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Eder Raúl Pérez García

9 de octubre de 2021
Fases de la lectura.

A través de la lectura se desarrolla gran parte del aprendizaje. Durante el proceso de la lectura, el
lector se relaciona activamente con el texto, en un diálogo en el que se activan varias destrezas de
pensamiento y expresión.
 
Pre-lectura
 En esta fase es en la cual se crean expectativas y se prepara la comprensión del texto. Durante
esta fase se lee superficialmente el texto, tratando de captar los elementos más importantes.
 Aquí intervienen diferentes tipos:
-Lectura Selectiva
-Ojear/Hojear el libro.
-Examinar.
 
La lectura selectiva
Fases de la lectura
La lectura selectiva, prelectura o lectura de búsqueda es una actividad preparatoria para la lectura
formal (palabra tras palabra, frase tras frase, página tras página) que permite formarse una idea
general sobre el contenido de un texto y sobre el modo de afrontarlo.
Antes de emprender una lectura formal resulta útil encuadrar el texto, evaluando en él algunos
elementos generales. Por ejemplo, antes de iniciar la lectura de un libro es útil observar algunos
de los elementos siguientes:
• La contratapa, las solapas y las primeras páginas, para conocer las primeras informaciones
sintéticas acerca del contenido, sobre el autor y el año de publicación.
• El prefacio, para evaluar el contexto en el cual nació el libro; en el caso de un libro científico,
por ejemplo, se entiende que es el fruto del trabajo de un individuo o de un grupo de
investigadores.
• El índice general, para comprender cómo están distribuidas las informaciones en su interior.
• El índice analítico, para verificar si el texto contiene los temas y problemas que nos interesan y
sobre los que estamos buscando información.
• El primer capítulo que, a menudo, junto con la introducción, encuadra el texto en el ámbito de
estudios precedentes del mismo autor o de otros.
• El último capítulo, que muchas veces ofrece la síntesis de los resultados que se presentan en el
libro.
• La bibliografía, que permite examinar la amplitud y el tipo de fuentes. La fecha de muchas de
éstas permite estimar la actualidad del autor.
• Las notas, que dan indicaciones sobre las dificultades o la facilidad del texto. En el caso en que
se deba estudiar un capítulo o un pasaje aisladamente o en el ámbito de una antología, uno puede
recurrir a otros elementos.
• La introducción, que trae a menudo, junto con una síntesis, una evaluación del texto.
• El primero y el último párrafo que, a menudo, presentan un encuadre y una síntesis del texto
respectivamente.
• Los subtítulos, que ayudan a comprender la estructura del capítulo o del pasaje de la antología y
la distribución de la información.

En ambos casos, el texto debe abrirse al azar en varios puntos para evaluar el uso de la lengua, el
modo de exposición y la existencia de figuras y esquemas. Esto nos permite considerar las
dificultades de la lectura que nos espera.
Expectativas y propósito
Uno de los objetivos de la prelectura es despertar nuestra atención a través de la
creación de expectativas que nos ayuden a comprender un texto; este objetivo puede lograrse
preparando preguntas acerca del contenido del texto, a las que la lectura deberá proporcionar
respuestas.
Además, una lectura eficiente requiere de un propósito previo en la mente,
es decir, necesita que el lector tenga claro por qué o para qué debe leer un texto específico.
La estrategia de hojear un texto te permite leer de manera selectiva y buscar con rapidez sólo lo
que te interesa, comprobar si está o no en el texto y te evita la pérdida de tiempo que ocasiona
leer cada frase de cada página en alguno que no cumpla con tus expectativas.

La lectura rápida
Las técnicas para leer rápidamente pueden resultar de ayuda sobre todo para
buscar informaciones específicas en un texto que trata de varios temas, o bien de
valorar la importancia del mismo y seleccionar algunos trozos de manera analítica.
Lectura
La lectura como proceso mental es, la traducción de símbolos en ideas. El lector en esta fase debe
adoptar una postura analítica y debe realizar la lectura con disposición activa, distinguiendo los
hechos de las opiniones, concretando los objetivos en el fragmento que lee determinando las
informaciones de mayor importancia.
 
Existen dos tipos de lectura: lectura crítica y lectura de comprensión.
 La Lectura Crítica hace referencia a una lectura cuidadosa, activa, reflexiva y analítica. El
pensamiento crítico implica reflexionar sobre la validez de lo que se ha leído a la luz del
conocimiento y la comprensión del mundo que previamente se tienen.
 
Elementos:
 
         Fuente
La confiabilidad de la fuente: Evalúa quién escribió el texto. ¿Es un experto en la materia? ¿Es
objetivo? Evalúa la editorial ¿Fue el texto publicado por una editorial de reconocida reputación?
Indaga la fecha de publicación. ¿Está actualizado?
Al identificar la fuente puedes empezar a reconocer el propósito y objetivos del autor.
 
 Distinguir entre Hechos, Inferencias, Opiniones
Los hechos son razonamientos o argumentos que pueden ser verificados a través de la
experiencia o de la lógica.
 
 Lenguaje
El lenguaje de los autores se clasificará en: objetivo, subjetivo y connotaciones.
 El lenguaje objetivo se presenta cuando el autor no se deja llevar por los sentimientos.
El lenguaje subjetivo contiene el modo personal de pensar y de sentir de su autor. Es posible
identificarlo por el uso de adjetivos calificativos. Las connotaciones son aquellas palabras que
tienen un sentido oculto o un significado implícito; son los tonos emocionales de una palabra que
propician ciertos sentimientos en el lector.
   Propósito del autor.
Puede ser informar, instruir o persuadir.
 -Propósito de informar: basará los razonamientos principalmente en hechos, y su lenguaje será
objetivo.
 -Propósito de instruir: de enseñar. Debes de evaluar la confiabilidad de la fuente, la seriedad del
autor, la fecha de publicación y la bibliografía en la que se apoya el autor.
 -Propósito de persuadir: Utilizará más inferencias y opiniones, y un lenguaje más subjetivo.
 
 Objetivo o intencionalidad del autor
Todo autor escribe con un propósito que depende de las metas que persiga: informar, instruir y/o
persuadir, pero además el autor pretende alcanzar un objetivo concreto que, en ocasiones, se
enuncia en la introducción, prefacio o advertencia de un texto.
  Lectura de Comprensión: Consiste, en leer para comprender el contenido del escrito.
 
 Post lectura
Se proponen actividades que permiten conocer cuánto comprendió el lector. Para completar el
aprendizaje es necesario controlar y reorganizar la información extraída del texto, utilizando todo
el material que hallamos utilizado como pueden ser los apuntes, los diagramas y los resúmenes.
 
Productos escritos
 Resumen
 Cuadro sinóptico
 Reporte de Lectura
Por su contenido y objetivos se pueden mencionar tres tipos de reportes: expositivo,
interpretativo y demostrativo.
     Expositivo
     Interpretativo
     Demostrativo
  
Referencia.
Serafini, M.T. (2009). Cómo se escribe (1ª Reimpresión). México: Paidós

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