ti puede ser "desafiante"
para otra persona.
Expectativas: los resultados esperados de los diferentes comportamientos,
obtenidos por la persona dentro de su mente.
Los valores subjetivos: el valor respectivo de cada resultado posible de
diversos comportamientos.
Sistemas de autorregulación: el conjunto de reglas y normas a las que las
personas se adaptan para regular su comportamiento.

5.2. Bem y Allen


5.3. Epstein

13. APROXIMACIONES COGNITIVAS EN PSICOLOGÍA DE LA PERSONALIDAD


1. Introducción
2. Características generales del concepto de autocontrol
El autocontrol, y la autorregulación en general, se activan ante la aparición de una
situación conflictiva. Por ejemplo, cuando el comportamiento, la emoción, o las
cogniciones de la persona entran en conflicto con algún evento o situación. La
persona en este caso, tratará de reducir cualquier control externo, o procurará
aumentar su influencia sobre la situación.
El autocontrol implica que la persona se sienta responsable del problema, y capaz
del cambio que debe producir en su comportamiento.
El autocontrol implica un conjunto de conductas manifiestas y encubiertas.
El autocontrol puede aprenderse a través de los mismos procesos por lo que se
aprenden otros comportamientos.
Existirían dos momentos en el proceso del auto-control: uno previo al inicio del
cambio, en el que la persona se decide por una de las alternativas para resolver el
conflicto (toma de decisión); y otro posterior, que sería la puesta en marcha del
proceso como tal (activación de la autoobservación).
Al auto-controlarse, la persona interactúa con el ambiente, por lo que éste influye en
la determinación del comportamiento autocontrolado. Sin embargo, la persona
debería sentirse responsable y, hasta cierto punto, libre para iniciar el cambio
autodirigido.
La mayoría de las situaciones en que la persona debe autocontrolarse implican un
estado aversivo, en donde se tiene que esforzar para aumentar su eficacia para
resolver un problema. Por lo tanto, el individuo debe aprender a tolerar estos
estados aversivos para conseguir y/o evitar consecuencias de mayor valor. Este
aspecto implica, pues, que la persona debe aprender a retrasar la aparición de
consecuencias, tanto para auto-reforzarse, como para conseguir recompensas
diferidas.
En la consecución del auto-control intervendrán índices ambientales y procesos
intrapersonales así como índices producidos por la propia conducta que la persona
activa para regular su comportamiento (es decir, retroalimentación).
El autocontrol se basa en el esfuerzo de la persona para activar, mantener o inhibir
un comportamiento. Sin esfuerzo no debería hablarse de autocontrol, sino de
autorregulación.

2.1. Definición de autocontrol


1. Autocontrol según Skinner: Skinner (1953) defendió que el auto-control
se refiere a conducta y se dará cuando la persona reciba consecuencias aversivas y
consecuencias positivas por un mismo comportamiento. Es decir, para Skinner,
surgirá la necesidad de autocontrolarse en la medida en que exista un conflicto
entre las consecuencias de un comportamiento. Autocontrol será toda aquella
conducta que reduzca la posibilidad de aparición de la conducta castigada. Esta
reducción o evitación del castigo consolidaría la respuesta de auto-control. Según
Skinner, las respuestas controladoras serán aquellas que emite la persona para
resolver el conflicto, manipulando las variables de las que la conducta a controlar (o
controlada) es función. Esta última debe cambiar su probabilidad de aparición.
2. Autocontrol según Goldfried y Merbaum: Goldfried y Merbaum (1973)
asumen también que el autocontrol surge cuando una persona necesita resolver un
conflicto. El autocontrol implica una decisión a la que se llega a través de una
deliberación consciente, con la intención de integrar una acción que trata de lograr
ciertos resultados u objetivos deseados, determinados por la persona misma. Por lo
tanto, el acto de autocontrol estaría mediado por procesos cognitivos superiores
(pensamiento y lenguaje), y la necesidad de controlar el comportamiento surgiría, no
sólo por conflictos intrapersonales, sino que, tanto agentes sociales como una
nueva información podrían activarlo. Por lo tanto, en este caso, el auto-control
conlleva, un proceso en el que debe aparecer varios aspectos, como un desajuste
en las conductas de la persona, una decisión, el establecimiento de objetivos y
metas, una planificación del cambio, así como la influencia externa del ambiente,
tanto para el desencadenamiento del proceso como para el establecimiento de
metas y desarrollo de estrategias. Por ello el autocontrol se aprende.
3. Autocontrol según Thoresen y Mahoney: Thoresen y Mahoney (1974)
opinan que la asignación de un comportamiento autocontrolado depende, en buena
medida, del contexto cultural o social. El punto central es que la persona misma sea
el principal agente de cambio. Por lo tanto, lo que debe plantearse, es qué grado de
autocontrol está ejerciendo la persona sobre su comportamiento, como parte de un
continuo con un extremo de máximo control personal y otro extremo de máximo
control externo. Según Thoresen y Mahoney, una persona ejerce auto-control
cuando, en ausencia relativa de restricciones externas inmediatas, pone en marcha
una conducta, cuya probabilidad de aparición previa ha sido menor que la de
conductas alternativas disponibles. Esta decisión implica unas recompensas
diferidas (o reducciones de consecuencias aversivas) y un mayor esfuerzo. Los
procesos cognitivos servirían de unión entre la conducta autocontrolada y las
consecuencias diferidas, manteniendo el comportamiento adecuado, y ayudando a
anticipar las implicaciones del mismo. Se darían dos tipos de auto-control:
Auto-control acelerativo, que englobaría aquellas ocasiones en las que la
persona debe acelerar o incrementar comportamientos (por ejemplo, someterse a
una intervención médica dolorosa).
Auto-control decelerativo que implica una reducción de comportamientos,
como, por ejemplo, dejar de fumar, o de comer ciertos alimentos.
En el primer caso, las consecuencias inmediatas de la conducta a controlar son
aversivas, mientras que en el segundo, las consecuencias inmediatas son
placenteras. En ambos tipos de autocontrol se trata de que la persona afronte una
situación desagradable, bien para conseguir unas consecuencias diferidas de mayor
valor para la persona, bien para evitar situaciones aversivas de efectos no
deseados.
Kanfer: Para Kanfer, el auto-control se caracteriza por ser un caso especial
en el que hay un determinado motivo subyacente para inhibir una secuencia de
respuesta que, bajo otras circunstancias, podría predecirse que posee una
probabilidad elevada de ocurrencia. Auto-control siempre implica una situación en la
que existe la posibilidad realizar conductas altamente probables, pero por el
contrario, aparece una serie de respuestas de probabilidad menor. Kanfer propuso
un primer modelo de autorregulación que constaba de tres estadios:
Autoobservación (self-monitoring), en el cual la persona observa su
comportamiento a modificar y, en algunos casos, los registra.
Autoevaluación (self-evaluation) en el que la persona establece unos
estándares, normas, o criterios que marcan los objetivos a conseguir, con los cuales
contrasta si el cambio de comportamiento es adecuado o no.
Autorrefuerzo (self-reinforcement) donde la persona se auto-administra
consecuencias simbólicas o tangibles, bien positivas (si ha igualado o superado los
criterios) o bien negativas (o ninguna recompensa) (auto-castigo) si no ha
conseguido los criterios previamente impuestos.
Este modelo basado en la retroalimentación que la persona posee sobre su propio
comportamiento y las consecuencias que genera sobre sí o sobre el entorno,
destaca la importancia de los criterios, esenciales para el desarrollo del proceso de
autorregulación y de auto-control. La autorregulación es, según Kanfer, un
procedimiento auto-corrector que se daría únicamente cuando surgieran
discrepancias, índices de peligro inminente o estados motivacionales conflictivos, lo
que activaría el sistema de auto-observación. Las conductas autorreguladas
surgirían cuando la persona necesita aumentar la eficacia de su comportamiento
ante determinadas tareas, o bien ante una situación que exige un cambio en la
probabilidad de aparición de determinadas respuestas. Pero el autocontrol implicaría
necesariamente, a diferencia de la sola autorregulación, un estado aversivo, en el
que la persona debe esforzarse por alterar la probabilidad de una respuesta o
respuestas.
2.2. Clases de autocontrol
Autocontrol decisional: la persona debe elegir entre una alternativa que
produce consecuencias inmediatas (positivas o negativas) y otra alternativa de
consecuencias diferidas de mayor valor cuantitativo o cualitativo para la propia
persona. Lo esencial en este tipo de auto-control es que, una vez el individuo ha
elegido, las variables que afectan a su comportamiento ya no caen bajo su control.
Auto-control prolongado: es una variante del anterior, pues, una vez la
persona ha tomado la decisión sobre qué elegir, debe de poner en práctica recursos
(cómo hacerlo) para realizar las tareas necesarias para lograr los objetivos que se
marcó en la toma de decisión. Si el realizar lo comprometido lleva consigo poner en
marcha alguna conducta con consecuencias conflictivas y carece de indicios o
control ambiental que le determinen lo que debe hacer, la persona se encuentra en
una situación de autocontrol prolongado.

2.3. Paradigmas experimentales en el estudio del autocontrol


Este auto-control puede implicar, según Kanfer, dos situaciones diferentes:
2.3.1. Demora de la gratificación
2.3.2. Resistencia a la tentación
2.3.3. Tolerancia a la estimulación aversiva
Resistencia a la tentación/demora de la gratificación: el individuo debe inhibir
comportamientos altamente probables con consecuencias inmediatas positivas, y, a
veces, emitir simultáneamente, comportamientos de baja probabilidad. Los ejemplos
son los mismos que pusimos para el auto-control decelerativo.
Tolerancia a la aversión (paradigma del héroe) heroísmo o resistencia al dolor: la
persona emite comportamientos poco probables en ella, con consecuencias
inmediatas aversivas y, en ocasiones, reducir comportamientos con consecuencias
cercanas positivas. Los ejemplos serían los mismos indicados para el auto-control
acelerativo.
También establece dos tipos de criterios probabilísticos:
De amplio espectro: según estos autores, un estándar de amplio espectro implicaría
el mantenimiento de objetivos personales duraderos que afectan en un rango de
situaciones altamente valoradas por la persona. Por ejemplo, ser una persona
competente y eficaz sería un estándar de amplio espectro.
De espectro reducido: este tipo de estándares incluyen un rango limitado de
situaciones para las que serían relevantes. Por ejemplo, ser competente y eficaz
sólo para resolver problemas de bricolaje.
En definitiva, lo que importa es que la persona elija y asuma determinados criterios,
interiorizando las pautas que deben regular su comportamiento. Una vez
establecidos los criterios y realizada la acción, la persona compararía los resultados
obtenidos con los criterios (o resultados que debería haber obtenido).

2.4. Aplicaciones del autocontrol


3. Procesos de atribución
3.1. Teoría de Heider
La teoría de la atribución de Fritz Heider es un método que se puede utilizar para
evaluar cómo la gente percibe su propio comportamiento y el de los demás. En su
teoría, cuenta que las personas observan, analizan y explican los comportamientos
con explicaciones. A pesar de que las personas tienen diferentes tipos de
explicaciones para los acontecimientos de los comportamientos humanos, Heider
agrupó las explicaciones en dos categorías:
Atribución interna (personal): La causalidad se asigna a un factor, a un agente o a
una fuerza interior. La causa de la conducta dada se asigna a las características del
individuo, tales como la capacidad, personalidad, estado de ánimo, los esfuerzos,
las actitudes o la disposición.
Atribución externas (situacional): La causalidad se asigna a un factor, a un agente o
a una fuerza exterior. La causa de la conducta dada se asigna a la situación en la
que el comportamiento ha sido visto como en la tarea, con otras personas o la
suerte.
Estos dos tipos de atribución conducen a percepciones muy diferentes del individuo
que se involucra en una conducta
Las normas de inferencia de sentido común: Heider las definió como las «reglas de
la psicología ingenua de la acción», que analizan:
La capacidad del actor: analiza la capacidad del actor a realizar una
determinada conducta.
La dificultad de la conducta : analiza por qué no se puede realizar una
conducta, puede deberse a circunstancias que lo impidan.
La motivación: analiza el querer hacer el esfuerzo necesario o intentarlo. La
motivación es necesaria para que la acción se lleve a cabo realmente.
La naturaleza y/o la intensidad de los esfuerzos realizados por el actor:
analiza la naturaleza e intensidad de los esfuerzos ya que a partir de ellos se explica
la presencia o ausencia de motivación.
Los dos primeros puntos determinan conjuntamente si la acción es posible para el
actor y los dos últimos determinan la realización de la acción y los esfuerzos para
llevarla a cabo.

3.2. Teoría de Weiner


El modelo motivacional de Bernard Weiner (1986) explica la conducta de logro
mediante las atribuciones causales percibidas por las personas en resultados de
logro anteriores y las consecuencias de esas atribuciones, relacionadas con las
dimensiones de la atribución causal, tanto cognitivas (expectativas) como afectivas
(emociones dependientes de la atribución). Según este modelo, una secuencia
motivacional se inicia cuando una persona obtiene un resultado que puede ser
positivo/éxito (cuando se alcanza un objetivo) o negativo/fracaso (cuando no se
alcanza un objetivo), y como consecuencia experimenta sentimientos genéricos de
felicidad (en el éxito) o frustración (en el fracaso), e inicia un proceso de búsqueda
causal para determinar la causa del resultado (proceso de atribución causal). Con lo
cual, esta teoría relaciona las expectativas para el futuro con la estabilidad de las
atribuciones realizadas, de modo que atribuciones más estables sostienen las
expectativas de obtener el mismo resultado en el futuro, mientras que las
atribuciones más inestables producen cambios de las expectativas sobre el
resultado futuro (principio de expectativa). En este proceso influyen un gran número
de antecedentes, como por ejemplo, algunas informaciones concretas, reglas de
asignación causal, sesgos perceptivos específicos, comunicaciones de otros, etc.,
que culminan con la atribución del resultado a una determinada causa singular (por
ejemplo atribuir un fracaso académico a falta de esfuerzo).
Weiner propone tres dimensiones para explicar las atribuciones que hacen las
personas, estas son: localización, estabilidad y capacidad de control. Dichas
dimensiones, según Weiner (2000), son esenciales para entender las motivaciones
y atribuciones que realizan las personas para explicar las causas de las conductas y
acontecimientos de la realidad.
La primera dimensión es denominada por Weiner como localización, pero
para otros autores es conocida como Locus de control. Existen dos clases de
localización, la primera es la localización interna que explica las causas de los
acontecimientos que se interpretan como causas internas, como por ejemplo: “Usted
ha estudiado poco para este examen y por eso lo ha suspendido”. La segunda es la
localización externa, donde las causas de los hechos se interpretan en función de
sucesos externos a nosotros, como por ejemplo: “No ha aprobado el examen porque
no ha tenido suerte o porque lo han puesto difícil”.
La segunda dimensión es la estabilidad, esta hace referencia a factores
estables e inestables. Los factores estables no pueden cambiar de sujeto ya que no
dependen de él. Un ejemplo claro de todo esto es cuando usted suspende un
examen porque es poco inteligente y la inteligencia es innata, este tipo de atribución
es la que hace que los sujetos piensen que por más que se esfuercen no van a ser
más inteligentes. Por lo tanto estos factores estables se consideran inmodificables,
que no dependen de nosotros, con lo cual son causas externas con poca
probabilidad de cambiar y puede que nos influyan tanto positivamente como
negativamente. Por otro lado los factores inestables son causas que sí que pueden
cambiar, un ejemplo de todo esto y continuando con el anterior, sería que el día de
ese examen estuviera muy cansado, con lo cual ese sería el motivo de suspender el
examen.
La tercera dimensión, según Weiner, es la Capacidad de Control, la cual
tiene la capacidad de cambiar las causas que producen determinados
acontecimientos. Existen factores controlables y factores incontrolables. Los
factores controlables son causas que se pueden controlar, por ejemplo, si considera
que el examen lo suspendió porque estaba cansado por haber dormido poco esa
noche, es un factor que se puede controlar y cambiar. Por otro lado, los factores
incontrolables son causas que el sujeto considera que no puede controlar, como, por
ejemplo, el motivo de suspender el examen ha sido que en el momento de
comenzarlo, le entró un dolor de cabeza muy fuerte y eso le impidió hacerlo
correctamente.
4. Inteligencia emocional
4.1. Historia del concepto de Inteligencia Emocional
4.2. Modelos de Inteligencia Emocional
4.2.1. Modelo de habilidad:
Modelo de inteligencia emocional de Salovey y Mayer. Identificar y organizar las
habilidades específicas necesarias para comprender y experimentar emociones de
manera adaptativa. La inteligencia emocional aumenta con la edad, como la
inteligencia cristalizada. Test; MEIS.
4.2.2. Modelos mixtos:
Goleman. Medidas de inteligencia emocional basadas en una concepción de
la misma como persona. (Conocimiento propias emociones, autocontrol, capacidad
motivarse, empatía y relaciones) Inventario de competencia emocional (ECI)
Reuven Bar-On Inteligencia emocional como conjunto de capacidades,
competencias y habilidades no cognitivas. Inventario cociente emocional (EQ-i)
4.2.3. Aproximación de procesos
4.3. Relación de la inteligencia emocional con otras variables
5. Estrategias cognitivas: el optimismo y el pesimismo defensivo

14. FACTORES PROTECTORES FRENTE A LA ENFERMEDAD


CONCEPTUALIZACIÓN Y MEDIDA
Conceptualización
Bandura. Expectativa de autoeficacia como la convicción de que uno puede
ejecutar con éxito la conducta requerida. Afecta tanto a la iniciación como la
persistencia de la conducta. Supone un juicio acerca de la capacidad que uno cree
tener para realizar algo. Esta creencia tiene carácter multidimensional y contextual.
Expectativa de resultado (Bandura) creencia acerca de la probabilidad de que
determinados resultados sigan a una conducta.
Expectativa de control sobre los refuerzos (Rotter) Creencia sobre la propia
responsabilidad sobre las consecuencias que siguen nuestros actos
(interna-externa).
Diferencias individuales y evaluación
● Nivel; volumen de demandas situacionales a las que uno cree poder dar
respuesta eficazmente.
● Generalidad; carácter generalizado o específico (social, docente) de la
imagen que uno tiene de sí mismo.
● Intensidad; seguridad con que mantiene la convicción en la propia capacidad;
relación con la persistencia de la conducta.
Autoeficacia percibida alta: Elevado nivel de aspiraciones/atracción por las
situaciones difíciles/No se dan por vencidos fácilmente/analizan cuidadosamente la
situación/se recuperan fácilmente de los posibles fracasos/frecuente experiencia de
éxito en sus actividades.
Autoeficacia percibida baja: Conformistas y con moderado nivel de aspiraciones /
antes los obstáculos abandonan /evitar situaciones amenazantes/ suelen ver las
cosas de manera negativa / su modo de enfrentarse a los problemas les predispone
al fracaso /frustración con facilidad
ORIGEN Y DESARROLLO
Experiencia personal
La realización exitosa de una tarea ante la que uno no se sentía seguro tenderá a
incrementar la sensación de dominio. La experiencia de fracaso, minará aún más la
confianza. La gente altera su percepción de autoeficacia a partir del feedback que
recibe su ejecución en una situación. Depende de factores como; nivel de dificultad,
cantidad de esfuerzo o particularidades de la circunstancia. El efecto de la
experiencia es más significativo cuando se produce en las primeras fases de la
cadena de acontecimientos integrantes de cualquier conducta dirigida a una meta
(menos significativa en estadios avanzados). Efecto menos significativo en estados
avanzados de la secuencia conductual.
Experiencia vicaria
Influye sobre la sensación de predictibilidad y controlabilidad de la situación. Mayor
cuanto mayor es la similitud con el observado. El valor de la conducta observada se
incrementa mientras mayor es la similitud entre observador y observado. También
se incrementa si observamos que el modelo ha logrado realizar la conducta, superar
la situación.
Influencia social
Opinión y valoración que los demás hacen de nuestra conducta. Importante para
corregir sesgos. No todas las opiniones son igualmente relevantes, depende de la
credibilidad de la fuente y de que no haya mucha discrepancia con nuestra opinión.
No incide directamente sobre la percepción de autoeficacia, sirve como estímulo
para realizar la conducta que de otra manera no se haría.
Indicadores de activación fisiológica y emocional
La percepción de autoeficacia puede verse influida por la interpretación de los
indicadores fisiológicos de activación emocional. Si se valora como señal de
vulnerabilidad personal; se deteriora el nivel de confianza en la propia capacidad.
PROCESOS MEDIACIONALES
1) Procesos cognitivos: Acción sobre el modo en que el individuo anticipa y hace
planes para su futuro. Mayor confianza en sus recursos; ven el futuro más optimista
y metas más ambiciosas. Al encontrarse con dificultades si se está seguro de su
capacidad; valorarán tales circunstancias como contingencias esperables.
2) Procesos motivacionales: Personas con mayor autoconfianza invierten mayor
esfuerzo para lograr los objetivos que se ha propuesto y persisten más en este
empeño, pese a los avatares que tenga que atravesar. La percepción de
autoeficacia condiciona el tipo de metas y objetivos que uno se propone conseguir.
Más autoeficaz; metas más ambiciosas y enriquecedoras. Importante también la
expectativa de los resultados que uno percibe puede reportarle actividad. Una
persona con poca confianza en su competencia; Cuando fracasa: atribuciones
internas, estables e incontrolables. Cuando tiene éxitos, atribuciones; externas,
incontrolables y estables / inestables.
3) Procesos afectivos: Poca percepción de autoeficacia; mayor cantidad de
amenazas y las valora más negativamente las dificultades. Más percepción de
autoeficacia; lo valora como un reto. En pacientes fóbicos; la percepción de
autoeficacia ayuda al proceso de cura. Las personas que desconfían de su propia
capacidad tienden a mantener activas este tipo de experiencias más tiempo.
4) Procesos de selección. Uno va configurando su trayectoria vital, su proyecto de
vida.
EFECTOS DE LA PERCEPCIÓN DE AUTOEFICACIA
Ámbito educativo
La percepción favorece el rendimiento académico. Este efecto es relativamente
independiente del efecto asociado al nivel de habilidad y capacidad objetiva del
individuo.
Motivación académica La percepción de autoeficacia aumenta la motivación
ejerciendo su efecto positivo sobre la perseverancia en la tarea (Investigación de
Schunk) Este efecto se generaliza a tareas nuevas y distintas.
Estado afectivo: El efecto de la ansiedad no es directo; la ansiedad no influirá por sí
misma, sino dependiendo del nivel de autoconfianza y expectativas de rendimiento
que uno tenga. La percepción de capacidad (general) mediaba en el efecto del
rendimiento pasado sobre el nivel de ansiedad, de forma que aquellos sujetos que
habían fracasado en el pasado presentaban mayor nivel de ansiedad, si percibían
con poca capacidad. En cambio, la experiencia pasada parecía no afectar el nivel de
ansiedad con que se afrontaba la tarea en el futuro. Luego, lo decisivo es la
percepción de autoeficacia.
Ámbito clínico
Trastornos fóbicos. A medida que se incrementa el nivel de autoeficacia, mejora el
desarrollo de conductas de aproximación al objeto fóbico (papel central. Papel
secundario; ansiedad, pánico, daño). Reacción depresiva; convicción de que no
poseemos control sobre lo que nos sucede.
Otros problemas. Toshima, Kaplan y Ries. Obstrucción pulmonar crónica. La
percepción de autoeficacia mejora la condición física y psicosocial. Holman y Lorig.
Artritis crónica. Fortalecer la percepción de autoeficacia. Ewart. Rehabilitación de
pacientes con infarto de miocardio. La percepción de autoeficacia reduce niveles de
ansiedad por la expectativa de posibles episodios coronarios en el futuro.
Adaptación a situaciones estresantes
En las situaciones de crisis, el nivel de autoeficacia que uno mantiene sirve como
factor protector, facilitando la adaptación a las nuevas condiciones. Investigación de
Jerusalem y Mittag; tanto los factores personales (autoeficacia) como los
ambientales (situación ocupacional y estado afectivo personal) influyen en el modo
en que se afronta una situación.
Salud (prevención y promoción de la salud)
La percepción de autoeficacia es el predictor más potente de la conducta de salud.
Guarda relación con indicadores de conductas de salud como; salud bucodental,
programas detención precoz del cáncer, disminución o abandono de tabaco y
alcohol, adherencia a tratamientos, realización ejercicio físico regular, estilos
alimentación saludables y empleo medidas protección sexual.
Tendencia al decremento de acción; la indefensión aprendida
Overmier y Seligman. Término indefensión aprendida; expectativa de falta de
causalidad sobre las consecuencias o de incontingencia conducta-resultados. Esto
generaba:
● Falta de motivación para iniciar otras respuestas (déficit motivacional).
● Dificultad para aprender que su respuesta podría tener efecto sobre otros
acontecimientos o situaciones (déficit cognitivo)
● Las experiencias repetidas con acontecimiento incontrolables podían terminar
en depresión (déficit afectivo)
Reformulación considerando las atribuciones causales: Abramson, Seligman y
Teasdale. Reformulan el modelo. Posible aparición de depresión; factores internos
estables y globales, determinan una indefensión personal, una mayor cronicidad y
una mayor generalización.
Investigación en indefensión y personalidad: La exposición a problemas irresolubles
empeoraba el rendimiento posterior de los sujetos que atribuían su fracaso a causas
“estables”, no el de los que los atribuían a causas “inestables” o causas “globales”.
Afrontamiento centrado en el problema; atribuciones internas, inestables y
específicas.
Afrontamiento centrado en la emoción y distanciamiento; atribuciones
internas, estables y globales.
Estilo explicativo pesimista; interno , estable y global.
Integración de las consecuencias ante la pérdida de control
Wortman y Brehm. Proceso bifásico; primera fase el sujeto experimentará
reactancia para pasar , en una fase posterior, a experimentar indefensión.
Mikulincer, Kedem y Zilkha-Segal. La expectativa de control se ve afectada si el
sujeto lleva varios intentos sin éxito.
Patrón de conducta tipo A. Condiciones de alto estrés; mayor indefensión.
REACCIONES ANTES LA PÉRDIDA DE CONTROL
Tendencia al incremento de acción; la reactancia psicológica
Brehm. Cuando se amenaza la libertad de una persona para llevar a cabo una
conducta, la persona experimenta una activación motivacional (Reactancia) que
lleva al individuo a intentar restaurar su libertad de acción.
Parámetros de la reactancia
● Expectativa de libertad. Solo se experimenta reactancia cuando la persona se
percibe a sí mismo libre para ocuparse de la conducta amenazada.
● Fuerza de la amenaza. Cuanto mayor sea la amenaza, mayor cantidad de
reactancia se activará Importancia de la libertad. Cuanto más importante sea
para una persona la libertad amenazada, más reactancia.
● Implicación de otras libertades. Mayor reactancia cuando se vean implicadas
mayor número de habilidades.
● Legitimidad de la amenaza. Cantidad de reactancia va a depender de la
legitimidad de la fuente que amenaza la libertad.
Efectos de la reactancia
● Restauración directa. Se trataría de recuperar la libertad amenazada llevando
a cabo la conducta amenazada.
● Restauración indirecta. Realizar una conducta equivalente a la amenazada.
● Respuestas subjetivas. La persona puede intentar una reestructuración
cognitiva de la situación que activa la reactancia.
Reactancia y personalidad
Locus de control interno; tienen expectativas de que a través de su conducta
van a conseguir los resultados deseados. Experimentaran mayor reactancia cuando
esa libertad de acción se vea amenazada.
Reactancia como variable de diferenciación individual. La Reactancia es un
factor que nos ayuda a explicar la falta de seguimiento de los tratamientos.
Estrés como fenómeno relacional persona-entorno
Procesos cognitivos de valoración: El impacto de la situación viene modulado por
la forma en que el individuo la percibe y valora.
● Valoración primaria. Si es positiva, irrelevante o estresante. La clave es la
ponderación entre lo que está en juego y el valor que tiene.
● Valoración secundaria. Valoración de posibilidades de hacer frente a las
demandas. Potencial negativo; mayor cuanto más importantes sean las
consecuencias y uno se considere incapaz de afrontarlo con éxito.
Investigación respecto;
1) Intervalo de anticipación; tiempo suficiente para valorarlo.
2) Incertidumbre; temporal o de ocurrencia. Aumento de estrés a medida que la
confrontación se hace evidente.
Procesos de afrontamiento
Estrategias de afrontamiento o coping; destinadas a restablecer el equilibrio,
cambios en los procesos valorativos.
Lazarus. Debate de afrontamiento como estilo o como proceso.
Folkman y Lazarus. Ways of coping questionnaire (WCQ).
● Estrategias centradas en el problema; recomponer el equilibrio.
Confrontación, búsqueda de apoyo social y búsqueda de soluciones.
● Estrategias centradas en la emoción; aminorar el impacto. Autocontrol,
distanciamiento , reevaluación positiva, autoinculpación y escape / evitación.
Endler y Parker. (CISS) Centradas en la tarea, emoción y evitación
(distracción o diversión social).
EL PROCESO ADAPTATIVO (2)
Folkman y colaboradores.
Si está en juego la autoestima. Uso; de confrontación, autocontrol ,
autoinculpación o escape- evitación. No uso de búsqueda de apoyo social.
Si está en juego el bienestar de un ser querido. Uso de confrontación. No
uso; de distanciamiento, análisis de la situación o búsqueda de soluciones.
Si percibe que puede cambiar la situación; confrontación, búsqueda de
soluciones y reevaluación positiva.
Si percibe que no tiene nada que hacer; distanciamiento.
Peacock y Wong. Modelo de congruencia del afrontamiento afectivo. Valoración en
diferentes dimensiones y cada una activa esquemas específicos de afrontamiento. 8
esquemas;
1) Esquema situacional; centrada en el problemas (situación controlable).
2) Esquema de apoyo social; si uno no tiene habilidades suficientes.
3) Esquema preventivo; se anticipan problemas controlables.
4) Esquema emocional-pasivo; situaciones importantes y muy amenazantes.
5) Esquema emocional-activo; situaciones amenazantes de menor
importancia.
6) Esquema de auto-reestructuración; si el problema es por las propias
cogniciones.
7) Esquema existencial; problemas de pérdida.
8) Esquema espiritual; situaciones humanamente incontrolables.
Procesos moduladores
Factores personales
Protectores; alta búsqueda de sensaciones, alto nivel de confianza,
optimismo, sentido del humor, sentido de coherencia y firmeza.
No protectores; patrón de conducta tipo A.
Personas orientadas a la tarea; (Hombres) Más optimistas y competitivos.
Personas orientadas a la emoción; (Mujeres) Más altas en hostilidad, ira,
impaciencia, ansiedad, estado de ánimo depresivo y pesimismo.
Altos en tesón; utilizan más estrategias activas, dirigidas a la solución de
problema y recurren menos al uso de alcohol o drogas.
Altos en apertura mental; utilizarían más la reevaluación positiva de la
situación.
Altos en afabilidad; parece evitar la confrontación directa.
Extravertidos; se comprometerían en más actividades de tipo social y
tenderían a evitar menos las situación estresantes que los introvertidos y tienden a
utilizar más estrategias directas que estos últimos.
Factores ambientales
El nivel de ambigüedad de la situación puede aumentar su potencial
amenazante, provocando incertidumbre y desconfianza en la propia capacidad para
controlar una situación.
Carácter novedoso; sensación de falta de control sobre la situación y
dificultad para prevenir.
Carácter discreto o crónico; mayor incidencia desadaptativa de los estresores
crónicos, que de los discretos.
Disponibilidad de recursos en el entorno social; a los que recurrir en caso de
necesidad.
15. APORTACIONES SOBRE LA IDENTIDAD DESDE LA PERSPECTIVA
COGNITIVA Y SOCIAL
1. El problema del yo
2. Identidad personal como identidad narrativa
La identidad es una construcción que nos proporciona un sentido de
permanencia y singularidad. La permanencia refiere a lo que somos, siendo en todo
momento ese “ser idéntico a sí mismo”. La singularidad nos da la certeza de que
somos únicos e irrepetibles, es el punto de referencia sobre el cual nos
diferenciamos de los demás.
Existen varios enfoques que definen la identidad personal, entre ellos
podemos encontrar:
Enfoque psicológico: centra la comprensión de la identidad personal sobre la
interacción de diferentes procesos: memoria, pensamiento, creencias y emociones.
Para este enfoque, la identidad es una propiedad mental del ser humano. No se
puede localizar biológicamente.
Enfoque somático: en este enfoque se reconoce que la identidad personal
yace en el cuerpo. Es decir, que somos lo que somos gracias al cuerpo que
tenemos. Podríamos decir que somos nuestro cuerpo. Este enfoque es más
biologicista. La identidad personal se encuentra en la materialidad del cuerpo.
Enfoque narrativo: la identidad personal es una narrativa que el sujeto
construye para sí mismo y los demás. Así pues, la identidad se alcanza mediante la
narración que las personas hacemos de nuestra propia vida. La identidad es una
historia mediada por el lenguaje.

3. Estabilidad y cambio
3.1. La estabilidad de la personalidad
Constancia: es la persistencia que percibimos de nuestra identidad a lo largo
del tiempo. Aunque la identidad sea un continuo devenir, es cierto que hay ciertos
rasgos que tienden a ser más estables en el tiempo. Estos rasgos representan una
utilidad para nosotros y nos proporcionan el fundamento para decir que somos
alguien.
3.2. Los cambios en la personalidad a lo largo de la vida
3.3. Integración de estabilidad y cambio
3.4. Coherencia conductual
4. La multiplicidad de yoes
4.1. Modelo de la Autocomplejidad: Linville formuló un modelo que
relaciona la multiplicidad del yo o autocomplejidad con la variabilidad afectiva, y que
consta de cuatro supuestos:
El primero asume que el yo está representado cognitivamente en términos de
múltiples aspectos. Estos aspectos dependen en parte del número de roles sociales
que una persona tiene en su vida (por ejemplo, esposa, madre, abogada), pero
también del tipo de relaciones interpersonales que establece (de colegas, de
rivalidad, de apoyo, maternal), de las actividades que realiza (jugar el mus, nadar,
escribir), o de rasgos de personalidad supraordenados (ambiciosa, creadora). Cada
uno de esos aspectos del yo organiza un conjunto de proposiciones y características
sobre uno mismo (rasgos de personalidad, características físicas, habilidades,
preferencias, objetivos, recuerdos autobiográficos), de forma que los aspectos del
yo difieren entre ellos en la medida en que engloban conjuntos distintos de
características.
4.2. Teoría de la Autodiscrepancia: La teoría de la autodiscrepancia de
Higgins se centra en el tema de los yoes como guías del self. Este autor plantea que
el yo no es un concepto unitario. De esta forma, para definir los distintos
componentes del yo alude a dos parámetros: los dominios del yo y los puntos de
vista del yo. En este último criterio encontramos la perspectiva de la persona sobre
ella misma, así como la que cree que tienen las personas significativas. El yo real
para Higgins sería la base de nuestro autoconcepto: lo que sabemos de nosotros
mismos, así como lo que saben los demás. El resto de yoes constituirían las guías
del yo o hacia dónde me muevo o quiero llegar. La autoestima se mantendría óptima
siempre y cuando no exista demasiada discrepancia entre yoes. Además, si
atendemos más o nos fusionamos en mayor medida con un yo que con otro, es
probable que experimentemos ciertas emociones. Por ejemplo, si mi yo que debería
es demasiado relevante y me siento fusionado a él, cuando alguna circunstancia lo
trunque, me sentiré demasiado culpable. Si me obsesiono con mi yo ideal y me
cuesta alcanzar las metas que me guían hacia él, puedo acabar frustrándome.
5. “Yo social”: la teoría de la autoobservación: El psicólogo social Mark
Snyder propuso en los años 70 el concepto de auto-observación, que
frecuentemente también se traduce de forma literal como “automonitorización”.
Estos términos hacen referencia al grado en que las personas supervisamos y
controlamos nuestro comportamiento y la imagen de nosotras mismas que
proyectamos en situaciones sociales. Completando la Escala de Auto-Observación
que desarrolló el propio Snyder u otros instrumentos de autoinforme similares se
puede obtener una puntuación relativa al nivel en que un individuo monitoriza su
conducta. Se han identificado diferencias relevantes entre el conjunto de personas
con puntuaciones altas en auto-observación y las que tienen un nivel bajo. En este
sentido la auto-observación puede ser considerada un rasgo de personalidad que
haría referencia a la capacidad o a la preferencia de una persona por adaptar el
comportamiento al contexto social en el que se encuentra. Se trata, por tanto, de un
término muy cercano al de “espontaneidad”, aunque específico de las situaciones de
interacción social. Las personas que puntúan alto en los tests de automonitorización
ejercen un fuerte control sobre su conducta externa y la imagen de ellos mismos
que proyectan socialmente; de forma más concreta, se adaptan a las características
de la situación de interacción y de los interlocutores. La autoimagen de estas
personas no siempre se corresponde con su comportamiento. Quienes monitorizan
mucho su comportamiento suelen concebir las situaciones sociales desde un punto
de vista pragmático, dando gran importancia a objetivos como la retroalimentación
positiva o la transmisión de una imagen personal admirable. Snyder describe este
rasgo como deseable, y en cierto modo patologiza la baja automonitorización. Por
contra, quienes tienen un nivel bajo de auto-observación procuran mantener la
coherencia entre la visión que tienen de ellas mismas y la que proyectan a las
demás. Así, muestran patrones sociales consistentes, tienden a expresar sus
verdaderos pensamientos y no están constantemente preocupadas por el modo en
que puedan ser evaluadas. Según Snyder y otros autores las personas bajas en
auto-observación tienden en mayor medida a la ansiedad, a la depresión, a la ira, a
la agresividad, a la baja autoestima, al aislamiento, a los sentimientos de culpa, a la
intransigencia hacia otras personas o a las dificultades para mantener un empleo.
Muchos de estos aspectos se asociarían al rechazo social.

6. Teoría de esquemas de Markus: Autoesquemas Dar sentido a la propia


conducta en dominios particulares da como resultado la formación de estructuras
cognitivas sobre el yo, o esquemas del yo. Estas estructuras interpretativas reflejan
las propias observaciones, así como las que ofrece el contexto social, y dan
coherencia, significado y forma a la experiencia actual y futura. Los autoesquemas
facilitan juicios y decisiones relevantes para sí mismos, contienen evidencia
conductual fácilmente recuperable, proporcionan una base para la auto predicción
segura del comportamiento en dominios relacionados con el esquema y ayudan a
las personas a resistir la información inconsistente del esquema. Posibles yoes Los
posibles yoes representan las ideas de los individuos sobre lo que podrían llegar a
ser, lo que les gustaría llegar a ser y lo que temen convertirse. Proporcionan
vínculos conceptuales entre cognición, emoción y motivación. Proporcionan un
contexto para comprender el yo actual y son incentivos y guías para el
comportamiento futuro. Nosotros mismos somos moldeadores culturalmente
moldeados Sobre la base del trabajo de los psicólogos culturales anteriores,
Markus, junto con el psicólogo social y cultural Shinobu Kitayama, ha ampliado el
campo de la psicología cultural y ha examinado cómo los diversos contextos
culturales de los individuos dan forma y reflejan las emociones, cogniciones,
motivaciones y relaciones de los individuos. como su salud física y mental y su
bienestar.
COSAS PA SABER
Los sistemas descriptivos de la estructura de personalidad de Eysenck,
Guilford y Cattell han sido comparados en un famoso trabajo que se publicó a finales
de los años sesenta por H.J. Eysenck y S.B.G. Eysenck. Este estudio: Presentó
evidencia de superposición de los factores a favor del sistema de Eysenck, aunque es un
trabajo con limitaciones metodológicas serias que impiden sacar una conclusión clara
respecto a la estructura de personalidad en factores básicos.
“El efecto de las situaciones sobre las disposiciones da lugar a …”: Los estados
psicológicos.
Tradicionalmente la Psicología Diferencial, al estudiar la variabilidad
comportamental, ha utilizado diseños: Transversales.
El sentido de la propia identidad: Se asienta sobre la existencia de coherencia
conductual.
El análisis de los resultados alcanzados en la dimensión de impulsividad indican
que: Es un factor complejo definido parcialmente hasta el momento pero todavía no aislado
de forma satisfactoria.
La interpretación de contenido de un factor intenta detectar a nivel
teórico-especulativo: Lo común a las variables con peso o saturación alta en ese factor.
La característica fundamental del enfoque diferencial en el estudio del
comportamiento humano es que: Busca extraer y formular regularidades en el
comportamiento, adaptando el nivel de generalidad de las leyes a su objeto, el estudio de
las diferencias individuales.
Según el modelo de la personalidad de Allport, ¿Cómo se denomina el Rasgo
que es tan relevante en la vida de una persona que prácticamente todos sus
comportamientos son atribuibles a la influencia de dicho rasgo?: Cardinal
Cuando se comparan las distribuciones de las puntuaciones de diferentes
medidas de rendimiento cognitivo de hombres y mujeres, se suele encontrar igualdad
entre los valores medios, pero los valores de varianza siempre son mayores en los
grupos de hombres que en los de mujeres. ¿Cómo se llama este fenómeno?: Hipótesis
de la variabilidad.
¿Qué relación se desprende de los estudios sobre las relaciones entre
Dependencia-Independencia de campo y psicopatología? (DC = Dependientes de
Campo, IC = Independientes de Campo): Que los DC muestran mayor proclividad a los
síntomas depresivos y los IC a los paranoides.
¿Qué atributo o dimensión psicológica se suele considerar un “estilo
cognitivo”?: La independencia de campo.
La estabilidad es constancia o regularidad a través del tiempo y la consistencia a
través de las situaciones.
¿Cuáles son las dimensiones o factores de segundo orden del modelo de la
personalidad de Cattell evaluadas en el cuestionario 16PF-5?: Extraversión, ansiedad,
independencia, autocontrol y dureza.
Al comparar grupos de adultos de diferentes edades en las principales
dimensiones de personalidad se ha encontrado en diferentes países que: Los adultos
de más edad puntúan más bajo que los más jóvenes en neuroticismo, extraversión y
apertura.
¿Qué unidades de análisis de la psicología de la personalidad propone Mischel
desde su modelo cognitivo social?: Competencias, constructos personales, expectativas,
valores y sistemas de autorregulación.
¿Qué ponen de manifiesto las revisiones metanalíticas actuales sobre las
diferencias de sexo con respecto a la expresión de la agresión?: Que el promedio de
varones supera al promedio de mujeres en una magnitud variable de pequeña a moderada,
dependiendo del contexto y del tipo de agresión.
Los modelos factoriales de la Personalidad intentan dar respuesta a uno de los
objetivos básicos de la Psicología Diferencial que es el de: Dimensionalización y
organización.
Las aportaciones de Royce y Powell a la psicología de la personalidad han
tomado como base la teoría del procesamiento de la información y desarrollan un
modelo compuesto por: Seis sistemas básicos: sensorial, motor, cognitivo, afectivo, de
estilo y valor.
Los estudios realizados con gemelos muestran que la variable creatividad:
Está, en gran parte, influida por el ambiente compartido.
Una de las principales conclusiones aportadas por estudios sobre la
estabilidad de la persona alude a que, en general: La personalidad es más estable a
partir de los 50 años.
La “dificultad para concentrarse” o las “oscilaciones en el estado de ánimo”,
podrían tomarse como indicadores de: Neuroticismo.
Según el trabajo clásico y todavía válido en muchos aspectos de Maccoby y
Jacklin sobre diferencias entre sexos, ¿cuál es el porcentaje máximo que aparece de
varianza explicada por el sexo en las diferencias bien establecidas (por ejemplo, en
aptitudes verbales y visoespaciales)?: El 5%.
El análisis de los resultados alcanzados en la dimensión de impulsividad
indican que: Es un factor complejo definido parcialmente hasta el momento pero todavía no
aislado de forma satisfactoria.
La diferencia entre estado y rasgo de ansiedad fue propuesta inicialmente
por:Cattell.
La utilidad predictiva de las variables de personalidad se incrementa en
situaciones: Con escaso nivel de estructura.
El desarrollo de procedimientos matemáticos permitió identificar
constelaciones de tests de inteligencia situados en el mismo “cluster” en el análisis
factorial, infiriendo a partir de cada constelación una aptitud mental. ¿Qué autor
defensor de esta postura identificó siete aptitudes primarias?: Thurstone.
Por contraste con las estrategias de afrontamiento dirigidas a la emoción, las
dirigidas al problema se caracterizan por: Abordar la adversidad objetiva para
modificarla.
La impermeabilidad del sistema de constructos que define a una persona, a
nivel clínico: Caracteriza a los pacientes obsesivos.
La teoría triárquica de R.J. Sternberg comprende tres subteorías. Una de ellas,
la subteoría experiencial, plantea que la inteligencia debe evaluarse teniendo en
cuenta dos capacidades básicas: La capacidad para hacer frente a tareas nuevas y la
capacidad para automatizar la información.
Las estructuras dimensionales propuestas por Eysenck y Cattell: Se asemejan
a nivel de factores de segundo orden.
¿Cuál de las siguientes teorías propone que la personalidad y sus
componentes están dirigidas a la búsqueda del sentido o significado personal?: La
propuesta por Royce y Powell, que proponen una Teoría de la Individualidad, basada en la
Teoría General de Sistemas.
En el análisis de la motivación de R.B. Cattell se han aislado con claridad:
Cinco factores: alfa (creencia de que los deseos de uno/a son verdaderos y practicables);
beta (interés consciente integrado); gamma (muy cercano al superego); delta (ello
inconsciente); y épsilon (conflicto inconsciente).

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