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LA PATRIA BOBA: ¿POR QUÉ NO FUE NADA BOBA LA PRIMERA

REPÚBLICA?

PRESENTADO POR: JUAN PABLO SALAZAR GIRALDO

PRESENTADO A: ALEJANDRO GUTIÉRREZ CANO

INSTITUTO CHIPRE

CIENCIAS SOCIALES

NOVENO 9°- 3

OCTUBRE 17 DEL 2022


INTRODUCCIÓN

El presente ensayo tiene como objetivo hablar del que creo yo es el momento peor
interpretado y más atacado de nuestra historia independentista, la patria boba. Este
periodo de la historia de nuestro país es traído persistentemente al presente como un
«pecado original» de Colombia que se manifiesta con las fuertes disputas políticas,
en donde el ejemplo más reciente es el de Iván Duque versus Gustavo Petro.

Por otra parte, el ideal de que la patria boba es un período en el que se derrochó la
independencia por las constantes disputas, refuerza un estereotipo erróneo de nuestra
identidad colombiana, ya que nos metimos en la cabeza que somos conflictivos,
infantiles e incapaces de salir adelante juntos.

Por ese esfuerzo temprano de formar una república luego de 300 años de instituciones
coloniales, y todo en menos de una década, no es entonces «la bobada de Colombia».
Pienso yo que ese calificativo no se lo podemos atribuir a un período fundacional de
nuestra independencia.

Finalmente, lo mínimo que espero del lector es que pueda liberar de esta «semilla de
la discordia» al menos a Camilo Torres y Antonio Nariño, dos representantes
importantes.
DESARROLLO

Antes de llegar a la «patria boba», hay que hacer un breve paréntesis para mencionar la
batalla de trafalgar: esta es una batalla en la que la fuerza naval española pierde una
gran parte de su flota en 1805. Esta batalla se menciona para entender y explicar lo que
sucedió primeramente en Europa: la crisis del imperio español.

Normalmente, la historia de la independencia de Colombia se cuenta sin tener en cuanta


al imperio español que, a mi parecer, es un grave error, ya que esa historia es un
contraste muy importante para entender nuestra identidad latinoamericana. Intentaré
explicarla desde mi perspectiva brevemente en 10 aspectos:

Primeramente, sépase que nosotros formamos parte del imperio. Sin embargo, nos
aventuramos a decir «fuimos parte del virreinato de la nueva granada» como si
fuéramos de otra raza».

Entonces eso demuestra que hablamos sin pensar, pues en esa época la gente no se
sentía de un país distinto. Sin importar si era criollo o peninsular, todos se identificaban
como españoles. Así de simple.

Segundo. No es que en américa lleváramos 50 años de luchas independentistas, sino que


un día descubrieron que en 1808 Fernando VII estaba preso y que el poder español ya
no existía. Entonces tuvieron un planteamiento: «Ahora qué hacemos».

Tercero. La idea de que somos parte del imperio español queda bien plasmada en el
«memorial de agravios» escrito por Camilo Torres por encargo del Cabildo de Santa
Fe. Sin embargo, el nombre que se le puso a esta «acta» es un apodo, pues no se
contenían agravios. Simplemente se hacía un reclamo para la formación de las juntas
en España.

Fragmento: «América y España son dos partes integrales y constituyentes de la


monarquía española y bajo este principio y el de sus mutuos y comunes intereses jamás
podrá haber un amor sincero y fraterno sino sobre la recíproca de igualdad de
derechos. . .».

Citación oportuna: somos tan españoles como los hijos del rey Pelayo. Camilo Torres.

Cuarto. No existía la idea de Colombia. No existe la idea de un país todavía y, en


cambio, existe solamente la sensación de que el país al que pertenecemos se está
desmoronando. De hecho, las representaciones americanas en el siglo XVIII son los
cabildos locales y esa es la forma como muere el imperio.

Quinto. En el siglo XIX, la patria era todavía una idea muy dispersa y complicada.
Y es que solo hay que mirar un par de aspectos para darse cuenta: la vida en las
grandes ciudades era activa y hay diferencias entre las diferentes clases sociales. Yo
creo que es una vida donde las ideas fluyen, donde se debate, donde se discute y se vota.
Sin embargo, el hecho de que la mayoría no lea no quiere decir que no se entera de las
cosas.

Sexto. La patria arranca, de cierta forma, influenciada por el acta de independencia


el 20 de julio de 1810. Aun así no era tan independiente que digamos.

Fragmento: «la constitución del gobierno deberá formarse sobre las bases de libertad e
independencia respectiva de ellas ligadas únicamente por un sistema federativo para que
vele por la seguridad de la Nueva Granada que protesta no abdicar los derechos
imprescriptibles de la soberanía del pueblo a otra persona que a la de su augusto y
desgraciado monarca don Fernandito séptimo siempre que venga a reinar entre nosotros
sobre la constitución que le del pueblo ».

Séptimo. En ese momento se dijeron: si «se cayó» el rey de España, entonces no nos
pueden seguir mandando estos señores. Entonces acá entran los franceses y en este
momento se da la guerra contra Francia, de manera que, si España es derrotada por lo
franceses, definitivamente caería en manos de ateos, revolucionarios. Además, podrían
aliarse con estos señores de aquí del virreinato. Eso pensaron. De ahí es que en muchas
partes haya desconfianza por las autoridades.

Octavo: Después de firmar el acta de independencia, se reunieron en la junta de Santa


Fe los que apoyan un gobierno federal, que son provincianos, y los centralistas que
tienen muy claro que no van a aceptar una unidad de capitalidad por el hecho de ser
Santa Fe la sede del virreinato. No se ponen de acuerdo y aquí empieza el fracaso.

Noveno: aunque si bien los integrantes de la junta de santa fe siempre tuvieron


buena intencionalidad y ya habían leído a Montesquieu, no pensaron en cómo
organizar un territorio. Como no se pudieron poner de acuerdo, se formaron dos bandos:
Centralistas, que defendía un gobierno centralizado, donde se toman la decisiones bajo
una misma constitución para todo el territorio y tenían como representante a Antonio
Nariño; y Federalista , que defendían un gobierno descentralizado, donde cada una de
la provincias se gobernar de manera autónoma y tuvieran la posibilidad de según sus
necesidades gobernasen así mismas y tenían como representante a Camilo Torres.

Décimo: durante el periodo 1810-1816 se redactaron un total de 10 constituciones, unas


federalistas, otras centralistas. Además, durante este tiempo hubo muchos
enfrentamientos entre ambos bandos, y al no ponerse de acuerdo para gobernar este país
se perdió una gran oportunidad de iniciar un proyecto político sólido, es decir, se
caracterizó por la inestabilidad política. Finalmente, esos enfrentamientos civiles
debilitaron tanto al país que les permitieron la reconquista a los españoles como
«papita pal' loro».
CONCLUSIONES

A las personas que tuvieron algún tipo de participación durante la patria boba, ya sea
política o militar, pienso que no hay que tenerles odio ni recordarlos por lo malo; más
bien, hay que tenerles pesar, felicitarlos y recordarlos por lo bueno (homenajeándolos).

 Tenerles pesar: yo me los imagino como los padres: a veces son


sobreprotectores, a veces son exagerados con sus posiciones, pero siempre
querrán lo mejor para sus hijos. Bien, pues pasa exactamente igual con los
centralistas y federalistas. Como dice el refrán: «por mirar bonito, miraron feo».
 Felicitarlos: pongámonos en sus zapatos: imaginemos que papa o mamá ya no
pueden asumir el papel de cabeza de hogar, entonces el hijo tendrá que asumir la
responsabilidad. Por lo tanto, es de esperar que, en un principio, no hagan la
mejor de las labores. En el caso de los Federalistas y Centralistas, la
inexperiencia los hizo cometer muchos errores. Lastimosamente, ellos no
tuvieron segunda oportunidad . . .
 Recordarlos por lo bueno: todos en la vida cometemos errores y tenemos
derecho a ser perdonados. Lo triste es que el ser humano tiende a acordarse más
de las cosas malas que de las buenas. Por lo que, por ejemplo, los invito a
recordar que Antonio Nariño tradujo la declaración de los derechos humanos del
francés al español.

Finalmente, quisiera resaltar que escribir el presente ensayo me ha servido para salir de
la ignorancia, de cierta forma; por lo cual invito a los lectores a que también salgan de la
ignorancia, se vuelvan ilustrados y dejen de llamar a la primera república con el
calificativo negativo de patria boba.

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