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CONFIRMACIONES
SEPTIEMBRE 25 DE 2021
RITOS INICIALES
MONICIÓN DE ENTRADA
CANTO DE ENTRADA
Todos: Amén.
ACTO PENITENCIAL
CANTO PENITENCIAL
GLORIA:
Amén.
ORACIÓN COLECTA
LITURGIA DE LA PALABRA
MONICIÓN DE LECTURAS
Terminada la proclamación del Evangelio, el padre Sebastián Díaz, presenta a los que
van a ser confirmados diciendo:
Obispo:
¿Sabes si todos fueron preparados convenientemente para recibir con fe y
decisión este sacramento?
Sacerdote:
Me consta que todos han recibido la adecuada catequesis, se han preparado con
la oración y la caridad y están decididos a renovar sus compromisos bautismales
para ser fieles testigos de Cristo.
Obispo:
En el nombre del Señor los aceptamos para recibir este sacramento admirable que
los confirma en la vida del Espíritu Santo que recibieron en su bautismo.
Todos responden:
Demos gracias a Dios
Los confirmandos se sientan.
El obispo pronuncia la homilía.
“SI, RENUNCIO”
Obispo: ¿Renuncian al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios?
Todos: Si, renuncio.
Obispo: ¿Renuncian a todas las seducciones del mal, para que no domine en
ustedes el pecado?
Todos: Si, renuncio.
Obispo: ¿Renuncian a Satanás, padre y príncipe del pecado?
Todos: Si, renuncio.
PROFESIÓN DE FE
Comentador: El credo es la síntesis de nuestra fe; es el fruto de la firme creencia
en la palabra salvífica.
Cada confirmando, unido a los demás, da su respuesta personal y sincera:
Obispo: ¿Creen en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra?
Todos: Si, creo.
Obispo: ¿Creen en Jesucristo, su único Hijo nuestro Señor, que nació de Santa
María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a
la derecha del Padre?
Todos: Si, creo.
Obispo: ¿Creen en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión
de los santos, el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la vida
eterna?
Todos: Si, creo.
Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia, que nos gloriamos en profesar en
Cristo Jesús nuestro Señor.
AMEN.
IMPOSICIÓN DE LAS MANOS
Obispo:
Hermanos amadísimos,
Oremos a Dios padre todopoderoso,
Y pidámosle que derrame abundantemente al Espíritu Santo
Sobre todos sus hijos adoptivos,
Quienes han renacido a la vida eterna por el Bautismo:
El mismo Espíritu Santo
Los confirme con la abundancia de sus dones
Y confortados con esta unción,
Los perfeccione en su configuración
A Cristo Hijo de Dios.
Todos oran en silencio unos momentos.
El obispo y los presbíteros que han de ayudarle en la unción, imponen las manos
sobre todos los confirmandos, mientras el obispo, solo, dice:
Dios todopoderoso,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
Que has dado nuestra vida
Del agua y del Espíritu Santo
A estos hijos tuyos,
Librándolos del pecado.
Envía ahora sobre ellos
El Espíritu Santo Paráclito;
Concédeles espíritu de sabiduría y de inteligencia,
Espíritu de consejo y de fortaleza,
Espíritu de ciencia y de piedad
Y cólmalos del espíritu de tu temor.
Por Cristo Nuestro Señor.
Todos: Amén
Comentador: La crismación hace de los cristianos una raza elegida, nación santa,
pueblo real (1Pe 2, 9).
El obispo moja el pulgar derecho en el crisma y traza el signo de la cruz en la frente del
confirmando, e impone la mano sobre su cabeza mientras dice estas palabras:
Obispo: Oremos hermanos al Padre que nos ha sacado del dominio de las
tinieblas y nos ha trasladado al Reino de su Hijo, para que estos hijos quienes han
confirmado la efusión del Espíritu Santo se mantengan fortalecidos en la fe,
cimentados en la caridad y con su vida den testimonio del Señor Jesús, diciendo:
Te rogamos, óyenos.
Por los obispos, sacerdotes y diáconos, para que, con la ayuda del Espíritu Santo,
continúen su misión de ser buenos obreros del reino de Dios para que así todos
alcancemos el conocimiento y la profundización de Su palabra.
Por los gobernantes para que la acción del Espíritu Santo, les ayude a promover
nuestra juventud; para que sean hombres y mujeres de bien útiles a la sociedad.
Por los padres y padrinos de estos jóvenes para que con su ejemplo y palabra los
ayuden a seguir fielmente a Cristo.
Por los catequistas y demás servidores de la Iglesia para que con la ayuda de tu
Espíritu Santo les permitas ser más humildes para que cada vez más cumplan su
misión con respeto y amor.
Por los afligidos para que el Espíritu Santo consolador suscite en ellos nuevas
esperanzas y sepan comprender el valor redentor del sufrimiento.
Por todos los jóvenes, para que el Espíritu Santo motive en ellos el deseo de
consagrar su vida al Señor a través del diario caminar y fortaleciendo su fe.
Obispo: Padre bondadoso, mira propicio a tu familia, y haz que quienes oramos
por las necesidades de todos los hombres, no temamos ningún mal, sino que
seamos siempre consolados con la presencia del Espíritu Santo que vive en
nuestros corazones.
Por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
PROCESIÓN DE OFRENDAS
PAN: Te ofrecemos Señor este pan, formado por multitud de granos de trigo para
que al transformarse por la acción del Espíritu Santo en el Cuerpo de Cristo, nos
ayude a ver que representa a los cristianos formando un solo cuerpo y una misma
iglesia.
VINO Y UVAS: Te ofrecemos Señor este vino y estas uvas que son el fruto de la
Tierra y del trabajo de los hombres, para que al transformarse sacramentalmente
en la Sangre de Jesús ilumine nuestro camino como confirmandos y discípulos
suyos y así mismo alimente y fortifique nuestra fe.
LUZ: Te presentamos esta luz como símbolo de tu presencia en nuestra vida para
que nos ayudes a ver el camino que quieres que sigamos y así poder entender
que cosas nos identifican como verdaderos cristianos y cuáles no.
LITURGIA DE LA EUCARISTIA
CANTO OFERTORIO
RITO DE COMUNIÓN
Creo Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del
Altar
No permitas Señor,
Amén.
Y mándame a ir a ti,
ACCIÓN DE GRACIAS
Un joven:
Padre misericordioso,
RITO DE CONCLUSIÓN
Despedida
El pueblo responde:
Y con tu espíritu