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UNIDAD 2 - ÉTICA
CONTENIDOS:

Núcleo temático: Teorías éticas.

Cuestión problemática: La Vida Buena - ¿Qué debe motivar nuestras acciones?

... Es preciso abjurar2 una moral de la adustez3, obsesionada por prohibir, limitar, cortar,
desilusionar, desanimar.
Pero igualmente necesario es alejarse como de la peste de una moral de la frivolidad y la
superficie, que desconozca el sabor de la profundidad.
Urge, pues, optar por una moral de la responsabilidad, que nos impele a tomar en serio la
construcción de nuestra realidad social, sencillamente porque la realidad social es una cosa seria
y una cosa nuestra.

Adela Cortina,
La ética de la sociedad civil.

1
Imagen extraída de: https://www.scu.edu/media/mobi/blog-variants/Ethics-blog-Spanish.png
2
abandonar
3
rígida, áspera, despreciable en el trato
2

Ficha de trabajo con aporte de las profesoras: CECILIA ARDITO y MIRIAM KNAPPE

Conceptualizando:

Si en las sociedades no existieran leyes todos nos regiríamos por la “ley del más
fuerte”. Nos manejaríamos con libertad absoluta y, seguramente, no habría ganadores y
perdedores, sino solo perdedores, ya que la sociedad sería caótica y sin rumbo y no se
podrían asegurar los bienes personales ni colectivos.
Como vimos en la Unidad anterior sobre Filosofía Política, es necesario que los
intereses personales estén alineados con los colectivos. Es por esto que cada grupo
social, cada pueblo, asume formas propias de mostrar y enseñar lo necesario para “vivir
bien” surgiendo costumbres, maneras de ser, actuar y de pensar que van configurando las
identidades de los pueblos. Es de esta manera que se van configurando las normas que
regulan el comportamiento moral o ético de los ciudadanos.
En general los términos “ética” y “moral” se usan en forma indistinta pero en el ámbito
académico corresponde distinguirlos.
¿Por qué se usan estos términos como sinónimos? Quizá la explicación resida en los
orígenes etimológicos de las palabras.
La palabra moral proviene del latín “mores” que los romanos utilizaban para designar
las costumbres, es decir, maneras de comportarse habitualmente. Actualmente usamos
el término costumbre y moral en forma diferente. Costumbre como un comportamiento
habitual y moral como un comportamiento que puede ser juzgado desde preceptos,
normas, ideales del bien, es decir desde el deber ser.
Por su parte los griegos usaban el término “ethos” como la manera de ser de alguien,
el estilo de vida. En el siglo I a.C. el romano Cicerón tradujo el término ethos al latín, como
“filosofía morum”, es decir, filosofía de las costumbres.
Ya desde la antigüedad vemos que el término ethos suponía una dimensión reflexiva
sobre el término mores. Reflexión que permanece en nuestros tiempos, designando una
rama de la filosofía de la práctica: la ética.
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Figura 1: Cuadro comparativo de los conceptos de ética y moral


4

Enfrentarse en la vida real con conflictos morales, recurrir a códigos para deliberar y
decidir qué hacer y enjuiciar como correcta o incorrecta la decisión tomada, es un tipo de
conducta que está presente tanto en las sociedades actuales como en las más antiguas y
constituye un hecho moral.
Otra cosa distinta ocurre con la ética. Al comportamiento practico-moral que hemos
caracterizado recién -y que ya aparece en las primitivas formas de sociedad- ha seguido
siglos después una reflexión sobre el mismo. Cuando los seres humanos dan ese paso se
sitúan en la esfera filosófica de la reflexión ética.
La ética es, entonces, una disciplina filosófica que se ocupa de analizar en qué
consisten los actos humanos. Se ocupa de reflexionar sobre los criterios y fundamentos
que sostienen las normas morales, es decir, el por qué se prefieren determinados códigos
de acción y no otros. Esta disciplina también desarrolla teorías acerca de cómo vivir y qué
es el bien, la justicia o lo correcto.
Por otra parte, la moral, establece cómo debemos actuar a través de un código de
indicaciones o reglas establecidas en el inconsciente. Se vincula directamente al concepto

4
Imagen extraída de: https://i0.wp.com/studymaps.com.br/wp-content/uploads/2021/08/3-2.png?fit=760%2C537&ssl=1
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del deber ser. Se transmite por tradición y el sujeto no reflexiona sobre estos aspectos,
sino que los aplica.

Actividad de inicio

En forma individual:

1) Nombra siete virtudes5 que creas deberían ser inculcadas en los jóvenes.
Justifica brevemente.
2) ¿Qué crees que te han enseñado tus padres para el futuro de tu vida?
3) Elige entre las opciones siguientes la que creas más adecuada para definir una
acción moral buena:
a) una acción que coincida con los valores generales del círculo cultural al que
perteneces y que tú compartes pero que en este momento no tienes ganas de hacer.
b) una acción que coincida con los valores generales del círculo cultural al que
perteneces, que tú compartes y que además deseas internamente hacer.
c) una acción que coincida con los valores generales del círculo cultural al que
perteneces pero que tú no compartes.
d) una acción que no coincida con los valores generales del círculo cultural al que
perteneces pero que corresponde a tu escala de valores.
e) una acción que coincida con los valores generales del círculo cultural al que
perteneces pero que para ti no implica ni un valor ni un desvalor.
f) una acción que no coincide con los valores del círculo cultural al que perteneces
y que tú tampoco compartes pero que esta vez tienes ganas de hacer.

4 - ¿Consideras que tu elección se corresponde con la respuesta que se daría


mayoritariamente en nuestra sociedad actual? Justifica.

En forma grupal:

1) Intercambiar las respuestas brindadas en la pregunta 3) y escribir una


conclusión.
2) proponer al menos un ejemplo para cada ítem.

5
Hábito de obrar bien , independientemente de los preceptos de la ley , por sola la bondad de la operación y
conformidad con la razón natural (RAE)
5

Cuestión Problemática: ¿Qué nos lleva a actuar, el


hacer el bien o evitar los castigos sociales?

Discusión entre Glaucón y Sócrates en el Libro II de La República

[…] (Después de que Traxímaco, un sofista, defendiera que es mejor ser injustos que
justos, y después de que Sócrates echase por tierra esta idea con hábiles argumentos,
Glaucón, un hermano de Platón, que no se queda del todo satisfecho, le plantea a
Sócrates el siguiente “experimento mental”. El objetivo de Glaucón no es defender la
injusticia y ponerse del lado de Traxímaco, sino ayudar a Sócrates a profundizar en su
argumentación en defensa de la justicia.)
Y para probarte aún más que abrazamos la justicia sólo con pesar y en la impotencia
de violarla, hagamos una suposición. Demos a todos, justos e injustos, un poder igual
para hacer todo lo que quieran; sigámosles y veamos a dónde conduce la pasión a cada
uno. No tardaremos en sorprender al hombre justo siguiendo los pasos del injusto,
arrastrado, como él, por el deseo de adquirir sin cesar más y más, y este es un deseo que
todo ser humano aspira a cumplir como una cosa buena en sí, pero que la ley reprime y
limita por fuerza, por respeto a la igualdad. En cuanto al poder de hacerlo todo, yo les
concedo que sea tan extenso como el que se cuenta de uno de los antepasados del lidio
Giges.
Dicen que era un pastor del rey de Lidia. Después de una borrasca seguida de
violentas sacudidas, la tierra se abrió en el paraje mismo donde pacían sus ganados.
Lleno de asombro, bajó por aquella hendidura y, entre otras cosas sorprendentes que se
cuentan, vio un caballo de bronce, en cuyo vientre había abiertas unas pequeñas puertas.
Asomó la cabeza para ver lo que había en las entrañas de este animal y se encontró con
un cadáver de talla aparentemente superior a la humana. Este cadáver estaba desnudo y
sólo tenía un anillo de oro en un dedo. Giges lo cogió y se marchó del lugar.
Posteriormente, acudió a la reunión de pastores que se producía cada mes para dar
razón al rey del estado de su ganado. Giges fue a esta asamblea llevando en el dedo su
anillo, y se sentó entre los pastores. Sucedió que, por casualidad, volvió la piedra preciosa
de la sortija hacia el lado interior de la mano. En ese momento, Giges se hizo invisible, de
suerte que se habló de él como si estuviera ausente. Sorprendido de este prodigio, volvió
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la piedra hacia afuera y se hizo visible en el acto. Quiso asegurarse repitiendo la


experiencia, y otra vez ocurrió lo mismo: al volver hacia dentro el engaste, se hacía
invisible; cuando ponía la piedra por el lado de afuera, se volvía visible de nuevo. Seguro
de su descubrimiento, se hizo incluir entre los pastores que habían de ir a dar cuenta al
rey. Llegó a palacio, sedujo a la reina y, con su ayuda, se deshizo del rey y se apoderó del
trono.
Ahora bien, si existiesen dos anillos como este, y se diese uno a un hombre justo y
otro a uno injusto, es opinión común que no se encontraría probablemente un hombre de
un carácter bastante firme para mantenerse en la justicia y abstenerse de tocar los bienes
ajenos, cuando impunemente podría robar de la plaza pública todo lo que quisiera, entrar
en las casas, abusar de todas las personas, matar a unos, liberar de las cadenas a otros y
hacer todo lo que quisiera con un poder igual al de los dioses en medio de los mortales.
En nada diferirían, pues, las conductas del uno y del otro: ambos tenderían al mismo fin, y
nada probaría mejor que ninguno es justo por voluntad, sino por necesidad, y que el serlo
no es un bien para él personalmente, puesto que el hombre se hace injusto tan pronto
como cree poderlo ser sin temor. Y así los partidarios de la injusticia concluirán de aquí
que todo hombre cree en el fondo de su alma, y con razón, que es más ventajosa que la
justicia; de suerte que, si alguno, habiendo recibido un poder semejante, no quisiese
hacer daño a nadie, ni tocara los bienes de otro, se le miraría como el más miserable y el
más insensato de todos los hombres. Sin embargo, todos harían en público el elogio de
su virtud, pero con intención de engañarse mutuamente y por el temor de experimentar
ellos mismos alguna injusticia. Esto es lo que quería decir.

Preguntas grupales: Responde al menos 3 de las siguientes preguntas (si o si


contestar la respuesta 4 y/o 5).

1. Explica con tus palabras uno de los argumentos de Sócrates


2. ¿Qué harías si tienes el anillo de Giges?
3. Si una persona es feliz: ¿usará el anillo?
4. Hacia que postura te inclinas: ¿hacia la postura de Glaucón o la de Sócrates?
Fundamenta.
5. Reflexiona: ¿qué nos lleva a actuar, el hacer el bien o evitar castigos sociales?
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TEORÍAS ÉTICAS
Para Aristóteles y Epicuro, la felicidad es un fin al cual van dirigidas todas nuestras
acciones. Sin embargo, se distinguen en la definición que dan sobre qué es la felicidad.
Vamos a estudiar qué dice cada cual sobre este concepto.

Tarea – Conceptualizando sobre felicidad

1. ¿Qué idea tienen ustedes sobre la Felicidad? ¿qué significará “ser feliz”?
Discutan en grupo y esbocen ideas generales.
2. Busca su definición en al menos dos diccionarios, uno general y uno
específico de filosofía (indica fuentes)
3. Investiga cuál es su etimología. Indica de qué lengua proviene. (indica
fuentes)
4. Busca en Internet imágenes
5. Construye una tabla con sinónimos y antónimos.
6. Construye una definición personal de la palabra, valorando los matices de los
puntos 1, 2, 3, 4 y 5.

1. LA PROPUESTA ÉTICA DE ARISTÓTELES 6

Aristóteles escribió los primeros tratados sistemáticos


de ética, en los que analiza el comportamiento moral del
ser humano.

Para Aristóteles es importante responder a la pregun-


ta: ¿cuál es el fin o máximo bien de los hombres? y esta
respuesta la encontramos en el concepto de felicidad
(del griego eudemonía).

6
Aristóteles (griego, 384-322 a. de C.) Figura alternativa de Platón por su exacerbada atención al mundo y a lo real
concreto. Escribió acerca de todo: biología, geografía, lógica, zoología, poesía, climatología, metafísica, ética, política,
física, etc. Inventa, a su manera, el espíritu enciclopédico que aglutina la diversidad de lo real en la unidad de ciertos
principios claros. (ONFRAY, 2005, Pág. 121)
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Nuestras acciones tenderán a ser correctas si nos acercan a la felicidad.

Sin embargo, para Aristóteles, al contrario que para Tres características de la


otros filósofos anteriores, la felicidad no reside meramen-
felicidad según Aristóteles
te en el placer, pues el placer ‘ata’ al hombre y lo convier-
te en una bestia capaz de dejar de lado su dignidad y uso
-autarquía: se basta a sí misma
de la razón para conseguir el objeto de placer.
-perfección: en el sentido de
Tampoco podrá basarse, en los honores y la gloria,
terminado, no se puede agregarle
pues estos no dependen de uno mismos, sino de quienes
nada
los otorgan.
-excelencia: constituye la
actividad más elevada y propia del
Entonces: ¿cómo ser felices? El Estagirita cree que
ser humano y en la que éste
para alcanzarla será necesario desarrollar las virtudes.
encuentra la realización plena
Pues bien, ¿qué sería la virtud?:

Después de esto tenemos que considerar qué es la virtud. Puesto que las cosas que pasan en
el alma son de tres clases, pasiones, facultades y hábitos, la virtud tiene que pertenecer a una
de ellas. Entiendo por pasiones ira, miedo, atrevimiento, envidia, alegría, amor, odio, deseo, ce-
los, compasión, y, en general los afectos que van acompañados por el placer y el dolor. Por fa-
cultades aquellas en virtud de las cuales se dice que nos afectan esas pasiones por ejemplo,
aquello por lo que somos capaces de alarmarnos o entristecernos o compadecernos y por hábi-
tos(héxeis, plural)aquello en virtud de lo cual nos comportamos bien o mal respecto de las pa-
siones; por ejemplo, respecto de la ira nos comportamos mal si nuestra actitud es desmesurada
o lacia, y bien si obramos con mesura; y lo mismo con las demás.
Por tanto, no son pasiones ni las virtudes ni los vicios, porque no se nos llama buenos o malos
por nuestras pasiones, pero si por nuestras virtudes (…)
Tampoco son facultades; en efecto, ni se los llama buenos o malos por poder sentir pasiones
sin más, ni se nos elogia o censura; además, tenemos esa facultad por naturaleza, pero no so -
mos buenos o malos por naturaleza (…) Con esto queda dicho que las virtudes sean hábitos.
Aristóteles, Ética a Nicómaco, 1105 b-1106 a

Para alcanzar esta vida contemplativa, dice Aristóteles, se debe primero crear un
hábito virtuoso a través de obras buenas, una disposición permanente de voluntad hacia
el bien.
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Figura 2: Teniendo en cuenta esta clasificación de alma la felicidad


solo podrá asociarse a la parte racional, ya que es la única cualidad
puramente humana.

Una virtud es un hábito para hacer las cosas bien y se logran mediante un esforzado
ejercicio. Por ejemplo, para ser un buen jugador de fútbol se necesitarán horas de práctica
y ejercicio.
La virtud exige una elección voluntaria, objeto de la
Tipos de virtudes reflexión y de la elección, por eso, conocer es un mo-
-éticas: forman el carácter
mento importante en la formación de la virtud, aunque
(ej. valentía, fortaleza,
templanza, generosidad, ésta no es solo una cualidad de la inteligencia.
mansedumbre, justicia
Para llegar a ser virtuosos hay que realizar accio-
-dianoéticas: provenientes
del intelecto: prudencia y nes reiteradas conforme a la virtud. Nadie llega a ser
sabiduría
virtuoso con un acto bueno y nadie nace virtuoso, sino
que se llega a serlo.

Además, la virtudes éticas por excelencia deben estar en un término medio7 determi-
nado por la razón para evitar dos vicios, el de exceso o el defecto.

7
No debe confundirse el término medio aristotélico con el punto medio aritmético. Ninguna de las virtudes propuestas
por Aristóteles puede ubicarse a la mitad exacta entre dos defectos.
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Figura 3: Ejemplos de virtudes y la aplicación del término medio


Así, uno debe buscar la valentía, no cayendo en un vicio por defecto de valor (un co-
barde) ni uno por exceso de este (un temerario); o buscar la generosidad alejándose de
ser avaro (defecto) o despilfarrador (exceso). En este punto entra en discusión con la filo-
sofía de Sócrates, pues Aristóteles plantea que para obrar bien no es solo necesario co -
nocer el bien, ya que incluso los sabios en ocasiones conocen lo bueno y aún a pesar de
ello obran mal. Lo importante para Aristóteles, pues, es no solo el conocimiento, sino el
esfuerzo de dominar la voluntad para que las pasiones no dominen el intelecto.
También, la prudencia es una virtud dianoética fundamental para la adquisición de vir-
tudes éticas. Es saber deliberar para encontrar las acciones correctas.
¿Cómo se aprende a deliberar? - necesariamente a través de la educación.

Por esto ser virtuoso es toda una obra (…) no es de la competencia de cualquiera sino del que
sabe. Airarse es cosa fácil y al alcance de todos, lo mismo que dar dinero y gastarlo; pero con
respeto a quién y cuánto y por qué y cómo, ya no es tan fácil. Y así el bien es loable y bonito.
Por lo cual es preciso que quien apunte al término medio empiece por apartarse de los extre-
mos. (Aristóteles, Ética a Nicómaco, citado en DI SANZA, 1999, pág. 79)

Esta es, para este filósofo, una actividad virtuosa, y las acciones virtuosas necesa-
riamente proporcionan placer, pues están orientadas a la finalidad del hombre, su felici-
8
Imagen extraída de Web “Filosofía-digital (enlace: https://filosofiadigitalblog.wordpress.com/2018/12/11/virtud-
termino-medio-ejemplos-exceso-defecto-virtud/)
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dad. Así, la felicidad consiste en una vida contemplativa o filosófica, una vida para ser vivi-
da.

La felicidad contemplativa

Como hemos visto, en la práctica de las virtudes el hombre encuentra felicidad y


satisfacción.
Las virtudes éticas hacen feliz al hombre y mejoran la condición social.
No obstante a ello, este tipo de felicidad es insuficiente. Para este pensador, el mayor
signo de felicidad estará en desarrollar las virtudes dianoéticas, como la prudencia, la
sabiduría, las cuales son fruto de la contemplación. Mediante el cultivo de estas virtudes
el ser humano accede conocer la realidad de forma más profunda, piensa y utiliza su
razón para entender sobre su existencia. Este tipo de vida es auto suficiente y no
depende de la vida social.
Aquí podemos colocar el ejercicio del deporte, la ciencia o la filosofía, ya que su
objetivo es realizarlos “porque nos gusta”.
Pero Aristóteles entendía que es imposible cultivar constantemente este estilo de vida
ya que vivimos en sociedad y debemos atender sus necesidades y vincularnos con demás
personas para lograr fines comunes.

Preguntas de comprensión:

1. ¿Cuándo una acción es correcta para Aristóteles? ¿qué tenemos que usar para lle-
gar a la conclusión de que una acción es buena?
2. ¿Con qué confunden muchas personas la felicidad?
3. Defina el concepto de virtud para Aristóteles. ¿por que es importante ser un “hom-
bre virtuoso”?
4. ¿Cómo podemos conseguir la felicidad, en definitiva, para Aristóteles?

Pregunta de Reflexión:
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1. De la tabla que se encuentra en la Figura 2 elije 3 conceptos y elabora un ejemplo


con variantes donde se muestre como un sujeto actúa bajo el término medio, bajo
el defecto y bajo el exceso.
2. Para Aristóteles la mayor virtud y meta final de la feliz es la búsqueda de la sa-
biduría.
(a) Lee el siguiente fragmento, busca en el diccionario las palabras que no entien-
dan
(b) haz un resumen y
(c) contesta las preguntas: ¿por qué la felicidad se asocia con la idea de contem-
plación?
(d) ¿coincides con el autor?
(e) ¿podrías hacerle alguna crítica?

“El solo afán de saber, la Filosofía, encierra, según se admite, deleites maravillosos por su
pureza y su firmeza; y siendo así, es razonable admitir que el goce del saber adquirido
sea mayor aún que el de su nueva indagación. A más de esto, la autosuficiencia o inde-
pendencia de que hemos hablado puede decirse que se encuentra sobre todo en la vida
contemplativa. Sin duda que tanto el filósofo como el justo, no menos que los demás hom-
bres, han menester de las cosas necesarias para la vida; pero supuesto que estén ya sufi-
cientemente provistos de ellas, el justo necesita además de otros hombres para ejercitar
en ellos y con ellos la justicia y lo mismo el temperante y el valiente y cada uno de los re-
presentantes de las demás virtudes éticas, mientras que el filósofo, aún a solas consigo
mismo es capaz de contemplar, y tanto más cuanto más sabio sea (…) Asimismo, puede
sostenerse que la vida contemplativa es la única que se ama por sí misma porque de ella
no resulta nada fuera de la contemplación, al paso que en la acción práctica nos afana-
mos más o menos por algún resultado extremo a la acción. La felicidad además parece
consistir en el reposo, pues trabajamos para reposar y guerreamos para vivir en paz. Aho-
ra bien, los actos de las virtudes prácticas tienen lugar en la política o en la guerra y las
acciones en esos campos parecen ser sin descanso (…) si, por ende, la independencia, el
reposo y la ausencia de fatiga y todas las demás cosas que acostumbran atribuirse al
hombre dichoso se encuentran con evidencia en esta actividad resulta que es ella en con-
clusión la que puede constituir la felicidad perfecta del hombre con tal que abarque la
completa extensión de la vida, porque nada de lo que atañe a la felicidad puede ser in-
completo. Una vida semejante, sin embargo, podría estar quizá por encima de la condi-
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ción humana, porque en ella no viviría el hombre en cuanto hombre, sino en cuanto que
hay en él algo divino (la inteligencia) (…) Mas no por ello hay que dar oídos a quienes nos
aconsejan, con pretexto de que somos hombres y mortales, que pensemos en las cosas
humanas y morales sino que en cuanto nos sea posible hemos de inmortalizarnos y hacer
todo lo que en nosotros esté para vivir según lo mejor que hay en nosotros, y que por pe-
queño que sea el espacio que ocupe, sobrepasa con mucho a todo el resto en poder y
dignidad.”
Aristóteles, Carta a Meneceo. Libro X pp. 139-140
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2. EL HEDONISMO DE EPICURO9

Otra de las aportaciones de la ética griega es el hedonis-


mo de Epicuro (341-270 a.C.). Nació en Samos, fue creador
de una comunidad denominada “los filósofos del jardín” donde
recibía no solo hombres sino también mujeres (hecho que es
novedoso si lo comparamos con el Liceo de Aristóteles o la
Academia de Platón) y se dedicaba a cultivar la amistad y la
Filosofía.

Este pensador antiguo entendió que la filosofía servía


para alcanzar la felicidad, pero de una manera muy especial.
Así lo expresa:

Ni el joven deje para luego el filosofar ni el anciano se aburra de hacerlo, pues para nadie está
fuera de lugar el buscar la tranquilidad del alma. Y quien dice: o que no ha llegado el tiempo de
filosofar o que ya se ha pasado, es semejante a quien dice que no ha llegado el tiempo de bus-
car la felicidad o que ya ha pasado. Así, deben filosofar ancianos y jóvenes: aquellos para en-
señar a los jóvenes y éstos para reunir al mismo tiempo juventud y experiencia.

Epicuro. Carta a Meneceo. Adaptación de M. Frassineti de Gallo

Para este pensador la felicidad se encontraba en dos puntos: (A) alejarse de las preo-
cupaciones (ataraxia) y (B) buscar el placer (hedoné) correctamente.
(A) ¿cuáles son las preocupaciones que se deben evitar? Son fundamentalmente
tres: el temor a los dioses, el temor a la muerte y el temor al futuro.
(i) Para este pensador los dioses se encontraban demasiado alejados de nosotros y
no se preocupaban por la condición humana, motivo por el cual no tenía sentido tenerles
miedo.
(ii) Por otra parte, en referencia a la muerte razona (partiendo de una concepción ato-
mista de la realidad) que toda nuestra vida está en lo que recibimos mediante los senti -
10

dos (ojos, oídos, piel, entre otros) y la muerte es ausencia de éstos. Expone que: La
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Epicuro (griego, 341-271 a. de C.) Materialista (solo cree en los átomos y en su organización en el vacío), indiferente a
los dioses (que no tienen más que hacer hombres), eudemonista (al buscar el máximo bienestar en la existencia)
propone, para alcanzar la felicidad, satisfacer únicamente los deseos naturales y necesarios (beber cuando se tiene sed,
comer cuando se tiene hambre) (ONFRAY, 2005, Pág. 165)
10
Procedentes de Leucipo y Demócrito, Filósofos presocráticos
15

muerte, pues, el más horrendo de los males, en nada nos pertenece, pues mientras noso-
tros vivimos no ha llegado y cuando llegó no vivimos. (op. Cit).
Así que cuando vivimos sentimos, pero al morir ya no estamos, ni somos conscientes
de nuestra situación. No debemos temer a la muerte, ya que no podemos sentirla.

(iii) En tercer lugar, en referencia al futuro opina que:

(el futuro) ni depende enteramente de nosotros ni tampoco nos es totalmente ajeno, de modo
que no debemos esperarlo como si hubiera de venir infaliblemente ni tampoco desesperamos
como si no hubiera de venir nunca. Hemos de recordar que de nuestros deseos, unos son
naturales y otros son vanos. De los naturales, unos son necesarios y otros naturales
solamente. De los necesarios algunos lo son para la felicidad, otros para la tranquilidad del
cuerpo y otros para la vida misma. Entre todos ellos, es la reflexión acerca de las
consecuencias posibles de nuestros actos la que hace que conozcamos sin error lo que
debemos elegir y lo que debemos evitar para la salud del cuerpo y la tranquilidad del alma,
pues el fin no es otro que vivir felizmente. Por la felicidad hacemos todo, a fin de que nada
pueda dolernos ni perturbarnos (…) y no hay otra cosa, excepto ella, que complete el bien del
alma y el cuerpo. (op. cit)

En nuestro diario vivir hay circunstancias que son del azar o otras son fruto de
nuestras decisiones.
Dentro de la concepción atomista, Epicuro es el primer autor que menciona la noción
de vacío, entiende la realidad como un conjunto de átomos que se mueven y se chocan
en forma azarosa entre el vacío. Esto determina que parte del futuro no lo podamos
controlar y por esto no habría que tenerle miedo.
Ante los hechos del azar poco podemos hacer, mientras que mucho podemos intentar
cambiar cuando abordamos nuestras decisiones.
En esta línea Epicuro nos enseña que no hay que tenerle miedo al futuro, ya que no
depende de nosotros y, a la vez, hay que darle mucha importancia al presente. Como
diría la célebre frase latina “Carpe diem”, disfruta el momento, sin poner en el futuro
ninguna esperanza, ya que de todos modos viene a nosotros y nos necesita con la mejor
actitud y capacidad.
(B) Todos los seres humanos buscamos el placer y huimos del dolor. Como escribi-
mos anteriormente, la base de la ética epicúrea es la búsqueda del placer. Pero, el placer
no es lo mismo que el deseo.
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Existen tres tipos de deseo: los naturales y necesarios (por ejemplo, tomar agua o
comer saludablemente), los naturales y no necesarios (por ejemplo, realizar una comida
con amigos o irnos de viaje) y finalmente están los no naturales ni necesarios (trabajar
para hacerse rico), a los que llama superficiales y vacíos.
Ser virtuoso es buscar los placeres correctos y no aquellos que nos traigan sufrimien-
to. Si intentamos conseguir un placer dañino (por ejemplo, comer en exceso) encontrare -
mos que a la larga nos traerá desgracia. El estado ideal sería un estado de paz y equili -
brio interior llamado ataraxia. (NAVLET, 1997, p. 103)
Hay que analizar qué placeres son los correctos y ser prudentes para escoger los
adecuados, para ello será necesario que cultivemos la virtud de la prudencia. En esta lí-
nea, Epicuro desaconseja seguir los placeres de la pasión (el poder, la fama, el dinero,
etc) ya que nos producen desequilibrio y sufrimiento y, por otra parte, centrarnos en los
naturales, los sencillos, los que se necesitan para vivir, como comer, respirar, no tener
sed, tener protección del frío y también el tener amigos y poder filosofar.

Ni la posesión de riquezas, ni la abundancia de las cosas, ni la obtención de cargos o el poder


producen la felicidad y la bienaventuranza, sino la ausencia de dolores, la moderación en los
afectos y la disposición de espíritu que mantenga los límites impuestos por la naturaleza. (Op.
cit)

Para este pensador, lo más importante es la tranquilidad del alma, una vida privada
rodeada de amigos, con placeres en moderación y evitando los dolores. Esto nos brindará
felicidad.

Preguntas de comprensión

1. ¿Cómo alcanzar la felicidad según Epicuro?


2. Según esta postura: ¿es lo mismo placer que felicidad? Explica la respuesta.
3. Expongan a qué tipo, según la clasificación de Epicuro, pertenece cada uno de los
siguientes deseos y justifiquen:
I. Tener un vehículo 4x4 último modelo
II. Tomar bebida caliente en invierno
III. Ser sabio
IV. Llevar ropa de abrigo cuando hace frío
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V. tener amigos
VI. Leer un libro
VII. Mirar media hora vídeos en TIK TOK
4. Buscar en el diccionario la definición de “ascetismo” y compárenla con la postura
hedonista, señalando semejanzas y diferencias.

Preguntas de Reflexión

1. ¿es posible aplicar las enseñanzas de Epicuro hoy en día? Fundamenta tu res-
puesta.
2. Teniendo en cuenta el recorrido hasta ahora; ¿cuál sistema ético crees más ade-
cuado aplicar? Desarrolla tus ideas haciendo referencia a los conceptos del autor
elegido.

BIBLIOGRAFÍA

● CALVO MARTINEZ Tomás. Y NAVARRO CORDON Juan Manuel. Filosofía. Ma-


drid: Ed. Grupo Anaya S. A, 1996.
● DI SANZA, S; FERNÁNDEZ, J; LA PORTA, P. Filosofía. Editorial Santillana
Polimodal. Buenos Aires. 1996
● FONTAN Pedro y FULLAT 0ctavi. Ethos. Barcelona: Ediciones Vincens-Vives S.
A., 1995
● FRASSINETI Y SALATINO; Filosofía, esa búsqueda reflexiva, ED. A-Z., Bs. As.,
1993.
● FULLAT Octavi. Y FERRER Gemma.: “La moral como problema. Ejercicios””;
Ediciones Vincens-Vives, S.A., Barcelona, 1994.
● NAVLET, I (otros) Noesis. Editorial Vincens Vives. Barcelona. 1997

● ONFRAY, M. Anti manual de Filosofía. Editorial Edaf. Madrid. 2005

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