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CENTRO EDUCATIVO UNIVERSITARIO

SIGLO XXI

LIC. EN CRIMINOLOGÍA Y CRIMINALISTICA


2DO. CUATRIMESTRE
ALUMNO (A):
ERIKA LIZBETH LUNA OLIVA
PROFESOR (A):
HILDA DEL CARMEN RODRIGUEZ ROMERO
TEMA:
ANATOMIA PSICOLOGICA
ASIGNATURA:
BASES BIOLOGICAS DE LA CONDUCTA

DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN SUPERIOR


Contenido
4. ANATOMÍA PSICOLÓGICA....................................................................................3
4.1 APARATO INTRA-PSÍQUICO................................................................................3
4.2 TOPOLOGÍA PSÍQUICA: CONSCIENTE, PRECONSCIENTE, INCONSCIENTE 4
4.3 ESTRUCTURA PSÍQUICA: YO, ELLO, SÚPER - YO............................................6
4.4 LOS INSTINTOS.................................................................................................... 7
4.5 MECANISMOS DE DEFENSA.............................................................................10
4.6 PSICOANÁLISIS CRIMINOLÓGICO....................................................................13
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................. 14
4. ANATOMÍA PSICOLÓGICA

Es el estudio biológico de la estructura corporal de los organismos

4.1 APARATO INTRA-PSÍQUICO

Concepto psicoanalítico. Con esta expresión, Freud se refiere a la mente humana;


utiliza la palabra "aparato" para subrayar la capacidad que tiene la mente para la
transformación de la energía psíquica, y la existencia de partes o instancias que
modulan y controlan los recorridos de dicha energía. La primera tópica dividió el
aparato psíquico en tres estratos o niveles, Consciente - Preconsciente - Inconsciente,
y la segunda (que no se opone a la primera sino que la integra) en tres instancias o
dimensiones psíquicas, Ello - Yo - Super-yo.

El aparato psíquico es el nombre que utilizó Sigmund Freud para denominar a la


mente humana. En una de sus teorías para describirla, Freud alude a los lugares en los
que ocurren los diferentes procesos psíquicos y habla de cómo la mente se organiza y
se divide en distintos sistemas interconectados entre sí, cada uno con características y
funciones específicas.

Tópico viene del griego topos que significa “lugar”, no obstante, el médico y
psicoanalista no se refiere con su teoría a lugares físicos específicos sino más bien a
instancias o partes de
nuestra psique
4.2 TOPOLOGÍA PSÍQUICA: CONSCIENTE, PRECONSCIENTE,
INCONSCIENTE

En la primera tópica habla de tres niveles: Consciente, Preconsciente e


Inconsciente.

En el nivel consciente: se encuentran todos los pensamientos, emociones y acciones


directamente relacionadas con la realidad: es el sistema más accesible para nosotros,
mediante el cual nos relacionamos con los estímulos externos o internos a través de los
sentidos. Este sistema está relacionado con la memoria a corto plazo y representa
nuestra percepción en el momento presente, tanto de nosotros como del entorno.

Sin embargo, la percepción es subjetiva y diferente para cada persona, lo que explica
que no solo percibimos a través del sistema consciente, sino que el sistema
preconsciente e inconsciente también están involucrados en este proceso y es por eso
que a veces la realidad puede verse distorsionada.

El nivel preconsciente: es el que se encuentra entre el inconsciente y el consciente.


Representa a todos los sentimientos, pensamientos, fantasías, etc. que no se
encuentran en la consciencia pero que fácilmente se pueden hacer presentes. Es el
caso de recuerdos que teníamos olvidados, pero de los que nos acordamos solo
cuando alguien nos habla de ello o a lo que nos referimos cuando utilizamos la
expresión “lo tengo en la punta de la lengua”.

El sistema inconsciente: es el nivel menos accesible de la consciencia. En él se


encuentran todos los sentimientos, vivencias, deseos, etc. que suponen un conflicto
para nosotros y que están reprimidos. Esto es así debido a que la intensidad y el
contenido de los mismos está asociado a emociones displacenteras y sufrimiento y por
tanto los alejamos de la consciencia como mecanismo de defensa. A pesar de que lo
que se encuentra en el inconsciente no es fácilmente accesible y está oculto para
nuestra consciencia, nos influye notablemente y se manifiesta en forma de síntomas,
sueños o actos fallidos, entre otros.
Para hablar sobre su teoría, Freud hacía alusión a
un iceberg en el cual la punta saliente sobre el nivel
del mar representa la parte consciente, la franja ya
sumergida pero más superficial se corresponde con
el nivel preconsciente y el resto del iceberg, es
decir, la parte más profunda, es equivalente al
inconsciente.

En cuanto a las características de estos sistemas,


tanto el nivel consciente como el preconsciente
respetan las leyes lógicas y cronológicas de la
temporalidad. Esto significa que están ajustadas a la
realidad y al momento presente. Sin embargo, el
inconsciente es atemporal por lo que se pueden confundir emociones de la infancia en
la edad adulta o se puede soñar que se está en pleno invierno y mezclarlo con
sensaciones o acciones puramente veraniegas.

Otra característica común entre los primeros dos niveles de conciencia es el principio
de realidad, por lo que estos sistemas nos permiten tanto adaptarnos a las
circunstancias como postergar nuestro deseo si este no se puede satisfacer en el
momento. Por el contrario, el inconsciente no tiene esta capacidad, sino que
busca satisfacer su placer y deseo sin capacidad de espera y control ya que en este
caso predomina el principio de placer.

Otra diferencia entre los sistemas que describe Freud se refiere a la lógica de realidad.
Mientras que el nivel consciente y preconsciente están prescritos a los códigos de
lenguaje y los contenidos tienen significado literal y no oculto, el inconsciente no sigue
ningún orden lógico, es incoherente y caótico y por tanto tiene significados que van
más allá de lo evidente y literal.

El contenido de estas tres instancias es dinámico y por tanto se mueve y va pasando


por los diferentes niveles. El objetivo en las terapias psicoanalíticas es hacer
consciente lo inconsciente.
4.3 ESTRUCTURA PSÍQUICA: YO, ELLO, SÚPER - YO

Ello, yo y superyó son instancias que forman la psique humana, de acuerdo con la
teoría de la personalidad, desarrollada por Sigmund Freud en sus estudios sobre el
psicoanálisis.
El ello es el componente innato de los individuos, las personas nacen con él. Consiste
en los deseos, voluntades e instintos principalmente originados por el placer. A partir
del ello se desarrollan las otras partes que componen la personalidad humana: yo y
superyó.
El yo surge a partir de la interacción del ser humano con su realidad, adecuando sus
instintos primitivos (el ello) con el ambiente en que vive. El yo es el mecanismo
responsable por el equilibrio de la psique, buscando regular los impulsos del ello, al
mismo tiempo que intenta satisfacerlos de modo menos inmediato y más realista.
Gracias al yo la persona logra mantener la cordura de su personalidad. El yo comienza
a desarrollarse ya en los primeros años de vida del individuo.
El super-yó se desarrolla a partir del yo y consiste en la representación de los ideales y
valores morales y culturales del individuo. El superyó actúa como un "consejero" para
el yo, alertándolo sobre lo que es o no moralmente aceptado, de acuerdo con los
principios que fueron absorbidos por la persona a lo largo de su vida.

De acuerdo con Freud, el superyó comienza a desarrollarse a partir del quinto año de
vida. Es aquí cuando el contacto con la sociedad comienza a intensificarse, a través de
la escuela, por ejemplo. En este momento las relaciones sociales pasan a ser mejor
interpretadas por la persona.
En suma, estos tres componentes de la formación de la personalidad —ello, yo y
superyó— son las representaciones de la impulsividad, de la racionalidad y de la
moralidad, respectivamente.
Freud creía que todas estas partes de la psique existen en todas las personas y, a su
modo, son parte indispensable de los procesos mentales. Sin embargo, también creía
que la lucha entre el Ello, el Yo y el Superyó en ocasiones puede generar
descompensaciones que producen sufrimiento y la aparición de psicopatologías, por lo
que se debía tratar de re-equilibrar la correlación de fuerzas a través del psicoanálisis.
De hecho, una de las características de las teorías de Freud es que crean un concepto
de la salud mental en la que los trastornos no son la excepción, sino la norma; lo más
común son los desajustes entre estas instancias psíquicas, debido a que los problemas
mentales permanecen implícitos y latentes en la lucha interna que mantienen entre
ellas.
Por ejemplo, si el Superyó llega a imponerse, la represión de pensamientos y
emociones puede llegar a ser tan excesiva que periódicamente se producen crisis
nerviosas, algo que atribuía por ejemplo a los casos de mujeres con histeria demasiado
adheridas a una moral rígida y profundamente restrictiva.

Por otro lado, si el Ello predominaba, esto podía dar paso a la sociopatía, una
impulsividad que pone en peligro tanto a la persona que la experimenta como a los
demás, ya que la prioridad absoluta es satisfacer necesidades con urgencia.

4.4 LOS INSTINTOS


Existen varias maneras de concebir lo que son los instintos.

El instinto Darwiniano

Todos aprendemos en nuestra etapa escolar la misma definición de instinto: una


conducta innata, estereotipada y específica que se desencadena ante cierto tipo de
estímulos y que continúa hasta su consumación, incluso en ausencia de la estimulación
que la provocó.

Para Darwin, los instintos constituían una parte esencial de la naturaleza de cada ser
vivo. Es el instinto el que permite la subsistencia, la relación con el entorno y con el
resto de individuos de la misma especie.

El mismo instinto que impulsa a las abejas a construir paneles geométricos o el que
permite a las aves migrar miles de kilómetros a través de los mares para regresar
meses después a su lugar de origen.

Instinto animal vs instinto humano

A priori, la explicación más habitual es que el instinto es algo heredado e innato, y que
nacemos con ello. Esto lo podemos comprobar con multitud de animales, incluidas
nuestras mascotas preferidas. ¿Quién no ha visto salivar a su perro al darle la comida?
Parece evidente que, en el reino animal, los instintos se conservan y cumplen su
función vital.

Sin embargo... ¿qué les sucede a los seres humanos? Pongamos un ejemplo: el
instinto de alimentación. Este instinto primario permite a todos los seres vivos equilibrar
sus necesidades de energía y descanso. Hasta aquí, bien. Pero, ¿qué pasa por
ejemplo con trastornos como la anorexia o la bulimia?

El ser humano es el único animal capaz de desafiar la naturaleza de sus instintos.


Somos los únicos seres vivos que pueden actuar en contra de la perpetuación de
nuestra propia especie. Y esto quebraría también el instinto por excelencia, que no es
otro que el instinto de supervivencia.

La teoría de los instintos de Freud

Otro de los enfoques para entender un concepto como el de instinto lo manejó en su


día Sigmund Freud, para quien los instintos serían formas de tensión específica de una
supuesta energía psíquica, de acción dinamizante, que expresan las necesidades
corporales y producen todos los fenómenos característicos de la vida.
El instinto sería pues una presión que produciría la necesidad de una reacción y que
compelería a ejecutarla. Este enfoque percibe al instinto más como una necesidad que
como una sensación o una conducta innata que provoca esa necesidad.

Para Freud y la corriente de psicoanálisis que surgió de sus planteamientos teóricos,


los fenómenos mentales y las actividades sociales serían determinadas por la
necesidad constante de reducir dichas tensiones producidas por los instintos, que
constituirían el impulso motor de la vida humana y que son percibidos como
sentimientos disruptivos y desagradables.

El instinto como intuición

Aunque instinto e intuición no son lo mismo, es muy común hacer uso de ellos en
contextos en los que los dos conceptos se entremezclan. El instinto aquí entendido
como un modo de conocer o actuar basado en sentimientos, sensaciones y
motivaciones, ya sean corporales o cognitivas, pero que no vienen del análisis
sosegado, sino que parecen irrumpir de forma súbita.

Con el instinto maternal ocurre algo parecido: a pesar de no haber pruebas científicas
de su existencia, se ha popularizado el término para definir una especie de impulso que
empuja a una mujer a sentir motivación y querencia por una prole presente o futura.
Aunque la maternidad sea un deseo que toma diferentes formas en cada mujer y a
veces pueda no darse nunca.

El instinto de Maslow

Abraham Maslow fue un psicólogo estadounidense y el principal exponente de la


psicología humanista. Maslow consideraba que todos los seres humanos tienen
necesidades esencialmente vitales para el mantenimiento de la salud, incluidos el amor
o la estima.

Maslow empezó a popularizar términos como deseo o motivación para simbolizar ese
tipo de instintos o necesidades internas de cada uno de nosotros, afirmando que estas
necesidades “instintoides” eran una especie de instintos genéticamente construidos en
todos nosotros.

El instinto moderno de Weisinger

Llegado el S.XXI, la concepción del término instinto ha cambiado bastante. Se ha


reformulado la acepción y figuras como la de Hendrie Weisinger, psicólogo clínico y
autor del libro El genio del instinto, han tratado de explicar que los instintos no son
oscuros ni primitivos, ni tampoco algo que haya que reprimir.
Según Weisinger, el comportamiento humano es más inteligente que el animal porque
contamos con más instintos, y no al revés. Con ellos ya tendríamos todo lo necesario
para mejorar nuestras vidas; es decir, estaríamos “programados” para triunfar.

Este psicólogo también postula que el ser humano ha perdido el contacto con sus
instintos y que, en la mayoría de casos, actúa en contra de aquello a lo que le
impulsarían. Según él, podríamos mejorar todos los aspectos de nuestras vidas
recuperando nuestros instintos y utilizándolos en nuestro beneficio.

4.5 MECANISMOS DE DEFENSA

Los mecanismos de defensa constituyen parte de los conceptos más importantes de la


teoría del psicoanálisis surgida a partir de las obras de Sigmund Freud.

Se trata de una serie de procesos psicológicos que, hipotéticamente, regularían el


modo en el que los contenidos de lo inconsciente se manifiestan en nuestra
consciencia y en nuestros comportamientos.

Los mecanismos de defensa en el psicoanálisis

En el artículo "Sigmund Freud: vida y obra del célebre psicoanalista" comentábamos


que la función del yo es satisfacer los impulsos del ello y no ofender el carácter moral
del superyó, mientras se valora la realidad. Esto no es tarea fácil, y Freud describe que
el yo utiliza mecanismos para manejar los conflictos entre estas instancias psíquicas.

Los mecanismos de defensa, por tanto, son procedimientos que mantienen el equilibrio
psicológico de manera inconsciente para enfrentar la angustia o ansiedad asociada a la
expresión consciente de una representación pulsional (sexual o agresiva), a la
transgresión del código moral, o a un peligro real externo.

Es decir, que partiendo de la idea de que hay contenidos pertenecientes al ámbito de lo


inconsciente que no pueden pasar a la consciencia sin más porque nos perturbarían
demasiado, los mecanismos de defensa harían posible que parte de ellos pasasen una
especie de filtro siendo expresados en un modo en el que quedan negados o
demasiado distorsionados como para afectarnos demasiado.
Los mecanismos de defensa son modos incorrectos de resolver el conflicto psicológico
y pueden dar lugar a trastornos en la mente, la conducta y, en los casos más extremos,
a la somatización del conflicto psicológico que lo causa.

DIEZ PRINCIPALES MECANISMOS DE DEFENSA DESCRITOS EN LAS TEORÍAS


DEL PSICOANÁLISIS.

1. Desplazamiento

Se refiere a la redirección de un impulso (habitualmente una agresión) hacia una


persona o un objeto. Por ejemplo, alguien que se siente frustrado con su jefe y le suelta
una patada a su perro, o a un mueble. Nos encontramos en este caso ante un
mecanismo de defensa: como no nos es posible golpear al jefe porque nos despediría
del trabajo, desplazamos el objeto de nuestra ira hacia cualquier otro ser u objeto.

2. Sublimación

Es similar al desplazamiento, pero el impulso se canaliza hacia una forma más


aceptable. Una pulsión sexual se sublima hacia una finalidad no sexual, apuntando a
objetos valorados positivamente por la sociedad, como la actividad artística, la actividad
física o la investigación intelectual.

3. Represión

Es el mecanismo que Sigmund Freud descubrió primero. Hace referencia al proceso


por el cual el yo borra eventos y pensamientos que serían dolorosos si se mantuvieran
en el nivel consciente, ya que la satisfacción de la pulsión reprimida resulta
inconciliable con otras exigencias del superyó o de la realidad.

4. Proyección

Hace referencia a la tendencia de los individuos a atribuir (proyectar) sus propios


pensamientos, motivos o sentimientos hacia otra persona. Las proyecciones más
comunes pueden ser comportamientos agresivos que provocan un sentimiento de
culpa, y fantasías o pensamientos sexuales socialmente no aceptados. Por ejemplo,
una chica odia a su compañera de piso, pero el superyó le dice que eso es inaceptable.
Puede resolver el problema pensando que es la otra persona la que le odia a ella.

5. Negación

Es el mecanismo por el cual el sujeto bloquea eventos externos para que no formen
parte de la consciencia y, por tanto, trata aspectos evidentes de la realidad como si no
existieran. Por ejemplo, un fumador que niega que fumar puede provocar serios
problemas para su salud. Negando estos efectos nocivos del tabaco, puede tolerar
mejor su hábito, naturalizándolo.

6. Regresión

Hace referencia a cualquier retroceso a situaciones o hábitos anteriores, un retorno a


los patrones de comportamiento inmaduro. Por ejemplo, un adolescente al que no se le
permite irse un fin de semana a casa de un amigo y reacciona con un berrinche y grita
delante de sus padres, como si fuera un niño de menor edad.

7. Formación reactiva

Los impulsos no solo se reprimen, sino que, además, se controlan exagerando el


comportamiento opuesto. Es decir, que se detiene la aparición de un pensamiento
doloroso sustituyéndolo por otro más agradable. Por ejemplo, una persona que está
muy enfadada con un amigo, pero le dice que está todo correcto para evitar la
discusión.

8. Aislamiento

Es un mecanismo por el cual se divorcian los recuerdos de los sentimientos, como una
forma de soportar y tolerar mejor los hechos y la realidad. Se separa una idea
intolerable para el yo de las emociones que produce, así permanece en la consciencia
de forma debilitada. Por ejemplo, relatar un episodio traumático con total normalidad,
igual que si se hablara del tiempo o de cualquier otro asunto trivial.

9. Condensación

Es un mecanismo por el cual ciertos elementos del inconsciente (contenido latente) se


reúnen en una sola imagen u objeto durante el sueño. Consiste en la concentración de
varios significados en un único símbolo. El proceso de condensación hace que el relato
del contenido manifiesto sea mucho más breve que la descripción del contenido
latente. Es un término que surge de las explicaciones psicoanalíticas que dan cuenta
de la creación de los sueños.

10. Racionalización

En la racionalización se sustituye una razón real que no es aceptable, por otra que
resulte aceptable. Es decir, se cambia la perspectiva de la realidad a través de ofrecer
una explicación diferente. Por ejemplo, una mujer se enamora perdidamente de un
hombre, e inician una relación. Al cabo de un mes de empezar el noviazgo, el hombre
rompe la relación porque considera que la mujer tiene una autoconfianza muy baja y no
le deja respirar. Pese a que la mujer lleva tres fracasos amorosos consecutivos por la
misma razón, concluye: “ya sabía que este hombre era un perdedor”, o bien "desde el
primer momento supe que este hombre no me convenía".

4.6 PSICOANÁLISIS CRIMINOLÓGICO

La premisa fundamental en torno al psicoanálisis criminológico es que en todo crimen


no puede explicarse simplemente, y que en ocasiones la explicación es diversa a la
que aparentemente se presenta. Los instintos juegan un papel importante en la
dinámica del criminal, ya que un instinto de conservación se puede expresar de forma
agresiva, que viene de una conducta antisocial.

Interpretación psicoanalítica

La revisión de las teorías explicativas de la génesis del comportamiento criminal


permite identificar que los estudios que, desde la psicología y la psiquiatría, se ha
desarrollado para establecer las causas personales que favorecen el surgimiento de
comportamientos criminales.

En estado actual de la civilización ha llevado a una extensión de los crimines y a una


revaluación que las
teorías
psicológicas y
psiquiátricas que
explican el
comportamiento criminal; es allí donde surgen el psicoanálisis como contrapartida a las
explicaciones positivistas. Desde estas perspectivas, la práctica de psicoanalista ya no
se limita al dispositivo analítico en el ámbito de los consultorios privados si no también
en otros dispositivos. El psicoanálisis entra en la escena pública.
BIBLIOGRAFÍA
García-Allen, J. (02 de febrero de 2022). psicologiaymente. Obtenido de Mecanismos
de defensa: qué son, y sus 10 tipos más importantes:
https://psicologiaymente.com/psicologia/mecanismos-de-defensa

psicologiamadrid. (09 de junio de 2019). Obtenido de Psicoanálisis. Primera tópica del


aparato psíquico de Freud: consciente, preconsciente e inconsciente:
https://www.psicologiamadrid.es/psicoanalisis-primera-topica-del-aparato-
psiquico/

psicologiaymente. (02 de febrero de 2022). Obtenido de El ello, el yo y el superyó,


según Sigmund Freud: https://psicologiaymente.com/psicologia/ello-yo-superyo-
sigmund-freud

torredebabel. (01 de febrero de 2022). DICCIONARIO DE PSICOLOGÍA CIENTÍFICA Y


FILOSÓFICA. Obtenido de
https://www.e-torredebabel.com/Psicologia/Vocabulario/Aparato-Psiquico.htm

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