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Hoy, el uso de las tecnologías de información y comunicación se encuentra

Integrado, de manera significativa, en la vida diaria de toda comunidad. Los

Avances tecnológicos, y en especial, las herramientas informáticas son aplicados,

En forma imprescindible, por distintos sectores profesionales en sus tareas de

Ejercicio

La actividad notarial y registral no ha permanecido descontextualizada de ese fenómeno; lo

Contrario, hubiera sido mantenerse al margen del progreso. De ahí, que el notariado

Se orientó a sumar el uso de las tecnologías en su actuación profesional, como una

Herramienta facilitadora que aplica conocimientos, técnicas, métodos e

Instrumentos, con el objetivo de agilizar y en su caso, optimizar procesos.

Las tecnologías de información y comunicación han estado presentes, desde

Siempre y a través del tiempo, en la actividad del notario; ello se evidencia en la

Utilización histórica de computadora, teléfono, fax o grabadora; siendo muy difícil

Pensar su ejercicio sin éstas.

En la actualidad, los oficios notariales se encuentran provistos, en menor o mayor

Medida, de herramientas tecnológicas; inclusive, su obligatoriedad de uso ha sido

Prevista en la Ley De Infogobierno en su art 6 y en el caso de el uso de tecnologías de información libre en su art
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En cuanto a las tecnologías utilizadas actualmente en esta área podemos encontrar el uso de servidores para el
almacenamiento de datos a los cuales se puede acceder mediante páginas web creadas para la facilitación a la
admistracion y acceso a la información institucional y de los particulares

La accesode los ciudadanos a estas paginas esta provista en la ley de infogobierno en su art 8 estipulando esta
que:

Las personas. En las relaciones con el Poder Público y el Poder Popular, las personas tienen derecho a:

4. Acceder a la información pública a través de medios electrónicos, con igual grado de confiabilidad y
seguridad que la proporcionada por los medios tradicionales.
5. Acceder electrónicamente a los expedientes que se tramiten en el estado en que éstos se encuentren, así
como conocer y presentar los documentos electrónicos emanados de los órganos y entes del Poder Público y el
Poder Popular, haciendo uso de las tecnologías de información.

Sin embargo esto es asi desde hace ya tempo, no es novedad el uso de paginas web y redes sociales o otros
medios electrónicos por parte dela administración .

Si de tecnologías novedosas actualmente en la gestión registral y notarial se quiere halar hay que hacer incapie
en la firma digital

Tradicional mente se hace uso e la firma manuscrita a la cual la RAE define como:

Nombre y apellidos escritos por una persona de su propia mano en un documento , con o sin rúbrica , para darle
autenticidad o mostrar la aprobación de su contenido .

Mientras que firma digital Es aquella firma electrónica que utilizando una técnica de criptografía

Asimétrica, permite la identificación del signatario y ha sido creada por

Medios que éste mantiene bajo su control, de manera que está vinculada

Únicamente al signatario y a los datos a los que refiere, lo que permite

Garantizar la integridad del contenido y detectar cualquier modificación

Ulterior, tiene la misma validez y eficacia jurídica que el uso de una firma

Manuscrita, siempre y cuando haya sido generada por un Prestador de

Servicios de Certificación Digital debidamente acreditado

Uno de los principales retos a los que se enfrentan las Administraciones Públicas es conseguir que los trámites

presenciales realizados por los ciudadanos, que seguirán existiendo, deriven hacia un expediente y archivo 100%

electrónico.

La «despapelización» administrativa fuera de las oficinas de atención ciudadana también supone un gran reto

que requiere combinar la agilidad de los dispositivos móviles con la seguridad jurídica.

La firma Biométrica ha permitido a los entes públicos adaptar la firma en papel a un entorno digital para el
cumplimiento de la ley vigente y la simplificación de los procesos de firma, y cumplir con las máximas garantías
jurídicas. 

El régimen legal que regula el tema de las firmas electrónicas, se encuentra contenido en el Decreto con Fuerza
de Ley sobre Mensajes de Datos y Firmas Electrónicas, promulgada en el año 2001, el cual desarrolla y establece
el valor y eficacia de este tipo de firmas. 

El uso de las firmas electrónicas le atribuye el mismo valor que tienen las firmas autógrafas, lo cual permite que
los contratos bajo este tipo de modalidades sean totalmente confiables. 
Para que la firma electrónica pueda tener la eficacia y validez que se desea, es importante que se encuentre
debidamente certificada, permitiendo garantizar los datos y su autenticidad, así como, evitar que sea falsificada
y asegurar de manera razonable su confidencialidad. 
 
El certificado de la firma electrónica, ha de ser emitido por un Proveedor de Certificados Electrónicos, el cual
debe estar acreditado por la Superintendencia de Servicios de Certificados Electrónicos, la cual se crea con el
objeto de acreditar, supervisar y controlar a los Proveedores de Servicios de Certificación, es decir, aquellas
empresas o entidades de carácter público o privado, encargadas de gestionar la certificación de firmas
electrónicas. 

En Venezuela, existen dos entes encargados de emitir el certificado de firma electrónica, entre ellos destaca
la Fundación Instituto de Ingeniería para Investigación y Desarrollo Tecnológico, la cual se encuentra acreditada
por la mencionada Superintendencia. 

Sin duda alguna, los contratos de firmas electrónicas representan una gran ventaja por tener la misma eficacia
y seguridad jurídica que aquellos que han sido suscritos, a través de firmas autógrafas. Dadas las circunstancias
que actualmente se viven, se considera como un factor potenciador la tramitación del certificado de firma
electrónica, para llevar a cabo negociaciones u operaciones comerciales de una forma segura para las partes.
Asimismo, permiten llevar a cabo contratos sin tomar como elemento restrictivo la distancia entre las partes
intervinientes, siendo una gran ventaja para el desarrollo económico de las empresas. 

En el marca de la relación entre los poderes políticos y los ciudadanos empieza a

adquirir relevancia, en el interés académico, el uso y la incidencia en la

cocían política de los últimos avances de lo que genéricamente se denomino nuevas

tecnologías de la comunicación y la información, un concepto que acoge tanto los

usos novedosos de medios de comunicación ya veteranos en la práctica de la políti-

ca, tal es el coso de lo televisión, como las prestaciones informáticos más actuales y

los avances en los telecomunicaciones más recientes. Nuevas tecnologías queenmar-

can lo que llamamos la democracia mediática.

Estas tecnologías ponen al servicio de la comunicación política en general herra-

mientas tan variadas como el correo para recaudar fondos, la distribución de vide-

os, con segmentación previa del electorado, la teleconferencia, los efectos especiales

en lo producción televisiva para generación de videos, la televisión internacional

para llegar a los electores residentes fuera de las fronteras nacionales... En el caso

de las aplicaciones informáticas, la práctica política se ve asistida tanto en la gestión


de la actividad política general

En el ámbito parlamentario Internet se ha incorporado, o lo estó haciendo, a muchos

de los parlamentos de paises avanzados. El Senado y la Cámara de Representantes

de EE.UU. son de nuevo la referencia más ilustrativa.

Esta incorporación notable a las tareas parlamentarias está en el corazón de la polé-

mica sobre el concepto y la posibilidad de ‘democracia virtual’. Las dos escuelas de

pensamiento sobre la posibilidad de ese tipo de democracia hasta ahora reconoci-

das afectan a la institución parlamentaria. Tanto la conocida como escuela plebisci-

taria como los modelos deliberativos~~ modifican el papel de la representación políti-

ca. El primero, que se identifico en general como un tipo de democracia directa

supondría una mermo del papel del Parlamento, al permitirla consulta directo de los

ciudadanos como fuente directa, identificada con la voluntad común, de la toma de

decisiones. El segundo caso, que lleva a la participación en la política nacional a tra-

vés de la construcción de redes ciudadanos que participan y amplían el debate polí-

tico, también incide lógicamente en el papel de los parlamentos. Esta última opción

no iría contra la democracia representativa, seria un complemento que haría de Inter-

net un paliativo de las deficiencias del debate político y social que tradicionalmente

se ha llevado a cabo a través de los medios de comunicación tradicionales. Es decir,

alargarían el debate y permitirían, por ejemplo, la expresión de comunidades mino-

ritarias que, hasta ahora, han carecido de un presencio en el debate político esta-

blecido en el Parlamento y a través de los medios más poderosos~~. Sería una herra-

mienta al servicio de la democracia, que estaría llamada a cubrir una de los vacíos

mas notables de la democracia representativo tradicional, el poder de los grupos de

presión, aunque está aún por determinar la capacidad de acción que esos mismos

grupos puedan ejercer a través de Internet.

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