Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
3-A
En el libro dice que para Aristóteles la justicia es una virtud, por lo que su
estudio lo realiza en los tratados éticos, singularmente en la Ética a
Nicómaco, junto con las demás virtudes, éstas son de dos clases:
intelectuales o dianoéticas y morales o éticas; las primeras se dan en la
esfera de la razón y son susceptibles, por tanto, de adquirirse por el
aprendizaje, mientras que las otras pertenecen al área de la voluntad y se
adquieren por la práctica.
Toda virtud la configura Aristóteles como el término medio entre dos
excesos contrapuestos, como el valor es intermedio entre la cobardía y la
temeridad. Esta concepción de la virtud es, precisamente, la que lleva al
Estagirita a considerar la justicia como la virtud por excelencia.
En Aristóteles hay también una justicia particular que tiene un claro sentido
de alteridad; el objetivo último de la justicia es la igualdad; pero perseguir
un tratamiento idéntico en todos los casos podría conducir, en algunas
situaciones, a resultados injustos, pues la auténtica justicia aconseja tratar
desigualmente los casos desiguales. Ello da pie a Aristóteles para
distinguir dos clases de justicia: la distributiva y la correctiva o
sinalagmática. Por otro lado también También ofrece Aristóteles una nueva
división de la justicia, distinguiendo entre lo justo natural y lo justo legal o
convencional. Es justo natural aquello que en todas partes es reputado por
tal con independencia de la voluntad humana, en tanto que es justo legal lo
que resulta de justicia porque así lo establece la ley humana. Como sólo lo
justo podía ser derecho, o ley, se hace necesario la explicación de este
valor, y Aristóteles al explicarla la divide en Justicia distributiva, correctiva.
La justicia había aparecido en la antigüedad como un gran principio de la
moral religiosa, y con Aristóteles la división se hace más recurrente. De un
lado la justicia distributiva que indica un sentido de proporción:
“lo que cada uno recibe debe ser proporcional a sus méritos o a sus
aportes.”
La magnitud de la filosofía de Aristóteles sobre el Derecho ha servido
como estimulante de análisis de las vivencias jurídicas, políticas y sociales.
Dejando un aporte disperso en sus varias obras.