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TEMA 1. ¿Qué es el Trabajo Social?

PARTE I.

Definición de Trabajo Social


El trabajo social es una profesión basada en la prác9ca y una disciplina académica que promueve el cambio
y el desarrollo social, la cohesión social, y el fortalecimiento y la liberación de las personas. Los principios de
la jus9cia social, los derechos humanos, la responsabilidad colec9va y el respeto a la diversidad son
fundamentales para el trabajo social. Respaldada por las teorías del trabajo social, las ciencias sociales, las
humanidades y los conocimientos indígenas, el trabajo social involucra a las personas y las estructuras para
hacer frente a desaFos de la vida y aumentar el bienestar. (FITS- IASW, Melbourne 2014)

- Cambio social y desarrollo social


- Cohesión social, fortalecimiento y la liberación de las personas
- Resolución de problemas en las relaciones humanas
- Personas interactúan con su entorno: La intervención no se puede agotar en la persona sino que,
también, debe intentar cambiar el medio para facilitar el desarrollo y bienestar.

Principios
- La jus9cia social
- Derechos humanos
- Responsabilidad colec9va
- El respeto a la diversidad

— Respaldada por las teorías del trabajo social, las ciencias sociales, las humanidades y los conocimientos
indígenas, el trabajo social involucra a las personas y las estructuras para hacer frente a desaFos de la vida y
aumentar el bienestar.

Presupuestos del Trabajo Social


- El Trabajo Social se mueve en el nivel de lo microsocial que engloba al individuo y a la sociedad más
próxima (la comunidad).
- Las situaciones-problemas que afronta el Trabajo Social 9enen un perfil muy concreto, no son situaciones
o fenómenos sociales globales.
- Abordaje global, integral, holís=co del trabajo social. * el holismo es una posición metodológica y
epistemológica que postula cómo los sistemas deben ser analizados en su conjunto y no solo a través de las partes
que los componen. Pero aún consideradas estas separadamente, analiza y observa el sistema como un todo
integrado y global que en defini9va determina cómo se comportan las partes, mientras que un mero análisis de
estas no puede explicar por completo el funcionamiento del todo.

Trabajo Social. Definición ins9tucionalista.


La prestación de asistencia a los individuos en consideración a las dificultades que encuentran en su uso de
los servicios de un grupo organizado. Por ello con este trabajo no sólo se ayuda a los individuos, sino que se
facilita el funcionamiento adecuado de las ins9tuciones sociales, y se sa9sfacen por ello más eficazmente
las necesidades humanas (Helen Leland, 1942).

Trabajo Social. Definición como ac9vidad funcional.


“El Trabajo Social pretende aumentar el funcionamiento social de los individuos, singularmente y en grupos,
por medio de ac9vidades enfocadas a sus relaciones sociales que cons9tuyen la interacción entre el hombre
y su entorno. Estas ac9vidades pueden agruparse en tres funciones:
- restauración de la capacidad deteriorada,
- provisión de recursos individuales y sociales
- y prevención de la disfunción social”.
(Werner W. BOEHM, 1959)
Trabajo Social. Definición como proceso.
“Proceso de ayuda ideado para ayudar al individuo, al grupo o a la comunidad en el cambio de ac9tud o
comportamiento dentro de una par9cular situación social...
Su propósito es facilitar el funcionamiento social del individuo, del grupo o de la comunidad”
(Peter LEONARD, 1968).

Trabajo Social. Definición como servicio profesional.


“El Trabajo Social es un servicio profesional basado en el conocimiento cienefico y en la destreza en las
relaciones humanas, que ayuda a los individuos, solos o en grupos a obtener sa9sfacción social y personal e
independencia. Es usualmente prestado por una agencia social o por una organización conexa”.
(W. FRIEDLANDER, 1959)

Trabajo Social. Definición como profesión humanista.


“El Trabajo Social descansa en úl9mo término en ciertas presunciones que no pueden probarse, pero sin las
cuales sus métodos y obje9vos no 9enen sen9do. Estos axiomas son, por ejemplo: que el mejoramiento
humano es el obje9vo de toda sociedad; que en la medida en que los recursos económicos y culturales
pueden desarrollarse, el nivel de vida general debería ser mejorado progresivamente; (...) que el lazo social
entre el hombre y los hombres debería conducir a la realización del viejo sueño de fraternidad universal.
La é9ca derivada de éstos y otros axiomas similares conducen a dos ideas nucleares que dis9nguen al
trabajo social como una de las profesiones humanís9cas.
La primera es que el evento humano consta de persona y situación, o de realidad subje9va y obje9va cuya
interacción es constante; y la segunda, que el método caracterís9co del trabajo social incorpora dentro de
sus procesos tanto el conocimiento cienefico como los valores sociales en orden a alcanzar sus fines”.
(Gordon HAMILTON, 1951)

Trabajo Social como ciencia.


La profesión de trabajo social ha de fundar sus prác9cas sobre conocimientos fiables y sobre métodos de
intervención verificables, según el llamado “método cienefico”.

Trabajo Social como arte.


El trabajo social es una profesión que se basa sobre todo en lo cualita9vo, en lo no medible, en
conocimientos y saber hacer basados en la crea9vidad (“el arte de la ayuda”). Por tanto 9ene más bien un
carácter personal, subje9vo, poco estandarizable. Más que una base de conocimientos obje9vos, el trabajo
social descansa en la experiencia y en la cualidades personales del profesional

Trabajo Social. Definición como disciplina prác9ca.


“El trabajo social es una disciplina prác9ca que 9ene por objeto los problemas sociales tal como son vividos
por los individuos, los grupos y las colec9vidades, en una perspec9va de intervención colec9va o individual
centrada en el cambio social”
Regroupement des unités de forma2on universitaire en travail social de Quebec.

Trabajo Social. Definición teórica/prác9ca.


"Conjunto de conocimientos y de tecnologías de intervención social, que 9enen por función modificar
recíprocamente las interacciones entre, por una parte, las personas, las colec9vidades y, por otra parte, sus
entornos, con el fin de crear un equilibrio dinámico de relaciones sociales que sea favorable a la vez a las
personas concernidas y a la sociedad en general". (PERRON)

Definición internacional de Trabajo Social (FITS).


"La profesión de trabajo social promueve la resolución de problemas en las relaciones humanas, el cambio
social, la potenciación de las personas mediante el ejercicio de sus derechos y su liberación y la mejora de la
sociedad. Mediante la u9lización de teorías sobre el comportamiento humano y los sistemas sociales, el
trabajo social interviene en los puntos en los que las personas interactúan con su entorno. Los principios de
los Derechos Humanos y la jus9cia social son esenciales para el trabajo social." FITS- Montreal 2000

Algunos elementos comunes de la noción internacional del Trabajo Social.


- El interés por las personas, sus necesidades y sus problemas sociales (opresión, discriminación,
desorganización…).
- La atención puesta en las personas en su situación, contexto o circunstancia.
- La diversidad de prác9cas que cons9tuyen el trabajo social (“múl9ples caras”): modos de intervención,
especialidades y enfoques, campos de trabajo, perfiles profesionales …
- El 9po de empleo: función pública, o dependiente de las polí9cas sociales estatales, directa o
indirectamente “Tercer Sector”, como forma predominante de inserción laboral. (Minoritario: empleo en
empresa privada).

Algunos puntos de reflexión


- Trabajo social, como prác9ca social/como prác9ca profesional
- Trabajo social, como discurso, saber o disciplina (“como teoría”)
- Definiciones y conceptos de trabajo social que cambian:
— según el momento histórico
— según el país
— según la ideología, las concepciones.

PARTE II. Conceptos fundamentales.

Ayuda/asistencia social.
Prestaciones, fundamentos o no en derecho, que otorgan organizaciones públicas o privadas ante
situaciones de carencia individual o familiar". (S.T.)
Conjunto de prestaciones y recursos encaminados a auxiliar, con cargo a fondos generales del Estado, a
aquellas personas que no se encuentran en condiciones económicas para atender sus necesidades básicas.

Caracterís9cas de la asistencia social.


- Responsabilidad del Estado
- Se dirige a grupos de población a los que no alcanza el sistema de Seguridad Social
- Se financia con cargo al presupuesto público.
- Son prestaciones gratuitas, universales,
- Se 9ene que demostrar la insuficiencia de recursos
- A9ende a necesidades básicas.

Acción social.
(Conjunto de) "ayudas, apoyos o esemulos personales, técnicos y aún económicos, orientados a mantener,
recuperar o promover a los individuos y a los grupos en situaciones o estados de dependencia o
desventaja". Estas ac9vidades se realizan desde en9dades publicas, movimientos sociales, ONG, etc.
(CASADO, 1985:88)

Bienestar social.
Situación en la que las personas obje9vamente, disponen de las condiciones de vida necesarias para vivir
bien.
Obje9vo: sa9sfacer las necesidades sociales de todos los individuos que integran la sociedad.
Como categoría é9ca-polí9ca: Es un valor social que establece como finalidad que todos los miembros de la
sociedad deben disponer de los medios precisos para sa9sfacer aquellas demandas comúnmente aceptadas
como necesidades". (S.T.)
Como categoría socio-ins9tucional: Conjunto orgánico de ins9tuciones y prác9cas estatales y societales que
promueven y desarrollan la sa9sfacción de las necesidades humanas.

Calidad de vida
"La percepción, evaluación y posterior sa9sfacción personal son las condiciones obje9vas en que se
desenvuelve la existencia del individuo".
(A. BLANCO: s.f.)

Derechos sociales.
Se concretan en prestaciones que responden a las necesidades sociales básicas de la personas, y cuya
aplicación se desarrolla en el marco de los sistemas públicos que sustentan el Estado de Bienestar:
educación, salud, servicios sociales, pensiones, vivienda
DERECHOS SUBJETIVOS: aquellos que pueden ser reclamados a nivel administra9vo y judicial.

Disciplina y profesión.
La disciplina es:
- Conjunto de conocimientos teórico-prác9cos de un campo determinado, sobre los que progresivamente
se va a cons9tuir una profesión.
- Se enseña en la universidad.
Implica:
- Un cuerpo de conocimientos sistemá9co en los que se apoyan las habilidades y pericias profesionales
(universidad).
- Un saber hacer prác9co derivado de esos conocimientos.
- Un código deontológico que regula la relación profesional-usuario.
- Colegio profesional (autoridad).
- Reconocimiento publico de la u9lidad social de esa profesión.

Desarrollo social.
"Es el proceso deliberado de cambio en una estructura social, para la consecución del Bienestar Social
mediante intervenciones ins9tucionales (cuan9ficables y evaluables), donde la par9cipación social y la
planificación son dimensiones prioritarias de este proceso”(S.T.: 151).

Estado de bienestar
Es un modelo de Estado que 9ene como finalidad cubrir las necesidades sociales, consideradas básicas, de
los ciudadanos.
Caracterís9cas:
- Intervención estatal en la economía para mantener el pleno empleo.
- Provisión publica de una serie de servicios, considerados derechos sociales: salud, vivienda, educación,
pensiones, servicios sociales, empleo.
- Responsabilidad estatal en el mantenimiento de un nivel de vida mínimo.

Intervención social o psico-social.


Conjunto de prác9cas ins9tucionales y/o profesionales de carácter intencional, teóricamente
fundamentadas y técnicamente planificadas y desarrolladas sobre colec9vos en situación de dificultad
social.
Aquella ac9vidad que:
- se realiza de manera formal u organizada,
- intentando responder a necesidades sociales
- y, específicamente, incidir significa9vamente en la interacción de las personas,
- aspirando a una legi9mación pública o social. FERNANDO FANTOVA (2007)

Necesidad social o humana.


"Las necesidades humanas incluyen tanto los deseos, los ape9tos y las aspiraciones, siendo éstos
manifestaciones de necesidades, como las carencias y las demandas humanas; es decir todas las exigencias
de la existencia humana“ (S.KEHL).

Clasificación de necesidades (BRADSHAW)


- NECESIDAD NORMATIVA : Viene determinada por expertos o profesionales, a par9r de sus teorías, valores
y percepciones
- NECESIDAD EXPERIMENTADA O SENTIDA: Viene determinada por la percepción de las personas, los grupos
o las comunidades. Tiene un carácter subje9vo, pero devuelve a las personas la capacidad de pronunciarse
sobre sus propias faltas, deseos y carencias.
- NECESIDAD EXPRESADA O DEMANDADA: Cuando la necesidad experimentada se pone en acción mediante
una presión a las ins9tuciones o profesionales, o se realiza por cualquier conducto una pe9ción explícita.
- NECESIDAD COMPARADA: La deducida por un observador externo a las personas, grupos o comunidades
que se tomen en consideración, según un proceso compara9vo con lo que presenta otras personas, grupos
o comunidades en circunstancias parecidas.

Polí9ca social.
Es una parte de la polí9ca general, 9ene un campo especifico de actuación: la promoción del bienestar
social de toda la población (Roldan, E. García, T.: 2006)
La polí9ca social, en sen9do amplio, es una de las ramas de la polí9ca estatal, que se refiere a la actuación
del Estado en materias de salud, educación, trabajo, vivienda, pensiones, servicios sociales.

Polí9cas sociales.
Conglomerados de medidas decididas por actores legí9mos -estatales o no-, aplicadas a través de
organizaciones (entes) para atender a los problemas sociales. Su ar9culación desde la centralidad estatal
(Estado de Bienestar) cons9tuye la polí9ca social de un país.

Problema social en Trabajo Social.


- Cuando las necesidades de ayuda no pueden sa9sfacerse dentro de la familia o de la comunidad local
- Cuando se enfoca las dimensiones polí9cas, sociales y económicas de las cues9ones personales
conflic9vas.
- Cuando una necesidad de ayuda que presenta alguna persona o familia es compar9da por otras personas
de la comunidad entorno o de la sociedad.

Profesión.
Práxis reconocida socialmente que es suscep9ble de monopolizar legalmente ese campo en un país y que
cuenta con un aparato ins9tucional que le permite la producción intelectual y, sobre todo, la reproducción
de los profesionales (Comelles,1998:15)

Profesión social.
a) En sen9do restringido: profesiones que, mediante la aplicación de sus saberes, valores y habilidades,
ejecutan las "polí9cas de acción social" (trabajadores sociales generalistas; trabajadores sociales
especializados en : educación especializada, animación socio-cultural; y/o en campos específicos de
problemas sociales)
b) b) En sen9do amplio: Idem que ejecutan las dis9ntas polí9cas sociales (educa9vas, sanitarias,
medioambientales, etc.), como médicos, enfermeras, profesores, trabajadores sociales, psicólogos, etc.

Profesiones sociales: una clasificación europea.


- Profesiones de la AYUDA: asistentes sociales, ayuda medico-social, orientadores de economía familiar,
psicólogos comunitarios …
- Profesiones de la EDUCACIÓN: educadores especializados, monitores-educadores …
- Profesiones de la ANIMACIÓN: animadores socio-culturales, trabajadores comunitarios …

Profesionales de la acción social.


Profesionales que intervienen en la acción social, llevando a cabo ac9vidades, proyectos relacionados con
las necesidades y problemas sociales (educadores sociales, animadores socioculturales, monitores de
integración social, trabajadores sociales, etc.).

Proyecto/programa social.
“Conjunto de ac9vidades interrelacionadas y coordinadas para alcanzar obje9vos específicos dentro de los
límites de un presupuesto y un periodo dados" (ONU).

Psicología comunitaria.
Nuevo desarrollo de la Psicología social que analiza los procesos sociales locales, desde el punto de vista de
la interacción individuo/medio, desarrollando estrategias de intervención dirigidas a la potenciación de los
recursos propios (especialmente de las redes sociales) y a la par9cipación comunitaria.
Recurso social.
"Medios humanos, materiales, técnicos, financieros, ins9tucionales...de que se dota a sí misma una
sociedad para subvenir a las necesidades de sus individuos, grupos y comunidades, en cuanto integrantes
de ella" (KISNERMAN).

Servicios del Bienestar.


Prestaciones técnicas, desde organizaciones sociales -públicas y parapúblicas- en las dis9ntas áreas de
necesidades sociales que conforman el espacio ins9tucional del bienestar y jurídico de los derechos sociales
sobre: mantenimiento de ingresos, educación, salud, vivienda, empleo, servicios personales, cultura-9empo
libre y medio-ambiente.

Sistemas de bienestar social.


Sistemas que dan cobertura, desde el ámbito de sus competencias, a las necesidades sociales básicas de
todos los ciudadanos.
Son los instrumentos que implementan u opera9vizan las polí9cas sociales.
Sistema de: Educación, Salud, Servicios Sociales, Vivienda, pensiones, etc.

Servicios sociales personales.


Prestaciones técnicas dirigidas fundamentalmente, pero no sólo, a personas en dificultad social, de carácter
preven9vo, asistencial o personal, mediante las cuales la sociedad provee ayuda a personas, familias,
grupos o colec9vidades, con el fin de mantenerles, de integrarles o reinsertarles en lo que se considera vida
normalizada, y de favorecer su desarrollo.

PARTE III. Perfiles profesionales del Trabajador Social. Libro Blanco del Trabajo Social.

¿Qué se espera de un trabajador social?


Así, nuestra competencia debe responder a las nuevas exigencias que la sociedad y el mercado de trabajo
imponen. Los trabajadores sociales incrementan su presencia en el mercado laboral, lo que implica la
exigencia de una mayor calidad en la formación tanto a nivel inicial (universitaria) como en la formación
con9nua. Debe potenciarse la prac9ca profesional mejorando las condiciones de trabajo (horarios, salarios,
contratos...), la competencia y estatus profesional.
Con la finalidad de analizar las necesidades presentes de la sociedad y entrever las futuras, se presenta a
con9nuación el Perfil Profesional del Trabajador Social, en el que se establecen las competencias, las
realizaciones profesionales y los criterios de realización que este profesional requiere para el adecuado
ejercicio de sus funciones.

Para el logro de estos obje9vos, la intervención profesional de los Trabajadores sociales requiere de formas
complementarias de intervención, a saber:
a) Intervención directa. La intervención directa se realiza en diversos ámbitos de desempeño e incluye
una serie de ac9vidades profesionales del trabajador social que, para el logro de sus obje9vos, precisan
de un contacto personal entre profesional y la persona, familia o grupo de implicados, de tal forma que
la relación que se establece entre el trabajador social y el sistema cliente (individuos, familia, grupo
pequeño) es un elemento significa9vo en el cambio de situación.
b) Intervención indirecta. La intervención indirecta se realiza en diversos ámbitos de desempeño e incluye
aquellas ac9vidades del trabajador social de estudio, análisis, sistema9zación, planificación, evaluación,
coordinación y supervisión. La intervención indirecta es de suma importancia en el trabajo social. Los
trabajadores sociales realizan su ac9vidad profesional en diversas áreas profesionales y ámbitos de
desempeño tanto en organismos internacionales, Administración Pública, universidades, empresa
privada (por cuenta ajena o ejercicio libre de la profesión) y en el marco del tercer sector (asociaciones,
fundaciones, federaciones u otras organizaciones sociales).

Áreas profesionales.
1. ASISTENCIAL. Mediante la detección y tratamiento psicosocial de las necesidades sociales individuales,
grupales, familiares y de la comunidad, los trabajadores sociales ges9onan los recursos humanos y
organiza9vos, contribuyendo así a la administración de las prestaciones de responsabilidad pública, su
distribución, y la protección de las poblaciones (se prefiere considerar al conjunto de la población pues se
en9ende que también la “clase media” puede necesitar de la ayuda de la profesionalidad del trabajo social),
según los derechos sociales reconocidos y los que se puedan demandar o generar, pues se sabe que el
derecho va detrás de la realidad, es decir se legisla sobre los hechos, no al contrario. En defini9va se
en9ende que la acción propia del trabajo social también puede ser fuente de nuevos derechos por el Estado
social.
2. PREVENTIVA. El trabajador social trata de adelantarse y prevenir la constante reproducción de la
marginalidad, de la exclusión social, de la desafiliación, de la pobreza y de la desintegración social,
fenómenos todos productos de la estructura del sistema económico capitalista, fuente de desaliento,
protesta y violencia social, afectando así a la convivencia ciudadana. En cualquier caso se considera
importante incluir los factores de protección como elementos que contribuyen a la prevención, que parten
de la potencialidad de la realidad con la que se interviene y por tanto cons9tuyen una plataforma
indispensable para evitar la aparición de problemas sociales o para reducir el riesgo de empeoramiento o
cronificación. Cabe la posibilidad que dentro de la función preven9va las intervenciones se centren la en la
reducción de daños y riesgos como un nivel mas amplio dentro de la prevención.
3. PROMOCIONAL-EDUCATIVA. No se puede comprender la función de prevención sin una labor educacional
que ayude a las personas y los grupos sociales a hacer uso de las oportunidades que existen a su
disposición. Capacitarles para la toma de decisiones y asunción de responsabilidades. (Se considera una
condición trasversal).
4. MEDIACIÓN en la resolución de los conflictos que afectan a las familias y los grupos sociales en el interior
de sus relaciones y con su entorno social. Incluye también la relación entre las ins9tuciones y la ciudadanía
5. TRANSFORMADORA. Mediante cualquier método de inves9gación o la inves9gación (pues se en9ende
que éste es uno más de los métodos disponibles) el trabajador social aumenta su conocimiento para tratar
de modificar las prác9cas sociales que crean desigualdad e injus9cia social y, por tanto, condicionan el
desarrollo autónomo de los sujetos.
6. PLANIFICACIÓN Y EVALUACIÓN (La primera no es posible sin la segunda y viceversa) en los macro y
microsistemas mediante el diseño, el desarrollo y la ejecución de planes, programas y proyectos sociales.
Así como con en nivel estratégico-prospec9vo mediante la formulación de las polí9cas sociales de las
comunidades autónomas y del país, tanto presentes como futuras.
7. REHABILITACIÓN. El trabajador social contribuye al bienestar y posibilita la integración social de aquellas
personas y colec9vos que por razones personales o sociales se encuentran en una situación de desventaja
social.
8. PLANIFICACIÓN, ANÁLISIS DE PROCESOS SOCIALES Y NECESIDADES Y EVALUACIÓN. A par9r del
conocimiento y análisis de procesos sociales y necesidades, el trabajador social trabaja en la planificación y
evaluación en los microsistemas mediante el diseño y ejecución de planes, programas y proyectos sociales,
así como en un nivel estratégico, contribuye a la formulación de polí9cas sociales autónomas, nacionales,
europeas e internacionales.
9. GERENCIA Y ADMINISTRACIÓN. El trabajador social trabaja en la gerencia y administración de los
servicios sociales, mediante la organización, dirección y coordinación de los mismos.
10. INVESTIGACIÓN Y DOCENCIA. El trabajador social estará obligado no sólo a la inves9gación inherente a
las funciones señaladas sino a las que se relacionan con su propio trabajo profesional para revisarlo
permanentemente y buscar nuevas formas de enfocar y afrontar los problemas vitales a que debe dar
respuesta. A su vez, esos conocimientos acumulados y esas experiencias vividas habrá de ponerlas
permanentemente a disposición de los colegas y, par9cularmente, de los futuros nuevos profesionales que
aprenderán de los libros y de su trabajo personal tanto como de la relación directa en el propio campo de
trabajo. Por otra parte, el trabajador social aumenta su conocimiento de la realidad social mediante la
inves9gación para tratar de modificar las prác9cas sociales que crean desigualdad e injus9cia social y, por lo
tanto, condicionan el desarrollo autónomo de los sujetos.

Ámbitos de desempeño.
Tradicionalmente los/las profesionales del trabajo social han desarrollado su labor entre los pobres y
marginados con un fuerte contenido paternalista y asistencial en su actuación. Par9cularmente desde la
aprobación de la Cons9tución de 1978 y en la medida en que se desarrolla en normas jurídicas posi9vas y
en su correspondiente entramado ins9tucional, la ac9vidad profesional se dirige hacia todo/a ciudadano/a
en estado de necesidad en el marco de los derechos que le reconoce la Cons9tución y el resto de
norma9vas jurídicas. Desde este reconocimiento de derechos de todo ciudadano/a, el/la trabajador/a
social, trata de potenciar todas las virtualidades de la persona humana, de las familias, de los grupos, de las
organizaciones y comunidades en que desarrolla su vida, para conseguir el máximo de bienestar social y
calidad de vida.
El ámbito más habitual de su labor profesional es el de los servicios sociales personales, pero también se
encuentra en el ámbito de la salud, la educación, jus9cia, empleo, urbanismo y vivienda, empresa, medio
ambiente, voluntariado, la cultura y el 9empo libre.

Las dis9ntas Administraciones Públicas –central, autonómica y local– son las máximas responsables en
nuestro país y en los países de nuestro entorno, de garan9zar la prestación de este 9po de servicios a los
ciudadanos y a sus Comunidades. Será, pues, en estas Administraciones, especialmente en la
administración local y autonómica, donde más amplia acogida encuentra este 9po de labor profesional

Pero también la inicia9va privada en este terreno ofrece un amplio campo a los trabajadores sociales: las
asociaciones de autoayuda, las organizaciones no gubernamentales 9enen un importante papel a jugar y lo
aumentarán en los próximos años, máxime si se incorpora a ellas un fuerte voluntariado que comienza a
despegar.
Por úl9mo también el sector mercan9l ha estado siempre presente y es posible que tenga un gran futuro
desde la crisis de los sistemas tradicionales de prestación de este 9po de servicio. A veces, están siendo los/
las mismos/as trabajadores sociales quienes promueven ahí un amplio cambio de actuación profesional que
no se debe desdeñar.

En estos ámbitos de desempeño, los/las trabajadores/as sociales realizan intervenciones profesionales de


forma coordinada y complementaria con otros agentes tanto polí9cos (cargos polí9cos ins9tucionales,
representantes polí9cos y sindicales, etc.), sociales (voluntariado social, militantes sociales, etc.), como
profesionales (psicólogos, sociólogos, educadores sociales, etc).

Enfoque basado en competencias.


Marelli (2000)5 define: “La competencia es una capacidad laboral, medible, necesaria para realizar un
trabajo eficazmente, es decir, para producir resultados deseados por la organización. Está conformada por
conocimientos, habilidades, destrezas y comportamientos que los trabajadores deben demostrar para que
la organización alcance sus metas y obje9vos” Y añade que son: “capacidades humanas, suscep9bles de ser
medidas, que se necesitan para sa9sfacer con eficacia los niveles de rendimiento exigidos en el trabajo”.

Según Levy-Leboyer (1997: 54) “las competencias son repertorios de comportamientos que algunas
personas dominan mejor que otras (...). Estos comportamientos son observables en la realidad co9diana del
trabajo (...). Ponen en prác9ca, de forma integrada, ap9tudes, rasgos de personalidad y conocimientos
adquiridos”. El mismo autor concluye su exposición diciendo que “las competencias representan la unión
entre las caracterís9cas individuales y las cualidades requeridas para llevar a cabo misiones profesionales
precisas.”

Bunk (1994)8 define la Competencia como “el conjunto de conocimientos, procedimientos, ac9tudes y
capacidades que una persona posee y son necesarias para:
-Afrontar de forma efec9va las tareas que requieren una profesión en un determinado puesto de trabajo,
con el nivel y calidad de desarrollo requeridos.
-Resolver los problemas emergentes con inicia9va, autonomía y crea9vidad.
-Adaptarse al entorno sociolaboral y colaborar en la organización del trabajo.

Competencia general
El /la trabajador/a social es un/a profesional de la acción social que 9ene una comprensión amplia de las
estructuras y procesos sociales, el cambio social y del comportamiento humano, que le capacita para:
- Intervenir en las situaciones (problemas) sociales (de malestar) que viven individuos, familias, grupos,
organizaciones y comunidades, asis9endo, manejando conflictos y ejerciendo mediación;
- Par9cipar en la formulación de las Polí9cas Sociales;
- Contribuir a la ciudadanía ac9va mediante el empoderamiento y la garanea de los derechos sociales.
Todo ello con el fin úl9mo de contribuir junto con otros profesionales de la acción social a:
- La integración social de personas, familias, grupos, organizaciones y comunidades,
- La cons9tución de una sociedad cohesionada y
- El desarrollo de la calidad de vida y del bienestar social.

Competencias generales.
1. Capacidad para trabajar y valorar de manera conjunta con personas, familias, grupos, organizaciones y
comunidades sus necesidades y circunstancias.
2. Planificar, implementar, revisar y evaluar la prác9ca del trabajo social con personas, familias, grupos,
organizaciones y comunidades y con otros profesionales.
3. Apoyar a las personas para que sean capaces de manifestar las necesidades, puntos de vista y
circunstancias.
4. Actuar para la resolución de las situaciones de riesgo con los sistemas cliente así como para las propias y
las de los colegas de profesión.
5. Administrar y ser responsable, con supervisión y apoyo, de la propia prác9ca dentro de la organización.

Ámbitos de intervención de los Trabajadores Sociales.

- Servicios sociales Generales


- Servicios sociales de atención social básica y primaria. Dirigidos a toda la población en general desde los
servicios sociales de base existentes en todos los ayuntamientos o comunidades.
- Servicios de atención permanente para atender emergencias sociales. ! Servicios de ayuda y atención
domiciliaria.
- Servicios Sociales Especializados (Atención por colec9vos).
- Servicios de atención a personas sin hogar: servicios de atención en medio abierto; centros de acogida y
comedores sociales; albergues; formación e inserción socio-laboral.
- Servicios de atención a personas mayores: centros sociales y clubes; asociacionismo; centros de día;
centros residenciales; atención domiciliaria; voluntariado.
- Servicios de atención a infancia y familia: servicios de prevención, diagnós9co y tratamiento para la
protección de la infancia y soporte a la familia; acogimiento familiar y adopción; centros de acogida; centros
residenciales; centros abiertos.
- Servicios de atención a la mujer: servicios de información y atención psico-social para la mujer; atención
social de urgencia para mujeres víc9mas de violencia domés9ca; casas de acogida; soporte para la
formación y la inserción socio-laboral; asociacionismo y grupos de autoayuda.
- Servicios de atención a personas con discapacidad: servicios de asesoramiento, valoración e información
de recursos; servicios de atención precoz; servicios de diagnós9co, tratamiento y rehabilitación; formación e
inserción socio-laboral; asociacionismo de personas
afectadas y de familiares o grupos sensibilizados; voluntariado; pisos protegidos; defensa y tutela de los
bienes de personas con incapacidad.
- Servicios de acogida y atención social a inmigrantes y refugiados.
- Servicios de atención a las drogodependencias: servicios de atención (información, prevención,
diagnós9co y tratamiento) a las drogodependencias; comunidades terapéu9cas; centros de rehabilitación y
de reinserción social y laboral.
- Dentro del tercer sector, existe un amplio abanico de asociaciones y organizaciones sin ánimo de lucro que
trabajan con las personas que sufren enfermedades diversas y sus familias, enfermedades que afectan los
vínculos sociales y la calidad de vida de las personas: cuidadores de enfermos con alzhéimer y otras
demencias, enfermos de cáncer, afectados por procesos de trasplante, SIDA, etcétera.

- Salud.
- Centros de salud o servicios de atención primaria de salud. Servicios de atención socio-sanitaria
domiciliaria a enfermos con patologías crónicas y terminales
- Hospitales generales. Maternales. Hospitales infan9les.
- Centros socio-sanitarios: atención socio-sanitaria a pacientes crónicos y terminales; unidades de cuidados
palia9vos.
- Servicios de salud mental: servicios de prevención, diagnós9co y tratamiento infan9l y de adultos; hospital
de día; centros de día; pisos protegidos; inserción socio-laboral; unidades de tratamiento de pacientes en
fase aguda; centros residenciales para pacientes crónicos; asociacionismo de personas afectadas, de
familiares y otros grupos; servicios de atención a personas con demencias y trastornos neurológicos
degenera9vos.

.
- Educación
- Educación reglada: servicios de asesoramiento psico-pedagógico y social a los equipos de los centros
escolares e ins9tutos de enseñanza secundaria; mediación escolar y familiar; centros de educación especial
para alumnos con necesidades especiales; asociacionismo en el ámbito escolar; detección y tratamiento del
absen9smo escolar.
- Educación no reglada: escuelas-taller y otras inicia9vas orientadas a compensar déficits socio-educa9vos;
servicios de atención a primera infancia, especialmente con familias que requieran soporte psico-social.

- Jus9cia
- Jus9cia juvenil: servicios técnicos de asesoramiento psico-social al juez; mediación con la víc9ma;
programas de seguimiento de medidas en medio abierto; centros de internamiento de menores infractores;
mediación familiar; inserción socio-laboral.
- Juzgados: servicios de asesoramiento técnico a los jueces; mediación familiar; programas de seguimiento
de medidas penales alterna9vas a la prisión; atención a la víc9ma.
- Ins=tuciones penitenciarias: comisiones de asistencia social penitenciaria; programas específicos de
tratamiento de determinados delitos, drogodependencias, agresiones sexuales, etc; programas de atención
materno-infan9l para reclusas con hijos en la prisión; seguimiento y control de presos en libertad
condicional; servicios de reinserción socio-laboral.

- Empresa.
Atención y prestaciones sociales a los trabajadores de determinadas empresas que cuentan con este
servicio.

- Vivienda
Programas de promoción, estudio y adjudicación de viviendas de protección social; dinamización
comunitaria de barrios de nueva construcción o en proceso de remodelación; planificación urbana.

- Tercer sector
- Ámbito en expansión integrado por organizaciones y en9dades sin ánimo de lucro que trabajan
contra la exclusión social con programas preven9vos, asistenciales, forma9vos, de inserción social y laboral
a nivel local, desarrollando en muchos casos también programas de cooperación internacional.
- Formación y asesoramiento técnico.
- Formación de estudiantes de trabajo social; formación permanente; soporte técnico.

- Nuevos ámbitos de intervención de los Trabajadores Sociales.


• Planificación estratégica de servicios de bienestar
• Análisis y desarrollo organizacional
• Asesoramiento en la dirección de polí9cas de bienestar social
• Marke9ng social
• Comunicación e imagen en relación con temas sociales
• Atención a situaciones de catástrofes y/o de emergencias
• Defensa de los derechos humanos
• Cooperación y solidaridad internacional (proyectos de desarrollo) • Prevención de riesgos laborales
• Mediación familiar
• Terapia familiar
• Counseling
• Mediación comunitaria
• Peritaje social
• Ges9ón y dirección de servicios y equipamientos sociales.
TEMA 2. Historia del Trabajo Social

PARTE I. Parábola del pescador


“Un sujeto paseando por la ribera de un río, observa cómo van bajando, arrastrados por el agua diversos
cuerpos y, ante tal desfile, un pescador, uno tras otro, una y otra vez, se lanza al río, extrae los cuerpos, los
reanima y salva su vida. Pero llega un momento en el que el pescador decide ignorar al úlAmo candidato a
morir ahogado y empieza a correr, aguas arriba, para tratar de descubrir la causa del problema: quién y por
qué estaba Arando al agua a tanta pobre gente”. Saul Alinisky (educador comunitario americano, 1950).

Encontramos dos personajes:


- El pescador (el acAvista): salva a la gente de morir ahogada y después sale en búsqueda de las causas a
costa de dejar abandonados a su suerte a la gente que se ahogaba.
- El observador (el intelectual ): que le mira, le observa y le pide explicaciones cuando le ve correr en
búsqueda de las causas a costa de dejar abandonados a su suerte la gente…

“Mientras corre aguas arriba a la búsqueda de las causas del problema…”


¿Quién iba a ayudar a esos infelices que conAnuaban flotando río abajo?

“En tanto que mi sociología me conduce río arriba, a las cuesAones públicas, mi pragmaAsmo me lleva a los
cuerpos ahogados, a los problemas privados” (...)
“Es cuesAón de integridad intelectual y de honesAdad clarificar las implicaciones políAcas del análisis de los
problemas sociales” Stanley Cohen (1988:346).

En conclusión:
No sólo el acAvista bien intencionado, sino también el intelectual observador (el hombre que mira) deben
estar interesados en los cuerpos que flotan río abajo.

El Trabajo Social no debe renunciar a preguntarse sobre el “por qué” de las injusAcias sociales.
El trabajador social es un profesional que intenta intervenir en la realidad social.
El sociólogo es un intelectual que proporciona elementos de reflexión de gran uAlidad para el trabajador
social.

El Trabajo Social como una prácAca que interviene en la sociedad… se planteó los interrogantes propios de
una acAtud cienUfica y sin dejar de sacar candidatos al “ahogamiento”.

PARTE II. Contexto polí@co, económico y social derivado de la Revolución Industrial.

La revolución industrial
Inglaterra, finales del siglo XVIII
- Revolución tecnológica a la que se sumaron importantes cambios: demográficos, económicos, urbanísAcos
y sociales que influyeron profundamente en la vida millones de personas en casi todas las regiones del
planeta.
Condiciones:
- Nuevas fuentes de energía como el carbón.
- Innovaciones técnicas como la caldera de vapor y el maquinismo.
- Se acAva la navegación a vapor que favorece la comercialización trasatlánAca con la compra y venta de
materias primas y productos elaborados.
- Nuevos medios de comunicación: teléfono, el correo, la prensa.
- Aumento de la producción industrial que pasa a ser el sector dominante frente a la agricultura.

Efectos:
- Crecimiento demográfico provocado por la disminución de la mortalidad y el mantenimiento de la
natalidad.
- Comienzan los movimientos migratorios desde el campo a la ciudad lo que provoca la aparición de un
Apo de ciudad que no está preparada para esa inmensa población.
- Ciudades cada vez más pobladas.Las pequeñas oficinas de los artesanos y artesanas tradicionales van a
ser susAtuidas por las fábricas. Las herramientas cambiadas por las máquinas.

¿Qué factores contribuyeron para que Inglaterra fuese pionera en la industrialización?


1. El acumulo de capitales.
2. Fuentes de energía/maquinaria.
3. Posición geográfica/medios de transporte.
4. Control capitalista del campo.
5. Crecimiento de la población favorecido por:
- El aumento de la producción de alimentos
- los progresos de la medicina
- la invesAgación biológica en el combate a las epidemias

La población.
- Eran trabajadores y trabajadoras sin otro medio de supervivencia que el trabajo en la industria a cambio
de un salario miserable.
- Los salarios eran tan reducidos que mal daban para pagar la alimentación de una única persona. Para
sobrevivir era obligado que toda la familia trabajara en las fábricas, incluso mujeres y niños/as de hasta 6
años.
- Grandes masas de población sufren unas durísimas condiciones de vida dentro y fuera del ámbito
laboral, en el trabajo y en el barrio, como trabajadores/as y como ciudadanos/as.

Consecuencias
PAUPERISMO.
“Una nueva pobreza, un nuevo fenómeno social que afectaba a clases enteras de población y que se
acrecienta cuanto más se exAende la producción industrial”.
“Ya no es un accidente, sino la condición obligada de una gran parte de los miembros de la sociedad. Por
ello, el pauperismo era una amenaza al orden políAco y social.(...) de hecho planteaba la nueva cuesAón
social” (Castel, 1997).

PARTE III. La cues@ón social.

¿Qué es la cuesAón social?


Es el conjunto de problemas sociales, económicos y políAcos que se generan con el surgimiento de la clase
obrera dentro de la sociedad capitalista. Deriva del proceso de consAtución y desarrollo del capitalismo.
Pastorini (2000)

Lo social se torna en cuesAón social


- La pobreza se convierte en un problema de Estado, de orden público y de supervivencia del sistema.
- La pobreza generaba desorden y al afectar a amplias capas de la población el sistema puede ser puesto
en entredicho.
- Las clases obreras se considera “peligrosas” para el sistema dominante.
- Se generan procesos de disgregación de la vida social y se instalan en las relaciones sociales.
- La cuesAón social Aene una doble dimensión:
1. Es expresión de las desigualdades y antagonismos sociales (pobreza, desempleo, exclusión, miseria,
etc.)
2. Es una forma de presión social, de resistencia y rebeldía (movimientos sociales, organización sindical,
grupos que reivindican los derechos de las “minorías”, etc.).
- La misma fábrica del progreso, fabrica la cuesAón social (...); la misma sociedad que fabrica la
prosperidad económica, fabrica las desigualdades que consAtuyen la cuesAón social. (Ianni, 1996)
- La cuesAón social remite a la relación capital-trabajo (ya sea vinculada al trabajo o al no-trabajo).
- La atención de la cuesAón social se vincula directamente a aquellos problemas y grupos que pueden
colocar en riesgo el orden socialmente establecido y la cohesión social.
- Es una manifestación de las desigualdades y antagonismos arraigados en las propias contradicciones de
la sociedad capitalista. Refleja las disparidades económicas, políAcas o culturales.
Reacciones de la clase obrera.
- Surgen las coopera@vas de producción como autodefensa de los/as trabajadores/as tratando de
conseguir mejores condiciones de vida.
- Oposición de clase y luchas entre los empresarios y dueños de los medios de producción de las fábricas y
los obreros asalariados.
- Surgen sindicatos de trabajadores que iniciaron la lucha por mejores sueldos y mejores condiciones de
vida.
- Nacen los movimientos de resistencia: ludismo, Para ellos las máquinas representaban una amenaza, el
desempleo, la miseria, los sueldos de hambre y la opresión.
- Las viejas formas de la solidaridad, de “ayuda social”, las anAguas insAtuciones basadas en la caridad
vinculadas a las iglesias crisAanas, o a otras religiones, la filantropía, quedan absolutamente obsoletas,
insuficientes para dar una respuesta adecuada y eficaz a la complejidad que trae consigo la “cuesAón
social”.

Medidas del Estado


Reformas legales en Inglaterra:
- 1802: se promulgó un decreto que regulaba el trabajo de los aprendices.
- 1822: se consideró legal la formación del sindicato.
- 1833: se prohibió la jornada de diez horas para mujeres y adolescentes.
Reformas legales en Alemania
- 1834: “Casa para obreros”, para trabajadores sin empleo, enfermos o inválidos.
- 1883: ley sobre el seguro de enfermedad.
- 1884: ley de seguro de accidente de trabajo.
- 1889: el seguro de vejez e invalidez.

Bismarck – (terrateniente representante del viejo orden y hombre de Estado), decía:


“ La inseguridad social del trabajador es la verdadera causa de que sea una amenaza para el Estado”.

Creación de la Seguridad Social


- GaranAzaba asistencia médica a la creciente masas de asalariado, no por caridad, sino como un derecho
adquirido a través del trabajo.
- Aseguraba una indemnización por los salarios perdidos a causa de enfermedades o accidentes y una
pensión cuando ya no resultaba posible ganarse la vida por enfermedad, accidente o vejez.
- Daba seguridad a las familias, a las que se extendieron cada vez más las prestaciones.
- Los patronos y la sociedad en general resultaron beneficiados al tener una clase trabajadora más sana y
quedaron liberados de una innumerable masa de miserables gracias a un sistema que distribuía los
costes equitaAvamente y en el que cada uno prestaba su aportación a tenor de las posibilidades.”
(Sigerist, 1984)

Modelos de gesAón de la pobreza y de control social.


1. Los hospitales.
Surgen en Francia (siglo XVIII). Los principales elementos organizaAvos de la políAca social. (leer el texto de
Miranda: págs 90-96).
“ Aquellas insMtuciones donde los enfermos son mantenidos y curados, donde se sustenta un cierto número
de necesitados, donde se educan los niños y las niñas, donde se crían los hijos de nadie, donde se encierran
los locos y donde los ciegos pasan la vida ...” (Luis Vives, 1525)
- Proporcionaban caridad y también represión. “Mendigos-ignorantes”, y “Mendigos- culpables”.
- Pieza fundamental en la organización de la políAca social y de control social.
2. Las “Work Houses”.
- Eran Centros fabriles en las que los pobres pudieran aprender a ganarse por sí mismos su sustento.
- Otro modelo de gesAón de la pobreza y de control social.
- En 1796, en Bristol : creación de la primera “work house” y posteriormente muchas otras.
3. Las “Industry- Houses” (1797).
- Bentham creyó haber encontrado la solución para la “cuesAón social”.
- Propone aplicar el sistema de prisiones a la fábrica pero con pobres en vez de prisioneros.
- El plan de Benthan era explotar el trabajo de los pobres asisAdos para sacar a flote el ritmo de negocios
mediante la comercialización del paro a gran escala.

PARTE IV. Nacimiento del Trabajo Social.

Inglaterra
- Contexto: La Revolución Industrial y sus consecuencias: pauperismo, falta de vivienda, insalubridad,
desorden, desestructuración, desempleo, desprotección social…
- Respuesta: Las sociedades organizadas para la asistencia a los pobres: religiosas y laicas. La alta demanda
de ayuda exigía nuevas formas de organización de la caridad: evitar la descoordinación, beneficencia
descontrolada…
- Primeras medidas o normas: regular jornadas de trabajo, mejora de la higiene pública, primeros pasos
de la enfermería (Florence NighAngale)
- Primeras experiencias profesionales: voluntarios / as que adquieren sus propios conocimientos,
habilidades y destrezas en un sistema de auto-aprendizaje.
- A principios del XIX exisUa, una gran canAdad de obras laicas y religiosas que contaban con profesionales
y voluntariado. Desde 1860 se verán desbordadas por las creciente demanda de asistencia.
- Se crea la C.O.S (Charity OrganizaAon Society, 1869): Thomas Chalmers (teórico) y Charles Stewart Loch
(organizador), Octavia Hill (vivienda, legislación...). Asociaciones de filántropos que quieren perfeccionar
la asistencia y coordinar las acciones de ayuda.

Otras experiencias de lucha contra la pobreza.


- 1894 Seslement House “Toynbee Hall” fundado por el matrimonio Samuel y Henrrieta Barnes en
Whitchapel, Londres.
- Se extendería por todo el país y por EEUU. Inicio del Trabajo Social Comunitario: jóvenes universitarios
voluntarios viven y trabajan en los Asentamientos.
- 1895, Ladies Almoners (Damas limosneras) precedentes del TS Sanitario.
- Almoshouses (hospicios, casas de beneficencia, casas de trabajo, centros fabriles...) donde los pobres
eran insAtucionalizados para que aprendieran un oficio y a ganarse la vida.
- Nuevas políAcas sociales: legislación laboral, seguros de vejez, enfermedad e invalidez, desempleo,
educación, protección de la mujer y la infancia.
- No obstante se considera que el pobre es responsable de su pobreza.

Sociedades fabianas.
- Sociedades idenAficadas con el socialismo que comparte la preocupación de otras insAtuciones en la
mejora de las condiciones de vida de Inglaterra en el siglo XIX.
- La invesAgación será una de las herramientas para impulsar cambios políAcos.
- Luchan por el sufragio femenino, educación. Lucha contra la pobreza y la PROFESIONALIZACIÓN del
Bienestar Social, es decir en manos de:

¿Quienes se encargarán de la ayuda social?


- Visitadores de pobres, visitadoras amistosas, visitadoras de barrio.
- Mujeres de la burguesía acomodada dedicadas a acAvidades filantrópicas como forma de conquistar
cotas de libertad, salir, ser úAles...
Las calles de los barrios bajos, lejos de los ojos de los varones de clase alta, eran suyas (...) A finales del siglo
XIX se calculaba que al menos 20.000 mujeres asalariadas y medio millón de voluntarias trabajaban a favor
de los vagabundos, minusválidos. No obstante en las ulMmas décadas del XIX empezó a prevalecer un
espíritu de profesionalismo que exigía que las acMvistas tuvieran formación (Walkowitz, 1992: 114).

Octavia Hill “había preparado a toda una generación de mujeres capaces de la filantropía profesional
“cienUfica” basada en estudios minuciosos, observación detallada y atención a los casos parAculares”
(Hollis,) las friendly visitors, visitadoras de barrio...
Profesionalización: EE.UU.
- Para Reich, el Trabajo Social surge como parte del esfuerzo por manejar los efectos dramáAcos de la
urbanización desencadenada por la industrialización.
- Desde 1850 el desarrollo industrial de EEUU atrajo a masas de gente: nacional (esclavos del sur) como
europea. En 50 años se incrementó la población en 23 millones de inmigrantes lo que “obligó” a tomar
medidas contra la inmigración y lo inmigrante que eran portadores de otras ideas culturales y políAcas.
- La guerra civil (1861-1865) impulsó la industrialización hasta finales de siglo despegando como potencia
mundial que daría el relevo a la vieja Europa.
- La concentración de capital en manos de unos pocos (trust-monopolios, laissez faire..) polarizó y
aumentó las desigualdades sociales.
- Surge el Ku Klux Klan contra todo lo que no fuese americano, blanco y protestante.

… de nuevo la pobreza y la cuesAón social.


- Trabajadores blancos y negros, nacidos en EE.UU o inmigrantes tenían en común una mala calidad de
vida, sueldos bajos, viviendas miserables, barrios no urbanizado, escasa formación, y una mala
percepción social.
- Los viejos esAlos de caridad eran ineficaces por eso, de la misma manera que se tecnificaba la industria
había que tecnificar los procesos políAcos, sociales para enderezar y poner orden en la sociedad.
- Mejorar la calidad de vida, la salud pública, las viviendas, las escuelas, la vida de mujeres y niños,
empieza a ser una prioridad para los pensadores y los políAcos.

Hacia una nueva profesión


- Para el profesor Miguel Miranda, el Trabajo Social como profesión y disciplina nace en EE.UU
proyectándose después internacionalmente. Pero no parte de la nada sino que hereda una serie de
saberes, experiencias e insAtuciones traídas y copiadas de Inglaterra.
- El nacimiento del Trabajo Social Aene que ver con la SECULARIZACIÓN de la sociedad (se cambia el
modelo explicaAvo de la pobreza basado en la moral y la religión). Implica volver la mirada a la ciencia. Se
busca alternaAvas más eficaces a las Almoshauses y otras insAtuciones religiosas.
- Las profesionales intentará hacer su prácAca más CIENTIFICA, acudiendo a la escuela de pensamiento
social más inminente: La universidad de Chicago.
- Desde ahí se promoverá la INVESTIGACIÓN para conocer y TRANSFORMAR la sociedad.
- Con esa moAvación nacen las ciencias sociales y la American Social Sciencie AssociaAon (ASSA) de la que
el Trabajo Social se saldrá cuando está reduzca su interés por los problemas sociales.

El movimiento de racionalización de la asistencia: los States of Boards of ChariAes.


- Estos consejos estatales de caridad pretendían mejorar el funcionamiento de los establecimientos
públicos: hospitales, manicomios, reformatorios, almoshouses... por sus fines represivos bajo la
apariencia de reeducación.
- Pioneras como Dorotea Linde Dix a mediados del XIX “recorrió las cárceles y las almoshouses
denunciando por todas partes el escándalo de la presencia de enfermos mentales mezclados con
reclusos y movilizando a la opinión publica para conseguir la creación de establecimientos especiales”
(Castel, 1980)
- Pretenden los States of Boards mejorar y humanizar la asistencia además de racionalizarla, secularizarla
hacer CARIDAD CIENTÍFICA.

La C.O.S americana
Introducida en EE.UU por Josephine Shaw Lowel. Primera sede en Bufalo, donde las visitadoras amigables
comenzarán a hacer el primer Trabajo Social ante la desaparición de los “mecanismos de afiliación” (Castel)
que mantenían atendidas con sus redes de apoyo y vecinales las necesidades más básicas.
La COS propone: coordinación y unos principios racionales y cienYficos (método de casos):
1. Cada caso social será objeto de una encuestas y consignado en un informe escrito
2. Este informe será evaluado por una comisión que decidirá las medidas a tomar.
3. No se concederán socorros temporales
4. El asisAdo será el agente de su restablecimiento y se implicará a familiares, vecinos amigos...
5. Se solicitará la cooperación de diversas insAtuciones suscepAbles de intervenir.
6. Los agentes de las insAtuciones recibirán instrucciones generales escritas.
7. Las insAtuciones de caridad comunicarán la lista de sus protegidos.
8. Se publicarán las insAtuciones parásitas.

Los Seslements Houses. El otro movimiento para entender el Trabajo Social.


- Nace en Inglaterra por iniciaAva del matrimonio Barne\ en Toynbee Hall (1884) en el barrio londinense
de Whitechapel.
- En la casa vivían estudiantes, profesores que hacían un voluntariado social. Se acercan a la gente con
problemas, a sus condiciones de vida y además de trabajaban con y para la gente darán a conocer esta
realidad al resto de la sociedad. Se considera el precedente del Trabajo Social de Grupo y Comunitario.
- ObjeAvos del centro:
1. Educación y desarrollo cultural de los pobres
2. Poner a los estudiantes en contacto con los problemas sociales e impulsar reformas sociales y legislaAvas
3. Despertar el interés por los problemas sociales-sanitarios al resto de la sociedad.

Los Seslements en EE.UU: Hull House.


- Sus fundadoras (1889): Jane Addams y Ellen Gates Start.
- Cuentan con : dispensarios médicos, guarderías, ludotecas, escuelas,
- ObjeAvo: transformar el entorno, mejorar la calidad de vida de obreros e inmigrantes. Cambio social para
hacer una sociedad más igualitaria y justa
- Gran protagonismo de las mujeres-trabajadoras sociales que invesAgaban, asisUan, proponiendo
reformas sociales (una universidad paralela).
- Su lema: “Reflexión y acción. Ciencia e intervención. Conocer para actuar e invesMgar para intervenir”.
(Jane Addams).

PARTE X. Elementos para una historia del Trabajo Social en España.

Algunos elementos a tener en cuenta en la construcción histórica del Trabajo Social.


- Raíces socio-económicas: el capitalismo como relación social de explotación.
- Raíces religiosas : la Caridad.
- Raíces polí@co-ins@tucionales: la Beneficencia.
- Raíces “ilustradas”: racionalización de la vida, papel de la ciencia.
- Raíces ideológico-polí@cas: Reforma Social.
- Raíces de género: las mujeres y la reconfiguración del patriarcado en la Modernidad. Las mujeres entran
en los espacios públicos...de la ayuda y del cuidado (asunto privado).

La ayuda y el cuidado.
- Una tarea “natural” de las mujeres.
- Para las que solo se requiere ser “una buena madre”, “una buena hija”, “una buena hermana”...
(preparada desde niña).
- Pero que en un momento de la historia de las sociedades modernas comienza a profesionalizarse.

El lento proceso de profesionalización de la ayuda y el cuidado a personas en dificultad.


Una de la claves principales de las representaciones sociales, del estatus social y de las dificultades de
desarrollo del trabajo social, como profesión, como disciplina académica-formaAva (“disciplina prácAca”) y
como campo específico del saber y de la invesAgación está en que su espacio de acción es la ayuda, el
cuidado, tarea tradicional de las mujeres desde la familia.
TRÁNSITO DE LO PRIVADO A LO PÚBLICO/DEL HOGAR A LA SOCIEDAD Y AL ESTADO.

Tres movimientos sociales de donde nace el Trabajo Social.


- Las sociedades de organización de la caridad (COS), de Reino Unido, de Alemania, de Estados Unidos y de
Canadá.
- Los Seslements (asentamientos comunitarios).
- Los socialistas Fabianos.
La Charity OrganizaAon Society - COS. Reino Unido - Estados Unidos.
- La caridad, una prácAca de ayuda a los pobres.
- Pero una prácAca que ha de organizarse teniendo en cuenta los conocimientos cienUficos, la ciencia
aplicada a organizar, a racionalizar.
- Una organización insAtucional, asociaAva, técnica de “la caridad”.
- Y una modernización de la tradicional caridad: contra la limosna, el servicio.
- Nueva figura: la “visitadora amigable”.

Dos figuras de la COS:


Octavia Hill (Cambridgeshire 1838 – Londres 1912).
- De las principales figuras del Trabajo Social, de la Reforma Social.
- Entendía la pobreza como moral que no estructural: por ello, la reeducación de las masas.
- 1860 inicia el proyecto de viviendas para alquilar. Nacen las Friendly visitors encargadas de cobrar el
alquiler y algo más. “Limosna no, un amigo”: supervisaban el bienestar de la gente, ayudaban
espiritualmente, enseñaban habilidades domésAcas y marcaban objeAvos para la familia.

Mary Richmond (Illinois 1861- Maryland 1928).


- Nace en 1861 en Illinois
- 1889 entra a trabajar en la COS de BalAmore como tesorera pero amplió a la atención directa a las
personas.
- Promovió la coordinación de organizaciones sociales: COS, Seslements, Sindicatos, parAdos políAcos…
- 1900-09 secretaria general de la COS
- Desde 1910, ya idenAficada con el Trabajo Social, se dedica a invesAgar, escribir, enseñar y extender por
todo EEUU las agencias de servicio familiar.
- 1928 fallece en Nueva York.
- Se le considera la fundadora ideológica del Trabajo Social porque escribió las primeras obras:
1899 Friendly visiMng among the poor, a handbook for charity workers
1917 Social Diagnosis
1922 What is Social Case Work?
- Impulsa la profesionalización del Trabajo Social diferenciándolo del voluntariado pues este no estaba
preparado para enfrentarse a los problemas sociales.
- SistemaAzación, técnica, habilidades, un método y técnicas propias.
- Impulsa la creación de Escuelas de Trabajo Social.
- 1898 nace la Summer School of Applied Philantropy, New York.
- 1903 Escuela de Trabajo Social de Columbia.
- 1918 ocupa la cátedra de caso social individual en esa Escuela.
- 1921 se le concede la licenciatura honoraria en TS por haber establecido las bases teóricas de una nueva
profesión.

Cuatro figuras del movimiento de los asentamientos comunitarios (Seslements).


- Samuel Augustus Barnes (8 February 1844 – 17 June 1913): Toynbee Hall
- Henriesa Octavia Weston Barnes (4 May 1851 – 10 June 1936): Toynbee Hall
- Ellen Gates Starr (Laona, Ilinois, 1859-Suffern, Nueva York, 1940).
- Jane Addams (Cedarville 1860 – Chicago 1935). Premio Nobel de la Paz, 1931 (ComparAdo con Nicholas
Murray Butler).

Ellen Gates Starr


- Fundadoras en 1889 de Hull House tras conocer Toynbee Hall.
- Addams es una de las mujeres más famosas de EEUU (odiada y amada), feminista, sufragista y pacifista.
- Impulsora del movimiento de los Asentamientos y del departamento de Sociología de la Unv de Chicago
(discuAdo).
- Presidenta de la NaAonal Woman’s Trade Union Ligue, 1903.
- Presidenta de la Conferencia Nacional de Trabajo Social.
- Colaboró en la creación de la Asociación para el avance de la gente de color, Asociación de mujeres
sufragistas, presidenta de la Woman Peace Party (1915).
- Dirigió la liga de mujeres por la paz y la libertad.
- Premio Nobel de la Paz, 1932.
LA PROFESIONALIZACIÓN DEL TRABAJO SOCIAL CONTEMPORÁNEO EN ESPAÑA: UN ANÁLISIS SOCIO-HISTÓRICO
DESDE LAS APORTACIONES A LOS CONGRESOS DE TRABAJADORES/AS SOCIALES 1968-2013

La profesionalización del Trabajo Social contemporáneo en España:


Un análisis socio-histórico desde las aportacionesa los Congresos
Nacionales de Trabajadoras/es Sociales 1968-2013

José María Morán Carrillo


Profesor Escuela Universitaria Pablo de Olavide (Sevilla)
Rosa Mª Díaz Jiménez
Profesora Titular Universidad Pablo de Olavide, Sevilla

Resumen
Este trabajo tiene por objeto explicar el proceso madurativo de la profesión partien-
do de los Congresos Nacionales y Jornadas Profesionales (2) de Trabajo Social celebra-
dos en España desde 1968 hasta nuestros días. El trabajo centra su foco de atención
en los momentos socio-históricos previos y posteriores a la transición democrática, así
como la influencia de la acción política y social en dichos eventos. Partiendo de tales pre-
misas, las preguntas/objetivos que se plantea la investigación son las siguientes: ¿cuáles
son las etapas del Trabajo Social contemporáneo en España?, ¿cuál ha sido el impacto
de la coyuntura socio-política de la segunda mitad del siglo XX en la profesionalización
del Trabajo Social español?, ¿qué variables definen los avances teórico-epistemológicos
y normativo-identitarios en el desarrollo de un Trabajo Social emergente? Analizando
cualitativamente los aportes realizados en las actas publicadas, el resultado permite
articular las fases de gestación, ideológica, técnica/ideológica y profesionalizante del
Trabajo Social contemporáneo en España.

Palabras claves
Trabajo social contemporáneo, congresos nacionales, profesionalización, epistemolo-
gía profesional.

Abstract
The aim of this paper is to explain the process whereby Social Work as a profes-
sion has matured, based on the National Congresses and Professional Conventions
(2) held in Spain within the sphere of Social Work from 1968 to the present day. The
article focuses on socio-historical moments prior and subsequent to the country’s
transition to democracy, as well as the influence of political and social action on these
events. On the basis of these premises, the research questions/aims tackled are as
follows: what are the different stages of contemporary Social Work in Spain? What
has been the impact of the socio-political circumstances in the second half of the
20th Century on the professionalization of Social Work in Spain? Which variables de-
fine the theoretical/epistemological and normative/identificatory advances made in
the development of a burgeoning sphere of Social Work? Qualitative analysis of the

Documentos de Trabajo Social · nº57 · ISSN 1133-6552 / ISSN Electrónico 2173-8246 [191]
JOSÉ MARÍA MORÁN CARRILLO Y ROSA Mª DÍAZ JIMÉNEZ

contributions made in the proceedings of such events points to the following stages
in the development of contemporary Social Work in Spain: gestation, ideological, te-
chnical/ideological, and professionalization.

Keywords
Contemporary social work, national congresses, professionalization, professionale-
pistemology.

1. Introducción y objeto de estudio


Al igual que cualquier otro fenómeno de naturaleza social, el progreso de una profesión
se halla inmerso en el devenir social, económico y político que acontece en un momento
histórico dado. Estruch y Güell (1976) plantean que la relación entre una profesión y la
sociedad se fundamenta en su adecuada correspondencia, y en caso de no ser así pudiera
ocurrir que la profesión no exista por lo que es sino por lo que sus profesionales dicen
de ella. En el caso del Trabajo Social, la búsqueda del status profesionalse inicia en la Pre-
Transición Democrática al sincronizar las demandas profesionales con las emergentes liber-
tades públicas. Para explicar este proceso de transformación, el trabajo se apoyará en los
contenidos y conclusiones congresualesque explican cómo los discursos profesionales se
desplazan gradualmente del conformismo a la crítica, y de la crítica a lo profesionalizante.
Afianzada la democracia, el Trabajo Social se incorpora al juego democrático y participa
como actor de pleno derecho en asuntos tan relevantes como la construcción de un siste-
ma público de protección y/o la redacción de leyes autonómicas de servicios sociales, entre
otros.
Pero, ¿por qué utilizar los congresos nacionales para investigar sobre la profesionali-
zación del Trabajo Social español? En primer lugar por la consideración de que todo foro
profesional (congresos, jornadas, seminarios etc.) ejerce una función socializadora donde
saber, crítica y nuevos desarrollos son expuestos por sus miembros más cualificados; en
segundo, porque socializan el conocimiento como herramienta axiológica para estimular
el pensamiento crítico e incorporar complejidad a marcos teóricos y procedimientos po-
tencialmente perfectibles o reproducibles; en tercer lugar porque los congresos son ins-
trumentos solventes para la difusión de conocimiento, ideología o intercambio para un
colectivo necesitado de compartir, expandir o consolidar su status social o científico; en
cuarto y último lugar, porque los foros profesionales establecen una estrecha relación con
la realidad, movilizando actitudes y aptitudes y estimulando una sinergia que fortalece, por
extensión, a las propias disciplinas.
Como conclusión, el Trabajo Social reproduce la función gregaria y de defensa de inte-
reses a través de los Congresos Nacionales celebrados durante las cuatro últimas décadas.
Pero, ¿en qué fecha se inicia este proceso?; el acta fundacional de la disciplina se produce
en 1968, paradójicamente catorce años antes del reconocimiento del Colegio Profesional en
1982. Esta disfunción temporal sólo se explica desde la necesidad de control político fran-
quista que, a finales de los sesenta, aún tenía recorrido. Por todo lo expuesto, los congresos
constituyen la unidad de análisis de este trabajo entendiendo que actas y ponencias con-
gresuales son la memoria escrita del Trabajo Social español y se materializa a través de los
discursos defendidos, investigados, reivindicados o criticados durante el período 1968-2013.

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DESDE LAS APORTACIONES A LOS CONGRESOS DE TRABAJADORES/AS SOCIALES 1968-2013

2. Objetivos y metodología
Bajo un marco de referencia bourdiesiano, los congresos son espacios de análisis profe-
sional y puentes o lugares intermedios entre las estructuras objetivas (campos) y las prácti-
cas de los profesionales (habitus). (Bourdieu, 2000 &Pinto, 2002). Los congresos canalizan
el debate intelectual y sociológico (posición) por ser responsables de desencadenar en
los agentes, por mecanismo vicario, el conjunto de disposiciones (habitus) que confieren
inteligibilidad, unidad y coherencia a la práctica profesional. La identidad profesional cons-
truida en los congresos (habitus), lo es por su capacidad para crear inercias y tendencias,
confieren identidad a la práctica y articulan disposiciones y acciones generadoras de regu-
laridades duraderas y estructuradas que confieren capacidad cognitiva (profesional) social-
mente estructurada y manifestada en formas de sentir, pensar, actuar y percibir la acción
profesional. El habitus profesional será, en definitiva, el conjunto de disposiciones de los
agentes que intervienen en un campo, o lo que es lo mismo, el conjunto de estructuras
mentales a través de las cuales aprehenden el mundo social por el que interiorizan la es-
tructura del mundo y/o la acción profesional. (Bourdieu, 2000b).
Tomando como punto de partida los condicionantes históricos de la profesión asisten-
cial, los objetivos propuestos para la investigación son los siguientes:
– Describir la contribución de los Congresos Nacionales de Trabajo Social a la cons-
trucción de la identidad profesional en relación a la evolución sociopolítica del país
durante el periodo 1968-2013.
– Identificar las etapas de adquisición de madurez teórico-epistemológica y/o ideológi-
ca-identitaria de la disciplina a través de los discursos profesionales participantes en
los congresos.
– Generar un sistema de análisis del nivel de profesionalización de la acción social en
distintos contextos.
En cuanto al diseño metodológico, el objeto de análisis parte de un modelo sistemáti-
co de exploración bibliográfica que trata de evitar aproximaciones orientadas por la mera
narrativa. Se parte de la revisión sistemática como modelo de investigación que explora
literatura preexistente y se canalizada a través de una pregunta sobre el objeto de investi-
gación. (Sánchez-Meca, 2010). El protocolo de trabajo ha sido el siguiente; Formulación del
problema, Búsqueda de estudios y Análisis Interpretativo.
Sobre la Formulación del problema, se parte de investigaciones-publicaciones que com-
prometen el desarrollo histórico de la acción social y el ejercicio profesional de la asistencia.
Las variables, histórica, política, económica y/o sociológica son priorizadas frente enfoques
meramente descriptivos.
Formulado el problema y para la Búsqueda de estudios, me he apoyado en las actas, me-
morias y conclusiones publicadas de Congresos Nacionales y Jornadas1 celebrados a partir
de 1968. Se han utilizado igualmente algunos documentos que por potencial y análisis críti-
co han sido de gran valor para este trabajo; me refiero a las actas del II Foro de Trabajo So-
cial. Pasado, presente y futuro del Trabajo Social, (Universidad Pontificia de Comillas, 2000);

1 La incorporación de las Jornadas de Valencia (1975) y Pamplona (1977) al trabajo es determinante para comprender cómo la Reconceptualización latinoa-
mericana influye en la formación del Trabajo Social español. En las Jornadas de Valencia se reivindica la figura del trabajador social como “agente de cambio”
y se hacen guiños al materialismo filosófico como instrumento de análisis social. En las Jornadas de Pamplona se hace revisionismo de tales tendencias y se
ponen las bases ideológicas y metodológicas del Trabajo Social moderno en nuestro país.

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y al texto El protagonismo de la organización colegial en el desarrollo del Trabajo Social en


España. (Gil, 2004). En cuanto al Análisis Interpretativo, se ha conjugado el análisis crítico e
histórico que, apoyado en la heurística2, se constituye en forma no sistemática de aproxi-
mación al conocimiento.
En orden a clarificar las variables expuestas, el cuadro 1 define el conjunto de congresos
estudiados incorporando los datos relevantes para cada encuentro celebrado: fecha, ciu-
dad, denominación y acontecimiento histórico/social. La incorporación del ítem “aconte-
cimiento histórico/social” no es baladí y pretende en primera aproximación “macro” esta-
blecer correspondencias entre contenidos congresuales y acontecimientos socio-políticos
relevantes. Estas variables preliminares serán retroalimentadas posteriormente con infe-
rencias, datos y propuesta taxonómica resultado de la investigación.

Cuadro 1. Elección de las unidades de análisis y variables históricas

2 Bunge propone desde la Heurística una docena de reglas que diligentemente aplicadas pueden contribuir a garantizar una mayor probabilidad de éxito
en la investigación. Las reglas que propone son las siguientes; formular el problema con claridad, descubrir los presupuestos, seleccionar el método, planifi-
car, buscar analogías, localizar el problema, Identificar los constituyentes, simplificar, analizar el problema, transformar el problema, exportar el problema,
controlar la solución. Bunge, La investigación científica, pp. 174-178.

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Fuente: Elaboración propia

3. Trabajo Social en España, un modelo analítico a través de sus Congresos


El análisis de las actas, memorias y conclusiones congresuales de los Congresos Naciona-
les de Trabajo Social (1968-2013) más dos Jornadas Nacionales (Valencia 1976 y Pamplona
1979), muestran un proceso madurativo de la profesión que va de la conformidad crítica
con la dictadura (Congreso de 1968) a la crítica reactiva (Congresos de 1972 y 1976) y de ahí,
a la propuesta modernizante (Congresos de 1980 y siguientes) (Ver cuadro 7). Al margen de
esta primera nomenclatura y para definir los momentos de madurez teórico-metodológica
o ideológica-identitaria de la disciplina, la clasificación o taxonomía que emerge de ese pro-
ceso es la siguiente: Gestación, Ideológica, Técnica/Ideológica y Profesionalizante.
En cuanto a la forma en la que los datos serán presentados y para cada momento estu-
diado (Etapa/Congreso), el cuadro 2 incorpora las variables “Características del Congreso”
y “Rasgos distintivos”. La “Etapa” define la profesión en términos de desarrollo (año de
celebración del/los congreso/s). Se ha de advertir que la Etapa no pretende monopolizar
el locus temporal definido, sino que representa el elemento congresual que suscita ma-
yor interés sin excluir temas colaterales. En cuanto a las “Características del Contexto” y
“Rasgos distintivos”, ambas variables definen el locus sociológico y profesional que ade-
cúa contenidos congresuales al momento socio-histórico. Analizando por separado cada
variable estudiada, las “Características del Contexto” exhibe el grado de coacción social
en términos de libertades políticas (dictadura-transición-democracia), y los “Rasgos distin-
tivos” los avances epistemológicos logrados por la profesión (Ver cuadro 7). La fusión de
ambas variables permitirán, en segundo nivel de inferencia, exponer la adaptación del Tra-
bajo Social a la exigencia del momento socio-político vivido; tal adaptación se traducirá en
el incremento de la calidad y complejidad del debate realizado por los trabajadores sociales
en los congresos nacionales durante las últimas cuatro décadas en España.

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Cuadro 2. Congresos Nacionales de Trabajo Social, características y rasgos distintivos.

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Fuente: Elaboración propia.

Expuesto el marco hipotético de correspondencias entre Congresos Nacionales y con-


texto, se describen a continuación las Etapas (Gestación, Ideológica, Técnica/Ideológica y
Profesionalizante).

3.1. Etapa de Gestación: Autodiagnóstico


El I Congreso de Barcelona (1968) refleja los aires de renovación que se producen en Es-
paña a mediados de los sesenta. El perfil del congreso no puede explicarse sin conectarse
contextualmente con el inicio del tardofranquismo, época que comienza en el año 1969 y
culmina con la muerte del dictador en 1975. (Tusell, 1996). Es lugar común que los años se-
senta fueron de gran transformación; si bien también es cierto que a finales de los sesenta
el franquismo manifiesta signos de flaqueza, éstos son compensados ejerciendo una po-
tente vigilancia sobre la sociedad en general y las asociaciones profesionales en particular.
No es anecdótica la inclusión en el programa del Congreso la celebración de la Santa Misa
el domingo 26 de mayo en la Real Capilla de Santa Águeda (FEDAAS, 1968).
La “Gestación” como Etapa que define el primer congreso, se justifica por su marcado
interés en delimitar el status profesional, por la necesidad de clarificación semántica pro-
fesional y el bajo perfil de crítica social e ideológica de las ponencias en comparación con
encuentros posteriores. Variables colaterales como la ausencia de apoyo gubernamental
y el frágil reconocimiento de la asistencia social a finales de los sesenta, justifican en gran

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medida el interés por consolidar la presencia social e institucional de la profesión.


La memoria del Congreso define a su vez objetivos de naturaleza “técnica” y conside-
rados “vitales para obtener un status profesional adecuado”; entre ellos la terminología
profesional, la definición de funciones, la formación superior y el status y deontología (FE-
DAAS, 1968). En la idea de reforzar identidad y status, el Congreso apoya igualmente la
Resolución 67/16 del Consejo de Europa (1967) que asimila a los trabajadores sociales a la
normativa internacional en su implantación y reconocimiento profesional3.
La orientación técnica y aséptica que caracteriza el Congreso, queda patente en la Con-
ferencia inaugural “Sociología y Trabajo Social” a cargo del profesor Salvador Giner. En ella,
Giner trata de conectar el momento expansivo del país con la necesidad de incorporar a los
trabajadores sociales como técnicos adecuados para la gestión de los efectos perversos
del desarrollismo. El resto de Ponencias, cuatro en total, reflejan con idéntico criterio con-
tenidos ajustados al perfil de una profesión que inicia su andadura.

Cuadro 3. Etapa de Gestación (1968)

Fuente: Elaboración propia

3.2. Etapa ideológica: Adquisición de status, reivindicación de autonomía y concientización


como objetivo
La Etapa Ideológica transita desde los años previos a la desaparición del dictador has-
ta los momentos inmediatamente posteriores (1972-1976). En los Congresos y Jornadas
desarrollados en esta época los contenidos congresuales manifiestan una fuerte carga
ideológica presente más allá del título de las ponencias y conclusiones publicadas. En este
grupo de congresos y jornada, la presencia de “ideología” se justifica en los altos niveles
de volatilidad política y económica que caracteriza la transición española así como la inercia
reactiva a cuarenta años de autarquía en una profesión que practica el análisis etiológico
de la desigualdad.
En el caso del II Congreso de Madrid (1972) y a pesar de la larga sombra de la dictadura4,
3 Se refiere a la Resolución 67/16 del Consejo de Europa sobre “funciones, formación, y estatus de los Asistentes Sociales (1967). La organización profesional
europea había conseguido obtener del Consejo de Europa el estatuto consultivo para la participación en el ámbito de la acción social. Este reconocimiento a
nivel europeo y ante los organismos internacionales, reconoce la necesidad de contar con los trabajadores sociales para la construcción del Estado de Bien-
estar. El Consejo de Europa produce la Resolución en 1967, que es retomada en el Congreso de Barcelona para dar sentido y contenido a las reivindicaciones
de los trabajadores sociales españoles que aún prestaban sus servicios bajo criterios discrecionales y benéficos. Las Heras, Patrocinio, “La construcción
histórica de una profesión”, II Foro de Trabajo Social. Pasado, presente y futuro del Trabajo Social, p. 19.
4 A primeros de los setenta al franquismo le quedaban pocos años de vida y aunque la dictadura ignoró a los Colegios Profesionales y organizaciones
consideradas al margen del sindicalismo vertical, el Ministro de Trabajo, Licinio de la Fuente y un Comité de Honor plagado de personalidades, no perdió
la oportunidad de legitimarse con una ponencia introductoria en el Congreso de Madrid (1972). En el Congreso de Sevilla (1976), la Concejal de Asistencia
Social, Pilar Gutiérrez Miranda, justifico la ausencia del Alcalde por su compromiso de asistencia en Madrid a Cortes Generales. FEDAAS, Memoria del II
Congreso Nacional de Asistentes Sociales, pp. 11y 382.

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la profesión se reivindica técnicamente aportando dos ideas proscritas hasta el momento:


la toma de conciencia y el progresismo. El revisionismo contenido en tales conceptos se en-
cauza a través de la ponencia denominada “Situación actual del Trabajo Social” presentada
por Elena Urrestarazu. En la ponencia, la autora alude por primera vez a los conceptos “re-
conceptualización latinoamericana” y “agente de cambio” como conceptos que definen
el desempeño profesional (Urrestarazu, 1972). El revulsivo parte del concepto “Reconcep-
tualización Latinoamericana” que, como movimiento ideológico basado en la epistemo-
logía marxista, originará grandes cambios en el mundo profesional.Las inquietudes de la
autora tuvieron una repercusión inmediata en las conclusiones del congreso que fueron
aprobadas por unanimidad y publicadas en las memorias. Aunque la propuesta de Urresta-
razu pueda parecer extemporánea, dos argumentos justifican su impacto en la profesión:
una dictadura que dura ya casi treinta y cinco años y la orfandad teóricae ideológica que
hace de la propuesta un argumento atractivo para al colectivo profesional.
El impacto de tales ideas se traslada a las conclusiones del congreso con actitud dialécti-
ca y exponen la urgencia “de ir a las causas de los problemas, a través de una investigación
que nos sitúe en la realidad” […] “tenemos la responsabilidad de denunciar los hechos a
través de sugerencias constructivas” […] “Se considera necesaria la definición: a) del con-
cepto “Asistente Social como Agente de Cambio”; b) del término “concienciar” […] “Se
hace necesaria la integración del trabajador social en una dimensión de macro-actuación,
pasando del trabajo paliativo al preventivo” (FEDAAS, 1972, p. 163-166).
En última instancia, el uso del concepto “agente de cambio” como desempeño profesio-
nal fue ampliamente apoyado aunque no compartido por todos los congresistas. Las Heras
(2000) afirma que las reservas al concepto fueron provocadas fundamentalmente por dos
motivos; la ruptura radical que producía en el vigente orden sociopolítico, y la clarividencia
de la militancia progresista que sentían que la responsabilidad del cambio no debía recaer
en las/los trabajadoras/es sociales. A criterio de los más críticos, los agentes de cambio
debían ser los propios agentes sociales (partidos políticos, organizaciones obreras y movi-
mientos sociales y clandestinos en la época) sobre los que debería caer la responsabilidad
de canalizar la voluntad popular de cambio.
Tres años más tarde, las Jornadas de Levante (1975) reclaman la toma de conciencia y la
intención de hacerse cargo de la realidad. Las ponencias publicadas manifiestan conteni-
dos que optan por el “cambio social” y la “concientización” como metodologías de trans-
formación. Las conclusiones son resultado de los cuestionarios remitidos por las asocia-
ciones provinciales que defienden la labor del Servicio Social en la tarea de intermediación
entre marginación, autodesarrollo y participación. A diferencia de los congresos previos,
los resultados de las Jornadas no generaron “Memoria” o “Conclusiones” publicadas por
la FEDAAS y los resultados se divulgaron en la Revista de Trabajo Social (RTS) Nº 58 (Asocia-
ción de Asistentes Sociales de Barcelona, segundo trimestre de 1975)5.
En lo que se refiere a las ponencias publicadas, la segunda y tercera son las más conclu-
yentes en cuanto a propuestas transformadoras. La segunda, denominada “Objetivos del
Trabajo Social”, expone con riqueza de matices la Teoría de la Concientización de Pablo

5 Los contenidos se definieron en dos niveles: la compilación de respuestas a un cuestionario remitido a las Asociaciones y las Ponencias. Las respuestas
al cuestionario manifestaron el sentir de la profesión y la necesidad de transformación social. Las preguntas ayudan a comprender las inquietudes de los
profesionales a mediados de los setenta: “1. ¿Cómo entiendes el cambio social en nuestra realidad? 2. ¿Aceptas que el trabajo social puede contribuir al proceso
de cambio? 3. ¿Figura dentro de nuestros objetivos profesionales la concienciación? ¿A qué niveles? 4. ¿Cómo conciencia el asistente social en su campo de trabajo?
¿Por qué? .VI Jornadas de Levante, en Revista de Trabajo Social, p. 11.

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Freire. (Aparicio, Estrada & Moreno, 1975). La tercera, bajo el título “Trabajo Social dentro
del proceso de cambio”, concluye que la profesión debe contribuir al cambio partiendo
de que las funciones asignadas al Servicio Social tiene un papel amortiguador, ideológica-
mente neutro, paternalista y acientífico que impide interpretar y transformar la sociedad.
El cambio propone una dimensión dialéctica que se apoya en marxismo althusseriano, la
ideología, la plusvalía, la determinación histórica de las relaciones de clase o la superestruc-
tura como aparato jurídico, religioso o cultural. (Barenys et al, 1975).
Las Jornadas de Levante, vistas en el tiempo, suponen el periodo de mayor influencia
reconceptualizadora y radical en España en cuanto a propuestas de cambio social6 y su de-
bate no reclama únicamente la renovación metodológica de un trabajo social considerado
estéril, sino que expresa con claridad el metabolismo de una profesión muy agotada por
las limitaciones franquistas.
Un año más tarde el III Congreso Nacional en Sevilla (1976) propone profundizar en la
práctica y el desarrollo profesional. Con menor intensidad dialéctica en comparación con
encuentros precedentes, el Congreso sevillano reivindica la salida de la autarquía y la reno-
vación de estructuras. En consonancia con los complicados momentos que vive el país, la
idea-fuerza trata de llamar la atención de los poderes públicos sobre la parte de justicia y
equidad que la disciplina puede aportar en un momento social y políticamente complejo.
La Ponencia Marco, encargada a Luis González Seara, fue clarividente por su reivindica-
ción de modernidad y crítica al sistema. El trabajo de Seara titulado “Pautas y directrices
teóricas de la Acción Social”, incorpora matices reivindicativos y análisis inteligentes en un
momento en el que los censores aún limitaban la libertad de expresión. El texto destaca
por su habilidad para moverse en los estrechos límites del debate profesional y la crítica al
régimen sin olvidar el papel de la Iglesia, la Universidad, el Ejército, los funcionarios o los
sindicatos verticales, e ilegales, cuando cita expresamente a Comisiones Obreras. (Gonzá-
lez Seara, 1976). La visión crítica del ponente se reproduce en las conclusiones del III Con-
greso Nacionalconfirmando que Sevilla no reivindica únicamente un espacio de afirmación
profesional, sino que también demanda libertades de acuerdo al clima político y social que
vive el país. Como resultado, la Mesa de Asociaciones Profesionales y FEDAAS reivindican
la toma protagonismo y en esta línea sugieren: “la democratización del Estado Español a
todos los niveles concretando para tal logro: a) la exigencia ineludible de una total amnis-
tía por hechos de intencionalidad política y de naturaleza sindical y derogación de leyes y
jurisdicciones especiales; y b) Establecimiento de un marco de libertades políticas (expre-
sión, reunión, asociación, huelga, manifestación y sindical) y del derecho de autonomía de
las regiones y nacionalidades que integran el Estado Español”. (Memoria del III Congreso
Nacional de Asistentes Sociales, FEDAAS, p. 371).

6 Montserrat Feu aporta que en la votación a las conclusiones de las Jornadas un 72% considera imprescindible disfrutar de libertades democráticas para
disponer de mayor presencia y denunciar las injusticias; por otro lado, el 60% de los asistentes acepta el materialismo dialéctico como método científico
para formular una Teoría del Trabajo Social y, finalmente, un 92% cree fundamental incidir en la formación de los profesionales transformando las escuelas o
creando nuevas al margen de la influencia ideológica dominante. Feu, M. “La construcción del Trabajo Social en España. Influencias de la Reconceptualiza-
ción”, en Trabajo Social latinoamericano. A 40 años de la Reconceptualización, p. 186.

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Cuadro 4. Etapa Ideológica (1972-1976)

Fuente: Elaboración propia

3.3. Etapa técnico-ideológica: Reformulación, especialización y vinculación con los


Servicios Sociales
A partir de mediados de los setenta España experimenta la democracia en sus prime-
ras elecciones libres, lo que supone un giro copernicano en la relación que los ciudadanos
tienen con la política e instituciones. Hasta ese momento el modelo latinoamericano mo-
nopoliza la “función de los asistentes sociales”, sin embargo a finales de los setenta este
formato comienza a cuestionarse por defender un estándar de cambio no compatible con
la democracia. Aprobada la Constitución del 78 y en relación a realidad latinoamericana,
el Estado Social y Democrático garantiza (al menos sobre el papel) servicios públicos de
asistencia y reconoce niveles de autonomía desconocidos hasta el momento. Los cambios
post-transición permitirán una configuración nueva de la asistencia social que definen es-
tructuralmente el sistema, promueve la contratación masiva de profesionales y reconoce
institucional y socialmente la profesión asistencial.
Desarrollada la estructura básica de los Servicios Sociales, el debate técnico se funde
inevitablemente con el debate político a la hora de entrar en detalles. Las preguntas que
gravitarán sobre los congresos (1977-1984) definen la complejidad del momento: ¿cuál es la
función de la trabajadora/or social?, ¿cuál debe ser la configuración estratégica del sistema
público de Servicios Sociales en España? El sentir profesional inducirá a los trabajadores
sociales a reivindicar una política social en la línea de los modelos socialdemócratas euro-
peos, pero la fragilidad democrática y la estrechez económica demostrarán que a primeros
de los ochenta todo está por hacer. La etapa técnico-ideológica se caracteriza, pues, por

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buscar una equidistancia entre ambos polos o, lo que es lo mismo, por defender un sistema
de acción social progresista en plena consciencia de que muchos aspectos técnicos de la
profesión están aún por conquistar.
El primer encuentro de la Etapa Técnico-Ideológica se celebra Pamplona (1977) en un
clima de efervescencia política motivada por la reciente desaparición del dictador y las ex-
pectativas que dicho suceso entraña. A finales de los setenta, y a un año vista de la pro-
mulgación de la Constitución de 1978, el Trabajo Social ha incorporado de facto (aunque
no de Iure) una concepción progresista de las libertades como queda constatado por la
producción científica de las Jornadas. En este sentido y en comparación con la actitud rei-
vindicativa de posteriores encuentros, las Jornadas de Pamplona (1977) manifiestan un
mayor interés por el debate sobre las inquietudes profesionales que por las ideológicas.
Esta circunstancia llevó a denominar las Jornadas de Pamplona como las Jornadas de la
Reconceptualización Española.
Los avances realizados en las Jornadas se concretan en dos aspectos básicos; el ideológi-
co y el técnico-metodológico. Desde el aspecto ideológico, la reivindicación latente deman-
da un cambio democrático que implique el reconocimiento de los derechos sociales univer-
sales y sin el cual no se podrá superar la etapa benéfica. En cuanto al técnico-metodológico,
las Jornadas retoman el debate sobre el “Análisis de la función básica del Trabajo Social”
que interpela sobre el objeto de análisis y el clima ideológico en el que nace la profesión. La
pregunta que se plantea es la siguiente: ¿los trabajadores sociales son técnicos de relacio-
nes humanas o agentes de cambio? Otro de los debates más significativos de las Jornadas
versó sobre la función del trabajador social como “mediador” entre necesidades sociales
y recursos. La idea es atenuar las tensiones reconceptualizadoras y para ello defiende que
el Trabajo Social debe guardar neutralidad frente a ideologías y regímenes sociales. En tal
sentido el Comité Organizador afirma: “En la base de toda actuación profesional, ya sea a
nivel individualizado de grupo o comunitario, encontramos un denominador común que
se concreta en las siguiente relación: NECESIDADES – RECURSOS7 [sic] al que podemos
considerar como objetivación del campo donde opera el Asistente Social” (FEDAAS, 1977,
p. 9). Al respecto, Las Heras y Cortajarena (1986) afirman: “Es, pues, en esta relación nece-
sidades-recursos sociales donde se objetiva el campo de la acción social” (p. 24). Uno de
los productos más importantes de las Jornadas de Pamplona fue la publicación del libro
de Patrocinio Las Heras y Elvira Cortajarena, Introducción al bienestar social. Publicado en
1979, el texto supone un verdadero hito en la construcción identitaria del Trabajo Social al
definirlo en el marco de las Ciencias Sociales, la Constitución y el Bienestar Social. A más de
treinta años vista, el libro tuvo una gran influencia en la formación de trabajadores sociales
y profesionales que a lo largo de los ochenta asumieron la responsabilidad de poner en
marcha del sistema público de Servicios Sociales.
En cuanto a la producción científica, el primer eje temático incluye la ponencia “Ideo-
logía y política en Trabajo Social”. Su contenido fue de los más controvertidos ya que el
momento político capitalizaba la vida social y el debate sobre la necesidad y/o presencia de
ideología en la profesión. Aunque algunas de las Asociaciones federadas mantenían fuer-

7 Sin menospreciar las importantes conclusiones adoptadas en las Jornadas de Pamplona y con el paso del tiempo, concebir la Acción Social como pro-
ducto del equilibrio entre necesidades y recursos supone una visión obsoleta y reduccionista que restringe los problemas sociales a mera gestión y obvia
los aspectos estructurales, políticos y relacionales. A pesar de que tal idea entrase en el territorio de la “utopía”, el binomio ofreció un análisis convincente
para definir la acción social. La escasez de marco teórico en la profesión, la falta de experiencia democrática y la insolvencia regulatoria propia de la época,
hicieron que la idea de que la Acción Social se define históricamente aplicando recursos sociales a través de métodos y técnicas de trabajo social fuese
ampliamente aceptada.

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tes posicionamientos reconceptualizadores, la organización constata dos enfoques diver-


gentes: aquellos que apuestan por una posición ideológica y de clase para el Trabajo Social;
y aquellos que defienden una opción de neutralidad al margen de ideologías. La organiza-
ción apuesta por la segunda, es decir, por la defensa de criterios técnicos y de posiciones
plurales, intermedias y no extremistas en el desempeño del papel profesional. A juicio de
la organización, el problema sobre la adscripción ideológica de la profesión se define en el
siguiente sentido: “una ideología no se adopta por un compromiso, ni por decreto, ni por
acuerdo asambleario, sino a través de la experimentación en la propia vida de la validez de
las teorías que expresan las distintas concepciones del mundo”. (FEDAAS, 1977, p. 18). La
opción ideológica fue considerada finalmente como una elección personal que trasciende
lo profesional y exime a los trabajadores sociales de las “ambiciones liberadoras y reden-
toras de la humanidad y los oprimidos que en las condiciones actuales, no tendría justifica-
ción (sólo se pueden entender como lastres que todavía arrastramos del reciente pasado
fascista, que ha sido como una interminable noche oscura que nos impedía ver con claridad
y llamar a cada cosa por su nombre); mantener hoy esas ideas, encerraría actitudes pater-
nalistas” (FEDAAS, 1977, p. 19).
Si las Jornadas de Pamplona reclamaron la necesidad de construir una política social pú-
blica sujeta a derecho, el IV Congreso de Valladolid (1980) exige la creación de un Sistema
Público de Servicios Sociales que tome como base los mandatos recogidos en la recién es-
trenada Constitución. El IV Congreso Estatal se denominó “Por unos servicios sociales para
todos”, título que, a modo de exclamación, representa el anhelo de las/los trabajadoras/es
sociales por el logro de un Sistema Público de Servicios Sociales8.
La novedad del Congreso viene marcada por la vigencia de la Constitución de 1978 y
la incorporación de Comunidades Autónomas y Entidades Locales como ámbitos de go-
bierno recogidos en el Título VIII de la Carta Magna. En tal sentido, el Comité Organizador
entiende que el objetivo es “aportar un proyecto de Servicios Sociales de acuerdo con la
Constitución y dentro de un marco de Entes Autonómicos y Ayuntamientos, aprovechan-
do las experiencias y conocimiento de la realidad obtenidos en el ejercicio de la profesión
y clarificando competencias profesionales” (FEDAAS, 1980, p. V). La Constitución recién
estrenada y las libertades democráticas determinarán, pues, la base argumental para sub-
vertir definitivamente un orden incapaz de garantizar derechos básicos e insertados en la
herencia franquista9.
La deriva progresista del congreso vallisoletano se pone de manifiesto mediante la pu-
blicación de un “Manifiesto Reivindicativo” que vincula política social y servicios sociales
como partes integrantes de un todo. Partiendo de que no se puede construir un Trabajo
Social sólido al margen de la Política Social y los Servicios Sociales, el documento denuncia
la precariedad del sistema en los siguientes términos:
“Esta profesión, ante la falta de interés que existe en el tema de los Servicios Sociales en
determinados estamentos políticos y sociales, “asume” el compromiso de sensibilizar a la
opinión pública y extender los criterios que fundamentan la nueva políticas y el sistema públi-
8 El Congreso incorpora por primera vez el adjetivo “Estatal” frente al pretérito “Nacional”. El cambio obedece a la necesidad de distanciarse simbólica-
mente de la connotación que el “Movimiento” había dado al concepto “Nacional” durante la dictadura.
9 Las necesidades consideradas más urgentes estaban sometidas al estatuto de derechos básicos no contemplados bajo la dictadura: la convivencia para
las personas desarraigadas del ámbito familiar, la integración de colectivos discriminados por razones diversas, la salud o la educación, entre otras. La rei-
vindicación partía de la base de que todas ellas deberían estar amparadas por la Política de Bienestar Social bajo la cobertura de una estructura de Servicios
Sociales pública que garantizara tales derechos. La Política Social del momento se consideraba inconstitucional por ser una práctica benéfica, paternalista,
al margen de financiación pública y fuera del control de los poderes públicos. Las Heras, Patrocinio, “La construcción histórica de una profesión”, II Foro de
Trabajo Social. Pasado, presente y futuro del Trabajo Social, p. 63.

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co de Servicios Sociales que propone” [...] “Se considera anticonstitucional la actual política
de Servicios Sociales por estar basada todavía en la práctica de la Beneficencia y el pater-
nalismo, y financiada en gran parte al margen de los presupuestos generales del Estado y
del control de los poderes públicos” [...] “Los Servicios Sociales se encuentran fuertemente
centralizados y a la vez dispersos en distintos Ministerios con una clara falta de planificación
y coordinación y excesiva burocratización, lo cual conlleva a una deficiente utilización de los
recursos, y en muchos casos a la imposibilidad de su aplicación”. (citado por Molina, 1994,p.
50 y Gil, 2004, p. 66)
El documento, contundente en su denuncia, es elaborado por la organización colegial
y federaciones con la intención de potenciar los principios del Bienestar Social defendidos
por la FEDAAS ante los Grupos Parlamentarios del Congreso y Autonómicos. El manifiesto,
en última instancia, era una llamada de atención sobre el importante recurso que el Trabajo
Social representaba como apoyo técnico a gobiernos e instituciones en la reforma de la Be-
neficencia, la puesta en marcha los Servicios Sociales y la redacción de leyes autonómicas.
A modo de conclusión y al margen de los avances disciplinares de las ponencias, el logro
político del congreso vallisoletano se concreta en la exigencia de materializar, so pena de
fraude de ley, la creación de un sistema público de SS.SS. similar a los del entorno. La capi-
larización del concepto “democracia” en espacios burocráticos e institucionales permite,
tras cuarenta años de dictadura, arrinconar progresivamente el centralismo institucional
y exige la creación de unos Servicios Sociales descentralizados, modernos y ajustados a
derecho.
Cuatro años más tarde y en la misma línea reivindicativa, el V Congreso de Vizcaya (1984)
redunda en la necesidad de consolidar económica y políticamente el sistema público de
Servicios Sociales. Bajo la cobertura de una organización profesional que disfruta de perso-
nalidad jurídica propia, la FEDAAS demanda que establecida la arquitectura constitucional
es hora de definir una Política Social que erradique la coexistencia con los modelos benéfi-
cos heredados10.
Desde un punto de vista evolutivo, los años 80 son el punto de inflexión para el desa-
rrollo de las políticas públicas de Servicios Sociales como resultado colaborativo entre la
iniciativa social, institucional y política. Una de las iniciativas sociales más audaces de la
FEDAAS, fue la creación de una Ley Estatal de Servicios Sociales; propuesta quenunca llegó
a materializarse al entrar en colisión con las competencias recogidas en el Artículo 148.20
(Asistencia Social) para los Estatutos de Autonomía. Respecto a la elaboración de las Leyes
de Servicios Sociales autonómicas y estatal, Las Heras (2000) expresa lo siguiente:
“defendimos una Ley de SS.SS. en cada una de las Comunidades Autónomas, a la vez que
defendíamos una Ley de SS.SS. en el ámbito nacional, así como la universalidad de los otros
sistemas para que el sistema nuevo que reclamábamos de Servicios Sociales no fuera un
cajón de sastre” […] “a lo largo de la década de los ochenta no hubo acuerdo interauto-
nómico para hacer una Ley Estatal de SS.SS., por lo que impulsamos el modelo de Servicios
Sociales en Leyes específicas de Servicios Sociales de las Comunidades Autónomas. Del común
denominador de estas leyes surgió en 1978 un acuerdo estatal e interautonómico para dotar
de financiación y asistencia técnica la prestación de mínimos de SS.SS. que la Ley de Reforma

10 La posición del Trabajo Social como interlocutor social con peso específico se consolida una vez que la organización profesional adquiere status jurídico.
Hay que recordar que el Proyecto de Creación de Colegios Profesionales de Diplomados en Trabajo Social y AA.SS. se publica el 13 de abril de 1982 dando por
finalizada la función desempeñada por la FEDAAS. La FEDAAS se disuelve definitivamente en septiembre de 1982 dando paso al Consejo General de Colegios
Oficiales de Trabajo Social y Asistentes Sociales.

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Local obligaba a las corporaciones locales, este acuerdo se denominó el Plan Concertado de
Prestaciones Básicas de Servicios Sociales cuya gestión fue encomendada a las corporacio-
nes locales asentando el sistema de Servicios Sociales de base municipalista”. (p.65-67)
Bajo el sugerente título de “Bienestar Social, ¿una utopía?”, el V congreso de Vizcaya tra-
ta de aproximarse al Estado de Bienestar desde los elementos estructurales que lo definen
(sociológicos, económicos, políticos). En la práctica, los avances jurídicos van dando for-
ma al sistema, y a mediados de los ochenta los Servicios Sociales consolidan su estructura
jurídico-administrativa sustentada en las tres primeras Leyes Autonómicas de Servicios So-
ciales11. Desde la complejidad y madurez técnica alcanzada se abre una reflexión subsumida
en los ejes temáticos del congreso: hay que superar el debate sobre el Sistema Público de
Servicios Sociales e incorporar el de la Política Social y Económica como elementos sustan-
tivos del Bienestar Social.
De todas las ponencias remitidas, las de política social fueron las más prolijas en canti-
dad y calidad. La tercera y la séptima son las que mejor exponen la estrecha relación entre
política social y Servicios Sociales al entender estos últimos como brazo ejecutor del Estado
de Bienestar12. En relación a la parte de Legislación, Cortajarena (1984) redunda en la nece-
sidad de definir el sistema y analiza la recién estrenada legislación en materia de Servicios
Sociales. Partiendo de la Constitución de 1978, la Ley de Régimen Local y las Leyes de SS.SS.
aprobadas por los parlamentos Vasco, Navarro y madrileño, la autora reflexiona sobre la
viabilidad y perspectivas de la legislación aplicable, la reforma de la Seguridad Social y el
compromiso del gobierno respecto a la Ley Estatal de Servicios Sociales de la que expone
potencialidades y dificultades para su posible aprobación y puesta en práctica.

11 La primera Ley de Servicios Sociales fue la de Euskadi (Ley 6/1982 de 20 de mayo); la segunda fue la Ley Foral de Servicios Sociales de la Comunidad de
Navarra (Ley 14/1983, de 30 de marzo); la tercera es aprobada por la Asamblea de la Comunidad Autónoma de Madrid el 23 de junio de 1983.
12 En la Ponencia Tercera, Romero et al (1984: 91) ponen de manifestó la dimensión progresista de la Política Social al afirmar que es ejercida de forma de-
mocrática si acepta el reto dialéctico entre la Administración y la sociedad a la que se dirige. Romero, Marcos et al., “Servicios Sociales: Instrumento para una
política social de progreso”, en Actas del V Congreso Estatal de Trabajadores Sociales, 87-106. Con la misma actitud pedagógica, Doménech y Colomer (1984)
mencionan las líneas de una política social progresista partiendo de modelos antagónicos que denomina totalitarismo (A) y democracia (B). Ponencia Sépti-
ma: Doménech, Rosa & Colomer Montserrat, “Política Social y Servicios Sociales”, en Actas del V Congreso Estatal de Trabajadores Sociales, Adenda 190-215.

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Cuadro 5. Etapa técnico-ideológica (1977-1984)

Fuente: Elaboración propia

3.4. Etapa profesionalizante: Clarificación técnica y mirada al exterior


Al final de la década de los ochenta los Servicios Sociales ya están configurados como un
sistema prestador con perfil propio y suficientemente alejado de la imagen de marginación
y beneficencia. Articulada la democracia y puestas en práctica las competencias territoria-
les en materia de protección, los Congresos Nacionales incorporan con mayor frecuencia
contenidos de carácter técnico-profesional (competencias, especialización, legislación eu-
ropea) que permite explorar nuevos espacios (epistemológicos, teóricos, metodológicos)
hasta el momento inéditos. Si las etapas anteriores centran su interés en la consolidación
de los Servicios Sociales y su función en el arco socialdemócrata, entre 1988 y 2013 los con-
gresos se centran en crear espacios competencialmente diferenciados entre Servicios So-
ciales y Trabajo Social. El debate generado beneficiará de manera patente a la profesión, ya
que contribuiría a diferenciar la estructura jurídica, prestacional y administrativa (Servicios
Sociales) del instrumento teórico-técnico-profesional de intervención (Trabajo Social). Bajo
el amparo de la Constitución de 1978 y de las diecisiete Leyes de Servicios Sociales (promul-
gadas o en proyecto), los Servicios Sociales ya pueden considerarse como una estructura
homogénea de prestación13.
La Etapa Profesionalizante inicia su andadura en el VI Congreso de Oviedo (1988) que

13 Entre 1983 y 1988 se aprueban doce Leyes de Servicios Sociales de Comunidades Autónomas. En aquellas CC.AA. que no tienen aprobada la Ley en 1988
existen ya los correspondientes proyectos. La última Ley de Servicios Sociales de “primera generación” fue la de Cantabria (Ley 5/1992 de 27 de Mayo).
A partir de esa fecha se inicia la promulgación de las Leyes de Servicios Sociales de “segunda generación publicadas entre 1993 y 2010 (Galicia, Asturias, ,
Murcia, Madrid, Valencia, La Rioja, País Vasco, Aragón, Cantabria, , Navarra, Cataluña, Castilla y León). Las comunidades autónomas que tenían publicada
una ley de Servicios Sociales de “tercera generación” antes de 2009 fueron La Rioja (2007), Galicia (2008) y País Vasco (2008).

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dedica parte de su tiempo a clarificar similitudes y diferencias entre Política Social y Ser-
vicios Sociales frente al Trabajo Social como disciplina y profesión (Gil, 2004). El título del
Congreso Trabajo Social, reto de hoy, define por sí mismo tales anhelos y reivindica la disci-
plina profesional frente al protagonismo vivido por los Servicios Sociales durante los últi-
mos años14. A grandes rasgos, el Congreso Estatal busca abandonar la abstracción asisten-
cial para configurar un marco de protección con perfil propio. Con tal objetivo define dos
niveles de debate: el establecimiento de una frontera nítida entre sistema prestador de ser-
vicios y disciplina, y la incorporación de elementos teóricos novedosos (teoría ecológica y
sistémica) como herramientas auxiliares para el diagnóstico. La idea de que investigación y
experimentación sean avaladas por la formación y la realidad, es indicador de que a finales
de los ochenta el Trabajo Social ya se interconecta con modelos avanzados de intervención
para la práctica cotidiana.
El arco temático de la Intervención Profesional se ve reforzada con la ponencia de Ció
Barjau (1988) sobre la contribución de Uri Bronfenbrenner (1987) al modelo ecológico de
desarrollo humano y como complemento al modelo de sistemas. La ponencia de Barjau es
importante si se considera que a mediados de los ochenta los referentes teóricos disponi-
bles remitían, casi en exclusividad, al uso de herramientas dinámicas y conductistas para la
elaboración diagnóstica.
Llegada la década de los noventa, la profesión se centra en consolidar los avances lo-
grados en la década anterior y asumir el reto de la incorporación de España a la Europa sin
fronteras. Bajo el protagonismo internacional de la Expo de Sevilla y de los Juegos Olímpi-
cos, en el VII Congreso de Barcelona (1992) lo “internacional” está presente en todos los
bloques temáticos, siendo sus ejes La Europa sin fronteras, La Intervención profesional y la
formación en Trabajo Social.
En un ambiente cosmopolita dentro y fuera del Trabajo Social, Gregorio Rodríguez Ca-
brero presenta en Barcelona la Ponencia Marco “Europa sin fronteras”; en ella indaga so-
bre las características de la Unión, la cohesión social y la convergencia económica en el
proceso de creación del mercado europeo. Las comunicaciones oficiales a la Ponencia Mar-
co redundan sobre contenidos como la libre circulación de trabajadores (con especial men-
ción a los trabajadores sociales), las implicaciones de los Derechos Humanos en la práctica
profesional y las políticas de trabajo y protección en Europa en cuanto a política social y
planes adoptados.
A cuatro años vista de los acontecimientos de 1992, el VIII Congreso Nacional de Sevilla
(1996) centra sus intereses en dos ideas clave: las tendencias de las políticas socioeconó-
micas y su repercusión en la profesión, y la presencia del Trabajo Social en las sociedades
complejas y en los procesos de integración y exclusión. La Ponencia Marco del Congreso
“Tendencias de las políticas socioeconómicas y su repercusión en el Trabajo Social”, a car-
go de María Dolores Wenger, demuestra que para realizar diagnóstico social es impres-
cindible incorporar la economía. Wenger (1996) expone la necesidad de gestionar la crisis
de un Estado de Bienestar bajo un paradigma emergente que, a su criterio: “representa la
ruptura del pacto keynesiano de la posguerra entre capital, sindicatos y gobierno en torno
a los principios de la economía social de mercado” (p. 29).

14 De acuerdo con las conclusiones congresuales, la confusión de conceptos se justifica en la naturaleza y surgimiento de los Servicios Sociales tras el adve-
nimiento de la democracia. Desde finales de los setenta y hasta bien entrados los ochenta, tanto cuerpo profesional como académico priorizaron su interés
en la consolidación del Sistema Público de Servicios Sociales en oposición al desarrollo teórico, metodológico y formativo del Trabajo Social como disciplina.

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Si el Congreso de Sevilla pone en evidencia las contradicciones del sistema sociopolítico


a nivel global, el IX Congreso de Santiago de Compostela (2000) afronta el reto de articular
discursos y prácticas tendentes a unir lo local con lo global y revitalizar las instituciones
democráticas. La idea-fuerza del Congreso será, por tanto, la necesidad de generar nuevos
discursos que defiendan los derechos humanos y la obligación de crear nuevas prácticas
progresistas. Este sustrato define el IX Congreso Nacional bajo el rubro “Compromiso y
Equilibrio”.
En la idea de de-construir o reformular algunas de las contradicciones tratadas cuatro
años antes, Cristina de Robertis, Patrocinio de las Heras y Julia García abren el Congreso
con las ponencias tituladas “Respondiendo a las nuevas situaciones desde los fundamen-
tos del Trabajo Social” (de Robertis, 2000); “Trabajo Social en el Desarrollo Humano” (de
las Heras, 2000) y “Los nuevos escenarios y respuestas desde el Trabajo Social“ (García,
2000). A todas ellas les une la necesidad de visibilizar el cambio de paradigma (globali-
zación) y teorizar sobre sus consecuencias (déficits de desarrollo humano), escenarios y
respuestas en lo que afectan al Trabajo Social.
El X Congresos de Las Palmas (2004) mantiene la inercia de su predecesor e incorpora
contenidos relativos a “Globalización y Solidaridad”. Martínez Román y García Roca com-
parte la co-ponencia de apertura “Globalización, Solidaridad y Nueva Pobreza / Vulnera-
bilidad” en la que defienden el compromiso de la profesión con el Desarrollo Humano, la
universalización de los Derechos Sociales y su reconocimiento como Derechos fundamen-
tales.
El Congreso de Las Palmas se caracteriza por la gran cantidad de trabajos presentados
y la gran variedad de temas tratados. El resultado será el de un Congreso que se articula
en Cinco ponencias marco, setenta y tres comunicaciones, ocho grupos de trabajo y dos
mesas redondas. Los contenidos presentados son de tal magnitud y diversidad que hacen
difícil su sistematización produciendo, en ocasiones, una cierta sensación de caos y desco-
nexión de los objetivos interculturales y solidarios definidos en sus ejes temáticos.
El XI Congreso de Zaragoza (2009) define el marco de las políticas sociales y analiza la
práctica del Trabajo Social como contribución a los derechos sociales y de ciudadanía. El
Congreso divide sus contenidos en tres ejes temáticos: El sentido del Trabajo Social, Los
cinco sentidos del Trabajo Social y El sexto sentido del Trabajo Social. A cada uno de los Ejes
Temáticos le corresponde una Ponencia Marco. La ponencia del primer Eje, “Invitación a
un Trabajo Social reflexivo”, es firmada por Zamanillo; la segunda, “Los cinco sentidos del
Trabajo Social” por Uribe, y la tercera “Alegoría de la construcción del relato del Trabajo So-
cial”, por Barriga. Los objetivos definidos en el Congreso demuestran lo expuesto: “pensa-
mos que, en los últimos tiempos, nuestros relatos han estado muy centrados en cómo los
contextos (lo político, lo normativo, lo organizativo...), condicionan nuestras prácticas...”
[….] “queremos reivindicar el valor de la experiencia profesional de los trabajadores/as so-
ciales y la necesidad de sistematización de la práctica para generar un conocimiento propio
de nuestra disciplina”. A modo de resumen, el Congreso de Zaragoza se caracteriza por la
idea de estimular el conocimiento de la profesión como eje transversal que, según Zama-
nillo (2009) es; “provocar y contribuir a la reflexión y al debate sobre el sentido del trabajo
social” (p. 30).
En último lugar, el XII Congreso de Marbella (2013) trata de redirigir la acción profe-
sional condicionada por la grave situación de crisis que vive el país, altas tasas de paro y

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situaciones de pobreza nunca vistas. Partiendo del conocimiento de las/los trabajadoras/es


sociales, el saber hacer y el compromiso social, el Congreso conjuga los verbos Sabemos,
Podemos, Queremos como llamada al compromiso y la participación activa. Desde la idea
de empoderamiento de la ciudadanía y la superación del trabajador/a como mero gestor
de recursos, los ejes temáticos analizan el presente, nuevos escenarios y experiencias de
cambio y las tendencias de futuro. Estos objetivos temáticos se materializan en la Ponen-
cias de Donatella della Porta que habla del “Neoliberalismo amoral y protestas morales:
movimientos sociales en tiempos de crisis”; de Alfonsa Rodríguez, en “Hacia una visión
proactiva: el conocimiento en trabajo social como red de seguridad; y Ana Isabel Lima,
que expone “La mundialización en clave del trabajo social: exigencia, propuesta y acción
en red” como condicionantes de la profesión y las acciones de movilización ciudadana. A
modo de resumen, el Congreso defiende el servicios público como bien común y no como
mercancía y “exige” en sus conclusiones (Porcel, 2014), la modificación del artículo 135 de
la Constitución (obligatoriedad de abono de la deuda) y su auditoría para clarificar aquella
que corresponde a la responsabilidad de la ciudadanía y a la de los bancos y entidades pri-
vadas. Las ponencias de coordinadores de mesas de debate y aportaciones de mayor pre-
sencia en el Congreso fueron publicadas en dos números especiales de la Revista Servicios
Sociales y Política Social (103 / 2013 y 104 / 2014).

Cuadro 6. Etapa profesionalizante (1988-2013)

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Fuente: Elaboración propia

Finalizado el periplo por la historia reciente del Trabajo Social español a través de sus
congresos nacionales y asumiendo que los cambios socio-políticos de la Constitución de
1978 promueven un Estado Social, Democrático y de Derecho, el cuadro 7 confirma la hi-
pótesis por la que el Trabajo Social español transita de una Conformidad Crítica (dictadura)
a una Crítica Reactiva (pre y post transición), y de ahí a una Propuesta Modernizante (de-
mocracia). En los mismos términos y apoyando la taxonomía, el cuadro 7 expone la Evo-
lución Teórico-epistemológica y Normativo Identitaria del Trabajo Social contemporáneo
acreditando los “hitos” destacados en su proceso de maduración normativa, profesional y
académica.

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Cuadro 7. La profesionalización del Trabajo Social contemporáneo a través de sus congre-


sos 1968/2013

Fuente: Elaboración propia

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4. Conclusiones, congresos y capital acumulado


Como conclusión del análisis descriptivo realizado a través de los doce congresos na-
cionales celebrados en España entre 1968 y 2013, se certifica la profunda transformación
sufrida por el Trabajo Social durante las cuatro últimas décadas. Si aplicamos la semántica
estructural bourdiesiana al bakground profesional adquirido desde 1968, se puede hablar
sin lugar a dudas del Trabajo Social como “Campo” asociado al universo de las Ciencias So-
ciales. Este argumento se fundamenta en un conjunto de conquistas como son la adecuada
definición del objeto, un marco jurídico regulador, una semántica y bibliografía profesional
propia y un soporte epistemológico híbrido de la Sociología, Piscología, Antropología, Me-
dicina Social y el Derecho, entre otras ciencias15.
Bourdieu defiende que los conceptos de Campo y Capital se retroalimentan mutuamen-
te de forma que para constituir un Campo se hace necesario identificar las formas de capi-
tal dentro de sus límites; es decir, hay que conocer las formas de capital para comprender
la Episteme del campo estudiado. En el caso del Trabajo Social y asumiendo la existencia de
mecanismos alternativos de socialización profesional, los congresos nacionales han sido el
locus donde la disciplina ha capitalizado muchas de sus potencialidades y medido sus falen-
cias ante la comunidad profesional que le es de referencia. Tomando como punto de parti-
da lo anteriormente expuesto y aceptando que los Congresos son espacios de diagnóstico
al pulso vital de una profesión, la ganancia acumulada por el Trabajo Social durante medio
siglo de historia se sustancia en tres capitales fundamentales; el institucional-académico, el
científico-social y el simbólico.
Respecto a la dimensión institucional-académica, se entiende que una profesión agrega
capital cultural objetivado mediante la incorporación de un título que acredita competen-
cia técnico-cultural y confiere a su portador credibilidad legalmente garantizada. Obtenido
el crédito de reconocimiento académico (Decreto 1.403/1964 de Reglamento de formación;
Decreto 986/1967 de apertura primera Escuela Oficial) el Trabajo Social ha tejido durante
los últimos decenios una red de instituciones, legislación y relaciones donde la interacción
de sus aspectos materiales y simbólicos le permiten reconocerse y ser reconocido como
profesión dentro y fuera de sus fronteras (Bourdieu,2000d). La capitalización institucio-
nal-académica se consolida progresivamente a partir del el texto constitucional (artics.1,
9.2, 39-52,148.20); la promulgación de las Leyes Autonómicas de SS. SS.; la creación del
Consejo General de Colegios Oficiales de Trabajo Social (septiembre 1982); el Real Decreto
1850/1981 que incorpora a la Universidad los Estudios de Asistentes Sociales como escuelas
Universitarias de Trabajo Social; o la toma de conciencia del déficit teórico-metodológico
disciplinar una vez alcanzada la democracia (Congreso de Oviedo 1988 y ss.).
En cuanto al capital científico-social, la actividad científica no deja de ser una actividad
social con efectos sociales en otros campos y donde se tratan aspectos relacionados con el
poder, capital, relaciones de fuerza, luchas y estrategias por conservar, transformar o sub-
vertir equilibrios. En la academia y en el Trabajo Social empírico por extensión, se constitu-
yen espacios de conocimiento que establecen relaciones objetivas entre diferentes posi-

15 Sobre la práctica del Trabajo Social, la acción profesional se diferencia de la que no lo es cuando la acción transformadora se sustenta en un cuerpo teó-
rico de conocimiento ad hoc queorienta la acción y provee al profesional de un amplio discernimiento epistemológico sobre la naturaleza humana y social.
Para que la acción sea profesional, ésta no debe responder a criterios ideológicos ni partidistas que perviertan su objetivo humanista, altruista y/o de justicia
social, sino que debe enmarcarse en una estructura (pública, privada o mixta) que confiera legitimidad y coherencia a la acción profesional mediante un
protocolo de intervención (individual, grupal o comunitario) que responda a criterios psicosociales y/o terapéuticos.

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ciones y habitus de sus ocupantes que delimitan “regiones” específicas de conocimiento16.


El capital científico se ejerce, por consiguiente, sobre agentes que disponen de categorías
adecuadas de percepción para reconocerlo; ya se dijo en algún momento que se existe
científicamente si se poseen las categorías de campo profesional, es decir, de reconoci-
miento por los colegas sobre el dominio de un área concreta o aportación distintiva (Bour-
dieu, 2003). En el caso del Trabajo Social, es indudable el incremento de capital científico y
social en términos de visibilidad, de aportacióndiferenciada de otras disciplinas y de origi-
nalidad en cuanto a reconocimiento de lo aportado a las ciencias sociales; tal capitalización
tiene su origen en la década de los ochenta una vez consolidada la arquitectura jurídica e
institucional que ve nacer los Servicios Sociales en España.
El VII Congreso de Barcelona (1992) activa el capital científico-social (primeras inquietu-
des epistemológicas y metodológicas) en lo que ya será una constante en los congresos de
Sevilla (1996), Santiago (2000), Las Palmas (2004) y Zaragoza (2009). Milagros Brezmes, sin
embargo y reconociendo los avances logrados en los últimos veinticinco años afirma; “los
años 80 son un periodo relativamente pobre para los discursos del propio Trabajo Social,
aunque son años cruciales para su status profesional y académico” (Brezmes, 2008,p. 97).
El capital simbólico es entendido como producto de los acumulados anteriores y para
Bourdieu (2000b) “el capital simbólico no es otra cosa que el capital económico o cultural
cuando es conocido y reconocido” (p. 138). El capital simbólico confiere valor disciplinar
porque erradica la relatividad funcional del Trabajo Social, fundamenta los capitales incor-
porados y sustancia las nominaciones oficiales y certificados escolares del Estado. Como
dice Max Weber [1922], el Estado es quien posee el monopolio de la violencia simbólica
legítima o, utilizando palabras de Bourdieu, es depositario del sentido común y de la razón
que garantiza la posesión de los certificados escolares (Bourdieu 2000 b). En el caso del
Trabajo Social español, el capital simbólico se visualiza a través de su definición curricular
y epistemológica, pero muy especialmente, a través de su incorporación al establishment
mediante la creación del Cuerpo Nacional de Asistentes Sociales (Ley 3/1977). A partir de
este momento, la disciplina queda habilitada para conservar, transformar, explicar y clasifi-
car el mundo o lo que es lo mismo, adquiere capacidades performativas con capacidad para
revelar o modificar las cosas que ya existen.
Dado que el capital simbólico depende de la extensión de la red de conexiones de un
campo y la existencia de recursos asociados a su posesión, se puede afirmar que hoy el
Trabajo Social puede movilizar gran volumen de capital simbólico, institucional y científico
gracias a su inserción corporativa, política y pública, así como por la existencia de presu-
puestos gubernativos y privados orientados a financiar sus objetivos profesionales. En de-
finitiva, el espacio social que representa el Trabajo Social tiende a funcionar como capital
simbólico por el que estilos de vida y status definidos por la desigual posesión de capitales
confieren a los agentes (de forma no deliberada, natural) legitimación en sus acciones,
ideas o intereses. Hoy en día la pobreza, la dignidad o la clase, retraducen esquemas de
percepción que expresan, sin quererlo, el estado de las relaciones de poder sobre las que
actúan los profesionales asistenciales en España.

16 El homo scholasticus, o academicus, es alguien que está en condiciones de interpretar la realidad de manera ilustrada porque el Estado le suministra los
medios necesarios para poder hacerlo, léase tiempo libre –liberado de las urgencias de la vida-, la competencia –garantizada por un aprendizaje específico
(skolè)-, y por último la disposición –como actitud o inclinación- para invertirse uno mismo en los envites fútiles y serios que se fomentan en determinados
mundos escolásticos. Bourdieu, P. Razones Prácticas, pp. 204-405.

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Bibliografía
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[216] Documentos de Trabajo Social · nº57 · ISSN 1133-6552 / ISSN Electrónico 2173-8246
TEMA 3. Roles profesionales de los y las trabajadores sociales.

Rol
Se designa sociológicamente el comportamiento que en una sociedad dada debe esperarse de un individuo,
según su posición o estatus en la misma. En sen;do más restringido, hablamos de roles profesionales para
hablar de aquellos papeles que desempeñan los trabajadores sociales (y lo que se espera de ellos). Si bien
algunos autores lo dis;nguen de las funciones, es cierto que ambos aspectos se entrecruzan y pueden llegar
a ser de diEcil separación.

A nivel microsocial
a) Rol de consultor-gestor-informador. En una atención directa a los individuos, grupos y comunidades, los
asesora a la hora de buscar alterna;vas a sus necesidades sociales, les informa sobre sus derechos, así
como sobre los recursos ins;tucionales disponibles, y ofrece servicios concretos a personas en
situaciones de especial emergencia o marginación, a la vez que presta servicios sociales específicos que
benefician a toda la población.
b) Inves;gador. Iden;ficando factores que generan problemas sociales, su distribución y desarrollo, las
ac;tudes y valores que benefician u obstaculizan el acceso a mejores niveles de vida, el nivel de
aprovechamiento de los recursos comunitarios, la can;dad y calidad de los recursos sociales, etc.
c) Reformador de ins;tuciones. Sugiriendo reformas en la organización y funcionamiento de los Servicios
Sociales para que éstos sean más eficaces, y es;mulando medidas tendentes a mejorar la calidad de
vida de la población, creando sistemas, canales y otras condiciones para la par;cipación en el logro
deseas medidas.
d) Planificador. Transformando necesidades concretas, mediante respuestas también muy concretas .
e) Educador-concien;zador.

A nivel macrosocial
a) Inves;gador. Tanto de la propia organización u organismo a través del cual se pretenden administrar los
SS así como las necesidades sociales de la población para poder planificar esos servicios.
b) Planificador. Los poderes públicos ;enen la obligación de dar respuesta a las necesidades sociales
planificando adecuadamente los servicios.
c) Administrador y organizador. El TS profesional se ha de comprometer con la organización de una buena
polí;ca de SS, sobre todo en cuanto a prevención, integración y par;cipación de los sectores
marginales.
d) Educador. Las inves;gaciones, los obje;vos y la planificación a nivel macro hay que darlas a conocer y
ofrecerlas a los individuos, a los grupos y a la comunidad, para que puedan así par;cipar en dichas
decisiones.
e) Asistencial. Se trata de racionalizar las prestaciones que la Administración pública, a través de sus
organismos, ;ene el deber de facilitar a los ciudadanos.

Funciones del profesional del Trabajo Social (Código Deontológico).


El trabajador/ra social se ocupan de:
- Planificar, proyectar, calcular, aplicar, evaluar y modificar los servicios y polí;cas sociales para los grupos y
comunidades.
- Actúan con casos, grupos y comunidades en muchos sectores funcionales u;lizando diversos enfoques
metodológicos, trabajan en un amplio marco de ámbitos organiza;vos y
- proporcionan recursos y prestaciones a diversos sectores de la población a nivel micro, meso y macro
social.
- Algunas de la funciones se podrán desarrollar de manera interrelacionada, de acuerdo a la metodología
especifica de la intervención que se u;lice.
De ello se desprende:
- Información
- Inves;gación
- Prevención
- Asistencia
- Atención directa
- Promoción e inserción social
- Mediación
- Planificación
- Gerencia y dirección
- Evaluación
- Supervisión
- Docencia
- Coordinación.

Para desarrollar sus funciones, los profesionales del trabajo social cuentan con unos instrumentos
específicos del trabajo social:
- Historia social. Documento en el que se registran exhaus;vamente los datos personales, familiares,
sanitarios, de vivienda, económicos, laborales, educa;vos y cualesquiera otros significa;vos de la
situación socio-familiar de una persona usuaria, la demanda, el diagnós;co y subsiguiente intervención y
la evolución de tal situación.
- Ficha Social. Soporte documental de trabajo social, en el que se registra la información sistema;zable de
la historia social.
- Informe Social. Dictamen técnico que sirve de instrumento documental que elabora y firma con carácter
exclusivo el profesional del trabajo social. Su contenido se deriva del estudio, a través de la observación y
la entrevista, donde queda reflejada en síntesis la situación objeto, valoración, un dictamen técnico y una
propuesta de intervención profesional.
- Escalas de valoración social. Instrumento cienYfico que sirve para iden;ficar situaciones sociales en un
momento dado. Permite elaborar un diagnós;co social
- Proyecto de intervención social. Diseño de intervención social que comprende una evaluación-
diagnós;co de la situación y personas con quienes actuar, una determinación de obje;vos opera;vos,
ac;vidades y tareas, u;lización de recursos, temporalización y criterios de evaluación.

Estatutos Generales de los Colegios Oficiales de Diplomados en Trabajo Social y Asistentes Sociales, en el
Título VI, Cap. 1o art. 55
- Asistencial: atención directa a individuos y grupos, ante cualquier demanda relacionada con necesidades
sociales y con los servicios ya existentes o posibles de promover. Aplicación de recursos humanos,
sociales y materiales. Orientación valoración y asesoramiento sobre derechos sociales y recursos de las
sociedad para actuar sobre la problemá;ca social.
- Inves;gadora: inves;gar la problemá;ca social detectada a través de los datos obtenidos en el trabajo
social. Analizar el entorno social para establecer la naturaleza, dimensión y prioridad de los problemas
sociales.
- Planificadora: planificar y colaborar ac;vamente en la planificación para la creación y promoción de
recursos y en la mejora de los existentes, para la sa;sfacción de las necesidades y el desarrollo de la
polí;ca social.
- Preven;va: actuar sobre las actuales y posibles causas de desajuste social, influyendo en las causas y no
en los meros efectos, con los métodos medios y técnicas adecuados en cada caso. Promover acciones
preven;vas contra la marginación y la deshumanización de la sociedad. Promover servicios sociales como
instrumento opera;vo de la atención a las necesidades.
- Rehabilitadora: reinsertar y rehabilitar socialmente al individuo y al grupo.

Funciones
Intervención directa:
- Inves;gación
- Asistencia
- Planificación
- Evaluación.
Intervención indirecta:
- Inves;gación
- Promoción
- Prevención
- Par;cipación en las polí;cas sociales
- Dirección de servicios
- Supervisión
- Docencia.

Competencias por área de especialización


- Trabajador/ra social de Base o “Basic Professional Social Worker”.
- Trabajador/ra social especializado.
- Menores, mayores, migraciones, familia, mujeres.
- Salud, educación, vivienda, jus;cia.
- Trabajador/ra social independiente.
- Trabajador/ra social avanzados o alta especialización.

Competencias del “Basic Professional Social Worker”.


Destrezas /Capacidades para:
- Entablar relaciones posi;vas o apropiadas en situaciones adversas.
- Reconocer las principales disfunciones de la conducta de los individuos y los grupos.
- Elaborar una valoración social básica y un plan de servicio.
- Conocimiento de los recursos de la comunidad relevantes para las necesidades iden;ficadas.
- Relacionarse como profesional par;cipante en un programa de una agencia.
- Llevar a cabo técnicas básicas de inves;gación social.
- Dirigir o par;cipar en métodos de planificación u organización comunitarias.
- Dirigir un estudio social comprehensivo o plan de tratamiento dentro de un servicio dado.
- Iniciar y desarrollar programas de grupo-comunidad dentro de unos estándares dados.

Competencias del Trabajador social profesional especializado.


- Establecer relaciones construc;vas con clientes diEciles superando la fuerte
- Tratar con fuertes conflictos o situaciones complejas.
- Diseñar y dirigir la inves;gación.
- Proporcionar tratamiento psicoterapéu;co bajo supervisión.
- Determinar el tratamiento diferencial de las necesidades.
- Proporcionar formación de trabajo social profesional o supervisión.
- Representar la disciplina de trabajo social profesional en un programa interdisciplinar.
- Desarrollar y dirigir un programa de terapia de tratamiento o servicio sin supervisión directa.
- Capacidad para proporcionar tratamiento especializado o método de servicio.

Competencias del Trabajador Social Independiente.


- Llevar una psicoterapia de alta complejidad o de naturaleza exigente.
- Realizar un diagnós;co diferencial de individuos o grupos que implica factores complejos e inconscientes.
- Administrar un trabajo social autónomo, un programa de salud o salud mental de alcance limitado o uno
de alcance más amplio dentro de una organización más amplia.
- Adoptar toda la responsabilidad en un marco mul;disciplinar o en el desarrollo general comunitario o en
los servicios.

Competencias de los trabajadores sociales profesionales avanzados.


- Capacidad para diseñar y dirigir inves;gaciones complejas y amplias o estudios de
- Planificación que implican factores múl;ples o discordantes.
- Competencia altamente especializada en al menos un método de trabajo social.
- Capacidad para administrar un trabajo social mayor, el bienestar social, la salud mental o
- Un programa de salud o departamento con amplia ges;ón y responsabilidades presupuestarias.
TEMA 4. Bases teóricas del Trabajo Social

PARTE I. Trabajo Social y Ciencias Sociales.

Qué es una teoría


“No hay nada más prácCco que una buena teoría ( …) las buenas teorías suelen surgir en el contexto de la
prácCca” (Kurt Lewin, 1951).
“Una teoría puede definirse como una serie de conceptos y proposiciones que presenta una visión
organizada de los fenómenos “ (Howe, 1999: 42).

Para qué sirve una teoría


- Para describir la realidad
- Para explicarla
- Para predecir acontecimientos
- Para controlar fenómenos
- Y para llevar a cabo acciones intencionales.

Trabajo Social y ciencias sociales. Cien años de historia conflicCva.


- El trabajo social no es un invento español. Como profesión, nace en Europa y en los Estados Unidos de
manera más o menos simultánea, pero en la configuración de la disciplina la aportación norteamericana
resultará fundamental.
- Nuestra profesión nace como parte del proyecto global de las ciencias sociales por los mismos moCvos,
en el mismo contexto social y políCco, y en permanente diálogo con ellas.
- Las Ciencias Sociales (CCSS) nacen todas ellas para entender lo que está pasando en la sociedad como
consecuencia de la Revolución Industrial en el siglo XVIII. (Parábola del pescador de Alinsky).
- Las Ciencias Sociales son deudoras de las Ciencias Naturales al explicar los fenómenos sociales los nuevos
conceptos cieneficos.
- La obra de Adam Smith Wealth of NaCons (La riqueza de las Nacionales, 1776) se considera el nacimiento
de la ciencia social. A parCr de ese momento irán apareciendo la Sociología, Antropología, Psicología,
Economía, Psiquiatría, Enfermería y el Trabajo Social.
- Para Foucault las condiciones del pensamiento humano impidieron la existencia de las Ciencias humanas
antes del siglo XVIII.

¿Qué pasó en esta época?


- Con la aceleración del capitalismo el Estado sufrió una intensa presión por parte de colecCvos y
movimientos sociales que reivindicaban el reconocimiento de sus derechos como ciudadanos y
ciudadanas frente a aquellos grupos de la clase dominante representados y apoyados por el Estado.
- La ciencia moderna y a lo largo del siglo XVIII y XIX fueron apareciendo diferentes disciplinas: Sociología,
Antropología, Psicología, Economía, Psiquiatría y el Trabajo Social. Es en este siglo cuando surgen
posibilidades nuevas de conocer a los seres humanos y es en este siglo cuando inician su camino las
ciencias humanas.
- La CuesCón Social y el pauperismo requerirán explicaciones y acciones: estudiar la sociedad y modificar
su funcionamiento (salvaje). Ahí nacen las CCSS para comprenderlas y actuar sobre ellas a fin de
conseguir un mejor funcionamiento social.
- Su origen se relaciona con la constatación de un fracaso: la pervivencia (o conCnuidad) de la pobreza en
el momento en que las fuerzas producCvas son capaces de producir más riqueza. Es la “CUESTIÓN
SOCIAL”.
- Según Castel esta cuesCón se bauCzó por primera vez explícitamente como tal en la década de 1830. Se
planteó entonces a parCr de la toma de conciencia de las condiciones de vida de poblaciones que eran a
la vez agentes y vícCmas de la revolución industrial, de la producción de riquezas. Era la cuesCón del
pauperismo. Un momento fundado sobre el reconocimiento de los derechos del ciudadano y ciudadana,
y un orden económico que suponía miseria y desmoralización masivas.
- Se difundió entonces la convicción de que había allí una amenaza al orden políCco y moral y que
resultaba necesario “encontrar un remedio eficaz para la plaga del pauperismo, o prepararse para la
conmoción del mundo.”. La sociedad liberal corría el riesgo de estallar debido a las nuevas tensiones
provocadas por la industrialización salvaje. Vicomte A. De Villeneurve-Bargemont (1834).
¿Cuáles fueron los principales teóricos de las Ciencias Sociales (CC.SS) en esta época?
- PolíCcos sociales como: Jerónimo de Ustáriz, Thomas Malthus, Adam Smith, David Ricardo, Saint- Simon,
Comte, Weber, Marx y Durkheim se muestran interesados en estudiar la industrialización y sus
consecuencias, el crecimiento enorme de la producCvidad, el aumento cada vez mayor de la pobreza
que va a afectar a la mayoría de la población.
- Contrariamente a lo que pensaban las generaciones anteriores, la sociedad no se conformaba de acuerdo
a las leyes de la razón sino que … estaban actuando una serie de fuerzas más allá de la capacidad
humana de elección racional. Comprender dichas fuerzas sería la misión de las nuevas Ciencias Sociales.
- Las CCSS tenían algo que decir sobre cómo entender la sociedad y qué hacer para modificarla, para
conseguir un mayor bienestar para todos los seres humanos.

- A lo largo del XIX se irá produciendo la escisión entre algunas ciencias y el mundo de la Reforma Social y
la Acción Social en la que tuvieron origen.
- Un primer grupo de ciencias presCgiosas: Antropología, Sociología, Ciencias PolíCcas, Economía o
Psicología.
- Un segundo grupo de ciencias inferiores: Pedagogía, Trabajo Social y Ciencias de la Comunicación… por
su vinculación al mundo de la acción o empresa.
- Unas dedicadas al saber y las otras Cenen una vocación aplicada a la mejora de la sociedad.

La fundación del Trabajo Social como parte del mismo proyecto y con vocación de “disciplina aplicada”.
- El Trabajo Social (TS) nace formando parte del proyecto global de las Ciencias Sociales (CCSS) y nunca
dejó de ser “aplicado” porque en caso contrario sencillamente hubiera dejado de exisCr.
- La aparición de una nueva profesión, primero, y una nueva disciplina, después, no se produce
simplemente como consecuencia de la mera evolución de la caridad y la filantropía. Cambia el contexto
social
- La pobreza, la enfermedad, el sufrimiento y la desorganización social han exisCdo a través de la historia
de la humanidad; pero la sociedad industrial de los siglo XIX y XX tuvo que hacer frente a numerosos
problemas sociales que no podían resolver ya, adecuadamente, las insCtuciones humanas más anCguas:
la familia, el vecindario, la iglesia y la comunidad local.
- Además de que han surgido ideas humanitarias, que conceden gran importancia a nuestra
responsabilidad hacia los demás, el progreso de las ciencias biológicas y sociales proporcionó nuevos
instrumentos para invesCgar las causas de la pobreza , de las deficiencias humanas, y de la insaCsfacción,
con el objeCvo general de resolver o aliviar los problemas sociales (Friedlander).

Necesidad de una Teoría para la prácCca.


“Si se quiere evitar la deriva y la falta de propósito, la prácCca necesita estar asentada sobre un claro
esquema interpretaCvo, lo que conduce a una prácCca bien arCculada … (como hay una serie de bases
explicaCvas posibles de las que parCr) ha de hacerse un debate abierto. “ (Howe, 1999: 48-49).

La observación, la experiencia y la reflexión definen diversos niveles de conocimiento.


- ¿es el trabajo social una ciencia?
- ¿consCtuye un conocimiento?
- ¿qué Cpo de conocimiento?
- ¿cómo se alcanza o llega a ese conocimiento?
- ¿qué método uCliza?

Tipos de conocimiento
- Conocimientos adquiridos a través de la percepción, observación y experiencia úCles para la vida
coCdiana.
- Conocimientos cieneficos parten de la observación, experiencia… pero se deja cuesConar, criCcar, revisar.
Cuentan con: un lenguaje propio y común a esa disciplina, que les ayuda a definir ideas, conceptos, y
conocimientos (eso hace comunidad cienefica) y métodos por los que cada ciencia definen y adquieren
los conocimientos.
- Conocimiento profesional: conocimientos cieneficos + (experiencia personal + colecCva).
- Todos estos conocimientos Cene relación directa: en la prácCca profesional se consolidan o cuesConan y
a su vez, influyen en la teoría. Si bien tradicionalmente quedan separados los ámbitos cieneficos
(universitarios) y profesional (insCtuciones…). (PrácCca - teoría- prácCca).

¿De qué estamos hablando cuando hablamos de Trabajo Social en España?


- Diplomatura universitaria (1983)
- Área de Conocimiento de TS y SS (1990)
- Dificultades para concretar el objeto de estudio por la diversidad de ámbitos de intervención.
- Primacía del saber hacer más que de la creación de un cuerpo teórico, soporte de la prácCca. De ahí la
falta de invesCgación y creación de un cuerpo teórico propio: literatura cienefica.
- Diversidad de denominaciones: Social Work, Servicio Social,
- Todas comparten niveles de intervención: caso, grupo y comunidad, además de la invesCgación social,
administración social.
- En España se adopta TS en 1968 (Congreso de AS de Barcelona) antes Asistencia Social y Servicio Social.
- Necesidad de diferenciar del resto de las ciencias sociales de las que ha bebido.

El Trabajo Social como ciencia: definiciones y de-limitaciones.


- La pluralidad de los mundos de la vida y la complejidad de las relaciones comunicaCvas hacen que
cualquier persona pueda converCrse en algún momento en cliente del trabajo social. (Kleve, 2002)
- ¿qué implica esto?
- Los trabajadores sociales en Alemania (Klüsche) realizan en torno a 33 acCvidades diferentes, dispersión
dada por su propia historia y la dependencia de otras ciencias sociales afines: políCca, psicología,
sociología, economía, medicina, psiquiatría, antropología, biología, historia, pedagogía y filosoxa.
- Lo genuino del TS es la síntesis de estas ciencias. Saberes generalistas más visión holísCca de los
problemas (Friedlander, 1989). Es lo que Kleve define como generalismo especializado.
- Para este autor lo esencial del TS es la síntesis de todas ellas pero con un enfoque generalista (mulCples
ámbitos) y holísIco (visión totalizadora, global). Porque analiza y estudia la realidad de las personas o
colecCvos teniendo en cuenta no lo parcial sino la persona en interacción con el contexto, con el medio,
con otras personas y teniendo en cuenta las dimensiones (biológicas, psíquicas, sociales)
- ¿cómo llama a esto Kleve? [pregunta de clase]
- Así el trabajo social como ciencia es la que “esclarece, explica, invesCga y adquiere conocimientos” sobre
diferentes aspectos de la vida de la persona y lo hace unificadamente.

¿Qué ha adquirido el Trabajo Social de otras ciencias, según el autor?


- Para Louis Lowy el objeto material del TS es “el comportamiento o conducta humana en su medio” de ahí
la interdependencia y coincidencia con otras ciencias
- Elementos comunes en TS: (p.70) [pregunta]
- — la ayuda
- — los objeCvos
- Para Silvia Staub-Bernasconi el objeto del TS es “La respuesta a los problemas sociales que surgen en la
sociedad industrial y que exigen una solución”
- Pero ¿qué pasa con la prevención, incorporación social, el desarrollo social… ?

El Trabajo Social como acción externa de ayuda en el ciclo vital y social de las personas.
- El autor considera que el modelo ecológico-sistémico es el mejor estructurado (propuesta de Germain y
Gi}erman).
- El trabajo social ocupa el “espacio de nadie” en el que se encuentran interactuando individuos, colecCvos
y sociedad.
- Analiza, diagnosCca los problemas, ordena, estructura y orienta cieneficamente las acciones propuestas a
la solución.
- En conCnua definición y redefinición.

El Trabajo Social como ciencia


Es aquel que esclarece, explica, invesCga, adquiere conocimientos de salud, emociones.
Las teorías en Trabajo Social.
- Toda acción profesional, toda prácCca del trabajador o trabajadora social implica (o es expresiva) de una
teoría, sea esta una teoría explícita, una teoría implícita, o un mezcla de ambas.
- Toda teoría en trabajo social indica un Cpo o un modelo de prácCca profesional.

Una disCnción importante:


- Teoría para el Trabajo Social.
- Teorías del Trabajo Social.

Claves para una taxonomía de teorías.


- El orden (abajo) y el conflicto (arriba).
- El objeCvo (a la derecha) y lo subjeCvo (a la izquierda).

PARADIGMAS DE TEORÍA SOCIAL


CONFLICTO-----ORDEN SUBJETIVO--------OBJETIVO

● Humanista ● Estructura
s radicales listas
radicales

● Interpretat ● Funcionali
ivas stas

PARADIGMAS DE TRABAJO SOCIAL


CONFLICTO------ORDEN SUBJETIVISMO-------OBJETIVISMO

● Ts revolucionario

● Ts
concientiza
dor

● Ts
buscador ● Ts
de reparador
sentido
Teorías del orden y objeCvistas: paradigma de Trabajo Social reparador.
- Las teorías de sistemas sociales.
- Las teorías conducCstas y psicoanalíCcas.
- Definir el problema: la gente como problema, la gente con problemas.
- Explicación del problema: diagnósCco de expertos.
- ObjeCvos de intervención: mejorar/mantener.
- Métodos de intervención: tratamiento, apoyo, mantenimiento.

Teorías de orden y subjeCvistas: paradigma de las/os buscadoras del senCdo.


- Teorías interpretaCvistas.
- Teorías no direcCvas (“centradas en el cliente”).
- Definir el problema: comprender la experiencia de cada cual.
- ObjeCvos de la intervención: crea nuevos significados.
- Métodos de la intervención: la comunicación y la empaea.

Teorías del conflicto y subjeCvistas: paradigma de Trabajo Social concienCzador.


- Humanismo radical y críCco.
- Feminismo concienCzante.
- Definir el problema: los problemas personales Cenen causas políCcas.
- Explicar el problema: las personas con problemas están en contextos económico- políCcos.
- ObjeCvos de la intervención: llegar a ser conscientes.
- Métodos de la intervención: concienCzación, control del contexto, de las circunstancias.

Teorías del conflicto y objeCvistas: paradigma de Trabajo Social Revolucionario.


- Trabajo Social socialista, marxista o anarquista (y reconceptualización laCnoamericana).
- Definir el problema: el capitalismo.
- Explicar el problema: análisis estructural.
- ObjeCvos de la intervención: redistribucción de riquezas y poder.
- Métodos de la intervención: acción social y políCca (acción colecCva).

PARTE II. Bases teóricas del Trabajo Social.

El TS dispone de un cuerpo sistemáCco de conocimientos teóricos:


- Teoría de la prácCca del TS que proviene de la descripción e interpretación de la realidad basado en
procesos observaciones e inducCvos.
- Teoría para la prácCca del TS, recibida de las aportaciones teóricas de otras ciencias sociales.

Teorías de referencia en Trabajo Social.


Teorías que contribuyen al TS y le ayudan a comprender los fenómenos sociales y humanos. Cada una
aporta una parte de la información en el rompecabezas de las situaciones sociales (Rubí, 1990).

Teorías sociológicas generales:


- Compte, el método de la observación, experimentación y comparación.
- Darwin, la teoría evolucionista.
- Spencer, teoría organicista.
- Durkheim, los métodos de invesCgación o la solidaridad social.
- Weber, estudio de la sociedad y la cultura, insCtuciones polñiCcas, económicas y religiosas.
- Marx, su teoría de la alienación, sobre el proceso histórico, concepto de clase social, lucha de clases…

Teorías sociológicas de aplicación:


- Merton y Parson, y sus teorías de la estraCficación social, de la acción social, y los conceptos de rol y
estatus
- Dahrendorf, y su teoría de las clases sociales.
- Las teorías sociológicas aportan al TS una metodología de análisis de los problemas sociales: estructuras,
insCtuciones, normas y permiten comprender con más facilidad las situaciones parCculares de los
usuarios de los servicios sociales, de su conducta, valores y determinismos sociales (Rubí, 1990).

Teorías psicológicas.
- El funcionalismo norteamericano de W. James que influyó en Mary Richmond.
- El pragmaCsmo funcionalista de Dewey y el interaccionismo simbólico.
- El psicoanálisis de Freud y su influencia en el TS de casos (Richmond, Addams…)
- Teoría behavorista de J. Watson.
- Y otras que aportaron el humanismo y cogniCvismo, (Maslow), teoría de campo de K. Lewin, la terapia
centrada en el cliente de C. Rogers o las teorías psicodinámicas de E. Fromm

Aporte de las teorías psicológicas.


Conocimientos para comprender a los usuarios y desCnatarios de la intervención profesional, en tanto que
sujetos individuales portadores de necesidades, deseos y moCvaciones. Las teorías de la psicología social
proporcionan información sobre aspectos del funcionamiento de los pequeños grupos así como cuesCones
psicoafecCvas y emocionales de las organizaciones.

Teorías psicológicas más relevantes para el Trabajo Social.


1. PragmaCsmo e interaccionismo simbólico
- Individualidad e interdependencia del hombre y el medio, sean personas, insCtuciones u agrupaciones
(Richmond).
- Adaptación del individuo al medio y del medio al individuo, reflejan el origen del TS en redes y la
perspecCva sistémica
2. Psicología clínica, individualista, de casos, con clara influencia del psicoanálisis
3. Enfoques sociológicos comunitarios y dialécCcos influencia del movimiento de Reconceptualización en
América laCna, que señala la dimensión estructural de los problemas sociales que viven los individuos.
4. Teoría del cambio planificado para quien los trabajadores sociales son “agentes de cambio” “planificado”
5. Enfoque sistémico se acerca al interaccionismo. Destaca su enfoque de los problemas circular, recurrente
y con interconexiones. Y los conceptos de retroalimentación, sistema y entorno.

Otras disciplinas
- Antropología cultural que aporta claves para conocer la cultura, las etnias…
- Historia ayuda a idenCficar los factores y contextos históricos
- Medicina tomando el metodo de intervención (estudio, diagnosCco, planificación, tratamiento y
evaluación)
- Otras teorías: Feminismo, Ecologismo y anCrracismo.

Contribuciones de la Teoría de la Ciencia Social al Trabajo Social


- A nivel individual
- A nivel familiar y de grupo
- A nivel organizacional
- A nivel comunitario
- A nivel de la sociedad

Contribuciones de la invesCgación en Trabajo Social


- También el TS ha contribuido al enriquecimiento de otras ciencias sociales
- Suelen estar invisibilizados y diluidos al usar métodos de invesCgación de otras ccss
- Ver los trabajos de Tripodi, Fellin y Meyer, 1983; Maas, 1978;Polansky, 1960;
- A nivel individual: el casework,
- A nivel de grupo y familia
- A nivel de organizaciones
- A nivel comunitario (Murray G. Ross).
Teorías que ayudan a:
- Entender la idenCdad psicosocial del sujeto.
- Entender aspectos del sistema social del sujeto
- Entender el sistema social para responder a las necesidades del sujeto
- Para comprender al sujeto
- Para saber qué hacer en determinadas situaciones del sujeto.

En definiCva, son imprescindibles:


- Todas estas teorías nos proporcionan un marco de referencia o encuadre de la prácCca que nos permite
organizar ideas y organizar la invesCgación además de contribuir a focalizar la acción en situaciones
ocmplejas.
- Ayuda a comprender y contrastar esas ideas
- A sistemaCzar la prácCca
- Nos explican y ayudan a comprender diferentes ordenes de complejidad de los social.
- Pero siempre que nos conecten con el mundo real, que sirvan para intervenir, actuar, cambiar; que sean
de uClidad para la intervención.

Para concluir
- A pesar de la importancia de la teoria debemos recordar que no han sido elaboradas por y para el TS por
eso debemos integrarlas de forma holísCca, valorando su uClidad en cada caso.
- No podemos perder de vista la importancia de centrarnos en la propia relación de ayuda y terapéuCca
entre el trabajador social y la persona en cada relación de ayuda o intervención.
- En TS los conocimientos adquiridos de la prácCca son tan valiosos como la teoría.
- Las teorias y los modelos son guias que nos orientan y encuadran la acción.
- “A través del respeto y apoyo mutuo pueden producirse los progresos y avances más importantes”
(Garvin y Tropman, 1992).
TEMA 5. Prác,ca profesional. É,ca y Deontológica.

Deontología
- Conjunto de principios y reglas é7cas que regulan y guían una ac7vidad profesional.
- Conjunto de normas vinculantes para un colec7vo profesional.
— Deberes mínimamente exigibles.
— Determinados por escrito por el propio colec7vos: códigos.
— É7ca: disciplina que estudia los contenidos norma7vos de un colec7vo profesional.

Con7enen:
- Principios é7cos
- Principios y prác7ca profesional: declaraciones generales
- Normas é7cas: qué harás y que no harás
- Normas de prác7ca profesional: guía
- Ac7tudes, derechos y deberes del bienestar humano.

Funciones
- Guía para especialista sobre cómo actuar y tomar decisiones é7cas
- Protección del cliente y determinar qué espera
- Mejorar el estatus profesional, sello de la profesión
- Creación y mantenimiento de la iden7dad profesional
- Regulación profesional exigiendo la adhesión al código.

Código Deontológico
Concepto: está relacionado con los deberes, las normas, que guían la prác7ca profesional.
Aplicables a la relación del profesional:
- Con la ins7tución a la que pertenece y con otras en7dades (arNculos 8-23).
- Con los clientes (arNculos 24-33).
- Consigo mismo (arNculos 34-47).
- Con la sociedad (arNculos 48-55).
- Con la organización colegial (arNculos 56-59).

Normas é7cas y código deontológico


É7ca profesional: valores, principios y fin úl7mo de una profesión.
Códigos de é7ca: el referente para decidir quién es buen profesional
La comunidad cienNfica: establece los criterios é7cos o de calidad (ins7tución universitaria, colegio
profesional asociaciones, etc.)

Código Internacional de É7ca Profesional para el Trabajo Social, adoptado por la Asamblea General de la
Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS) año 2014.
Hace referencia a:
1. Declaraciones y convenciones sobre derechos humanos relevantes para el trabajo social.
2. Declaración de principios é7cos generales:
- Derechos humanos y dignidad
- Jus7cia social
3. La sección final: introduce alguna orientación básica sobre la conducta é7ca en trabajo social, y
encomienda a las organizaciones profesionales y académicas que las desarrollen en Códigos Deontológicos.

1. Declaraciones y convenciones sobre derechos humanos relevantes para el trabajo social.


- Declaración Universal de Derechos Humanos
- Convención para la eliminación de todas las formas de Discriminación Racial
- Convención para la eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres
- Convención sobre los Derechos del Niño
- Convención sobre Pueblos Indígenas y Tribales (convención de la OIT 169)
- Otros.
2. Declaración de principios é7cos generales.
2.1. Derechos humanos y dignidad.
1. Respetar el derecho a la autodeterminación
2. Promover el derecho a la par7cipación
3. Tratar a cada persona como un todo
4. Iden7ficar y desarrollar sus fortalezas.

3. Jus7cia Social.
1. Desafiar la discriminación nega7va
2. Reconocer la diversidad
3. Distribuir los recursos equita7vamente
4. Oponerse a las polí7cas y acciones injustas
5. Trabajar en solidaridad

Viejos y nuevos principios.


- Algunos han permanecido inmutables
— Respetar la in7midad de las personas, su vulnerabilidad al contar su vida, sus dificultades
— Espera colaboración para resolver sus dificultades
- Otros cambian para garan7zar una buena prác7ca profesional (úl7mos veinte años)
- Han perdido peso: la aceptación y la an7fiscalización (Salcedo).

Biestek (1957)
-Individualización
-Expresión sen7mientos
-Implicación emocional
-Aceptación
-Ac7tud an7fiscalizadora
-Autodeterminación
-Confidencialidad

Butrym (1976)
- Individualización
- Expresion sen7mientos
- Implicación emocional
- Aceptación
- Ac7tud an7fiscalizadora
- Autodeterminación
- Confidencialidad
- Respeto a las personas

Banks (1995)
- Respeto y promoción de los derechos
- Promoción del bienestar
- Igualdad
- Jus7cia distribu7va

Tipos:
- Cortos: Asociación Sudafricana
— Determina cualidades o rasgos de personalidad del trabajador/ra social
— Juramento
- Específicos para un sector: jóvenes
— Valorar a cada persona
— Explicar límites confidencialidad y uso específico para ese fin
- Largo: NASW
Incluye principios é7cos y estandares é7cos o normas.
… Banks
- Aspiracionales
— Son ideales o aspiraciones aunque no puedan aplicarse completamente
— Recogen la DUD Humanos
- Educa7vos
— Guía de cómo actuar en cada situación
— Despertar la conciencia profesional, debate y reflexión crí7ca
- Reguladores
— De la conducta profesional
— Normas prác7cas y é7cas detalladas.

Aspectos a deba7r
- ¿Son poco é7cos algunos códigos?
- ¿Qué papel cumplen, qué funciones?
- ¿Incrementan el poder profesional y el eli7smo?

Código Deontológico
- Aprobado en Asamblea del Consejo General de Colegios de TS y AS hqp://www.cgtrabajosocial.es/
- Principios básicos:
Dignidad
Libertad
Igualdad

Principios
1. Respeto ac,vo a la persona, al grupo, o a la comunidad como centro de toda intervención profesional.
2. Aceptación de la persona en cuanto tal con sus singularidades y diferencias.
3. Superación de categorizaciones derivadas de esquemas prefijados.
4. Ausencia de juicios de valor sobre la persona así como sobre sus recursos, mo7vaciones y necesidades.
5. Individualización expresada en la necesidad de adecuar la intervención profesional a las
par7cularidades específicas de cada persona, grupo o comunidad.
6. Personalización exige reconocer el valor del des7natario no como objeto sino como sujeto ac7vo en el
proceso de intervención con la intencionalidad de derechos y deberes.
7. Promoción integral de la persona, considerada como un todo, desde sus capacidades potenciales y los
múl7ples factores internos y externos circunstanciales. Supone superar visiones parciales, unilaterales
así como integrar la intervención a través de la interprofesionalidad.
8. Igualdad de oportunidades, de derechos, de equidad y de par7cipación desde la convicción de que
cada persona 7ene capacidades para una mayor calidad de vida.
9. Solidaridad, implicarse en el logro de una sociedad inclusiva, y la obligación de oponerse a las
situaciones sociales que contribuyen a la exclusión, es7gma7zación o subyugación social.
10. Jus,cia social con la sociedad en general y con las personas con las que se trabaja, dedicando su
ejercicio profesional a ayudar a los individuos, grupos y comunidades en su desarrollo y a facilitar la
resolución de conflictos personales y/o sociales y sus consecuencias.
11. Reconocimiento de derechos humanos y sociales y su concreción en el ejercicio real de los mismos.
12. Autonomía ejercida desde la confianza en las capacidades propias de los profesionales, sin coacciones
externas.
13. Autodeterminación como expresión de la libertad de la persona y por lo tanto de la responsabilidad de
sus acciones y decisiones.
14. Responsabilidad y corresponsabilidad con la persona usuaria, con todos los sujetos que par7cipan en
la intervención profesional y con las ins7tuciones.
15. Coherencia profesional conociendo y respetando el proyecto y la norma7va de la ins7tución donde
trabaja.
16. Colaboración profesional de manera ac7va, construc7va y solidaria en relación con los/las otros/as
profesionales que par7cipan en la intervención profesional con la persona usuaria. Del mismo modo en
lo referente a la auto-organización de los/as profesionales del trabajo social en sus estructuras
organiza7vas colegiales.
17. Integridad exige del profesional no abusar de la relación de confianza con la persona usuaria, reconocer
los límites entre la vida personal y profesional, y no aprovecharse de su posición para obtener
beneficios o ganancias personales.
CÓDIGO DEONTOLÓGICO
DE TRABAJO SOCIAL
CODIGO DEONTOLOGICO DE TRABAJO SOCIAL
INTRODUCCIÓN
La deontología es uno de los fundamentos de la existencia de las organizaciones profesionales, ya que
sirve de guía para procurar la excelencia profesional y evitar la mala praxis.

El Consejo General del Trabajo Social ha venido utilizando, sin perjuicio de los diferentes códigos
deontológicos que los colegios profesionales de cada Comunidad Autónoma haya podido desarrollar, el
código deontológico aprobado en Asamblea General de Colegios Oficiales de mayo de 1999, como guía
para resolver los problemas éticos y deontológicos en el ejercicio de la actividad profesional.

Tal y como ha reconocido el Tribunal Supremo las normas deontológicas de los colegios o consejos
profesionales determinan obligaciones de necesario cumplimiento por los colegiados/as y responden a
la potestad publica que la Ley devenga a favor de estas organizaciones para ordenar la actividad
profesional, velando por la ética y dignidad profesional y por el respeto debido a los derechos de la
ciudadanía. Por ello, se debe ejercer la facultad disciplinaria en el orden profesional, intentando evitar
comportamientos contrarios a la excelencia profesional, de ahí su función preventiva y didáctica.

El desarrollo de nuestra profesión a lo largo de estos años, puso de manifiesto la necesidad de adaptar
el código deontológico a las nuevas realidades sociales, a los nuevos usos de las tecnologías de la
información y la comunicación y a las nuevas circunstancias legislativas del siglo XXI. Por ello, desde el
Consejo General del Trabajo Social se creó una Comisión Deontológica en mayo de 2010 con el objeto
de iniciar la actualización de las normas deontológicas adecuándolas al reflejo de la realidad de la
práctica profesional.

En noviembre del año siguiente, se presentó un borrador del nuevo Código Deontológico a la Asamblea
de Colegios Oficiales de Trabajo Social para que fuera sometido a la opinión general del colectivo
profesional con el objetivo de asegurar que el documento resultante tuviera un alcance lo más amplio
posible.

Podemos afirmar que la participación de los colegios profesionales en este proceso ha sido modélica, no
sólo por el alto nivel de participación que supuso presentar a la Comisión más de trescientas
aportaciones, sino por la calidad del análisis contenido en las mismas, que se ha realizado a través de
grupos de trabajo de ética o de los representantes elegidos por ellos.

Finalizado este proceso, queremos agradecer las valiosas aportaciones recibidas, muchas de ellas
reflejadas en el presente documento, resultado del máximo consenso, después de realizar un profundo
análisis de la realidad del nuestra organización y su entorno. No podría ser de otra manera, ya que
contiene los valores, principios y normas que han de guiar el ejercicio profesional del conjunto de
profesionales del trabajo social.

Página 2
Así el Consejo General se encargará de dotar a este código de la suficiente difusión y publicidad para que
sea conocido no sólo por profesionales del trabajo social, sino por las instituciones y por la sociedad en
general, ya que la excelencia profesional supone una garantía para todos ellos.

Para cimentar nuestro êthos hemos necesitado muchas manos, este código puede ser nuestra segunda
morada, habitada desde la esencia de los principios, valores, derechos, deberes y saberes del trabajo
social.

Ana I. Lima Fernández


Presidenta del Consejo General del Trabajo Social

TEXTO APROBADO DE FORMA UNÁNIME


POR LA ASAMBLEA GENERAL DE COLEGIOS
OFICIALES DE DIPLOMADOS EN TRABAJO
SOCIAL Y ASISTENTES SOCIALES EN SU
SESIÓN EXTRAORDINARIA DE 09 DE JUNIO
DE 2012

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INDICE:

PREAMBULO
CAPÍTULO I. DESCRIPCIÓN Y ÁMBITO DE APLICACIÓN.
CAPÍTULO II. APLICACIÓN DE PRINCIPIOS GENERALES DE LA
PROFESIÓN
CAPÍTULO III. DERECHOS Y DEBERES DE LOS/LAS
TRABAJADORES/AS SOCIALES.

A. RELACIÓN CON LA PERSONA USUARIA


B. RELACIÓN CON OTROS/AS PROFESIONALES
C. RELACIÓN CON LAS INSTITUCIONES

CAPÍTULO IV. – LA CONFIDENCIALIDAD Y SECRETO PROFESIONAL


CAPÍTULO V. – LAS COMISIONES DEONTOLÓGICAS
DISPOSICIÓN FINAL.- ENTRADA EN VIGOR

Página 4
PREÁMBULO
El primer código deontológico en trabajo social editado por el Consejo General del Trabajo Social fue
aprobado por Asamblea General de Colegios Oficiales de Diplomados en Trabajo Social y Asistentes
Sociales en su sesión extraordinaria de 29 de mayo de 1999. Desde entonces, en los siguientes diez
años, el código se ha impreso hasta en seis ocasiones.

El presente documento es una actualización del anterior texto, siendo el primer Código Deontológico del
siglo XXI que edita el Consejo General del Trabajo Social, y se justifica en la necesidad de ahondar en los
principios éticos y deontológicos profesionales atendiendo a las nuevas realidades sociales y a las
normas que influyen directamente en la actividad profesional.

Sus objetivos, entre otros, tienen que ver con la necesidad de acotar responsabilidades profesionales,
promover el incremento de los conocimientos científicos y técnicos, definir el correcto comportamiento
profesional con las personas con la persona usuaria y con otros profesionales, evitar la competencia
desleal, mantener el prestigio de la profesión, perseguir el constante perfeccionamiento de las tareas
profesionales, atender al servicio a la ciudadanía y a las instituciones, valorar la confianza como factor
importante y decisivo en las relaciones públicas y servir de base para las relaciones disciplinarias.

Si el anterior documento estableció un marco de regulación de los principios éticos y criterios


profesionales por los que se rige la profesión de trabajo social, el actual código pretende superar las
dificultades con las que se ha encontrado la profesión a lo largo de la década siguiente. Este código sirve
para confirmar el compromiso de la profesión del trabajo social con la sociedad, incluyendo los avances
científico-técnicos y el desarrollo de nuevos derechos y responsabilidades tanto del profesional del
trabajo social como de las personas usuarias.

Respecto al papel del profesional del trabajo social, hemos de tener en cuenta sus funciones:

Se ocupan de planificar, proyectar, calcular, aplicar, evaluar y modificar los servicios y políticas sociales
para los grupos y comunidades. Actúan con casos, grupos y comunidades en muchos sectores
funcionales utilizando diversos enfoques metodológicos, trabajan en un amplio marco de ámbitos
organizativos y proporcionan recursos y prestaciones a diversos sectores de la población a nivel micro,
meso y macro social. Algunas de la funciones se podrán desarrollar de manera interrelacionada, de
acuerdo a la metodología especifica de la intervención que se utilice.

De ello se desprende1:

1
Aprobadas unánimemente en Asamblea Extraordinaria de 29 de septiembre de 2001.

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Información Planificación
Investigación Gerencia y dirección
Prevención Evaluación
Asistencia Supervisión
Atención directa Docencia
Promoción e inserción social Coordinación
Mediación

Para desarrollar sus funciones, los profesionales del trabajo social cuentan con unos instrumentos específicos
del trabajo social:

- Historia social, documento en el que se registran exhaustivamente los datos personales, familiares,
sanitarios, de vivienda, económicos, laborales, educativos y cualesquiera otros significativos de la situación
socio-familiar de una persona usuaria, la demanda, el diagnóstico y subsiguiente intervención y la evolución de
tal situación.

- Ficha Social, soporte documental de trabajo social, en el que se registra la información sistematizable de la
historia social.

- Informe Social, dictamen técnico que sirve de instrumento documental que elabora y firma con carácter
exclusivo el profesional del trabajo social. Su contenido se deriva del estudio, a través de la observación y la
entrevista, donde queda reflejada en síntesis la situación objeto, valoración, un dictamen técnico y una
propuesta de intervención profesional.

- Escalas de valoración social. Instrumento científico que sirve para identificar situaciones sociales en un momento
dado. Permite elaborar un diagnóstico social

- Proyecto de intervención social, diseño de intervención social que comprende una evaluación-diagnóstico de
la situación y personas con quienes actuar, una determinación de objetivos operativos, actividades y tareas,
utilización de recursos, temporalización y criterios de evaluación.

En base a estas premisas que definen la actividad del trabajador/a social se ha elaborado un Código
Deontológico para la profesión del trabajo social en España, documento fundamental para el buen desempeño
de la profesión.

Sirvan las presentes normas deontológicas para recoger los derechos y deberes de todos los trabajadores
sociales en el ejercicio de su actividad profesional.

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CAPÍTULO I. DESCRIPCIÓN Y ÁMBITO DE APLICACIÓN.

Artículo 1.- El presente Código Deontológico es el conjunto de valores, principios y normas que
han de guiar el ejercicio profesional de los/las trabajadores/as sociales en el Estado español.

Artículo 2.- Los deberes que formula este Código Deontológico, como resultado de la voluntad
normativa que corresponde a una entidad de derecho público, obligan a todos/as los/las
profesionales del Trabajo Social en el Estado español en el ejercicio de su profesión, cualquiera
que sea la modalidad profesional o contractual en que la practiquen. Asimismo, estos deberes
se extienden a las sociedades profesionales registradas en el correspondiente colegio oficial, sin
perjuicio de otras regulaciones colegiales.

El Consejo General del Trabajo Social, los Consejos Autonómicos, los Colegios Oficiales del
Trabajo Social (en adelante las organizaciones colegiales) podrán estipular y aprobar cuantas
normas deontológicas adicionales al presente Código consideren, en el marco competencial y
territorial que les corresponda legalmente y siempre que la legislación autonómica les confiera
tal facultad.

Las normas dictadas en el ejercicio de dicha potestad serán complementarias y congruentes con
las establecidas en el presente Código.

Artículo 3.- El incumplimiento de alguna norma de este Código supone incurrir en falta
disciplinaria tipificada en los Estatutos de las respectivas organizaciones y cuya corrección se
hará a través del procedimiento sancionador establecido.

Artículo 4.- Las organizaciones colegiales asumen como uno de sus objetivos primordiales la
promoción y desarrollo de la deontología profesional, así como velar por su cumplimiento y
dedicarán atención preferente a la difusión de los preceptos de este Código entre todos los/las
profesionales y el conjunto de instituciones sociales. Propondrán asimismo que los principios
aquí expuestos sean objeto de estudio por el alumnado de Trabajo Social en las universidades.

Las organizaciones colegiales tratarán de que las normas de este Código Deontológico, que
representan un compromiso formal de la Institución Colegial y de la profesión ante la sociedad
española, por su carácter esencial para el ejercicio de una profesión de alto significado ético,
humano y social, pasen a formar parte del ordenamiento jurídico garantizado por los poderes
públicos.

Artículo 5.- El Trabajo Social es la disciplina científico-profesional que “promueve el cambio


social, la resolución de problemas en las relaciones humanas y el fortalecimiento y la liberación
de las personas para incrementar el bienestar. Mediante la utilización de teorías sobre

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comportamiento humano y los sistemas sociales, el trabajo social interviene en los puntos
en los que las personas interactúan con su entorno”2.

Artículo 6.- Trabajador/a social es la persona física que acredite estar en posesión de cualquier
título oficial que faculte para ejercer la profesión de trabajo social obtenido en alguna de las
universidades españolas. Los/las profesionales cuyo título de Trabajo Social haya sido expedido
por otros Estados miembros de la Unión Europea, deberán presentar la correspondiente
credencial de reconocimiento del mismo para el ejercicio de la profesión en España o de su
homologación cuando se trate de títulos expedidos por países terceros.

CAPÍTULO II. APLICACIÓN DE PRINCIPIOS GENERALES DE LA PROFESIÓN

Artículo 7.- El Trabajo Social está fundado sobre los valores indivisibles y universales de la
dignidad humana, la libertad y la igualdad3 tal y como se contemplan en la Declaración Universal
de los Derechos Humanos4, las instituciones democráticas y el Estado de Derecho. En ellos se
basa la actuación profesional, por medio de la aceptación de los siguientes principios.

Principios básicos:

1.- Dignidad. La persona humana, única e inviolable, tiene valor en sí misma con sus
intereses y finalidades.

2.- Libertad. La persona, en posesión de sus facultades humanas, realiza todos los actos sin
coacción ni impedimentos.

3.- Igualdad. Cada persona posee los mismos derechos y deberes compatibles con sus
peculiaridades y diferencias.

De estos principios básicos derivan los siguientes

Principios generales:

1.- Respeto activo a la persona, al grupo, o a la comunidad como centro de toda intervención
profesional.
2.- Aceptación de la persona en cuanto tal con sus singularidades y diferencias.

2
Definición de la Federación Internacional de Trabajadores Sociales, FITS en Asamblea de Montreal de julio de
200. La anterior definición será sustituida oportunamente con los previsibles cambios que nos comunican desde la
Fits Mundial para Junio de 2012.
3
Constitución Española de 1978 Art. 1.1
4
Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y posteriores ampliaciones.

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3.- Superación de categorizaciones derivadas de esquemas prefijados.

4.- Ausencia de juicios de valor sobre la persona así como sobre sus recursos, motivaciones
y necesidades.

5.- Individualización expresada en la necesidad de adecuar la intervención profesional a las


particularidades específicas de cada persona, grupo o comunidad.

6.- Personalización exige reconocer el valor del destinatario no como objeto sino como
sujeto activo en el proceso de intervención con la intencionalidad de derechos y
deberes.

7.- Promoción integral de la persona, considerada como un todo, desde sus capacidades
potenciales y los múltiples factores internos y externos circunstanciales. Supone superar
visiones parciales, unilaterales así como integrar la intervención a través de la
interprofesionalidad.

8.- Igualdad de oportunidades), de derechos, de equidad y de participación desde la


convicción de que cada persona tiene capacidades para una mayor calidad de vida.

9.- Solidaridad, implicarse en el logro de una sociedad inclusiva, y la obligación de oponerse


a las situaciones sociales que contribuyen a la exclusión, estigmatización o subyugación
social.

10.- Justicia social con la sociedad en general y con las personas con las que se trabaja,
dedicando su ejercicio profesional a ayudar a los individuos, grupos y comunidades en
su desarrollo y a facilitar la resolución de conflictos personales y/o sociales y sus
consecuencias.

11.- Reconocimiento de derechos humanos y sociales y su concreción en el ejercicio real de


los mismos.

12.- Autonomía ejercida desde la confianza en las capacidades propias de los profesionales,
sin coacciones externas.

13.- Autodeterminación como expresión de la libertad de la persona y por lo tanto de la


responsabilidad de sus acciones y decisiones.

14.- Responsabilidad y corresponsabilidad con la persona usuaria, con todos los sujetos que
participan en la intervención profesional y con las instituciones.

15.- Coherencia profesional conociendo y respetando el proyecto y la normativa de la


institución donde trabaja.

16.- Colaboración profesional de manera activa, constructiva y solidaria en relación con


los/las otros/as profesionales que participan en la intervención profesional con la
persona usuaria. Del mismo modo en lo referente a la auto-organización de los/as
profesionales del trabajo social en sus estructuras organizativas colegiales.

17.- Integridad exige del profesional no abusar de la relación de confianza con la persona
usuaria, reconocer los límites entre la vida personal y profesional, y no aprovecharse de
su posición para obtener beneficios o ganancias personales.

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CAPÍTULO III DERECHOS Y DEBERES DE LOS/LAS TRABAJADORES/AS
SOCIALES.

A. RELACIÓN CON LA PERSONA USUARIA

Artículo 8.- Los/as profesionales del trabajo social se comprometen a respetar y promover los
principios recogidos en este Código Deontológico.

Artículo 9.- Los/las profesionales del trabajo social ejercen su profesión desde el respeto de los
derechos humanos fundamentales de los individuos, grupos y comunidades reconocidos en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el Convenio Europeo
para la Protección de los Derechos y de las Libertades Fundamentales, la Carta de Derechos
Fundamentales de la Unión Europea de 2007, la Constitución Española de 1978 y todos aquellos
recogidos en las declaraciones y convenciones reconocidas por la Comunidad Internacional y
ratificadas por España.

Artículo 10.- Los/las profesionales del trabajo social toman decisiones justificadas éticamente,
en conformidad con la Declaración Internacional de Principios Éticos de la FITS, los Criterios
Éticos Internacionales para los Trabajadores Sociales y cuanto se establece en el presente
Código Deontológico.

Artículo 11.- Los/las profesionales del trabajo social actúan desde los principios de derecho a la
intimidad, confidencialidad y uso responsable de la información en su trabajo profesional, tal y
como se recogen en el Capítulo IV del presente Código.

Artículo 12.- Los/las profesionales del trabajo social tienen la responsabilidad de ejercitar su
profesión a fin de identificar y desarrollar las potencialidades fortalezas de personas, grupos y
comunidades para promover su empoderamiento.

Artículo 13.- Los/las profesionales del trabajo social, desde el respeto a las diferencias,
proporcionan la mejor atención posible a todos aquellos que soliciten su intervención
profesional según la identidad de cada cual sin discriminaciones por razón de género, edad,
capacidad, color, clase social, etnia, religión, lengua, creencias políticas, inclinación sexual o
cualquier otra diferencia.

Página 10
Artículo 14.- Los/las profesionales del trabajo social trabajan en estrecha colaboración con la
persona usuaria, motivan su participación y prestan el debido respeto a sus intereses y a los de
las demás personas involucradas.

Artículo 15.- Los/las profesionales del trabajo social, promoviendo el compromiso y la


implicación de la personas usuarias, favorecen que éstas se responsabilicen en la toma de
decisiones y acciones que puedan afectar a su vida siempre que no vulneren los derechos e
intereses legítimos de terceros. Harán el menor uso posible de medidas legales coercitivas, y
sólo las adoptarán en favor de una de las partes implicadas en un conflicto, después de una
cuidadosa evaluación de los argumentos de cada una de las partes.

Artículo 16.- El trabajo social es incompatible con el apoyo, directo o indirecto, a individuos,
grupos, fuerzas políticas o estructuras de poder que agredan a otros seres humanos mediante el
terrorismo, la tortura u otros medios violentos.

Artículo 17.- Los profesionales del trabajo Social se comprometen en la intervención social a
buscar y garantizar a toda persona, grupo o comunidad la igualdad de oportunidades, el acceso
a recursos y el apoyo para cubrir sus necesidades; especialmente de aquellos que se encuentran
en situación de mayor vulnerabilidad o en alguna situación especifica de desventaja social.

Artículo 18.- El/la profesional del trabajo social tiene el deber de proporcionar, basándose en
las características y capacidades de comprensión de la persona usuaria, la información necesaria
sobre las disposiciones legislativas y administrativas y sobre los derechos, deberes, ventajas,
desventajas, recursos y programas pertinentes. Desde estos conocimientos establece la relación
profesional con la persona usuaria, el proceso, los resultados previstos y la posible finalización
de la intervención.

Artículo 19.- Cuando por causas diversas no sea posible consensuar las cuestiones que afecten a
la persona usuaria, el profesional velará por la elección de los mejores procesos que aseguren
que la decisión adoptada es tomada en coherencia con los intereses, deseos y necesidades de
aquel/lla.

Artículo 20.- En los casos en que sea necesario derivar la atención de la persona usuaria a otro
servicio, el/la profesional del trabajo social lo hará de la manera más favorable para aquella,
procurando la continuidad de la intervención.

Artículo 21.- Cuando la acción o actividad de la persona usuaria, de forma real o potencial,
presente un grave riesgo (previsible o inminente) para sí o para otros, se procederá

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profesionalmente, con el consentimiento del equipo en su caso, a solicitar a quien corresponda
la limitación cautelar del derecho de autodeterminación.

Artículo 22.- El/la profesional del trabajo social procurará el desarrollo de procedimientos para
que la persona usuaria tenga un comportamiento adecuado en la relación profesional basada en
el respeto mutuo.

Articulo 23. La situación de poder o superioridad que el ejercicio de su actividad pueda conferir
al profesional del trabajo social sobre la persona usuaria, nunca será utilizada por aquel/lla para
su lucro, interés o beneficio propio.

B. RELACIÓN CON OTROS/AS PROFESIONALES

Artículo 24.- En los casos en los que exista una intervención simultánea con otros profesionales,
el/la profesional del trabajo social debe procurar la coordinación necesaria para que aquella sea
adecuada desde el ámbito de sus competencias en el marco de la institución u organización en
la que ejerza su actividad.

Artículo 25.- El/la profesional del trabajo social debe recabar el consentimiento de la persona
usuaria para la presencia de terceras personas ajenas al acto de intervención profesional, tales
como alumnado en prácticas, profesionales en formación, estudio o investigación, voluntariado,
etc-

Artículo 26.- El/la profesional del trabajo social promueve el intercambio de conocimientos,
experiencias e ideas con los/las colegas y profesionales de otras disciplinas a fin de
enriquecerse mutuamente y mejorar la intervención social.

Artículo 27.- El/la profesional del trabajo social preste desinteresadamente y orientación y guía,
así como atención a las demandas, con la máxima diligencia a los/as colegas que lo soliciten.

Artículo 28.- El/la profesional del trabajo social debe registrar y archivar debidamente la
documentación realizada a fin de poderla transferir o derivar a los profesionales
correspondientes para evitar reiteraciones o retrocesos en la actividad profesional.

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Artículo 29.- El/la profesional del trabajo social evalúe con criterios objetivos y rigurosos y de
manera leal y respetuosa tanto su trabajo como el que le corresponde hacer en equipo.

Artículo 30.- Las relaciones entre los/las profesionales del trabajo social deben regirse por los
principios de profesionalidad, coordinación, colaboración y respeto recíproco, evitando la
competencia desleal.

Artículo 31.- Para participar en la selección de colegas y otros profesionales el/la profesional de
trabajo social lo hará de acuerdo con los criterios éticos contenidos en este Código
Deontológico. En todo caso deben tenerse en cuenta criterios de igualdad, no discriminación,
publicidad, mérito y capacidad.

Artículo 32.- En las peritaciones el/la profesional del trabajo social mantendrá el más absoluto
respeto personal al colega) de la parte contraria o al autor/a del trabajo profesional al que se
refiera la peritación, evitando cualquier tipo de descalificación subjetiva y ciñéndose a los
aspectos técnicos de la cuestión controvertida. Deberá limitarse a emitir contenidos de estricta
índole técnica- profesional.

Artículo 33.- Cuando un/a profesional del trabajo social conozca que otro/a colega incumple las
normas del presente Código Deontológico debe comunicarlo por escrito a la organización
colegial correspondiente.

C. RELACIÓN CON LAS INSTITUCIONES

Artículo 34.- Los/las profesionales del trabajo social se han de implicar profesionalmente en los
derechos e intereses de la persona usuaria informando, cuando ello sea necesario, a la
autoridad competente y a los organismos colegiales acerca de las violaciones de Derechos
Humanos, malos tratos o cualquier actuación cruel, inhumana o degradante de que sea víctima
cualquier persona de los que tuviere conocimiento en el ejercicio profesional, incluso cuando las
personas consientan la situación en la que se encuentran.

Artículo 35.- El/la profesional del trabajo social asumirá los principios de este Código y la
promoción de derechos y deberes sociales en las organizaciones y entidades en las que ejerza
su actividad, apoyando responsablemente y de manera activa, en la medida de sus
posibilidades, los procesos orientados a la mejora de la calidad de los servicios sociales.

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Artículo 36.- El/la profesional del trabajo social ha de conocer la normativa, la organización y el
funcionamiento de la entidad en la que trabaja, respetando sus objetivos. En caso de que
aquellos sean contrarios total o parcialmente a los principios básicos de la profesión, el/la
profesional actúe en conformidad con lo establecido en el presente Código. En caso de conflicto
entre la dependencia laboral y el respeto a los principios de la profesión que pudieran generar
acciones incompatibles con los principios éticos o la calidad o eficiencia profesional en beneficio
de la persona usuaria, el/a profesional podrá recabar el apoyo y en su caso el amparo del
Colegio Profesional.

Artículo 37.- El/la profesional del trabajo social, para mayor eficacia y eficiencia de las
organizaciones y sus servicios, y en beneficio de las personas usuarias y de la comunidad, debe
promover la participación en la mejora de las políticas sociales, en la planificación y
organización, en los procedimientos y protocolos, en los estándares de calidad y el código
deontológico de la institución u organismo donde presta sus servicios.

Artículo 38.- El/la profesional del trabajo social, al informar con regularidad de su actividad a
los responsables de la entidad donde preste sus servicios, hágalo dentro de los límites
compatibles con la confidencialidad, el secreto profesional y los principios básicos de la
profesión, tal y como se desprende de este Código.

Artículo 39.- El/la profesional del trabajo social debe dar a conocer a los/las responsables o
directivos/as de la institución u organismo donde presta sus servicios, las condiciones y los
medios indispensables para llevar a cabo la intervención social que le ha sido confiada, así como
todo aquello que obstaculice su labor profesional.

Artículo 40.- El/la profesional del trabajo social dispondrá de autonomía para elegir y aplicar en
la elección y aplicación de las técnicas idóneas, medios y condiciones que favorezcan sus
relaciones e intervenciones profesionales. Así mismo, tiene derecho a solicitar de la organización
donde preste sus servicios la oportunidad de formarse y actualizarse en todas aquellas materias
que repercutan en un mejor desempeño de su acción profesional.

Artículo 41.- El/la profesional del trabajo social, en relación con la organización y el trabajo en
equipo, tenga en cuenta que la documentación profesional está sujeta a criterios de
confidencialidad, por lo que su uso queda limitado por y para el objetivo profesional de que se
trate. Solicite las medidas de seguridad necesarias para garantizar dicha confidencialidad.

Artículo 42.- El/la profesional del trabajo social debe tener una visión global del trabajo a
realizar en la institución u organismo en los que presta sus servicios, y establecer prioridades

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con criterios objetivos acordes con la misión de la entidad y en función de las necesidades
detectadas en la realidad social.

Artículo 43.- El/la profesional del trabajo social, desde el marco de sus competencias
profesionales en la organización de la que forma parte, ha de facilitar la cooperación con las
entidades y organizaciones afines, cuyas políticas y programas vayan dirigidos a proporcionar
servicios adecuados y promover la calidad de vida de los usuarios.

Artículo 44.- El/la profesional del trabajo social vele para que los informes realizados, a petición
de su entidad o cualquier otra organización, permanezcan sujetos al deber y al derecho general
de la confidencialidad. En cualquier caso la entidad solicitante quedará obligada a no darles
difusión fuera del objetivo concreto para el que fue recabado en los términos que se establecen
en el siguiente Capítulo.

Artículo 45.- Ante prácticas no éticas de alguna organización o entidad, que lesionen los
derechos y/o la dignidad de la persona usuaria, el/la profesional del trabajo social comunicará
la situación a la Comisión Deontológica de la respectiva organización colegial.

Artículo 46- El/la profesional del trabajo social desde su responsabilidad principal hacia la
persona usuaria proponga los necesarios cambios de política, procedimientos y actuaciones
mediante los canales apropiados con los que cuentan las entidades y organizaciones. En el caso
de que éstas limitaran la responsabilidad en su actuación y persistan lesiones y vulneración
grave de los derechos de la persona usuaria, si se agotan las vías de soluciones adecuadas,
recúrrase a instancias superiores o a la más amplia comunidad de intereses.

Artículo 47.- El/la profesional del trabajo social, de acuerdo con los principios básicos recogidos
en este Código, según el marco de la intervención profesional (en relación con la persona
usuaria, con otros profesionales y con las instituciones) y en los supuestos profesionales en los
que la aplicación de la norma o mandato institucional suponga un conflicto con sus principios
éticos, religiosos o morales, podrá invocar el derecho al acto individual de objeción de
conciencia sin perjuicio de asumir posteriormente las responsabilidades derivadas de dicho acto.

CAPÍTULO IV. – LA CONFIDENCIALIDAD Y SECRETO PROFESIONAL

Artículo 48.- La confidencialidad constituye una obligación en la actuación del/la trabajador/a


social y un derecho de la persona usuaria, y abarca a todas las informaciones que el/la
profesional reciba en su intervención social por cualquier medio.

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Artículo 49.- Están sujetos/as al secreto profesional:

a. Los/las profesionales del trabajo social cualquiera que sea su titulación, ámbito de
actuación y modalidad de su ejercicio profesional.
b. Los/las profesionales que trabajan en equipo con el/la profesional del trabajo social y
que, por su intervención y con independencia de su profesión, tengan conocimiento de
cualquier información confidencial.
c. El alumnado de trabajo social en prácticas y el voluntariado que ocasionalmente
intervengan junto al/la trabajador/a social.

El/la profesional del trabajo social solicitará discreción a los/las colaboradores/as, personal
administrativo, estudiantes, voluntarios/as o de cualquier otro tipo, que por razón de su
profesión manejen información confidencial, haciéndoles saber la obligación de guardar silencio
sobre la misma, sin perjuicio de firmar cláusulas de obligación de secreto conforme a la
normativa de protección de datos.

Artículo 50.- El secreto profesional de los/las trabajadores/as sociales se extiende a toda


información confidencial cualquiera que sea la manera en la que se haya recabado Se entiende
por información confidencial aquella que es de carácter personal y que la persona usuaria no
quiere que se revele. En caso de duda sobre la naturaleza de la información, el/la profesional
podrá solicitar la confirmación de tal extremo a la persona usuaria, preferentemente por escrito,
o pedir asesoramiento a la Comisión Deontológica del órgano competente o de la estructura
colegial.

Artículo 51.- El/la profesional del trabajo social informará a la persona usuaria durante las
intervenciones sociales significativas de su derecho a la confidencialidad de la información
obtenida y de los límites del secreto profesional.

Artículo 52.- El deber de secreto profesional no tiene límite temporal alguno, permaneciendo
después de haber cesado la prestación de los servicios profesionales o habiéndose producido el
fallecimiento de la persona usuaria.

Artículo 53.- El/la trabajador/a social cumplirá los siguientes deberes en relación con la
información confidencial:

1. De calidad: El/la profesional recabará la información estrictamente necesaria para el


desempeño de su intervención social de la forma más exacta posible, siendo
respetuoso/a en su obtención y actualización y haciendo un uso responsable de la
misma.

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2. De consentimiento: Cuando la información se obtenga de la persona usuaria, se
entenderá concedida su autorización por el mero hecho de su solicitud dentro de la
intervención profesional.

La persona usuaria deberá tener la garantía de la confidencialidad de la información que


haya de facilitar para la intervención profesional. Deberá explicarse a la persona usuaria
cómo trabaja la organización, indicándole que tiene en todo momento el derecho de
aceptar, rechazar o retirar el consentimiento, si en algún momento lo estima oportuno,
de acuerdo con la normativa vigente.

3. De Cesión de información y advertencia de confidencialidad: El/la profesional del


trabajo social, siempre que remita o traslade información indicará por escrito, si fuera
necesario, al receptor/a, que ésta es confidencial y que solo puede utilizarse para el fin
solicitado, pudiendo existir responsabilidad en caso contrario. En toda circunstancia se
atendrá al principio de prudencia en el manejo y cesión de la información. Evitará por
ello comentarios y coloquios acerca de información sobre los/las usuarios/as en
espacios públicos, abiertos o faltos de intimidad.

4. De limitación: El/la profesional del trabajo social debe limitar las informaciones que
aporta a sus colegas y a otros/as profesionales tan sólo a los elementos que considere
estrictamente indispensables para la consecución del objetivo común, respetando el
secreto profesional.

5. De cumplimiento de la legislación de protección de datos, administrativa o de la


entidad en la que trabaje: El/la profesional del trabajo social cumplirá la normativa en
materia de protección de datos, administrativa o de la entidad en la que trabaje,
especialmente en relación a los datos sensibles y custodia de expedientes, como
garantía del principio de confidencialidad y secreto profesional.

6. De Finalidad: La información obtenida se dedicará al fin para el que se recabó salvo


consentimiento expreso de la persona usuaria, autorización legal o petición judicial.

7. De custodia y acceso responsable: El/la trabajador social, sin perjuicio de las


responsabilidades del resto de profesionales con los que trabaja o para quienes trabaja,
deberá custodiar los documentos e informaciones de la persona usuaria, así como
restringir el acceso permitiendo su uso sólo al personal autorizado con los que
desempeña su función como forma de garantizar la confidencialidad.

Artículo 54.- Supuestos de exención de la confidencialidad y del secreto profesional

El/la profesional del trabajo social tendrá como prioridad la vida, seguridad e integridad física,
psicológica y social de la persona usuaria, dando la información confidencial indispensable en el
círculo más restringido posible de la intervención profesional.

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Para que el/la profesional pueda romper el secreto profesional debe darse una situación
excepcional de suma gravedad que suponga un riesgo previsible e inminente para la persona
usuaria, para el/la trabajador/a social o para terceros.

No obstante, el/la profesional no vulnera el secreto profesional en los siguientes supuestos:

a. Cuando fuera relevado/a del secreto profesional, por escrito, por la persona usuaria, su
representante legal o sus herederos.

b. Cuando reciba orden de informar sobre cuestiones confidenciales por mandato legal o
por un órgano judicial. Si a pesar de ello tuviese dudas sobre los límites de la
información confidencial solicitada podrá pedir asesoramiento a la Comisión
Deontológica de la estructura colegial correspondiente y plantearlo tanto de forma
previa como en el juicio o expediente, para ser eximido de dicha obligación por la
autoridad judicial o administrativa.

c. Cuando sea denunciado por un usuario por la comisión de un delito o falta o la


infracción del código deontológico siempre que no existan otras formas eficaces de
defenderse. Si comparece como testigo podrá pedir el relevo conforme al punto b).

d. Cuando la persona usuaria o terceras personas puedan resultar afectadas de una forma
injusta y grave.

e. Cuando se realice la intervención social en equipo respecto de la información necesaria


para ello, independientemente de si son trabajadores/as sociales o no. Si no lo son se
advertirá de la obligación de secreto profesional o de guardar silencio.

Artículo 55.- En caso de duda en la aplicación de los principios y supuestos antes indicados para
la ruptura del secreto profesional se atenderá jerárquicamente a los siguientes principios:

a. Prioridad de protección de los derechos fundamentales de la persona usuaria o terceros


especialmente protegidos por la Ley.
b. Principio de seguridad.
c. Principio de libertad de decisión.

CAPÍTULO V. – LAS COMISIONES DEONTOLÓGICAS

Art.- 56.- El Consejo General creará una Comisión Deontológica a la que dotará de un Reglamento de
Régimen Interno que establecerá el funcionamiento, objeto y funciones de la misma.

En todo caso, la Comisión Deontológica del Consejo General podrá:

a. Realizar actividades formativas y divulgadoras en materia de ética profesional y deontología.

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b. Emitir informes generales a petición del Consejo General en materias de su competencia.

c. Emitir informes sobre aspectos específicos en materia de ética y deontología profesional cuando sean
solicitados por organismos o instituciones públicas o privadas, previa toma en consideración por el
Consejo General.

d. Emitir informes en materias de su competencia a petición de los Colegios Oficiales o Consejos


Autonómicos.

Art.- 57.- Las organizaciones colegiales podrán crear sus propias Comisiones Deontológicas de acuerdo
con lo previsto en sus Estatutos y en su propia normativa autonómica. En caso de que no la creasen
podrán recurrir a la Comisión Deontológica del Consejo General a los fines previstos en el Capítulo 1.

Art.- 58.- Las Comisiones Deontológicas velarán por la deontología profesional con arreglo a lo dispuesto
en este Código Deontológico. Sus funciones serán:

a. Elaborar criterios orientativos generales sobre aspectos deontológicos en la intervención profesional.

b. Prestar asesoramiento genérico a los/as profesionales que lo requieran.

c. Dictaminar en casos específicos sometidos a su consideración por las Juntas de Gobierno de los
Colegios o Consejos Autonómicos, sea por iniciativa de éstos o a petición de los colegiados.

Art.- 59.- Las Comisiones Deontológicas podrán dictaminar, a petición de los órganos colegiales con
competencia en materia sancionadora, en los casos de expedientes disciplinarios seguidos por la
comisión de presuntas vulneraciones del Código Deontológico.

En estos casos el dictamen emitido por las Comisiones Deontológicas será preceptivo, pero no
vinculante.

DISPOSICIÓN FINAL.- ENTRADA EN VIGOR

PRIMERA El presente Código Deontológico, una vez aprobado por la Asamblea General del
Consejo General del Trabajo Social, se publicará para general conocimiento de los/as
profesionales del trabajo social, en el primer boletín de información que se edite, así como en
las páginas web de los Consejos Autonómicos y Colegios Oficiales entrando en vigor a los 20 días
al siguiente de su aprobación.

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TEMA 6. Contextos sociopolí4cos y sujetos.

PARTE I. Marco de referencia contextual del Trabajo Social

Polí%ca social
Es una parte de la polí%ca general, %ene un campo especifico de actuación: la promoción del bienestar
social de toda la población (Roldan, E. García, T.: 2006)
- Conforman la polí%ca social (Fernández & Alemán, 2003):
- Programas públicos que tratan de asegurar la sa%sfacción de las necesidades y promover el bienestar de
los/las ciudadanos/as.
- Para lo cual se determina cuáles son las necesidades que se han de sa%sfacer y en qué grado se va a
garan%zar socialmente su sa%sfacción (derechos sociales).
- Medios al servicio de las polí%cas sociales: El Estado de Bienestar y los Servicios Sociales.

Estado de bienestar
Es un modelo de Estado que %ene como finalidad cubrir las necesidades sociales, consideradas básicas, de
los ciudadanos.
Caracterís%cas (Navarro, 2004):
- Servicios Públicos.
- Transferencias sociales.
- Intervenciones norma%vas.
- Intervenciones públicas.
Tipologías : Modelo liberal/anglosajón; Modelo conservador; Modelo nórdico; Modelo mediterráneo.

Conceptos de Bienestar
- Situación en la que las personas obje%vamente, disponen de las condiciones de vida necesarias para vivir
bien.
- Obje%vo: sa%sfacer las necesidades sociales de todos los individuos que integran la sociedad.

Derechos sociales
Se concretan en prestaciones que responden a las necesidades sociales básicas de la personas, y cuya
aplicación se desarrolla en el marco de los sistemas públicos que sustentan el Estado de Bienestar:
educación, salud, servicios sociales, pensiones, vivienda.
Caracterís%cas (Fernández & Alemán, 2003):
- Derechos de prestación.
- Titularidad individual.
- Igualdad.
- Solidaridad social.

Necesidades sociales
Las necesidades humanas incluyen tanto los deseos, los ape%tos y las aspiraciones, siendo éstos
manifestaciones de necesidades, como las carencias y las demandas humanas; es decir todas las exigencias
de la existencia humana.
Caracterís%cas (Fernández, 2010):
- Son mutables.
- Son rela%vas.
- No son hechos empíricos.
- Son creadas.

- Importante cambio cualita%vo sobre las necesidades a las que se enfrentan co%dianamente los TS:
aparecen nuevas temá%cas, cambian los usuarios y por lo tanto, las expecta%vas.
- Se ha pasado de atender únicamente a una población desestructurada a una más «normalizada» que
necesita el apoyo de los servicios sociales para superar situaciones de crisis.
- Este fenómeno es definido por algunos como la «transversalidad de las necesidades».
- El resultado de este desconocimiento (tanto de los ciudadanos como de los polí%cos y profesionales de
otros servicios de bienestar) es la percepción social que se %ene de los servicios sociales como «cajón de
sastre» de los demás sistemas, donde todos los problemas que no están definidos claramente le son
derivados, sin recursos y muchas veces sin competencias para poder resolverlos.
- También se observa que una gran proporción de los profesionales consultados constataban que las
necesidades con las que se enfrentan actualmente son más diversas y complejas.
- La consolidación de «nuevos colec%vos» y «nuevas necesidades» no supone la desaparición de las
an%guas problemá%cas, por lo que se produce un aumento cualita%vo y cuan%ta%vo de la demanda, que
genera una sobrecarga laboral que impide realizar, en muchos casos, una atención de calidad.

Problema social
Obstáculo o dificultad para conseguir el bienestar social.
Para que una situación o necesidad sea considerada problema social:
- No responde a criterios obje%vos.
- Varían en función de la sociedades.
- Afecta a una generalidad.
- Genera malestar.
- Tiene duración en el %empo.
- Exige una acción colec%va.

Ezequiel Ander- Egg


Problema social:
“situación social de desequilibrio, desajuste, desorganización o falta de armonía, o situación normal que, en
su proceso de crecimiento, enfrenta a una crisis que obliga a una reformulación radical. Los problemas
sociales son los que cons%tuyen las cues%ones inquietantes que se dan en el seno de una sociedad y en
relación a los cuales se %ene conciencia de la necesidad de encontrarles soluciones”.

Parte II. Los sujetos de la prác4ca profesional.

Exclusión social
Situación concreta, resultado de un proceso creciente de desconexión.
De pérdida de vínculos personales y sociales, que hacen que le sea diecil a la persona o a un colec%vo el
acceso a las oportunidades y recursos de que dispone la propia sociedad.
- Proceso: no de algo derivado del lugar donde se nace, de la edad…
- La persona se siente al margen a pesar de estar ahí.
- No es está%co.
- No hay proceso idén%cos.

¿En qué se diferencia de la pobreza?


- Detrás de las situaciones de exclusión social es muy frecuente encontrar falta de recursos económicos.
- No toda exclusión social deriva de la falta de recursos económicos.
- Toda persona que sufre situación de pobreza presenta más posibilidades de caer en una espiral de
desconexiones.
- La pobreza en el contexto actual, resulta insuficiente para iden%ficar los nuevos mecanismos de
desigualdad.
Conjunto pluriforme de carencia económica, relacional, habitacional, administra%va.

Caracterís%cas de la exclusión social (Reglero, 2014)


Estructural:inherente a todas las sociedades.
Mul%dimensional: factores múl%ples y de intensidad variada.
Dinámica: difiere en cada contexto y viene determinada por factores.
Acumula%va y global. Las circunstancias que provocan los procesos se combinan y agravan entre ellas y
afectan a las personas en su conjunto.
¿Que factores provocan la exclusión?
- Laborales y económicos.
- Residenciales.
- Educa%vos y culturales.
- Personales.
- Familiares y relaciónales.
- Socio-polí%cos.

Personas o colec%vos más vulnerables.


Género.
- Las mujeres presentan índices de vulnerabilidad y exclusión social más elevados que los hombres en casi
todas las categorías.
- Sociabilización de género: tareas domés%cas y de cuidados no valoradas por el mercado de trabajo.
Edad.
- Por defecto: los jóvenes encuentran dificultades para acceder al mercado de trabajo.
- Por exceso: la edad mul%plica los riesgos y las exclusiones (condiciones sanitarias precarias, movilidad
reducida, falta de autonomía personal).
Etnia.
- Explotación laboral, condiciones de vida indignas, hacinamiento.
- Dificultades para conseguir vivienda, gue%ficación de ciertos entornos…

¿Qué caracterís%cas %ene la exclusión social en España?


- Mujeres cuyo trabajo en el ámbito de lo domés%co no es reconocido: factores de dificultad económica,
precariedad laboral y sobrecarga domés%ca.
- Jóvenes con trayectorias muy frágiles de inserción laboral.
- Personas mayores (hogares de mayores de 65 años sin hijos) con problemas de soledad y pobreza.
- Personas inmigrantes no comunitarias que viven relacionalmente muy aislados y en condiciones de
precariedad laboral y de derechos.

De la crisis del Estado de Bienestar.


— Contexto: crisis mundial y polí%cas neoliberales.
- Creciente empobrecimiento de la ciudadanía.
- Mayor fragmentación social.
— Empeoramiento de las condiciones de vida:
- Gran destrucción de puestos de empleo.
- Precariedad y baja calidad.
- Aumento de la exclusión social, de la desigualdad y de la pobreza.
— Desmantelando el Estado de Bienestar:
- Reforma reestructuración de las funciones centrales: educación, sanidad, servicios sociales…
- Mediante los rectores del gasto público y la priva%zación de
sectores centrales.

Ámbitos de intervención del Trabajo Social.

1. Servicios Sociales.
Son el instrumento para el ejercicio del Derecho de todo ciudadano.
- Recibir una respuesta ante una situación de necesidad.
- Información y orientación frente a un problema o al desconocimiento de los recursos que ofrecen las
administraciones;
- Que se tomen en cuenta sus demandas y se les a%enda en sus problemas.
Los Servicios Sociales se podrían concretar en un conjunto de intervenciones y recursos des%nados a
prevenir y tratar la carencia social y económica de las personas para disminuir su desventaja social.
Servicios Sociales Comunitarios y Especializados.
1.1. Servicios Sociales Comunitarios.
- Son el primer nivel de acceso al Sistema Público de Servicios Sociales.
- Carácter territorial y descentralizado.
- Vía de acceso a los Servicios Sociales Especializados.
- Coordinación.
- Planificación de polí%cas sociales.
- Elemento vertebrador del tejido social.
- Prestaciones básicas.
- Programa de Información, Valoración y Orientación.
- Programa de Familia y Convivencia.
- Programa de prevención e inserción social.
- Programas de cooperación social.
Centros de servicios sociales comunitarios.

1.2. Servicios Sociales Especializados.


- Atención específica de colec%vos y ciudadanos/as ante situaciones de grave necesidad.
- Situaciones de especial complejidad.
- Sectores de población:
Familia.
Infancia.
Juventud.
Mayores.
Discapacidad.
Drogodependencias.
Prevención de la delincuencia y reinserción social.
Marginación por razón de sexo.
Situaciones de emergencia social.

1.3. Respuesta ins%tucional a los cambios sociales:


El agotamiento del modelo de actuación e intervención:
- Necesidad de desarrollar un modelo integral y comunitario que permita tratar las problemá%cas de
forma más estratégica y preven%va. Sin embargo, los servicios sociales no pueden asumir ninguna
respuesta con una estructura infradotada de recursos humanos y financieros.
- Las respuestas ins%tucionales van muy por detrás de las necesidades dado que aún se iden%fica a los
Servicios Sociales como servicios de «colec%vos excluidos y marginados», cuando en realidad se trata de
un tratamiento transversal de prevención y promoción, no de asistencia.
- Un trabajo de calle y en coordinación con asociaciones. Trabajar la dimensión individual y la comunitaria
a la vez.

Según el Consejo del Trabajo Social:


2. Área de salud.
3. Área de educación.
4. Área de jus%cia.
5. Área de vivienda.
6. Cooperación al desarrollo.
7. Tercer Sector: caso de estudio de prisiones
8. Organización empresarial.
9. Docencia e inves%gación.
10. Nuevos ámbitos de intervención.

Ámbitos de intervención.

Salud
- Centros de salud de atención primaria.
- Hospitales.
- Servicios de salud mental.
- Asociaciones y organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan con las personas que sufren
enfermedades diversas y sus familias.

Educación:
- Educación reglada: como docentes (Educación Secundaria, Ciclos Forma%vos, Universidad...), en servicios
de asesoramiento psico-pedagógico y social a los equipos de los centros escolares e ins%tutos de
enseñanza secundaria; mediación escolar y familiar; Detección y tratamiento del absen%smo escolar ...
- Educación no reglada: escuelas- taller y otras inicia%vas orientadas a compensar déficits socio-
educa%vos.

Jus%cia
- Jus%cia juvenil: servicios técnicos de asesoramiento psico- social al juez; mediación con la víc%ma;
programas de seguimiento de medidas en medio abierto; centros de internamiento de menores
infractores; mediación familiar; inserción socio-laboral.
- Juzgados: servicios de asesoramiento técnico a los jueces; mediación familiar; atención a la víc%ma.
- Ins%tuciones Penitenciarias.

Vivienda
Programas de promoción, estudio y adjudicación de viviendas de protección social; dinamización
comunitaria de barrios de nueva construcción o en proceso de remodelación; planificación urbana.

Tercer sector
Organizaciones y en%dades sin ánimo de lucro que trabajan contra la exclusión social con programas
preven%vos, asistenciales, forma%vos, de inserción social y laboral a nivel local, desarrollando en muchos
casos también programas de cooperación internacional.

Empresa
- Atención y prestaciones sociales a las/os trabajadores de determinadas empresas con un gran volumen
de trabajadores/as que cuentan con este servicio.
- Mejorar la imagen corpora%va de la empresa mediante la ar%culación de proyectos de acción social.

Nuevos yacimientos de empleo.


- Relacionado con servicios de la vida diaria y mejora de la calidad de vida.
- Mediadores interculturales.
- Agentes de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
- Agentes de desarrollo local.
- Mediadores familiares.
- Orientadores laborales.
- Valoradores de situaciones de dependencia.
- Ejercicio libre de la profesión: consultores, peritos, asesores, formadores...
- Dirección, planificación y ges%ón de proyectos en en%dades de inicia%va social.
- Atención social en emergencias sociales.
10º INFORME
2020

EL ESTADO DE LA POBREZA
SEGUIMIENTO DEL INDICADOR DE
POBREZA Y EXCLUSIÓN SOCIAL EN ESPAÑA
2008-2019

RESUMEN EJECUTIVO
European Anti-Poverty Network (EAPN) es una Plataforma Europea de Entidades Sociales
que trabajan y luchan contra la Pobreza y la Exclusión Social en los países miembros de
la Unión Europea. La EAPN busca permitir que aquellas personas que sufren la pobreza
y la exclusión social puedan ejercer sus derechos y deberes, así como romper con su
aislamiento y situación, y tiene como objetivo principal situar ambas cuestiones en el
centro de los debates políticos de la Unión Europea.

En España, la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado


Español (EAPN-ES) es una organización horizontal, plural e independiente que trabaja
para trasladar este objetivo a la realidad española y por incidir en las políticas públicas,
tanto a nivel europeo como estatal, autonómico y local. Actualmente está compuesta
por 19 redes autonómicas y 18 entidades de ámbito estatal, todas ellas de carácter no
lucrativo y con un componente común: la lucha contra la pobreza y la exclusión social. En
total, EAPN-ES engloba a más de ocho mil entidades sociales en todo el Estado.

Entre nuestros objetivos, al igual que entre los objetivos de EAPN en Europa, se encuentra
el de implantar un método de trabajo en Red para trabajar de manera conjunta y aunar
esfuerzos para la consecución de mayores y mejores resultados en la lucha por la
erradicación en España de la pobreza y la exclusión social.

Se permite la reproducción total o parcial de este documento siempre y cuando se


citen las fuentes, respetándose el contenido tal y como está editado sin ningún tipo de
tergiversación o cambio.

Título: EL ESTADO DE LA POBREZA. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social


en España 2008-2019

Coordinación: Secretaría Técnica EAPN-ES

Dirección técnica: Juan Carlos Llano Ortiz

Equipo de investigación: Lara Alba


Aitana Alguacil
Natalia Jiménez
Débora Quiroga
Juan Carlos Llano

Fecha: Octubre 2020

c/ Tribulete, 18 1º - 28012 Madrid

91 786 04 11

eapn@eapn.es

www.eapn.es
ÍNDICE 3

Introducción e ideas claves 1


Indicador AROPE 3
Tasa de riesgo de pobreza 5
Privación Material Severa 6
Dificultad para llegar a fin de mes 7
Baja intensidad de empleo por hogar 8
Brecha de pobreza 9
Pobreza severa 9
La desigualdad 10
El territorio 12
La comparación Europea 13
Renta y pobreza ajustadas: la recuperación incompleta 15
Las dianas de la pobreza 17
Población pobre 17
Pobreza infanil 18
Personas con discapacidad 19
El peso del género 19
Lo que vendrá: covid y pobreza 20

10º Informe 2020 | EAPN-ES


1

INTRODUCCIÓN E IDEAS CLAVES


Por décimo año consecutivo, la Red Europea de Lucha contra la Pobreza
y la Exclusión Social presenta su Informe anual de seguimiento del
indicador AROPE -At Risk Of Poverty and/or Exclusion- en España y sus
comunidades autónomas, denominado “El estado de la pobreza”, que
ofrece a la sociedad española una evaluación rigurosa y minuciosa
del cumplimiento del objetivo de inclusión social especificado en la
Estrategia Europa 2020, cuyo período de vigencia ha concluido. Además,
con el objetivo de facilitar una comprensión lo más completa posible
sobre la pobreza, la exclusión, la desigualdad y los elementos que en ellas
participan, se analizan otros indicadores en función de distintos criterios,
entre los cuales destaca el territorial.
En términos generales, siete ejes o ideas clave atraviesan el informe en
sus diferentes capítulos.
En primer lugar, no es posible saber exactamente en cuánto ha aumentado
la pobreza y vulnerabilidad por efecto de la crisis generada por la covid-19,
cuya inmediatez, velocidad y dureza es, todavía, extrema. Sin embargo,
la experiencia de atención directa a personas usuarias de las entidades
que forman la EAPN, unida a la exploración de las consecuencias sobre la
pobreza y exclusión que tuvo la intensa contracción económica registrada
entre los años 2009 y 2013, obligan a considerar los últimos datos como un
mínimo muy por debajo de la realidad. Con toda probabilidad, cuando
se conozcan, los guarismos serán superiores; sin embargo, no serán más
que una constatación estadística que vendrá a acentuar la percepción
del escenario, ya grave, que dibujan los datos actuales.
En segundo lugar, terminado ya el periodo de vigencia de la Estrategia
UE2020, España no cumplió con el objetivo de reducción de la pobreza
y exclusión social al que se había comprometido con Europa. En este
sentido, los indicadores propuestos para su evaluación -AROPE y sus
tres componentes que miden pobreza, privación material severa y baja
intensidad de empleo-, no solo no se redujeron, sino que, al contrario de
lo sucedido en la mayoría de los países europeos, se incrementaron de
forma notable.
En tercer lugar, los datos ponen en cuestión las mejoras reales en las
condiciones de vida de las personas producidas por la recuperación
económica proclamada a partir del incremento nominal de los datos de
renta media y del PIB per cápita desde el año 2014. Cuando los datos de
cada año se ajustan a la capacidad de compra del año 2008, es decir,
10º Informe 2020 | EAPN-ES

deflactados en el IPC correspondiente al periodo, se verifica que ninguno


de ellos consigue superar los valores iniciales.
2

En cuarto término, se constata la desigualdad en el reparto de las


consecuencias de la crisis económica, tanto en términos de personas
como de territorios. Durante la época de crisis -primera mitad del
periodo-, las personas más pobres sufrieron un desgaste acelerado
de sus condiciones de vida que el período posterior de recuperación
macroeconómica solo pudo compensar parcialmente y de forma mucho
más lenta que para el resto de la población. Respecto al sexo, la tendencia
al deterioro de la situación de las mujeres con respecto a la de los
hombres aparece en muchos indicadores. Son enormes las diferencias
de género que se verifican en el mercado laboral mostrándose también,
con diferente intensidad, en la medición de las condiciones de vida..
Con respecto a los territorios, las diferencias en AROPE entre las regiones
del norte de España y las del sur son muy elevadas y, entre los casos
extremos, se triplican.
En quinto lugar, las estrategias tradicionales de protección y lucha
contra la pobreza se muestran insuficientes. Así, el incremento del PIB,
del empleo y del nivel educativo, no generan, cada una de ellas por sí
sola, una reducción de la pobreza y deben ir acompañadas de políticas
redistributivas.
En sexto lugar, se verifica una acentuación de las principales
características que definen el nuevo perfil de la pobreza que emergió
como consecuencia de la crisis del 2009 y que es radicalmente diferente
de la percepción clásica, muy cercana a la miseria. En este sentido,
entre las personas pobres aumenta el porcentaje de niños, niñas y
adolescentes; el de las personas con educación superior; el de las que
viven en zonas urbanas; el de las jubiladas y otras inactivas, y el de las
que tienen empleo. La conclusión principal que se obtiene de este nuevo
perfil es que el desempleo no define a la pobreza y que, por el contrario,
dentro de ella, el grupo más numeroso es el de las personas ocupadas.
Todas estas cuestiones son importantes para diseñar herramientas más
eficaces en la lucha contra la pobreza y exclusión social.
Finalmente, debe destacarse el insuficiente desempeño con respecto a
Europa: la tasa AROPE es 4,3 puntos porcentuales superior a la media
de la UE y la séptima más alta de todos los países miembros. Además,
España es el cuarto país con peor evolución de la tasa desde el año
2008. Posiciones similares se obtienen en la comparación de las tasas
de riesgo de pobreza y de baja intensidad de empleo. Solo la privación
material severa se mantiene levemente por debajo de la media europea.
En lo que sigue se resumen los principales capítulos desarrollados en el
informe.
Resumen Ejecutivo
3

INDICADOR AROPE
En el marco de la Estrategia Europa 2020, España se comprometió a
“reducir entre 1.400.000 y 1.500.000 (en el periodo 2009-2019) el número
de personas en riesgo de pobreza y exclusión social de acuerdo con
el indicador AROPE (…) La reducción de la pobreza infantil se realizará
en proporción similar a la reducción de la pobreza en general”1. Éstos
objetivos no eran particularmente ambiciosos en su momento y no solo
no se cumplieron, sino que ni siquiera llegaron a mantenerse los valores
iniciales, a pesar de la evidente mejora de los indicadores en los últimos
años.
En el año 2019, un total de 11.870.000 personas, que suponen el 25,3 % de
la población española está en Riesgo de Pobreza y/o Exclusión Social. Se
mantiene la tendencia descendente por quinto año consecutivo, pero se
aprecia una menor intensidad de la reducción en los dos últimos años.
Con respecto al año pasado, el indicador bajó ocho décimas, lo cual,
combinado con el leve aumento de la población, implica que unas 301.000
personas dejaron de estar en riesgo de pobreza o exclusión social.

Gráfico 1. Evolución AROPE en España (2004-2019)

29,2%

28,6%
27,9%
27,2% 27,3%
26,7%
26,1%
26,1%
26,6%
24,7%
24,3% 24,5%
24,0% 25,3%

23,8%
23,3%

2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019

Base 2013 Base 2004

Como se verá más adelante, la progresiva reducción del AROPE se


debe fundamentalmente a la importante mejora del indicador BITH, de
intensidad de empleo en los hogares, que ha decrecido en 6,3 puntos
porcentuales desde el año 2014. Por el contrario, la reducción de la
10º Informe 2020 | EAPN-ES

pobreza ha sido mucho menor y actualmente se encuentra 1,6 puntos


porcentuales por debajo de su máximo histórico. La privación material

1. https://www.hacienda.gob.es/CDI/programanacionaldereformas/pnr_2011.pdf
4

severa, tercer componente del AROPE, se redujo en cuatro de los últimos


cinco años, sin embargo, se mantiene, aún, 1,1 puntos porcentuales por
encima de los registrados el año 2008. Parece poco, pero es mucho, pues
equivale a un incremento del 30%.
La tasa AROPE no es homogénea para todas las personas y tiene
importantes diferencias según sexo2, edad, nacionalidad, nivel educativo,
hábitat, situación ocupacional, tipo de hogar, discapacidad y territorio.
Según el sexo, desde el año 2014 el AROPE desciende con más intensidad
entre los hombres, con lo cual las mujeres vuelven a recuperar su brecha
histórica. En la actualidad la tasa AROPE femenina es del 26 %, cifra que es
1,4 puntos porcentuales más elevada que la masculina. Por edades, debe
destacarse la elevada tasa AROPE entre los niños, niñas y adolescentes
(NNA) y entre las personas jóvenes de 16 a 29 años, cuyas cifras rondan el
27 %, y la importante reducción entre las personas mayores de 65 años,
que ha bajado tres puntos porcentuales hasta el 14,5 %, probablemente
a causa del incremento de la pensión media que sube este año 630 €
anuales y es, con gran diferencia, el aumento más elevado desde 2008.
Por otra parte, tener hijos es un importante factor de riesgo de pobreza
y/o exclusión: como puede verse en el gráfico, todos los hogares en los
que viven niños, niñas y adolescentes (NNA) tiene tasas más altas en
los principales indicadores que aquellos donde hay adultos solamente,
y esto no es una cuestión coyuntural; sucede siempre, para todos los
años. Dentro de los hogares con NNA, debe subrayarse especialmente
la situación de los hogares monoparentales, casi la mitad de los cuales
están en AROPE (46,8 % este último año).

Gráfico 2. Diferencia entre personas en hogares con o sin NNA (2019)

28,6%
25,6%
22,1%
15,8%

7% 5,3%
4% 4,1%

Hogar sin Hogar con Hogar sin Hogar con Hogar sin Hogar con Hogar sin Hogar con
menores menores menores menores menores menores menores menores

AROPE POBREZA POBREZA SEVERA PMS


Resumen Ejecutivo

2. Como se explica en el apartado “El peso del género”, de la segunda parte del informe,
la ECV no es metodológicamente adecuada para medir diferencias de las condiciones
de vida entre hombres y mujeres.
5

Finalmente, debe destacarse la gran desigualdad territorial que refleja no


sólo el AROPE, sino la práctica totalidad de los indicadores que se analizan
en este trabajo. En este sentido, el informe muestra una España dividida
en dos mitades, en la que las regiones del norte tienen tasas bajas en los
indicadores de pobreza y exclusión y, en su mayoría, homologables con
los países más desarrollados de la UE. Las comunidades autónomas del
sur, por el contrario, muestran tasas muy elevadas, que este año pueden
llegar a ser hasta 26 puntos porcentuales más elevadas que las del norte.

TASA DE RIESGO DE POBREZA


El 20,7 % de la población española, es decir, unos 9,7 millones de personas,
están en riesgo de pobreza. La cifra supone una mejora de ocho décimas
con respecto a los datos del año pasado, con una reducción de 350.000.
Además, aún se mantiene por encima de los registros anteriores a la
crisis: actualmente hay unas 653.000 personas más en riesgo de pobreza
y una diferencia de 0,9 puntos porcentuales con respecto a los valores del
año 2008. Debe destacarse que los incrementos del PIB no han supuesto
una reducción apreciable de la tasa de pobreza. Como se verá más
adelante, en los últimos cinco años (2014-2019) un crecimiento del PIB de
4.539 €, que equivale al 20,7 %, sólo consiguió una disminución de 1,5 puntos
porcentuales en la tasa de pobreza. El crecimiento económico, por sí sólo,
no trae consigo una reducción de la pobreza.

Gráfico 3. Evolución tasa de POBREZA (2004-2019)

22,3%
22,2%
22,1%

21,5%
21,6%
20,8% 20,8%
20,6%
20,3% 20,4% 20,7%
20,1% 20,1% 20,7%
20,4%

19,8%
19,7%
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019

Base 2004 Base 2013


10º Informe 2020 | EAPN-ES

Respecto a la situación de actividad, por una parte, la población


desempleada, a pesar de la reducción de 3,5 puntos porcentuales este
último año, mantiene las tasas más altas de riesgo de pobreza (43,3 % de
6

pobreza entre personas desempleadas en 2019). Además, el extraordinario


incremento de la tasa desde el año 2008, cifrado en más de 12 puntos
porcentuales, muestra las insuficiencias de la protección al desempleo.
Por otra parte, la tasa de pobreza entre las personas con trabajo se
mantiene extraordinariamente estática y en torno al 14 % desde el año
2014. Este último año se ha reducido seis décimas, hasta el 13,2 %. En otras
palabras, las políticas basadas solamente en el crecimiento del empleo
no consiguieron reducir la pobreza, pues no cualquier trabajo protege de
la pobreza. En el origen de esta situación debe considerarse el aumento
de la población ocupada a tiempo parcial, la reducción del valor del
trabajo y la reducción en el tiempo de duración de los contratos.

PRIVACIÓN MATERIAL SEVERA


La privación material severa (PMS) incluye a aquellas personas que viven
en hogares que no pueden afrontar cuatro o más conceptos, ítems o
elementos de consumo, de un total de nueve considerados básicos
en el territorio europeo. La privación material severa es un indicador
de vulnerabilidad grave y, para este año, su valor se reduce con
cierta intensidad hasta el 4,7 % de la población. A pesar del descenso
experimentado desde su máximo en el año 2014, la cifra es un 30 %
superior a la registrada en el año 2008. Tal como sucede en la mayoría de
las variables estudiadas, la privación material severa no es homogénea
y registra variaciones importantes entre algunos grupos o segmentos
específicos de población.

Gráfico 4. Evolución PRIVACIÓN MATERIAL SEVERA (2008-2019)

6,4%
6,2% 7,1%
5,8% 5,8%
5,4%
5,1%
4,9% 4,7%

4,5%

4,5%
3,6%

2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2018

Actualmente, sufren privación material severa uno de cada 16 NNA; una


Resumen Ejecutivo

de cada 10 personas que viven en familias monoparentales; una de cada


seis personas extranjeras provenientes de países no UE y uno de cada 27
7

españoles o españolas. Además, como se verá en el apartado respectivo,


la privación material severa varía considerablemente en función de los
distintos territorios.
También debe destacarse que los hogares con menores soportan una
tasa un 25 % más alta que la de los hogares sin menores (6 % y 4,8 %,
respectivamente). Esta debilidad es especialmente importante entre las
personas que residen en hogares monoparentales, en las que la PMS
alcanza al 10,4 %, cifra que duplica sobradamente a la media y es la más
alta de todos los tipos de hogar analizados.
En general, la mayoría de los ítems de consumo considerados han
mantenido datos levemente inferiores a los del año pasado, excepto
entre las personas que no pueden permitirse una comida de carne,
pollo o pescado cada dos días, cuya tasa se ha incrementado al 3,8 % y
mantiene una importante diferencia con respecto a los datos de 2008 (1,6
puntos porcentuales que suponen un 72 % de crecimiento). Además, este
valor tan elevado y en un indicador tan sensible como es la capacidad
de alimentarse adecuadamente, muestra la debilidad de la calidad de
vida de los grupos más pobres y están en contradicción con la supuesta
recuperación.

Tabla 1. Personas que viven en hogares donde no se pueden afrontar los siguientes
factores o ítems de consumo (%)

DIFICULTAD PARA LLEGAR A FIN DE MES


El 49,3 % de la población española tiene alguna clase de dificultad para
llegar a fin de mes. La cifra se ha reducido seis puntos porcentuales con
respecto al año pasado y es la más baja de todo el período, tanto si se
considera el total con dificultades como si solo se toman en cuenta los
dos niveles más extremos. En este sentido, la población que llega a fin
10º Informe 2020 | EAPN-ES

de mes “con mucha dificultad” es del 7,8 % y la que lo hace solo “con
dificultad” es del 14,2 %. Ambas cifras suponen una importante reducción
con respecto a los datos del año pasado y son las más bajas que se
registran desde el año 2008.
8

A pesar de los buenos resultados de este año, no debe olvidarse que ello
significa que aproximadamente la mitad de la población española vive
en el límite de sus posibilidades, y que algo más de una quinta parte del
total (22 %) llega a fin de mes con dificultad o con mucha dificultad. En
otras palabras y en lo que se refiere a esta variable, se ha progresado
mucho, pero esta mejora es absolutamente insuficiente. Además, no
debe olvidarse que esta variable es una medida de la fragilidad de la
población ante los contratiempos y problemas sobrevenidos y puede
ayudar a explicar las enormes dificultades sociales y económicas que
provoca el coronavirus y su correlato, la nueva crisis económica.

BAJA INTENSIDAD DE EMPLEO POR HOGAR


El factor de baja intensidad de empleo por hogar (BITH) de la tasa AROPE
agrupa a aquellas personas menores de 60 años que viven en hogares
en los que sus miembros en edad de trabajar solo consiguen hacerlo por
debajo del 20 % de su potencial máximo. En el año 2019, el 10,8 % de las
personas menores de 60 años viven en hogares con baja intensidad de
trabajo. Esta cifra supone el mantenimiento casi exacto con respecto a la
registrada el año anterior y pone en duda la consolidación de la fase de
descenso iniciada a partir del año 2014. A pesar de la caída acumulada
de 6,3 puntos porcentuales registrada en los últimos cuatro años, la cifra
actual es todavía está a algo más de cuatro puntos por encima de la
registrada en el año 2008. En términos absolutos, hay 3,8 millones de
personas menores de 60 años que viven en hogares con baja intensidad
de empleo.

Gráfico 5. Evolución, 2008 a 2019, de la población en BIRT (0 a 59 años)

17,1%
15,7% 15,4%
14,3% 14,9%
13,4% 12,8% 10,8%
10,7%
10,8%
7,6%
6,6%

2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
Resumen Ejecutivo
9

BRECHA DE POBREZA
Debe destacarse el claro empeoramiento de las condiciones de vida
de las personas más pobres en el conjunto del período, expresado
principalmente en el aumento de la brecha de pobreza y de la tasa de
pobreza severa.
La brecha de pobreza, que puede entenderse intuitivamente como la
cantidad de dinero que necesita una persona pobre para dejar de serlo
(diferencia entre sus ingresos y el umbral de pobreza) se ha incrementado
este último año al 29,1 %, cifra que se eleva 3,5 puntos porcentuales por
encima de la del año 2008. En términos absolutos, si de media, a una
persona pobre le faltaban 2.148 € para dejar de serlo, en 2019 le faltan
2.622 €. En otras palabras, no sólo hay más, sino que son más pobres aún.

Pobreza severa

Gráfico 6. Evolución de la POBREZA y la POBREZA SEVERA (2008-2019)

20,4% 20,7% 20,6% 22,2% 22,1% 22,3%


19,8% 21,6% 21,5%
20,7%
20,8% 20,4%

10,6% 11,2%
9,6% 9,3% 10,7% 10,5%
8,8% 8,6% 9,2% 9,2%
7,4% 8,1%

2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019

Pobreza Pobreza severa (30% mediana)

La pobreza severa agrupa a las personas que viven en hogares con


ingresos extraordinariamente bajos, cuya renta está por debajo del 40
% de la mediana de renta por unidad de consumo de la población. En
términos absolutos, para el año 2019 están en pobreza severa todas
aquellas personas que viven en hogares cuyo total de ingresos por
unidad de consumo es inferior a 6.006 € al año (500 € al mes). En el caso
de una familia de dos adultos con dos niños, niñas o adolescentes, por
ejemplo, un ingreso de 500 € al mes por unidad de consumo significa que
10º Informe 2020 | EAPN-ES

los ingresos totales de ese hogar alcanzan los 1.050 € mensuales, lo que
significa que cada persona debe sobrevivir con 262 euros mensuales.
En 2019, aproximadamente el 9,2 % de la población, que vienen a ser unos 4,3
millones de personas, viven en pobreza severa. Es decir, algo menos de la
10

mitad de la población pobre está en pobreza severa. La cifra porcentual


es la misma que la del año anterior, sin embargo, en combinación con el
aumento de población supone unas 29.000 personas más.
Por otra parte, la pobreza severa aumentó hasta el año 2015, período en
el que se incrementó en el 51 % (3,8 puntos porcentuales), es decir, más de
cuatro veces superior al incremento de la tasa de pobreza, que lo hizo en
un 12,6 % (2,5 puntos porcentuales) En los últimos cuatro años la tendencia
ha sido claramente de reducción, a pesar de no haberse modificado
este último año. Sin embargo, la bajada es muy insuficiente todavía para
alcanzar las cifras del año 2008.

LA DESIGUALDAD
La renta media por persona se ha incrementado este año en 268 €, con
lo cual completa cinco años de crecimiento consecutivo y alcanza los
11.680 €, cifra que es superior a la de los años de referencia utilizados en
el informe (2008 para el cumplimiento de los compromisos EU 2020, y 2009
para evaluar la recuperación económica después de la crisis).
Sin embargo, el incremento no ha sido similar para todas las personas, el
análisis de la renta media por cuartiles de renta revela que la cuarta parte
más pobre de la población (cuartil 1) solo se ha recuperado este último
año la renta nominal del año 2008, mientras que el resto de los grupos la
sobrepasó hace varios años. Los datos muestran también la fuerza con
la que las personas de los cuartiles 3 y 4 resistieron la crisis, pues sólo en
el año 2013 sus rentas medias pasaron a ser inferiores a las del año 2008.
Por el contrario, en el cuartil 2, esto sucedió dos años antes y, en el cuartil
1, tres años antes. Pero no solo eso, también su recuperación fue mucho
más acelerada. Así, las personas de los dos grupos con mejores rentas
tardaron sólo tres años en recuperar su renta del 2008 (ambas lo hicieron
en el 2016).
En otras palabras, si la crisis duró tres años para el 50 % de la población
con mayores ingresos, para el 25 % más pobre todavía no se acaba.

Tabla 2 Renta media por persona y cuartil (2008-2019)


Resumen Ejecutivo
11

Además de la renta por cuartiles, el trabajo analiza la relación entre los


ingresos del grupo más rico y más pobre de población (S80/S20 y S90/S10)
y el Índice de Gini.

Gráfico 7. Evolución de la relación renta S80/S20 (2004-2019)

6,4
5,5 5,7 6,0 5,9
5,5 6,8 6,9 6,6 6,6
6,5
5,9 6,2 6,3 6,3
5,5 5,6
5,2

2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019

Los datos muestran que la desigualdad aumentó de manera sostenida


tanto en la época de crecimiento económico como a lo largo de la posterior
crisis y sólo el año 2016, dos años después de la anunciada recuperación
macroeconómica, comenzó a reducirse con lentitud. Este último año, la
relación S80/S20 se ha mantenido prácticamente igual que el año anterior y
se tiene, entonces, que la renta total del 20 % de la población con mayores
ingresos multiplica por 6 la renta total del 20 % con menores ingresos.

Gráfico 8. Reparto de ingresos en 2019

2,2% 10% más pobre


4,5% Decil 2
5,7% Decil 3
6,9% Decil 4
8,1% Decil 5
9,4% Decil 6
10,9% Decil 7
12,8% Decil 8
15,5% Decil 9
24,1% 10% más rico

Por otra parte, si se comparan los dos grupos más extremos, se tiene que la
renta acumulada del 10 % con mayores ingresos multiplica por 10,9 la del 10
% con los más bajos.
10º Informe 2020 | EAPN-ES

El Índice de Gini, por su parte, ha registrado una evolución relativamente


similar y para el año 2019, es de 33,0, dos décimas por debajo de la registrada
el año pasado. En la totalidad del período 2008-2019, y después de la
importante reducción de los últimos años, el índice se ha incrementado en
seis décimas.
12

EL TERRITORIO
Una parte importante del trabajo se dedica a analizar las diferencias
territoriales entre las comunidades autónomas. Los datos muestran
que las diferencias entre regiones son grandes y se producen en la
práctica totalidad de los indicadores estudiados. Como resumen general
se muestra el siguiente mapa en el que aparecen las comunidades
autónomas coloreadas del amarillo al rojo en función de su mayor
o menor riesgo de pobreza y/o exclusión social. Las diferencias entre
regiones son más que evidentes y pueden llegar a suponer para este
año más de 26 puntos.

Mapa diferencias AROPE norte-sur por CCAA

Es también evidente la división de España en dos mitades: las comunidades


que se encuentran de Madrid al norte conservan bajas tasas de pobreza
y/o exclusión social y, excepto en algún caso, perfectamente compatibles
con las de los países europeos más avanzados, y, por el contrario, aquellas
situadas al sur, registran tasas extraordinariamente elevadas y muy por
encima de la media nacional.
Resumen Ejecutivo
13

Si se compara en AROPE, las tasas más bajas son de Navarra y País Vasco,
con el 11,7 % y el 14,4 % respectivamente. Por otra parte, las más altas se
registran en Andalucía y Extremadura, ambas con el 37,7 %.

LA COMPARACIÓN EUROPEA
El informe incluye un capítulo con gráficos que permiten evaluar en
términos europeos el desempeño de España en la lucha contra la
pobreza y exclusión y en el cumplimiento de los objetivos comprometidos
como parte de la estrategia EU 2020. Los datos y gráficos ofrecidos
corresponden al año 2018, que son los últimos publicados por Eurostat.
Si los resultados y la evolución de los principales indicadores en España
pueden calificarse de muy insuficientes, incluso considerando la limitada
mejora de los últimos años, tampoco se obtienen mejores conclusiones
en la comparación con respecto a los resultados en el resto de países de
la Unión Europea. Así, para prácticamente todas las variables de pobreza,
exclusión y desigualdad, los datos españoles están por encima del valor
medio que corresponde al conjunto de la Unión Europea, tanto en lo que
se refiere a los valores del año 2018 como a la variación acumulada desde
el año 2008.
Por una parte, la tasa AROPE es 4,3 puntos porcentuales superior a la
media UE y la séptima más alta de todos los países miembros. Por encima
sólo están Bulgaria, Rumanía, Grecia, Letonia, Lituania e Italia. Respecto a
su evolución desde el año 2008, el AROPE, el incremento en España es el
cuarto más elevado de todos los países de la UE.

10º Informe 2020 | EAPN-ES


14

Gráfico 10. AROPE en UE-28 (2018)

Bulgaria 32,8%
Rumania 32,5%
Grecia 31,8%
Letonia 28,4%
Lituania 28,3%
Italia 27,3%
España 26,1%
Croacia 24,8%
Estonia 24,4%
Chipre 23,9%
Reino Unido 23,1%
Luxemburgo 21,9%
UE (28) 21,8%
Portugal 21,6%
Irlanda 21,1%
Bélgica 20%
Hungría 19,6%
Malta 19%
Polonia 18,9%
Alemania 18,7%
Suecia 18%
Austria 17,5%
Francia 17,4%
Dinamarca 17%
Paises Bajos 16,7%
Finlandia 16,5%
Eslovaquia 16,3%
Eslovenia 16,2%
República Checa 12,2%

10 15 20 25 30 35 40 45

En segundo lugar, la posición de España con respecto a la tasa de riesgo


de pobreza es, aún, más extrema. Así, con el 21,5 % de su población en riesgo
de pobreza, cifra que es 4,4 puntos porcentuales superior a la media de
todos los países en su conjunto, España ocupa el sexto lugar de la lista,
debajo de países como Rumanía, Letonia, Lituania Bulgaria y Estonia.
En tercer lugar, la privación material severa es el único indicador cuyos
resultados en España están por debajo de la media de la Unión Europea.
Resumen Ejecutivo

Sin embargo, debe destacarse su relevante aumento durante la última


década, que equivale a un 50 % más; esto es, desde el 3,6 % en el año 2008
hasta el 5,4 % en el año 2018.
15

Además, el porcentaje de personas que viven en hogares con baja


intensidad de empleo (BITH) es, también, extraordinariamente elevado.
En el año 2018 era del 10,7 %, cifra 1,9 puntos porcentuales más elevada
que la media del conjunto y la séptima más alta de todos los países de
la Unión Europea.
Finalmente la desigualdad también es muy elevada con respecto a los
estándares europeos y se incrementa más rápidamente. Por una parte,
en el año 2018, en España, el 20 % más rico de la población dispone de
una renta anual seis veces superior a la del 20 % más pobre y se sitúa
como el sexto país con mayor desigualdad de toda la Unión Europea.
Por otra, el Índice de Gini en España era de 33,2 en 2018, valor que es el
séptimo más elevado de todos países de la Unión Europea.

RENTA Y POBREZA AJUSTADAS: LA RECUPERACIÓN


INCOMPLETA
Ha finalizado el período de vigencia de la Estrategia EU 2020 y los
resultados que se muestran en este informe indican con meridiana
claridad que España no consiguió mejorar con respecto al año 2008
ninguno de los indicadores que se propusieron para su evaluación. Así,
el indicador AROPE se incrementó en un 6,3 % y todos sus componentes
también lo hicieron: la tasa de riesgo de pobreza en un 4,5 %, la PMS en un
30,6 % y el BITH en un 63,6 %. También se incrementaron otros indicadores
importantes, tales como la pobreza severa en un 24,3 %, la brecha de
pobreza en un 13,7 %, la relación S80/S20 en un 5,1 %, y el Índice de Gini en
un 1,8 %.
Sin embargo, estos números no parecen consistentes con la evolución
de la renta media, tanto por persona como por unidad de consumo,
registrada a partir del año 2014, que se incrementó notablemente y acabó
por sobrepasar los valores de inicio del período. El comportamiento de
la renta, unido a la mejora de otros componentes macroeconómicos,
por ejemplo, el PIB, llevó a decretar el fin de la crisis, el comienzo de la
recuperación y, desde hace dos años, la reparación completa de los
daños. El capítulo muestra que eso no sucedió así y que la recuperación
macroeconómica proclamada a partir del año 2014 quedó lejos de
alcanzar efectivamente a las personas. En este sentido, en ningún
momento se consiguió recuperar la capacidad de consumo real de que
disponían las personas al inicio del período y, más importante, los estratos
de población más pobre sufrieron con mayor intensidad la pérdida de
10º Informe 2020 | EAPN-ES

renta real.
La tabla muestra la renta media por persona y cuartil en el año 2008, la
renta del año 2019 nominal y deflactada mediante su reducción en el IPC
acumulado desde el año 2008 (12,7%), y la diferencia en capacidad de
16

consumo real entre ambos años, tanto en términos absolutos como en


porcentaje. Los datos indican que, en el conjunto del período, el total de
la población ha perdido una capacidad real de consumo equivalente a
646 €, es decir del 6 %, y que esa pérdida se hace extensiva a los cuatro
estratos de renta analizados. Además, como siempre sucede, las personas
más pobres, es decir, aquellos que se integran en el cuartil uno, son las
que han sufrido con mayor intensidad las consecuencias de la crisis y
han perdido una capacidad de compra del 11,6 %, cifra que duplica a la
pérdida de renta en el resto de los cuartiles.

Tabla 3. Renta media real por persona y cuartil (IPC desde enero
de 2009 hasta enero de 2019=12,7 %)

En estas condiciones, con toda la población, especialmente la más pobre,


sin poder recuperar su capacidad de consumo, no puede sorprender
que la práctica totalidad de los indicadores de pobreza y vulnerabilidad
no hayan recuperado las tasas que registraban en el año 2008.
Con respecto a la pobreza, la utilización de un umbral anclado en 2008,
refleja de mejor manera el impacto real de la crisis. El gráfico siguiente
muestra una comparativa entre la evolución de la tasa oficial de riesgo
de pobreza y la tasa que resulta de aplicar a cada año el umbral del año
2008 actualizado en el IPC correspondiente. Si se utiliza el umbral del año
2008 + IPC para calcular la pobreza en el 2019, la Tasa de riesgo de pobreza
asciende al 23,8 %. La diferencia con la tasa oficial que, en este caso, es de
3,1 puntos porcentuales, refleja a las personas pobres que desaparecen:
todas aquellas que, sin modificación de sus condiciones de vida, dejan
de contabilizarse como pobres por exclusivo efecto de la metodología de
cálculo del indicador. La conclusión es que la pobreza real es mucho más
alta de lo que los datos oficiales indican.
Resumen Ejecutivo
17

Gráfico 10. Evolución de la pobreza según umbral fijo en 2008

29,4%
28,0% 27,2% 27,2%
28,3%

26,0%
26,3%
24.0% 23,1% 24,6%
24,8%
23,8%
22,0% 20,7%
22,2% 22,1% 22,3%
19,8% 21,6%
20,0% 20,8% 21,5%
20,4% 20,6% 20,4% 20,7%
19,8% 19,7%
18,0% 18,4%

2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019

LAS DIANAS DE LA POBREZA


Finalmente, el trabajo se completa con capítulos específicos sobre la
población pobre, la pobreza infantil, las personas con discapacidad y
sobre las diferencias de género registradas en los indicadores. En ellas se
muestran datos que confirman la inferior calidad de vida que soportan
estas personas con respecto al total de la población.

Población pobre
El trabajo estudia una nueva muestra seleccionada a partir de los
microdatos de la ECV y compuesta exclusivamente por aquellas personas
que cumplen los criterios de riesgo de pobreza. El análisis de los resultados
muestra una acentuación de las principales características que definen
el nuevo perfil de la pobreza que emergió como consecuencia de la crisis
y que es radicalmente diferente de la miseria. En este sentido, entre las
personas pobres aumenta el porcentaje de niños, niñas y adolescentes
(23,7 %); el de las personas con educación superior (16 %); el de las que
viven en zonas urbanas (45,4 %); el de las jubiladas (11,9 %) y otras inactivas
(30,7 %), y el de las que tienen empleo (33 %).
Si una de cada tres personas pobres mayores de 15 años trabaja, y solo
una de cada cuatro está en desempleo, la conclusión es que el desempleo
no define a la pobreza; por el contrario, el grupo más numeroso es el de
las personas ocupadas, es decir, que disponen de un empleo remunerado,
10º Informe 2020 | EAPN-ES

pero cuyo salario no les permite disponer de los recursos necesarios para
satisfacer sus necesidades básicas.
Finalmente, la renta media por persona de la población pobre para este
año es de 3.810 € cifra que contrasta intensamente con los 13.729 € que
obtienen las personas no pobres (casi cuatro veces menos).
18

Para todas estas personas, ser pobre no es lo mismo que no serlo. Se analiza
la capacidad para permitirse 16 ítems de consumo distintos (participar
en actividades de ocio, comprar ropa nueva o zapatos, actividades
sociales, retrasos en pagos, comer proteínas, temperatura adecuada
del hogar, etc.) y no hay ningún aspecto medido en el que la situación
de la población pobre sea al menos parecida a la de las personas que
no lo son. Para todos los ítems, y para todos los años, los porcentajes
de personas pobres que no pueden permitírselos multiplican entre dos y
seis veces los datos medidos entre la población no pobre.

Pobreza infantil
La población infantil, definida como aquella que es menor de 18 años3,
registra tasas muy elevadas en la gran mayoría de indicadores de pobreza
y/o exclusión social. Así, para 2019, el 30,3 % está en situación AROPE, el
27,4 % vive en riesgo de pobreza, el 6 % soporta privación material severa,
el 13,1 % lo hace en pobreza severa medida con un umbral del 40 % de la
mediana, y el 8,4 % vive en hogares con baja intensidad de empleo
Además, para todas las variables, excepto para la tasa de baja intensidad
de empleo, estas cifras son más altas que las del resto de la población.
Según el indicador de que se trate, los datos de los NNA4 pobres pueden
ser entre un 25 % y un 58 % más elevados que los de las personas no
pobres. Tampoco estas elevadas diferencias responden a un problema
coyuntural, pues, se repiten para todos los años y en prácticamente
todos los indicadores.
Nuevamente, ser un menor pobre es muy distinto de no serlo: el 20,6 % vive
en hogares en los cuales se han producido uno o más retrasos en el pago
de la hipoteca o alquiler del hogar; el 23,6 % en hogares que no pueden
mantener la vivienda a temperatura adecuada en invierno; el 50,9 % vive
en hogares que tienen dificultades o mucha dificultad para llegar a fin
de mes y el 22,8 % de la población infantil vive en hogares que no pueden
permitirse tener un ordenador. Las cifras de estos cinco indicadores
quintuplican por lo menos las que se registran entre la población menor
que no es pobre.
Además, un 12,3 % de los menores pobres no puede consumir cada dos
días una comida de carne, pollo o pescado, el 5,3 % no tiene Internet en
casa y el 16,5 % vive en un hogar que no puede permitirse un coche. Para
la mayoría de estas cuestiones los porcentajes entre la población infantil
no pobre son puramente testimoniales.
Resumen Ejecutivo

3. En algunas ocasiones se analiza de forma separada la situación de los menores entre


16 y 17 años a causa de su posición en el mercado laboral (pueden trabajar).

4. Niños, niñas y adolescentes.


19

Personas con discapacidad 5


Para todas las variables de pobreza y/o exclusión, las personas con
discapacidad registran valores mucho más elevados que aquellas que
no tienen ninguna, y esto no es una cuestión coyuntural, sino que se
cumple para todos los años. En primer lugar, en el año 2019, el 32,5 %, es
decir, prácticamente una de cada tres personas con discapacidad, está
en riesgo de pobreza y/o exclusión. Esta cifra es la más elevada de la
década. También lo es la diferencia con respecto a la que soportan las
personas sin discapacidad, 10 puntos porcentuales más elevada. A pesar
de ello, debe destacarse la homogeneidad de las tasas AROPE de las
personas con discapacidad a lo largo de todo el período.
Por otra parte, la tasa de riesgo de pobreza de las personas adultas (18 a 64
años) con discapacidad es del 28,9 %, la cifra más alta de la serie histórica.
También la privación material severa es notablemente más elevada entre
las personas con discapacidad que entre el resto de la población y alcanza
al 7,5 %, cifra que es el doble (108 %, 4 puntos porcentuales) de la registrada
entre las personas sin discapacidad, que es de un 3,7 %.
Respecto a los ítems de consumo que se consideran en la variable, las
personas con discapacidad mantienen cifras notablemente superiores
en todos ellos. Puede destacarse la imposibilidad de permitirse una
comida de proteínas cada dos días que alcanza al 6,2 % (el doble del
resto de la población), que el 29 %, experimenta dificultades o muchas
dificultades para llegar a fin de mes y que el 46,1 no tiene capacidad para
afrontar gastos imprevistos. Entre las personas sin discapacidad estas
últimas cifras son 16 puntos porcentuales más bajas.

El peso del género


La discriminación de género que rige las condiciones del mercado de
trabajo, que es uno de los factores que más afectan a la pobreza, está
más que probada: las tasas de actividad, de paro y de trabajo a tiempo
parcial han sido siempre muy superiores entre las mujeres que entre los
hombres: En el año 2019, la tasa de actividad entre las mujeres es del
53,3 % y la de los hombres del 64,3 %; la tasa de paro femenina es del
16%, y la masculina 12,4 % y el empleo a tiempo parcial ocupa al 23,8 % de
las mujeres y sólo al 7 % de los hombres. Además, están peor pagadas y,
para el año 2018, el INE, en su Encuesta Cuatrienal de Estructura Salarial,
calcula la brecha en un 11,03 %.
10º Informe 2020 | EAPN-ES

5. Se ha considerado que las personas con discapacidad son aquellas de 16 o más años
de edad que afirman en la ECV haberse visto limitadas en algún momento debido a un
problema de salud para realizar las actividades que la gente habitualmente hace. Las
personas que se incluyen en esta definición no necesariamente disponen de certificado
de discapacidad.
20

Respecto a los indicadores de pobreza y/o exclusión, la tendencia al


deterioro de la situación de las mujeres con respecto a los hombres
parece clara. En este sentido, para la gran mayoría de los indicadores
incluidos en el informe la mejora ha sido mucho más intensa entre la
población masculina. Sin embargo, en el informe se hace un análisis
sobre cómo estas enormes diferencias de género que se verifican
en el mercado laboral no se traducen en diferencias palpables en las
condiciones de vida entre hombres y mujeres, no porque no existan, sino
porque las circunstancias metodológicas de la ECV no son adecuadas
para medirlas.

LO QUE VENDRÁ: COVID Y POBREZA


No hay datos todavía para saber en cuánto ha aumentado la pobreza
y vulnerabilidad por efecto de la crisis generada por la covid-19. La
experiencia de atención directa de las entidades que forman la EAPN,
muestra un enorme aumento, tanto en lo que se refiere al número de
nuevas personas usuarias como a sus necesidades.
Por otra parte, el ejemplo histórico de la crisis del año 2009 muestra
incrementos notables en todos los indicadores de pobreza y vulnerabilidad
que se produjeron como consecuencia de la contracción del PIB per
cápita, que se redujo en un 9,3 % a lo largo de cinco años, y de las políticas
de recortes y reducción del déficit aplicadas.
El FMI augura en sus últimas estimaciones que el PIB nacional se reducirá
en un 12,8 % este año, lo que, de confirmarse, supone una contracción
mucho más intensa y explosiva que entonces. Sin embargo, a pesar de
ello, las consecuencias pueden ser algo diferentes a las producidas en
la crisis anterior, a causa de las nuevas políticas de corte expansivo que
se utilizan para luchar contra el trance. En este sentido, algunas de las
nuevas medidas tales como los ERTE, el ingreso mínimo vital, la limitación
de desahucios y cortes de servicios básicos y otras, pueden limitar un
poco el efecto de la covid-19, sobre todo en las personas más pobres.
En cualquier caso, todas estas cuestiones apuntan a que se producirá
un fuerte incremento de las tasas de pobreza y exclusión y obligan a
considerar los datos que se muestran en este informe como un mínimo muy
por debajo de la realidad. Con toda probabilidad, cuando se conozcan,
los guarismos serán superiores, sin embargo, no serán más que una
constatación estadística que vendrá a acentuar la percepción del grave
escenario que dibujan los datos actuales.
Resumen Ejecutivo
24

Nuestras redes y entidades miembro

19 redes autonómicas:
EAPN-Illes Balears- Xarxa per la Inclusió Social ●• Red Andaluza de Lucha contra la Pobreza y la
Exclusión Social ●• Red Aragonesa de Entidades Sociales para la Inclusión ●•● Red Europea contra
la Pobreza y la Exclusión Social en Castilla y León ●•● Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la
Exclusión social en Asturias ●• Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social de
Canarias ●•● Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en Castilla-La Mancha
● Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en Euskadi ●• Red Madrileña de
Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social ●• Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión
Social de la Región de Murcia ●•● Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social de
Extremadura ●•● Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social de Melilla ●•● Red
Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en Cantabria ●•● Red Europea de Lucha
contra la Pobreza y la Exclusión Social en Ceuta ●•● Red Europea de Lucha contra la Pobreza y
la Exclusión Social en el Estado Español de la Comunidad Autónoma de Galicia ●•● Red Europea
de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en La Rioja ●• Red Navarra de Lucha contra la
Pobreza y la Exclusión Social ●• Taula d´Entitats del Tercer Sector Social de Catalunya ●• Xarxa per
la Inclusió social de la Comunitat Valenciana

Y 18 entidades estatales:
Accem ●• Acción Contra el Hambre●● • Cáritas Española ●•● Comisión Española de Ayuda al Refugiado
(CEAR) ●•● Confederación de Centros de Desarrollo Rural (COCEDER) ●•● Confederación Española de
Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) ●•● Cruz Roja Española ●• Federación de
Mujeres Progresistas (FMP) ●• Fundación Cepaim ●• Fundación Cruz Blanca●● • Fundación Esplai ●
• Fundación Secretariado Gitano ●•● Hogar Sí ●• Movimiento por la Paz (MPDL) ●•● Organización
Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) ●• Plena Inclusión ●• Provivienda ●• Unión Española de
Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (UNAD)

Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social


c/ Tribulete, 18 1º - 28012 Madrid
91 786 04 11 - eapn@eapn.es
www.eapn.es
Resumen Ejecutivo

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