Está en la página 1de 7

LITURGIA DE LA PALABRA.

Hoy nos hemos reunido para celebrar la fiesta Patronal del Distrito de................., bajo
la Advocación la Virgen María. Que ella, nuestra Buena y Tierna Madre, proteja a este
pueblo que le venera con mucha devoción y a todos los aquí presentes por esta
iniciativa de conformar una futura Asociación aquí en su Sullana de los .........

En el nombre del Padre…


El Dios de la alegría, de la paz y de la justicia, nos colme de su misericordia y
conceda la felicidad plena mediante la amistad de Jesucristo a todos nosotros. Amén.

Celebramos hoy la solemnidad de los dos grandes apóstoles de la Iglesia: san Pedro
y san Pablo; las dos columnas de la fe cristiana. Pedro, la piedra visible, fundamento
de la unidad de la Iglesia, designado por el mismo Cristo como pastor que había de
apacentar a todo el rebaño de Dios; y Pablo, el viajero y escritor infatigable, de cuyas
cartas se nutre la fe de la Iglesia de todos los tiempos.
Con gozo, pues, reafirmemos hoy nuestra fe en Jesús, la fe que nos ha llegado por el
testimonio de los apóstoles, la fe que también nosotros estamos llamados a vivir y
anunciar. Y para mejor hacerlo, comencemos la celebración de la Palabra
reconociendo que nuestra fe y nuestras obras no siempre van unidas, que a menudo
cometemos fallos en la vida y que nuestra misión como cristianos deja mucho que
desear. Por eso, con humildad y sencillez, pedimos perdón a Dios por nuestros
pecados.

o Tú que perdonaste a Pedro cuando renegó de Ti. Señor, ten piedad.


o Tú que convertiste a Pablo en apóstol tuyo. Cristo, ten piedad.
o Tú que por la sucesión apostólica nos aseguras el perdón de los pecados. Señor,
ten piedad.

Se dice Gloria.
Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos, te adoramos,
te glorificamos, te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del
mundo, ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la
derecha del Padre,
ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo,
sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios, nuestro, que nos llenas hoy de santa y festiva alegría
en la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo y nos reúnes bajo la Advocación de
la Virgen ---------------------------------------------------
concede a tu Iglesia seguir en todo
las enseñanzas de aquellos
por quienes comenzó la difusión de la fe.
Por nuestro Señor Jesucristo.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 12, 1-11
En aquellos días, el rey Herodes se puso a perseguir a algunos miembros de la
Iglesia. Hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan. Al ver que esto agradaba
a los judíos, decidió detener a Pedro. Era la semana de Pascua. Mandó prenderlo y
meterlo en la cárcel, encargando de su custodia a cuatro piquetes de cuatro soldados
cada uno; tenía intención de presentarlo al pueblo pasadas las fiestas de Pascua.
Mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la Iglesia oraba insistentemente a
Dios por él.
La noche antes de que lo sacara Herodes, estaba Pedro durmiendo entre dos
soldados, atado con cadenas. Los centinelas hacían guardia a la puerta de la cárcel.
De repente, se presentó el ángel del Señor, y se iluminó la celda. Tocó a Pedro en el
hombro, lo despertó y le dijo:
—«Date prisa, levántate».
Las cadenas se le cayeron de las manos, y el ángel añadió:
—«Ponte el cinturón y las sandalias».
Obedeció, y el ángel le dijo:
—«Échate el manto y sígueme».
Pedro salió detrás, creyendo que lo que hacía el ángel era una visión y no realidad.
atravesaron la primera y la segunda guardia, llegaron al portón de hierro que daba a
la calle, y se abrió solo. Salieron, y al final de la calle se marchó el ángel.
Pedro recapacitó y dijo:
—«Pues era verdad: el Señor ha enviado a su ángel para librarme de las manos de
Herodes y de la expectación de los judíos».
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 33
R. El Señor me libró de todas mis ansias.

Bendigo al Señor en todo momento,


su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloria en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,


ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,


vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias. R.

El ángel del Señor acampa


en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 13-19


En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesaréa de Filipo, Jesús preguntó a sus
discípulos:
—«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».
Ellos contestaron:
—«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los
profetas».
Él les preguntó:
—«Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?».
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
—«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».
Jesús le respondió:
—«¡Dichoso tú, Simón, ¡hijo de Juan!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne
y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.
Ahora te digo yo:
Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la
derrotará.

Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el
cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo».
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
CREDO.
Profesemos ahora nuestra fe; la fe que es vida, libertad y alegría y en la que nuestra
Madre la Virgen Purísima fue el sostén de la Iglesia naciente y lo sigue siendo en la
Iglesia Actual y de la fe por la cual los apóstoles dieron su sangre.

Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.


y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor que fue concebido por
obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen.
Padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y
sepultado.
Descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos.
Subió a los cielos; está sentado a la derecha de Dios Padre
todopoderoso, desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los
muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa
Iglesia Católica; la comunión de los
Santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la
vida eterna. Amén.

ORACIÓN DE LOS FIELES


En el gozo de la compañía de nuestra purísima Virgen María en la solemnidad de los
santos apóstoles Pedro y Pablo, imploremos la misericordia divina para la Iglesia,
edificada sobre la roca de Pedro, y pidamos por el mundo entero, iluminado por la
predicación de Pablo.

1.- Para que el Santo Padre, el Papa Francisco, gobierne, con la sabiduría del Espíritu
y la firmeza de la fe apostólica, a la Iglesia del Dios vivo. Roguemos al Señor.

2.- Para que Dios, que envió a Pablo a anunciar el mensaje de salvación a todos los
pueblos, envío hoy también sacerdotes que proclamen el Evangelio en nuestra
diócesis y en todo el mundo. Roguemos al Señor.

3.- Para que los responsables del gobierno de las naciones y de nuestro país, como
servidores públicos, procuren siempre la justicia y el bien de todos nosotros, los
ciudadanos. Roguemos al Señor.

4.- Para que los que sufren persecuciones y están encarcelados a causa de su fe y de
la injusticia, obtengan su libertad por la oración perseverante de la Iglesia.
roguemos al Señor.

5.- Para que quienes nos encontramos reunidos hoy aquí, por intercesión la purísima
Virgen María, perseveremos firmemente cimentados en la doctrina apostólica y en
la integridad de la fe y anunciemos a Cristo al mundo, con nuestro testimonio de
vida cristiana. Roguemos al Señor.

6.- Por la salud de quienes han hecho posible que hoy nos reunamos para escuchar y
compartir el mensaje de la Buena Nueva de Cristo y de todos los presentes, para
que, a pesar de los problemas, obstáculos, sufrimiento, enfermedades; para que, a
ejemplo de la Virgen Purísima, sepamos ser fuertes en las adversidades y confiar
plenamente en el Dios de la Vida. Roguemos al Señor.
7.- Por quienes se encuentran postados por la enfermedad para que, si es posible el
por intercesión de la Virgen, les devuelvas la salud deseada y por quienes se
encuentran postrados por enfermedades irreversibles les concedas fortaleza hasta
los últimos días de su vida. Roguemos al Señor.

8.- Por quienes han sido llamados por el Señor a su presencia par se encuentren
gozando ya de la vida eterna junto a sus santos y elegidos. Roguemos al Señor.

Escucha, Señor, nuestras oraciones, edifica nuestra comunidad en Jesucristo, y


haz que al compartir nuestra fe en el Evangelio experimentemos cómo se
fortalece nuestra esperanza y se aviva nuestra caridad. Por Jesucristo, nuestro
Señor.

ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS


Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque en los santos apóstoles Pedro y Pablo
has querido dar a tu Iglesia
un motivo de alegría:
Pedro fue el primero en confesar la fe,
Pablo, el maestro insigne que la interpretó;
aquel fundó la primitiva Iglesia con el resto de Israel,
este fue maestro y doctor en la vocación de los gentiles.
Así, por caminos diversos,
congregaron la única familia de Cristo
y una misma corona asoció a los dos
a quienes venera el mundo.

Te damos gracias porque nos has reunido ahora, estamos contigo.


Te alabamos por las cosas lindas que encontramos que encontramos en la vida, y
también por la alegría que nos das.
Te alabamos por la luz del día y por tus palabras que son luz para nosotros.
Te damos gracias, Señor, de todo corazón

Te alabamos por nuestra tierra y las personas que la habitan;


Por nuestra propia vida que queremos poner a tu servicio.
Tú que eres Bueno de verdad.
Tú nos amas
Te damos gracias, Señor, de todo corazón
Padre Dios, Tú siempre piensas en nosotros
y no te gusta quedarte lejos,
por eso enviaste a tu Hijo querido
y él vino a salvarnos a todos.
Te damos gracias, Señor, de todo corazón

Tu Hijo, Padre anunció l liberación a los pobres,


Curó a los enfermos,
Perdonó a los pecadores,
Demostró su amor a todos
Hasta dar su vida en la cruz,
Y tú lo resucitaste
Para que tengamos vida y seamos tu pueblo.
Te damos gracias, Señor, de todo corazón
Padre de Amor,
estamos recordando ahora
la Muerte y Resurrección de nuestro Salvador Jesucristo,
que se puso en nuestras manos para ser nuestro sacrificio,
el que nos lleva hacia Ti.

Danos un corazón grande para amar,


Danos un corazón fuerte para luchar.

Escúchanos Señor, Dios, nuestro,


y regala el Espíritu de tu amor
a todos los que participamos en esta celebración de la Palabra,
para que cada vez estemos más unidos
en la Iglesia, con el Papa Francisco y nuestro Obispo José Antonio,
y todos los que sirven a tu pueblo santo.
Danos un corazón grande para amar,
Danos un corazón fuerte para luchar.

Recuerda a todos los que amamos


Y también a quienes no amaos bastante.
Ten presente a los que dejaron esta vida
y recíbelos bondadoso en tu casa.
Danos un corazón grande para amar,
Danos un corazón fuerte para luchar.

Reúnenos contigo, Señor,


Junto con la Virgen María, Pura y Limpia,
Madre de Dios y Madre nuestra,
para que celebremos ese día sin final en tu Reino,
donde todos los amigos de Jesucristo,
nuestro Señor, cantarán ante ti para siempre.
Danos un corazón grande para amar,
Danos un corazón fuerte para luchar.

PADRE NUESTRO
Ahora unidos como hermanos, nos dirigimos a Dios como Padre,
con la oración que nuestro Señor, Jesucristo nos enseñó:

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado


sea tu nombre; venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Líbranos Señor, de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días, para
que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y
protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de
nuestro Salvador Jesucristo.

Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor.


Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
“La paz les dejo, mi paz les doy”;
no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Démonos fraternalmente con un gesto, la paz

ORACIÓN DE DESPEDIDA
Padre Bueno del cielo,
Te damos gracias porque nos has reunido
Como familia cristiana
Para escuchar tu Palabra y celebrar la Acción de Gracias.
Envíanos tu Espíritu para que nos de fuerza
Y podamos volver a encontrarnos nuevamente
Todos juntos para escucharte y alabarte.
Y sobre todo Padre,
Ayúdanos a cumplir tu voluntad,
Para realizar así tu bendición.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Saludamos a nuestra Buena Madre la Santísima Virgen Pura y Limpia:

Dios te Salve María…


Ruega por nosotros Santa Madre de Dios….

Pidamos Todos juntos a Dios su Bendición


El Señor nos bendiga y nos guarde
Que haga resplandecer su rostro sobre nosotros
Y nos conceda lo que le pedimos.
Que el Señor nos muestre su rostro
Y nos conceda la paz.
En el nombre del Padre…

También podría gustarte