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Mauricio Toledo

1.- Defina virtualidad (Levy) y simulacro (Baudrillard).

El concepto de virtualidad, siguiendo a Pierre Lévy, es el conjunto problemático que está


sujeto a actualizarse tras su estima temporal, con preferencia al futuro, que crea y apunta
los cuestionamientos sobre qué es lo real o no, y no como un antónimo de lo virtual, sino de
lo actual. Esto quiere decir que la actualización constante de entendimiento e información,
dada nuestra capacidad creadora e interpretativa de la realidad, basada en supuestos,
escenarios posibles o incluso en nuestros sueños, nos permite percibir como real algo que
está digitalizado al llevar estas experiencias virtuales a otro lugar fuera del mundo
analógico. Con el sólo hecho de poder dar respuestas a estas interrogantes ya estamos
haciendo real algo que no es tangible, pues si nuestra mente puede recrearlo, puedo
comunicarlo, se recibe y decodifica, existe. Por eso la virtualidad tiene una relación
estrecha con el futuro, porque la constante actualización de entendimiento genera
posibilidades que no están “desrealizadas” del entorno, sino que se sujeta a los márgenes de
entendimiento para percibirlo como algo que es. Como contraparte, Baudrillard, un
pesimista de la tecnología, entiende que lo real debe atenerse a la supremacía semiótica y el
significado de los signos, por lo que todas las experiencias sostenidas y basadas en la triada
de significado, significante y observadores en materias virtuales, sólo serían un engaño y
manifestaciones irreales de un simulacro sobre el cómo deberíamos entender al mundo real.

2.- ¿Cuál de las dos perspectivas respalda? Fundamente

Sinceramente, me es difícil tomar postura frente a las dos perspectivas señaladas, pues creo
que ambas representan un sentir que, circunstancialmente, podría o no tomar para entender
los fenómenos de mi propia vida y experiencia virtual en reflexión. Por una parte, el
manuscrito de Lévy me parece fascinante porque entender que lo real se escapa de lo físico
y puede trasladarse a nuestra fuerza creadora, especuladora y soñadora permite notar la
influencia que tienen las herramientas virtuales en nuestros sentires. Creer que lo real es
contrario a lo virtual se escapa completamente de cuánto es el beneficio (o el daño) físico y
emocional que puede ocasionarnos el vínculo y actividades virtuales, como ir cazando
Pokémones conduciendo, sin prestar atención al entorno, y terminar por acabar con nuestra
vida por no delimitar los significados y distinciones sobre la ilusión que estas herramientas
sugieren. Y es en este punto donde puedo también respaldar al simulacro, pues este masaje
mental de las herramientas, incentivando la actualización y búsqueda de respuestas a lo que
esperamos que sea lo real, obviamente influye en la manera en que percibimos al mundo y,
de cierta manera, nos limita un tanto a tener control sobre la percepción actual, que es la
que “realmente” podría transformar, delimitar, o acabar incluso con nosotros y nuestro
entorno. Por ejemplo, y en un supuesto “irreal” sobre qué hay en la cabeza de Baudrillard,
pesimista de la tecnología, entendería que no existe la necesidad de salir a cazar Pokémones
si pueden descargarse herramientas que alteran la ubicación espacio/temporal, completando
el registro del juego sin la necesidad de salir de casa, y, por ende, no percibir los peligros
que puede conllevar el entender como real una simulación que sugiere metas creadas para y
por un videojuego. Si algo veo en Baudrillard es una lucha contra la actualización no por
sus beneficios, sino por cuánto podría limitarnos y envolvernos en supuestos y posibles que
podrían no cumplirse. Entender lo virtual como un simulacro no es del todo negativo si ha
de querer interpretar la vida desde una postura más conservadora, alejada de la
sobreinformación y “castillos en el aire”, como dice Alberto Cortez. Creo que es muy
pronto para tomar una perspectiva porque los fenómenos estudiados recién están mostrando
sus consecuencias, y será importante observar los fenómenos de las IA, el metaverso y las
relaciones digitales desde ambas perspectivas para entender de la mejor manera qué es lo
que pasa con nosotros.

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