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LA INTERCESIÓN UN ARMA PODEROSA

INTRODUCCIÓN.

“Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en


la brecha delante de mí, a favor de la tierra…” (Ez. 22:30).
Hoy más que nunca en la historia de la humanidad, Dios está
buscando hombres y mujeres que estén dispuestos a ponerse en la
brecha entre Dios y este mundo para interceder ante Él por un mundo
más justo para todos, por una nación con gobernantes de acuerdo
con el corazón de Dios, por una Iglesia que esté siempre a la ofensiva,
por un liderazgo fuerte y unido.

LA ORACIÓN INTERCESORA.

Con mucha frecuencia confundimos el orar con el interceder y la


mayoría de las veces nuestra oración es una larga lista de súplicas y
peticiones, repetidas una y otra vez. Los Discípulos, quienes tampoco
sabían orar, le pidieron a Jesús que les enseñara a orar; hoy en día,
nosotros contamos con la ayuda del Espíritu Santo, quien quiere
enseñarnos cómo orar. (Jn. 14:26; Ro. 8:26).

1. ¿QUÉ ES INTERCEDER?

Interceder es tomar el lugar del otro; es ponerse en su lugar para


suplicar o defender su caso motivado solamente por el amor y la
misericordia (Ro. 8:34). Podemos ver, entonces, que interceder no es
pedir a favor nuestro, sino más bien, a favor de otros.

2. ¿QUIÉN ES UN INTERCESOR?

Es la persona que dispone su vida para orar por otros, tomando su


lugar. Es aquella persona que siente carga en su corazón por una
situación ajena. Es alguien que lleva una vida de profunda comunión
con Dios y negación propia, dispuesto a sentir el sufrimiento de aquel
por quien intercede.
Un intercesor es la persona que se interpone entre Dios y los que se
merecen su justa ira o castigo, poniéndose en la brecha por ellos y
clamando a Dios misericordia y perdón. (Ez. 22:30).
Un intercesor es la persona que siempre esta en guerra porque pelea
contra Satanás y esa guerra no la puede pelear con armas carnales,
necesita vestirse de toda la armadura de Dios. (Ef. 6:12-18).

3. ¿POR QUÉ RAZÓN HAY QUE INTERCEDER?


En la Biblia se habla de tres cielos. El primero es lo que llamamos
atmósfera. El segundo es el espacio en donde están los astros, y
arriba de ese espacio está el tercer cielo, en donde está el Reino de
Dios. El Apóstol Pablo habla de cómo él fue arrebatado hasta el tercer
cielo. (2 Co. 12:2-5).

En el libro de Daniel está escrito muy claramente (Dn. 10:10-13, lea


cuidadosamente los vv. 12 y 13). Este pasaje nos muestra que desde
el primer día en que él oró, su petición fue oída. Pero, Satanás con sus
huestes, luchando en las regiones celestes que le pertenecen y que
nos rodean, se opuso e impidió durante veintiún días que esa
respuesta llegara.

EL PODER DE LA ORACIÓN INTERCESORA

¿Cuál es el poder que tiene la oración de intercesión? Mover, con


nuestra súplica la mano de Dios y libertar la obra restauradora del
Espíritu Santo. Dios puede hacerlo todo. Él es todo. Pero en su amor
tan grande hacia nosotros, Él derrama su gracia y escoge a hombres
y mujeres para que colaboren con Él en su obra de salvación, ¡estos
son los intercesores! ¡Qué inmenso privilegio!
La oración del intercesor es igual a la de Jesús al Padre. Por eso es
que es más poderosa que ninguna otra, porque el intercesor, así como
Jesús, pone su vida en la causa por la que está suplicando.

La Biblia nos da muchos ejemplos de la oración intercesora:

1. EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

 La intercesión insistente de Abraham a favor de Sodoma pensando


en Lot (Gn. 18:23-33)
 La intercesión de Moisés a favor de Israel (Éx. 32:11-14; Nm.
16:20-22)
 La súplica intercesora de Samuel a favor del pueblo (1 S. 7:5, 8-9)
 Daniel, durante el destierro (Dn. 9:1-19)
 Esdras, intercede por restauración (Esd. 9:6-15)
 Nehemías, intercede por la restauración de su pueblo (Neh. 1:5-11).

2. EN EL NUEVO TESTAMENTO

 A los milagros de Jesús precede la acción intercesora de alguien


(Mr. 2:1-12; Lc. 7:1-10; 11:5-8).
 La oración de Jesús en vísperas de ser sacrificado se llama “de
intercesión”, pues señala su actitud constante ante su Padre en
relación con los suyos (Jn. 17; Lc. 22:31-32).
 Esteban, al igual que Jesús, intercede por sus enemigos (Hch. 7:60;
Lc. 23:34).
 Pablo pide que intercedan por él (Ro. 15:30-32; Ef. 6:18-20).
 Pablo recomienda pedir por (interceder) todos los hombres (1 Ti.
2:1-2).

¿CÓMO INTERCEDER?

La intercesión es el arma más eficaz que posee todo cristiano. Por


esto es importante tener presente los siguientes pasos:
1. DIFERENCIAS ENTRE ORACIÓN E INTERCESIÓN

La oración: Es la elevación del alma hacia Dios para adorarle,


alabarle, darle gracias, pedirle perdón, favores o presentarle nuestras
necesidades. Es el ofrecimiento de las emociones y los deseos del
alma hechos a Dios, en el nombre de Jesús. Es la comunicación de
nuestro corazón con Dios es el alimento del alma.
La intercesión: Es todo lo anterior, pero en batalla y no pidiendo por
nosotros, sino a favor de alguien más (persona, familia, iglesia o
nación), sintiendo amor, dolor, compasión y misericordia.
2. LA FORMA DE INTERCEDER ES PERSONAL

No hay una técnica en especial en la oración, lo que importa es la fe,


la obediencia, la entrega y el desinterés personal de cualquier índole.
La intercesión debe ser una actitud voluntaria motivada por el amor
de Dios. La intercesión no debe hacerse por compromiso, imposición
o compensación económica.

3. ¿DE QUÉ MANERAS PODEMOS INTERCEDER?


Con nuestro entendimiento: Orando con nuestras propias palabras
(basados en la Palabra de Dios) y en nuestro idioma. Usando nuestra
mente, pensando, entendiendo y sabiendo la razón por la que
intercedemos.

Orando en el Espíritu: Orando en lenguas con la ayuda del Espíritu


Santo, no sabiendo nosotros por lo que intercedemos, pero Él sí. (1
Co. 14:2).

En muchas ocasiones sentimos la urgencia, la necesidad de orar, de


interceder, sin saber lo que sucede o sin conocer la necesidad. No
podemos orar con entendimiento porque no sabríamos qué pedir, pero
el Espíritu Santo sí lo sabe y entonces, lo único que debemos hacer
es dejar fluir esa necesidad de intercesión al orar en el Espíritu, en
lenguas extrañas para que el Espíritu Santo interceda por nosotros
(Ro. 8:26).
4. SE PUEDE INTERCEDER EN VOZ ALTA, EN VOZ BAJA, COMO EN
UN MURMULLO O CON EL PENSAMIENTO

De cualquier forma, que se haga, la oración debe dirigirse hacia Dios;


sin embargo, cuando se intercede en batalla contra Satanás y sus
espíritus malignos, debe hacerse en voz alta y con la autoridad que
tenemos en el Nombre de Jesús (Mr. 16:17). Satanás no puede entrar
en nuestros pensamientos, pero él y todas sus huestes ¡sí pueden
oírnos!

5. LA INTERCESIÓN ES UNA ORACIÓN EN BATALLA

Para salir a batalla hay que vestirse adecuadamente. Antes de


empezar, cúbrase con la Sangre de Cristo y tome todos los
instrumentos de la armadura de Dios. (Ef. 6:10-18).
Tipos de intercesión:

1. POR LAS NACIONES

La palabra “naciones” significa “ethnos” o grupos étnicos; esto


implica que nación es la gente de un país.
En el Antiguo Testamento encontramos muchos ejemplos de cómo el
destino de una nación puede cambiar por medio de la intercesión. En
el Salmo 2:8, el Señor dice “Pídeme, y te daré por herencia las
naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra”. Cuando
intercedemos por las naciones, estamos rogando a Dios por la
conversión de toda la gente del mundo. (Jn. 10:16).
En toda sociedad existen siete áreas básicas, estas son:
1. El hogar y la familia
2. La Iglesia
3. Los educadores
4. Los medios de comunicación
5. El gobierno
6. Los espectáculos públicos
7. El comercio

En 2 Crónicas 7:14 y Jeremías 29:7 hay promesas para las naciones.


2. POR LAS PERSONAS QUE GOBIERNAN

Satanás ataca a todos los hombres, pero más a los que están en el
poder, en eminencia, en autoridad. El poder da al hombre que lo
ejerce: potestad, riquezas, posición e impunidad; situación que lo
hace más vulnerable para caer en las garras del mal.
3. POR LA IGLESIA

Al igual que los gobiernos, la Iglesia y sus líderes espirituales están


expuestos al ataque constante, inclemente y artero de Satanás.
Al interceder por la Iglesia, debemos tener presente los siguientes
aspectos:
La Iglesia es el Cuerpo de Cristo, en el cual todos los miembros son
importantes (1 Co. 12:12-27). Intercedamos por la unidad.

 Jesús no fundó ninguna denominación. Él estableció una doctrina


para que fuese una forma de vida diaria, a través de una relación
personal con Él.
 Intercedamos porque todos los cristianos seamos un solo cuerpo,
sin distingos denominacionales.
 Intercedamos porque en las iglesias se predique la Palabra de Dios,
sin quitarle ni añadirle nada (2 Ti. 4:1-3; Tit. 2:1).
4. POR LOS LÍDERES ESPIRITUALES

Al igual que el gobierno y demás personas en eminencia, los líderes


espirituales, apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros,
(Ef. 4:11) y misioneros, etc. están expuestos a los ataques del
enemigo, quien tratará por todos los medios de hacerlos caer, de
forma que no puedan cumplir con su ministerio. Intercedamos para
que Dios les de la fortaleza, sabiduría y el entendimiento que
necesitan para resistir y vencer al enemigo.

5. POR LA FAMILIA, VECINOS, AMIGOS, ETC.

Satanás buscará destruir a la familia (divorcios, pleitos, contiendas,


violencia, mala comunicación, rebelión, etc.).

6. CONTRA LOS PODERES DE LAS TINIEBLAS

Todo lo bueno en el mundo procede de Dios, pues Dios todo lo hizo


bueno. Pero todo lo malo procede de Satanás y los demonios. La
enfermedad, pobreza, violencia, hambre, vicios, guerras, pleitos, etc.
es consecuencia de lo que Satanás y sus huestes de espíritus
malignos hacen en el hombre.
LA ARMADURA DE DIOS

Cuando un solado sale a la batalla, se viste con un equipo especial.


Igualmente nosotros, cuando vamos a esta batalla de intercesión
tenemos que vestirnos de toda la armadura espiritual que nos ha sido
dada por Dios (Efesios 6:10-17).
Además de esta armadura, tenemos otra igualmente poderosa: la
Sangre de Cristo. Antes de interceder, cubrámonos con la Sangre de
Cristo y vistámonos con toda la armadura de Dios.
ALGUNAS ESCRITURAS PARA INTERCEDER

POR LAS NACIONES:

 Proverbios 16:10-13; 20:26-28; 21:1; 28:2; 1 Timoteo 2:1-2

POR LAS PERSONAS QUE NOS GOBIERNAN:

 Por personas que sean justas, sabias, con temor de Dios (2 Sa.
23:3; Pr. 1:6; Sal. 2:10-11)
 Por personas no sujetas a la avaricia e inmoralidad (Pr. 4:27; 1 Ti.
6:9)
 Por personas misericordiosas y veraces (Pr. 3:3-6; 20:28)
 Por personas que sean enemigas del soborno, la corrupción y la
lisonja (Éx. 23:8; Dt. 16:19; Pr. 29:4)
 Por jueces justos (Dt. 16:18; Col. 3:12-17)

POR LA IGLESIA:

 Proverbios 16:10-13; 20:26-28; 21:1; 28:2; 1 Timoteo 2:1-2

Contra las fuerzas de las tinieblas:


 Isaías 54:17; Romanos 6:14; 8:28-39; 2 Corintios 10:4; Colosenses
2:12-15; Santiago 4:7

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