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La epistemología genética de Jean Piaget

Conference Paper · December 2018

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Berta Barrios
Universidad Nacional Abierta, UNA
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La epistemología genética de Jean Piaget (¹)

Prof. Berta Barrios


Universidad Nacional Abierta

Mi intervención pretende ser una introducción a la teoría de Jean Piaget, que sirva para
comprender los aspectos epistemológicos de dicha teoría. Voy a comenzar con una
breve referencia biográfica, centrada en algunos aspectos científicos fundamentales de
su vida, para luego hablar sobre la teoría de la epistemología genética como ciencia, su
objeto de estudio y su carácter constructivista.

Jean Piaget: biólogo, psicólogo, epistemólogo.

Como todos sabemos, Jean Piaget nació en Suiza (1896-1980). Su formación


inicial fue en el campo de la biología y esa formación fue determinante en su desarrollo
científico. A los 15 años publicó una serie de artículos sobre los moluscos de Suiza. Los
estudios sobre los moluscos tuvieron un gran valor en su desarrollo científico. Estudió
en el Departamento de Ciencias de la Universidad de Neuchatel y se graduó en ciencias
naturales y después obtuvo el doctorado con una tesis sobre los moluscos (1918,
aproximadamente a los 22 años). En ese tiempo se interesó por aspectos que tuvieron
una repercusión importante en la elaboración de su teoría. Por ejemplo, se interesó por
los problemas de las relaciones entre las partes y el todo. Piaget decía que en todos los
dominios de la vida (orgánica, mental, social) existen totalidades que son
cualitativamente distintas en sus partes y que imponen una organización, es decir, no
existen elementos aislados.

En 1919 en la Universidad de La Sorbona de París, estudió psicología


patológica, lógica y filosofía de las ciencias. Estos estudios tuvieron una gran influencia
en Piaget, especialmente por el método histórico-crítico y las referencias a la psicología
que hacía uno de sus profesores, Brunschvieg. Estando en París, trabajó en el
laboratorio de Binet, junto a Theodore Simon (quien en colaboración con Alfred Binet
había construido una de las primeras escalas de medición de la inteligencia). Piaget
incursiona entonces en el campo de la psicología. El propósito de este trabajo era
estandarizar una prueba de inteligencia con los niños de París. Piaget descubrió que le
interesaban más los errores que cometían los niños en dicha prueba, que el número de
respuestas correctas. Sobre todo, para él fue más interesante descubrir las razones de los
fracasos de los niños y realizó con ellos interrogatorios clínicos con el propósito de
descubrir algo sobre los procesos de razonamiento que estaban detrás de sus respuestas
equivocadas. Por ejemplo, sus observaciones le llevaron a considerar que la lógica no
era innata, sino que se desarrolla poco a poco, esta idea inicial es parte fundamental de
su teoría. Piaget encontró en la psicología su verdadero campo de investigación, porque
allí podía estudiar experimentalmente lo que le interesaba desde un principio: las
relaciones entre la parte y el todo por medio del análisis de los procesos psicológicos
subyacentes en las operaciones lógicas. La dirección de sus investigaciones estuvo
encaminada, entonces, hacia el estudio del pensamiento en el niño: en ver cómo se
origina y como cambia el pensamiento.
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(¹) Disertación para estudiantes de la maestría Psicología del Desarrollo Humano (UCV, Caracas, 2015)
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Entre 1925 y 1932, publicó una serie de obras con el resultado de estas
investigaciones, entre ellas El lenguaje y el pensamiento en el niño (1924), el Juicio y
razonamiento en el niño (1928) y El juicio moral del niño (1932).

Entre 1925 y 1931 nacen sus hijos: dos hembras y un varón. Con la ayudó de su
esposa dedicó un tiempo considerable a observar sus reacciones y los sometió a diversos
experimentos. Los resultados de esta investigación fueron publicados en tres volúmenes
que tratan principalmente de la génesis del comportamiento inteligente, de ideas de
constancia objetiva y causalidad y de los comienzos del comportamiento simbólico
(imitación y juego). Los libros fueron: El nacimiento de la inteligencia en el niño
(1937), La construcción de la realidad en el niño (1937) y la formación del símbolo en
el niño (1945).

Toda su investigación sobre el desarrollo del pensamiento en el niño, constituyó


la base empírica que le permitió fundamentar científicamente su teoría y la línea central
de su pensamiento, que es la epistemología genética. En 1950, escribe Introducción a la
epistemología genética y, posteriormente, una serie de estudios, en 26 volúmenes sobre
el mismo tema. La figura de Jean Piaget como epistemólogo quizás sea la menos
conocida entre los educadores y algunos psicólogos, ya que en esos ámbitos han
destacado a Piaget más por lo que Rolando García (1997) llama los subproductos de su
investigación (por ejemplo, el desarrollo del lenguaje o el desarrollo moral del niño) y
por las implicaciones educativas que han derivado de su teoría; sin embargo, la teoría
piagetiana encierra una postura y una concepción importante sobre el conocimiento,
como veremos ahora.

La epistemología genética como ciencia.

La propuesta teórica de Jean Piaget supone una ruptura con la manera como la
filosofía trataba el problema del conocimiento, una filosofía basada en especulaciones o
conjeturas acerca de la realidad. En su obra Introducción a la Epistemología Genética,
Piaget diferencia entre el objeto de estudio de la filosofía y el de la ciencia. Plantea que
el objeto de la filosofía es la totalidad de la realidad y que solo cuenta con el método del
análisis reflexivo, de relacionar todo con todo para estudiar esa totalidad, con lo cual
pareciera posible alcanzar la verdad, el conocimiento, por la simple reflexión. En
cambio, para Piaget, el objeto de la ciencia es delimitado, la ciencia trata con problemas
particulares y utiliza varios métodos específicos para la solución de dichos problemas.
Para la ciencia no hay un conocimiento general, sino múltiples formas de conocimiento.

Ahora bien, la ilusión fundamental contra la cual nos enfrentamos consiste en la


creencia de que se puede hallar la verdad por simple reflexión (…): la verdad solo
se obtiene por deducción, pero mediante algoritmos precisos, o por experiencia,
pero con la ayuda de controles precisos. (…) Pensamos simplemente, juntamente
con la lógica, la psicología y la epistemología contemporáneas, que no se dice
nada esencial –en cuanto a la solución- hasta tanto no se hayan suministrado los
instrumentos de demostración formal o de verificación experimental necesarios
Piaget).

Por otro lado, Piaget se opone al innatismo, a la manera de concebir el


conocimiento como producto de las intuiciones o de ideas preconcebidas, es decir, al
conocimiento innato, independiente de la experiencia. Para Piaget, las personas no
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nacen provistas de nociones y categorías innatas, sino que éstas se van elaborando en el
transcurso del desarrollo (aunque hay factores biológicos que constituyen la base desde
la que se inicia la construcción del conocimiento). Piaget también se opone al
empirismo, a concebir el conocimiento únicamente como producto de la experiencia
como si fuese una copia de la realidad exterior; más bien para Piaget el conocimiento
supone una elaboración que realiza el propio sujeto sobre la realidad que conoce.

Piaget entonces plantea que la epistemología debe someter el estudio del problema
del conocimiento a una constatación empírica. El conocimiento, cuando se trata de
hechos, debe someterse a una comprobación experimental, utilizando controles precisos
y pasos rigurosos y cuando se trata de cuestiones formales, de carácter lógico o
matemático, debe someterse a las exigencias de la coherencia lógica de un sistema
deductivo (García, 1997). Esto es lo que determina a la epistemología genética como
una disciplina científica.

“Piaget va a representar una nueva ruptura dentro de la misma filosofía, que


implicará una reorganización de los dominios que pertenecen a la ciencia y a la
filosofía. Distingue entonces entre los problemas del conocimiento, que están
fuera del alcance de la filosofía especulativa y que deben ser estudiados por la
ciencia y aquellos problemas que rebasan a la ciencia y al conocimiento en
general y que tienen que ver con el sentido de la vida, con la posición del hombre
frente al universo o la sociedad. Esta es la problemática que Piaget deja en el
campo de la filosofía especulativa, mientras que aquella parte de la filosofía que
se ocupa de los problemas del conocimiento constituirá el dominio de la
epistemología” (García, 1997, p. 35).

Pero esta diferenciación no tiene que ver con separar los problemas que son de un
campo y de otro, pues un mismo problema puede estudiarse en uno u otro campo
según se le considera y, sobre todo, según el método de estudio, en realidad la
diferencia está en el conocimiento que puede ser objeto de algún tipo de
constatación empírica. Y aquí es donde tiene lugar la ruptura piagetiana dentro de
la filosofía. Piaget considerará inaceptable una teoría del conocimiento producto
de la pura especulación filosófica. Todo conocimiento debe someterse a las
exigencias de la constatación empírica, si se trata de hechos, o a las exigencias de
la coherencia lógica de un sistema deductivo, si se trata de cuestiones formales, es
decir, de carácter lógico o matemático”. (García, 1997, p. 36).

El objeto de estudio de la epistemología genética

Entonces, frente a la forma en que la filosofía especulativa trataba el problema del


conocimiento, como un objeto de estudio muy general, Piaget se centra en un problema
particular: en estudiar cómo se origina y se transforma el conocimiento, es decir, se
interesa en estudiar el problema del conocimiento como un proceso (y no como un
estado invariante). De acuerdo con esta concepción, la pregunta principal que Piaget se
formula es cómo se incrementa el conocimiento, cómo se pasa de un estado de menor
conocimiento a un estado de mayor conocimiento. Y esto implica una gran diferencia
frente a la pregunta general que se planteaba tradicionalmente la filosofía, qué es el
conocimiento, e implica una concepción particular y diferente sobre la manera de
abordar el problema del conocimiento.
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El resultado de sus investigaciones, es precisamente, el estudio del proceso de


incremento de los conocimientos, pues se trata no únicamente de observar y establecer
un proceso evolutivo, cualitativamente distinto, en diferentes edades, sino también de
explicar cómo se origina el pensamiento desde sus inicios, desde los niveles más
elementales y cómo se transforma hasta un nivel más superior. Cómo construye el niño
la noción de permanencia del objeto o cómo pasa de la irreversibilidad a la
reversibilidad del pensamiento, son ejemplos de esta concepción del conocimiento
como proceso. Recordemos que, en el caso de la permanencia del objeto, el niño llega a
construir la noción de que los objetos existen aún cuando no los vea y esto ocurre a
través de un proceso de experiencias con los objetos, que va desde ver un objeto y no
buscarlo si éste desaparece, después buscar un objeto que está parcialmente escondido,
posteriormente buscarlo cuando ve que ha sido oculto y por último, buscar un objeto
que no está, sin haber visto que lo han escondido.

“El objeto de estudio de la epistemología genética es determinar cómo es el


proceso de incremento de los conocimientos, es decir, cómo cambia el
conocimiento de un estado hasta otro. “La epistemología genética trata de la
formación y el significado del conocimiento y de los medios por los cuales la
mente humana avanza desde un nivel inferior de saber a otro estimado más alto.
No incumbe a los psicólogos decidir qué conocimiento es superior o inferior, sino
más bien explicar cómo se produce la transición de uno a otro” (Piaget, 1982,
p.28.).

La epistemología genética se vale de dos métodos que, de acuerdo con Piaget,


están en estrecha colaboración: el método histórico-crítico y el método psicogenético. El
método histórico-crítico está referido al estudio histórico del conocimiento científico,
del conocimiento ya establecido y estudiado por las ciencias (con el fin de determinar lo
que puede ser una invariante). Con el método histórico-crítico se examinan las etapas
sucesivas por las que pasa un pensamiento científico, es decir, este método permite
analizar el desarrollo de los conceptos y teorías científicas sin quedarse en una etapa o
época particular, sino viéndolos en el transcurso de su historia; permite examinar el
desarrollo de las ideas que han sido empleadas por una ciencia a lo largo de su historia,
por ejemplo, el desarrollo histórico de conceptos pertenecientes al conocimiento lógico-
matemático, como el concepto de número. Por su parte, el método psicogenético está
referido al estudio del conocimiento a partir de sus etapas iniciales, es decir, este
método permite conocer las etapas más elementales de la construcción progresiva del
conocimiento.

Para Piaget la posibilidad de estudiar esas formas elementales en las cuales se


origina el conocimiento comienza en la etapa sensoriomotriz del desarrollo, observando
las acciones del niño con los objetos que lo rodean, acciones que se transforman a lo
largo de varias etapas en operaciones interiorizadas, en pensamiento lógico. Esto se
menciona de manera muy sintética, ya que no es el propósito de mi intervención
explicar con detalle el progreso del pensamiento del niño. Aquí habría que referirse al
concepto de esquema, como unidad básica del funcionamiento del sujeto psicológico.
Los esquemas son sucesiones de acciones y tiene su propia organización, su propia
estructura. Le sirven al niño pequeño en esta etapa para conocer la realidad. Un ejemplo
de esquema es la sucesión de acciones que el niño realiza al halar una cuerda para
alcanzar un objeto, donde debe realizar una coordinación viso-manual.
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Ambos métodos permiten estudiar, entonces, el problema del desarrollo del


conocimiento.

Piaget plantea que si las nociones (el conocimiento) se construyen en el curso de


la historia, en lugar de estar preformadas sobre un plano a priori, el problema del
conocimiento debe ser elaborado por la epistemología, en una epistemología que
se apoye sobre el material empírico que le proveen la historia de la ciencia y esa
forma particular de indagar la construcción del conocimiento a partir de sus etapas
más elementales, es decir, la psicología genética. En otras palabras, la historia de
las ciencias (método histórico-crítico) y la psicología genética (método
psicogenético) brindan una solución al problema del desarrollo del conocimiento
(García, 1997).

“Si todo conocimiento está siempre en devenir y consiste en pasar de un estado de


menor conocimiento a un estado más completo y eficaz, será claro que se trata de
conocer este devenir y de analizarlo lo más exactamente posible. Ahora, este
devenir no se desarrolla al azar, constituye una evolución y como no existe en
ningún dominio cognoscitivo un comienzo absoluto en un desarrollo, éste debe
examinarse desde los estadios llamados de formación; es verdad que como esta
formación consiste entonces en un desarrollo a partir de condiciones anteriores, se
correría el riesgo de una regresión sin fin (es decir, volcarse a la biología), solo
que el problema es el de la ley del proceso y como los estadios finales son tan
importantes -desde este punto de vista- como los primeros, el sector de desarrollo
considerado puede permitirnos soluciones por lo menos parciales, pero a
condición de asegurar una colaboración entre el análisis histórico-crítico y el
análisis psicogenético” (Piaget, p. 12, psicología y epistemología).

La epistemología genética: una teoría constructivista

Al considerar el origen y la transformación del conocimiento como objeto de


estudio, la teoría de la epistemología genética se define como una teoría constructivista.
La construcción del conocimiento es un proceso que tiene lugar en el interior del sujeto,
en este sentido es una tarea individual pero que requiere la presencia de los otros.
Explicar cómo ocurre esa construcción interna que lleva a cabo el sujeto es lo que
caracteriza a una postura constructivista, lo cual no implica negar que la realidad
externa no sea un aspecto importante que también determina el conocimiento. Una de
los factores que influyen en el desarrollo cognoscitivo, de acuerdo con Piaget, es
precisamente la transmisión e interacción social; sin embargo, el constructivismo
piagetiano establece que el individuo construye su propio conocimiento y que no puede
recibirlo como una construcción hecha por los otros, es decir, es un proceso interno.
Otra cosa son las condiciones que facilitan la construcción del conocimiento (o que lo
dificultan) y que tienen que ver con factores externos al sujeto (Delval, 1997).

La construcción del conocimiento supone a un sujeto activo en la búsqueda del


conocimiento. No solamente la información que provee el medio es importante para
alcanzar el conocimiento, sino lo que aporta también el mismo sujeto con sus
capacidades para interpretar la realidad. Cuando el niño actúa en la realidad para
conocerla, no siempre ésta se le presenta como un nuevo conocimiento que él incorpora
a su estructura mental; también se le presentan conflictos, cosas que no entiende y frente
a esas resistencias, tiene que modificar su forma de pensar para poder comprender e
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interpretar la realidad. De esto resulta una nueva forma de pensar y de estructurar las
cosas, es decir, un equilibrio que conduce a un conocimiento de otro nivel o superior.
Aquí entran los mecanismos de asimilación y acomodación y el concepto de equilibrio.

Al mismo tiempo, la teoría de la epistemología genética se caracteriza por ser


interaccionista. Recordemos que para Piaget el conocimiento no se deriva
exclusivamente de la experiencia con los objetos, sino que en la formación del
conocimiento siempre hay una actividad, como lo acabo de mencionar, una acción del
sujeto, por lo tanto, el problema central de la epistemología es, esencialmente, el de las
relaciones entre el sujeto (que conoce) y el objeto (por conocer). En esta interacción
están presentes tanto las propiedades físicas que tienen los objetos, como las
características del sujeto, es decir, su constitución biológica, sus capacidades
perceptivas, en síntesis, la maduración. El niño conoce las características propias de los
objetos, (color, forma, tamaño, peso) pero también llega a otra forma de conocimiento
al manipular los objetos. Por ejemplo, cuando agrupa 10 botones en distintas posiciones
y se da cuenta de que siempre hay 10 botones, el conocimiento que adquiere no
proviene de los objetos mismos, ya que los botones en sí mismos no tienen un número
ni un orden, esto lo agrega el niño, depende del sujeto.

El conocimiento proviene, entonces, de las acciones de ordenar y contar que el


niño realiza sobre los botones y de su propia reflexión al darse cuenta de que la cantidad
no varía (lo que sería la conmutatividad). Posteriormente, el pensamiento del niño
pasará de las acciones a las operaciones interiorizadas, es decir, ya no tendrá la
necesidad de manipular los objetos para saber que 10 botones serán siempre 10 botones,
aunque los ordene de diferentes maneras; independientemente de ese orden, lo podrá
deducir por medio de operaciones lógicas, lo que ocurre aproximadamente a los 7 años
de edad. De esta manera, podemos ver que la interacción sujeto-objeto es circular:
ambos determinan la construcción del conocimiento.

En definitiva, la teoría de la epistemología genética es una teoría del sujeto


cognoscente y de cómo éste funciona en su acción de conocer la realidad que lo rodea.
Hasta aquí, solamente he pretendido explicar la teoría del desarrollo cognoscitivo de
Jean Piaget como una teoría epistemológica, que constituye la línea central de su
pensamiento. Como él lo afirma, todos los problemas que estudió, son problemas
epistemológicos (García, 1997, p. 16). Faltarían por considerar con más detalle aspectos
esenciales de esta teoría, como las invariantes funcionales, la equilibración, la génesis
del conocimiento como tal, el desarrollo de las estructuras cognoscitivas en los
diferentes estadios, que no forman parte de esta intervención.

Bibliografía

Delval, J. (1997). Tesis sobre el constructivismo en María José Rodrigo y José Arnay.
La construcción del conocimiento escolar. Barcelona: Paidos.
García, R. (1997). La epistemología genética y la ciencia contemporánea. Barcelona:
Gedisa.
Piaget, J. (1976). El nacimiento de la inteligencia en el niño. Buenos Aires: Caldén.
Piaget, J. (1978). Introducción a la epistemología genética. 1. El pensamiento
matemático. (María Teresa Cevasco y Víctor Fischman traductores). Buenos
Aires: Paidos.
Piaget, J. (1982). Psicología y epistemología. Buenos Aires: Emecé.

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