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Resumen Unidad I: Fundamentos Freudianos del

Psicoanálisis
Materia. Psicología Profunda I
Alumno. Felipe Gamaliel Mercado López
Lic. Ismael Alejandro Rangel Belmán
3° Psicología Mod. Ejecutivo

Primera tópica Freudiana

Comenzaremos por explicar lo básico, La palabra tópica viene del griego “topos”

que significa lugar, en psicoanálisis es usada para referirse a los espacios y

posteriormente “instancias” en los que llegan a ocurrir los procesos de la psíque. es en la

primera tópica donde ocurren la censura de los pensamientos, entre el preconsciente y el

inconsciente. Por lo tanto, ha sido necesario realizar una “topografía mental”, con la

finalidad de establecer una distinción de lo que constituye placer para un sistema, puede

no ser así para otro.

Está constituida por tres sistemas principalmente: inconsciente, preconsciente y

consciente. Cabe mencionar que originalmente, Freud únicamente tomaba en cuenta los

sistemas inconsciente y consciente.

Aquí se describe cada sistema y sus principales características:


 Sistema inconsciente: El sistema inconsciente es todo eso que huye de la

conciencia del ser, o sea, sitio donde están los anhelos más primitivos, a

los que se les denominan pulsiones (Rivarola y García, 2016) controladas

por mecanismos de protección llamados “represiones” que impiden el paso

de dichos anhelos hacía la conciencia pese a que busquen abrirse paso

hacia ella, del mismo modo dichos mecanismos ayudan a defender a la

conciencia, debido a que tienen la posibilidad de ser inaceptables. No

obstante, hay que tener en cuenta que no hablamos de un sistema

estático, por otro lado, la teoría freudiana ha mostrado que es dinámico y

en constante cambio, previene que no hablamos de un “depósito en el cual

poseemos escondidas muchas cosas”, por otro lado, existe en él un

mecanismo que genera lo cual se convertirá en anhelos y ocupaciones.

 Sistema preconsciente: A lo largo de años, se pensó que sólo por medio

del análisis de las represiones, podía accederse al inconsciente, no

obstante al aparecer el sistema preconsciente, además denominado

“Pensamiento despierto” (Freud, 1991), se localizó con un filtro que sirve

para establecer que material inconsciente pasa al sistema consciente,

aunque ese material que pasa a la conciencia, lo hace de una forma

deformada, esto no involucra que esté reprimido debido a que se entiende

que en instantes puntuales, todo pensamiento es preconsciente, por

consiguiente la tarea primordial de este sistema podría ser puesto que el

“orden” apropiado en medio de las interacciones de los pensamientos,

recuerdos y sucesos, procurando de componer una narrativa coherente y

correcta según la expectativa. Entendemos que los sucesos no son

producto de la casualidad, sino de la causalidad, por ejemplo, para elegir

que recuerdo traer a la conciencia, elegimos quizá el menos angustioso o


el más tolerable. Se debería poner en claro que las representaciones

inconscientes, son incapaces de tener ingreso al mecanismo del

preconsciente por sí mismas a menos de que en palabras de Freud (1991)

“Aparezcan como representaciones inofensivas”, todo a eso que tenemos

la posibilidad de entrar por voluntad propia.

 Sistema consciente: El sistema consciente es el que nace de las

percepciones de los sentidos externos, delegado para diferenciar con

exactitud lo interno y lo externo.

Para Freud, la consciencia no es la esencia del psicoanálisis, sino que la

observa como una cualidad, que así como se pude adicionar a otras

cualidades además puede llegar a prescindirse de ella. Para concluir es

fundamental nombrar, que la gente en verdad no es consciente de lo cual

hace, siente y supone la mayoría del tiempo, sino que está bajo definido

por el inconsciente, hasta que se pone atención selectiva y focalizada; los

estados de disociación en paciente maniáticos presentan clínicamente que

una sección de la composición de la mente es capaz de desconocer a la

otra; Por consiguiente en palabras de Freud: “Ser consciente podría ser

una expresión puramente detallada, que invoca expresión más rápida y

segura” (Freud, 1992, p. Del mismo modo debemos comprender que el

sistema consciente está gobernado por el inicio de la verdad y por el

proceso secundario.

Segunda tópica Freudiana.

Modelo estructural del aparato psíquico: A lo largo de la segunda tópica, se

formula el modelo estructural del artefacto psíquico, para ofrecer orden y forma a las

distintas estructuras de la personalidad.


Talarn (2016) en ansia de comprender las expresiones personales de este modelo,

anima a distinguir entre la composición y el contenido, muestra que, aunque todos

poseemos las mismas 3 instancias, son las experiencias a lo largo de la crianza en la

niñez lo cual establece las cualidades de todas estas, por consiguiente, afirma que la

infancia provee mediante vivencias tanto simpáticas como desagradables la funcionalidad

de cualquier composición.

Hablar de esta teoría es referirnos al Ello, Yo y Súper Yo:

 Primera instancia, el Ello: Así mismo el actuar del Ello se denomina

proceso primario, es completamente inconsciente, está constituido por todo

lo heredado, es decir, lo genético, del nacimiento.

Partiendo de lo económico, se considera al Ello como la instancia que

resguarda energía, al almacenar gran parte de las pulsiones inconscientes

y de alguna manera inevitables, en cuanto a lo dinámico la tendencia

principal es el conflicto que ocasiona con las otras instancias y por último,

en relación a lo genético es donde las tres encuentran sus diferenciaciones

más profundas; puesto que el comportamiento final estará determinado por

un proceso diluido entre las mismas.

Para finalizar es fundamental agregar que todo instinto tiene: fuente de

origen, impulso, objeto y fin.

 Segunda instancia, el Yo: Freud estableció que entre los 6 y 8 meses

aproximadamente quedaba constituido, es decir, primeramente, el sujeto

se encontraba en lo que él le denominó narcisismo primario, que

correspondía al periodo donde no hay un reconocimiento del otro como

sujeto, sino como parte del todo.


Las principales funciones del Yo son: percibir y tener contacto con la

realidad, llevar al sujeto a satisfacer sus necesidades en el mundo exterior

y la de síntesis, es decir, el proceso secundario.

El Yo también se comienza a formar por las introyecciones que el infante

va adquiriendo, es decir, hacer interno lo externo y posteriormente

proyectar lo desagradable al exterior.

 Tercera instancia, el Súper Yo: Una de las teorías más aceptadas

considera que su origen se encuentra en el éxito de la crianza; es decir que

si el infante logra identificarse apropiadamente el Súper yo de sus figuras

parentales y representarlas con éxito establecerá una estructura psíquica

autónoma y realista respecto al ideal que llegue a tener de sí mismo.

Por conciencia moral entendemos las reglas, disciplina, la ley, aquello que

el sujeto tiene prohibido realizar o transgredir.

Así mismo, el ideal del yo se conforma debido a las identificaciones que el

infante ha tenido hacía con sus padres o personas significativas, lo que

contribuye en su formación de la personalidad.

Por el contrario, un Súper Yo frágil o débilmente conformado, llevará al

sujeto a carecer del sentimiento de culpa y transgredir la ley.

Modelo estructural del aparato psíquico.

Mecanismos de defensa: Se acuña el concepto “mecanismo” con el propósito de

señalar que las construcciones psíquicas además tienen la posibilidad de ser objeto de

estudio científico (Breuer y Freud, 1956), misma etapa donde se emplea además el

concepto “histeria defensiva”, el termino mecanismo de protección como tal se usa para

señalar indicios de malestar que trabajan como proceso de una cierta neurosis y de este

nace una protección a las exigencias de las pulsiones.


El Yo construye escudos o barreras para rechazar los impulsos y resolver los

conflictos de las exigencias de todas las instancias psíquicas.

La Neurosis.

Al presentar la neurosis, inevitablemente debería hablarse sobre el malestar, en

capítulos posteriores nos centraremos en los tipos de angustias. Entonces según la teoría

Freudiana, el malestar como la evolución de tensión sexual acumulada, en conjunción con

los mecanismos melancólicos.

Freud distinguía ciertos tipos de malestar como, la reticencia a experimentar

encuentros sexuales, el malestar que provocaba el coito interrumpido, la de la abstinencia

obligatoria y la provocada por el decrecimiento de la libido.

Neurastenia: A partir de la era y previo a la aplicación del hallazgo de la genética y

el progreso de la psicología, Freud ya concebía la iniciativa de que todo eso que no era

heredado debía ser perteneciente de un trauma, por esto distinguía entre los conceptos

“genético” y “Traumático”.

Se consideraba neurastenia hereditaria a la que provenía de abuso sexual a una

edad temprana, entre otras causas hallaba que el desgaste sexual por sí mismo podía

constituir una neurastenia.

La neurastenia en los hombres decía que era adquirida hacia los once años, no

obstante, culminaba manifestando indicios cerca de los 30 años. La fuente primordial de

esta afección estaba en la práctica de la masturbación profunda y prolongada; en medio

de las secuelas podía contarse la impotencia sexual misma que perpetuaba la práctica

masturbatoria. Freud señalaba que los hombres neurasténicos crónicos dejaban de

soportar el coito, manifestaban intolerancia a los condones y preferían el coito extra

vaginal, así como expresaban la necesidad de eyacular fuera de la vagina.

La neurastenia en las féminas se consideraba menos común y únicamente

llegaba a presentarse en féminas “maduras” aunque no se especifica la edad, por esto a


esta se le llama “neurastenia espontánea”, es una derivación de la neurastenia del

esposo, puesto que se manifiesta paralelamente que esta, suele mezclarse con la histeria

(véase “histeria”), o sea a menor potencia del esposo, más grande son los indicios

histéricos en las damas.

Neurosis de angustia: La neurosis por lo tanto nace con la neurastenia, los

hombres durante el proceso hormonal que se desarrolla en la pubertad pueden notarse

con nerviosos respecto a la necesidad de la anticoncepción, Freud hacia énfasis en la

influencia nociva de las medidas anticonceptivas.

Las representaciones catastróficas son comunes durante este periodo, le neurosis

de angustia puede aparecer de manera permanente y en forma de ataque. Los síntomas

de la angustia permanente son: La hipocondría, las fobias como agorafobia, claustrofobia

y vértigo; y las que afectan la memoria, caracterizadas por la propensión a no pensar o

tener pensamientos dispersos.

La aparición de la neurosis de angustia, puede ocurrir sin estímulos sexuales por

cuestiones hereditarias, puede ser desencadenada por cuestiones sexuales no

específicas debido a impulsos hereditarios o puede aparecer como se mencionó

anteriormente una neurastenia que se acrecienta con los años. De manera incuestionable

es totalmente adquirida por los hombres y transmitida a las mujeres por medio del

matrimonio.

Las neurosis de defensa: La represión de la neurosis parte de las vivencias

sexuales consideradas prematuras o traumáticas que necesitan reprimirse, de esta

represión surge un recuerdo y se expresa en un síntoma primario, el yo al tratar de

enviarlas al inconsciente comienza una lucha y forman síntomas nuevos.

Para manifestar el reproche o neurosis obsesiva la primera vivencia debió tener

una cantidad considerable de placer, donde no hubo dolor o asco, la represión en este

caso ocurre cuando al ser mayor el recordar el suceso existen sentimientos asociados a la
vergüenza por causas morales, por lo que dicha moralidad estorbaría en la creación de

placer posterior adulto.

Desarrollo psicosexual.

Se ha dividido el desarrollo psicosexual en 2 partes tomando como alusión las

edades de desarrollos a partir de las pulsiones hasta la libido. Intentar de comprender el

carácter de un sujeto a partir de su conciencia sexual, fue una de las propiedades que

predominan de la teoría psicoanalítica, puesto que se estima que este desarrollo no

empieza a partir de la juventud con la capacidad reproductiva a la que se le denominaba

biológicamente «madurez sexual», sino que sus inicios se remontan a partir del origen,

con la percepción y desarrollo de los sentidos.

La concepción freudiana del instinto sexual encierra no solo la estimulación y

manipulación de los genitales, sino además encierra la manipulación por el placer de otras

regiones corporales. Una zona corporal en donde los procesos de excitación tienden a

concentrarse, dichas tensiones son eliminadas por medio de la acción en la zona, así sea

mediante la succión o caricia, dicha zona se sabe cómo región erógena.

Las primordiales regiones erógenas son la boca, el ano y los órganos genitales,

no obstante, cualquier parte del organismo podría ser estimulante que demande alivio y

proporcione placer.

Las regiones erógenas son relevantes en la formación y desarrollo de la

personalidad debido que son las primeras fuentes relevantes de excitaciones irritantes

con las que el infante tiene que lidiar y de las cuales proporcionarán las primeras

vivencias placenteras.

Dentro de la teoría psicosexual hay 5 etapas de desarrollo de la personalidad, de

las cuales se toman en cuenta las 3 primeras principalmente para el desarrollo del infante.

Etapa oral: Esta atapa aparece durante desde el nacimiento hasta

aproximadamente los dos años, aunque no existe una concepción rigurosa sobre el
término o transición de estas etapas considerando que cada individuo tiene su propio

ritmo en el desarrollo. Esta como única fuente de contacto del recién nacido constituye su

manera de explorar, crear y sentir apego hacia la madre que se consolidará como figura

de afecto primario, puesto que no distingue entre el placer de la alimentación y el objeto

del que se alimenta. El estímulo táctil de los labios y de la cavidad oral, por el contacto

con objetos y con la incorporación de los mismos, produce placer oral erótico, y morder

proporciona placer oral agresivo.

La oralidad sádica se considera la segunda fase de la etapa oral, implica

expresiones de frustración y angustia que se originan en relación con la expresión

prototípica, depende que estos rasgos se desarrollen y se conviertan en parte del carácter

del sujeto. La envidia y voracidad se da al no recibir suficiente alimento y amor durante los

primeros años de vida. Si se genera demasiada angustia o frustración en el infante

ocasionará dependencia excesiva hacia la madre o sustituto. El prototipo de la

agresividad oral originará sadismo oral, desprecio, cinismo y autoritarismo.

También cuando el sujeto llega a sentirse culpable por alguna acción, puede

utilizar la agresividad oral como forma de autocastigo.

Etapa anal: En la región del ano surgen tensiones de la acumulación de la materia

fecal. De acuerdo a Freud, es en esta época de la infancia donde señala en sus escritos

la importancia de la educación del control de esfínteres en la niñez, e incluso apunta que

es aquí donde se pueden observar comportamientos que tienden a manifestar

sexualmente hablando en la edad adulta. Mediante la educación de los esfínteres es la

primera experiencia del infante respecto a la disciplina y autoridad. El control de los

esfínteres representa un conflicto entre el deseo de defecar del infante y las reglas

impuestas por la autoridad para satisfacer la demanda.

Los métodos empleados por la madre referente a la disciplina del control de los

esfínteres como es la defecación, limpieza, control y responsabilidad tendrán un impacto


en el desarrollo de la personalidad. Si la educación es demasiado rígida, estricta y

autoritaria o punitiva, el infante puede vengarse, ensuciándose de manera intencional. Así

mismo en próximos años, el sujeto desplazará esa venganza a los representantes de la

autoridad, enfrentando a la dicha autoridad de manera agresiva o violenta, también por

medio de la irresponsabilidad o mostrando desorden. Sin embargo, también este tipo de

disciplina estricta del control de los esfínteres puede generar una formación reactiva

contra la expulsión, resultando de ello un sujeto meticuloso, ordenado, compulsivo, miedo

a la suciedad, pulcritud, estricto en la administración tiempo y dinero, presentar una

conducta súper controlada.

Si la madre le suplica y lo alaba al infante, éste lo tomará que el producto fecal

posee un gran valor. Si el infante le otorga demasiado valor a la materia fecal llegará a

sentir que verdaderamente ha perdido algo muy valioso. Los elementos de carácter uretral

operan una transición entre los rasgos anales y fálicos de los que permanecen

impregnados. Los rasgos de carácter que corresponden a esta etapa son la ambición, el

placer por la velocidad, que es una forma del placer por la penetración, por hundir el agua

o el aire a grandes velocidades.

Etapa Fálica: Hasta los seis años, el niño concentrará el placer en la zona genital,

en esta etapa aparecen distintos complejos y fenómenos psíquicos que posteriormente

contribuirán a la personalidad adulta, así como a la forma de relacionarse con sus

congéneres y con el género opuesto. Se intensifica el anhelo o deseo del infante por los

padres y precisamente es en esta etapa donde hay cambios en las catexias objétales.

Esta etapa la viven de distinta forma niños y niñas ya que es muy importante para

definir su identidad psicosexual y las características que lo diferencian son las siguientes:

 Etapa fálica en el varón: Primeramente, el varón ama a su madre y éste se

identifica con el padre. Cuando el impulso sexual se intensifica, el amor

hacia la madre se hace más incestuoso y por consiguiente el padre queda


como el rival. A este periodo es conocido como el complejo de Edipo. El

varón corre así un peligro, el cual consiste en que el padre extirpe o castre

al hijo, esto a su vez originará en el varón la llamada angustia de

castración. Por consiguiente, el varón reprimirá sus deseos incestuosos por

la madre y su hostilidad hacia con el padre. Es decir, por amor al propio

órgano sexual, renuncia a la madre.

Después de la renuncia hacia la madre, el varón pasa a identificarse con

esta o con el padre. Freud creía que el hombre y la mujer eran bisexuales

de nacimiento. La fuerza relativa y el éxito de estas identificaciones

determinan el destino del carácter del varón y de sus afectos,

antagonismos y grado de masculinidad y femineidad que demostrará más

tarde. Estas identificaciones también dan lugar a la formación del Súper

Yo. Se dice que el Súper Yo es el heredero del complejo de Edipo, porque

ocupa el lugar del mismo.

Entre los 5 años y los 12 años quedan dominados. Con la aparición de la

pubertad, los impulsos se despiertan y ocasionan tensiones típicas de la

adolescencia.

 Etapa fálica en la mujer: Para la niña, el objeto primario de amor es

también la madre. Las identificaciones primarias al igual son con ésta. A

diferencia de con el varón, la niña al descubrir los genitales externos del

varón, se siente castrada. Culpa a la madre por esta condición. Entonces la

madre queda como rival por la desilusión que ésta le generó.

El amor de la niña que tiene hacia su padre se mezcla con envidia. El

equivalente a la angustia de castración en el varón se llama envidia del

pene en la mujer. Se puede decir entonces, la niña en este punto accede al

complejo de Edipo. Desea al padre y odia a la madre. Este periodo se


debilita debido a la imposibilidad de poseer al padre y por la maduración.

Freud también decía que la niña también era bisexual y de acuerdo a la

fuerza de las identificaciones con mayor intensidad, ésta se identifica con la

madre o con el padre o también con ambos.

En conclusión, la fuerza y el éxito de estas identificaciones influyen sobre la

naturaleza de sus afectos y el grado de masculinidad y femineidad de su

vida posterior, además de producir el Súper Yo.

Al igual que el varón, la niña presenta un periodo de latencia, cuando los

impulsos están dominados por las formaciones reactivas.

Referencias

Bibliografía
LBS+. (2019). Psicologia profunda I. Universidad Autonoma de Durango.

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