Femando Quintalla B.

de uno es lo menos de otro, luego la injusticia quiebra la igualdad. La -p: CAPITULO IV

vieja fórmula "dar a cada cual lo debido" adquiere asi un contenido que
reclamaba el debate de República l. Se entiende de esta manera que .
.1)

"
LA JUSTICIA POLir/CA y EL rEMA DEL
fue esta la perspectiva que adoptó Ulpiano en su fórmula suum cuique DERECHO NA rURAL.
tribuere, y que después recogió Tomás de Aquino en la Summa.

En el capitulo VI de Etiea Nicomaquea, en 1134 a 25

Aristóteles afirma que "no debe olvidarse que lo que indagamos es lo
justo como tal y lo justo político•. Este pasaje da motivo para examinar la
justicia politica y su relación con las formas de justicia ya examinadas.
Moix Martinez hace de la justicia política el eje de su estudio de la
justicia aristotélica. Escribe: "La justicia política es, asi, la justicia propia
de la polis (rtó,l.,\~),es decir, aquella justicia que sólo puede realizarse en
la comunidad política: en definitiva, la verdadera y propia justicia"'. Para
él la justicia política subordina a todas las formas de justicia, es el bien
político y es asimismo el fin de la política. Se desplaza asi el tema de la
justicia desde la Eliea Nicomaquea al tratado de la Política.

Gauthier y Jolif sostienen algo distinto. Lo justo politico,

díkaion polifikón (óíxcuov rtohnxóv), no es una nueva especie de
justicia que viene a agregarse a la justicia distributiva y justicia
correctiva. La expresión que se ha traducido como "lo justo como tal" es
tó aplós díkaion (tO a1t)..w~ álXCHOV), y se trata, piensan ellos, de una
manera de referirse a la justicia en forma abstracta. Escriben:

Manuel Moix Martínez, D/K£. Nuevas perspectivas de /0 justicia clásica. Instituto

, de Estudios Políticos, Madrid, 1968, págs. 2 J 8.219.

64 6;
Fernando Quintana B.
"Aristóteles hasta aquí ha examinado las condiciones formales de la
justicia, y este estudio no ha sido sin resultados, puesto Queha permitido
determinar sus diferentes especies, Pero la justicia no es solamente una
','O
esencia, una realidad ideal: ella encuentra su realización en el marco de
la ciudad: es esta realización concreta la que conviene examinar para
descubrir ahí nuevos elementos, que nos permitan completar nuestra
definición de justicia"2, En esta línea coinciden otros autores, como
Joachim en su estudio sobre el tema3: también J. Ritter4. De lo que se
. justo político, sino una forma de justo que tiene tan sólo semejanza con
trata, en suma, es ver la marcha del pensamiento aristotélico del
siguiente modo: el examen de las opiniones, los usos de 105lenguajes,
la observación directa de los comportamientos, incluso el estudio de las
legislaciones históricas permite extraer nociones generales, que se
cristalizan en principios que definen las especies de justicia ya
examinadas. Pero esto de modo abstracto, es decir sin relacionarlas con
formas históricas determinadas.
Lo justo politico quiere decír, enlonces, la realización de
los criterios abstractos de justicia en una comunidad política histórica.
Esto nos pone nuevamente frente a la relación de lo general a lo
particular. Los criterios de la justicia distributiva y correctiva, ya
examinados, pueden formularse en su caracter formal, sin atender a las
2 Rene Antoine Gauthier y Jean Yves Jolif, L '£thique a Nicomaque, Commentaite.
t.1I, pág. 386, Publications Universitaires de Louvain. 1959.
1 H,H. Joachim, op. Cil., pág. 153.
• Joachim Riner, "Nalurrechl" bei Arisloleles, (1963), en Melaphysik und Po!ilik,
Suhrkamp Verlag FrankfuJ1, 1969, págs. 131-179.
66
La actualidad hermenéutica de la Teoría de la Justicia de Aristóteles
condiciones reales en que operan. El texto de ftica Nicomaquea, 1134 a
25-30, que tiene importancia para lo que se viene diciendo, es el
siguiente: "Lo justo político tiene lugar entre Quienes han constituido una
comunidad de vida para lograr una autarquía, y que son libres e iguales,
ya conforme a la igualdad proporcional, ya conforme a la igualdad
aritmética, de manera que si no ocurre esto, no se presenta entre ellos lo
lo justo mismo", Mas que una definición, lo que se indica aquí es la
condición de realidad de las especies de justicia ya consideradas. lo
que se ha traducido como ucomunidad de vida" es la palabra koinonia
biou (XOlvwvía. píau), que señala la comunidad de hombres concretos,
no el Estado entendido como la organización política abstracta. Es allí
donde tienen que cobrar realidad los criterios de justicia abstractamente
formulados.
La comunidad histórica viva es el mejor lugar donde el ser
humano puede realizarse como hombre. La autarquía es la
autosuficiencia, que ya antes había declarado Platón como lo que los
hombres buscan al formar comunidades. Aristóteles lo reconoce, por
ejemplo, en Politica, 1, 1252 b 28, en donde hablando de las etapas de
organización social, señala como su etapa última la polis (1tólll:;): "Es la
comunidad que ha llegado al extremo de bastarse en todo virtualmente a
sí misma, y que si ha nacido de la necesidad de vivir, subsiste porque
puede proveer a una vida cumplida"5, A veces suele traducirse polis
(1tÓAl~) por Estado, con lo cual se introduce una consideración más
1 Aristóteles, Política, versión de Antonio Gómez Robledo, UNA M, México, 1963.
67
Fernando Quintana B.
propia del Estado moderno. La autosuficiencia no sólo mira a la
dimensión material sino especialmente a lo moral. Ya lo ha declarado
antes el propio Aristóteles cuando en la fUca Nicomaquea, Libro 1,
estudia el fin propio del ser humano y la posibilidad de realizarse como
tal en la vida. El ser humano busca naturalmente lograr ciertos fines que
le parecen buenos y aceptables, y en este esfuerzo se aplica a las
condiciones en que le toca vivir, o como diríamos, la situación que
enfrenta. Esto le da primacia a la comunidad, la que posibilita el
cumplimíento de los planes de vida que cada cual forja en ella. Por eso,
después de establecidos los criterios abstractos y formales de justicia
hay que mirar el problema en su realización concreta, que es la
comunidad histórica viva en donde se ejercen las acciones. Pero ahora
ya es posible calificar esas acciones de justas o injustas conforme los
criterios establecidos. En general, los actos injustos se miden conforme
la pauta que define lo debido, más de lo debido si se trata de bienes,
menos de lo debído si se trata de cargas,
En la comunidad los seres humanos son igualados,
conforme las pautas de justicia. La ígualdad aquí no debe entenderse
todavía como la ígualdad abstracta de la teoría del pacto social. En la
comunidad tambíén se hacen libres. Es interesante advertir cómo se
conjugan en la comunidad concreta las nociones de igualdad, justicia y
libertad. Si se compara con la teoria moderna del Estado que surge del
pacto, se ve que esta tiende a la consideración puramente ideal y
abstracta de esas nociones, El realismo aristotélico se manifiesta en la
consideración de las condiciones reales de la comunidad. Esto no es
puramente empirismo, sino mostrar en qué condiciones las nociones
68
La actualidad hermenéutica de la Teorla de la Justicia de Aristáteles
éticas Y políticas, concebidas abstractamente, tienen que cobrar
realidad.El plan de la República de Platón conduce a concebir una pofis
(1tÓ)..I¡;;) puramente ideal, pero no se estudian las condiciones de su
realización, ni se problematiza cómo podría llegar a tener realidad. Allí
Platón se inclina por el gobierno de los hombres sabios y prudentes,
antes que las leyes. Acá Aristóteles se preocupa de hacer ver que las
nociones que pueden pensarse abstractamente tienen que adquirir
realidad. La teoría política se convierte asi en descriptiva, pero en cierto
momento tiene que entrar a fijar condiciones normativas de realidad.
Estemismo problema lo plantea en Etica Nicomaquea., Libro 11,2, 1103
~. b 26, cuando se hace cargo que la indagación ética no sólo persigue el
conocimiento puramente teórico, sino también busca llegar a ser
buenos, pues de otro modo no tendría ninguna utilidad. De otra parte,
más que un modelo de po/is (nóAu:;) determinado, lo que tiene en mente
es una comunidad organizada en forma realista. El estudio de las formas
históricas de oligarquía y democracia permite exhíbir sus partes
favorables y desfavorables. Pero no se trata de postular un modelo
teórico en particular, sino buscar en su realización algo que tenga las
partes favorables de uno y otro. De ahi que la mejor organización no es
la de sólo los ricos, ni la asamblea de [os pobres, sino algo intermedio,
. equilibrios
una suerte de clase "media". Aristóteles es el gran forjador de los
i~
f,il
entre factores contrapuestos. El mejor modelo social es el que
J!
logra equilibrar factores contrapuestos, produciendo la conciliación de
los mismos. Entonces, lo que está en juego es la estabilidad de las
formas de organización social, mas que una forma pura de gobierno y
constitución.
69
Fernando Quintana B.
Si Platón privilegiaba el gobierno de los sabios,
1,
Aristóteles, en cambio, opta por el gobierno de las leyes. lo dice en
Etica Nicomaquea, 1134 a 30-35 "Lo justo existe solamente donde las
relaciones mutuas entre los hombres están determinadas por la ley
(nomos - VÓjJ.o;;),y la ley existe donde es posible la injusticia, pues la
justicia (díke ~ óíxr¡) en sentido judicial es la discriminación entre lo justo
y lo injusto. En donde hay injusticia se cometen también actos injustos.
aunque no en todos los casos en que se comete injusticia hay injusticia~
que consiste en asignarse de bienes propiamente tales más de lo debido
y de males propiamente tales menos de lo debido. Debido a esto, no
permitimos que gobierne un hombre sino el principio racional contenido
en la ley (lógos • Aóyoc;), porque aquéllo haría para sí y se convertiría en
tírano. En realidad, el gobernante es el guardián de lo justo, y en tal
carácter de lo igual'. El problema de fondo que se discute aquí es el
relativo al rol de la ley. Si Platón tuviese razón, significaría que sólo el
sabio podría dirigir acertadamente, mientras el hombre corriente, el
hombre masa, entregado a sus opiniones y creencias comunes,
quedaría presa de sus errores, su consejo no seria confiable, y no
podría ser considerado para hacerse cargo de la dirección política de la
comunidad. las leyes que se produjesen en las asambleas deliberantes
carecerían de verdadera fuerza,
Pero Aristóteles se opone a esto. Hay un error de base en
el planteamiento platónico. las leyes, en verdad, son la expresión
acumulativa de la experiencia social, la cual se refleja en un aumento de
sabiduría politíca, que se va incrementando con el tiempo, y esto se
decanta en las leyes y las costumbres. En último término, no es tanto la
1:1
~I
10
La actualidad hermenéutica de lu Teorítl de la Justicia de Aristóteles
, ley escrita, sino la costumbre la depositaria más confiable de esta forma
de sabiduría popular. Es el primer atisbo del problema de la opinión
pública como depositaria de una forma de saber y control de los actos
legislativos y de gobierno. En Politica, Libro tII, 1281 a 40-1281 b 10
desarrolla esta idea: en las asambleas los hombres se complementan
unos con otros, porque comprendiendo uno una parte de un problema y
airo otra, juntos terminan comprendiendo el tolal. Dice: "Donde muchos
están, cada uno tiene su parte de virtud y prudencia, y reunidos viene a
ser la multitud como un solo hombre dotado de muchos pies y muchas
manos y muchos sentidos, y así también en el carácter y la inteligencia.
y por esto el público juzga mejor que uno solo de las obras musicales y
poéticas, pues unos juzgan de una parte, otros de otra y todos de
todas"o.
Se comprende mejor ahora la relación de la ley con la
justicia y la afirmación inicial de que la legislación en su conjunto se
concebía como justa. En la comunidad se realizan actos que merecen el
calificativo de justos o injustos a los ojos del hombre corriente, educado
en las formas que la comunidad ha asumido. Este saber opina! no es
totalmente equivocado, algo hay de cierlo en él. Se basa en una
experiencia acumulada, que le permite ir discriminando, es decir,
enjuiciando con bastante aproximación de qué clase actos se trata. La
pleonexía (1tÁ€ovE~ía), como la ambición de tomar lo no debido, es
percibida y calificada sin mayores trabas. Si las leyes están bien hechas,
deberían reflejar en su contenido esta experiencia acumulada. Por eso,
donde hay leyes posible la injusticia, que quiere decir que la ley ha
& Cito confonne la versión de A. Gómez Robledo, citada anterionneme.
11
Fernando Quintana B.
recogido estas formas de saber opinal acumulado y que el hombre
corriente está en condiciones de discriminar entre lo justo e injusto, y
que la ley separa convenientemente Jodebido y lo no debido,
La ley cumple así una función delimitadora de lo justo e
injusto y también educadora, como lo queda Platón en Las Leyes. Por
eso el gobierno de la ley, y de otra parte, el gobernante como guardián
de lo justo, es decir de la aplicación de la ley por igual a todos.
Estas mismas consideraciones se enlazan con el Capítulo
Vil que trata de la división de lo justo político en justo natural y justo
convencional. Las leyes y las costumbres son el producto de la
convención social, y se distingue de lo natural en cuanto en este su
principio no es la convención humana sino es inherente a él mismo. Esta
distinción podría construir una oposición irreductible, sin embargo,
Aristóteles introduce matices que la hacen más flexible. En Etica
Nicomaquea, 1134 b 20-25, dice: "Natural es lo que en todas partes
tiene la misma potencia (dynamis - ÓÚVallt~) Y no depende de que
nuestra opinión lo considere así o no; en cambio, en lo convencional por
su principia es indiferente que la disposición establezca esto o aquello,
pero una vez instituida, importa la diferencia, así por ejemplo, pagar una
mina de rescate por un priSionero, o sacrificar una cabra y no dos
ovejas, y también cuando se trata de disposiciones que se instituyen
para casos particulares, como la disposición que ordena hacer sacrificios
en honor de Brasidas, y cuando se trata de disposiciones en forma de
decretos de autoridad".
72
La actualidad hermenéUficu de la Teorla de lu Justicia de Aristóteles
En muchas obras Aristóteles contrapone natural y artificial
por una razón de principio. En la naturaleza, physis (cflÚOL~), en ella
misma se encuentra el principio de su desarrollo. En las cosas
artificiales, se requiere de un artífice, quien pasa a ser el principio de su
creación Y posteriores modificaciones. El Derecho y la costumbre son,
desde este punto de vista, cosas artificiales, el producto de la
convención, que puede imponer cualquier contenido. Los ejemplos lo
muestran. El acuerdo sobre el rescale puede ser una cantidad como
otra, pero una vez acordado, importa porque pasa a ser un compromiso
con fuerza legal. Visto asi, se entiende el siguiente pasaje, de 1134 b
25-27: "En la opinión de algunos, las cosas justas pertenecen a esta
última clase, porque mientras lo natural es incambiable y en todas partes
tiene la misma potencia -así como el fuego quema aquí y en Persia-, en
cambio las cosas justas se ven cambiantes" Esta posición es la de los
que oponen natural y convencional, tanto como natural y artificial. El
antecedente se encuentra en los debates de los sofistas. Es la lesis que
sostiene Calieles en el Diálogo Gorgias, en el sentido que la legislación
y, en general, el Derecho es la obra artificial de los débiles contra los
fuertes, lo que está en contradicción con la naturaleza, en la cual los
fuertes triunfan sobre los débiles; a su vez, Trasímaco en República,
Libro 1,defiende la tesis que el bien es cometer injusticia, y que el mal es
padecerla, y que por eso los débiles se protegen con las leyes, de donde
resulta necesario volver a la ley de naturaleza, que favorece al fuerte.
En 1134 b 27-35 se dice: "Pero lo anterior no es
completamente así, bien que lo sea en cierto sentido solamente. Aunque
entre los dioses lal vez nunca suceda esto, sin embargo entre nosotros,
73
Fernando Quintana B.
';,¡
no obstante haya algo natural, todo esta sujeto a cambio. Pese a esto
último las cosas justas son unas por naturaleza, otras no. Es evidente,
de las cosas que pueden ser de otro modo, cuales son por naturaleza y
cuales no, sino convencionales y producto del acuerdo social, aunque
ambas estan similarmente sujetas a cambio, Y en las otras casas se
aplica también la misma distinción; así, por naturaleza la mano derecha
es mas fuerte, sin embargo cualquiera puede convertirse en
ambidextro". La réplica de Aristóteles a la oposición sofista va por el lado
de incorporar al lado de lo necesario esa dimensión que denomina "lo
que puede ser de otro modo". Hay en la naturaleza no sólo lo necesario,
eso que no puede sino ser de un cierto modo, y esto otro, que puede ser
de otro modo, noción que conduce a la importante concepción de la
contingencia. En distintas partes Aristóteles recoge esta doble
dimensión en la naturaleza, por ejemplo, Metafísica, E, 2, 1027 a 8,
Refutaciones Sofísticas, 11,8, 198 b 35.
Aquí se trata de la naturaleza humana, la cual sirve de
fundamento a la justicia. La tesis que opone en forma irreductible lo justo
natural y lo justo convencional no es cierta totalmente, señala
Aristóteles. A pesar de lo breve de los textos, puede advertirse que
trabaja con varios criterios. Primeramente, la distinción entre necesidad
y contingencia, es decir lo que no puede ser de otro modo como
caracterización de lo necesario, y lo que puede ser de otro modo como
forma de especificar lo contingente. Esta distinción, que reneja dos
modos de ser, sirve para distinguir entre naturaleza y artificio. Fue este
punto de vista el que adoptaron los sofistas para contraponer naturaleza
(physis - 4JÚiJl~) y Derecho (nomos - \lÓI.LO~), este último como forma
74
La actualidad hermenéutica de 111Teorill de 111Justicia de Aristóteles
artificial, Pero aquí se habla de Derecho en sentido positivo, positum,
esto es la legislación producida e impuesta por las instituciones sociales
históricas. De ahí esa terminología de ley convencional o simplemente
justo convencional. La misma palabra justo. díkaion (óíXCl:IO\'), se
emplea para lo natural y lo convencional. Hay así lo justo natural y lo
justo convencional. El problema que sugiere esta última distinción es
que hay cosas de justicia que son naturales, esto es necesarias, y hay
cosas justas convencionales, esto es cambiantes. El acuerdo social
puede imponer en un momento y en un lugar determinados una cierta
prescripción, la que puede considerarse justa, pero en otro momento
puede cambiar. Es decir, en la esfera del Derecho positivo hay siempre
la posibilidad de un cambio, esto es de ser de otro modo. Es lo que
muestra la historia, cómo a lo largo del tiempo van cambiando las leyes
y los criterios de justicia.
En cierto sentido solamente, dice Aristóteles, es
verdadera esa contraposición. Para plantearlo de otro modo, habría una
justicia natural necesaria, y otra justicia convencional no necesaria. Aquí
interviene otra distinción. lo que es inmutable y lo que es mutable, Es la
mirada temporal. Desde este ángulo, hay cosas que permanecen, otras
que sufren modificaciones con el transcurso del tiempo. La primera
distinción, natural-artificial (contingente) mira al principio a partir del cual
se constituye. En lo natural el principio esta en la cosa misma, en lo
artificial aplicado al Derecho, significa que lo convencional tiene su
principio en el propio ser humano, no en el Derecho mismo. El ser
humano puede cambiar las leyes que en un momento ha impuesto. Esta
en su naturaleza el producir ese cambio. Pero, de otra parte, la justicia
J'
i )5
Fertla"do Quintana 8.
natural nos lleva también a la naturaleza humana, pero en otra
dimensión. La naturaleza humana se aborda desde dos lados. La
producción histórica del hombre puede comprenderse desde dos lados,
como expresión de su humanidad y como expresión de voluntades
cambiantes. El hombre es naturaleza y lleva dentro de si sus principios,
y de otra parte como agente produce cosas que se exteriorizan y
adquieren autonomía. Estas últimas tienen su principio en el agente
productor, dependen de él para su creación y a veces para su
mantenimiento en la realidad. Las cosas que producen ingresan en el
flujo histórico y son afectadas por el cambio. Hablar de una justicia
natural significa que hay que volcarse sobre la naturaleza humana, es
aquí donde hay que encontrar los principíos de esta justicia
En seguida, intervíene todavia otra dístincíón, que
concierne a lo general y lo particular. En las legislaciones históricas se
concretan en variadas formas los principios que se han considerado al
imponer la legislación_Por eso, en diferentes lugares una misma figura
jurídica puede ser regulada de distinta manera. Hay diversidad de
manifestaciones, La sociedad histórica, la polis (nÓAt~), recibe la
concreción de la rica diversídad de manifestaciones. Cuando se diríge la
atención sobre el carácter del origen de esa diversidad, surge la
pregunta acerca de si hay algo en la naturaleza humana que no sólo sea
necesario, sino universal e inmutable. En la naturaleza fisica se pueden
encontrar principios necesarios, universales e inmutables, como las
leyes físicas de la naturaleza, que investiga la ciencia natural. Pero en la
naturaleza humana hay una dimensión que ostenta ese carácter, pero
en ella tiene también su origen lo que puede ser de otro modo. Es decir,
76
La ac/atllidad hermenéutica de la Teoría de la Justicia de Aris/óteles
en la naturaleza humana radica la posibilidad de engendrar lo diverso.
Lanaturaleza humana es en cierto sentido cambiante.
El planteamiento aristotélico después sufrirá una
transformación en la doctrina de un Derecho natural universal e
inmutable, especialmente en la época moderna. La ley natural en el
tomismotiene otro significado. El propio Tomás de Aquino reconoce que
la naturaleza humana es mudable7• Lo que Aristóteles plantea es que la
justicia natural, a la cual se asocia la ley o Derecho natural, tiene su raíz
en la naturaleza humana, la cual no es inmutable. Esto último significa
que en la propia naturaleza humana está la posibilidad de ser de otro
modo, esto es el cambio. Para examinar con más detenimiento esto,
conviene tener presente el siguiente texto de Etica Nicomaquea, 1135 a
1-10: "Las cosas justas, que lo son según la convención social y )a
utilidad,se asemejan a las unidades de medida, pues no en todas partes
son iguales las medidas del vino y del grano,... De la misma manera, las
cosasque son justas no por naturaleza, sino por disposición humana, no
son las mismas en todas partes, as! como tampoco lo son las
constituciones políticas, sino que hay una sola constitución que es en
Suma Teológica, 2-2 q.57 a.2. Aquí Tomás de Aquino escribe: "Lo que es natural a
un ser dotado de naturaleza inmutable es fort;oso que sea inmutable siempre y en
todas partes. Pero la naturaleza humana es mudable, y, por consiguiente, lo que es
natural al hombre puede algunas veces fallar. Por ejemplo, es de igualdad natural que
se devuelva el depósito al depositante: y, por lanto, si la naturaleza humana fuera
siempre recta, esta norma deberia observarse en todo caso; mas, como a veces la
VOluntad del hombre se perviel1e, hay ocasiones en que el depósito no debe ser
devuelto para que un hombre de voil¡ntad perversa no use mal de él: v. Gr., si un
demente o un enemigo de la república reclamara las aonas depositadas". Versión de
B.A.e., t. VIlI, Madrid, 1956.
JJ
Fernando Quillfana B.
todas partes por naturaleza la mejor. Cada disposición justa y de la ley
es en relación a cada acción como la relación del universal al particular
las acciones son múltiples, pero la disposición justa de cada una de ellas
es una sola, pues es universal (kathólou - xa8óAOU)" Aqui se examina
primeramente la variedad de manifestaciones que tiene el Derecho
positivo, pero no impide pensar en una sola institución juridica que sea
la misma para toda esa diversidad. De la misma manera, las
constituciones políticas son distintas en diferentes lugares, pero esto no
impide que haya una sola constitución que sea la mejor. Pero aqui surge
con fuerza el problema platónico, frente al cual la respuesta aristotélica
es la de no postular un modelo único, cuyo contenido pueda exponerse
abstractamente, como en República, sino las constituciones van
surgiendo de la experiencia política de los pueblos, Hay una constitución
'por naturaleza la mejor' que hay que pensarla no como el modelo
abstracto, sino como un tipo, es decir esquemáticamente, como se
señaló en la consideración metodológica. En la ética y en la política no
caben demostraciones precisas, sino impera el pensamiento por tipos,
es decir por esquemas o bosquejos, que es una forma muy general pero
con respecto al cual las constituciones históricas son aproximaciones,
Si se examina la relación de la ley con las acciones
reguladas por ella, se advierte lo mismo señalado atrás. La leyes una
sola pero las acciones a las que se refiere son múltiples, por eso se trata
en este respecto de \a relación de universal a lo particular. pero a su vez,
la diversidad de leyes puede relacionarse con un solo patrón o tipo, el
que pasa a ser universal respecto de sus manifestaciones.
78
•
La actulIlidlld !lermeneu/icll de 111TeoflÍl (/e la Jus/icia de Aristó/elel'
Con respecto al Derecho natural y su raiz en la naturaleza
humana, hay que decir que la mutabilidad de la naturaleza humana es
un aspecto del problema. Está este otro: si en cuanto al contenido de los
principios de Derecho natural hay un número limitado de preceptos
inmutables o más bien principios que se van reconociendo y agregando
con el tiempo, a medida que el ser humano enriquece su experiencia
política. Consideremos el siguiente texto de Retón'ca. Libro 1,13,1373 b
1-10: uSerá bueno hacer ahora una completa clasificación de las
accionesjustas e injustas. Podemos comenzar observando que han sido
definidas dos clases de leyes, y también dos clases de personas. Por las
dos clases de leyes quiero decir la ley particular y la ley universal. La ley
particular es aquella que cada comunidad establece y aplica a sus
propios miembros: es en parte escrita y en parte no escrita. La ley
universal es la ley de la naturaleza. Pues hay, efectivamente, una justicia
natural y una injusticia natural, que cada cual puede en cierto modo
adivinarlo, que es obligatoria para todos los hombres, incluso aquellos
que no tienen asociación ni convenio entre si. Esto es lo que la Antígona
de Sófocles claramente quiere decir cuando dice que el entierro de
Polyneices era un acto justo a pesar de la prohibición: ella quiere decir
que es justo por naturaleza". Esta justicia natural es materia de una
aprehensión muy especial, que se acerca al acto adivinatorio. Se trata
de una forma de intuición, con elementos emocionales. No recae sobre
preceptos escritos, dados todos de un a vez, como el Decálogo. Los
preceptos son de alguna manera inmanentes.
La respuesta de Aristóteles se inclina por un Derecho
natural que se va desarrollando. en cierto sentido, abierto, no cerrado en
79
Fernando Quintana B.
.;"<
torno a un número limitado de preceptos. Esto se relaciona con el
teleologismo: la comunidad política tiene una razón de ser, que es lograr
la autosuficiencia, libertad e igualdad de sus miembros. La comunidad
se mueve en una dirección, y quienes la componen van percibiendo en
ella, en la multiplicidad de sus formas y variadas experiencias, la mejor
organización. La organización típica, que es la mejor, se hace visible en
la experiencia histórica. Los principios de justicia natural nos remiten en
último término sobre el ser humano mismo, su autosuficiencia, su
plenitud como tal. Esta justicia natural no existe separada, y por lo
mismo el Derecho natural no existe separado de su manifestación
histórica. Es necesaria la comunidad politica, porque sólo en ella el ser
humano puede realizarse. y al hacerlo pone de manifiesto su naturaleza,
en la cual tiene su raíz lo justo natural y el Derecho natural.
Si la relación de las leyes positivas y las acciones
singulares sometidas a ella se puede mirar desde las categorías de lo
universal.particular, dando como resullado la unidad de una y la
multiplicidad de las otras, también estos principios de justicia natural,
esto es de Derecho natural se pueden relacionar con las legislaciones
históricas de la misma manera. Una sola constitución es la mejor, como
prototipo, y las constituciones históricas forman una diversidad de
manifestaciones múltiples. Si en Platón lo uno y lo múIHple son las
nociones que le permite concebir la relación de la idea con los
ejemplares de la realidad sensorial, en Aristóteles esa relación
ontológica se plantea pero no entre dos términos separados, como
ocurre en el pensamiento platónico. Fue esto lo que ocurrió con la
concepción idealista del Derecho natural, que lo ve como un a priori a
80
La actualidad hermenéutica de la Teoria de fa Juslicia de Aristóteles
toda forma histórica de Derecho. La precedencia temporal pasa a ser
determinante. En el aristotelismo lo fundamenta! es la experiencia
histórica que se forma en la comunidad viva, es aquí donde se va
construyendoel Derecho natural8 Entre lo justo natural y lo justo legal o
convencional hay una diferencia de grado, ambos son mudables, pero
en distinta intensidad; en la medida de su contaclo con las realidades
concretas, lo justo natural se va modificando, se van incorporando
nuevosmatices y aun nuevos principios.
1 Luis Recasens Siches, en Filosofia de! Derecho, Edil. Porrua, México, 1959, pág.
428, escribe: "Aristóteles considera que en el Derecho hay IIlla parte que esjusta por
naturaleza y aira por determinación de la ley pasiliva. Pero, incluso lo que es justo
por naturaleza es mudable, en la medida en que cambian las realidades a que este
criterio de justicia es referido. Ahora bien, para Aristóteles, lo natural no es expresión
de una realidad fenoménica regida por leyes causales inmutables; antes bien, lo
natural significa un concepto teleológico, valorativo, aquello que se adecua a su fin,
aquello en lo cual la forma, como principio finalista, triunfa sobre cualquier
resistencia de la materia. Y cabria decir que una de las consecuencias de esa
concepción teleológica de lo natural como forma, podria ser la de que al irse
realizando progresivamente los fines. brotan nuevas y diversas exigencias de la
justicia natural. Bien puede ser esta la interpretación correcta si se tiene en cuenta
que Aristóteles afirmó la mutabilidad. no sólo de Jojusto por ley o por convención,
sino asimismo de lo justo por naturaleza".
81
•

CAPITULO V

," LA EQUIDAD (EPIEIKEIA • im€lxeía),

1
'r"
El capítulo X de la EUca Nicomaquea se dedica a.1estudio
" (
1
de la epieikeia (£:JHElXEío:), que hemos traducido por equidad. El
,
~J'1~'
.;"" adjetivo correspondiente es epieikés (£:JnEtxé~), Esta palabra esta
."",:';.'
1,- ir.. ,. construida con la preposición epi (£TCí), que significa en, sobre, y el tema
l~
' eikóS (tIXÓ~),que significa semejante, de donde igual. Lo que sugiere la
'f ji palabra epieikeia (cmEtxEíll) es una forma muy peculiar de estar por
~l sobre la igualdad, Si la justicia, dike (óLxT)), dikaiosyne (óo{(ll.oa0vT)), se
~ ~, define por la igualdad, la equidad se pone por sobre ella. En este sentido
se diferencia de la justicia, No obstante, pertenece al mismo género de
.
-:;¡'¡¡"i;
,~) ,l' lajusticia, es decir ambas son especies de lo bueno. El problema estriba
; en saber si la equidad se apoya en un principio distinto del principio de
¡',,
"., igualdad que sirve de base a las formas de justicia examinadas (justicia
f distributiva y justicia correctiva). Esto crea por el lado de lo bueno una
to'
'~': instancia fundante de la equidad. Por eso el texto de 1137 a 35-1137 b 2
'\1
"<:"',j',I,
dice: "A veces apreciamos lo equitativo (epieikés. f:TClElXé~) y al hombre
equitativo de tal modo que lo aplicamos en lugar de "bueno" a las otras
,¡ cosas que apreciamos, queriendo señalar por "mas equitativo" que algo
ti ~I;
, es "mejor~; otras veces, cuando seguimos el raciocinio lógico, parece
:? ,1
~,¡. paradójiCOque lo equitativo sea distinto de lo justo y sin embargo digno
';~l
~1 de aprecio". La equidad importa un grado de bien, que desde cierto
punto de vista, es más que el de la justicia. Pero, de otro lado, la

~
1/.
'1'..

.
" l'

~
equidad es una forma de justicia.

r. ; •.

83

Fernando Quintana B.
El problema es que la equidad no es una especie nueva
de justicia, así como tampoco lo es la justicia política. Pero como Se
.:1
distingue entre justicia natural y justicia legal o convencional, el asunto
es tratar de establecer cómo se relaciona la equidad con esas dos
formas de justicia. El siguiente texto de 1137 b 7.12 dice: "Por estas
consideraciones surge casi el problema que se suscita en torno a lo
equitativo. En cierto modo, todas ellas son correctas y no se oponen
recíprocamente. Lo equitativo, en efecto, siendo mejor que cierto tipo de
justo, es pese a todo justo, y es mejor que cierto tipo de justo no porque
sea de otro género. De este modo, entonces, lo justo y Joequitativo son
lo mismo, y siendo ambos un bien moral, lo equitativo es superior". Este
"cierto tipo de justo" parece ser lo justo legal o convencional, con lo cual
\a equidad sería en realidad distinta de lo justo legal, y por sobre esta
forma de justicia, pues es mejor en la escala cualitativa.
El texto que ha servido para construir la interpretación de
la equidad aristotélica, es el de 1137 b 12.20: "Lo que produce la aporía
es que lo equitativo es justo, pero no segun lo justo en el sentido legal,
sino que es mas bien correctivo de lo justo tomado en este sentido de lo
legal. La causa de esto es que toda prescripción legal (nómos • \'ÓI.lO~)
tiene un sentido universal (kathólou • xcc8óÁou),pero en los casos
particulares no es posible aplicar correctamente lo que se dice en forma
universal. En aquellas situaciones, entonces, donde es necesario aplicar
lo que se dice en forma universal, aunque no correctamente, hay que
pensar que la prescripción legal considera lo que ocurre la mayoría de
las veces, no desconociendo que sea posible el error. Y no por eso es la
prescripción misma menos recta. El error no se encuentra en la
84
,'
La actualidad hermenéutica de la reurfa de la Justicia de Aristóteles
prescripción legal misma ni en el legislador, sino en la naturaleza del
caso practico (prágma • rtpáYIlCt), pues tal es, hablando con propiedad,
• la materia (hyle - ¡j,l.T]) de las cosas practicas".
Gauthier y Jolif en la presentación del tema señalan que
en la manera en que Aristóteles considera que las leyes no pueden, en
¡ razón de su universalidad, dar solución a todos los casos particulares,
retoma la vieja oposición entre lo natural y lo legal o convencional. Esta
oposición ha recibido diversas interpretaciones y se han extraido de ella
consecuencias muy distintas. Una de ellas es la que medita Platón en el
Diálogo Político, 294, en que reconoce el caracter defectivo de las leyes
y por lo mismo la necesidad de recurrir a principios. exteriores al
Derecho, preparando así el camino al gobierno de los sabios antes que
el gobierno de las leyes. Por eso la equidad y la indulgencia aparecen
como principios que se oponen a la justicia en sentido estricto (por
ejemplo, en Las Leyes, 757 d-e). Esto reaparece en Aristóteles, en
Retórica, Libro 1, 13, 1374 b 10-15, en que define al hombre equitativo
asi: "Ser equitativo es ser indulgente con respecto a las debilidades
humanas: es considerar no la ley, sino el legiSlador; no las palabras de
la ley sino el pensamiento del legislador que la ha concebido: no la
acción sino la intención; no la parte sino el todo: no cómo es ahora sino
lo que ha sido siempre o las mas de las veces. Es recordar también el
bien que se nos ha hecho antes que el mal, los beneficios que hemos
recibido antes que los servicios que hemos hecho. Es saber soportar la
injusticia. Es consentir que una disputa sea resuelta más por la palabra
que por la acción, preferir el arbitro antes ir al tribunal, pues el árbitro
85
Fernando Quintana B.
La actualidad hermenéutica de la reoda de la Justicia de Aristóteles

mira a la equidad, en cambio el juez sólo la ley; el árbitro, en efecto, ha ,

Hay dos conceptos de equidad, aparentemente
sido establecido para dar fuerza a la equidad". "
inconciliables, que derivan de textos distintos. De un lado, una

Esta línea de pensamiento no la seguiría Aristóteles, ;:1 concepción de la equidad que apunta a la dimensión ética y en cierto

sostienen Gauthier y Jolif, sino la que se expresa en este otro texto de ~ grado sentimental: se trata de la indulgencia, de la capacidad de

Retórica, Libro 1, 15, 1375,27.35: "Es evidente que si la ley escrita es perdonar dentro de ciertos límites las debilidades humanas. Por otra
parte, la equidad mira hacia un principio más bien racional, que se
desfavorable a nuestra causa, es necesario recurrir a la ley universal y a ~:t-
encuentraen la ley universal, no escrita, inmutable por respecto a la ley
las razones más equitativas y justas, Es necesario argumentar que el :~
'el
escrita, que es cambiante. Pero esta contraposición, que surge de los
juramento "daré mi veredicto con arreglo a mi honesta opinión" significa "i
, textos de Retórica, tiene que relacionarse con los textos de la Etica
no aplicar con rigor las leyes escritas, que lo equitativo permanece '
Nicomaquea, cuya interpretación se ha abordado en las secciones
siempre y no cambia jamás, como tampoco la ley universal, que es
precedentes,
según naturaleza, mientras que las leyes escritas cambian a menudo.
De donde las palabras pronunciadas en la Antígona de Sófocles. Ella se No obstante la dificultad de una interpretación que
armonice todos los textos, muchas veces se toma la equidad en un
defiende diciendo que ha enterrado a su hermano contra la ley de
sentido afin al señalado por Gauthier y Jo/if, reforzada esta
Creón, pero no contra la ley no escrita~. Según este texto, para los
interpretaciónpor la que hace Tomás de Aquino,
autores Aristóteles se inclinaria por la tesis que la equidad es la
expresión de la ley inscrita en la naturaleza del ser humano, la norma de
Derecho natural, que se opone a la ley escrita. Dicen: "la equidad aqui En esta linea de interpretación está la que da Squella.
no está definida como indulgencia, ella no está fuera de la esfera del Partiendodel carácter general de los enunciados legales, dice: "Esto es
asi porque el legislador no puede sino colocarse en los casos de más
Derecho, ella es por el contrario fuente del Derecho y de un Derecho
ordinaria ocurrencia, sin que pueda exigírsele una previsión de ladas las
superior, puesto que está inscrito en la naturaleza. El progresismo 'l
posibles variantes que tales casos presentarán luego en la vida social
juridico recibe así su justificación y al mismo tiempo su regulador, y la
efectiva ni de todas las particularidades y circunstancias, muchas veces
teoría aristotélica de la equidad marca una etapa importante en la
irrepetibles, que acompañan de hecho al acaecimiento de esos mismos
historia del Derecho"1. La doctrina que Aristóteles sigue en la Erica
casos que el legislador sólo pudo regular de modo abstracto y general.
Nicomaquea seria la representada por este último texto, abandonando el
pensamiento platónico de aproximar la equidad a la indulgencia, En otras palabras: los aclos humanos san muchos. pero la ley que
regula un género de ellos es única; y porque es única es lambién
1 Op. Cit., pago 433.

86
87
Fernando Quintana B,
inevitablemente general"2. De aquí que, al producirse un caso no":
previsto, o de un caso rodeado de circunstancias especiales que al
aplicarse la ley podrían producirse consecuencias inconvenientes que no';'
j
es dable atribuir al legislador, el juez procede por medio de la equidad a
"corregir" la ley, supliendo la deficiencia, acudiendo a la regla práeticá
que el propio Aristóteles formula así: el juez debe actuar del modo que ei:
propio legislador 10 haría si conociese el caso y estuviere presente 3
Esta doctrina le sirve de base para construir un concepto de eqUida~ fi
válido para nuestro tiempo, según veremos luego, pero en el cual no se ;'
considera la integración del Derecho natural.
Volviendo ahora al problema que se planteó al comienzo
de esta sección, en qué sentido la equidad es justicia pero mejor que;
ella, hay que considerar nuevamente los términos en que está planteado"
el problema. De una parte lo justo natural y lo justo legal, y de otra la
equidad como indulgencia o benevolencia, y equidad como correctiva de
lo justo legal. Creo que es posible armonizar estas distinciones. la
legislación positiva es una forma de justo legal, en el sentido general que
se examinó al comienzo de este trabajo. Hay una inspiración genérica
l Agustín Squella Narducci,/nlroducción al Derecho, Editorial Jurídica de Chile, 2000,
pág. 289.
l En un trabajo anterior, La concepción de la equidad en Aristóteles, en Das
concepciones de la equidad, £deval, 1981, pág. 35, Squella señala: "Según
Aristóteles, la equidad, como parte o realización de lo justo natural, preexiste en "
cierto modo al fallo equitativo, de donde se sigue que la fuente de la equidad no;.
estaría constituida, en estricto rigor, por la conciencia del juzgador, sino por el
Derecho natural, al que se podría acceder en uso o práctica de las llamadas virtudes ,~
intelectuales, a saber, prudencia, sabiduría e intuición".
88
La actualidad hermenéutica de la Teorla de la Justicia de Aristóteles
de justicia, que se plasma en la legislación positiva, aunque en el detalle
esto pueda no ser efectivamente así: las leyes históricas, se ha visto,
son aproximaciones a un prototipo de legislación perfecta y justa, que va
desarrollando la experiencia política y social de los pueblos en el curso
del tiempo. Por eso lo justo natural no debe pensarse en el sentido del
modelo abstracto de la po/is (1tÓ)"l~) platónica, como el principio único e
inmutable, que alimenta todas las aspiraciones de una vida mejor y
'i justa. Se ha visto que la ley natural, o justo natural, se va ampliando y
modificando según lo va indicando la múltiple experiencia. Pero una vez
adquirido el principia, opera como una especie de a priOri regulador de
experiencias futuras, hasta que las mismas circunstancias muestren la
necesidad de corregirlo y adaptarlo a nuevas exigencias.
la aequitas, palabra latina que recoge la epieikeia
(trnEO(Eía) griega, se carga también del doble significado ya indicado
de benevolencia y principio racionaL Esto muestra que estamos frente a
una dimensión profunda y última del ser humano: desde una
perspectiva, el principio natural es aprehensible por actos racionales de
la sola razón, desde otra toca a resortes del sentimiento. Hemos visto
cómo la reflexión puede concebir los principios de justicia racional de
manera puramente formal, en las distribuciones y en las relaciones
sinalagmáticas, a partir de la sola experiencia de la vida. Es aquí donde
se captan los limites de lo debido. La sensibilidad popular capta que hay
quienes toman más de lo debido en beneficios y otros menos de lo
debido en cargas, lo que se denominó pleonexia (1t),,€ov€~ía), y esto
<'
corresponde a un sentimiento y también a la aprehensión racional de un
principio. La actitud rebelde de Antígona brota de un profundo
89
Fernando Quimono B.
sentimiento de injusticia, tal vez la experiencia originaria más reveladora
de la justicia, porque cuando se percibe que alguien toma lo indebido
'",
',-:,¡:'
',;i~
surge la evidencia de lo injusto. Privar a alguien de recibir sepultura es
quebrar el trato igualitario. Pero esto lo desarrolla la reflexión, que va
descomponiendo analíticamente el acto de injusticia en la forma
especifica de desigualdad que produce.
La doble vertiente de la equidad, benevolencia y principio
racional, son dos aspectos complementarios. El ser humano es
complejo, posee una dimensión sentimental y valorativa, y otra racional,
su vida transcurre como un constante esfuerzo por imponer un principio
racional a sus actos que son llevados e influidos por las emociones y
pasiones. El problema de la equidad es, entonces, en parte sentimental,
en parte racional. Pero esto hay que ponerlo a su vez en la perspectiva
de las categorias de lo general y particular. Aquí surge el problema
sobre el cual ha llamado la atención Aristóteles y que pertenece "a la
naturaleza del asunto práctico., y que lo recoge el siguiente texto, de
Etíca Nícomaquea, 1137 b 20-25: "Cuando la prescripción está dicha en
un lenguaje universal y ocurre un caso al que debe aplicarse esa
prescripción y que queda fuera de su enunciado universal, es correcto
entonces, donde el legislador ha pasado por alto y errado al expresarse
simplemente en la forma en que jo ha hecho, tomar su omisión y
corregirla del siguiente modo: establecer como prescripción legal la que
el propio legislador enunciaría e instituiría si estuviera presente y
conociese el caso•.
90
La actualidad hermenéutica de la Teorla de la Justicia de Aristóteles
Como ya se ha dicho, pertenece a la naturaleza de la
cosa práctica, es decir a la aplicación de las leyes positivas a la múltiple
y rica variedad de casos, que se produzca este desajuste. Lo general y
lo particular están en una tensión dialéctica, es inherente a ella. Los
términos generales de los enunciados legales dejarán siempre margen a
que se planteen dificultades respecto de casos o situaciones que por sus
características ajustan parcialmente con las prescripciones legales, ya
sea por declarada omisión, ya sea porque las consecuencias pueden ser
inconvenientes. Hay, en realidad un desajuste que se produce por la
dificultad de referencia de los enunciados a la totalidad de casos. Un
ejemplo ilustrativo lo exhibe el análisls a que somete Sócrates la fórmula
de justicia "dar a cada cual lo suyo o conveniente", en República " en
que se examina a qué casos puede extenderse dada la generalidad de
la fórmula. Es lo mismo que sucede con los principiOSformales de
justicia, que pueden concebirse en su generalidad, pero referidos a
casos o situaciones, ricas en detalles y complejas, presentan dudas de
aplicación. Por eso se requiere que el acto aplicador sea reflexivo, esto
es mediado por la deliberación. Esto significa asignar, a veces, a alguien
no la medida abstracta que impone la ley sino una adaptada a la
situación de que se trata.
La justicia como igualdad es la que puede concebir el
entendimiento humano abstractamente, formulada en principios
estables, como los ya vistos. Pero, es inherente a la cosa práctica, que
las leyes que se inspiran en esos criterios, tengan que aplicarse, por lo
cual deben enfrentar el problema de cómo ajustar esos enunciados
generales a la diversidad. Aquí nos damos cuenta que es necesario de
91

Fernando Quimana B.
un principio de aplicación, que no se escape del ámbito de lo justo, pero
que permita ajustar los criterios abstractos a los casos concretos. Por
eso en el texto de Elica Nicomaquea 1137b30-1138a5, señala que el
hombre equitativo es el que no es demasiado estricto en las cosas de la
justicia, sino que busca adaptar, como la regla de Lesbos, los criterios
generales a las situaciones particulares. La tensión dialéctica entre lo
general y particular se resuelve en la decisión aplicadora equitativa de
quien tiene que hacerla, normalmente el juez. Esta resulta ser también la
mejor decisión. Así lo equitativo es mejor que lo justo, en cuanto se hace
realidad en un acto de justicia concreto, ajustado al caso. La justicia
abstracta y formal se hace concreta, y desde este ángulo es lo mejor.
Culmina asi el estudio sobre la justicia de Aristóteles. La
equidad no es una especie distinta de justicia, que se añada a las otras,
sino una forma de vivir la aplicación de las fórmulas abstractas de
justicia. No puede darse de ella un criterio o fórmula que sirva de pauta
general, porque se convertiria en otra fórmula abstracta de justicia. Pero
como está en la dimensión de la aplicación de las leyes positivas,
requiere de actos reflexivos, en los que se hace presente la dimensión
sentimental, como complemento y colaboración en la búsqueda de lo
mejor. La prudencia, phrónesis (lflpóvr¡Ot<;), juega aquí un rol capital.
La influencia de esta concepción ha sido enorme, y puede
medirse en el examen de algunos planteamientos actuales. El que hace
A. Squella es muy adecuado a este propósito. En la ya citada obra,
propone la siguiente definición de equidad: "Dícese que un caso
juridicamente relevante de la vida social se resuelve en equidad cuando,
92
I!
La actualidad hermenéutica de la Teorla de la Justicia de Aristóteles
I
al faltar una ley que lo contemple y regule, o bien al existir una ley que lo
regula de un modo que resulta vago, indeterminado, oscuro, confuso o
contradictorio, o bien al existir una ley que lo regule y que de su
aplicación puedan seguirse consecuencias notoriamente injustas o
inconvenientes que el autor de la ley no previó ni pudo querer que se
produjeran y que parece razonable evitar, el juzgador encargado del
conocimiento y fa1l0del caso administra una solución construida sobre la
base de la idea que él forja en conciencia acerca de lo que sea justo
resolver a propósito del caso de que se trate, para lo cual el juzgador
empleará ante todo su prudencia, esto es, su capacidad de deliberar en
lorno al caso, a fin de verificar y comprender las particulares
circunstancias del mismo, viéndose asimismo influenciado en su
decisión por diversos factores a los que se puede llamar fuentes de las
decisiones equitalivas"4 Como dar un contenido estable a la equidad por
medio del Derecho natural le parece problemático, acude a la conciencia
del juzgador, a la cual acuden una serie de factores, los que actúan en
forma separada o en conjunto. Tajes son: la convicción estimativa del
juez, los principios generales del Derecho, los precedentes, el
razonamiento por analogia, las valoraciones socialmente dominantes.
La equidad aparece asi como un recurso al que acudir en
las tres situaciones indicadas: laguna de previsión, texto oscuro o
confuso o contradictorio, o consecuencias inconvenientes no previstas.
El problema aristotélico está recogido, pero la solución busca por el lado
de la estimativa y algunos criterios objetivos como los principios y los
precedentes. A mi juicio, lo que plantea Aristóteles es que la solución
4 A. Squella, op. Cit., pág. 293
,.,
;¡l 9J
Fernando Quintana B.
.,
equitativa se mantenga dentro de la esfera ética. La prudencia, que Se
invoca, debiera servir para ello. Esta no debe entenderse como la sola
cautela o cuidado, sino como la deliberación sobre cómo obtener la
mejor decisión, en términos de justicia y dentro del dominio de la ética.
En Perelman encontramos también un eco de la
concepción aristotélica. En la obra citada más atrás, después de definir
la justicia formal aborda el problema de la equidad, "la muleta de la
justicia", como la denomina. La concepción formal de este autor significa
en el fondo disponer de un procedimiento para enfrentar prácticamente
situaciones de aplicación de un criterio de justicia. Para él no hay un solo
criterio, sino una multiplicidad, en la cual figuran las conocidas fórmulas
"a cada cual lo mismo", "a cada cual según su necesidad", "a cada cual
según sus méritos", "a cada cual según su obra", etc. La historia social
de la humanidad nos entrega una pluralidad de criterios, sin que pueda
establecerse en forma absoluta el criterio úníco que vale como justicia.
No obstante, las grandes crisis sociales revelan la necesidad de la
justicia. Por eso, lo que corresponde es enfrentar prácticamente las
situaciones sociales con un repertorio amplio de fórmulas de justicia, y
buscar más bien consensos y aceptación de una solución que se
considera justa. Esto deja abierta la posibilidad que en algunos casos
puede ser posible aplicar un criterio u otro simultáneamente, creando un
conflicto, pues cada fórmula de justicia es incompatible con cualquiera
otra. La definición de justicia formal que postula sólo indica que se le
debe dar el mismo trato a todos los individuos que pertenecen a "una
misma categoría esencial", es decir prescindiendo de las condiciones
que determinan una sociedad dada; un empleador, por ejemplo, para
94
La actulllidml lIermelléuticlI ,le la Teoria de fa Justicia de Aristóteles
enfrentar el tema de las remuneraciones de quienes trabajan en su
empresa puede acudir a un criterio igualitario y según las circunstancias
combinarlo con un criterio relativo a las necesidades de aquellos
trabajadores con mayores requerimientos Se produce asi un caso de
antinomia, en que dos criterios mutuamente excluyentes se invocan
simultáneamente para fijar la remuneración. Aqui entra a operar la
equidad, según la cual, no constituyendo un criterio adicional, permite
ajustar los criterios abstractamenle definidos a la situación concreta.
Esto nos pone nuevamente el modelo aristotélico. La equidad surge en
la actividad aplicadora de los criterios abstractos de justicia, buscando
conciliar las diferencias.
La equidad, como lo hemos indicado, nos permite abordar
la rica diferenciación que enfrentamos en la realidad práctica, Su valor
radica en que hace posible adaptarse a todas las situaciones que
puedan producirse, haciendo que los criterios formalmente definidos se
inserten en ellas, sin perder de vista el trasfondo ético en que se tienen
que solucionar los casos.
La hermenéutica, como se dijo al comenzar este trabajo,
hace de la aplicación un concepto central. Al término del estudio de la
justicia en Aristóteles podemos apreciar cómo el problema de la
aplicación constituye el centro de la concepción de la equidad, que surge
precisamente ahí y que es la culminación de la teoria de la justicia. La
reflexión aristotélica posee una viva actualidad. El problema del Derecho
de todos los tiempos ha sido y sigue siendo el de su aplicación. Hemos
visto cómo en Aristóteles en la aplicación se va construyendo la
95
 ,~;;..
""¡r. \
Femando Quintana B. '.~,
I¿~

experiencia jurídica y política y en ella se van midiendo los principio~:y~~'

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abriendo curso a nuevas eonsidéraeíones. El valor del precedente eSI~~~.J:m.::,:
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en eso. El mayor o ,menor valor que se le aSigne al precedente co"!q;>;¡:.;:'r:0"r. ."Ie

fuente formal del Derecho, no puede impedir que sea una instanciá~~,';"s .. ~.r..
importante de considerar para apreciar el juego de los principios en.~~:~ 1:~~ '''.'
~Plicación prác~i,ca.La aPIi~~ció~va pro~u~i~ndola prueba y al mism~\~t;'::l' "2:-
tiempo la ocaslon de reVISlonde los princIpIos. Esta es la enseñanzáf\ ':'/:1,
final de la doctrina de la justicia de Ari'stóteles: Por' último, se ~b;~
~:]i
nuevos cauces para la consideración del tema de la interpretación :~.r<'t~,;~'1
Derecho y la función de la prudencia en la formación del saber jUrídico,:.'~0~']í':."
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ETHICA NICOMACHEA
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Hay que indagar ahora con respecto a la justicia y la
"it "
,. injusticia, qué clase de acciones son justas o injustas, qué
\
\i' clase de término medio (mesófes - ~EOÓ1'l~)es la justiCia y,
j'- 5 por último, entre qué terminos es lo justo (tó díkaion ~ ,o
óíXCtlOV) un término medio. La indagación la haremos
'. f."1 -¡
conforme el mismo método que hemos empleado
:'t- precedentemente.
'b.;:
,t;'i. De acuerdo con este mélodo, comencemos haciendo
,;-::h'" ver que cuando todos hablan de la justicia quieren decir aquel
hábito (héxis • ¡:~l~)
que determina a los ho:nbres a hacer
•
-1;,'
,.-~ acciones justas, y asimismo, que mediante él actúan
• 10 justamente y quieren las cosas justas, Y lo ,mismo sucede
~
..
cuando se habla de la injusticia: quieren decir aquel hábito
'; ',1
mediante el. cual actúan injustamente y quieren las cosas
injustas,

Dejemos, entonces, lo que hemos dicho como un

esbozo preliminar que nos sirva de base para proseguir la
indagación.
,
<
-". ~ ..
'-.'
_:~';'"
No hay que considerar de la misma manera lo
concerniente.a las ciencias (episféme - btlat~IlT)) y las
•••
~"

99
Femel/lrlo QlIilltUlI1l B.
potencias (dynamis-óúvcqw;) que lo relativo a los hábitos
(héxis - £~l<;). Pues, según la opinión corriente que se tiene, la
ciencia, y también la potencia, es la misma la que se ocupa de
cosas contrarias, en cambio, el mismo hábito no se relaciona a
cosas que sean contrarias a sí mismo. Así, por ejemplo, en el
caso de la salud, por ella no se actúa de modo de producir lo
15
contrario a la salud, sino únicamente lo que es saludable, y por
eso decimos que alguien anda saludablemente cuando anda
como lo haría quien estuviese sano. Ahora bien, muchas
veces un hábito se llega a conocer por el hábito contrario, pero
otras veces se conoce a partir de los sujetos que lo tienen.
Pues, si una buena condición física puede hacerse manifiesta,
también una mala condición fisica puede hacerse evidente, y
20 por otra parte, la buena condición física puede inferirse de
quienes estén en buena condición, y quienes estén en buena
condíción puede conocerse a su vez de la buena condición
física. Si, entonces, la buena condición física consiste en tener
las carnes firmes, se sigue necesariamente que la mala
condición será la flaccidez, y que lo que produce la buena
condición será lo que causa la firmeza de las carnes.
Sucede, las más de las veces, que si de dos términos
contrarios se dice uno en muchos sentidos, el otro contrario
también se dirá en muchos sentidos, y asi, por ejemplo, si justo
25 (tó díkaion - ro óíxalOv) se dice en muchos sentidos, también
se dirá injusto (tó ádikon - iO ñóíxov)) en muchos sentidos
(pleonakchos légétai - 1tAEOvaxw<; )'éYETo:\).
100
La aCl/Ialidurl liermellémica de la Teorio de la Justicia deArislóteles
Según parece, la justicia y la injusticia se dicen en
muchos sentidos, pero como sus significados son muy
próximos uno de otro, se nos oculta su homonimia y no es tan
evidente como cuando sus significados son muy separados,
como sucede cuando la diferencia resulta enorme porque está
determinada por su forma (katá idéan - xatÓ': ióúxv); en el
siguiente ejemplo: se emplea la palabra k/eís (dEí~),en
sentido homónimo, tanto para designar la clavícula de los
30 animales como la llave con la que cerramos las puertas.
Consideremos, entonces, en cuántos sentidos se habla del
hombre injusto.
Pues bien, se opina que el injusto es el que transgrede
la ley (paránomos - napá\'o¡J.o~),también que es el que toma
más de lo debido (pleonektés - 1rAEOVÓi.íTl~) y, por último, el
que incurre en desigualdad (ánisos • ñVlao~). De esta manera,
es evidente que el justo será el que observa la ley y el que
resguarda la igualdad. Entonces, lo justo concierne a lo legal y
112gb a lo igual, en cambio lo injusto (tó ádikon - tO ñÓlXOV) lo que
infringe la ley y la igualdad.
Cuando el injusto es el que toma más de lo debido, lo
será en relación con los bienes, no todos ellos, sino respecto
de aquellos que conciernen a la buena y a la mala fortuna, los
cuales son siempre bienes propiamente tales, aunque para
algunos no lo sean siempre. Y los hombres elevan plega~
rias por estos bienes y persiguen su obtención, aunque no
101
Femalldo Quintana B. La actualidad hermenéutica de la Teoritl (le la Justicia de ArúttJre!es

r~
5 deberían hacerlo, sino más bien deberían rogar por que esos De este modo, decimos que es justo en un sentido todo
bienes propiamente tales sean también bienes para ellos y lo que produce y resguarda la felicidad y sus partes
entonces poder elegir los que sean buenos para ellos. constituyentes en la comunidad política. La ley estatuye
realizar actos de valentía, como no abandonar el puesto de
En cuanto al hombre injusto, no siempre elige lo mas, 20 combate, ni huir ni arrojar las armas; también prescribe
sino lo menos tratándose de cosas que son simplemente realizar actos temperantes, como no cometer adulterio o actos
malas. Pero, como el mal menor (tó meion kakón - 1"0 IlElOV de violencia; y también prescribe realizar los actos propios de
xaxóv), según se opina, es en cierto modo un bien y como la una persona comedida, como no golpear o difamar a nadie: y

ambición de tener más de lo debido (pleonexía - nAEOvE¿(a)
recae sobre el bien, resulta que el que toma el mal menor
parece ser el que toma más de lo debido.
10
denominado desigual: pues así comprende tanto uno como
así, de la misma manera, para las acciones relativas a las
otras virtudes o vicios, ordenando las unas y prohibiendo las
Sea éste 25 otras, y todo esto rectamente si la ley ha sldo establecida con
rectitud y peor si ha sido acordada con ligereza.

otro caso y le es común a ambos.

Esta justicia, entonces, que consideramos ahora, es la
Ahora bien, como el que transgrede la leyes injusto y virtud periecta, pero no pura y simplemente, sino en relación a
el que la observa es justo, se sigue de aquí evidentemente que otro. Por esto nos parece muchas veces que la justicia es la
todo lo concerniente a lo legal (tá nómima - 't0: vÓlllva) es de más excelente de las virtudes, y

algún modo justo, "ni la estrella de la tarde ni el lucero del alba"

son tan admirables. También lo expresamos en el proverbio

Todo lo prescrito (tá horisména - 1"((wplO¡J.eva) por la ~enla justicia se encuentra reunida toda la virtud"
30 La justicia es, por sobre todo, la virtud pertecta, porque es el
legislación (nomothetiké - VO~OElE"t"lX~) es concerniente a lo
legal, y decimos que cada una de las cosas prescritas es justa.
ejercicio de la virtud perfecta: y es perfecta porque el que la
tiene puede ejercitar la virtud no sólo para si mismo sino
15 Las leyes establecen sus prescripciones atendiendo en todas
también para otro. Muchos son, en verdad, quienes pueden
las cosas ya al beneficio que es común a todos, ya al beneficio
ejercitar la ,virtud en sus propios asuntos, pero que son
de los mejores, ya al de los que son principales (por su
incapaces de hacerlo respecto de otros. Por esto parece estar
excelencia) o por alguna otra cosa semejante.
en lo cierto el dicho de Bias:

102 103
Feflllllldo Qui//tana B. La actualidad hermenéutica de la Teoría de la Justicia de Aristóteles

"el gobernar mostrará al hombre" 11

1130a pues el que gobierna, desde ese momento entra en relación
con los demás y está en comunidad con ellos. Pero nosotros investigamos la justicia que es una parte
de la virtud, pues, como lo dijimos, hay una clase particular de

Por esto mismo, entonces, la justicia parece ser la 15 justicia. Lo mismo haremos con respecto a la injusticia, en
cuanto parte del vicio.
única de entre las virtudes que es un bien de otro (áflótn'on
ágathon - aUOTpWV &yaeOV), porque es en la relación con los
demas donde se hace lo provechoso para el otro, sea Un signo de que hay una justicia de esta especie lo
5
encontramos en lo siguiente: el que actúa conforme a los otros
gobernante, sea miembro de la comunidad. Entonces, el peor
vicios, obra injustamente, sin duda, pero no toma más de lo
de los hombres es el que ejercita la maldad tanto contra si
debido, como el que arroja el escudo por cobardia, o el que,
mismo como contra los demas, en cambio el mejor de los
hombres no es el que practica la virtud para si mismo sino que por mal caracter, maldice a otro, o el que, por avaricia, no

con respecto a otro. Y esto, ciertamente, es obra dificil. socorre con sus riquezas. En cambio, en el caso del que toma
mas de lo debido, muchas veces sucede que no obra

Esta justicia, entonces, en el sentido en que la estamos

20 conforme a ninguno de esos vicios, ni mucho menos por todos

considerando, no es una parte de la virtud sino la virtud en su ellos a la vez; pero actúa ciertamente con una especie de

totalidad, y la injusticia, como contraria a aquella, no es una maldad, por eso lo censuramos, y entonces, obra con
10
injusticia.
parte del vicio, sino el vicio en su totalidad. Ahora, en qué se
diferencia la virtud y la justicia así entendida, resulta evidente
de lo ya dicho. De una parte, la virtud y la justicia son 10 Hay, en consecuencia, una especie de injusticia que es

mismo, pero de otra, en cuanto a su esencia, no son lo mismo: parte de la injusticia total, y una especie de injusto que es parte

si se considera en cuanto la relación para con los demas, se de lo injuslo lotal, esto es de lo injusto que transgrede la ley.

trata de la justicia, pero si se considera en cuanto el hábito ,,i

como tal, se trata de la virtud. j Otro signo lo encontramos en el siguiente caso: si de
¡
¡ 25 dos personas, la una comete adulterio movida por el afán de

j lucfo y se hace pagar, y la otra comete adulterio por simple

deseo, desembolsando dinero por ello, a esta última se la
",

104 105
Femando Quintana B.
tendrá más como intemperante, según la opinión general, que ~,
como el ambicioso que toma más de lo debido, pero a la
primera se la tendrá por injusta y no como intemperante, pues
evidentemente actúa por el afán de lucro.
Todavia tenemos otro signo en lo siguiente: todas las
otras acciones injustas pueden reducirse en último término a
una forma de iniquidad, y asi, por ejemplo, si alguien comete
30 adulterio, lo hace por intemperancia, si huye abandonando a
sus compañeros de combate, lo hace por cobardía, si golpea a
otro, lo hace por cólera. Pero si ha obrado movido por el afán
de lucro, el acto no puede ser atribuido a ninguna forma de
iniquidad que no sea la injusticia.
De esta manera, es manifiesto que hay otra especie de
injusticia particular, aparte de la injusticia total, y que es
sinónima de ésta, porque su definición está comprendida en el
1130b mismo género: ambas tienen la potencia en la relación al otro.
Pero, mientras la injusticia particular concierne al honor, a la
riqueza, a la seguridad, o en general, si tuviésemos un solo
. nombre, que comprenda todas estas cosas, cuyo motivo es el
5 solo placer de la ganancia, la otra injusticia tiene que ver con
todo lo que concierne al hombre virtuoso.
Es evidente, entonces, que hay varias especies de
justicia, y que hay una que es distinta de la virtud total.
Tenemos que considerar ahora cuál es esta justicia y cómo es,
106
La aCfJlalidadhermenéutica de la Teoría de la Justicia de Aristóteles
Hemos establecido la distinción entre lo injusto (tó
ádikon - tO aÓlxóv) como lo que transgrede la ley y lo injusto
que quebranta la igualdad, y a su vez, en cuanto a lo justo,
hemos distinguido entre lo que se ajusta a lo legal y lo que se
10 atiene a la igualdad. A lo que contraviene la ley corresponde la
injusticia de que hemos hablado primeramente. Como lo
desigual y lo ilegal no son lo mismo sino distintos, como la
parte con respecto al todo (asi, todo lo desigual es ilegal, pero
no todo lo ilegal es desigual), resulta que lo injusto y la
injusticia no son lo mismo, sino difieren entre si, la una como
parte, la otra como todo: la injusticia particular es parte de la
injusticia tolal, así como la justiCia particular es, a su vez, parte
15 de la justicia total. De esta manera, tenemos que hablar de la
justicia particular y de la injusticia particular, así como también
de lo justo y de lo injusto tomados en su sentido particular.
Pero dejemos de lado la justicia que se corresponde
con,la virtud total, y también la injusticia, en su caso, en cuanto
la primera consiste en el ejercicio de la virtud lolal en su
20 relación al otro, y la segunda, en cuanto ejercicio del vicio total
en la relación al otro. Es claro ahora cómo delimitar lo justo y
lo injusto a partir de lo anterior. En su mayor parte lo prescrito
por las leyes ha sido establecido considerando la virtud total.
La ley, en efecto, prescribe vivir conforme a cada una de las
virtudes y prohibe hacerlo según cada vicio. Lo que produce la
virtud total son las prescripciones legales que han sido
25 establecidas por la legiSlación teniendo en vista la educación
107
Fernando Quintana B. La actualidad !Iermelléutica de la Teoría de la Justicia de Aristóteles

del ciudadano para la vida en sociedad, hurto, el adulterio, el envenenamiento, la prostitución, la

En cuanto a la educación particular de cada cual, que
persigue formar simplemente al hombre de bien, dejaremos
para después determinar si es tarea de la política o de alguna
otra disciplina, pues es posible que no siempre en todos los ~
"
corrupción del esclavo, el asesinato, el falso testimonio; las
otras nacen con el empleo de la fuerza, como el asalto, el
secuestro, el homicidio, el robo con fuerza, la mutilación, la
difamación, el ultraje.

casos sea lo mismo ser un hombre de bien que ser ciudadano. 111
\;
.;;:
Una especie de justicia particular y de justo conforme a 10 Como el que es injusto incurre en desigualdad y lo
30 ella tiene lugar en las distribuciones (dianomé - én(xvol1~) de
injusto es lo desigual, es evidente que hay un término medio
honores, de riquezas, y de todo cuanto puede ser repartido en
(mésan - IlEOOV) de lo desigual, y que es lo igual (tó íson - tO
la comunidad política entre los ciudadanos (pues aquí puede
ioov), pues en toda acción en donde hay lo más (fó pleón • tO
haber desigualdad o igualdad en lo que se distribuye a uno
1tÁéov) y lo menos (fó éfaltan - tO eHcr:nov), hay también lo
respecto de lo que se distribuye a otro). La otra especie de
igual. Si, entonces, Jo injusto (fó ádikon tO iióu(Qv) es lo
justicia consiste en la corrección (ló diorthotikón . tÓ {,

ólopBwHXÓV) que se practica en las relaciones reciprocas que

:,1,,'
,
desigual, lo justo (fó díkaion - "to óíxcr:tov) es lo iguaL Lo cual
se muestra asi a la opinión de todos sin necesidad de recurrir
1131a se forman entre particulares (lá synallágmata - rQ:
al raciocinio (lógos - ).óyo<;).
ouvaHciYl1cfrcr:). Esta última se divide, a su vez, en dos
"
partes: unas que tienen su origen en las convenciones y como lo igual es un término medio, lo justo será,
privadas que se celebran voluntariamente, otras, en cambio, i.i'
entonces, una especie de término medio (méson • l1ioov). Lo
son las relaciones que nacen involuntariamente. Son /
15 igual requiere de dos términos. Lo justo necesariamente es,
relaciones establecidas voluntariamente, por ejemplo, la venta,
por una parte, tanto término medio como 10 igual, y por otra
la compra, el préstamo de consumo, la fianza, el comodato, el
parte, es relativo (pros ti - 1tpo<; tí) y relativo para ciertas
depósito, el arrendamiento. (Se dice que son voluntarias
personas. En cuanto término medio, lo es de aquellos
porque el origen de estas relaciones reciprocas entre los
términos que son lo más y lo menos; en tanto que Jo igual,
particulares es el acto voluntario). En las relaciones que nacen
exige de dos cosas, y en cuanto justo, exige que lo sea para
5 involuntariamente, a su vez, unas son clandestinas, como el
ciertas personas. De lo cual se sigue que necesariamente

108 109
Femando Quintona B.
lo justo requiere de cuatro términos: por una parte, las
personas para las cuales es justo, que son dos, y de otra Parte,
las cosas (tá prágmata • rO: RpáYllara) en las cuales opera,
20 que también son dos. La misma igualdad tendrá que tener
lugar tanto en las personas como en las cosas: así como es la
relación entre aquéllas es también entre éstas, de modo que si
las personas no son iguales, tampoco serán iguales las partes
que tengan; de donde derivarán las dIsputas y las
acusaciones, cuando los que sean iguales no tengan ni se les
asigne partes iguales, o los que no son iguales tengan y se les
asigne partes iguales. Esto se hace evidente si se considera el
25 principio "a. cada cual conforme al mérito" {ka!' axían _
X(H' ¿#av}. Todos están de acuerdo que en las distribuciones
lo justo consiste en que la parte que se debe tiene que ser
conforme al merecimiento; sin embargo, no todos dicen lo
mismo sobre qué sea el merecimiento, y así los que integran
una democracia, dicen que es la condición de libre, los
oligárquicos, algunos la riqueza, otros el linaje, y los partidarios
de la aristocracia, la virtud.
30 Lo justo, entonces, es una cierta proporcionalidad
(análogon - aváAoyoV), pues la proporcionalidad no es propia
únicamente del número considerado en unidades abstractas,
sino del número en general. La proporción (analogía .
avaAoyío:) e.s una igualdad de relaciones (/ógoi. AÓYOI),que
requiere a lo menos cuatro términos.
lJO
La actualidad hermell¿utica de la Teoria de la Justicia de Aristóteles
Que la "proporción discreta" requiera de cuatro
términos, es evidente; pero también lo mismo sucede para la
"proporción continua", pues utiliza un solo término como si
fuesen dos y lo dice dos veces, por ejemplo, la linea A es a la
1131b línea S como la linea B es a la línea e, caso en el cual, la línea
S se dice dos veces, de manera que si se traza dos veces la
línea S, serían cuatro los términos de la proporción.
Ahora bien, lo justo requiere también de cuatro
términos a lo menos, y la relación es la misma para una pareja
de términos que para la otra, pues las relaciones que se
5 distinguen para las personas y para las cosas son semejantes.
De lo cual se sigue que A es a B como e es a O y,
permutando, A es a e como B es a D; de esta manera, un
todo, que comprende la relación de una persona a la cosa de
que participa, es semejante al otro todo, que comprende la
relación de olra persona a la cosa de que participa. Esta unión
de términos es la que produce la distribución (namé - VOIl~),Y
si los términos se reúnen de esa manera, entonces la unión de
10 ellos será justa. Entonces, la unión del término A al e y la del
S al O es lo justo en la distribución, y esto es lo justo que es un
término medio, en cambio la injusto va en contra de lo
proporcional: lo proporcional es un término medio y lo justo es
proporcional. Los matemáticos denominan a la proporción de
estas características la "proporción geométrica", pues en ésla
se cumple que un todo es al otro todo como cada parte es a la
15 otra correspondiente. Esta proporción no es continua, pues no
III
Ferna"do Quimana B.
hay un término numéricamente uno para la persona y la
participación'en la cosa.
Lo justo, entonces, es lo proporcional, y lo injusto lo que
va en contra de lo proporcional. Lo injusto admite lo más y lo
menos, lo cual tiene lugar en las obras. En cuanto al bien,
obra injustamente el que toma más de 10 debido, y el que
20 padece la injusticla, toma menos de lo debido; en cuanto al
mal, sucede inversamente: el mal menor es considerado como
bien comparado con el mal mayor. En efecto, el mal menor es
más digno de elegir que el mal mayor, y lo que es digno de
elección es bueno, y lo que es más digno de elegir es mayor
bien.
Esta 'es, en suma, una de las especies (eidos ~ E.too~)
de justo.
tV
25 Nos queda la otra especie de justicia, que es lo justo
correctivo (tó diorlhotikón - 'to ówp8wnxóv), que tiene lugar en
las relaciones reciprocas que nacen voluntaria
involuntariamente entre las personas. Esta especie de justo es
distinta de la anterior, pues lo justo en la distribución de las
cosas comunes es siempre conforme a la proporcionalidad que
hemos explicado anteriormente. Si, entonces, se hace la
distribución de las cosas comunes, esta se hará conforme a la
11'
j;'f: La actualidad hermenr!lIIiCII de 111Teoría de la Justicia de Aristóteles
30 misma proporción que tengan entre sí las contribuciones de los
distintos miembros. Lo injusto se opone a lo justo en que va
contra esa proporción. Pero lo justo en las relaciones
recíprocas es una especie de igualdad, y lo injusto una especie
1132a de desigualdad, pero no conforme a aquella proporción
geométrica sino conforme a la proporción aritmetica. No hace
ninguna diferencia que sea un hombre honesto el que ha
engañado a un bribón o que sea el bribón el que ha engañado
al honesto o si quien ha cometido aduherio es honesto o
bribón. Lo único que considera la leyes la diferencia que se
produce en relación al daño: trata a las partes como jguales,
5 considerando sólo si una ha actuado injustamente y la otra ha
recibido la injusticia, y si una ha provocado el daño y la otra lo
ha recibido. De esta suerte, siendo lo injusto lo desigual, el
juez trata de igualar lo desigual. Cuando alguien causa a otro
una herida y otro la padece, o cuando uno da muerte a otro, y
otro es muerto, el padecer y el actuar se dividen en forma
desigual, y el juez trata de igualarlos por medio del castigo,
lO quitándole al hechor su provecho. Es posible hablar en
general en casos como éstos de provecho, aun cuando el
nombre provecho no sea el mas propio para estos casos,
o como sucede cuando se habla de provecho en el caso del que
hiere, o cuando se habla de perdida en el caso de la víctima.
Pero sólo cuando la afección (tó páthos - ro 1tá8o~)puede ser
medida, se puede llamar a la una pérdida y al otro provecho.
Entonces, de este modo, lo igual es el termino medio entre lo
15 más y lo menos; pero el provecho y la perdida son lo mas y 10
I]J
"
Fernando Quintana B.
menos en sentidos opuestos: más bien y menos mal es
provecho, e inversamente, en el caso de la pérdida. Lo igual
(16 íson - tO laov) es el término medio (méson - Il£oov) entre
ellos, y esto -es lo que decimos que es lo justo, de modo que lo
justo correctivo es el término medio entre la pérdida y el
provecho.
Por esto, cuando se produce una disputa, los
20 comprometidos en ella recurren al juez, e ir al juez es ir hacia
lo justo, pues el juez es, por decirlo asi, como lo justo animado.
Buscan, entonces, al juez como un término medio entre ellos
mismos, y aún en algunas partes le llaman mediador, en la
creencia que si logran obtener un término medio, obtendrán lo
justo. Se muestra una vez más, entonces, que lo justo es un
término medio, si es cierto que el juez es un intermediario.
Ahora bien, el juez restaura la igualdad, y procede
25 como si se tratara de una linea dividida en dos partes
desiguales, de la cual quita en la división mayor aquello en que
excede la mitad y se lo agrega a la división menor. Sólo
cuando el todo ha sido dividido en dos partes iguales, entonces
puede decirse que cada cual "tiene lo suyo", esto es partes
30 iguales. Lo igual es eltérmjno medio entre lo más y lo menos
conforme a la proporción aritmética. Es por esta razón que se
emplea el nombre dikaion (óíxcoov), justo, porque es dicha
(OíXa), que quiere decir división en dos partes iguales; es
como si se dijera dichaion (óíxctlov), dividido en dos partes
11'
La actual(dad hermelléatica de la Teoda de la Justicia de Aristóteles
iguales, y al juez se le llamara dichastés (ÓlxaOt~~),esto es el
que divide en dos partes iguales.
Sean dos cantidades iguales, de una se sustrae una
cierta cantidad y se le agrega a la otra, esta última excederá a
la primera en el doble de esa cantidad, pero si lo que se ha
sustraído a una no se añade a la otra, entonces sólo excederá
1132b en esa cantidad. En consecuencia, excede al término medio
en una cantidad, y el término medio excede también en una
cantidad a aquella de la cual se ha sustraído esta cantidad. De
esta manera llegaremos a saber 10que es necesario sustraer
de lo que tiene más y lo que es necesario añadir a lo que tiene
menos. Hay que agregar a este último aquello en lo cual el
término medio lo excede, y sustraer del mayor aquello en que
5 excede al término medio.
Sean tres lineas AA', SS' Y CC', iguales entre si. De
M' sustraemos el segmento AE y lo agregamos a la linea CC'
como segmento CD, de modo que toda la línea DCC' excede a
la línea EA' por el segmento CD y por el segmento CF,
entonces excede a la línea SS' por el segmento CD:
A E A'
S S'
D C F C'
(; AE) (; AE)
liS
Fem/ll/l[o Quintana B.
La actualidad hermenéutica de ltl Teoría de 111Justicia de Aris/Ótefes

(También sucede lo mismo en las otras artes (téchnai.

La reciprocidad no coincide ni con lo justo distributivo ni
10 't£xvcn): desaparecerian si no hubiese una relación entre lo
con lo justo correctivo, aunque los que defienden esa opinión
activo y lo pasivo, de manera que lo que uno realiza y el otro
25 quieran que sea esto lo que quiere decir el enunciado sobre lo
padece sea lo mismo, en cantidad y cualidad).
justo de Radamanto:
"Si padece lo que hizo, entonces habrá recta justicia".
Estos nombres, que hemos venido empleando, de
Muchas son, en efecto, las diferencias entre ,a reciprocidad y
pérdida y provecho, provienen de las relaciones que tienen un
lo justo Y sus formas. Así, por ejemplo, si quien detenta un
origen voluntario entre las personas. Así, tener más de lo que
cargo público golpea y hiere a otro, no se le debe golpear y
antes era suyo, se dice que es provecho, y tener menos de lo
herir a su vez, pero si alguien ataca y hiere a quien detenta
que en un comienzo se tenía, se dice pérdida. Esto ocurre, por
una magistratura, no sólo se le debe devolver los golpes sino
15 ejemplO,en las ventas y compras y en todos aquellos asuntos
30 ademas se le debe imponer un castigo. A todo esto hay que
en donde la ley ha permitido que las partes establezcan sus
añadir que hay una gran diferencia entre los actos que se
propios términos. Pero cuando no obtienen ni más ni menos
hacen voluntariamente y los actos involuntarios.
sino lo que tenían, se dice que cada cual tiene lo suyo y que no
tienen pérdida ni provecho.
Pero, en las sociedades, lo que mantiene unidos a sus
miembros en sus relaciones reciprocas es esta clase de justo,
De este modo, entonces, 10justo es el término medio
es decir la reciprocidad conforme a la proporción y no
entre el provecho y la pérdida en las relaciones reciprocas que
conforme a la igualdad. Lo que mantiene unida a una
tienen origen voluntario entre las personas, y consiste en tener
comunidad política, como el estado (po/is • TlÓAt~), es que
20 igual antes y después.
pueda retribuirse en proporción a lo recibido. La gente busca
v retribuir mal por mal, pues si no pudieran hacerlo, se sentirian
1133a en la condición de esclavos, o bien buscan retribuir bien por
Hay quíenes opinan que lo justo, como tal, es la bien, y si no lo hicieran, no tendría lugar el intercambio
reciprocidad (tó antipeponthós - 'to avrlP:En:ov6óc;),asi como lo (mefádosis - 1lE1á.Ó001~), y es mediante el intercambio que se
decian los Pitagóricos; éstos definían lo justo en cuanto tal mantienen unidos. Por esta razón se ha erigido el Templo
como la reciprocidad, esto es "sufrir uno lo que ha hecho a de las Gracias en lugar destacado, para promover la acción
otro". retributiva. Lo propio de la gratitud es esto: se debe retribuir a

116
117
~
.. ~
FemalUlo Quin/allll B.
'fi
,: ~
quien nos ha hecho una gracia, y en otra ocasión se debe
5 tomar la iniciativa para hacerle también un favor.
El cambio reciproco conforme a la proporción se realiza
en la unión de términos dispuestos en combinación diagonal.
Sea A un constructor de casas, B un zapatero, e una casa y D
zapatos. El constructor de casas debe obtener del zapatero
sus zapatos; que son la obra de éste, y a su vez debe darle en
cambio de su propio trabajo. Si se establece, en primer
10 término, la igualdad conforme a la proporción, y se realiza en
seguida la acción reciproca, tendrá lugar lo que hemos dicho.
Si no sucede asi, no habrá igualdad y no podrá mantenerse la
unión de la combinación de las relaciones de las distintas
personas. Nada impide, en efeclo, que el trabajo (érgon -
cpyov) de uno sea de mayor valor que el de otro, y por eso
deben ser igualados:
A B
cXo
(También sucede lo mismo en las otras artes (téchnai-
TÉXVlXl): desaparecerian si no hubiese una relación entre lo
activo y lo pasivo, de manera que lo que uno realiza y el otro
15 padece sea lo mismo, en cantidad y cualidad).
118
,
~,
't~ La actlla/idad hermelléutica de la Teoría dI! la Jus/icia dI!Arislo/des
~
Una comunidad en sentido politico (koinonía -
xOlVwvícc) ~o se forma sólo de dos médicos, sino de un
médico y de un labrador. y en general de personas que son
diferentes y no iguales: y son estos los que deben ser
igualados. Por eso, todo aquello de lo que hay intercambio,
debe ser comparable.
20 Para este propósito se ha introducido la moneda
(nómisma • VÓ¡.Llolla), la que viene a ser en cierto modo como
un término medio, pues mide todo, en consecuencia,el exceso
y el defecto, y así podrá establecerse cuántos zapatos
equivalen a una casa o a una cierta cantidad de alimentos. La
relación entre el constructor de casas y el zapatero debe
corresponder, entonces, a la relación entre la cantidad de
zapatos y la casa o la cantidad de alimentos. Si no sucede
esto, no habrá intercambio ni comunidad. Esto no podrá tener
lugar, si las cosas del intercambio no son de alguna manera
25 iguales. Entonces, todo debe ser medido por una sola medida,
como ya lo hemos dicho antes, y esta medida es, en verdad, la
necesidad (chreía • XPEía), que es la que mantiene a la
comunidad unida. Si los hombres no tuviesen necesidad de
nada, o si las necesidades no fuesen semejantes. no habría
intercambio o éste no sería el mismo. Mediante una
convención (katá synthéken - Y-lX"'(ct ouvf:l~xllV) la moneda se
ha convertido en íntercambiable con la necesidad, y por esto
ha recibido el nombre de námisma, moneda, porque no existe
30 por naturaleza, sino por la convención social (nómos - VÓIlO~),
119
Femando Quilllana B.
y de nosotros depende modificarla y hacerla inútil.
Pues bien, habrá reciprocidad cuando se establezca
igualdad, de manera que el labrador se encuentre con
respecto al zapatero lo mismo que el trabajo del zapatero se
1133b encuentra respecto del trabajo del labrador. Pero no se debe
proceder a establecer la forma de la proporción una vez que se
ha realizado el intercambio (si así se hiciera, uno de los
extremos tendrá ambos excesos), sino antes de efectuarlo,
cuando cada parte todavía tiene lo suyo. Es así como se
mantiene la igualdad y también la comunidad, porque en su
5 caso es posible obtener esta igualdad. Sea A un labrador, e el
alimento, B un zapatero y D su producto igualada a C. Si no
fuera posible establecer reciprocidad de esta manera, no
podría haber comunidad entre los hombres. Que es la
necesidad la que mantiene unidos unos con otros, como si
todos fuesen una unidad, se hace evidente al considerar que
dos personas no realizarían intercambio alguno si ambos o al
menos uno no tuviese necesidad del otro; en cambio sí lo
harán cuando uno tenga necesidad de lo que otro tiene, por
ejemplo vino, permitiéndose así la exportación de trigo a
10 cambio de lo otro. Aquí se debe proceder, entonces, a
establecer la igualación.
Respecto del intercambio que ocurra en el futuro, hay
que considerar lo siguiente: si en el momento presente no se
tiene necesidad de nada, ya \legará el tiempo en que se
120
La aClllalidad hermenéutica de la Teada de la Justicia de Aristóleles
presente la necesidad, y la moneda (tó nómisma ~ "tó \'Ó~lOllo;)
será para nosotros como si fuese una garantia que podrá
efectuarse el intercambio, pues debe ser posible que aquel
que entrega la moneda pueda tomar aquello de que tiene
necesidad.
Sin embargo, le sucede a la moneda que ella misma no
siempre puede mantener igual valor, aunque tiende a tener el
mismo valor. Por esto, todas las cosas deben recibir su precio,
15 pues sólo así podrá realizarse el intercambio, y ocurriendo
éste, tendrá lugar la comunidad entre los hombres.
La moneda, entonces, actúa como una medida
(métron- IlÚpov), que iguala a todas las cosas y las hace
conmensurables (symmetra OÚll~E"tpa). En efecto, no habría
comunidad entre los hombres si no se realizaran intercambios,
y no habría intercambio sin igualdad, y tampoco habria
igualdad si no hubiese conmensurabilidad.
En verdad, es imposible que cosas tan diferentes unas
de otras puedan llegar a ser conmensurables: sin embargo,
para que ocurra esto de modo suficiente, es preciso que se las
20 relacione a la necesidad. Debe haber una cierta unidad, y ésta
tiene que ser establecida por hipótesis (ex hipothéseos - r¿
UTI08toEWl;), por cuya razón se la llama moneda (nómisma -
VÓ¡nOlla). Es ella, entonces, la que hace conmensurables
todas las cosas, pues todo es medido por la moneda. Sea A
121
Femalldo Quintana B.
una casa, S diez minas, C una cama. A es la mitad de S, si la
25 casa tiene un valor de cinco minas o es igual a cinco minas; la
cama C es un décimo de S. Es evidente, entonces, cuántas
camas son iguales a una casa, a saber cinco. De esta
manera, se hace evidente cómo ha podido tener lugar el
intercambio con anterioridad al establecimiento de la moneda,
pues no hay diferencia alguna entre el intercambio de cinco
camas por una casa o el valor de las cinco camas equivalente
a la casa por ésta.
Queda dicho, entonces, qué es lo injusto y qué es lo
justo. Ahora que han sido delimitados uno respecto del otro,
30 es evidente. que la acción justa es un término medio entre
cometer injusticia y padecer la injusticia: pues lo uno es tener
más de lo debido y lo otro menos. La justicia es una especie
de término medio, pero no de la misma manera que las otras
virtudes, sino que concierne al término medio, así como la
injusticia es relativa a los extremos. Y así la justicia es la que
1134. nos hace decir que el hombre justo es aquel que en su acción
elige deliberativamente lo justo y que en las distribuciones que
se practiquen entre él y otro, o entre otras dos personas, no
toma para sí más ni hace que su vecino reciba menos de lo
que hay que tomar, y a la inversa tratándose de cosas
dañínas, sino que hace que a cada cual se le dé igual
5 conforme a la proporción, y de la misma manera procede en
las distribuciones que tengan lugar entre otros. La injusticia,
122
Lo (letJIalid/ul lIalllellélltica de la Teoría de la Justicia de Aristóteles
por su parte, al contrario de la justicia, es relativa a lo injusto,
esto es el exceso y el defecto respecto de lo útil y dañíno, en
contra de la proporción. Por esto la ínjusticia es exceso y
10 defecto, porque de ella se sigue lo excesivo y lo defectivo:
cuando se trata de sí mismo, el exceso de lo que es en si útil, y
defecto de lo dañino, y tratándose de la distribución entre los
otros, ocurre lo mismo en su conjunto: se puede ir en contra
de la proporción en cualquiera dirección. Considerando ahora
el acto injusto, lo menos es padecer la injusticia y lo más es
cometer la injusticia.
Que quede, entonces, lo dicho en la forma en que lo
hemos expuesto sobre cuál es la naturaleza (physís - 4>úm¡;)
15 de la justicia y de la injusticia, así como acerca de 10justo y lo
injusto tomados como universales (ka/Miau - xa8óAou).
VI
Como el que comete un acto injusto no es todavía
injusto él mismo, cabe preguntarse qué clase de actos injustos
debe realizar el que los hace para ser injusto en cada especie
de injusticia, como por ejemplo, ser ladrón, adúltero o
bandolero; cabe preguntarse aquí si acaso nace alguna
20 diferencia en estos casos, pues un hombre podría yacer
con una mujer conociendo su condición, sin embargo el
principio (arkhé - apx~) por el cual ha obrado no es la
elección deliberativa, sino la pasión. Comete un acto injusto,
123

"""'f
FemalJf/o Q"ill1t1ll11 B.
ciertamente, pero no es injusto, y asi, no es un ladrón aunque
haya cometido robo, ni adúltero porque ha cometido adulterio,
y de la misma manera en los otros casos.
Ya hemos expuesto anteriormente la relación que hay
entre reciprocidad y lo justo, pero no debe olvidarse que lo que
25 indagamos es lo justo como tal y lo justo político (pofítikon
díkaion - 1toÁínxov 6íxatOv). Lo justo político tiene lugar entre
quienes han constituido una comunidad de vida para lograr
una autarquía, y que son libres e iguales, ya conforme a la
igualdad proporcional, ya conforme a la igualdad aritmética, de
manera que si no ocurre esto, no se presenta entre ellos lo
justo político, sino que una forma de justo que tiene tan sólo
semejanza con lo justo mismo, Lo justo existe solamente
donde las relaciones mutuas entre los hombres están
determinadas por la ley (nómos - VÓIlO¡;), y \a ley existe donde
es posible la injusticia, pues la justicia (dike - óíXT]) en sentido
judicial es la discriminación entre lo justo y lo injusto. En donde
hay injusticia se cometen también actos injustos -aunque no en
todos los casos en que se comete injusticia hay injusticia- que
consisten en asignarse de bienes propiamente tales más de lo
debido y de males propiamente tales menos de lo debido.
Debido a esto, no permitimos que gobierne un hombre sino el
35 principio racional contenido en la ley (lógos - ÁÓyo~),porque
aquéllo haría para sí y se convertiría en tirano. En realidad, el
1134b gobernante es el guardián de lo justo, y en tal carácter, de lo
igual. En la opinión general, si el gobernante es justo, no tiene
124
-L
,
La aClualidad lurlllméutica dI!la Teoria de la Justicia de AristÓleles
para si más de lo debido -pues no se asigna para sí mismo
más de lo debido de los bienes propiamente tales, a menos
5 que sea proporcional a lo que le corresponde, y por eso se da
tanto trabajo en beneficio de otros, por lo cual, según lo
expresamos anteriormente, decimos que la justicia es "un bien
de otro\ y es por esto que se le debe dar una cierta
retribución, consistente en honores y privilegios. Aquellos para
quienes no es suficiente esto, se convierten en tiranos.
Lo que es justo para el amo y para el padre de familia
no es lo mismo que 10justo político, sino semejante. No hay
injusticia propiamente tal en relación a lo que es propio; algo
10 de la propiedad de uno mismo, como el esclavo, y un hijo, en
cierto sentido forman parte de uno mismo. hasta que alcance
el último una derla edad y se separe del padre, y nadie
deliberadamente elige dañarse a sí mismo, Por esto no es
posible la injusticia hacia sí mismo, de lo cual se sigue que lo
injusto y lo justo político no caben aquí, pues como ya lo
dijimos, son conforme a la ley, y tiene lugar entre personas que
son naturalmente subordinables a la ley, y éstas son aquellas a
15 quienes corresponde igualmente el gobernar y el ser
gobernados, De aqui que lo justo exista más en la relación
hacia la esposa que en la relación al hijo o a una posesión del
esclavo. Pero esto es lo justo doméstico, que es diferente de
lo justo político.
I 125
Fernando Quintana B. La actualidad hermenéutica de la Teoría de la Justicia de Aristóteles

VII Es evidente, de las cosas que pueden ser de otro modo,

cuales son por naturaleza y cuáles no, sino convencionales y
En lo justo politico distinguimos lo justo natural 1 producto del acuerdo social, aunque ambas están similarmente
(physikón díkaion - ~uo~xóv óíxcnov) y lo justo convencional
(nomikón díkaion - VOl-.IlXÓV óíXCl:lOV). Natural es lo que en
I sujetas a cambio. Y en las otras cosas se aplica también la
misma distinción; así, por naturaleza la mano derecha es más
35 fuerte sin embargo cualquiera puede convertirse en
todas partes tiene la misma potencia (dynamis • ÓÚVC'l-.n<;) y no
ambidextro.
20 depende de que nuestra opinión lo considere así o no: en
cambio, en lo convencional por su principio es indiferente que
Las cosas justas, que lo son según la convención social
la disposición establezca esto o aquello, pero una vez
1135a y la utilidad, se asemejan a las unidades de medida, pues no
instituida, importa la diferencia, asi por ejemplo, pagar una
en todas partes son iguales las medidas del vino y del grano,
mina de rescate por un prisionero, o sacrificar una cabra y no
sino que mayores cuando se trata de la compra y menores si
dos ovejas, y también cuando se trata de disposiciones que se
se trata de la venta, De la misma manera, las cosas que son
instituyen para casos particulares, como la disposición que
justas no por naturaleza, sino por disposición humana, no son
ordena hacer sacrificios en honor de Brasidas, y cuando se
las mismas en todas partes, asi como tampoco lo son las
trata de disposiciones en forma de decretos de autoridad.
5 constituciones políticas, sino que hay una sola constitución que
es en todas partes por naturaleza la mejor.
En la opinión de algunos, las cosas justas pertenecen a
esta última clase, porque mientras lo natural es incambiable y
Cada disposición justa y de la leyes en relación a cada
25 en todas partes tiene la misma potencia, .asi como el fuego
acción como la relación del universal al particular: las acciones
quema aqui y en Persia- en cambio las cosas justas se ven
son múltiples, pero la disposición justa de cada una de ellas es
cambiantes ..
una sola, pues es universal (ka/hófou - xcx6óÁou).

Pero lo anterior no es completamente asi, bien que lo

sea en cierto sentido solamente. Aunque entre los dioses tal Hay diferencia entre la acción injusta y lo injusto, y

vez nunca 'suceda esto, sin embargo entre nosotros, no
10
30 obstante haya algo natural, todo esta sujeto a cambio. Pese a
esto último las cosasjustas son unas por naturaleza, otras no.
también entre la acción justa y lo justo. la determinación de
injusto es por naturaleza o por el ordenamiento establecido por
la c onvendón social. Esto mismo, cuando se realiza en una

126 l2J
 ,-
La actlllllidad hermenélltica (le /11 Teoría de la Justicia (le Aristó/eles
Fernando Quintana B.

Llamo acción voluntaria, (como ha sido ya expresado

acción, es un acto de injusticia, pero antes de que se ejecute la
anteriormente), la que realiza el agente dentro de lo que está
acción no es todavía acto de injusticia sino simplemente
en su poder ejecutar, con pleno conocimiento del curso de la
injusto. De la misma manera se establece la diferencia entre la
acción, sin desconocer sobre quién recae la acción, con qué
acción justa (dikaíoma - ÓlXCt(W¡.tCt) y lo justo, (pero es
25 se ejecuta, qué se tiene en vista al realizarla, por ejemplo, a
preferible dejar la expresión dikaioprágema (ólXaW1tpó.yr¡\la),
quién se golpea, con qué instrumento, en vista de qué
"acción justa", para el uso general, dejando dikaíoma
resultado, y además, que en cada uno de sus aspectos la
(óuw:íwlla), "acción de justicia" para nombrar la reparación de
acción no se ejecute ni por accidente ni por la fuerza (como en
una acción injusta). el caso de alguien que loma la mano de otro con la que golpea
a un tercero, en cuyo caso el segundo no actúa
Pero vamos a dejar para una indagación posterior el
voluntariamente, pues el acto no está en su poder realizarlo):
examen de cada una de las clases de acciones justas e
todavía más, es posible que el golpeado sea su padre, aunque
injustas, cuáles son sus espedes y su número, y sobre todo
sepa que el golpeado sea un hombre cualquiera o alguno de
15 cuáles cosas se le relacionan. los presentes, ignora que se trata de su padre. Las mismas
30 determinaciones pueden aplicarse tanto a lo que se tiene en
VIII
vista al actuar como a la acción en su totalidad. De esta
manera, son involuntarias todas las acciones que se realizan
Siendo los actos justos e injustos como lo hemos
con ignorancia, o aunque no con ignorancia, sino que fuera del
expuesto, podemos decir ahora que alguien comete injusticia u
poder del agente que las ejecuta o bajo la influencia de la
obra con justicia cuando lo hace voluntariamente: cuando
fuerza. Hay, en efecto, muchos procesos que son inherentes a
actúa involuntariamente ni comete injusticia ni obra con
nuestra naturaleza y que con pleno conocimiento de ellos los
justicia, sino por accidente, pues lo justo o lo injusto que realiza
realizamos o los sentimos en nuestras afecciones, ninguno de
es tan solo accidental. La acción injusta y la acción justa se
los cuales es, empero, voluntario, como ocurre con el
20 determinan por su carácter voluntario o involuntario. Cuando
1135b envejecer o morir.
es voluntario, se le reprueba, al mismo tiempo que el acto
realizado se considera injusto. De manera que puede suceder
De la misma manera, lo accidental puede aplicarse
que un acto sea injusto sin ser todavía una acción injusta, a no
también en relación a los actos injustos y justos. Alguien
ser que esté presente la voluntariedad.

129
128
 -",.
Fernalldo QuilltalJa B.
puede, en efecto, devolver lo recibido en depósito en forma
5 involuntaria y por temor, de modo que no diríamos que hace
algo justo o que obra con justicia sino por accidente.
Asimismo, si constreñido y en contra de su voluntad no
devuelve lo recibido en depósito, habrá que decir que realiza
un acto injusto y obra con injusticia sólo por accidente.
Los actos voluntarios se dividen en aquellos que se
ejecutan con elección (proaíresis - n:poa(p€.ol.~) y otros que se
10 realizan sin elección. Los primeros son los que se hacen
previa deliberación, en cambio los que se hacen sin
deliberación previa son los actos sin elección.
Hay tres clases de daños que se pueden provocar en
las comunidades humanas. En primer lugar, los daños
producidos por ignorancia son errores cuando la persona
sobre la que recae la acción, la acción misma, el instrumento o
lo que se tiene en vista al actuar, no son lo que el agente
consideraba que eran; el agente piensa que no lanza un
proyectil, para herir a alguien, o que no lanza algo que puede
herir, o que no lanza en contra de una persona determinada, o
15 que no tuvo en vista ese resultado, pero el resultado que se
sigue no es el que él tuvo en vista cuando pensó la acción (asi
ocurre, por ejemplo, cuando el agente no ha querido inferir una
herida sino tan solo pinchar a otro, o no a esta persona, o no
con este instrumento).
130
La actualidad l1ermell/!ulicf¡ (le la Teoría de la Justicia de Arist6teles
Ahora bien, en segundo lugar, cuando el daño que se
infiere a alguien se produce en contra de una expectativa
razonable (paralógos - napaAóyOl;), se trata de una desgracia
(afúchema - ¿ftÚXTl~a). Pero si el daño sucede no en contra de
la expectativa razonable, sin maldad, se trata de un error (pues
una persona comete error cuando el principio de este se
encuentra en ella misma, y se trata, en cambio, de una
desgracia cuando su principio está fuera de elJa).
20 Por ultimo, en tercer lugar, cuando el agente produce
un daño con pleno conodmiento aunque sin deliberación
previa, se trata de un acto de injusticia (adíkema - &óíXTjIlC/.),
como, por ejemplo, los actos que se realizan movidos por la
cólera o alguna otra pasión que en los seres humanos se
suscitan de modo necesario o naturalmente. Al producir daño
y cometer errores quienes lo hacen obran injustamente y sus
actos son, ciertamente, actos de injusticia; sin embargo,
quienes así proceden no son todavía por sólo eso injustos o
malvados ellos mismos, pues no es la maldad la que provoca
25 el daño. Sólo cuando se obra deliberadamente se es injusto y
malvado.
Por esto, se juzga acertadamente que los actos que
nacen de la cólera no son premeditados (pronoia - 1tpÓVola),
pues en este caso el principio de la acción radica no en la
cólera del que obra sino en quien ha provocado esa cólera.
Pero, agreguemos a esto, que lo que se debate no es sobre si
1) 1
 ~
't'
Fernalldo Quitltalla B.
el acto ocurrió o no, sino sobre su caracter de justo, ya que la
emoción violenta ha sido suscitada por una injusticia aparente.
30 No se discute, enlonces, sobre si se hizo talo cual acto, como
en las relaciones reciprocas que establecen las personas entre
si mediante actos determinados, en cuyo caso al debatir sobre
10
los términos de su relación, quien lo hace necesariamente se
encuentra de mala fe, a menos que proceda asi por un olvido
de circunstancias efectivas; sin embargo, se esta de acuerdo
sobre la situación efectiva misma, pero el debate recae sobre
el caracter justo de ella (el que ha provocado deliberadamente
un daño a otro, no puede ignorarlo), de modo que la discusión
se caracteriza porque uno considera que se le ha cometido
injusticia y el otro, en cambio, lo niega.
1136. Si alguien provoca un daño a otro deliberadamente,
15
actúa injustamente, y es esta clase de acto de injusticia el que
hace que q~ien lo realice sea él mismo injusto, sea que se
trate de actos que transgredan la proporcionalidad ° la
igualdad. Similarmente. alguien es justo cuando obra
deliberadamente con justicia, y actúa con justicia si sólo lo
hace voluntariamente.
5 Los actos involuntarios son algunos perdonables, otros
imperdonables. Los errores que se cometen no solo con
ignorancia sino por causa de ignorancia, son perdonables,
20
pero si los actos se realizan no por causa de ignorancia sino
1
lJ2
I IlJ
La aC/l/alldad hermetléutica de la Teoría de la Justicia de Arisló/e/es
en una condición de ignorancia, debido a una pasión que no es
natural ni humana, son imperdonables,
IX
Se podría problemalizar si acaso hemos delimitado
suficientemente el padecer la injusticia y el cometer la
injusticia, al preguntarnos si es cierto lo que ha expresado
Eurípides, haciendo con sus palabras el siguiente contraste:
"Maté a mi madre, he aquí brevemente lo que lenía que
decir,
"¿ Voluntariamente y con su voluntad, o involunlan'amenle y
sin su voluntad?
La cuestión que se plantea, entonces, es si acaso se
puede verdaderamente padecer injusticia en forma voluntaria,
o mas bien todo padecimiento de injusticia es siempre
involuntario, así como cometer injusticia es siempre voluntario,
Entonces, padecer injusticia o es siempre voluntario o es
siempre involuntario (asi como cometer injustiCia es siempre
voluntario), o bien, a veces es voluntario, otras involuntario. Lo
mismo podria plantearse, en cuanto a recibir la acción justa:
toda acción justa se realiza voluntariamente; si es asi,
parecería legitimo establecer de igual manera las oposiciones.
recibir la injusticia y recibir trato justo, en cada caso, voluntaria
o involuntariamente, pero parecería paradojal en el caso de
recibir la acción justa voluntariamente, pues hay muchos que
Fe",ando Quintalla B.
! La actualidad hermelléutica úe la Teoría de la J'lsticia de Aristóteles

son sujetos pasivos de acciones justas sin quererlo. Pero todavía hay más: podria ocurrir que alguien
voluntariamente y por incontinencia recibiera un daño

En seguida, podría también plantearse, en segundo provocado ¡:jor otro que obra a su vez voluntariamente, de lo

lugar, si acaso el que sufre algo injusto es siempre sujeto cual se sigue que es posible padecer voluntariamente una

pasivo de una acción injusta, o más bien sucede lo mismo en injusticia. ¿No será, entonces, incorrecta nuestra definición de

el cometer injusticia que en el padecer la injusticia: es posible, obrar injustamente, de manera que al "causar daño a airo,

25 en efecto, participar, por accidente en los actos justos, ya sabiendo sobre quién. recae la acción, con qué se realiza y
como agente, ya como paciente, y es evidente que lo mismo cómo se lleva a cabo" habría que agregar "en contra de la

se ap!lca a los actos injustos. Pero hacer algo injusto no es lo 5 propia voluntad de la víctima"? De aquí se sigue, entonces,

. mismo que obrar por injusticia ni padecer algo injusto lo mismo que alguien voluntariamente puede sufrir un daño y sufrir

que padecer una acción injusta, y lo mismo hay que decir en también algo injusto, sin embargo nadie quiere padecer

cuanto al obrar con justicia y el ser sujeto pasivo de una acción voluntariamente una injusticia, pues nadie quiere sufrir la

justa. Es imposible, en efecto padecer una injusticia sin que el injustícia, ni siquiera el incontinente que actúa en contra de su

que la comete obre injustamente, ya su vez, es imposible ser voluntad. Nadie quiere, en efecto, sino lo que considera que

30 sujeto pasivo de una acción justa sin que el que la ejecuta, es un bien moral, pero el incontinente hace lo que considera

obre justamente. que no debe hacer.

Pero si obrar injustamente, en sentido propio, consiste 10 En cuanto al que da lo que es suyo, como Homero dice

en causar un daño a otro en forma voluntaria y si el que obra que da Glauco a Diomedes:

voluntariamente es el que sabe sobre quien recae la acción, "Armadura de oro por armadura de bronce, el valor de
con qué la 'realiza y cómo la lleva a cabo, resulta que el cien reses por el de nueve~,
incontinente se daña voluntariamente a sí mismo y no sufre injusticia, porque de él depende el dar, en cambio no

voluntariamente cometería injusticia sobre sí mismo, de donde está en su poder sufrir la injusticia, porque tiene que haber otro

se seguiría que es posible comeler injusticia consigo mismo. que le trate injustamente. Es evidente, entonces, que sufrir
(Este es uno de los problemas que hay que examinar injusticia no es voluntario.

1136b (después), si es posible cometer injusticia hacia si mismo),

134 135

•
 ~
Fernando Quintalla B. La actualidad hermenéutica de la Teoría (le la Justicia de Aristóteles

15 Nos quedan todavía dos cuestiones que nos habíamos algo injusto, sino aquel que actúa injustamente en forma
propuesto examinar: la primera, si obra injustamente el que al voluntaria, pues aquí es donde radica el principio de la acción,
realizar la distribución da a otro más de lo debido conforme al el cual se encuentra en el que realiza )a distribución y no en
mérito, o bien el que recibe más de lo que le corresponde quien la recibe.
según su mérito, y la segunda, si es posible que alguien obre
injustamente hacia sí mismo. A su vez, como el producir (tó poiein • 10 TIOlEiv) se
30 dice en múltiples sentidos (pollachós légetai - TIóHo:xw~
Si es posible afirmar la primera, en el sentido de que es
A£YEtCn), es posible que en uno de ellos se diga que algo
quien distribuye dando más de lo debido a otro el que obra con
inanimado provoca )a muerte de alguien o que sea una mano o
injusticia y no el que recibe más de lo que le corresponde,
un sirviente que obedece órdenes de su amo, en cuyo caso no
entonces si alguien distribuye dando a otro más que a si
cometen injusticia, aunque producen cosas injustas.
mismo, con conocimiento y voluntariamente, se sigue que
20 comete injusticia sobre sí mismo. Es lo que, conforme la
Es más todavía: si un juez emite su juicio con
opinión general, hacen las personas mesuradas (oi métrioí - al
ignorancia, no comete injusticia de acuerdo con lo justo en el
IlÚPl.Ol), pues el hombre equitativo (epieikés - tmE\X~~) tiene sentido de lo legal, ni tampoco su juicio es injusto en este
la tendencia a tomar menos de lo que le corresponde. Pero respecto, aunque en otro sentido sí es injusto. Esto debido a
esto no es así, sin más, pues bien puede ocurrir que acaso que lo justo en el sentido de lo legal es distinto de lo justo en
tome más de lo debido de otros bienes, como, por ejemplo, de 1137a
sentido primario (tó próton - ro TIpW10V). Pero si con pleno
fama o nobleza moral. Además, este problema puede
conocimiento emite su juicio injustamente, el también toma
resolverse de acuerdo con la definición de cometer injusticia:
más de lo debido, ya de la gratitud, ya de la venganza (de
no sufre nada en contra de su voluntad, de suerte que por esta cualquiera de las partes en litigio). Quien, por alguna de estas
25 causa no es sujeto pasivo de una acción injusta, a lo más, si
causas, gratitud o venganza emite juicio, obra injustamente y
puede decirse, resulta únicamente perjudicado.
toma más de lo debido, como si tomara parte en la acción
injusta misma; es lo que sucede cuando asigna un terreno
Por su parte, es evidente que quien distribuye y no
injustamente, pues no recibiría, ciertamente, terreno sino plata.
siempre el que recibe más de lo debido, es el que comete
injusticia, pues, no obra injustamente aquel a quien se le da 5
Los hombres consideran que depende de ellos mismos

136 137
Fernando Quintana B.
1
,
obrar con injusticia, por lo cual piensan que es fácil ser justo.
Pero esto no es así. Sin duda, yacer con la mujer del vecino,
herir al prójimo o deslizar el sobomo en la mano de otro, es
fácil y está en nuestro poder hacerlo, pero producir estos
resultados con la misma disposición, no es ni fácil ni depende
de nosotros,
Similarmente creen que llegar a conocer las cosas
10 justas y las cosas injustas no exige en absoluto ser sabio,
porque, piensan, no es dificil comprender lo que prescriben las
leyes (aunque estas no son cosas justas sino por accidente).
Sin embargo, cómo hay que actuar y de qué manera hay que
proceder en las distribuciones para que lo hecho sea justo,
esto resulta ~er un trabajo más dificultoso que saber qué cosas
son saludables. Y aún aquí es fácil conocer la miel, el vino, el
15 eléboro, la cauterización y la amputación, pero conocer cómo
hay que aplicarlas para que sean saludables, a quiénes y
cuándo, es una tarea que equivale a la de un médico.
Por esto mismo creen también que un hombre justo
puede obrar injustamente, no menos que un hombre injusto,
porque, creen, un hombre justo podria ser no menos, sino aún
más capaz de realizar tantos actosjustos como injustos. Pues
20 podría yacer con la mujer ajena o golpear a otro, tanto como el
valiente podria arrojar su escudo y dando vueltas las espaldas
podría echar a correr en cualquier dirección. Sin embargo,
hacer un acto cobarde o cometer una injusticia no consiste
138
La actualidad hermenéutica de la Teoría de la Justicia (le Aristóteles
simplemente en hacerlas tal cual, salvo por accidente, sino en
hacerlas como consecuencia de una disposición que se tiene
de obrar así, de la misma manera que ser médico y sanar
enfermos no consiste tan solo en practicar cortes quirúrgicos o
25 no hacerlo, o en administrar medicamentos o no hacerlo, sino
que el proceder a esto teniendo una cierta disposición a obrar
así.
Las cosas justas tienen lugar entre quienes participan
de cosas que son buenas en sentido propio y que tienen un
exceso o un defecto con respecto a elJas. Hay ciertos seres,
para los cuales no es posible un exceso de esos bienes -como
acaso ocurre con los dioses-, hay otro seres, en cambio,
irremediablemente malos, para los cuales ni la menor parte de
esos bienes es provechosa, sino que todos les son
perjudiciales; y hay otros, por último, para quienes estos
30 bienes son beneficiosos hasta cierto límite, y por eso lo
concerniente a la justicia es asunto humano.
x
Tenemos que proseguir ahora nuestra indagación con
la equidad (epieikeía - £:JtlElXEía) y lo equitativo (epieikés _
£:JnElx~~) y cómo se relaciona la equidad con la justicia
(dikaiosyné - óLxalOoúvll) y lo equitativo con lo justo (tó
díkaion- tÓ óíxalOv). Al ser examinados, se hace manifiesto
que no son simplemente lo mismo como tampoco diferentes
139
Fernalldo Quilltana B.
I
I, La actualidad hermenéutica de ia Teorfa de la Justicia de Aristó/eles

en género. A veces apreciamos lo equitativo y al hombre

universal, aunque no correctamente, hay que pensar que la
equitativo de tal modo que lo aplicamos en lugar de "bueno" a
prescripción legal considera lo que ocurre la mayoria de las
las otras cosas que apreciamos, queriendo señalar por "más
veces, no desconociendo que sea posible el error. Y no por
1137b equitativo" (tó epieikésteron - 'to btlw(éo'tEPOV) que algo es
eso es la prescripción misma menos recta. El error no se
"mejor"; airas veces, cuando seguimos el raciocinio lógico,
encuentra en la prescripción legal misma ni el legislador, sino
parece paradójjco que lo equitatjvo sea distinto de lo justo y sjn
en la naturaleza del caso práctico (prágma - 1tpártLa), pues tal
5 embargo digno de aprecio, Si son diferentes, o bien lo justo no
es, hablando con propiedad, la materia (hy/e - UAl']) de las
es un bien moral, o bien lo equitativo no es justo; y si ambos
cosas prácticas.
son un bjen moral, entonces son lo mismo.
20 Cuando la prescripción legal está dicha en un lenguaje
Por estas consideraciones surge casi el problema que
universal y ocurre un caso al que debe aplicarse esa
se suscita en torno a lo equjtativo. En cierto modo, todas ellas
prescripción.y que queda fuera de su enunciado universal, es
son correctas y no se oponen reciprocamente. Lo equitativo,
correcto entonces, donde el legislador ha pasado por alto y ha
en efecto, siendo mejor que cierto tipo de justo, es pese a todo
errado al expresarse simplemente en la forma en que lo ha
10 justo, y es mejor que cierto tipo de justo no porque sea de otro
hecho, tomar esa omisión y corregirla del siguiente modo:
género. De este modo, entonces, lo justo y lo equitativo son lo
establecer como prescripción legal la que el propio legislador
mismo, y siendo ambos un bien moral, lo equitativo es
enunciaría e instituiría si estuviera presente y conociese el
superior. caso.

Lo que produce la aporia es que lo equitativo es justo,

pero no según lo justo en el sentido legal, sino que es más
bien correctivo de lo justo tomado en este sentido de lo legal.
La causa de esto es que toda prescripción legal (nómos -
vótJ.o~)tiene un senlído universal (kathólou - xa8óÁou), pero en
los casos particulares no es posible aplicar correctamente lo
que se dice en forma universal. En aquellas situaciones,
15 entonces, donde es necesario aplicar lo que se dice en forma
Por esto, lo eqUITativoes justo, y aún mejor que cierto
tipo de justo, no de lo justo propiamente tal, sino de aquella
25 forma que por su enunciado hace posible el error. La
naturaleza de lo equitativo es esta: corrección de la
prescripción legal, donde ésta omite por causa de la
universalidad de sus enunciados. Esta es la razón, también
de por qué no todo se encuentra sujeto a preScripción legal:
pues sobre los casos particulares es imposible establecer la

140
141
 ~
Fernundo Quintana B.
prescripción legal, y para resolverlos se requiere de decisiones
particulares de autoridad. Una cosa indeterminada requiere
asimismo de una regla (kánon - xavwv) indeterminada para
30 medirla, asi como la regla de plomo empleada en la
construcción en Lesbos. Esta regla se adapta a la forma
exterior de la piedra y no es rígida; así también se adaptan a
los distinto~ casos prácticos los decretos que decide la
autoridad.
De lo dicho se hace evidente qué es 10equitativo, qué
es justo y en.qué sentido es mejor que cierto tipo de justo. De
aquí también se pone de manifiesto quién es la persona
equitativa: la persona que ellge deliberadamente y que realiza
35 actos equitativos como los mencionados, que no es demasiado
1136a estricta en las cosas de justicia, en el peor sentido, sino que
tiende a tomar menos de lo debido, aunque tenga la ley de su
lado, esta persona es equitativa. La disposición habitual que
lleva a realizar actos equitativos es la equidad (epieikeía •
t1nelxeía), que es una especie de justicia y que no es una
disposición ~abitual (héxis - i~l~)
distinta de la justicia.
XI
A partir de lo que se ha dicho, es claro cómo responder
5 a la cuestión de si es posible o no cometer injusticia hacia sí
mismo.
142
La actualidad flfrmem!uticu de la Teoría de la Justicia de AristO/e1es
De una parte, hay un grupo de actos justos que son
realizados de acuerdo con cualquiera virtud y que son
ordenados por la ley; así, por ejemplo, la ley no ordena darse
muerte, y lo que no ordena en este caso lo prohibe. Además,
cuando alguien, transgrediendo la ley, daño a otra
voluntariamente (aparte el caso de retribución del daño
recibido con otro daño), comete injusticia, y actúa
voluntariamente quien realiza la acción con conocimiento de la
persona a quien afecta y el medio que emplea para hacerlo. Y
el que por un arrebato de cólera voluntariamente se degüella,
10 dándose muerte, lo hace en contra del principio de rectitud
(ortMn fógon • óp8óv Áóyov), lo cual la ley no lo permite, en
consecuencia, comete injusticia, Pero, ¿a quién?, Sin duda, a
la comunidad política, no a sí mismo. Pues, padece
voluntariamente, pero nadie comete injustiCia voluntariamente.
Es por esto 'que la comunidad política impone castigo, y una
cierta deshonra y pérdida de derechos y privilegios acompaña
a quien se da muerte a si mismo, porque se considera que en
tal caso ha cometido injustiCia en contra de la comunidad
política.
De otra parte, conforme lo ya dicho en el sentido de
15 que es injusto únicamente el que comete injusticia, sin ser
completamente malo, tampoco es posible que cometa injusticia
en contra de sí mismo. (Pero este caso es diferente del
anterior: en cierto sentido el hombre injusto es malo como
podría serlo asimismo el cobarde, no en el sentido de
14J
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FemaJldQ Quintana B. La actualidad Iltrmelléulica de la Teoría de la Juslici/l de Aristóteles

completamente malo, de modo que al obrar injustamente no es pues obrar injustamente implica el vicio y es reprobable, y se
completamente malo). Si, entonces, fuera posible cometer trata del vicio ya en su sentido propio y acabado, ya en un
injusticia en contra de sí, resultaría que se daría y quitaria la sentido casi próximo a éste, y es preciso tomar en cuenta esta
misma cosa, a la vez, lo que es imposible: para tener lugar lo última distinción, pues no todo acto (injusto) voluntario produce
justo y lo injusto se necesita siempre de personas distintas. efectivamente injusticia, en cambio padecer un acto injusto, por
Además, un acto injusto es el que se realiza voluntariamente, 35 su parte, no implica vicio o algo injusto en quien padece una
se elige deliberadamente y es anterior al daño que se sufre acción de esa clase. Considerado por si mismo (k8Ih'8UtÓ -
(pues no se considera que obra injustamente aquel que por lo xaEl' cwtó) padecer injusticia es menos malo, pero nada impide
que ha sufrido retribuye lo mismo). Pero cuando se daña a si 1138b que por accidente sea un mal mayor. Pero esto no importa a
mismo, padece la acción y produce la acción a la vez. la disciplina correspondiente; ésta señala, en el caso de la
Además, si' alguien pudiese actuar injustamente hacia sí medicina, que la pleuresía es una enfermedad grave, peor que
mismo, padecería voluntariamente la acción injusta. A esto un tropezón, aunque pueda suceder que este último se
25 hay que añadir que nadie comete injusticia sin cometer algún 5 convierta por accidente en algo peor si el que tropieza cae y es
acto particular de injusticia. Nadie camele adulterio con su capturado por los enemigos que le dan muerte.
propia mujer, ni escala las murallas de su propia casa, ni
comete robo de sus propios bienes. De modo metafórico, por la similitud, puede hablarse de
lo justo no de una persona en relación a si misma sino de lo
De modo general, el problema de cometer injusticia justo entre las diferentes partes de sí misma. Lo anterior no
hacia sí mismo se resuelve de acuerdo con la definición que comprende -todos Jos sentidos de justo, sino aquel que se
hemos dado a propósito del problema relativo a si es posible refiere a la relación del amo al esclavo o del jefe de familia a
padecer injusticia voluntariamente. los restantes miembros de ella. En estos debates se ha
establecido la división entre las partes del alma, una la que
Manifiestamente tanto padecer injusticia como cometer tiene el principio racional (Iógos - Áóyo~), la otra, la que esta
injusticia son males. (Lo uno es tener menos, lo otro es tener 10 desprovista del principio racional (álogos. tiAOY0C;). Teniendo
30 más de lo que corresponde según el término medio, que es presente esa distinción, los que intervienen en esos debates
como la salud en la medicina y la buena condición fisica en la sostienen la opinión de que es posible el acto injusto sobre sí
gimnástica). Sin embargo, cometer injusticia es el peor mal, mismo, porque, dicen, una de esas partes pueden ir en contra

144 145
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FemuJldo Quin/ana B.

de los deseos de las otras partes. Hay, entonces, entre esas BIBL/OGRAFIA
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partes, una especie de justo, similar a la que tiene lugar en las k-;',
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relaciones entre gobernante y gobernado. \Ji'
"
Versiones de obras de Aristóteles consultada:

(Que quede de esta manera todo lo dicho sobre la , 1

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PREFACIO

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Chile, 2000, y La concepción de la equidad en INTRODUCCION . ...................................
Aristóteles, en Dos concepciones de la equidad,
Edeval,1981. CAPITULO l.
Cuestiones de Método . 11

CAPITULO 11.

Examen dialéctico de la justicia: Justicia legar y

"justicia particular" . 29
a) La justicia distributiva 40

b) La justiCia correctiva. ... 43

CAPITULO 11I.
El término medio de la justicia .............................. 45

a) El término medio en las distribuciones . 52

b) El término medio de la justicia correctiva . 57

,

150 151
 La actualidad Itl!rmelléuticade la Tl!oriatle la Justicia dI!Aristótdl!s r

Págs.

CAPITULO IV.
La justicia política y el tema de! derecho natural....................... 65

CAPITULO V.
La Equidad (Epieikeia) .... 83

ETHICA NfCOMACHEA. ARISTOTELES

Libro V(E) 1129a . 1138b15
BIBL/OGRAFIA
. 97
Editado por el
. 147 Departamento de Estudios Humanísticos
Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas
Universidad de Chile
Fo"o, 6784738 - FaX' 6979552

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