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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ASIGNATURA
Laboratorio de Epidemiologia (SAP107-LAB)
SUSTENTANTE
Alexa Cristal Carrasco Mella
MATRICULA
100483779
SECCION
02
DOCENTE
Jose Manuel Puello Montero
FECHA DE ENTREGA
11 marzo 2021.
Informe de los aportes a la epidemiologia en los siguientes autores:

John Snow (Colera)

John Snow (1813-1858) fue un brillante médico inglés. Desde


temprana edad destacó por su agudo sentido de observación, razonamiento lógico y
perseverancia, primero en el ámbito de la anestesia y posteriormente en epidemiología.
Los sucesivos brotes de cólera que afectaron a la ciudad de Londres lo motivaron a
estudiar esta enfermedad desde un punto de vista poblacional, relacionando la
incidencia de casos al consumo de aguas contaminadas por una "materia mórbida",
responsable de la diarrea aguda con deshidratación que la caracteriza. En forma
valerosa, Snow se opuso a las teorías vigentes de su época, sacrificando su prestigio.
Fue pionero en el uso de metodologías de investigación epidemiológica moderna, por
ejemplo, la implementación de encuestas y la epidemiología espacial. Con justa razón,
hoy en día es considerado por la comunidad científica como el padre de la
epidemiología moderna.
Snow intentó hasta su muerte en 1858 convencer a la comunidad médica que el cólera
se transmitía mediante la ingestión de una "materia mórbida" presente en las aguas
contaminadas del río Támesis, pero sus esfuerzos fueron infructuosos. Su teoría debió
esperar la cuarta epidemia de cólera de Londres, ocurrida en 1866, para ser finalmente
aceptada. Al poco tiempo, experimentos realizados por Louis Pasteur demostraron que
son microorganismos presentes en el ambiente (y no "miasmas") los causantes de las
enfermedades transmisibles. Casi tres décadas después de la muerte de Snow, Robert
Koch aisló y cultivó el Vibrio cholerae, la "materia mórbida" a la cual recurrentemente
se refería Snow, dándole total crédito a su hipótesis. Estudios contemporáneos en los
que se aplicaron técnicas de regresión logística a los datos registrados en 1853
demostraron que el planteamiento de Snow siempre estuvo en lo cierto.

Robert koch (Tuberculosis)


Koch estudió con profundidad la transmisión directa del bacilo de la tuberculosis
(también llamado ántrax). Inventó métodos para extraer el bacilo de las muestras de
sangre y hacerlo crecer en cultivos puros, y también descubrió el agente causante de la
enfermedad del carbunco.
Con descubrimientos tan cruciales como la identificación del germen que causa la
tuberculosis no solo consiguió el Nobel de Fisiología y Medicina, sino que sus
postulados, al lograr establecer los requisitos necesarios para probar que un
determinado microbio es el causante de una enfermedad infecciosa, son aún hoy en
día una pieza fundamental en las investigaciones actuales.

Edward Jenner (viruela)


Edward Jenner (1749-1823), médico inglés, aprendió de una lechera que se creía
protegida de la viruela porque había contraído viruela vacuna Jenner decidió probar la
hipótesis.
La viruela vacuna es una enfermedad normalmente leve y poco común en el ganado, y
se puede contagiar de una vaca a los humanos por medio de las llagas en la vaca.
Debido a su método de contagio, era más usual entre los lecheros. Durante una
infección, los humanos pueden presentar pústulas en sus manos, y quienes la padecen
pueden contagiar la infección a otras partes del cuerpo.
Ahora sabemos que el virus de la viruela vacuna, la vaccinia, pertenece a la familia de
virus orthopox. Los virus orthopox incluyen también el virus de la viruela de los monos y
los virus variola, que provocan la viruela.
Jenner inoculó a James Phipps, de ocho años de edad, con materia de una llaga de
viruela vacuna de la mano de Sarah Nelmes. Phipps sufrió una reacción local y se
sintió mal durante varios días, pero se recuperó totalmente. En julio de 1796, Jenner
inoculó a Phipps con materia tomada de una llaga fresca de viruela humana, como si
fuera a virular al niño, intentando desafiar la protección adquirida a través de la llaga de
viruela vacuna; Phipps se mantuvo sano. Posteriormente, Jenner demostró que la
materia de la viruela vacuna que se había transferido de una persona a otra, como una
cadena humana, había brindado protección contra la viruela.
Panum (Sarampion)
En 1846, Peter Panum dictó los primeros principios básicos de la epidemiología del
sarampión describiendo su naturaleza altamente contagiosa, los 14 días de periodo de
incubación, la memoria inmunitaria que ofrece el virus en personas que han estado en
contacto con él y nombra la vía respiratoria como posible vía de transmisión del virus.
Más tarde en 1908, Von Piquet realizó contribuciones en el conocimiento de la
inmunidad e hipersensibilidad estableciendo por primera vez las bases teóricas y
patogénicas del exantema del sarampión. En 1954, Enders y Peebles obtuvieron el
primer aislado en cultivo celular a partir de sangre de David Edmonston, un niño que
padecía la enfermedad. Tras varios pases en cultivo celular obtuvieron una cepa
atenuada (Edmonston B) que posteriormente sería utilizada como vacuna hasta 1975.
A partir de esta se han desarrollado otras vacunas atenuadas: Edmonston-Zagreb,
Schwarz o Moraten. Actualmente contamos con la vacuna triple vírica (MVCV) que
ofrece protección contra los virus del sarampión, rubéola y parotiditis. Se aplica en dos
dosis y gracias a su uso se han conseguido grandes avances hacia el objetivo de
eliminación de la enfermedad. Sin embargo, sigue siendo una enfermedad mortal
especialmente en niños de países en vías de desarrollo y provoca brotes en países
desarrollados, en ocasiones grandes, debido a la existencia de bolsas de población
susceptible.

Luis Pasteur (Rabia)


La vacuna para esta enfermedad tan terrible fue descubierta por el gran científico
francés Louis Pasteur en 1885. Pasteur orientó su carrera hacia la química y la
microbiología. Aunque sus primeros trabajos versaron acerca de la polarización de la
luz, posteriormente descubrió que la fermentación era causada por microorganismos y
demostró la inexistencia de la generación espontánea. Al poco tiempo ideó un
procedimiento para aniquilar la mayor parte de mohos y bacterias en líquidos como la
leche, lo que conocemos como pasteurización. De esta forma pudo concluir que
animales y humanos eran infectados por microorganismos causantes de diversas
patologías, lo que inspiró las medidas antisépticas que salvarían de la muerte a
millones de personas. Pasteur realizó innumerables aportes a la ciencia, pero, si hay
algo que resalta, es su vacuna contra la rabia. Dos años después de este
descubrimiento fue el primer director del Instituto Pasteur de París.
Como sabemos, la primera persona que recibió la vacuna antirrábica fue el niño
Joseph Meister el 6 de julio de 1885. Pasteur inoculó la vacuna a este joven, que había
sido mordido 14 veces por un perro rabioso. La experiencia tuvo éxito: Meister
sobrevivió y se cuenta que, años después, era portero del Instituto Pasteur.

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