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UNIVERSIDAD PERUANA UNIÓN

FACULTAD DE TEOLOGÍA

ESTUDIO DE PALABRA CLAVE: ‫ְִׁשֹּפט‬


֣ ‫ל‬

INFORME PRESENTADO EN

CUMPLIMIENTO PARCIAL DE LOS

REQUISITOS DEL CURSO DE

HEBREO I

POR

CARLOS JOSUÉ GALLARDO SALDAÑA

ÑAÑA, LIMA

DICIEMBRE, 2022
‫ְִׁשֹּפט‬
֣ ‫ל‬, liš·pōṭ «juzgar, liberar, gobernar». Este verbo también aparece en
ugarítico, fenicio, arábigo, acádico y en hebreo posbíblico. Están constatados alrededor

de 125 casos del verbo durante todos los períodos del hebreo bíblico.1

En muchos contextos esta raíz tiene un sentido jurídico. liš·pōṭ refiere a la

actividad de una persona que actúa como intermediaria entre dos partes que están en

conflicto. El mediador (actuando simultáneamente como juez y jurado) escucha los

argumentos de los litigantes para llegar a un veredicto justo y determinar las acciones que

deben tomarse.2

Así Sarai le dijo a Abram: «Mi agravio recaiga sobre ti. Yo puse a mi sierva en tu

seno; y ella, viéndose encinta, me mira con desprecio. Jehová juzgue entre tú y yo» (Gn

16.5: primer caso del vocablo). Sarai había entregado Agar a Abram en lugar suyo. Este

acto estaba de acuerdo con la antigua ley de Nuzi, que al parecerAbram conocía y

practicaba. Según esta ley, el derecho sobre el niño le correspondía a Sarai, lo cual

significaba que Agar «hizo todo el trabajo» sin recibir privilegio alguno.

Como resultado de tal situación, Agar atormentaba a Sarai. Por ser cabeza de la

familia tribal le correspondía a Abram mantener el orden, pero no lo hizo. Esto explica

por qué Sarai dice que es inocente de cualquier maldad; no había hecho nada para

merecer el hostigamiento de Agar; Abram tiene la culpa por no mantener el orden en la

familia extendida. Su apelación se formula en los siguientes términos: puesto que Abram

1
Luis Alonso Shökel, “tyr Iaev”, Diccionario Bíblico Hebreo-Español (Madrid:
Trotta, 1994).
2
W. E. Vine, Merrill F. Unger and William White, “Remnant”, Vine's Complete
Expository Dictionary of Old and New Testament Words (Nashville: T. Nelson, 1996),
1:199.
(quien normalmente hubiera sido el juez sobre los asuntos de la tribu) no ha cumplido

con su deber, «Jehová juzgue» [jurídicamente] quién tiene la razón entre nosotros.

Abram reconoció la legitimidad de la causa y le entregó a Agar para que la

pusiera en orden (Gn 16.6).

liš·pōṭ también tiene que ver con cumplir una sentencia. Esta acepción se

encuentra en Gn 18.25 a la par de la idea de pronunciar un veredicto; Abraham habla del

«Juez [literalmente: «Aquel que juzga»] de toda la tierra». En 1 S 3.13 el énfasis está

únicamente sobre «sentenciar»: «Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por

la iniquidad que él sabe» (nrv).3

En algunos casos el verdadero significado de «juzgar» es «liberar» de injusticia y

opresión. David dice a Saúl: «Que Jehová sea el juez y juzgue entre tú y yo. Que Él vea y

contienda por mi causa, y me defienda de tu mano» (1 S 24.15 rva). Este doble matiz

(«liberar», junto con el sentido jurídico) se entiende al hablar de los jueces de Israel (Jue

2.16): «Y Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que los despojaban».4

liš·pōṭ puede indicar, además de un acto de liberación, el proceso por el cual se

mantienen la ley y el orden dentro de un grupo. La función de los jueces de Israel

también incluye esta idea: «Débora, profetisa, mujer de Lapidot, juzgaba a Israel en aquel

tiempo» (Jue 4.4 lba). Dicha actividad era jurídica e implicaba un cierto tipo de gobierno

sobre Israel. Por cierto, de «gobernar» se trata en Nm 25.5: «Entonces Moisés dijo a los

R. Laird Harris, Robert Laird Harris, Gleason Leonard Archer and Bruce K.
3

Waltke, “tyr Iaev”, Theological Wordbook of the Old Testament (Chicago: Moody Press,
1999),894.
4
Rahner, Karl, and Herbert Vorgrimler. Diccionario Teológico. (Editorial Herder,
2022)
jueces de Israel: Cada uno mate a los hombres suyos que se han adherido al Baal de

Peor» (cf. 1 S 8.1 rva).5

El libertador militar encabezaba un ejército de voluntarios (una milicia) que se

convocaba ante amenaza de peligro. Durante el período de Samuel este procedimiento

resultó inadecuado para Israel. El pueblo quería un líder capaz de organizar y encabezar

un ejército permanente.6 Por tanto, pidieron a Samuel un rey semejante al de otras

naciones, alguien que fuera apto y preparado en guerra, y cuyo sucesor (el hijo) fuera

cuidadosamente entrenado también. Este nuevo orden facilitaría la continuidad en el

liderazgo. Incluido en este concepto del rey como «juez», como con las otras naciones,

estaba la idea del rey como «gobernante»; para mantener y entrenar un ejército

permanente, el pueblo tendría que ser organizado para los tributos y la conscripción.

Estas son las implicaciones que Samuel expone en 1 S 8.6–18.

Pasando ahora al nivel teologico-bíblico, es conveniente examinar primero la

terminología bíblica. En el hebr. del AT, el vocablo para juzgar es liš·pōṭ, de la raíz

shaphát = poner derecho. En el gr. del NT, tenemos krísis = acto de juzgar, como en Jn.

5:24; kríma = veredicto, como en Ro. 2:2, y katákrima = condenación, como en Ro. 8:1.

una nota común a todos los juicios de Dios es ser el modo de desplegar su misericordia,

así como su ira, sobre individuos y naciones (cf. Éx. 6:6; 7:4; Ec. 3:17; 12:14; Dn. 7:22;

Christopher W. Morgan, and Robert A. Peterson. Diccionario Conciso de


5

Términos Teológicos. Nashville (TN: B&H Español, 2022)

Schökel, Luis Alonso, Vicente and Víctor Morla Asensio. Diccionario Bíblico
6

Hebreo-Español (Collado, 3a ed. Trotta).


Jl. 3:2; 2 Co. 5:10). Todos los seres humanos serán juzgados, tanto los vivos como los

muertos (cf. Hch. 10:42), tanto los cristianos como los no cristianos (Ro. 14:10-12).7

En conclusión, el término tiene dos acepciones principales; la primera se relaciona

con las funciones de un juez: escuchar una causa y emitir un veredicto justo. Uno de

varios ejemplos de este uso está en Ec 12.14: «Porque Dios traerá toda obra a juicio,

juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala».

liš·pōṭ puede referirse también a los «derechos» de alguna persona (Éx 23.6). Esta

segunda acepción tiene varios matices: relación equitativa entre realidad y expectativa

(Gn 18.19: primera vez que se usa el término); dictamen judicial (Dt 17.9); exposición de

la causa del acusado (Nm 27.5); y reglamento establecido (Éx 21.1).

7
Francisco Lacueva. Diccionario Teológico Ilustrado (Viladecavalls: Editorial
CLIE, 2008)

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