Está en la página 1de 4

“Ensayo de nicomaquea”

Sandoval Molina Marvyn Zaid

3-A

Filosofía del derecho

Maestro: Lic. Fernando Buenrostro


La Obra Ética nicomaquea, es una muestra clara de reflexión y
conocimiento filosófico, en donde Aristóteles, busca plasmar sus ideas en
diez libros. Propone una ética que abarca todas las acciones humanas y el
como actué el hombre, además aborda temas como la justicia, la bondad,
la verdad, la convivencia y las virtudes necesarias para vivir en sociedad.
En este informe de lectura aremos énfasis en su primer libro y sus
correspondientes parágrafos.
Aristóteles en este libro nos plantea diferentes cuestiones que giran en
torno a la ética, como el bien, la felicidad y la virtud. Primeramente afirma
que en el fin de las acciones humanas es la felicidad, y que la verdadera
felicidad consiste en hacer las cosas conforme a recta razón, en que
consiste la virtud.
En esta obra, Aristóteles intenta ordenar la sociedad ordenando las ideas,
los conceptos; para ello propone construir buenos hábitos en la sociedad;
ellos serán los que, luego, determinarán el crecimiento y mejor vivir de los
hombres de la sociedad. Cree que la familia cumple ciertas funciones
como la educación de los hijos, comida y calor, pero que el Estado tiene la
facultad de organizar a la sociedad. Diría por ejemplo que "sólo el Estado
puede cubrir la mejor organización de comunidad humana" En la filosofía
del Derecho de Aristóteles, sin embargo, las diferencias de concepto no se
han establecido totalmente, por ejemplo, la moral y el Derecho mismo son
confundidos, y no separados, es decir “en ninguna parte se plantea el
problema de un conflicto entre la moral y el derecho, y, puede decirse, que
entre los griegos estas dos disciplinas no estaban separadas la una de la
otra... El fin del derecho como el de la moral es asegurar la felicidad del
hombre que vive en sociedad.”
De igual forma, No queda duda de que Aristóteles trata del Derecho, del
“dikaion”, en su estudio sobre la justicia; la ciencia del Derecho es una
parte de la ciencia de la justicia, pero que se distingue de ella. También en
este tema va a proceder Aristóteles con su habitual respeto por la
experiencia, comenzando por la observación del lenguaje: es evidente que
existe una diferencia entre ser y cumplir con lo justo; entre “dikaios” y
“dikaion”.
Se puede cumplir con el “dikaion”, es decir con los actos justos, sin ser yo
mismo “dikaios”, es decir, íntimamente justo. Por ejemplo: se puede
devolver el depósito, no por espíritu de justicia, sino sólo por temor al
gendarme. Como es posible por otra parte ejecutar actos injustos por error
o bajo los efectos de una constricción cualquiera, sin que exista injusticia
subjetiva.
La ciencia del Derecho, del “dikaion”, concierne solamente a los actos
exteriores; a esa igualdad en las cosas, en las relaciones entre los
ciudadanos, a ese “mediumrei” que hemos definido ya como el objeto de la
justicia. Al moralista dejamos la investigación de las intenciones, lo que no
significa que el jurista no sea un auxiliar de la moral, ya que indica al
moralista aquello que la intención debe procurar en su ámbito. Pero, el
jurista no se ocupa sino del objeto sin importarle el modo en que se lo
persiga. Santo Tomás dirá que el “jus” es el “objetum justitiae”.

En el libro dice que para Aristóteles la justicia es una virtud, por lo que su
estudio lo realiza en los tratados éticos, singularmente en la Ética a
Nicómaco, junto con las demás virtudes, éstas son de dos clases:
intelectuales o dianoéticas y morales o éticas; las primeras se dan en la
esfera de la razón y son susceptibles, por tanto, de adquirirse por el
aprendizaje, mientras que las otras pertenecen al área de la voluntad y se
adquieren por la práctica.
Toda virtud la configura Aristóteles como el término medio entre dos
excesos contrapuestos, como el valor es intermedio entre la cobardía y la
temeridad. Esta concepción de la virtud es, precisamente, la que lleva al
Estagirita a considerar la justicia como la virtud por excelencia.
En Aristóteles hay también una justicia particular que tiene un claro sentido
de alteridad; el objetivo último de la justicia es la igualdad; pero perseguir
un tratamiento idéntico en todos los casos podría conducir, en algunas
situaciones, a resultados injustos, pues la auténtica justicia aconseja tratar
desigualmente los casos desiguales. Ello da pie a Aristóteles para
distinguir dos clases de justicia: la distributiva y la correctiva o
sinalagmática. Por otro lado también También ofrece Aristóteles una nueva
división de la justicia, distinguiendo entre lo justo natural y lo justo legal o
convencional. Es justo natural aquello que en todas partes es reputado por
tal con independencia de la voluntad humana, en tanto que es justo legal lo
que resulta de justicia porque así lo establece la ley humana. Como sólo lo
justo podía ser derecho, o ley, se hace necesario la explicación de este
valor, y Aristóteles al explicarla la divide en Justicia distributiva, correctiva.
La justicia había aparecido en la antigüedad como un gran principio de la
moral religiosa, y con Aristóteles la división se hace más recurrente. De un
lado la justicia distributiva que indica un sentido de proporción:
“lo que cada uno recibe debe ser proporcional a sus méritos o a sus
aportes.”
La magnitud de la filosofía de Aristóteles sobre el Derecho ha servido
como estimulante de análisis de las vivencias jurídicas, políticas y sociales.
Dejando un aporte disperso en sus varias obras.

En conclusión, esta obra nos da la perspectiva en la parte filosófica del


derecho y todo sus espectros, como fuentes de origen del derecho tal y
como lo conocemos hoy en día. Para finalizar se puede entender por esta
parte del libro que nos plantea Aristóteles que un acto será bueno o malo
dependiendo de las consecuencias que tenga. Así, para el filósofo, el fin al
que aspira el hombre es la felicidad. Por tanto, una acción es buena si
logra hacer al individuo más feliz.

También podría gustarte