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Introducción
Este año (del cual aún no ha pasado ni la mitad) nos ha tomado por sorpresa. Una
enfermedad ha encerrado al mundo en sus casas, ha clausurado estadios y plazitas y nos
coloca un tapabocas que nos quema la cara y empaña los lentes.
Esta situación límite nos muestra nuestra condición de seres frágiles. Hemos
aprendido a dominar a grandes animales y generar enormes estructuras edilicias pero nos
domina un diminuto virus y, lo peor, hemos aprendido que a este pequeño ser le damos
alojamiento y luego se multiplica y podemos “contagiar” a muchísima gente.
En el presente trabajo, y con el fin de dar cierre a la Unidad 1, trataremos de
mostrar como se aborda un problema filosófico. En esta línea es que pensé que podía ser
interesante que pensemos sobre el futuro. ¿Qué podemos esperar luego de que pase
todo esto?. ¿tenemos que pensar que el futuro será peor o mejor?
Para ello abordaremos una visión pesimista (Emil Ciorán) y una optimista (Epicuro).
Se intentará desarrollar ambos puntos agregando citas de textos de los autores
principales, cuestiones y algunas mínimas conclusiones.
Se espera que las y los estudiantes contemplen las cuestiones y puedan construir
una opinión fundamentada personal.
Desarrollo
1 Emíl Michel Cioran (francés de origen rumano, 1911-1995) Filósofo trágico, estilista de la lengua francesa según la tradición de
los moralistas del siglo XVII. Propugna una visión desesperada del mundo a partir de variaciones sobre los mismos temas: la caída,
la desesperanza, la angustia, el nihilismo, el hastío, el suicidio, la descomposición. Muere en su cama, octogenario. (ONFRAY, 2013,
p.210)
2 CIORÁN, Desgarradura, traducción de Ma Dolores Aguilera, Montesinos, Barcelona, 1989
Beneficios del pesimismo
Lejos de lo que pueda pensarse. Tener una actitud pesimista está lejos de asumir
se como una derrota o un estado de depresión.
Más bien, una dosis correcta de pesimismo nos ayuda a ser conscientes de nuestra
época, pensar y rebelarnos contra las crueldades se nos presenten.
Todo gran pensamiento o avance científico surge a la sombra de grandes
desastres. Estos hechos nos ponen contra las cuerdas y nos permiten desarrollar un
pensamiento activo y comprometido tanto con nosotros como con la sociedad.
Se rechazan las doctrinas de felicidad y de los libros de auto ayuda que niegan el
sufrimiento, el dolor y las consecuencias de la vida.
El pesimismo nos hace conscientes de nuestra desgracia y de la ajena, y nos
impulsa a buscarle un sentido a nuestra existencia. Ese sentido será una construcción
personal y no una adquisición que se nos impone.
3 Epicuro (griego, 341-271 a. de C.) Materialista (solo cree en los átomos y en su organización en el vacío), indiferente
a los dioses (que no tienen más que hacer hombres), eudemonista (al buscar el máximo de bienestar en la existencia),
propone, para alcanzar la felicidad, satisfacer únicamente los deseos naturales y necesarios (beber cuando se tiene
sed, comer cuando se tiene hambre)
4 EPICURO, Carta a Meneceo, en LUCRECIO, De la naturaleza de las cosas, Madrid, Espasa-Calpe, colección Austral,
1969. pp. 316-320. Adaptación de M. Frassineti de Gallo.
Ahora bien: ¿cuáles son las preocupaciones que se deben evitar? Son
fundamentalmente tres: el temor a los dioses, el temor a la muerte y el temor al futuro.
En estas clases nos centraremos en la concepción de Epicuro sobre el futuro,
motivo por el cual solo detallaremos brevemente los dos anteriores.
Para este pensador los dioses se encontraban demasiado alejados de nosotros y
no se preocupaban por la condición humana, motivo por el cual no tenía sentido tenerles
miedo.
Por otra parte, en referencia a la muerte razona que toda nuestra vida está en lo
que recibimos mediante los sentidos (ojos, oídos, piel, entre otros) y la muerte es
ausencia de éstos. Así que cuando vivimos sentimos, pero al morir ya no estamos, ni
somos conscientes de nuestra situación.
Para lograr la felicidad es necesaria la ataraxia,
En nuestro diario vivir hay circunstancias que son del azar o otras son fruto de
nuestras decisiones.
Ante los hechos del azar poco podemos hacer, mientras que mucho podemos
intentar cambiar cuando abordamos nuestras decisiones.
En esta línea Epicuro nos enseña que no hay que temerle al futuro, ya que no
depende de nosotros y, a la vez, hay que valorar el presente. Como diría la célebre frase
Cuestiones -
ACTIVIDADES
Conclusiones personales.
Bibliografía