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SEMINARIO TEOLÓGICO NAZARENO

VIOLENCIA HACIA LA MUJER


ENSAYO

LILIANA HUAMANCHUMO SANDOVAL


ALUMNO

CHICLAYO NOVIEMBRE 2023


INTRODUCCIÓN

El siguiente ensayo que presento, se desarrolla y reflexiona sobre un gran problema que

aqueja a nuestra sociedad, el cual es, la violencia contra la mujer.

A pesar de que el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia se encuentra

garantizado por diversas normas de nivel internacional y nacional, que incluyen además en

muchos casos la adopción e implementación de políticas públicas para dicho fin, lo cierto es

que, en pleno siglo XXI, los cambios en los patrones socioculturales que legitiman, toleran o

exacerban dicha violencia, siguen siendo un claro desafío para nuestras sociedades.

Todavía mantenemos actitudes y comportamientos, personales y colectivos, que son

altamente tolerantes con la violencia hacia las mujeres, que generalizan un clima de

impunidad, que a su vez influye negativamente en un contexto social, donde los derechos

humanos no están garantizados para todas por igual y la violencia hacia las mujeres en la

sociedad se encuentra normalizada. De esta forma, se genera un círculo altamente dañino

que termina no solo justificando, sino incluso potenciando el ejercicio de la violencia.

¿QUÉ ES LA VIOLENCIA HACIA LA MUJER?

Kofi Annan lo define como: “La violencia contra las mujeres es quizás la más vergonzosa
violación a los derechos humanos. En la medida en que perdure, no podemos decir que
progresamos hacia la equidad, el desarrollo y la paz.”
La ONU la define como “la violencia contra la mujer es todo acto de violencia basado en la

pertenencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener como resultado un daño o

sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos,

la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se produce en la vida pública

como en la vida privada”.


Alberdi y Rojas Marcos la define como “la violencia que los hombres ejercen contra las

mujeres basándose en la ideología del patriarcado o del machismo” (p. 49) representada por

la dominación legítima masculina sobre la mujer y situándolas en una posición familiar, social

y laboral secundario.

Analizando estos conceptos podemos decir que la violencia contra las mujeres es quizás la

más vergonzosa de las violaciones de los derechos humanos. No conoce fronteras

geográficas, culturales o de propiedad. Mientras esto continúe, no podremos afirmar que

hemos hecho verdaderos progresos hacia la igualdad, el desarrollo y la paz.

Además por “violencia contra la mujer” se entiende todo acto de violencia de género que

tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para

la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de

libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada.

Los momentos vividos por una mujer víctima de la violencia dejan un legado, el más

importante de los cuales son las consecuencias psicológicas, ya que el comportamiento

agresivo se desarrolla y su autoestima comienza a bajar a cero, se considera inferior al

hombre, y teme la separación por diversas razones, como por motivos monetarios, por

miedo a tener una familia sola, o por temor al mayor daño que él le hará a ella y a sus hijos.

Esta angustia les impide darse cuenta de que la mejor manera de rectificar la situación es

condenar al maltratador.

Podemos ver que desde tiempos de nuestros ancestros, la violencia es considerada como

parte de la cultura, y en cierto modo, se acepta como integrante de la formación familiar.

El comportamiento violento y agresivo ha estado presente a través de toda la historia y ha

quedado gravado en documentos que van desde las antiguas escrituras hasta las tablas

estadísticas actuales.

La violencia es universal en tiempo y espacio, en el tiempo porque ha estado y sigue estando

presente encabezando las causas de defunción en las mujeres, y en el espacio porque se

infiltra en todas las sociedades, cualquiera que sea su grado de desarrollo.

Todas las mujeres históricamente han vivido en mayor o menor intensidad formas de

violencia, donde esta está presente en la mayoría de las sociedades, pero a menudo no es

reconocida y se acepta como parte del orden establecido.


Ya desde los albores de la historia es latente el dominio del hombre en las distintas

sociedades, por ejemplo: “El sati (rito) entre los hindúes (que exige que la viuda se ofrezca

en la pira funeraria de su marido), el infanticidio femenino en la cultura china e india

dominadas por hombres, los matrimonios concertados entre los musulmanes, que pueden

llevar al asesinato o a la tortura de la mujer, y la esclavitud doméstica en el nuevo hogar

indican la presencia endémica de sexismo y violencia doméstica masculina”.

“Ninguna sociedad trata a sus mujeres tan bien como a sus hombres” dice el Informe

sobre Desarrollo Humano de 1997 del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el

Desarrollo), y al decir eso no está hablando de la anormalidad o de la excepcionalidad de las

familias con hombres violentos, sino, muy por el contrario, de las rutinas, de la costumbre,

de la moral, de la normalidad”. Esta afirmación que, lamentablemente, expresa una situación

que no ha variado de un modo significativo a pesar de los 17 años de realizada, nos estaría

indicando que los marcos que dotan de sentido a las relaciones entre hombres y mujeres

todavía mantienen fuertes raíces patriarcales. A pesar de los cambios ocurridos en las

últimas décadas y de la impronta de los discursos de derechos y de igualdad para todos, el

maltrato a las mujeres en todas las etapas de su ciclo vital no cede, tal como lo demuestran

las encuestas y los estudios que se realizan en el país y en muchos otros países del mundo.

La violencia contra las mujeres es un importante tema de salud y derechos humanos.

Tomando como referente la población femenina mundial, por lo menos una de cada cinco

mujeres ha sido maltratada física o sexualmente por un hombre o varios hombres en algún

momento de su vida.

Algunas otras feministas radicales opinan que es la familia la raíz del problema y que la

solución está en liberarse del hombre, mientras que en el extremo opuesto otros opinan que

la mujer debe limitarse a su papel de ama de casa y madre. Aunque no puede afirmarse que

toda la violencia sea cometida por hombres, sí ocurre así en la mayoría de los casos.

Nuestro país debería promover campañas permanentes en el tiempo para prevenir la

violencia contra las mujeres y no solo disponer de ellas en fechas emblemáticas como el 25

de noviembre. La vida de las mujeres no puede valer menos que la propiedad privada.
APLICACIÓN DE ENCUESTA A LA CONGREGACIÓN DE LA IGLESIA DEL
NAZARENO DE SANTA ROSA, FRENTE A LA VIOLENCIA HACIA LA MUJER
En el marco del cumplimiento del desarrollo de las actividades del curso Introducción a la

Sociología, desarrollé una encuesta y como evidencia, dejo el link:

Luego de los resultados, pude obtener las siguientes deducciones:

a. De los datos obtenidos, llenaron la encuesta un 100% mujeres, entre los 20 a 50

años, en su mayoría son amas de casa, y el resto son profesionales.

b. El 78.3% ante la pregunta ¿En el caso que tuvieras una experiencia de maltrato

psicológico en el ámbito familiar, a quien pidieras apoyo? Responde que a su padre y

el 21.3% responde que pediría apoyo a su pastor.

c. Ante la pregunta ¿De qué forma crees que la violencia psicológica se presenta? el

40% de las mujeres de nuestra Iglesia respondió que se presenta a través de la

“humillación”, el 32% a través de “amenazas”, el 18% a través de “la manipulación” y

el 10% a través de ”invalidación emocional”.

d. Podemos ver que en su mayoría confía en su padre biológico para pedir apoyo o ayuda

en caso sufriera de violencia; asimismo, creen que la “amenaza” y la “humillación” son

las formas mas frecuentes en que se presenta la vilencia hacia la mujer.

CONCLUSION
En conclusión, la violencia hacia la mujer es un fenómeno social que viene desde hace

muchos años y no solo se presenta en nuestro país, sino a nivel mundial. Esta violencia hacia

las mujeres, refleja la gran desigualdad y sometimiento en el que vivimos. Hoy en día se ha

perdido el gran valor y respeto hacia la vida, la igualdad, hacia la persona y especialmente

hacia la mujer, que ha sido menospreciada y vista como inferior año tras año.

Además la violencia contra la mujer es un flagelo que atenta contra la dignidad de las

mujeres, sus derechos y sus oportunidades de realización personal y profesional. Es un mal

social y de salud que se sustenta en una cultura de preponderancia patriarcal y

discriminativa hacia la mujer en razón de expectativas heredadas o preconcebidas respecto

a su género.
Es por ello como como sociedad y más como iglesia no podemos, ni debemos ignorar esta

situación, no es posible que se maltrate así a una mujer incluso causarle la muerte,

acabando así sus sueños, sus ilusiones, su futuro e incluso los de su familia.

Es momento de despertar como sociedad y más aún como pueblo de Dios de concientizar

que todas las mujeres, merecen respeto, amor y un trato digno, merecen ser tratadas como

lo que son: mujeres con un gran valor, como creación divina de Dios, que vale más que

cualquier joya o todo el dinero del mundo, y que no merecen ser tratadas como simples

objetos. Y además brindar todo el apoyo emocional.

REFERENCIAS

 La violencia contra las mujeres en el Perú. Roxana Vásquez Sotelo.

 ¿CALLAR O GRITAR? EL DILEMA DE LA MUJER MALTRATADA ¡UN CLAMOR EN

EL SILENCIO! . Belkys Ordóñez.

 http://www.mujereslibresdeviolencia.usmp.edu.pe/blog/2015/03/que-es-la-

violencia-contra-las-mujeres/

 https://www.urp.edu.pe/pdf/id/4268/n/violencia-contra-la-mujer.pdf

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