Tipos de intervención posible por parte del musicoterapeuta
El hecho de que la música pueda servir como un auxiliar del terapeuta en
el proceso de intervención revela mucho acerca de la naturaleza esencial de la musicoterapia. Si el terapeuta puede usar la música para desarrollar objetivos terapéuticos, tanto por sí misma como a la par de intervenciones personales, debe haber entonces varias similitudes en las funcionalidad del terapeuta y el estímulo musical. El modo de intervención del terapeuta debe ser muy similar a la forma en que la música actúa.[…]
Los musicoterapeutas tienen a su disposición diez tipos de intervención
principales. Cada uno puede implementarse en forma música (a través del uso de música estructurada, improvisando, componiendo, escuchando o hablando sobre música) Así, el terapeuta puede usar la intervención música como terapia o en terapia, adecuando sus intervenciones.
Una intervención puede centrarse en aspectos físicos, emocionales,
mentales, conductuales, sociales o espirituales dentro de la experiencia del paciente. Puede emplear alguno o todos los elementos de la música como agente de inducción, así como cualquier aspectos característicos de su identidad profesional. Así, por ejemplo, la atención de una intervención puede estar centrada en el cuerpo del paciente, su nivel energético, su percepción, el patrón de movimiento, el estado de ánimo, sus emociones o procesos mentales, mientras que el agente de intervención puede ser una melodía, un ritmo, un tempo, o una determinada armonía en la música, o puede ser una interacción con el terapeuta desde la acción, lo cognitivo o lo emocional.
Las diez principales formas de intervención son:
Empatizar: Cualquier forma de intervención en la que la experiencia del
paciente es reflejada o resonada en la música o co-experimentada, sincronizada o reflejada por el terapeuta.
Revestir: Intervención que apunta a completar necesidades de cualquier
orden (físico, mental, emocional, mental, actitudinal, social , espiritual u otros), tanto mediante experiencias sonoras interacciones verbales y/o no-verbales.
Relacionar: El musicoterapeuta brinda una oportunidad para el paciente
para comparar, asociar, o relacionar experiencias de su mundo interno con su medio externo. Ello implica vincular entre sí sensaciones corporales, sentimientos, emociones, imágenes, recuerdos, pensamientos, actitudes, creencias, acciones, personas, objetos, situaciones, ambientes, etc.
Expresar: El musicoterapeuta brinda un medio mediante el cual el
paciente externaliza, representa, proyecta o documenta experiencias interiores. El medio puede ser musical, no musical, verbal o no-verbal.
Comunicar: El terapeuta interviene favoreciendo el intercambio de ideas
o sentimientos con otros. Incluye cualquier técnica que brinda al paciente un medio, compañía o contexto para comunicarse con alguien o intercambiar algún tipo de mensajes. El medio puede ser musical, no musical, verbal o no verbal.
Interactuar: El terapeuta brinda al paciente la posibilidad de actuar con el
medio que lo rodea, tanto objetos como personas, en forma recíproca.
Explorar: El terapeuta brinda una oportunidad mediante la cual el
paciente investigar conflictos, descubrir su origen y elegir soluciones.
Influenciar: El musicoterapeuta induce un cambio en el estado actual del
paciente. Las intervenciones pueden estimular, calmar, sugerir, persuadir, contener, etc.
Motivar: Incrementar la afinidad del paciente para su integración en el
proceso terapéutico.
Validar: Intervención en la que el terapeuta o la música a apoya, elogia, o
anima al paciente.
Bruscia, Defining Music Therapy, 1989, pág. 52/54.
ANALISIS DE LAS INTERVENCIONES EN FUNCION DE LA INTERACCION
1. Del listado de diez intervenciones, podemos distinguir algunas de
las mismas con un mayor involucramiento del terapeuta. Estas intervenciones tiene relación con aquellas situaciones que señalan un mayor estancamiento, bloqueo, pasividad, por parte de la persona que recibe la atención musicoterapéutica.
Distinguimos en este grupo a las siguientes intervenciones:
a. Influenciar: El musicoterapeuta induce un cambio en el
estado actual del paciente. Las intervenciones pueden estimular, calmar, sugerir, persuadir, contener, etc.
b. Motivar: Incrementar la afinidad del paciente para su
integración en el proceso terapéutico.
c. Validar: Intervención en la que el terapeuta o la música a
apoya, elogia, o anima al paciente.
2. Otro tipo de intervenciones puede distinguirse si se considera la
construcción de una relación terapéutica entre el terapeuta y la/s persona/s que participa/n de la sesión.
a. Empatizar: Cualquier forma de intervención en la que la
experiencia del paciente es reflejada o resonada en la música o co-experimentada, sincronizada o reflejada por el terapeuta.
3. Un tercer nivel se relaciona con la interacción que involucra al
terapeuta , pero también a otras personas que participan de la sesión.
a. Comunicar: El terapeuta interviene favoreciendo el
intercambio de ideas o sentimientos con otros. Incluye cualquier técnica que brinda al paciente un medio, compañía o contexto para comunicarse con alguien o intercambiar algún tipo de mensajes. El medio puede ser musical, no musical, verbal o no verbal.
b. Interactuar: El terapeuta brinda al paciente la posibilidad de
actuar con el medio que lo rodea, tanto objetos como personas, en forma recíproca.
4. Un cuarto nivel tiende a profundizar una indagación interna
respecto de aspectos latente de si mismo.
a. Revestir: Intervención que apunta a completar necesidades
de cualquier orden (físico, mental, emocional, mental, actitudinal, social , espiritual u otros), tanto mediante experiencias sonoras interacciones verbales y/o no-verbales. b. Relacionar: El musicoterapeuta brinda una oportunidad para el paciente para comparar, asociar, o relacionar experiencias de su mundo interno con su medio externo. Ello implica vincular entre sí sensaciones corporales, sentimientos, emociones, imágenes, recuerdos, pensamientos, actitudes, creencias, acciones, personas, objetos, situaciones, ambientes, etc.
c. Expresar: El musicoterapeuta brinda un medio mediante el
cual el paciente externaliza, representa, proyecta o documenta experiencias interiores. El medio puede ser musical, no musical, verbal o no-verbal.