Está en la página 1de 6

ABORDAJE DE UN PROBLEMA FILOSÓFICO

Asunto General: Ética y Filosofía de la Historia


Tema: El Futuro
Pregunta principal: ¿Qué esperar del futuro? - ¿tenemos que ser pesimistas u
optimistas?
Cuestiones: La visión pesimista vs. La visión optimista

Introducción

Este año (del cual aún no ha pasado ni la mitad) nos ha tomado por sorpresa. Una
enfermedad ha encerrado al mundo en sus casas, ha clausurado estadios y plazitas y nos
coloca un tapabocas que nos quema la cara y empaña los lentes.
Esta situación límite nos muestra nuestra condición de seres frágiles. Hemos
aprendido a dominar a grandes animales y generar enormes estructuras edilicias pero nos
domina un diminuto virus y, lo peor, hemos aprendido que a este pequeño ser le damos
alojamiento y luego se multiplica y podemos “contagiar” a muchísima gente.
En el presente trabajo, y con el fin de dar cierre a la Unidad 1, trataremos de
mostrar como se aborda un problema filosófico. En esta línea es que pensé que podía ser
interesante que pensemos sobre el futuro. ¿Qué podemos esperar luego de que pase
todo esto?. ¿tenemos que pensar que el futuro será peor o mejor?
Para ello abordaremos una visión pesimista (Emil Ciorán) y una optimista (Epicuro).
Se intentará desarrollar ambos puntos agregando citas de textos de los autores
principales, cuestiones y algunas mínimas conclusiones.
Se espera que las y los estudiantes contemplen las cuestiones y puedan construir
una opinión fundamentada personal.

Desarrollo

Una visión pesimista del futuro - Emil CIORÁN

Algo anda mal, eso lo sospechamos. Comenzaban las clases


en marzo y no deseábamos estar allí. No nos da placer el momento
actual y sabemos que el futuro es un gran desafío. Por momentos nos
volvemos nihilistas (consideramos que nada tiene valor, nada
importa). Si dejamos paso a este tipo de pensamientos podemos considerar que vivir es
repetir un sinsentido de cosas, sin originalidad. Se espera la catástrofe y sin dudas todo
tenderá del orden al caos.
En esta línea de pensamiento podemos encontrar a Emil CIORÁN 1 el cual escribió
que:

Los acontecimientos no tienen sentido. El hombre hace la historia; a su vez, la historia


lo deshace. Él es su autor y su objeto, el agente y la víctima. Hasta hoy ha creído
dominarla, ahora sabe que se le va de las manos, que se desarrolla en lo insoluble y en lo
intolerable: una epopeya demente cuyo desenlace no implica idea alguna de finalidad.
¿Cómo atribuirle un objetivo? Si tuviera uno, solo podría alcanzarlo una vez llegada a su
término y de él no sacarían provecho más que los supervivientes, los restos; solo ellos se
sentirían colmados, pues gozarían del incalculable número de sacrificios y tormentos que
el pasado ha conocido. Visión demasiado grotesca e injusta. Si se desea a toda costa que
la historia tenga un sentido, debe buscarse únicamente en la maldición que pesa sobre
ella. El propio individuo aislado puede poseerlo solamente en la medida en que participa
de esa maldición. Un genio maléfico preside los destinos de la historia; es evidente que
esta no tiene objetivo, pero se halla marcada por una fatalidad que lo suple y que confiere
al devenir una apariencia de necesidad. Esta fatalidad, y solo ella, es lo que permite hablar
sin ridículo de una lógica de la historia —e incluso de una providencia, una providencia
especial sin duda, y más que sospechosa, cuyos propósitos son menos oscuros que los
de la otra, la siniestramente bienhechora, ya que logra que las civilizaciones cuyo destino
rige se desvíen siempre de su dirección original para alcanzar lo contrario de lo que
deseaban, para desmoronarse con una obstinación y un método que denuncian las
2
maniobras de una fuerza tenebrosa e irónica.

Este pensador es una muestra del pensamiento pesimista. Se percibe el desarrollo


de la historia como un círculo cerrado vicioso que transita pero siempre llega al mismo
lugar. Siempre habrá guerras, muerte, desgracia y sufrimiento, y no se puede interrumpir
ese movimiento perpetuo. ¿Quedará espacio para el progreso?
Según este pensado no tiene sentido buscar explicación a los acontecimientos de
la realidad ya que pareciera que ésta se burla de nosotros. No tiene sentido armar un
sistema de pensamiento para explicar el cosmos y quedar protegidos de lo que pasará, ya
que la realidad nos sorprende constantemente.-

1 Emíl Michel Cioran (francés de origen rumano, 1911-1995) Filósofo trágico, estilista de la lengua francesa según la tradición de
los moralistas del siglo XVII. Propugna una visión desesperada del mundo a partir de variaciones sobre los mismos temas: la caída,
la desesperanza, la angustia, el nihilismo, el hastío, el suicidio, la descomposición. Muere en su cama, octogenario. (ONFRAY, 2013,
p.210)
2 CIORÁN, Desgarradura, traducción de Ma Dolores Aguilera, Montesinos, Barcelona, 1989
Beneficios del pesimismo

Lejos de lo que pueda pensarse. Tener una actitud pesimista está lejos de asumir
se como una derrota o un estado de depresión.
Más bien, una dosis correcta de pesimismo nos ayuda a ser conscientes de nuestra
época, pensar y rebelarnos contra las crueldades se nos presenten.
Todo gran pensamiento o avance científico surge a la sombra de grandes
desastres. Estos hechos nos ponen contra las cuerdas y nos permiten desarrollar un
pensamiento activo y comprometido tanto con nosotros como con la sociedad.
Se rechazan las doctrinas de felicidad y de los libros de auto ayuda que niegan el
sufrimiento, el dolor y las consecuencias de la vida.
El pesimismo nos hace conscientes de nuestra desgracia y de la ajena, y nos
impulsa a buscarle un sentido a nuestra existencia. Ese sentido será una construcción
personal y no una adquisición que se nos impone.

La versión optimista - Epicuro

En el otro lado del Ring tenemos a Epicuro 3. Este


pensador entendió que la filosofía si servía para alcanzar la
felicidad, pero de una manera muy especial. Asi lo expresa:

Ni el joven postergue el filosofar ni el anciano se aburra de hacerlo,


pues para nadie está fuera de lugar, ni por muy joven ni por muy
anciano, el buscar la tranquilidad del alma. Y quien dice: o que no ha
llegado el tiempo de filosofar o que ya se ha pasado, es semejante a
quien dice que no ha llegado el tiempo de buscar la felicidad o que ya ha pasado. Así, deben filosofar
ancianos y jóvenes: aquellos para enseñar a los jóvenes y éstos para reunir al mismo tiempo juventud
y experiencia.4

Para este pensador la felicidad se encontraba en buscar el placer y alejarse de las


preocupaciones.

3 Epicuro (griego, 341-271 a. de C.) Materialista (solo cree en los átomos y en su organización en el vacío), indiferente
a los dioses (que no tienen más que hacer hombres), eudemonista (al buscar el máximo de bienestar en la existencia),
propone, para alcanzar la felicidad, satisfacer únicamente los deseos naturales y necesarios (beber cuando se tiene
sed, comer cuando se tiene hambre)
4 EPICURO, Carta a Meneceo, en LUCRECIO, De la naturaleza de las cosas, Madrid, Espasa-Calpe, colección Austral,
1969. pp. 316-320. Adaptación de M. Frassineti de Gallo.
Ahora bien: ¿cuáles son las preocupaciones que se deben evitar? Son
fundamentalmente tres: el temor a los dioses, el temor a la muerte y el temor al futuro.
En estas clases nos centraremos en la concepción de Epicuro sobre el futuro,
motivo por el cual solo detallaremos brevemente los dos anteriores.
Para este pensador los dioses se encontraban demasiado alejados de nosotros y
no se preocupaban por la condición humana, motivo por el cual no tenía sentido tenerles
miedo.
Por otra parte, en referencia a la muerte razona que toda nuestra vida está en lo
que recibimos mediante los sentidos (ojos, oídos, piel, entre otros) y la muerte es
ausencia de éstos. Así que cuando vivimos sentimos, pero al morir ya no estamos, ni
somos conscientes de nuestra situación.
Para lograr la felicidad es necesaria la ataraxia,

La concepción de Epicuro sobre el futuro.-

Finalmente, en referencia al futuro opina que:

(el futuro) ni depende enteramente de nosotros ni tampoco nos es totalmente ajeno, de


modo que no debemos esperarlo como si hubiera de venir infaliblemente ni tampoco
desesperamos como si no hubiera de venir nunca. Hemos de recordar que de nuestros
deseos, unos son naturales y otros son vanos. De los naturales, unos son necesarios y
otros naturales solamente. De los necesarios algunos lo son para la felicidad, otros para la
tranquilidad del cuerpo y otros para la vida misma. Entre todos ellos, es la reflexión acerca
de las consecuencias posibles de nuestros actos la que hace que conozcamos sin error lo
que debemos elegir y lo que debemos evitar para la salud del cuerpo y la tranquilidad del
alma, pues el fin no es otro que vivir felizmente. Por la felicidad hacemos todo, a fin de que
nada pueda dolernos ni perturbarnos […] y no hay otra cosa, excepto ella, que complete el
bien del alma y el cuerpo.5

En nuestro diario vivir hay circunstancias que son del azar o otras son fruto de
nuestras decisiones.
Ante los hechos del azar poco podemos hacer, mientras que mucho podemos
intentar cambiar cuando abordamos nuestras decisiones.
En esta línea Epicuro nos enseña que no hay que temerle al futuro, ya que no
depende de nosotros y, a la vez, hay que valorar el presente. Como diría la célebre frase

5 EPICURO, op. cit


“Carpe diem”, disfruta el momento, sin poner en el futuro ninguna esperanza, ya que de
todos modos viene a nosotros y nos necesita con la mejor actitud y capacidad.

Cuestiones -

ACTIVIDADES

Análisis del texto de Ciorán

Análisis del texto de Epicuro

Conclusiones personales.

Valora – encuentra puntos positivos y puntos negativos de su obra

Elección personal –> ¿Por qué?

Bibliografía

GONZÁLEZ, C. Instrucciones para ser un buen pesimista. (enlace Web:


https://www.filco.es/pesimismo-instrucciones-ser-pesimista)
FRASSINETI, M. La Filosofía, esa búsqueda reflexiva. A-Z Editora. Buenos Aires. 2006

OBIOLS. G. Una introducción a la enseñanza de la filosofía. Libros del Zorzal. 2008


ONFRAY, M. Antimanual de Filosofía. Editorial Edaf. Madrid. 2013
SAVATER, F. Sobre Ciorán. En Breviario de podredumbre de E. M. Cioran, editorial
Taurus, 2015.

También podría gustarte