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Apellido y Nombre CUNIGLIO Matías

DNI 26088510
Año Cursado 1°
Correo Electrónico mcuniglio@abc.gob.ar
Seminario Proyecto de Integración
N° de Trabajo 1
Sede Atlántica

Actividad de evaluación Optativa Clase 1

Después de leer el artículo usted deberá responder al siguiente interrogante.

¿Hay un idioma o un lenguaje del cuerpo?

El texto desarrolla esta pregunta, pero usted deberá describir situaciones es decir recuperar
algún hecho en su práctica profesional, que a partir de los indicadores o descriptores que se
analizan le permitan interpretar que estaba comunicando el lenguaje del cuerpo de alumno,
deportista cualquier edad o ámbito.

Por supuesto que sí hay un idioma corporal o un lenguaje corporal. Nuestro cuerpo habla,
nuestros cuerpos hablan, siempre estamos diciendo algo, aunque no estemos hablando.
Es cuestión de estudio, experiencia y práctica que podamos aprender a leer las posturas y los
que nos quieren decir nuestros alumnos según su lenguaje corporal.
En la actualidad trabajo en una escuela secundaria de la Provincia de Bs. As. llevando a cabo
un programa de natación para todos los y las estudiantes de la localidad, con el grupo etáreo
de estudiantes entre 12 y 18 años, se hace muy difícil que quieran asistir al programa y el
principal motivo es la vergüenza que sienten al mostrarse en trajes de baño junto a sus
compañeros y docentes, a utilizar gorras de baño ya que según ellos los ponen en ridículo.
Sienten que si no tienen un cuerpo perfecto como el que nos imponen los estándares actuales
no se pondrán traje de baño y desestimarán la posibilidad que les da el estado de aprender a
nadar dentro de su escuela secundaria.
Este mismo programa ocurre con los niños y niñas de la escuela primaria, estudiantes entre 6
y 12 años, al ser más pequeños, no tener casi prejuicios y no estar pendientes de los
dictámenes sociales con respecto al cuerpo, disfrutan de la actividad y sus cuerpos de niños.
Esta situación la relaciono cuando el texto de Grasso habla de “evolutivamente, vivimos
varias vidas específicas con distintos cuerpos, la del niño, la del adolescente, la del joven, la
del adulto y la del viejo” … evidentemente los niños tienen menos prejuicios que los jóvenes
y adolescentes.
Es en la edad del infante donde debemos reforzar nuestro trabajo y contribuir a la
construcción de una imagen corporal sólida para que luego a la edad de adolescentes tengan
más herramientas para afrontar estas problemáticas.

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