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Universidad de San Carlos de Guatemala

Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales


Escuela de Estudios de Posgrado
Maestría en Derecho Constitucional Sección A
Docente: Doctor Roderico Segura
Historia Política y Constitucional de Guatemala

LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA DE 1985

Carlos Fernando Rosales Santos

Guatemala, octubre de 2020


INTRODUCCIÓN
La constitución de 1985 representó una vuelta a la normalidad y un avance del
país hacia la democracia que fue minada por el conflicto interno que cobró la vida
de cientos de personas, además de la pérdida en la credibilidad de las
instituciones públicas pues, a lo largo del periodo en el que ocurrieron los
acontecimientos militares se llevaron a cabo diversos fraudes electorales, actos de
corrupción y demás situaciones que pusieron en duda la capacidad de las
insipientes instituciones de mantener un gobierno.

En el presente trabajo se presentan los antecedentes históricos que provocaron la


vuelta a la institucionalidad y la búsqueda de legitimidad gubernamental, que en
primer lugar estaría a cargo de oficiales del ejército, no obstante que ellos habían
provocado diversas divisiones y la forma de ejercer el gobierno no había sido
adecuada ni consensuada entre sí. De ahí que derivado del golpe de estado de
Ríos Montt y su posterior derrocamiento por Mejía Víctores supuso el comienzo de
una nueva legitimidad, pues este último convocó a elecciones y se decidió formar
una asamblea constituyente que tendría la tarea de realizar una nueva
constitución.

Además, se presenta un análisis jurídico del contenido de la constitución de 1985,


el cual se desarrolla por medio de diversos puntos centrales que han sido de
atención de los doctrinarios guatemaltecos. Resulta importante mencionar el
contenido del preámbulo constitucional que consagra los valores que la
constitución pretende lograr con el regreso a la institucionalidad, para ello anuncia
a la persona humana como sujeto y fin del orden social, además se consagró la
eficacia normativa de la constitución al establecer que ninguna ley o norma puede
tergiversar su contenido, siendo nulo aquel que lo realice. Así también la nueva
configuración de los organismos del estado, y la creación de nuevas instituciones
que reforzaron los controles dentro y fuera de la administración pública.
Antecedentes históricos de la Constitución de 1985
Luego de que la cúpula militar tomara el control del gobierno desde la presidencia
de Arana Osorio, inició la represión a los movimientos insurgentes por todo el país
logrando un menoscabo en sus fuerzas, si bien logran disgregarse a lo interior del
territorio, mantuvieron cierta presión en algunas áreas de la ciudad capital.

De esa cuenta, era imperativo forma una consolidación militar por medio del
control de toda la estructura militar, no importando la forma de obtenerla, de ahí
que los mandos militares disponían la forma de que ciertos personajes
encabezaran la presidencia, desfilaron en ese entonces Kjell Laugerud y Romeo
Lucas García, este último acrecentó la represión militar y durante el desenlace del
gobierno de Laugerud se ejecutaron las matanzas de Panzós y durante la
presidencia de Lucas el asesinato de varios líderes sociales y sindicales.

Los gobiernos de Ríos Montt y Mejía Víctores

“La proclama oficial del Ejército, en la que se informó del golpe de Estado el 23 de
marzo de 1982 fue clara en mencionar las razones que llevaron a su realización y
que venían planeando desde antes de las elecciones: las prácticas electorales
fraudulentas, el ataque a las fuerzas democráticas y el desorden y la corrupción
administrativa. El grupo de oficiales jóvenes culpaba a la cúpula de la institución
armada por el desastre político y militar que se vivía y consideraba indispensable
que se asumiera un esfuerzo de limpieza y regeneración para sacar al país y al
Ejército de la situación a que se había llegado. Con ello se inició un proceso que
tomó casi cuatro años para sentar las bases de una apertura política, nuevas
autoridades electorales y otra constitución, a fin de encaminar a Guatemala hacia
la legalidad y democratización”.1

Se puede apreciar que el general Ríos Montt tomó el poder por medio de un
triunvirato, pero posteriormente el los separo y adquirió el mando para sí mismo.
De esa manera constituyó un gabinete único en su género pues se desvinculó de
diversos medios políticos y profesionales y diversas alianzas gremiales, pero aun
1
Luján Muñoz, Jorge, Breve historia contemporánea de Guatemala, 4ª Ed, FCE, 2019, p. 371.
así nombró a personas de su misma iglesia. Personificó un tipo de gobierno
“divino” pues se autonombraba elegido por Dios para encaminar al pueblo de
Guatemala a la redención que necesitaba.

“Tras el golpe, el Ejército aplicó más drásticamente la estrategia antiguerrillera que


ya tenía preparada. Se ampliaron las Patrullas de Autodefensa Civil, que ya
habían ensayado en algunos frentes de guerra, por las que se involucraba,
supuestamente en forma voluntaria, a la población masculina entre 18 y 50 años
de edad en colaboración con el ejército y en la lucha contra los delincuentes
subversivos, para lo cual se les dieron armas (muchas veces muy antiguar y de
dudosa eficacia), y se les organizó en grupos de patrullaje en sus comunidades.
Además se establecieron los llamados polos de desarrollo y aldeas modelos como
una nueva alternativa en las zonas en que previamente se había efectuado la
estrategia de tierra arrasada para acabar con los guerrilleros y sus colaboradores.
Con ese propósito se aplicó el programa llamado primero fusiles y frijoles (es
decir, armas y alimentos) y luego trabajo, techo y tortillas a fin de demostrar a la
población que quienes colaboraran con el gobierno y el Ejército tenían no solo su
protección sino la garantía de techo y alimentación en los polos de desarrollo y en
las aldeas modelo construidos y controlados por el Ejército // Para juzgar a los
subversivos y los delincuentes comunes se crearon los llamados Tribunales de
Fuero Especial, concebidos para acelerar los juicios; por la naturaleza secreta de
los juzgadores, se garantizaba su propia seguridad, ya que no podían ser
sometidos a presiones, amenazas y atentados. En esos tribunales fueron
condenadas a muerte a 15 personas, algunas de ellas fusiladas pocos días antes
de la llegada del papa Juan Pablo II, en marzo de 1983”. 2

Tras pasar todas estas vicisitudes el régimen de Ríos Montt se desgastó pues, él
fue renuente en la convocatoria a una nueva asamblea nacional y el
establecimiento de una nueva constitución ya que pensaba que era necesaria la
sujeción militar en el gobierno por un tiempo más prolongado, por lo que su
régimen empezó a generar descontento en la población y en la cúpula militar,
pues no implicó el avance esperado.
2
Ibidem, p. 374.
“Interpretando ese clima y temeroso del posible enfrentamiento religioso que
podía generarse, el 8 de agosto de 1983, el alto mando y el Consejo de
Comandantes del Ejército acordaron ‘relevar del mando’ al general Ríos Montt y
designar como nuevo jefe de Estado (ya no presidente) al ministro de Defensa, el
general Oscar Humberto Mejía Víctores. // En la proclama que dio a conocer ese
día el Ejército se resumieron las principales causas para el ‘relevo del mando’: la
injerencia de la Iglesia protestante en el gobierno, la continuación de la corrupción,
el desafío de Ríos Montt al alto mando, poniendo en peligro la unidad del Ejército,
y se hablaba de que sus ambiciones personales pretendían perpetuarse en el
poder, y que se había aprovechado de su posición en el gobierno para beneficio
propio. Además se ratificó el deseo de erradicar la corrupción, mantener el
principio de jerarquía y subordinación militares y continuar con el proceso de
retorno a la constitucionalidad democrática. // De inmediato se sustituyó a la
mayor parte de los miembros del gabinete y se suprimió el consejo de asesores
militares de los participantes en el golpe del 23 de marzo. También se suprimieron
los Tribunales de Fuero Especial y poco después el Consejo de Estado. Además,
se buscó acelerar el proceso de retorno a la legalidad. Con ese fin se simplificaron
los requisitos para la inscripción en el Registro de Ciudadanos, sin esperar a la
emisión de un sistema único de identificación. Se convocó a elecciones para
Asamblea Nacional Constituyente, las cuales se verificaron el 1º de julio de 1984,
e instalaron la Asamblea el 1º de agosto. El Tribunal Supremo Electoral demostró
eficiencia en su función, así como la fase previa de inscripción de partidos y
candidatos. En ellas resultaron partidos mayoritarios, los tradicionales MLN y DCG
y el nuevo Unión del Centro Nacional (UCN) formado poco antes por Jorge Carpio
Nicolle”.3

Análisis jurídico de la Constitución de 1985

3
Ibidem, p. 375-377.
La voluntad política de la cúpula militar y de diversos actores cuyo poder e
influencia lograron que se llevara a cabo elecciones en el que se pretendía
escoger a los diputados de la Asamblea Nacional Constituyentes a quienes se les
encargaría la tarea de redactar la nueva constitución.

“El desvelo por las candidaturas presidenciales y el interés desmedido por las
elecciones generales provocaron que los partidos presentaran muchos diputados
más interesados en el futuro reacomodo del gobierno constitucional, que en la
factura de la nueva Constitución, lo que fue el resultado de una negociación
permanente, y en cuya redacción influyó el sector académico en forma
significativa. Esto se refleja en la incorporación de instituciones novedosas, por
una parte, en su falta de sistematización y de unidad, y en la inclusión de muchos
asuntos de carácter no constitucional sino reglamentario. Una Constitución muy
desarrollada, con 281 artículos y 22 disposiciones transitorias y finales, que, sin
embargo necesita para funcionar adecuadamente la emisión de más de 40 leyes
secundarias de las cuales, a la fecha, no todas, sino muy pocas, se han dictado.
Esta remisión a leyes secundarias ha sido el más socorrido recurso para alcanzar
el consenso constitucional, que se logró en el texto como un compromiso histórico
global para logar la reconciliación de una sociedad escindida que además de su
legitimidad, el mejor logro de la Constitución”. 4

Pero para ello fue necesario la emisión de normativa para la organización que
presupone un proyecto de tal envergadura:

“Tres leyes claves que se convirtieron en el origen del proceso de transición y


recomposición constituyente: el decreto ley 30-83, Ley Orgánica del Tribunal
Supremo Electoral; el decreto ley 31-83, Ley del Registro de Ciudadanos y el
decreto ley 32-83 Ley de Organizaciones políticas. Este andamiaje jurídico
institucional permitió transitar la vuelta al orden constitucional”. 5

4
García Laguardia, Jorge Mario, Breve historia constitucional de Guatemala, 2ª Ed, Editorial
Universitaria, 2015, p. 99-100.
5
García Laguardia, Jorge Mario, Política y Constitución en Guatemala. La Constitución de 1985, 1ª
Ed., Procurador de los Derechos Humanos, 1993, p. 45.
De esa cuenta, la constitución de 1985 principio con la apertura política necesaria
por medio de elecciones generales que pudieran ser capaces de atraer a la mayor
parte de la población y hacer de la constitución una realidad empíricamente
comprobable, pues se trató de incorporar diversas instituciones que respondieran
a la realidad social a la cual iba dirigida. No obstante, como lo apuntó García
Laguardia, la misma estuvo compuesta de académicos que tras representar
diversos componentes ideológicos plasmaron diversas instituciones jurídicas cuya
relevancia constitucional era nula, pues eran elementos no constitucionales dentro
de la constitución.

Si bien la redirección hacia la institucionalidad debía contener el elemento


legitimador, en el cual se sentaron las bases ideológicas y fundamentales que
pretenderían traer mayor autoridad a lo incorporado en ella. Por esa razón, en la
constitución se trató de incorporar elementos de ciertos tratados y convenios
internacionales que en aquel entonces ya formaban parte de la legislación
nacional y otros que tenían carácter persuasivo sobre su contenido. No hace falta
la mención, pero es necesaria, pues ciertamente la constitución de 1985 tiene
influencias de diversas constituciones europeas, sobre todo la española y la
continuación de ciertos rasgos históricos propios que pertenecían a constituciones
anteriores.

La fórmula política y el preámbulo de la constitución

El preámbulo conlleva una fórmula política condicionada a los acontecimientos,


pues supone una apertura democrática, la consolidación del orden legal y el
respeto por la dignidad de la persona humana en toda su expresión. De ahí que
contenga la expresión de valores que reconocen al ser humano como sujeto y fin
del orden social, pues el Estado se consolidaría como encargado de cumplir tales
deberes.

“En el preámbulo de la constitución de 1985, no se incluye el principio rupturista.


No se hace ninguna referencia al pasado, y se legisla en sentido prospectivo, lo
que tiene una explicación coyuntural por el especial carácter de la apertura
inducida y la debilidad de las fuerzas progresistas en el constituyente (…) Allí
mismo se expresan los valores superiores que informan el ordenamiento jurídico-
constitucional: la dignidad de la persona humana, la libertad, la igualdad, la
seguridad, la justicia, el bien común y la paz”.6

Derechos fundamentales

Casi la mitad de la constitución de 1985 está dedicada a los derechos


fundamentales, por ello se le ha denominado una constitución humanista, pues
intenta alinearse a los instrumentos regionales en Derechos Humanos, entre ellos
la Convención Interamericana de Derechos Humanos y la Declaración Americana
de los Derechos y Deberes del Hombre.

La constitución presenta una bifurcación de derechos pues divide en derechos


humanos individuales y derechos humanos sociales. Los derechos humanos
individuales “son los que están unidos a todos los seres humanos y no se
separan, son los derechos fundamentales del hombre como una conquista en el
poder público, o sea aquellos a los que el pueblo tiene derecho ante cualquier
gobierno del mundo, por el solo hecho de haber nacido como seres humanos”. 7

Así también los derechos sociales que son aquellos: “que la constitución reconoce
a las personas (hombres y mujeres) por el hecho de ser seres humanos pero ya
no en forma individual sino como miembros de la sociedad, como integrantes de la
sociedad; y a la vez son el conjunto de obligaciones que la misma constitución
impone al Estado, con el fin de que tanto esos derechos como estas obligaciones
protejan efectivamente a los sectores de la población, quienes debido a las
diferencias en las estructuras del Estado, se encuentran en condiciones
desiguales, tanto económicas como sociales, familiares, culturales, etc”. 8

Pereira Orozco y Richter realizan una síntesis de la gama de derechos


fundamentales que se encuentran en la actual constitución pues están ordenados
de una forma distinta a la de anteriores constituciones.

6
Ibidem, p. 49-50.
7
De León Carpio, Ramiro, Catecismo constitucional, (s. e.), Instituto Atanasio Tzul, (s. f.), p. 14-15.
8
Ibidem, p. 63.
“Dentro de sus disposiciones más importantes podemos citar las siguientes: Un
título destinado específicamente a los derechos humanos. Dentro de este se
enumera los derechos individuales y los derechos sociales. Dentro de los
derechos sociales revisten de importancia la enumeración que realiza respecto del
derecho a la salud, seguridad social, y al trabajo. Reconoce la preeminencia del
derecho internacional en materia de derechos humanos. Dicha preeminencia
la reconoce sobre el derecho interno, no así sobre la misma Constitución, que
según doctrina de la Corte de Constitucionalidad se ubica en la cúspide del
ordenamiento jurídico (…) reconoce el derecho a la legítima resistencia.
Reconoce la diversidad cultural, étnica y lingüística. Reconoce el pluralismo
político”.9

Si bien la constitución incorporó un elenco de derechos fundamentales, la


interpretación constitucional y el posterior reconocimiento de diversos
instrumentos internacionales dinamizaron y evolucionaron varios derechos
contenidos en ella, pues a la luz de los cambios sociales, ha sido imperativo su
incorporación por medio de los artículos 44 y 46 constitucionales.

Supremacía constitucional y pluralismo político

El seguimiento de las tesis kelsenianas sobre la necesidad de un fundamento del


ordenamiento jurídico y de su jerarquía fueron incorporadas en la constitución por
medio del principio de supremacía constitucional, pues se revistió a la constitución
de normatividad, dejó de ser un conjunto de voluntades políticas
convencionalizadas a convertirse en exigencias de obligatorio cumplimiento.

Por esa razón, se reconocen tres consecuencias de su supremacía: “1) la


legitimidad de la Constitución es incontrolable porque no existe un poder superior
al constituyente, no existe la posibilidad de declarar una inconstitucionalidad de la
Constitución; (…) 2) por su carácter de supremas, las disposiciones del texto
constitucional privan sobre todas las demás, anteriores y posteriores y en tal
virtud, las leyes o actos con efectos generales dictados con anterioridad, quedan

9
Pereira-Orozco, Alberto y Marcelo Pablo Richter, Derecho constitucional, 8ª Ed, Ediciones de
Pereira, 2012, p. 96.
derogados si se oponen a aquéllas, y 3) las leyes o actos que entren en
contradicción con la constitución, que se dicten en contravención a lo que por ella
preceptuado, son nulos. // La supremacía de la Constitución tiene su origen en la
fuente especialísima donde proviene, el poder constituyente (…)”. 10

El pluralismo político sentado como reconocimiento de la pluralidad de los actores


políticos que, producto de la represión armada fueron desplazados del escenario
público, ya que la difusión de ideologías o pensamientos que no fueran los
oficiales significaba gran ofensa al régimen militar. En ese contexto la apertura
política significaría el reconocimiento a todo tipo de pensamiento y la permisión de
asociación de cualquier tipo, siempre con los requisitos legales correspondientes.

De esa cuenta: “Un estado moderado de conflicto es un elemento natural para


calificar un sistema democrático legítimo. Y el pluralismo significa el
reconocimiento de esa diversidad y la canalización de su expresión a través de
instituciones intermedias que realicen las funciones clásicas de articulación y
agregación de demandas sociales, así como su consiguiente responsabilidad de
representación y mediación (…) en ese contexto los partidos políticos constituyen
un elemento necesario de la vida democrática (…) Los partidos son los
instrumentos a través de los cuales se realizan, finalmente, los valores del
pluralismo democrático”.11

La estructura estatal

La configuración que presenta de la estructura estatal continúa respetando la


triada clásica de la división de organismos, en ejecutivo, legislativo y judicial.
Además, incorporó otras nuevas instituciones y modificó la conformación de otras
que ya tenían raigambre en constituciones anteriores.

Organismo legislativo

10
Laguardia, Op cit., p. 58.
11
Ibidem, p. 60.
Le corresponde la potestad legislativa y para su elección se realizará por el
sistema de lista nacional y distritos electorales. Fijó la función a la ley electoral de
cómo sería la proporcionalidad numérica para su número dentro del hemiciclo
parlamentario. La constitución le fijó diversas atribuciones sobre todo la emisión de
leyes y ciertos controles financieros sobre el presupuesto público, de juzgador
político pues se le atribuyó la facultad de retirar antejuicio a funcionarios de
diversas instituciones entre ellas al presidente y vicepresidente de la república,
magistrados de la Corte de Constitucionalidad, magistrados de la Corte Suprema
de Justicia y demás órganos conformadores de la administración pública.

Organismo ejecutivo

Al organismo ejecutivo le corresponde la administración pública del Estado. Se


instituyó al presidente de la república con una doble función como jefe de estado y
jefe de gobierno, lo que significa la bifurcación en sus funciones de unidad
nacional y de administrador. Se reconoce la figura del vicepresidente de la
república, que actúa en conjunto con los ministros de estado y dos secretarías
entre ellas la general y privada de la presidencia. En conjunto forman el Consejo
de Ministros que es un órgano ad hoc en el cual emanan políticas de gobierno. El
presidente es elegido cada cuatro años. Para optar al cargo se exigen diversos
requisitos y también la constitución estableció impedimentos para asumirlo.

Organismo judicial

El organismo judicial se compone de los jueces y magistrados quienes tienen la


potestad de juzgar y ejecutar lo juzgado. La Corte Suprema de Justicia es el
máximo órgano de justicia (ordinaria) del país, se compone de trece magistrados
designados por el Congreso de la República para un periodo de cinco años,
pudiendo ser reelectos. Para su designación se configuró un órgano temporal
denominado comisión de postulación que tiene el deber de enviar al congreso la
nómina de veintiséis candidatos para que él los designe. Los magistrados de salas
de cortes de apelaciones son designados de la misma forma y se distribuyen de
acuerdo con lo reglamentado por la Corte Suprema de Justicia. Los demás jueces
están sujetos al régimen de postulación conforme a lo reglamentado en el
organismo judicial. También se establecieron ciertas normas procesales, como la
doble instancia y la prohibición de ciertos fueros especiales, el reconocimiento del
fuero militar, etc.

Las instituciones novedosas de justicia constitucional

En la constitución de 1985 se incorporaron tres garantías constitucionales, para la


protección de los derechos fundamentales de todas las personas, siendo ellas el
amparo, la exhibición personal y la inconstitucionalidad de leyes, además se
establecieron tres instituciones que se encargarían de llevar a cabo su cometido:
la Corte de Constitucionalidad, Comisión y el Procurador de los Derechos
Humanos.

Corte de Constitucionalidad

Reviste de gran importancia pues se le dotó de la función de la defensa del orden


constitucional, de ahí que se le encargaran como tribunal privativo lo referente a
justicia constitucional, además se le dotó de competencias significativas, entre
ellas conocer en amparo en única instancia las acciones presentadas contra el
presidente, vicepresidente, diputados y magistrados de la Corte Suprema de
Justicia, además conoce en apelación las acciones de amparo, decide sobre la
inconstitucionalidad de leyes y normas de carácter general y todo aquello atinente
a la justicia constitucional. Se integra por diez magistrados, cinco titulares y cinco
suplentes, designados por cinco órganos distintos: el Presidente de la República,
el Congreso de la República, el pleno de la Corte Suprema de Justicia, la
Asamblea General de Abogados y Notarios de Guatemala y el Consejo Superior
Universitario de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Durán en sus
funciones cinco años pudiendo ser reelectos.

El Procurador de los Derechos Humanos

Es un funcionario que ostenta un control no jurisdiccional, electo de la Comisión de


los Derechos Humanos del Congreso de la República para un periodo de cinco
años, posee una función moralizante hacia los actos de la administración pública,
pues pretende denunciar o instar a instancias con funciones jurisdiccionales o
ejecutivas, situaciones que resultan violatorias de derechos humanos.

Intentos de reforma constitucional

En el segundo gobierno constitucional, el presidente de la república de ese


entonces, Jorge Serrano Elías dictó las “Disposiciones transitorias de gobierno” en
las que pretendió cesar en el cargo a los diputados del Congreso de la República,
los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de la Corte de
Constitucionalidad, entre otros. No obstante, dichas disposiciones fueron
declaradas inconstitucionales por la Corte de Constitucionalidad, que además
logró el retorno de la institucionalidad. Derivado de ello se llevó a cabo una
reforma a la parte orgánica de la constitución en el que la mayoría de funcionarios
de los organismos del Estado fueron cambiados, se separaron el Ministerio
Público de la Procuraduría General de la Nación, ambos independientes entre sí,
con competencias definidas. Dichas reformas se llevaron a cabo en 1993.

Asimismo, luego de la firma de los Tratados de Paz se pretendió la incorporación


de nuevas reformas que no obtuvieron el necesario apoyo de la población, pues
fueron rechazadas en el referéndum convocado para dicho efecto. Además, dentro
del Congreso de la república se han presentado una buena cantidad de reformas
que igualmente pretenden la modificación de ciertas instituciones o el proceso de
su conformación, sobre todo de la Corte Suprema de Justicia.
CONCLUSIONES

 La constitución de 1985 representa un logro para la naciente democracia


que surgió luego de dictaduras militares y de un conflicto armado interno
que provocó cientos de muertes en todo el país.
 La historia contemporánea de nuestro país se encaminó al retorno de la
institucionalidad, para ello luego de golpes de estado y ante una eventual
crisis en la cúpula militar se negoció el retorno a la legitimidad del gobierno,
por ello se convocó a realizar elecciones para designar una Asamblea
Nacional Constituyente, cuyo propósito fue redactar una nueva constitución.
 La constitución actual contiene un catalogo amplio de derechos
fundamentales, segmentados en derechos individuales y sociales. En los
individuales se dio primacía a la persona humana y su dignidad, además se
establecieron las condiciones para que no se molestada en el ámbito de su
libertad. En los sociales se establecieron deberes del estado para lograr la
unidad política y económica necesario en un país con mucha diversidad.
 En la estructura estatal se establecieron diversos parámetros de
conformación de la triada clásica de los organismos del estado. Para ese
efecto se les revistió de diversos pesos y contrapesos en el control de sus
atribuciones. Así también la incorporación de nuevas instituciones que
tienen el deber de velar por la institucionalidad del país a fin de que se
cumpla la finalidad del estado, es decir el bien común.
BIBLIOGRAFÍA

De León Carpio, Ramiro, Catecismo constitucional, (s. e.) Instituto Atanasio Tzul
(s. f.), pág. 142.

García Laguardia, Jorge Mario, Breve historia constitucional de Guatemala, 2ª Ed,


Editorial Universitaria, 2015, pág. 116.

García Laguardia, Jorge Mario, Política y Constitución en Guatemala. La


Constitución de 1985, 1ª Ed, Procurador de los Derechos Humanos, 1993,
pág. 172.

Luján Muñoz, Jorge, Breve historia contemporánea de Guatemala, 4ª Ed, FCE,


2019, pág. 552.
Pereira-Orozco, Alberto y Marcelo Pablo Richter, Derecho constitucional, 8ª Ed,
Ediciones de Pereira, 2013, pág. 436.

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