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ORIGEN DEL PSICOANALISIS:

Sigmund Freud nació en mayo de 1856 en Freiberg, ( Austria); murió en 1839 en Londres, ciudad a
la que se traslado como consecuencia de los avances del nazismo, ya que él era de familia judía.

Graduado en medicina, sus primeros propósitos se encaminaron hacia el campo de las


investigaciones neurológicas, mas que en la practica medica habitual.

Su legado, igualmente, no esta destinado al campo de la medicina como tal, sino al hecho de
haber creado él mismo un campo y método científico que, para siempre, quedaran asociados a su
nombre: Psicoanálisis.

En 1886 viaja a Parispara estudiar con Charcot, prestigioso psiquiatra francés. Interesado por los
trabajos sobre la histeria dirigidos por el medico, donde descubre la técnica de la hipnosis: método
por el cual un sujeto es sometido a un estado hipnótico durante el cual se le da una orden
cualquiera: por ejemplo, que beba agua. El sujeto es despertado e invitado seguidamente a decir
que es lo que recuerda. En ese punto, la persona se limita a cumplir la orden recibida en estado
hipnótico, es decir, beber agua.

Cuando se le pregunta al sujeto porque realizo tal acción, manifiesta que no lo sabe. No obstante,
intentara alguna explicación, como podría ser algo obvio; tenia sed.

Sin embargo, la explicación de la acción precedentemente descrita, no esta en la sed, sino en una
representación de la que el sujeto no tiene conciencia. A la conciencia solo llega beber agua,
mientras que la orden y la figura misma del hipnotizador emitiéndola permanecen inconscientes.

A partir del trabajo realizado con el destacado medico clínico Breuer, sobre un caso de histeria y
por las experiencias posteriores con sus pacientes, Freíd nota que estos manifestaban
concientemente la búsqueda de una solución a sus dolencias, pero por otro lado se hacían
evidentes otras fuerzas que se resistían a ellos.
La hipnosis demostró que lo conciente no dependía de una decisión del yo, ya que las experiencias
llevadas a cabo en su visita en 1889, a la escuela de Nancy, ciudad al noreste de Francia,
demostraron: la inducción por parte del hipnotizador de acciones en el hipnotizado una ves
despertado del sueño hipnótico (sugestión post-hipnótica) sin que este pudiera explicar las
razones de los actos que realizaba, por lo que Freud lo dejo de lado y comenzó a hacer clínica con
el método asociaciones libres.Con este método, el terapeuta invita al paciente a decir lo que
piensa y siente sin interrumpirlo, aun cuando hable cosas ridículas o sin interés.

Sin embargo, como ese hablar “libre” no viene directamente de lo inconciente, si sirve para
observar cuales son las características de ese inconciente, y el terapeuta a partir de lo que observa
y escucha, interpreta las expresiones que permita al sujeto descubrir su inconciente y así curarse.

PRIMERA TOPICA:

A partir de los trabajos y observaciones mencionados anteriormente, se puede destacar que


existen fenómenos fuera de la conciencia desconocidos por el sujeto que pueden ejercer sobre él
sin que él mismo lo sepa.

El término inconciente es probablemente el mas popular en psicoanálisis, el mas


conocido, el mas utilizado, un término con que se identifica al psicoanálisis mismo.

Para poder entender lo que quiere decir este concepto de fundamental importancia en
psicoanálisis, hay que descartar de inmediato todo intento excesivamente simple, de encontrar
una localización espacial del inconciente. Los psicoanalistas prefieren explicar lo inconciente como
una dimensión de lo psíquico, radicalmente diferenciada de la conciencia aunque vinculada con
ella.
Freud, entre los años 1900 y 1915 da a conocer su primera versión del aparato psíquico,
recibiendo el nombre de Primera Tópica: sistemas concientes, inconcientes y preconcientes.

Con sistemas, se hace referencia a “lugares psíquicos”, que no tienen ubicación espacial, ni
anatómica, que guardan una relación entre si, un orden y una secuencia.

De las representaciones del nivel no tenemos noticias, pues a la conciencia solo llegan
ramificaciones de las mismas por caminos asociativos. Ejemplo de ellos son: los sueños, los actos
fallidos, los lapsus y los síntomas. De acuerdo con el pensamiento psicoanalítico, estas
representaciones o ideas inconcientes tienen una particularidad decisiva: son eficaces. Es decir,
tienen la eficacia de incidir de un modo directo en la vida psíquica de un sujeto, e incluso pueden
estar implicadas en la realización de cualquier acto.

Según Freud, el aparato psíquico funciona regido por las leyes de dos procesos, que reciben el
nombre de proceso primario y proceso secundario.

Lo preconciente- conciente participa de las características del proceso secundario; en cambio, el


inconciente esta regido por las leyes y mecanismos del proceso primario (estableciendo la
posibilidad de que el deseo realice distintas transformaciones), que son las siguientes:

o Desplazamiento: por efecto de este mecanismo, en un sueño pueden producirse


continuos traslados de aspectos o elementos de un sitio a otro o de una persona a otra. Ejemplo:
durante el día tengo una pelea con mi madre. En el sueño lo desplazo hacia la vecina.

o Condensación: por la acción de este mecanismo, un personaje en el sueño puede


reunir las características o rasgos de otros, o una ciudad las partes de otra, o cualquier otra
combinación de elementos. Ejemplo: es mi hermana, pero tiene puesto el vestido de mi novia y el
pelo como la profesora de química.

o Atemporalidad: en el inconciente, no existe el tiempo en sentido cronológico; así, los


personajes de un sueño pueden tener cualquier edad independientemente de la realidad, o bien
aparecer como vivos cuando en realidad están muertos, o darse cualquier otro tipo de alteración
temporal. Ejemplo: sueño que estoy en la clase de psicología pero tengo el guardapolvo de la
primaria y la profesora es mi maestra de primer grado.

o Ausencia de contradicción: los deseos o sentimientos contradictorios pueden coexistir


sin que resulte conflictivo. Algo nos gusta y disgusta al mismo tiempo. Ejemplo: sueño que entro
en un lugar donde todo es muy bello, armónico y luminosos; sin embargo me quiero ir rápido
porque ese lugar no me gusta nada.

o Predominio del principio del placer: la realidad psíquica predomina sobre la realidad
material. No se puede esperar para satisfacer el deseo. Es la búsqueda del placer sin ningún tipo
de censura. Ejemplo: esta mañana tenia que despertarme temprano para repasar para el examen.
Anoche me “olvide” de poner el despertador y tuve que faltar al colegio.

En cuanto al proceso secundario del cual participa lo preconciente- conciente, sus características
son, en cierto modo, las opuestas al primario, pues en él están presentes el tiempo y la cronología,
a la ves que las contradicciones. La importancia de este proceso radica en el hecho de que en
relación con él se gesta el criterio de realidad del sujeto.

Este sistema esta constituido por aquellas representaciones que siendo descriptivamente
inconscientes son capaces de hacerse concientes sin tener que vencer para ello una gran
resistencia, como en el caso de las inconscientes.

El inconsciente es reprimido por la acción de la represión, mecanismo que estructura lo


inconsciente y tiene la función de desalojar de la conciencia lo que resulte displacentero, por
generar un conflicto.

A partir de este mecanismo, se establece qué ha de ser reprimido y qué se ha de poder mantener
preconciente o conciente.
SEGUNDA TOPICA:

A medida que el psicoanálisis fue desarrollando sus conceptos, fue descubriendo que podía
discriminar en el yo de los pacientes dos aspectos: uno que intentaba colaborar, tratando de
aportar todo el material disponible y por ende recordar los sucesos reprimidos; y otro aspecto que
se resistía, que era el que ejercía la represión sobre los recuerdos. Este aspecto del yo que se
resiste, es difícil de ser reconocido por el mismo paciente cómo sus propios sucesos olvidados, es
tan inconsciente como estos, lo cual marca un conflicto entre aspectos inconscientes: lo reprimido
y el yo represor.

Esta situación lleva a Freud a considerar una reformulación de la primera tópica, elaborando,
entonces, la segunda tópica en la que distingue tres instancias como constituyentes del psiquismo
humanos: el YO; el ELLO; y el SUPERYO. Que desempeñan funciones distintas pero interactúan en
forma permanente. La conducta es siempre dinámica ya que es el resultado de estas tres
instancias o componentes del aparato psíquico.

En el ELLO, se alojan todos los deseos del ser humano. La función del ello es el logro del placer y la
evitación del dolor o displacer. El deseo es el motor del aparato psíquico. Se busca en forma
permanente y resurge siempre en ausencia de la satisfacción.

El Ello obedece al principio del placer, y se rige por el proceso primario.

Freud considero que el aparato psíquico del bebé recién nacido es todo ello, es todo deseo que
urge por ser satisfecho. A partir de las experiencias vitales se irán conformando el Yo y el SuperYo.

El YO, es la parte de nuestro aparato psíquico que reconocemos como propia. ¿ Quien soy?, YO.
Se dice que es “la parte ejecutiva” de la personalidad. Es una suerte de organizador que a través
de la percepción conoce las necesidades externas (“tengo que tomar el colectivo porque es lejos
para ir a pie”) y las internas (“algo haré para que Maria me de bolilla”).

El yo (además de la función de percibir) tiene otras muy importantes: el pensamiento, la memoria,


la relación con los otros; además debe “controlar” los impetuosos deseos provenientes del ello.
Esto lo logra mediante el uso de sus mecanismos de defensa (son inconcientes, no nos damos
cuenta que los estamos utilizando).

Algunos de los mecanismos de defensa son:

o Represión: aquellos contenidos conflictivos aparecen como “olvidados”.

o Negación: tendencia a negar sentimientos de dolor o perdida.

o Regresión: por alguna circunstancia desagradable se vuelve a situaciones anteriores


que han resultado placenteras.

o Racionalización: se encuentran falsas “razones” para ocultar la insatisfacción.

A lo largo de la evolución van surgiendo dentro de cada uno representaciones internas de lo que
es o no correcto, de las normas sociales y valores en la sociedad en la que vive; esto es atribuible
como característica, al SUPERYO.

Dentro del SuperYo hay dos aspectos:

1) lo que no debe hacerse, y


2) lo que si debe hacerse para ser mejor.

El primero se llama CONCIENCIA MORAL, y el segundo IDEAL DEL YO.

Ejemplos:

Conciencia moral: “no puede irme mal en el colegio pues mis padres hacen un
gran sacrificio para que yo estudie”

Ideal del yo: “me da una gran satisfacción ayudar económicamente a mis padres
para que mis hermanos puedan estudiar”.

El SuperYo realiza una observación actual al yo y lo compara con el ideal operando la censura en la
medida que se aleje de este. Las tensones entre el Yo y el SuperYo dan como resultado
sentimientos de inferioridad y culpabilidad. El primero relacionado con el alejamiento del Ideal del
Yo y el segundo por el no cumplimiento normativo de la conciencia moral; por lo que el SuperYo
determinará al Yo lo ha de reprimir y no. Si bien algunos de sus aspectos son concientes, la mayor
parte del SuperoYo es inconsciente.

El Ideal del Yo le permitirá al sujeto un modelo al que intentará adecuarse siendo primariamente
las figuras parentales y posteriormente otros modelos significativos. Estará relacionado con el
“deber se

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