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LA LIBERTAD

¡ALERTA! NO MAS
VIOLENCIA CONTRA LA
MUJER,

Nos están
matando.

Sostienen que en Investigadores


piden estar atentos
los colegios hay a un posible
mas violencia aumento de
violencia familiar,
física, entre las en el
chicas. distanciamiento
social.
CONOCE CASOS DE VIOLENCIA Y LOS PROGRAMAS DE
AYUDA A PREVENIR LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
La violencia es un problema que enfrentan las
mujeres a nivel global, dicho problema se
presenta en el aspecto físico, psicológico, y
sexual, en la cual trae graves consecuencias,
como la locura, suicidio, baja autoestima, entre
problemas, lo cual causa mucha preocupación de
las autoridades en los diferentes puntos de
nuestro país, en nuestro contexto más de de 90
países están en confinamiento social y más de 4
00 00 00 millones de personas se refugian en
casa para evitar el contagio del covid-19 , se trata
de una medida de protección, pero vemos que
durante este confinamiento los casos de
San Miguel: vecinos intentan linchar a sereno acusado de golpear a violencia aumentaron, o esta pandemia llamada
su pareja. violencia crece en la casa, en vez de estar
protegidos y sanos, se observa peor, un aumento
Vecinos del distrito de san Miguel, llegaron hasta el domicilio de un de violencia contra las mujeres.
miembro de serenazgo, acusado de golpear a su pareja. La policía
Nacional llego hasta el lugar para intentar controlar a la turba
enardecida, que hacía caso omiso a las autoridades. "La violencia contra las mujeres es un problema
mundial, dado el impacto que tiene en la calidad
de vida de quienes la viven, bajo la complicidad
de una cultura patriarcal y un Estado que la
invisibiliza". Hablar de violencia contra las
mujeres exige reconocer que existen asimetrías
intra-género que potencian la probabilidad de
ser agredida, ello resulta de utilidad para
elaborar políticas públicas en salud que
reconozcan contextos particulares que sirven
como caldo de cultivo para cometer violencia
contra este grupo poblacional.
TEXTOS PERIODÍSTICOS DE LA VIOLENCIA CONTRALA
MUJER

hoy por hoy la participación de la mujer ha sido importante


en diferentes campos lo que ha permitido avances
significativos en el logro de la equidad de género. Sin
embargo, todavía se evidencia una brecha persistente en las
mujeres que se dedican a la investigación, lo cual genera
que talentos potenciales para la creatividad y la innovación
no se utilicen en su totalidad y a largo plazo podría
perjudicar el crecimiento económico sostenible de los
países.
A nivel mundial, se evidencia que las mujeres que optan por
profesiones y trabajan en carreras de Ciencia, Tecnología,
Ingeniería y Matemáticas (que se denominan STEM) es
todavía muy inferior a los hombres, de acuerdo, al informe
de la UNESCO del 2015 sobre la ciencia a nivel
mundial sólo el 28% de los investigadores en el mundo son
mujeres y en el caso colombiano a partir de la última
convocatoria de categorización de investigadores de
Colciencias el 37% son mujeres. Estos resultados muestran
que las investigadoras por lo general tienen menos
posibilidades de acceder a fondos, redes y cargos directivos
que las colocan en desventaja para la generación de nuevo
conocimiento y la producción científica de alto impacto.
Además, el fortalecer y generar nuevas competencias STEM
en el mercado laboral es un factor fundamental para la
innovación, generación de valor y la competitividad de los
países que permite una diversificación y economía
altamente especializada basada en el conocimiento donde la
mujer cumple un papel clave al permitir obtener un nuevo
recurso humano que requiere de un esfuerzo coordinado y
sistemático de los gobiernos y hacedores de política que
promuevan y mejoren las oportunidades en las carreras
STEM para las mujeres que buscan aportar y ser
competentes en temas científicos.
La discusión de estos temas es fundamental para promover
la equidad de género en la CTI donde se deben analizar y
valorar datos e indicadores, estudios de caso y análisis de
política pública que permitan tomar decisiones y formular
estrategias que fomenten la equidad de género en la
investigación desde una perspectiva integral que incluya
toda la cadena de valor y permita cada día poder cerrar la
brecha y contar con una mayor participación y aporte de la
mujer en el campo científico.
El difícil contexto de la pandemia por el COVID – 19 nos ha
permitido seguir reflexionando sobre la importancia del papel
de las mujeres, sus aportes a la salud, educación y seguridad,
liderando acciones desde los hogares, instituciones públicas y
privadas, y organizaciones de la sociedad civil. A lo largo de
nuestra historia, las mujeres han
Participado de manera activa en el desarrollo económico y
social de nuestro país, pero el reconocimiento a dicha
participación como derecho se da inicio en la segunda mitad del
Siglo XX. Ante ello nos preguntamos: ¿Qué posibilidades y
limitaciones de participación tuvieron las mujeres en el
contexto del año 1955?
EL SUFRAGIO FEMENINO EN EL PARLAMENTO PERUANO
ENTRE 1931 – 1932

El rechazo a la aceptación del derecho de sufragio femenino


pasaba por la concepción que se tenía del papel que
desempeñaba la mujer en la sociedad y por la calificación de
la actividad que esta realizaba en el ámbito privado y público
que debía ser reconocida y aceptada como trabajo.
Los congresistas que querían seguir manteniendo el status
quo [situación en la que se encontraban] de la mujer en la
sociedad no estaban de acuerdo con el voto femenino.
Ellos le asignaban las actividades que la “madre naturaleza” le había encomendado en el ámbito privado:
ser la conservadora de la especie, la protectora del hogar y de la familia bajo el amparo del varón quien
debía protegerla y cuidarla, pese a que en última instancia aceptaron que interviniera en labores de
beneficencia y de magisterio porque ambas actividades eran la prolongación de un proceso maternal. Los
congresistas que valoraban el trabajo de la mujer fuera del hogar, estaban de acuerdo en que saliera del
espacio privado al público para estudiar o trabajar (entendiendo al trabajo como aquel esfuerzo que se
realizaba fuera del espacio privado, por el cual se recibía un sueldo, salario o se obtenía una renta o
ganancia como resultado de un pequeño negocio), lo que significaba contar con los medios para tomar
conciencia de su realidad en la sociedad y “sacudirse” de las influencias religiosas a las que habían estado
“sometidas”.
Editorial.
Violencia hacia la mujer
El derecho de las mujeres de disfrutar salud plena debe asegurarse
durante el ciclo de su vida en igualdad de condiciones con los hombres.
Las mujeres son responsables de una gran carga de trabajo desde muy
temprana edad: cerca de 450 millones de mujeres en países en vías de
desarrollo no tienen un adecuado crecimiento por la desnutrición que
presentan. La violencia hacia la mujer es cualquier acto o conducta –
basado en el género– que produce en ella un sufrimiento o daño físico,
sexual o psicológico, incluyendo las amenazas de llevar a cabo dichos
actos. La violencia contra la mujer, viola, perjudica o anula el disfrute
de los derechos humanos y sus libertades fundamentales. Las niñas y
adolescentes son víctimas de violencia en forma desproporcional, 40 a
58% de las agresiones sexuales son ocasionadas por un familiar o por
una persona conocida. La información acumulada durante dos décadas
demuestra que un alto porcentaje de lesiones graves y asesinatos
ocurridos entre miembros de la familia son el desenlace de situaciones
crónicas de violencia doméstica. Los cambios en México son resultado
del trabajo de grupos de mujeres durante dos décadas: en el año de
1979 se promueve una ley contra la violencia intrafamiliar; en 1997 se
crea la primera unidad de atención de la violencia intrafamiliar; entre
1999- 2000 se funda el PRONAVI (Programa Nacional contra la
Violencia Intrafamiliar), auspiciada por la Secretaría de Gobernación.
Por su parte, la Secretaría de Salud, el 8 de mayo del 2000, publica la
Norma Oficial Mexicana 19 SSA 1-1999, en donde se marcan los
criterios para la prestación de servicios de salud y las normas para la
atención médica a la violencia familiar. Lori Heise, en 1994, con la
OMS, refiere que tanto en países en desarrollo como en los
desarrollados se informan episodios de violencia física provocados por la
pareja en 20% de los casos, todos ellos ocurridos en diversos contextos
culturales y religiosos. La OPS y la OMS publicaron en 1998 que la
violencia contra la mujer en el hogar es mucho mayor de lo que se
suponía, ya que se estima que entre 16 y 52% de las mujeres
experimentan violencia física por parte de sus compañeros y por lo
menos una de cada cinco son objeto de violación en el transcurso de su
vida. En 1999, Moreno M, en su escrito sobre la salud sexual y
reproductiva en el Distrito Federal, refiere que en México 50% de las
mujeres mayores de 15 años, unidas o no, son objeto de agresión por su
pareja. La violencia causa en la mujer lesiones físicas y psicosomáticas,
trastornos en los niños al observar las lesiones en un familiar o
experimentarla en ellos mismos, situación que favorecerá el aprendizaje
de patrones agresivos que se repetirán cuando sean adultos. Las
mujeres maltratadas pierden su confianza y autoestima obstruyendo
sus posibilidades de crecimiento personal y consecuentemente la
magnitud y calidad de su aportación a la sociedad.

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