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Un rasgo es una característica o cualidad distintiva, que difieren en frecuencia, intensidad y rango de situaciones en
la que puede tener lugar. Han sido definidos como disposiciones internas y estables (patrones de conducta estables)
que hacen que el individuo tenga una mayor probabilidad de pensar, sentir y actuar de una manera determinada y no
de otra. (Rasgo=unidad básica de la personalidad)
Los rasgos entendidos así son los que nos permiten explicar las diferencias individuales. El termino rasgo en
algunos enfoques es utilizado a veces de manera intercambiable con el termino disposición y no deben
confundirse con los estados (observables, situacionales, temporalmente inestables y de corta duración).
El primer autor que mención los Rasgos en psicología de la Personalidad fue Gordon Willard Allport.
2. Gordon W. Allport
Allport fue uno de los primeros teóricos de la personalidad que no procedía de un contexto clínico sino
académico. En 1937 Allport publicó Personality: A Psychological Interpretation, el libro tuvo éxito
inmediato y se convirtió en un referente para el estudio de la personalidad.
Propuso una definición de personalidad como “organización dinámica (activa y auto-organizada que
evoluciona de forma integrada integrada) dentro del individuo, de aquellos sistemas psicofísicos
(biológico y psicológico) que determinan las adaptaciones singulares a su ambiente”. Los determinantes
de la personalidad son los rasgos (disposiciones psicofísicas útiles para explicar y predecir la conducta),
estos también son abstracciones conceptuales que resumen muchas observaciones del comportamiento de las
personas.
En contraste con el psicoanálisis o el conductismo, Allport enfatizó más en los aspectos humanos sanos y
organizados de la conducta. Los factores determinantes dela conducta de un individuo son la respuesta
condicionada, hábito, actitud, rasgo y personalidad. Allport utiliza técnicas cualitativas o registros
personales: autobiografías, composiciones literarias, diarios, cartas, etc.
Con esta definición Allport pone énfasis en la individualidad, la unicidad y la integración de la personalidad.
Allport describió la naturaleza de la personalidad en función de un conjunto de variables psicofísicas que
operan y se desarrollan de forma organizada, como una unidad, siendo responsables de activar o dirigir
acciones o pensamientos concretos, en situaciones concretas. Para Allport, tanto el rasgo como la situación
son constructos necesarios para explicar la conducta: el constructo de rasgo es necesario para explicar la
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consistencia de la conducta, mientras que el reconocimiento de la importancia de la situación es necesario
para explicar la variabilidad de la conducta.
2.1. Rasgos
Para él, la conducta humana responde a la necesidad de conducirse de acuerdo a lo que denomina un
funcionamiento propio o proprium, es decir, de una forma coherente con el modo en el que el individuo se
percibe a sí mismo (self). Allport formula una teoría comprensiva acerca del funcionamiento humano de
gran relevancia para el desarrollo posterior de los modelo factoriales y multirasgo de la personalidad.
Desarrolló el concepto de Rasgo como predisposiciones duraderas consistentes, orientadas a responder de la
misma o similar manera a estímulos diversos, y considerándolo como la unidad básica en el estudio de la
personalidad. (PPT: Rasgo. Un sistema neuropsíquico generalizado y focalizado (peculiar en el individuo)
con la capacidad para hacer muchos estímulos funcionalmente equivalentes y para iniciar y guiar dormas
consistentes (equivalentes) de conducta adaptativa y expresiva.)
Distingue tres tipos de rasgos cuyo desarrollo contribuye a la formación del propium:
Rasgos cardinales. Disposición destacada y altamente penetrante en la vida de una persona. Es tan
penetrante que está presente en la práctica totalidad de los comportamientos de la persona. Muy rara
vez la gente tiene este tipo de rasgo (Ej.: chovinismo, sadismo, maquiavélico, etc.)
Rasgos centrales. Disposición generalizada que afecta de manera penetrante a muchas conductas.
Suelen oscilar entre un número de cinco a diez por cada persona. Son las características que resumen
la personalidad, son específicos y variarán de una persona a otra.
Rasgos secundarios. Disposiciones que componen un rango más limitado de situaciones.
Son menos sobresalientes, generalizados y consistentes. No afectan a muchas conductas, pero son
consistentes.
Sin embargo, Allport consideró de vital importancia asumir también un análisis idiográfico para captar la
unicidad e individualidad de la persona. Su empeño en integrar el análisis nomotético e idiográfico
contribuyó a ganarse la antipatía de aquellos psicólogos, más preocupados por salvaguardar el estatus
científico de la psicología, y al inicio de una polémica que dividió a los teóricos de la personalidad.
Junto con Odbert, Allport contribuyó al desarrollo de la perspectiva léxica con el clásico análisis de los
descriptores de personalidad, diferenciando los rasgos de personalidad de otras unidades de análisis
importantes en el estudio de la personalidad. Seleccionaron aquellos términos que según ellos tenían la
capacidad para dar cuenta de las diferencias de comportamiento entre unas personas y otras, hasta completar
un listado de casi 18.000 palabras, que posteriormente fueron el punto de partida de del desarrollo de la
teoría de Raymond B. Cattell.
Los enfoques de rasgo otorgan gran importancia a la medida de la personalidad. No interesa tanto las causas
del comportamiento, el objetivo principal es la descripción de la personalidad. Más que cualquier otro
enfoque enfatiza las técnicas cuantitativas para medir y analizar los rasgos de personalidad, y por primera
vez lo metodológico dirige y determina los desarrollos teóricos y no al contrario, como hemos visto en los
modelos psicodinámicos y humanistas de la personalidad. Particularmente, los autores del enfoque de rasgo
han recurrido a la técnica estadística del análisis factorial como herramienta útil para poder describir esos
rasgos fundamentales. Entre los más destacados, aquí mencionamos los trabajos de R.B. Cattell y H.J.
Eysenck, dos de los teóricos del rasgo más prolíficos e influyentes.
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3. Raymond Bernard Cattell:
R. B. Cattell es considerado uno de los investigadores más destacados en el campo del análisis factorial de la
personalidad. Cattell no tiene hipótesis previamente establecidas, sino que utiliza el análisis factorial de
modo exploratorio para descubrir factores de personalidad.
Personalidad
Su definición de personalidad como “lo que nos permite predecir lo que un individuo hará en una situación
dada”, justifica su interés por medir la personalidad. Su principal instrumento de evaluación de la
personalidad, el Cuestionario 16, continúa siendo empleado ampliamente en la evaluación de la
personalidad.
Cattell se declaró partidario radical del análisis factorial y los aspectos metodológicos que impregnan su
obra han sido cruciales para el desarrollo de la psicología científica de la personalidad. La metodología
experimental comúnmente asociada a la idea de control, toma en Cattell un nuevo significado que le permite
explorar sistemáticamente la personalidad. Para Cattell el control tiene un significado esencial de inspección
y observación sistemática, y el control físico de una situación experimental clásica es sustituido aquí por la
rigurosa observación y cuidadoso registro de regularidades. Estas regularidades permitirán inducir hipótesis
que la posterior recogida y análisis de datos permitirá corroborar o no.
3.1. Estructura de la personalidad
R=f(S, P)
Rasgo
- “aquello que permite predecir lo que una persona hará en una situación determinada”
- Unidad básica de la personalidad
- Disposición estable y consistente. Un conjunto de respuestas de distinto tipo que se presentan juntas
y darán lugar a una conducta que se mantiene regular a lo largo del tiempo y a lo largo de las
diferentes situaciones que se nos presentan.
Tipos de rasgos
Según su origen
- Rasgos constitucionales: determinados biológicamente
- Rasgos ambientales: debidos a la experiencia y a la interacción con el ambiente.
Según su rango de aplicación
- Rasgos comunes: aplicables a todos los individuos.
- Rasgos específicos: exclusivos de una persona.
Según su contenido
- Rasgos de capacidad: relacionados con las habilidades y capacidades que el individuo posee para
afrontar y superar eficazmente situaciones complejas (inteligencia).
- Rasgos de temperamento: relacionados con la vida emocional de la persona de carácter innato y
con un alto grado de heredabilidad (reactividad emocional).
- Rasgos dinámicos: aluden al respecto motivacional de la conducta (explicarían el por qué).
Relacionados con las ambiciones, intereses y metas de las personas.
Estos tres tipos de rasgos, encierran los principales elementos estables de la personalidad.
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Según su estabilidad o permanencia
- Rasgos fuente o profundos. Son aquellos que se repiten en las estructuras factoriales, y que
expresan una asociación entre conductas que varían juntas para formar una dimensión unitaria
(fortaleza del yo). Los rasgos fuerte pueden tener su origen en la herencia o en el ambiente.
Encargados de configurar la estructura básica de la personalidad.
- Rasgos suficientes: son grupos de respuestas conductuales manifiestas que parecen ir juntas
(integridad, honestidad, autodisciplina, seriedad, etc.)
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bases biológicas de las diferencias individuales, fundamento del carácter explicativo de su teoría. Los rasgos
Psicoticismo, Extraversión y Neuroticismo son estadísticamente independientes, por lo que Eysenck
proporcionó un modelo biológico para cada uno de los tres (Eysenck, 1990a, 1990b). Sin embargo fue el
modelo biológico explicativo de la Extroversión el que más atención y difusión ha tenido. Desarrolló su
modelo explicativo en tres fases: la primera, fundamentada en el condicionamiento o inhibición reactiva; la
segunda en la teoría del arousal y la activación emocional; y la tercera, en la hipótesis poligenética (Tous
Ral, 1999).
4.1. Estructura de la personalidad
Personalidad
Es la suma total de patrones conductuales, actuales y potenciales del organismo, determinados por la
herencia y el medio social; se origina y desarrolla a través de la interacción funcional de los cuatro sectores
principales dentro de los cuales están organizados estos patrones de conducta: el sector cognoscitivo, el
sector connativo, el sector afectivo y el sector somático.
El carácter denota el sistema de una persona más o menos estable y duradero del comportamiento
conativo (voluntad).
El temperamento, el sistema más o menos estable y duradero del sistema del comportamiento afectivo
(emoción).
El intelecto, el sistema más o menos estable y duradero del comportamiento cognitivo (inteligencia).
El físico, el sistema más o menos estable y duradero de la configuración corporal y de la dotación
neuroendocrina.