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Hora Santa

Retiro Corinto
17/01/2022

Canto de Exposición de Jesús Sacramentado

Guía: Padre nuestro, Dios te Salve María y Gloria…

GUÍA: Oremos. Dios todopoderoso y eterno, en Cristo tu Hijo, tú has mostrado tu gloria al mundo. Guía el
trabajo de tu Iglesia: ayúdale a proclamar tu nombre, a perseverar en la fe y a llevar el consuelo quienes
se sientan más abatidos, Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

AMÉN.

Oración a Jesús Sacramentado (San Alfonso María de Ligorio):


Señor mío Jesucristo, que por amor a los hombres estás noche y día en este sacramento, lleno de piedad
y de amor, esperando, llamando y recibiendo a cuantos vienen a visitarte: creo que estás presente en el
sacramento del altar. Te adoro desde el abismo de mi nada y te doy gracias por todas las mercedes que
me has hecho, y especialmente por haberte dado Tú mismo en este sacramento, por haberme concedido
por mi abogada a tu amantísima Madre y haberme llamado a visitarte. Adoro ahora a tu Santísimo corazón
y deseo adorarlo por tres fines: el primero, en acción de gracias por este insigne beneficio; en segundo
lugar, para resarcirte de todas las injurias que recibes de tus enemigos en este sacramento; y finalmente,
deseando adorarte con esta visita en todos los lugares de la tierra donde estás sacramentado con menos
culto y abandono.

Canto apropiado

Período de Oración en Silencio


(3-5 minutos).

GUÍA: Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 11, 25-30
"En aquella ocasión Jesús exclamó: «Yo te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque has
mantenido ocultas estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre,
pues así fue de tu agrado. Mi Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el
Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo se lo quiera dar a conocer. Vengan
a mí los que van cansados, llevando pesadas cargas, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de
mí, que soy paciente y humilde de corazón, y sus almas encontrarán descanso. Pues mi yugo es suave y
mi carga liviana.» PALABRA DEL SEÑOR.

Llamados a Vivir por la Fe


De Porta Fidei 13. Se lee despacio por uno y otro lector.

1. Por la fe, María acogió la palabra del Ángel y creyó en el anuncio de que sería la Madre de Dios
en la obediencia de su entrega. En la visita a Isabel entonó su canto de alabanza al Omnipotente
por las maravillas que hace en quienes se encomiendan a Él. Con la misma fe siguió al Señor en su
predicación y permaneció con él hasta el Calvario. Oremos:
Todos: Señor, aumenta nuestra fe.

2. Con fe, María saboreó los frutos de la resurrección de Jesús y, guardando todos los recuerdos en
su corazón, los transmitió a los Doce, reunidos con ella en el Cenáculo para recibir el Espíritu
Santo. Oremos:
Todos: Señor, aumenta nuestra fe.
3. Por la fe, los Apóstoles dejaron todo para seguir al Maestro. Creyeron en las palabras con las que
anunciaba el Reino de Dios, que está presente y se realiza en su persona. Vivieron en comunión
de vida con Jesús, que los instruía con sus enseñanzas, dejándoles una nueva regla de vida basada
en el amor, por la que serían reconocidos como sus discípulos después de su muerte. Oremos:
Todos: Señor, aumenta nuestra fe.

4. Por la fe, fueron por el mundo entero, siguiendo el mandato de llevar el Evangelio a toda criatura
y, sin temor alguno, anunciaron a todos la alegría de la resurrección, de la que fueron testigos
fieles. Oremos:
Todos: Señor, aumenta nuestra fe.

5. Por la fe, los discípulos formaron la primera comunidad reunida en torno a la enseñanza de los
Apóstoles, la oración y la celebración de la Eucaristía, poniendo en común todos sus bienes para
atender las necesidades de los hermanos. Oremos:
Todos: Señor, aumenta nuestra fe.

6. Por la fe, los mártires entregaron su vida como testimonio de la verdad del Evangelio, que los
había trasformado y hecho capaces de llegar hasta el mayor don del amor con el perdón de sus
perseguidores. Oremos:
Todos: Señor, aumenta nuestra fe.

7. Por la fe, hombres y mujeres han consagrado su vida a Cristo, dejando todo para vivir en la
sencillez evangélica la obediencia, la pobreza y la castidad, signos concretos de la espera del Señor
que no tarda en llegar. Oremos:
Todos: Señor, aumenta nuestra fe.

8. Por la fe, muchos cristianos han promovido acciones a favor de la justicia, para hacer concreta la
palabra del Señor, que ha venido a proclamar la liberación de los oprimidos y un tiempo de gracia
para todos. Oremos:
Todos: Señor, aumenta nuestra fe.

9. Por la fe, hombres y mujeres de toda edad, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida,
han confesado a lo largo de los siglos la belleza de seguir al Señor Jesús allí donde se les llamaba
a dar testimonio de su ser cristianos: en la familia, la profesión, la vida pública y el desempeño de
los carismas y ministerios que se les confiaban. Oremos:
Todos: Señor, aumenta nuestra fe.

10. También nosotros vivimos por la fe: para el reconocimiento vivo del Señor Jesús, presente en
nuestras vidas y en la historia. Oremos:
Todos: Señor, aumenta nuestra fe.

Canto apropiado.

GUÍA: Lectura del Santo Evangelio según San Juan Juan 6:19-29
“Cuando habían remado unos cinco kilómetros, vieron a Jesús acercarse a la barca caminando sobre el
agua, y tuvieron miedo. Él les dijo: «Soy yo, no teman». Ellos quisieron subirlo a la barca, pero esta tocó
tierra en seguida en el lugar adonde iban. Al día siguiente, la multitud que se había quedado en la otra
orilla vio que Jesús no había subido con sus discípulos en la única barca que había allí, sino que ellos habían
partido solos. Mientras tanto, unas barcas de Tiberíades atracaron cerca del lugar donde habían comido
el pan, después que el Señor pronunció la acción de gracias. Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús
y sus discípulos no estaban allí, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm en busca de Jesús. Al
encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo llegaste?». Jesús les respondió: «Les
aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse.
Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará
el Hijo del hombre; porque es él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello». Ellos le preguntaron: «¿Qué
debemos hacer para realizar las obras de Dios?». Jesús les respondió: «La obra de Dios es que ustedes
crean en aquel que él ha enviado”. PALABRA DEL SEÑOR.

Período de Oración en Silencio


(3-5 minutos)

GUÍA: Oración
Dios nuestro Padre, siempre danos la gracia para contribuir al trabajo de la redención, creyendo en Aquél
que tú has enviado, nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina por siempre. AMÉN.

Letanía de Alabanza
GUÍA: Dios Padre del Cielo, Creador del mundo, fuente de toda bondad; Padre, la primera Persona de la
Santísima Trinidad;
R. Confiamos en Ti
Padre del Hijo Primogénito;
R. Confiamos en Ti
Padre e Hijo, de quienes procede el Espíritu Santo;
R. Confiamos en Ti
Padre de la belleza y de la sabiduría;
R. Confiamos en Ti
Padre eterno, infinita majestad y santidad;
R. Confiamos en Ti
Padre todopoderoso, lleno de misericordia y de toda compasión;
R. Confiamos en Ti
Jesús, nuestro eterno Pastor, nos ofreces tu gracia sanadora;
R. Que vivamos por la fe
Jesús, presente en nuestra Eucaristía, guárdanos en nuestra fe;
R. Que vivamos por la fe
Jesús, el anunciado por los profetas, ábrenos tu Palabra a nosotros;
R. Que vivamos por la fe
Jesús, el soberano de todas las naciones, guíanos con tu amor;
R. Que vivamos por la fe
Jesús, tú revelas el rostro del Padre;
R. Que vivamos por la fe
Jesús, en quien, con el Padre y el Espíritu Santo, somos uno;
R. Que vivamos por la fe
Espíritu Santo de amor y de verdad, de sabiduría y de entendimiento;
R. Ven y aumenta nuestra fe.
Espíritu Santo, que renuevas la faz de la tierra;
R. Ven y aumenta nuestra fe.
Espíritu Santo, llena nuestras almas con tu luz;
R. Ven y aumenta nuestra fe.
Espíritu Santo, graba tu ley en nuestros corazones;
R. Ven y aumenta nuestra fe.
Espíritu Santo, inflámanos con el ardor de tu amor;
R. Ven y aumenta nuestra fe.
Espíritu Santo, enseñarnos a orar y guíanos en el camino de la salvación;
R. Ven y aumenta nuestra fe.
Por nuestra adoración del Santísimo:
R. Que nuestra fe dé fruto.
Por tu Santísimo Cuerpo y Sangre;
R. Que nuestra fe dé fruto.
Por el don de la Eucaristía.
R. Que nuestra fe dé fruto.

BENDICIÓN CON EL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Canto (Tantum Ergo u otro)


- Les diste a comer el pan del cielo.
- R. Que contiene en sí todo deleite

Oremos:
Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste la memoria de tu Pasión y de tu muerte,
concédenos venerar de tal manera los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que
experimentemos siempre en nosotros los frutos de tu Redención. Tú que vives y reinas por los siglos de
los siglos. Amén.

Alabanzas Divinas:
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea su sacratísimo Corazón.
Bendita sea su preciosísima sangre.
Bendito sea Jesús en el santísimo sacramento del altar.
Bendito sea el Espíritu Santo consolador.
Bendita sea la excelsa madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su santa e inmaculada concepción.
Bendita sea su gloriosa asunción.
Bendito sea el nombre de María, virgen y madre.
Bendito sea san José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

Reserva del Santísimo


Canto final

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