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Jean Piaget, biólogo y epistemólogo suizo (1896-1980) dedicó gran parte de su obra
científica a las investigaciones psicológicas, siendo reconocido principalmente por sus
contribuciones al desarrollo cognoscitivo del niño y del adolescente, y por las implicancias
pedagógicas de su teoría. Sin embargo, la preocupación central de Piaget fue, sin lugar a
dudas, la epistemología, es decir, la teoría del conocimiento científico. En este sentido, R.
Vuyk (1984) señala que:
“habiendo comenzado su carrera como biólogo, conservó su interés por aquellos problemas
de la biología relacionados con su enfoque epistemológico. Al orientarse hacia la psicología, Piaget
fue biólogo, epistemólogo y psicólogo. Su interés entonces se desvió hacia la lógica, la matemática
y la física, debido a que la historia de dichas ciencias era fundamental para su método histórico-
crítico y debido a los modelos que la lógica proporcionaba a la epistemología genética. Por último,
escribió también sobre cibernética e inteligencia artificial”. (Vuyk, R., 1984:14, 25)
DATOS BIOGRÁFICOS
“Mis primeros libros serios comienzan con las observaciones de mis propios hijos, que me han
hecho volver a considerar el papel de la acción y me han hecho desconfiar del pensamiento verbal
(el único abordado en las cinco obras preliminares). Estudiando el nacimiento de la inteligencia y
la construcción de lo real, he reencontrado mis ideas iniciales, la continuidad entre lo vital y lo
racional, la raíz de la lógica en la coordinación de las acciones, el equilibrio progresivo de estas
formas o estructuras de coordinación, etc. (Piaget, 1960: 61)
II La epistemología genética
Toda la vida de Piaget como científico ha estado dominada por dos preocupaciones que
él describe del modo siguiente:
“la teoría del conocimiento científico. La epistemología plantea el problema de saber cómo se
hace posible la ciencia y el conocimiento”. (Piaget, 1975: 55)
“la epistemología si no quiere limitarse a la especulación pura, se dedicará cada vez más, como
tema de análisis, a las etapas del pensamiento científico y a la explicación de los mecanismos
intelectuales utilizados por las ciencias en sus diversas variedades de la conquista de lo real.[ ]La
epistemología genética es el estudio de los estados sucesivos de una ciencia en función de su
desarrollo. [ ] Una ciencia es una institución social, un conjunto de conductas psicológicas y un
sistema sui generis de signos y comportamientos cognoscitivos.”(1970:21)
Para Piaget, la epistemología sería la disciplina que busca respuestas sobre la
constitución de los conocimientos válidos: ¿qué es el conocimiento?, ¿cómo
aprendemos?, ¿cómo es posible conocer?, ¿qué pertenece al sujeto y qué al objeto en el
acto de conocimiento? Si la epistemología en cuanto disciplina científica se ocupa de la
constitución de los conocimientos, tiene que ver entonces, con cuáles son las condiciones
de acceso a ese conocimiento así como por aquellas condiciones propiamente
constitutivas del mismo.
“Podríamos definir a la epistemología genética, de una manera más amplia y general, como el
estudio de los mecanismos del aumento de los conocimientos. Su carácter propio sería entonces
analizar -en todos los planos que interesen a la génesis o la elaboración de los conocimientos
científicos- el paso de los estados de conocimiento mínimo a los de conocimiento más avanzado”.
(Piaget, 1970: 22)
“La psicología y las ciencias humanas experimentales plantean problemas epistemológicos que
prolongan los de la biología. [...] al ser la actividad humana su esfera específica de estudio, llegan a
interrogarse de modo necesario acerca de los diversos modos posibles de adquisición de los
conocimientos por parte del sujeto en general -el sujeto como niño o adulto medio, como
individuo o sujeto socializado, etc.” (Piaget, 1970:58)
“La psicología del niño estudia a éste por sí mismo en su desarrollo mental. Conviene, a tal
respecto, distinguirla de la ‘psicología genética’, aunque constituye instrumento esencial de ella. [ ]
Se llama psicología genética al estudio del desarrollo de las funciones mentales en tanto este
desarrollo puede ofrecer una explicación, o por lo menos un complemento de información, de sus
mecanismos en el estado terminal.
En otros términos, la psicología genética consiste en utilizar la psicología del niño para encontrar
las soluciones de problemas psicológicos generales” (1973: 12-13) “Desde el momento en que se
percibió que, para adquirir las estructuras lógicas, las nociones de número, espacio, velocidad,
tiempo, causalidad, las invariantes físicas, las nociones de azar y probabilidad, etc., el niño no se
limitaba, en absoluto, a recibir completamente hechos estos conocimientos por transmisión
educativa y, a falta de toda idea innata, se encontraba en la obligación de elaborarlas paso a paso,
según procesos relativamente espontáneos, el modo de construcción de estas estructuras se ha
mostrado muy instructivo en sí mismo, desde el punto de vista de los problemas generales de la
epistemología”. (1970: 58)
La mayor parte del trabajo de Piaget se refiere sobre todo a los detalles del cambio
estructural, es decir, al tipo de organizaciones intelectuales que se encuentran en el curso
de desarrollo y a las relaciones existentes entre esas organizaciones. (Flavell, 1976)
También Piaget describió de un modo bastante detallado una concepción general
respecto a la naturaleza del funcionamiento intelectual: trató de revelar las propiedades
básicas e irreductibles de la adaptación cognoscitiva que se aplican a todos los niveles de
desarrollo. Estas propiedades invariables y fundamentales se encontrarán en los aspectos
funcionales de la inteligencia y no en los estructurales; las características funcionales
forman el núcleo intelectual -ipse intellectus- que hace posible el surgimiento de
estructuras cognoscitivas a partir de las interacciones del organismo y el ambiente. Toda
teoría de la inteligencia, sostiene Piaget, debe comenzar con alguna concepción básica
acerca de su objeto de estudio. ¿Qué tipo de cosa es esta inteligencia que estudiamos?,
¿Qué relaciones mantiene -en caso de mantener alguna- con los demás procesos a los
que no se suele designar con ese nombre? La búsqueda de las características definitorias
y fundamentales de la inteligencia debe partir de la búsqueda de procesos aún más
fundamentales de los que deriva la inteligencia y en relación con los cuales, en sus
aspectos esenciales, permanece idéntica. Para Piaget, la clave para llegar al ipse
intellectus se halla en el examen detenido de “los procesos más fundamentales”. Estos
procesos son de naturaleza biológica. Piaget piensa que la inteligencia sólo puede
considerarse significativamente como una extensión de determinadas características
fundamentales, en el sentido de que aparecen allí donde la vida está presente.
“La inteligencia verbal o reflexiva se apoya sobre una inteligencia práctica o sensorio-motriz, que
reposa a su vez sobre los hábitos y asociaciones adquiridos para recombinarlos”. .(Piaget, 1969 b)
Herencia específica
La inteligencia está ligada con la biología en el sentido de que las estructuras biológicas
heredadas condicionan lo que podemos percibir directamente. Ej.: a causa de las
características de nuestro sistema nervioso y sensorial sólo determinadas longitudes de
onda dan lugar a sensaciones de color, y somos incapaces de percibir el espacio en más
de tres dimensiones. Nuestras percepciones constituyen solo un fragmento espacial de la
totalidad de las percepciones concebibles. Esta herencia específica es de orden
estructural, está ligada a la constitución de nuestro sistema nervioso y los órganos de los
sentidos.
Herencia general
“Podemos pues, considerar la adaptación cognitiva del sujeto a los objetos como un caso
particular de la adaptación biológica del organismo al medio” (Piaget y Nuttin, 1960:69) “Toda
conducta, trátese de un acto desplegado al exterior, o interiorizado en pensamiento, se presenta
como una adaptación, o mejor dicho, como una readaptación. El individuo no actúa sino cuando
experimenta una necesidad, es decir, cuando el equilibrio se halla momentáneamente roto entre
el medio y el organismo: la acción tiende a restablecer ese equilibrio, es decir, precisamente, a
readaptar el organismo (Claparéde). Una ‘conducta’ constituye, pues, un caso particular de
intercambio entre el mundo exterior y el sujeto” (Piaget, 1971 a)
Un ejemplo biológico:
El funcionamiento intelectual
Un acto de inteligencia -se trate de un grosero movimiento del bebé o un juicio complejo
y abstracto de la madurez- siempre se relaciona con un sistema o totalidad de actos
semejantes de los que forma parte (Flavell, 1976: 67) La cognición -como la digestión- es
una cosa organizada. Todo acto inteligente supone algún tipo de estructura intelectual,
alguna forma de organización, dentro de la cual se desarrolla. La naturaleza de la
organización, sus características específicas -como la de las organizaciones biológicas-
muestran marcadas diferencias en las distintas etapas del desarrollo. Lo que estudia
Piaget es el cambio estructural, pero hay propiedades independientes de las etapas que
siempre están implícitas en el hecho mismo de la organización. Todas las organizaciones
intelectuales pueden concebirse como totalidades, sistema de relaciones entre elementos.
La asimilación cognoscitiva
“Ningún conocimiento, ni siquiera perceptivo, constituye una simple copia de lo real, puesto que
supone siempre un proceso de asimilación a estructuras previas. En biología, este término se
utiliza en acepciones muy diversas: la “asimilación clorofílica” es una transformación de la energía
lumínica en energía química integrada al funcionamiento del organismo; la ‘asimilación genética’
es la incorporación en el sistema genético de caracteres inicialmente ligados a una interacción con
el medio. La significación común de todas estas acepciones es la de integración en estructuras
previas, las cuales pueden permanecer inalteradas o ser más o menos modificadas por esta
interacción, pero sin discontinuidad con el estado anteriores, es decir, sin que serán destruidas y
acomodándose, simplemente, a la nueva situación” (Piaget, 1969 a:6).
“Asimilación’ puede llamarse, en el sentido más amplio del término, a la acción del organismo
sobre los objetos que lo rodean”. (Piaget, 1969 a:6) “La asimilación mental es, pues, la información
de los objetos en los esquemas de la conducta, no siendo tales esquemas más que la rama de las
acciones susceptibles de repetirse activamente”. (Piaget, 1969 a:7) La asimilación, dice Piaget,
desempeña un papel fundamental en todo conocimiento. Ej.: cuando un naturalista clasifica los
animales que acaba de recoger, asimila sus percepciones a un sistema anterior de conceptos (o de
clases lógicas) que constituye una estructura previa con relación a su conducta actual (Piaget, 1969
a:6) “Cuando un bebé tira hacia sí de una manta para alcanzar un objeto colocado sobre ella, pero
demasiado alejado para poderlo coger directamente, asimila esta situación a esquemas
perceptivos (la relación “encima de”) y activos (la conducta del soporte). [...] cualquier
conocimiento trae consigo siempre y necesariamente un factor fundamental de asimilación; que
es lo único que confiere una significación a lo que es percibido o concebido”. (Piaget, 1969 a: 7)
Piaget, en la misma obra dice que “La importancia de la asimilación es doble. Por un
lado, implica la significación, que es esencial ya que todo conocimiento versa sobre
significaciones (indicios o señales perceptivas, tan importantes ya al nivel de los instintos,
hasta la función simbólica de los antropoides y el hombre, las abejas, los delfines); y por
otro lado, expresa el hecho fundamental de que todo conocimiento está ligado a la acción
y de que conocer un objeto o un acontecimiento es utilizarlos asimilándolos a esquemas
de acción.
“La inteligencia no consiste en una categoría aislable y discontinua de procesos cognoscitivos [...]
no es una estructuración entre otras: es la forma de equilibrio hacia la cual tienden todas las
estructuras cuya formación debe buscarse a través de la percepción, del hábito de los mecanismos
senso-motores elementales”. (Piaget, 1971 a:17) “La inteligencia es adaptación..[..] debe
caracterizarse como un equilibrio entre las acciones del organismo sobre el medio y las acciones
inversas”. “Recíprocamente, el medio obra sobre el organismo, pudiendo designarse esa acción
inversa, de acuerdo con el lenguaje de los biólogos, con el término de ‘acomodación’,
entendiéndose que el ser viviente no sufre nunca impasible la reacción de los cuerpos que lo
rodean, sino que esta reacción modifica el ciclo asimilador acomodándolo a ellos”. (Piaget, 1971
a:19) “[ ] puede definirse la adaptación como un equilibrio entre la asimilación y la acomodación,
que es como decir un equilibrio de los intercambios entre el sujeto y los objetos”. (Piaget, 1971 a:
20)
“Llamaremos acomodación (por analogía con los “acomodados” biológicos) a toda modificación
de los esquemas de asimilación por influencia de las situaciones exteriores (medio) a las cuales se
aplican. Pero de la misma forma que no hay asimilación sin acomodaciones (anteriores o actuales),
tampoco hay acomodación sin asimilación: esto significa que el medio no provoca simplemente el
registro de impresiones o la formación de copias, sino que desencadena ajustes activos y por eso
hablamos sólo de “acomodación”, sobreentendiendo “acomodación de esquemas de asimilación”.
(Piaget, 1969 a:10)
“Por ejemplo: tomar los objetos con las dos manos es, en un niño de 5 o 6 meses, un esquema
de asimilación, pero separar o acercar más o menos las manos, según que el objeto sea más o
menos grueso, constituye una acomodación de este esquema”. (Piaget, 1969 a: 10)
Piaget dice en reiteradas oportunidades que conocer no consiste en copiar lo real, sino
en obrar sobre ello y en transformarlo (en apariencia o en realidad), a fin de comprenderlo
en función de los sistemas de transformación a los que están ligadas estas acciones.
“Decir que todo conocimiento supone una asimilación y que ella consiste en conferir
significaciones, es como afirmar que conocer un objeto implica su incorporación a esquemas de
acción y esto es verdad desde las conductas sensorio-motrices elementales hasta las operaciones
lógico-matemáticas superiores”. (Piaget, 1969 a :9)
Acción
Piaget y sus colaboradores han hecho hincapié continuamente en la actividad del sujeto
en la génesis del conocimiento.
“El verdadero conocimiento constituye una cierta relación entre un sujeto (a) y un objeto (b).
Por ejemplo, decir que ‘una trucha es un pez’ o que ‘los cuerpos se atraen en razón directa a sus
masas y en razón inversa al cuadrado de su distancia’ supone: (b) objetos (las truchas, los peces,
los cuerpos, sus masas y las distancias); y (a) actividades del sujeto: la actividad de clasificación en
el caso del primero de esos dos juicios, y la actividad más compleja de establecer relaciones y
después cuantificarlas métricamente, en el caso del segundo juicio”. “Pero además, esos juicios
hacen intervenir (c) estructuras inherentes a todas las relaciones de conocimientos que unen
sujetos (cualquiera sea el nivel de estos conocimientos) con objetos (cualquiera que sea su
variedad, y esto ya a partir de los objetos de la percepción). En este caso, esas estructuras (c) están
constituidas por clases y subjunciones de clases (inclusión de una subclase en una clase) en el
primero de los dos juicios, y por relaciones, funciones, números y una métrica espacial en el caso
del segundo juicio. Por supuesto, existe un número indefinido de otras estructuras posibles, pero
lo esencial, por ahora, consiste en distinguir, en el seno de las relaciones de conocimiento que se
establecen entre el sujeto (a) y los objetos (b), ese tercer aspecto constituido por las estructuras o
“formas” (c). En efecto, es imposible saber de antemano si estas estructuras o formas pertenecen
al sujeto, al objeto, a ambos o tan sólo a su relación”. (Piaget, 1971: 13). “Si el conocimiento es
una relación entre el sujeto y los objetos, sigue siendo cierto que las condiciones causales de la
inteligencia del sujeto interesan más a la psicología que a la epistemología, y que las propiedades
del objeto, consideradas en su diversidad y en su detalle, interesan más a las otras ciencias
particulares que el mecanismo del conocimiento en general.” (Piaget, 1971: 15). “El problema de
la inteligencia [...] ha terminado [...] por aparecer como vinculado al problema epistemológico
fundamental de la naturaleza de los conocimientos: ¿los conocimientos constituyen copias de la
realidad o al contrario, asimilaciones de lo real a estructuras de transformación?” (Piaget, 1968 b:
35)
Piaget trata de dar cuenta del sujeto epistémico, sujeto en quien el conocimiento es
posible, sujeto general y no un sujeto concreto en particular, ya que el comienzo de la
inteligencia está en las acciones: son un universal, propio de todos los organismos
vivientes. En todos los niveles genéticos la cognición es una cuestión de acciones reales
ejecutadas por el sujeto. (Flavell, 1976: 101)
Para Piaget, las acciones ejecutadas por el sujeto constituyen la sustancia o materia
prima de toda adaptación intelectual y perceptual. Durante la infancia, las acciones son
relativamente manifiestas, sensorio-motoras; el niño toma y chupa objetos, hace
exploraciones visuales, etc. Con el desarrollo, las acciones se hacen progresivamente
internalizadas y encubiertas.
De este modo, las acciones manifiestas, de ritmo lento, del recién nacido se transforman
con el tiempo en sistemas de operaciones interiores sumamente organizadas y de
funcionamiento rápido. No obstante, a pesar de las enormes diferencias existentes entre
los ajustes sensorio-motores simples y las operaciones abstractas que caracterizan el
pensamiento maduro, lógico, las últimas son acciones tan genuinas como las primeras.
(Flavell: 101)
“Las operaciones no son otra cosa que acciones interiorizadas cuyos impulsos eferentes no
llegan a constituir movimientos externos. En realidad, desde un punto de vista psicológico una
operación es una acción que se ha internalizado y hecho reversible merced a su coordinación con
las demás acciones internalizadas que forman un todo estructurado, un todo que obedece a
determinadas leyes de totalidad. (Piaget, 1954)
“El conocimiento nunca procede de la sensación sola, sino de aquello que la acción añade a este
dato. Admitiremos que la sensación o la percepción operan siempre en los estadios elementales
de formación de los conocimientos; pero nunca operan solas y lo que se les añade resulta por lo
menos tan importante como ellas en la elaboración citada. (Piaget, 1971)
“Siempre que operamos sobre un objeto lo estamos transformando (de la misma manera que el
organismo sólo reacciona ante el medio asimilándolo, en el sentido más amplio del término). Hay
dos modos de transformar el objeto a conocer. Uno consiste en modificar sus posiciones, sus
movimientos o sus propiedades para explorar su naturaleza: es la acción que llamaremos ‘física’.
“El otro consiste en enriquecer el objeto con propiedades o relaciones nuevas que conservan sus
propiedades o relaciones anteriores, pero completándolas mediante sistemas de clasificaciones,
ordenaciones, correspondencias, enumeraciones o medidas, etc.: son las acciones que llamaremos
lógico-matemáticas. (Piaget, 1971 b: 89-90) “Lo propio de la abstracción reflexiva que caracteriza
al pensamiento lógicomatemático consiste en ser extraída, no de los objetos, sino de las acciones
que se puede ejercer sobre ellos, y, en esencia, de las coordinaciones más esenciales de dichas
acciones, tales como las de reunir, ordenar, poner en correspondencia, etc.. (Piaget, 1968 a: 21)
La acción o las diferentes actividades con que nos aproximamos a los objetos para
conocerlos o transformarlos, no se dan desarticuladas ni aisladas. Si bien la preocupación
esencial de Piaget fue la epistemología, y la psicología genética tal como él la consideró
tiene una dimensión claramente epistemológica, no se puede soslayar que en ello hay
implícito una teoría del aprendizaje. En ese sentido parece muy importante considerar una
reflexión de Piaget en este sentido:
“El deber del psicólogo es estudiar los hechos y procurar interpretarlos. Su labor consiste en
reducir sus hallazgos a un sistema pedagógico porque la pedagogía no puede derivarse en forma
deductiva de la psicología. Para determinar cuáles son los mejores métodos de enseñanza hay que
crear experimentos estrictamente pedagógicos. Como es natural, estos experimentos suponen
conocimientos de psicología pero sobrepasan el alcance de esta disciplina del mismos modo que la
medicina va más allá de la simple fisiología. Sin embargo tal vez sea útil que el psicólogo de
algunas ideas a manera de simples sugerencias o propuestas que el educador puede utilizar según
lo estime necesario”.(Piaget, 1975)
LOS ESTADIOS
“El desarrollo del niño es un proceso temporal por excelencia. [ ]Todo desarrollo - tanto
psicológico como biológico- supone duración, y la infancia dura tanto más tiempo cuanto superior
es la especie; la infancia de un gatito, la infancia de un pollito, duran mucho menos que la infancia
del hombre porque el hombre tiene mucho más que aprender”. (Piaget, J., 1975)
Los estadios son “cortes” en la evolución genética, cortes que deben cumplir las
siguientes propiedades: 1. Para que haya estadios es necesario en primer lugar, que el
orden de sucesión de las adquisiciones sea constante; no se trata de una constante
cronológica, sino de una constancia de sucesión; la noción de volumen, por ejemplo, es
posterior a la noción de peso, independientemente de la edad concreta de adquisición de
una y otra. Sin embargo, el medio social puede acelerar o retrasar la aparición de un
estadio, o impedir su manifestación. 2. Un estadio se caracteriza no por la yuxtaposición
de propiedades extrañas entre sí, sino por una estructura de conjunto. Todas las
actividades intelectuales que el niño realiza durante un estadio cualquiera de su desarrollo
tienen entre sí el parentesco que les da el hecho de pertenecer a esa estructura de
conjunto; así, todas las operaciones intelectuales que se realizan durante el estadio del
pensamiento formal tienen entre sí el parentesco que le da el derivar de una estructura
hipotético-deductiva. 3. Los estadios tienen un carácter integrativo, es decir, que las
estructuras construidas en un periodo determinado se convierten en parte integrante de
las estructuras del periodo siguiente. 4. En cada estadio hay un nivel de preparación y un
nivel de completamiento. 5. Entre el nivel de preparación y el de completamiento se
desarrollan procesos de formación o de génesis que son los que dan lugar al
comportamiento, que en cada estadio es el que caracteriza la estructura descrita en 2).
Logrado el completamiento, es decir, alcanzada la estructura característica del estadio se
da el equilibrio final de ese estadio (equilibrio que es transitorio o relativo si se toma en
consideración el conjunto de los estadios).
Muy sumariamente, las características generales de los distintos estadios descritos por
Piaget pueden resumirse así:
Conservación
El hecho de reconocer una cosa idéntica a sí misma por encima de las posibles
variaciones que puedan existir en su apariencia, recibe el nombre de conservación. El
nivel más elemental de conservación es la llamada conservación del objeto (conocida
también como permanencia del objeto), es decir, la conciencia que el niño tiene de
que un objeto que no está ante sus ojos sigue existiendo como tal (lo reconocemos
porque el niño busca activamente el objeto desaparecido que le interesa). Un nivel de
conservación genéticamente superior es el de la llamada conservación de la cantidad,
cantidad que puede ser continua (como cuando el niño se da cuenta de que una cierta
cantidad de agua no varía en función de la forma del recipiente que lo aloje, o como
cuando descubre que la cantidad, el peso o volumen de plastilina de una pelota no
varía por mucho que le demos otra forma cualquiera) o discreta (como cuando el niño
afirma que un determinado número de monedas sigue siendo el mismo por mucho que
las juntemos o separemos entre sí).
Operación
Función simbólica
Hasta aproximadamente los 2 años, la inteligencia del niño es práctica; a partir de esa
edad se hace representativa. El punto de ruptura (que se sitúa a lo largo del segundo año)
es la aparición de la función simbólica. Ésta puede definirse como la capacidad que el
sujeto adquiere para representarse un objeto o un suceso no presentes por medio de
objetos o gestos que son simbólicos en la medida que sirven para evocarlos (abrir y cerrar
la boca para simbolizar el abrir y cerrar un cajón; la muñeca que representa al bebé en un
juego de madre-hija realizado por la niña). La culminación de la adquisición de la función
simbólica está en la aparición del lenguaje, en el que las cosas son sustituidas por un
conjunto de signos arbitrarios como son las palabras. Mientras que lo primeros símbolos
desarrollados por el niño son de carácter analógico e individual, en la medida en que
carecen de valor comunicativo para los demás al ser tan sólo instrumento de
representación para el sujeto que los genera, los símbolos más elaborados, es decir, las
palabras, son de carácter arbitrario y social en la medida en que tienen valor
comunicativo.
Egocentrismo
El concepto de egocentrismo es, sin duda, uno de los polémicos de los acuñados por
Piaget. De hecho es uno de los que más críticas ha suscitado, críticas que obligaron a
Piaget a matizar en repetidas ocasiones su significado. En las formulaciones más
tempranas, el concepto de egocentrismo se refería a la indiferenciación que Piaget
postulaba entre el sujeto y el mundo exterior. Según sostenía Piaget, el egocentrismo era
la etapa del tránsito entre una fase autista en la que se da el punto máximo de indiferencia
respecto del medio, y una fase socializada en la que el sujeto se abre a la cooperación y
reciprocidad con ese medio. Epistemológicamente, el egocentrismo se opone a la
objetividad en tanto que ésta significa relatividad en el plano físico –como veremos
enseguida- y reciprocidad en los intercambios sociales. En formulaciones posteriores,
Piaget fue eliminando del término los componentes no cognitivos, hasta el punto de
preferir hablar más de centración que de egocentrismo. La centración se refiere al anclaje
del niño en un solo punto de vista de los varios posibles o en la toma en consideración de
un solo rasgo (habitualmente el más llamativo para él) de los varios que posee el objeto.
Cuando el niño sostiene que hay más líquido en un vaso alto y delgado que en el vaso
bajo y ancho en el que el agua estaba anteriormente, lo hace porque se centra sólo en la
altura alcanzada por el agua sin ser capaz de tomar en consideración al mismo tiempo la
anchura del recipiente; da un carácter absoluto –no relativo, por tanto- al atributo o
característica sobre la que se centra. Superar el egocentrismo cognitivo supone un paso
de gigante en el desarrollo de la inteligencia, porque permite coordinar distintos puntos de
vista y tomar en consideración simultáneamente las distintas características de lo real.
2.- Armar un texto breve teniendo como base el subrayado del texto
Jean Piaget ocupó su obra científica a las investigaciones psicológicas lo cual fueron
reconocidas por sus contribuciones al desarrollo cognoscitivo del niño y del adolescente y
por las implicancias pedagógicas, la preocupación central de Piaget fue la espitemología
es decir la teoría del conocimiento científico. Su interés se desvió hacia la lógica la
matemática y la física que eran fundamental para su método histórico-crítico.
La teoría constructivista genética postuló importantes planteos en el campo de la teoría
del conocimiento y de la psicología permitiendo comprender los procesos cognoscitivos
en el desarrollo del niño y el adolescente. El núcleo esencial de la problemática piagetiana
está en el origen de la psicología genética: la construcción del pensamiento racional. La
problemática inicial de Piaget es fundamentalmente filosófica, la espitemología genética,
la búsqueda de mecanismos de la adaptación biológica y el análisis de esa forma superior
de adaptación.
Tres son las vertientes que le dan forma a la espitemología genética: 1 la psicogénesis
2 el método histórico-crítico 3 la colaboración interdisciplinaria. La psicología genética se
esfuerza por captar en el niño las formas de construcción de los conocimientos y dedicar
hipótesis sobre las leyes del propio desarrollo. Existen dos clases de realidades
hereditarias que afectan al desarrollo de la razón humana herencia específica, la
inteligencia esta ligada con la biología en el sentido de que las estructuras biológicas
heredadas condicionan lo que podemos percibir directamente, herencia general es un
segundo tipo de conexión entre la biológia y la inteligencia.
Las dos variantes básicas del funcionamiento son la organización y la adaptación, la
segunda está subdividida en dos componentes interrelacionados la asimilación y la
acomodación. Todo acto inteligente supone algún tipo de estructura intelectual alguna
forma de organización dentro de la cual se desarrolla, Piaget considera las conductas
cognoscitivas como dependientes de un organismo dotado de estructuras que se
manifiestan por su poder de asimilación y acomodación.
En reiteradas oportunidades Piaget dice que conocer no consiste en copiar lo real sino
en obrar sobre ello y en transformarlo en apariencia o en realidad, las acciones
ejecutadas por el sujeto constituyen la sustancia o materia prima de toda adaptación
intelectual y perceptual. El desarrollo intelectual es un proceso continuo que sólo
arbitrariamente puede ser descripto como una secuencia de estadios que suceden unos
tras otros. Los distintos estadios descriptos por Jean Piaget se describen período de la
inteligencia sensorio motriz 0 a 2 años, período de preparación y de organización de las
operaciones concretas de clases, relaciones y números, subperíodos estadio
preoperatorio 2 a 7 años el estadio de las operaciones concretas 7 a 11 años y estadios
de las operaciones formales adolescencia y años posteriores.