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TEORIAS CLASICAS
TEMAS:
INTRODUCCIÓN
Lévi Strauss cree que la antropología debe buscar las estructuras que hay tras los hechos
realidades empíricas, sino inteligibles, modelos es así que estos modelos son sistémicos,
fonólogo: como los fonemas, los términos de parentesco son elementos de significación; como
ellos, adquieren esta significación sólo a condición de integrarse en sistemas; los ‘‘sistemas de
parentesco’’, como los ‘‘sistemas fonológicos’’, son elaborados por el espíritu en el plano del
pensamiento inconsciente; la recurrencia, en fin, en regiones del mundo alejadas unas de otras y
actitudes semejantes prescritas entre ciertos tipos de parientes, etcétera, permite creer que, tanto
en uno como en otro caso, los fenómenos observables resultan del juego de leyes generales pero
ocultos".1
semiología. Para la antropología, todo está configurado por símbolos y signos. Basado en lo que
afirma el autor descubre las características de la sociedad: analizar sus partes constitutivas y
establecer correlaciones. Para iniciar sus apreciaciones, el autor presenta la diferencia entre
1
Lévi-Strauss (1958), Antropología estructural: 78.
etnología, como el campo que, basado en los documentos de los etnógrafos, compara realidades
sociales de una cultura. También plantea una disparidad entre la historia y la etnología como
ciencias sociales.
Considera que ambas estudian al ser humano fuera de las latitudes en que vive: la primera, por
tiempo, y la segundo por espacio. Esto indica que la etnología estudia también el pasado del
hombre, con base en las informaciones otorgadas por los etnógrafos, pero con la diferencia del
método con la historia es esta última se interesa por desentrañar las expresiones conscientes de la
vida social, mientras que las inconscientes son propias de la etnología. Las dos poseen el mismo
metodológicamente con la Lingüística, hasta el punto de considerar los mismos fines generales.
De la misma forma, la sociología se interesa por leyes de parentesco, es decir, formas similares
en que se relacionan los seres sociales independientemente del lugar en el que estén. En este
punto, empieza el desarrollo fundamental del segundo, tercero y cuarto apartado que básicamente
se desarrolla y habla sobre la antropología relacionado con la religión e historia. Y por último se
DESARROLLO
La noción del arcaísmo en etnología se da con el apelativo primitivo que se designa un
llegado sólo en época tardía o reciente. El autor admite esta definición tradicional de los
primitivos. Pero rechaza que pueblo primitivo sea sinónimo de pueblo atrasado; y segundo de un
El primitivismo de una sociedad suele ser una catalogación relativa en relación con otras más
evolucionadas. Sin embargo, la diferencia suele reducirse a algunos aspectos, en otros ocurre al
otras, sino en su estructura interior, nos topamos con que esa estructura abunda también en
discordancias y contradicciones.
El estudio de los bororo y de los nambikwara le permite deducir el criterio discernidor del
vista nos lo presenta como primitivo, y la discordancia interna, por medio de la cual puede
Las estructuras sociales en Brasil central y oriental En confirmación de las conclusiones del
capítulo anterior aducen las instituciones de algunas tribus brasileñas de bajo nivel de cultura
material (coincidencia externa), por lo cual han sido calificadas como muy primitivas, pero de
una estructura social muy compleja. Las estructuras dualistas de estas tribus son o ilusorias o, en
entre las mitades, que están asociadas y a la vez se oponen2 , reciprocidad, que se manifiesta en
2
Lévi-Strauss (1958), Antropología estructural: 137
mitades diferentes. Debe evitarse el riesgo de confundir la concepción de los indígenas sobre su
propia organización social con su funcionamiento real, que puede ser muy, o incluso totalmente,
distinto.
Existen las organizaciones dualistas las semejanzas de las creencias e instituciones de pueblos
arcaicos en regiones distanciadas, por ejemplo. América e Indonesia, se han explicado: a) por su
distinto, pero que habrían hecho elecciones similares dentro del número de posibilidades
institucionales. El autor se inclina por esta semejanza entre los principios estructurales
modalidades: 1) estructura diametral, en su mayoría, aldea de plano circular, cuyas dos mitades
están separadas por un diámetro teórico; 2) estructura concéntrica, aldea también circular,
dividida en dos mitades, pero no por un diámetro, sino en forma de dos círculos concéntricos, de
los cuales el más pequeño corresponde al conjunto de chozas y el otro al terreno cultivado, el
cual a su vez se opone a la selva, que rodea el conjunto; 3) estructura triádica, resultado de
básicas. En cualquier caso, el dualismo suele manifestarse en diversos planos: cívico y sagrado
3
Lévi-Strauss (1958), Antropología estructural: 168
Con respecto al tema magia y religión El hechicero y su magia como punto de partida toma
los trabajos de Cannon sobre los mecanismos psicofisiológicos determinantes de la muerte por
conjuro o sortilegio y toma tres puntos muy importantes como es el primero aislamiento social
del hechizado por parte de sus familiares y amigos, y aislamiento profesional su exclusión de las
muerto, objeto de temores, ritos y prohibiciones; tercero su muerte real por no haber podido
Un proceso similar explica, según el autor, la eficacia de ciertas prácticas mágicas, si bien ésta
en la eficacia de sus técnicas; 2) del enfermo cuidado por él o de la víctima perseguida por el
poder del hechicero; 3) un clima colectivo concordante. Esta explicación, más psicológica que
primitivos4 .
terapéutica quirúrgica. En la antigüedad se distinguía ésta, llamada arte muda de la curación por
de los indios cuna (Panamá). El objeto de este canto mágico (encantamiento) es ayudar en un
parto difícil, tarea encomendada al chamán de la tribu, único capaz de dominar a Muu,
responsable de la formación del feto, que se ha apoderado del purba = (alma) de la futura madre.
El canto describe la búsqueda y hallazgo del purba. Analiza el autor tres tipos de curas
chamanísticas: primero el sometimiento del órgano enfermo a una manipulación física o a una
4
Lévi-Strauss (1958), Antropología estructural: 185
succión; segundo el combate simulado contra los espíritus maléficos; tercero encantamientos y
acciones sin relación directa con la enfermedad. Distingue en este encantamiento la mitología
psicofisiológica de la psicosocial. Según el autor la cura chamanística está a medio camino entre
nuestra medicina orgánica y las terapéuticas psicológicas como el psicoanálisis5. Es así que
analiza las conveniencias y algunas diferencias, una de ellas esencial en cuanto el trastorno a
La estructura del mito Los mitos, según el autor, han sido considerados como: ensueños de la
estudio de los mitos nos conduce a comprobaciones contradictorias6.Sin embargo, los mitos
distantes. Se explica por medio del análisis estructural, que nos permite llegar a tres conclusiones
que al menos tienen un valor de hipótesis de trabajo: 1) El sentido de los mitos no depende de los
esos elementos; 2) el mito pertenece al orden del lenguaje, del cual forma parte integrante, sin
embargo, el lenguaje, tal como es usado en el mito, manifiesta propiedades específicas; 3) estas
propiedades sólo pueden buscarse por encima del nivel habitual de la expresión lingüística; con
otras palabras, son de naturaleza más compleja que las que se encuentran en una expresión
lingüística cualquiera7. Por lo mismo, como toda realidad lingüística, el mito está formado por
unidades constitutivas, a las cuales llama mayores o mitemas, a fin de diferenciarlas de las
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Lévi-Strauss (1958), Antropología estructural: 218
6
Lévi-Strauss (1958), Antropología estructural :229
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Lévi-Strauss (1958), Antropología estructural: 232
y semantemas. Se trata de unidades cada vez más complejas e incluyentes de la inmediatamente
inferior, pero dotadas de una organización análoga y sometidas a las mismas leyes.
Por ser de índole superior debemos descubrir los mitemas en el plano de la frase, pues de otro
modo el mito no se distinguiría de las restantes formas de discurso. Cada unidad constitutiva del
mito posee las naturalezas de una relación, que consiste en la asignación de un predicado. Pero
las verdaderas unidades constitutivas del mito no son las relaciones aisladas, sino haces de
relaciones y sólo en forma de combinaciones de estos haces las unidades constitutivas adquieren
como el habla, sino que también, como la lengua, posee una disposición regulada de elementos
que conforman un sistema sincrónico, un orden permanente que hace relaciones en el cual
constituye el espacio semántico, el imaginario cultural del que el mito parte y se nutre a un
tiempo.
Encontramos pues, un estudio del mito en dos niveles: el nivel narrativo habla y el nivel de la
estructura profunda lengua siendo el estudio de éste último el que puede mostrar ciertas
relaciones de oposición y de homología que son independientes del orden narrativo. Para el autor
que nos ocupa, los elementos de los mitos adquieren su significado por el modo en que éstos
aparecen combinados entre sí, y no por su valor intrínseco; los mitos, entonces, representan a la
Si los mitos tienen un sentido, éste no puede depender de los elementos aislados que entran en
tema, si bien el mito lo hace en el plano de la palabra y el rito en el de la acción y los gestos. El
autor pretende demostrar que esta homología no existe siempre o, mejor aún, que, si se da,
‘‘podría ser un caso particular de una relación más general entre mito y rito y entre los ritos
mismos’’8, es decir, la relación mito-rito no debe buscarse ‘‘en una especie de causalidad
mecánica’’, sino ‘‘en un nivel dialéctico, nivel accesible sólo a condición de haber reducido
previamente uno y otro a sus elementos estructurales’’9. En las páginas siguientes trata de
demostrarlo mediante el análisis de unos mitos y ritos de los indios pawrie, explicativos del
origen de los poderes chamanísticos, así como de ritos de otros pueblos primitivos
realidad empírica, sino a los modelos construidos de acuerdo con ésta. Distingue así dos
nociones confundidas a veces: la de estructura social y la de relaciones sociales. Estas son ‘‘la
materia prima empleada para la construcción de los modelos que ponen de manifiesto la
CONCLUCIÓN
La idea principal de segundo apartado que viene hacer la organización social puede hallarse
en los albores de las comunidades primitivas En principio, el carácter primitivo de una cultura no
se comprende, desde Lévi-Strauss, como un retraso social. Desde este punto, intenta descubrir en
varias culturas sus cualidades intrínsecas heredadas de los pueblos muy primitivos. Es imposible
reconocer a ciencia cierta las cualidades de las primeras culturas, pero, tras un método de
8
Lévi-Strauss (1958), Antropología estructural: 257
9
Lévi-Strauss (1958), Antropología estructural: 258
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Lévi-Strauss (1958), Antropología estructural: 306
contraste, se llega a la conclusión de que existen culturas que pueden definirse, al menos
pseudoarcaicamente, por medio de las diferencias con otras culturas. Se hallan semejanzas entre
una cultura primitiva particular con otras a lo largo y ancho del mundo, pero sí se pueden
descubrir elementos arcaicos de culturas primitivas con base en las diferencias; en últimas, es
gracias a lo diferente con otros pueblos que se pueden determinar las cualidades intrínsecas de
una cultura. No obstante, el autor considera que tal método no llena todas las exigencias para el
El autor continúa sus argumentos criticando el hecho de que las formas como se conciben así
comprensión. Para ello, utiliza un método comparativo entre cuatro culturas brasileñas, en las
cuales analiza las relaciones de parentesco que tienden a ser, en algunos casos, matrilineales y,
en otros, patrilineales. Lo cierto es que, mientras tales culturas se perciben a sí mismas como
exogámicas, son, en realidad, endogámicas por las relaciones matrimoniales que forman. Esta es,
sin duda, una visión interesante que indica el nivel de percepción de occidente sobre culturas que
Por último, la idea que nos quiere transmitir el autor sobre la magia y la religión son prácticas
colectividad. Existen lazos fuertes entre lo que hace creer el chamán y la fe de la colectividad
sobre este hecho. Lévi-Strauss relata, entre otras, la historia de Quesalid (tomada de Franz Boas),
Con el tiempo, lo logró y se configuró en una autoridad que hacía curaciones representando
enfermedades con bolas de pelos o con saliva; la colectividad creía en tales acciones y se curaba.
Ante este hecho, el autor considera que el chamanismo es intrínseco de las sociedades primitivas
y tiene frutos a raíz de la construcción social de los actos del chamán y las creencias que, al
respecto, tienen los participantes de la comunidad. Paso seguido, el autor presenta unas historias
de chamanes bastante interesantes desde el punto de vista antropológico. Por ejemplo, hace
alusión a un parto que se complica y en el cual, por ende, el chamán interviene para derrotar a
Muu, que es la responsable de la formación del feto y que se apodera del alma de la que está
pariendo. El chamán interviene con sus cantos, que acompañan los demás, para buscar el alma
Así mismo, Lévi-Strauss, con base en la misma historia, describe ciertos viajes que realiza el
chamán a través de sus palabras para encontrar el alma de la mujer. La presencia del mito aquí
trasciende el contenido de lo que se cuenta. Estas experiencias son asociadas por el autor
constantemente con el psicoanálisis. Por último, el autor plantea que existe una estructura similar
en el relato mitológico que permite comprender por qué en muchas partes del mundo se hallan
las mismas narraciones a pesar de la lejanía. Los mitos, así las cosas, son universales, porque
tratan el odio, el amor y la venganza. En este apartado, el autor comenta también la relación entre
INTRODUCCIÓN
El caso de Evans-Pritchard gran investigador efectivamente, concreta que la antropología social
puede considerarse como una rama de la sociología, cuya diferencia se reduciría, por parte de la
contenido de la antropología y las directrices que le conviene tomar como disciplina; sobre la
actitud de los sociólogos y de los antropólogos sociales con respecto a las prácticas religiosas o
sobre los cambios de actitud que se han operado éntrelos antropólogos con respecto a la historia.
monarquía divina.
El trabajo que dedica dicho autor, es muy bueno y eficiente, ayuda y constituye constituyen
una muestra de los trabajos de campo llevados a cabo por el autor. Reyes y príncipes zande es un
modelo de cómo se han de afrontar este tipo de tareas, complementado por la descripción de las
ideas que los zande tienen con respecto a la concepción y a la gestación, o por el relato delas
ceremonias del pacto de sangre o los comentarios sobre las diferentes situaciones en que los
zande actúan en relación a su dios y de cómo sus ideas acerca de él se asocian con otras nociones
culturas que han creado, y los sistemas sociales en que viven y obran; según Evans-Pritchard la
antropología social estudia “el comportamiento social, generalmente en sus formas
procedimientos legales, los cultos religiosos, las relaciones entre tales instituciones; y las estudia
adecuada y del tipo que permite hacer esta clase de estudios”11. Estos pasos a seguir son muy
buenos para un trabajo de investigación ya que permite llegar al meollo del asunto, es donde se
DESARROLLO
Las cuestiones fundamentales de la Antropología bien pueden ser vistas como un conjunto
finito de interrogantes respecto de las condiciones de la vida en sociedad. Entre estas preguntas
No obstante, lo anterior, al referirnos al campo religioso, quizás con mayor pertinencia aún
que en otros campos del trabajo antropológico, nos encontramos con un espectro
necesariamente conectados o conectadas entre sí. Pareciera que muchas veces los fenómenos
catalogados como “religiosos” no tuvieran otra identidad común que la oposición al paradigma
“científico” en el cual se posicionan los antropólogos y, por consecuencia, van a caer al saco de
11
Evans-Pritchard 1991: 5
Aquí, más que en ninguna otra parte, la definición del objeto de estudio y los abordajes de
producto social, un producto altamente reflexivo, pero producto al fin. La religión aparece
entonces como una esfera de la vida social que tensiona la identidad de la Antropología quizás
objeto del esfuerzo definicional como en el estilo en el que ello se expresa. Pero hay otros
desplazamientos en los que más directamente se invita a abandonar todo esfuerzo por formular
debemos una de las más célebres afirmaciones de la antropología de la religión acerca de lo inútil
de las definiciones cuando, en su manual dedicado a las teorías de la religión primitiva, sostenía
Tanto en la religión como en la brujería, magia y oráculos entre los azande, Evans-Pritchard
desarrolla sus investigaciones sobre temas concretos, la noción de espíritu nuer, el naturalismo
solo detendría el impulso de investigar más allá de los límites etnocéntricos de la noción de
religión. Como solución, El autor asumió las nociones nativas convenientemente analizadas,
de que puede decirse que el glosario introductorio de Brujería, magia y oráculos 14.
12
No obstante, Saint-Simon afirmaba la necesidad de religión en una forma u otra el carácter de las épocas
orgánicas es esencialmente religiosos y proyectaba una religión secular para la humanidad el hombre es Dios en un
orden finitos, una idea que sus seguidores llevaron a cabo, la iglesia, dogmas, rituales, papa y todo lo demás con
resultados ligeramente ridículos.
13
(EvansPritchard 1991: 191).
14
(Evans-Pritchard, 1976: 32-34)
Constituye precisamente una definición ostensiva particularmente extensa y compleja de lo
que la religión sería, es así que se estableciendo un acotado preciso del campo que investigar que
no por casualidad ha sido ubicado en la introducción del libro en vez de ubicarse, como suele ser
Si se considera que las almas, los espíritus y los dioses son completas ilusiones, parece
inevitable buscar una teoría biológica, psicológica o sociológica de cómo en todo tiempo y lugar
han sido las gentes tan estúpidas como para creer en ellos. Aquel que admite que la realidad del
ser espiritual no requiere por igual estas explicaciones, pues, a su juicio, por inadecuadas que
sean las concepciones de Dios y del alma que tienen los pueblos primitivos, no se trata de meras
ilusiones.
Por cuanto respecta al estudio de la religión como factor de la vida social, carece de
importancia que el antropólogo sea ateo o deísta, pues en ambos casos solo puede tener en cuenta
lo que observa. Pero si se trata de ir más allá, uno y otro habrán de seguir caminos diferentes. El
no creyente busca algún género de teoría biológica, psicológica o sociológica que explique la
ilusión; el creyente, en cambio, trata de entender el modo que un pueblo tiene de concebir cierta
En una conocida obra de Evans-Pritchard, Las teorías de la religión primitiva (1965), su autor
traza una nítida frontera entre la religión y la magia tratando de mostrarnos dos categorías
claramente separadas: "para algunos el hecho religioso abarca temas como los de la magia, el
totemismo, el tabú e incluso la brujería, es decir todo aquello que puede englobarse bajo la
15
(Evans-Pritchard 1991: 192-193).
que referirme a menudo a la magia, dado que varios autores influyentes no diferencian magia y
En otra ocasión, y de nuevo como ejemplo, señala que todas "las religiones primitivas son
especies del género religión"17 acentuando este universalismo que, por regla general, y es
importante recordarlo, está en las antípodas de muchos otros pasajes de sus obras
Son muy pocas las veces que Evans-Pritchard emplea el concepto de "hecho etnográfico" en
su Antropología social, el término parece tener unas connotaciones más profundas. La referencia
explícita del autor en el capítulo sobre "Trabajo de campo y tradición empírica" de la citada
obra dice: "las personas que pertenecen a nuestra civilización advierten cierto tipo de hechos, de
una cierta manera; los de otra civilización, por lo menos en cierta medida, notarían sucesos
distintos y los percibirían de otro modo". Y añade: "si consideramos que esto es cierto, los datos
registrados en nuestros cuadernos de notas no son hechos sociales sino etnográficos, pues en la
observación hubo selección e interpretación"18. De lo que parece deducirse que el hecho, una
vez identificado empíricamente por el antropólogo, a partir de las premisas teóricas, y tras ser
momento determinado.
16
(Evans-Pritchard 1984: 12).
17
(Evans-Pritchard 1984: 15)
18
Evans-Pritchard 1965: 100).
De esta última realidad es muy consciente Evans-Pritchard o, si se quiere, de que no existen
los hechos etnográficos neutros, sino que, por el contrario, tales hechos se hallan mediatizados
Como veremos enseguida, esta apreciación no llama demasiado la atención porque ha sido
muy señalada en todas las ciencias, en general, y en las ciencias sociales en particular y, desde
luego, fue puesta de relieve por algunos contemporáneos de Evans-Pritchard. Es así que este
último, cuando reflexiona en 1951 en las páginas de su antropología social sobre la obtención de
la información por parte del investigador, señala que no es posible la investigación antropológica
sin un marco teórico previo: "toda la historia de la investigación, en las ciencias naturales o en
las humanidades, nos muestra que la simple recolección de lo que se llaman hechos tiene poco
Con relación a la Antropología y la historia son disciplinas vecinas, en varios aspectos muy
similares, su similitud es tal que en ocasiones se han confundido o invadido mutuamente sus
campos y territorios, y en cada periodo histórico se han manifestado nuevas maneras de articular
ambas disciplinas. Sus puntos de contacto son tan numerosos que la siguiente relación una
historia, la historia de las mentalidades no es más que una de las múltiples facetas de su
interdisciplinariedad.
medios funcionalistas un nuevo acercamiento entre las dos materias, cree ver en el par
19
(Evans-Pritchard 1965: 85).
sólo encuentra diferencias técnicas: ‘‘El hecho de que el antropólogo haga un estudio de primera
metodológica’’20. Es obvio ahora, sin embargo, que, en el caso de las sociedades más primitivas,
La historia tradicional de un pueblo es importante por otra razón, porque forma parte del
pensamiento de los hombres vivos y, en consecuencia, de la vida social que puede observar
directamente el antropólogo.
Cuando el antropólogo no emplea la palabra ‘tradición’, bajo la cual incluye todas las
narraciones acerca del pasado, tiende a usar ‘historia’, refiriéndose a lo que le parece ser más o
menos probable, y ‘mito’ para indicar lo que piensa que es improbable o imposible. Pero mito e
verificados con la evidencia o con las leyes de la ciencia natural; en consecuencia, un relato
puede ser verdadero, pero de carácter mítico, o puede ser falso, pero de carácter histórico.21
No podemos aquí más que rozar un problema tan amplio y debemos contentamos con
establecer aproximadamente algunas de las características distintivas del mito. Este no hace
referencia tanto a una sucesión de acontecimientos como al significado moral de las situaciones,
y por eso presenta frecuentemente una forma alegórica o simbólica. No está encerrado como lo
está la historia, sino que trata de fundir el presente en el pasado, dando origen a un nuevo relato.
20
(Evans-Pritchard 1990: 49)
21
(Evans-Pritchard 1990:52)
Las diferencias entre Antropología y Historia no son de objetivos y método, puesto que ambas
términos de otro, al suyo propio, de manera que aparezca inteligible, y ambas emplean medios
similares para lograr este fin. El hecho de que el antropólogo haga un estudio de primera mano y
tampoco es una diferencia vital el que los estudios antropológicos analicen la manera de ser de
un pueblo durante un corto período de tiempo, ya que algunos historiadores estudian también
Cuando Evans Pritchard hace mención a la monarquía afirma que, la monarquía divina, a uno
de cuyos ejemplos, quizá el mejor conocido, he dedicado esta conferencia, ha sido extensamente
tratada por los etnólogos, particularmente en cuanto a su existencia en Africa. No puedo discutir
sus conclusiones aquí, aunque pienso que puede afirmarse que no están en ningún caso bien
fundadas.
interpretación de sir, James Frazer. Desde mi punto de vista, la monarquía ha sido, en todo
tiempo y en todo lugar, en algún grado un oficio sagrado. Esto es debido a que el rey simboliza
la sociedad total y no puede identificarse con ninguna parte de ella, debe estar dentro y fuera de
la sociedad al mismo tiempo, lo cual sólo es posible si su cargo se sitúa en un plano místico. Es
La fuerza moral es bastante grande para los segmentos que están representados por un
símbolo común en la monarquía, pero no lo suficiente como para eliminar las poderosas
22
(Evans-Pritchard 1990:59)
tendencias hacia la fisura en la estructura que componen. Estas tendencias se expresan en
relación con el símbolo, sea la monarquía en sí misma o el rey en sí mismo, y circulan a través de
los segmentos competitivos, como sucede entre los anuak y sucedió en el pasado entre los
valor supremo por todos los shilluk. En esta permanencia y en esta consideración se manifiesta la
unidad de la nación. En las rebeliones contra los reyes, y en los regicidios, la estructura
segmentaria que se opone a las lealtades locales está igualmente presente a la vista del
observador. La monarquía tiende a ser identificada en tales sociedades por la vinculación entre la
CONCLUCIÓN
Evans-Pritchard descubre una realidad heterogénea y continua que el antropólogo ha de
romper, mediante criterios que dependen de su marco teórico y de su sesgo personal, a fin de
trabajar con las unidades analíticas que este último denomina hechos etnográficos, aun a
sabiendas de que estos no suplantan a la realidad. Por otro lado, y esta es otra muestra más de su
supuesta universalidad de las instituciones sociales, sencillamente porque no cree que se puedan
retratar agregados humanos que "difieren en relación con contextos culturales específicos",
23
(Evans-Pritchard 1990: 90)
Es importante señalar que Evans-Pritchard no prescinde del concepto de hecho social y, antes
bien, parece que precisa del mismo para construir su repertorio analítico de hechos etnográficos.
En la misma obra que acabo de señalar, aunque en otro capítulo, el autor se refiere con mayor
detenimiento al hecho social, respecto del cual acaba diciendo que la totalidad de los hechos
Los distintos atributos que Durkheim encontró en el hecho social, Evans-Pritchard los localiza
de nuevo en una suerte de hechos que, sin embargo, ahora han pasado a convertirse en
etnográficos. Tanto es así que, salvo en su defensa de la diacronía que le proporciona la historia
para entender el presente, difícilmente encontraremos en el autor grandes desacuerdos con los
textos de Durkheim sino, justamente al revés, continuos elogios. De este modo, por ejemplo, en
alusión a la teoría del hecho social durkheimiano contenida en las reglas del método sociológico
(1895), dice que, al destacar la singularidad de la vida social, Durkheim fue muy criticado por
sostener que existe una mente colectiva. Aunque sus escritos son a veces un tanto metafísicos, se
llega a la conclusión de que verdaderamente jamás imaginó tal cosa y para que no haya lugar a
dudas, escribe a renglón seguido con sus representaciones colectivas, es así que Durkheim quiso
que el individuo nacido en una sociedad aprende, acepta, emplea como patrón de vida, y luego
transmite.
el hecho social en su obra. Sin embargo, aunque es evidente que Evans-Pritchard no pretendió
cultivar la antropología social como si de una ciencia natural se tratase, no es menos claro que se
preocupó y se interesó por la teoría y el método de la disciplina que estudiaba, lo cual le condujo
La preocupación de Evans-Pritchard por los principios, las reglas y los conceptos que rigen la
BIBLIOGRAFIA
➢ https://www.casadellibro.com/libro-antropologia-estructural/9788475094496/330473