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LICENCIATURA

Derecho y Ciencias



Jurídicas



TEORÍA DEL DELITO



SESIÓN 2. LA ESTRUCTURA DEL DELITO












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divulgación, o cualquier modalidad de uso que vulnere los derechos de su autor.

2.1 Los elementos positivos y negativos


Los elementos positivos y negativos del delito forman parte de la teoría del delito, la cual
consiste en una ordenación categorizada y secuenciada de todos los requisitos que
deben confluir para que un acto pueda ser considerado como delictivo ante la ley. Se
denominan elementos positivos y negativos del delito a los que integran o constituyen un
conjunto de seis características.

Un delito constituye el hecho de cometer una falta física o moral, un crimen que atente
contra los ordenamientos jurídicos y legales o los derechos humanos de los ciudadanos.
En este sentido, comúnmente puede definirse como una infracción de la ley del Estado
que resulta de un acto externo del hombre, considerado moralmente imputable y
políticamente perjudicial. Estos elementos constituyen una herramienta de gran ayuda
para todo penalista, quien a la hora de determinar si un crimen ha sido cometido o no solo
debe tomar en consideración la presencia de los elementos positivos o negativos del
delito.

Figura 2.2 Elementos del delito

Los elementos positivos y negativos del delito forman parte de la teoría del delito.
Elaboración propia UNIVIM.

Los elementos positivos y negativos del delito son los componentes y características que
conforman, bajo la ley, el concepto y la noción de delito. En este sentido, los elementos
positivos son los requisitos que deben cumplirse para que exista un delito. Por otra parte,

los elementos negativos vienen a ser la contradicción de los aspectos positivos del delito,
pudiendo destacar que la sola presencia de un elemento negativo trae la inexistencia de
uno positivo, haciendo que el delito no pueda ser catalogado como tal.

2.2 Conducta y ausencia de conducta

La acción o conducta hace referencia a la realización del acto delincuencial. Para que un
delito tenga lugar debe existir una persona que lleve a cabo la actividad, el hecho o la
acción delictiva. Se manifiesta por medio de diversas acciones, aunado a la presencia de
una voluntad moral delictiva. Puede, además, efectuarse de dos formas: la primera
consiste en llevar a cabo una acción, mientras que la otra puede ser simplemente la
elección de no actuar. Según Alberto Cajal (2017), para que este elemento positivo sea
considerado es necesario que se integren cuatro condiciones:

o La exteriorización de la voluntad del individuo de llevar a cabo una

actividad delictiva.

o La realización material de la actividad delictiva, es decir, que pueda

observarse visiblemente la materialización de la voluntad del individuo.

o La existencia de un resultado visible originado por la acción que se llevó a

cabo.

o La existencia de un nexo causal entre la actividad realizada y los

resultados acaecidos.

Por otro lado, la ausencia de acción o conducta parte del principio de que, si no existe
una conducta que motive el delito, o si la acción o el acto delictivo no se realizaron, no
puede hablarse de delito. Si el sujeto no posee voluntad para delinquir y, sin embargo,
realizó la acción bajo la presencia, por ejemplo, de alteraciones nerviosas que no se
perciben conscientemente o por sueño, sonambulismo o hipnosis, el acto no puede
considerarse como delito.

Al respecto, el acto es el comportamiento humano positivo o negativo que produce un


resultado. Será positivo cuando una acción consista en una actividad, en un hacer; la
omisión es una inactividad que ocurre cuando la ley espera una conducta de un individuo
y este deja de hacerla.

Por lo que corresponde al aspecto negativo de la conducta, puede ser por acción u
omisión en la materialización de un ilícito. El derecho positivo mexicano, concretamente

en el artículo 15 del Código Penal Federal, fracción primera, determina como causa de
exclusión del delito que el hecho se realice sin intervención de la voluntad del agente. De
lo anterior se deriva que no puede constituirse una conducta delictiva o ilícita cuando no
se presenta la voluntad del agente. En el artículo 12 del Código Penal para el Estado de
Michoacán, facción I, se refieren como causas excluyentes de incriminación el violar la
ley penal por fuerza física irresistible o cuando haya ausencia de voluntad del agente.

2.3 Tipicidad y atipicidad

Este elemento positivo viene de la frase “no hay delito sin ley”. Por lo anterior, es crucial
que una actividad delictiva se encuentre señalada en la ley para considerarse como tal;
es decir, debe estar reconocida y definida como una violación de la ley. Dicho elemento
hace referencia a los famosos “vacíos legales”, que ocurren cuando, por no encontrarse
en la norma un hecho determinado, no puede ser juzgado.

La atipicidad —o ausencia de tipicidad— indica que, si en el marco legal no se encuentra


definida como delito una actividad determinada, esta no puede ser juzgada como tal. Para
el cuerpo normativo mexicano, la tipicidad se encuentra estipulada en el artículo 14
Constitucional, párrafo tercero, que a la letra dice: “En los juicios de orden criminal, queda
prohibido imponer, por simple analogía y aún por mayoría de razón, pena alguna que no
esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata”.

Figura 2.3 Ausencia de tipicidad

Es importante diferenciar la atipicidad de la falta de tipo, siendo que en el segundo caso no


existe descripción de la conducta o hecho en la norma penal. Elaboración propia UNIVIM.

2.4 Culpabilidad e inculpabilidad

La culpabilidad deberá contener diversas características que han integrarse de manera


forzada; es decir, para que un individuo sea catalogado como culpable debe existir una
estrecha y clara relación entre el autor de la conducta y la propia acción realizada. De
igual forma, el autor debe poseer voluntad y conocimiento de hecho. Es posible hablar,
entonces, de que la culpabilidad es la situación en que se encuentra una persona
imputable y responsable que pudiendo haberse conducido de una manera distinta para
evitar un resultado típico no lo hizo; por ello, el juez le declara merecedor de una pena.

La culpabilidad tiene dos formas: el dolo y la culpa. La primera es intención; la segunda,


negligencia. Ahora bien, en el artículo 9o del Código Penal Federal se establece que obra
dolosamente el individuo que, conociendo los elementos del tipo penal o previendo como
posible el resultado típico, quiere o acepta la realización del hecho descrito por la ley.
Obra culposamente el que produce el resultado típico que no previó siendo previsible o
previó confiando en que no se produciría, en virtud de la violación a un deber de cuidado
que debía y podía observar según las circunstancias y condiciones personales. Lo
establecido en el cuerpo normativo señalado especifica una estructuración de la
culpabilidad que es muy parecida entre los delitos de acción y los de omisión, pudiendo
el Derecho Penal Moderno distinguir los siguientes elementos.

a) La imputabilidad o capacidad de culpabilidad. Aquí se incluye que deben darse


los supuestos en la persona que ha infringido el precepto normativo y que es
traducida en la madurez psíquica y la capacidad del sujeto para motivarse; entre
ellas, podemos encontrar la edad, enfermedad mental, entre otros. Se arguye que
quien carece de alguna de estas facultades psíquicas, o las mismas no son
suficientes para poder ser motivado racionalmente, no puede ser culpable de un
hecho considerado delictivo.
b) El cabal conocimiento de la antijuridicidad del hecho cometido. En este supuesto
se sostiene que solo se puede sancionar al individuo en la medida en que este
pueda conocer que la acción u omisión perpetrada constituye una prohibición. Por
ello, si el sujeto desconoce que su hacer está sujeto a alguna sanción no tiene
razón para abstenerse de su realización, aunque su acción sea típica y
antijurídica.
c) La exigibilidad de un comportamiento distinto. Normalmente el derecho exige la
realización de comportamientos más o menos incómodos o difíciles, pero no
imposibles. El derecho no puede exigir comportamientos heroicos, y toda norma
jurídica tiene un ámbito de exigencia fuera del cual no puede exigirse
responsabilidad alguna.

Esta exigibilidad, aunque se rija por patrones objetivos, es, en última instancia, un
problema individual: es el autor concreto, en el caso concreto, quien tiene que

comportarse de un modo u otro. Cuando la obediencia de la norma pone al sujeto fuera


de los límites de la exigibilidad, faltará ese elemento y, con él, la culpabilidad. Por otro
lado, la inculpabilidad se limita a definir que, si no logra demostrarse que el sujeto es
culpable por llevar a cabo la acción material y tener la voluntad física y moral, no puede
ser sancionado jurídicamente.

La inculpabilidad es la ausencia de culpabilidad, y opera cuando se encuentran

ausentes los elementos esenciales de la culpabilidad, que son el conocimiento y

la voluntad. Las causas de inculpabilidad son las circunstancias que anulan la

voluntad o el conocimiento, tales como el error, la no exigibilidad de otra conducta

y el temor fundado (Diccionario jurídico. 2022).

Figura 2.4 Culpabilidad

La idea de culpabilidad, en su estado actual, solo puede admitirse a partir del análisis de tres
conceptos fundamentales: persona, libertad y dignidad humana. A falta de cualquiera de estos,
resultará incompleta la idea y no habrá forma de justificar su papel. Elaboración propia UNIVIM.

Referencias

• Cajal. A. (2017). Elementos positivos y negativos del delito. Recuperado el 25 de


noviembre de 2022. Consultad en: https://www.lifeder.com/elementos-positivos-
negativos-delito/
• Diccionario jurídico (2022). Inculpabilidad. Recuperado el 25 de noviembre de
2022. Consultado en: http://diccionariojuridico.mx/definicion/inculpabilidad/
• Elementos y aspectos negativos del delito. (2016). Recuperado el 23 de julio de
2017. Consultado en:
https://definicionlegal.blogspot.com/search/label/Teoría%20del%20Delito
• Marques Piñero, R. (2004). “Ubicación de la problemática en la antijuridicidad”.
Teoría de la antijuridicidad. Universidad Nacional Autónoma de México.
Recuperado el 25 de noviembre de 2022. Consultado en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv/detalle-libro/549-teoria-de-la-antijuridicidad
• Plascencia Villanueva, R. (2004). “La antijuridicidad”. Teoría del delito.
Universidad Nacional Autónoma de México. Consultado en:
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/1/44/9.pdf

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