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La vacuna para la Rabia

La vacuna para esta enfermedad tan terrible fue


descubierta por el gran científico francés Louis
Pasteur en 1885. Pasteur orientó su carrera hacia
la química y la microbiología. Aunque sus primeros
trabajos versaron acerca de la polarización de la
luz, posteriormente descubrió que la fermentación
era causada por microorganismos y demostró la
inexistencia de la generación espontánea. Al poco
tiempo ideó un procedimiento para aniquilar la mayor parte de mohos y
bacterias  en líquidos como la leche, lo que conocemos como pasteurización.
De esta forma pudo concluir que animales y humanos eran infectados por
microorganismos causantes de diversas patologías, lo que inspiró las medidas
antisépticas que salvarían de la muerte a millones de personas. Pasteur realizó
innumerables aportes a la ciencia pero, si hay algo que resalta, es su vacuna
contra la rabia. Dos años después de este descubrimiento fue el primer director
del Instituto Pasteur de París.

Como sabemos, la primera persona que recibió la vacuna antirrábica fue el


niño Joseph Meister el 6 de julio de 1885. Pasteur inoculó la vacuna a este
joven, que había sido mordido 14 veces por un perro rabioso. La experiencia
tuvo éxito: Meister sobrevivió y se cuenta que, años después, era portero del
Instituto Pasteur. Ahora que nos encontramos con la expectación del
descubrimiento de la vacuna para la COVID-19, aquilatamos mejor la
dimensión del trabajo de Pasteur.

Este gran científico recibió numerosas distinciones y fue nombrado miembro de


la Academia Francesa. En su discurso de aceptación dijo entre otras cosas:
“En cuanto a mí, que juzgo que las palabras progreso e invención son
sinónimos, me pregunto en nombre de qué descubrimiento nuevo, filosófico o
científico, se puede arrancar al alma humana estas altas preocupaciones
[refiriéndose a la existencia de Dios, mencionada líneas atrás en dicho
discurso] (…) me parecen ser de esencia eterna, porque el misterio que
envuelve el universo y del cual éstas emanan es él mismo eterno por
naturaleza”.

LA VACUNA PARA LA VIRUELA

En 1796, el médico inglés Edward Jenner descubrió


una forma de proteger a las personas de la viruela y
esto llevó al desarrollo de la primera vacuna contra
la viruela.

La vacuna tuvo tanto éxito que en los Estados


Unidos se dejó de vacunar a la población general contra la varicela en 1972 porque la
enfermedad ya no era una amenaza (el último caso de viruela en Estados Unidos fue en
1949).

El último caso conocido de viruela se reportó en África en 1977. En 1980, la Organización


Mundial de Salud (OMS) anunció que se había erradicado la viruela (la primera y única vez
en la historia que se declaró la erradicación de una enfermedad infecciosa del planeta).

El éxito de Behring contra la difteria


Behring, luego de sus éxitos en la lucha contra el tétanos, se concentró
en hacer experimentos en casos con difteria. Conocedor de los hallazgos
de Roux y Yersin, buscó una sustancia que neutralizara la toxina y
provocara a la vez la reacción inmunitaria del cuerpo.
Con Fraenkel y Kitasato inyectó toxina diftérica a cobayas y, luego, les
inyectó suero de animales que habían sobrevivido a la enfermedad. El
suero de animales inmunes podía curar a los expuestos a la toxina, por lo
que Behring concluyó que la inmunidad natural reside en los líquidos e
inició la teoría humoral de la inmunidad. En 1890 publicó en
el Semanario Médico Alemán los trabajos experimentales sobre la
inmunidad en difteria y en tétanos.
En 1891, tras un año de ensayos, una niña en Berlín fue la primera
tratada con el suero de Behring y logró recuperarse a los pocos días.
Poco después se inició la fabricación del suero antidiftérico y, entre 1892
y 1894, se curó a un total de 20,000 niños.
Behring pasó a convertirse en la estrella del instituto. Se dice que esto
creó problemas con Koch, por lo que en 1895 se trasladó a la
Universidad de Marburg. Allí continuó su trabajo para fabricar un remedio
y lograr la inmunización pasiva.

LA HEPATITIS

Como muchos otros descubrimientos, el del virus de la hepatitis B fue un


producto de la casualidad al menos tanto como de la perseverancia. En los
años cincuenta, Blumberg lo llamó el antígeno Australia, y resultó ser el virus de la
hepatitis B. El descubrimiento ocurrió en 1967. Blumberg murió el pasado 5 de abril a
los 85 años de edad.

Fue también Blumberg quien desarrolló la prueba diagnóstica para esa enfermedad y
quien, junto al científico Irving Millman, inventó dos años más tarde la primera vacuna
contra la hepatitis B, en 1969. Por todo ello recibió el Premio Nobel de Medicina en
1976 junto a Daniel Gajdusek, uno de los pioneros en el estudio de las enfermedades
priónicas. El comité que le concedió el galardón reconoció sus "descubrimientos sobre
nuevos mecanismos de origen y diseminación de enfermedades infecciosas". El
científico presidió la American Philosophical Society desde 2005 hasta su muerte.

LA VACUNA DEL SARAMPION

En la primavera de 1963, hace pues medio siglo, la Food and Drug


Administration (FDA) norteamericana otorgó la primera licencia para una
vacuna contra el sarampión. Gran parte del trabajo inicial sobre el virus
causante del sarampión se había realizado en el laboratorio de John F. Enders,
en el Boston Children’s Hospital. [John Franklin Enders  ex aequo  Thomas
Huckle Weller y Frederick Chapman Robbins, fueron galardonados con el
Premio Nobel de Fisiología y Medicina en el año 1954 por sus trabajos sobre el
cultivo celular de los virus de la poliomielitis]. Las preparaciones iniciales de la
vacuna desencadenaban eritema y fiebre. Fue en este punto cuando el
Dr. Hilleman comenzó a trabajar para mejorar estas vacunas.

VACUNA CONTRA LA POLIOMIELITIS

El 12 de abril de 1955, se calificó de milagroso. Había aparecido la primera vacuna contra la


polio.El artífice de este 'milagro' fue el doctor Jonas Salk que, tras ocho años de
investigaciones, consiguió demostrar que su vacuna contra la poliomielitis, creada a partir de
un virus sin vida, era eficaz y protegía a las personas de desarrollar la enfermedad. La vacuna
del doctor Salk no fue la primera de la Historia, pues antes ya habían aparecido vacunas para la
viruela, la difteria o la gripe, pero sí fue la que revolucionó el campo de las inmunizaciones,
cambió la percepción que la sociedad tenía de la ciencia y animó a otros científicos a seguir
investigando. Hasta la llegada de la vacuna, el virus de la poliomielitis mató y paralizó a miles
de personas en la primera mitad del siglo XX y fue especialmente agresivo en la década de los
40 y 50. Pero el esfuerzo de Jonas Salk consiguió acabar con los miedos y temores de muchos
padres que, en esa época, se sentían impotentes porque no podían hacer nada para evitar que
sus hijos se infectaran.

LA VACUNA CONTRA LA VARICELA

Tras un año en Estados Unidos, Michiake Takahashi regresó a Japón en


1965; y a lo largo del siguiente lustro desarrolló una primera versión de la
vacuna contra la varicela. Ya en el año 1972, se habían llevado a cabo
estudios clínicos con la vacuna. Y en los años siguientes Japón y otros
países iniciaron extensos programas de vacunación. Sin embargo,
la Food and  Drug  Administration (F.D.A.) norteamericana no autorizó la
primera vacuna contra la varicela (Varivax®) hasta el año 1995. Las razones para
explicar este retraso se hallan en que la inmunidad que la vacuna proporcionaba no
era suficientemente prolongada, que la vacunación llevaba asociada numerosos
efectos adversos; y que la varicela no era una enfermedad con la gravedad suficiente
para instaurar un programa de vacunación.

La varicela está causada por el virus varicela-zoster, una variante del herpes. Cuando
una persona se contagia con el virus, padece la infección y, de sólito, se recupera sin
secuelas. Pero el virus no se elimina del organismo. Antes bien, se oculta en las
células nerviosas (neuronas, células de glía) durante años, incluso décadas,
emergiendo en los adultos en forma de un cuadro clínico dérmico muy doloroso.

VACUNA CONTA LA INFLUENZA

 1940: Thomas Francis, Jr., MD y Jonas Salk, MD lideran las investigaciones


en la Universidad de Michigan para el desarrollo de la primera vacuna
inactivada contra la influenza gracias al apoyo del Ejército de los EE. UU.
Esta vacuna utiliza huevos de gallina fertilizados con un método que se
sigue utilizando para producir la mayoría de las vacunas actuales. El
Ejército participa en esta investigación debido a su experiencia con la
pérdida de tropas a causa de la enfermedad de la influenza y las muertes
ocurridas durante la Primera Guerra Mundial. La vacuna original solo
incluye un virus de la influenza A inactivado.
 1940: se pusieron a disposición los respiradores mecánicos de primera
generación. Estos aparatos facilitan la respiración de los pacientes que
sufren complicaciones respiratorias.
 1940: se descubren los virus de la influenza B.
 1942: se produce una vacuna bivalente (dos componentes) que ofrece
protección contra los virus de influenza A e influenza B tras el
descubrimiento de los virus de la influenza B.

VACUNA CONTRA LA RUBEOLA

La primer vacuna contra la rubéola – una vacuna viva


atenuada – fue autorizada en 1969. Fue desarrollada por el
prolífico investigador de vacunas Maurice Hilleman usando
una cepa de rubéola  obtenida de los científicos Paul
Parkman y Harry Meyer de la División de Patrones
Biológicos. Otras compañías in los Estados Unidos y Europa
autorizaron sus propias vacunas contra la rubéola. La
vacuna de HIlleman fue usada en combinación con la
vacuna contra el sarampión, las paperas, y la rubéola (SPR),
la cual fue autorizada en 1971.
En 1979, una mejor vacuna viva atenuada reemplazo la
vacuna de Hilleman en los Estados Unidos. Desarrollada por
Stanley A. Plotkin, MD, la vacuna RA27/3 fue usada en Europa por varios años y
ofreció protección superior contra la enfermedad. Esta también reemplazo la
vacuna contra la rubéola contenida en la vacuna combinada SPR, y aún se usa en
esta el día de hoy.
La vacuna que contiene rubéola (VCR) es parte del programa de vacunación
nacional en la Federación Rusa, la mayoría de Europa, China y algunos otros
países en Asia, Australia, Norte y Sudamérica, y algunos países en África. A partir
del 2010, 131 países, representando el 42% del cohorte de nacimiento global,
usan vacunas que contienen rubéola en sus programas de vacunación nacional.
La Organización Mundial de la Salud alienta a los países que aún no usan la
vacunación contra la rubéola para que estos hagan uso de las amplias iniciativas
de vacunación contra el sarampión para introducir VCR para avanzar la
eliminación de la rubéola y del SRC.

LA VACUNA CONTRA LA TUBERCULOSIS

Léon Charles Albert Calmette ( * 12 de julio de 1863 – 29 de


octubre de 1933) fue
un médico, micólogo, bacteriólogo e inmunólogo francés, y un
importante asistente del Instituto Pasteur. Fue el descubridor
del bacilo de Calmette-Guerin, una forma atenuada
del Mycobacterium empleada en la vacuna contra la tuberculosis.
También desarrolló la primera antitoxina contra veneno de
serpiente: el suero de Calmette.
Nació en Niza, Francia. Quiso servir en la marina como médico, así
que en 1881 se unió a la Escuela Naval de Médicos, en Brest. Comenzó sus servicios
en 1883 en el Cuerpo Médico Naval en Hong Kong, donde estudió la malaria y obtuvo
su doctorado en 1886 con una tesis sobre esta enfermedad. Fue asignado a Saint-
Pierre y Miquelon, a donde llegó en 1887. Posteriormente serviría en África occidental,
en Gabón y Congo, donde contrajo malaria, enfermedad del sueño y pelagra.
Tras su regreso a Francia en 1890, Calmette conoció a Louis Pasteur (1822-1895) y
a Emile Roux (1853-1933), su profesor en un curso de bacteriología. Entró a su
servicio y el propio Pasteur le encargó fundar y dirigir una oficina del Instituto Pasteur
en Saigon (Indochina), en 1891. Allí se dedicó al incipiente campo de la toxicología,
que tenía importantes conexiones con la inmunología, y estudió el veneno de serpiente
y de abeja, venenos vegetales y el curare. También organizó la producción de vacunas
contra la viruela y la rabia y avanzó en el estudio del cólera y los procesos
de fermentación de la comida, del opio y del arroz.
En 1894, regresó de nuevo a Francia y desarrolló el primer suero contra el veneno de
serpiente, usando suero de caballos inmunizados. (suero de Calmette).

VACUNA PARA EL VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO

En 1989, Frazer se encontraba de año sabático en la Universidad de


Cambridge, en Inglaterra, y allí conoció al científico chino Jian Zhou, quien
también estaba interesado en la investigación del VPH.
Lo invitó entonces a trabajar en su laboratorio en la Universidad de
Queensland. ¿Su objetivo? Tratar de encontrar una vacuna para el virus
Éxito y efectividad
La estadounidense Merck se dedicó a reproducir lo que Frazer y Zhou hicieron
en el laboratorio. Y lo lograron.
Pasarían años, sin embargo, antes de que la vacuna pudiera comercializarse.
La primera versión, que contó con los innovadores aportes de otro grupo de
científicos en Estados Unidos, se centró en 2/3 de los tipos de VPH que
causan el cáncer cervical.
Se han identificado más de 100 variedades, pero al menos 13 están asociadas
con la enfermedad, según la OMS.
Los ensayos médicos concluyeron en 2001 e incluyeron a 6.000 mujeres que
fueron vacunadas y estuvieron bajo control médico durante 2 años. La
efectividad fue de 100%.
Como el virus se contagia a través de las relaciones sexuales y la vacuna
funciona en quienes no han contraído la infección, el momento ideal para
inmunizar es en la infancia, antes de que la persona sea sexualmente activa.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU.
recomiendan administrar dos dosis a niños y niñas entre los 11 y los 12 años.
A ellos, el trabajo de Frazer y Zhou los protegerá el resto de sus vidas.

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