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FISIOPATOLOGÍA IV
TEMA
ASMA Y EMBOLIA PULMONAR
INTEGRANTES:
● Chillogallo Morocho Ericka
● Loaiza Alvarado Steeven
DOCENTE
Mg. Verónica Cárdenas
MARCO TEÓRICO
ASMA
DEFINICIÓN
Se define al asma bronquial como una inflamación crónica de la vía aérea, que
induce hiperreactividad de la misma y provoca episodios recurrentes de: sibilancias,
disnea, dificultad respiratoria, tos (nocturna o matutina), asociadas con obstrucción
extensa y variable del flujo aéreo, a menudo reversible, bien espontáneamente o
con tratamiento. Esta definición hace hincapié en la cronicidad del sustrato, la
inflamación de la vía aérea y la hiperreactividad, frente al carácter episódico de los
síntomas.
EPIDEMIOLOGÍA
El asma es una de las enfermedades crónicas más frecuentes del mundo,
afectando, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a 333
millones de personas de los que 160 corresponden a hombres y 173 a mujeres. En
los países occidentales, la prevalencia del asma al igual que la de la alergia ha ido
en aumento en relación con los niveles de industrialización, aunque en los últimos
años parece haberse estabilizado. En España, entre los años 2006 y 2014 se ha
mantenido en niveles similares en torno al 5% en la población adulta, proporción
está que se duplica en el asma infantil, donde alcanza el 10%, similar a la media de
la Unión Europea, con lo que se convierte en la enfermedad crónica más frecuente
en la infancia
CLASIFICACIÓN
Para efectos de tratamiento el asma puede clasificarse según su gravedad o según
su nivel de control. Según su gravedad el asma se clasifica en intermitente y
persistente, y dentro del segundo rango persistente en: leve, moderada y grave.
Según su nivel de control se clasifica en controlada, parcialmente controlada y no
controlada.
ETIOLOGÍA
Las causas del asma no son completamente conocidas. La herencia parece
desempeñar un papel importante al igual que los alérgenos y factores ambientales.
También el sexo, la edad y la obesidad han sido descritos como factores
predisponentes. La atopia y la predisposición genética para el desarrollo de una
respuesta mediada por IgE a los aeroalérgenos comunes, es el factor más fuerte de
identificación de factores predisponentes para el desarrollo de asma. Se clasifica
como una enfermedad multifactorial, con acciones de múltiples genes e influencia
ambiental. Se ha estudiado la participación del brazo largo de los cromosomas 5q,
6p21, 11q13.
Las crisis pueden ser el resultado de una reacción antígeno-anticuerpo de los
mastocitos en el tracto respiratorio que produce liberación de mediadores
inflamatorios o el resultado de desequilibrios neurológicos en el Sistema Nervioso
Autónomo (SNA) en el que los α y β adrenérgicos, no están debidamente
equilibrado.
Varios factores se asocian a la aparición de crisis asmática. Las infecciones virales
parecen ser el estímulo más frecuente. También se han identificado como causas, el
ejercicio (por cambios en la temperatura, la humidificación y la hiperventilación), los
alérgenos del aire inspirado (ácaros, mohos, polen), fármacos (la aspirina y otros
antiinflamatorios no esteroideos y los β bloqueadores), factores ambientales (humo
de tabaco, ozono, azufre), factores ocupacionales, estrés, otros factores
emocionales y algunos alimentos.
FISIOPATOLOGÍA
La principal alteración fisiopatológica en el asma es la obstrucción al flujo aéreo,
principalmente durante la fase espiratoria que puede ser parcial o totalmente
reversible con o sin tratamiento.
Esta obstrucción compromete primordialmente la vía aérea periférica y es
multietiológica (broncoespasmo, engrosamiento de la pared por inflamación o
remodelación e hipersecreción). Como consecuencia de estas alteraciones,
aparecen asociadas otras de gravedad variable según la severidad del cuadro. El
aumento del trabajo respiratorio con evidente compromiso de la mecánica
respiratoria y los cambios auscultatorios típicos que pueden ir desde sibilancias
espiratorias hasta silencio en la obstrucción severa son manifestaciones clínicas que
invariablemente acompañan los cambios fisiopatológicos, a los que se suma la
hipoventilación, la alteración en la relación ventilación/perfusión y el consecuente
compromiso gasimétrico.
DIAGNÓSTICO
En principio, debe sospecharse asma en el paciente con historia probable de
enfermedad. Algunos síntomas acompañan invariablemente el cuadro. La tos seca
persistente no productiva, de predominio nocturno, suele estar presente e incluso
puede ser la única manifestación en la tercera parte de los pacientes. Las sibilancias
de predominio espiratorio son el síntoma más sensible pero puede presentarse
silencio auscultatorio en casos de máxima severidad, lo que sugiere una obstrucción
muy grave. La disnea acompaña el cuadro clínico lo mismo que una sensación
subjetiva de opresión torácica.
La comprobación del diagnóstico se realiza mediante pruebas de función pulmonar,
particularmente a través de la espirometría, la que permite determinar la severidad
de la obstrucción, la reversibilidad y la variabilidad.
El término reversibilidad se refiere a la mejoría en el VEF1 o en el Pico de Flujo
Espirado (PFE) medido después de la inhalación de un broncodilatador de acción
rápida, o una mejora sostenida días o semanas después de la introducción de un
tratamiento controlador efectivo (glucocorticosteroides inhalados). El grado de
reversibilidad en el VEF1 que indica el diagnóstico de asma y que ha sido aceptado
es ≥12 % o ≥ 200 ml a partir del valor prebroncodilatador. La variabilidad se refiere a
la mejora o deterioro en los síntomas y la función pulmonar, la cual ocurre a través
del tiempo. La variabilidad puede experimentarse durante el curso de un día (la cual
se llama variabilidad diurna), día a día, de un mes a otro o anualmente con cambios
de temporada. La curva flujo-volumen aporta información similar pero puede
conseguirse una aproximación al sitio de la obstrucción dependiendo de cuál valor
de flujo se encuentre disminuido en el asa espiratoria.
La medición del pico de flujo espirado (corresponde a la determinación de la máxima
velocidad del flujo durante la espiración forzada) es de mucha utilidad debido a que
la información obtenida sirve para cuantificar la disminución de las velocidades de
flujo, lo que permite calificar el grado de severidad de la crisis asmática.
El instrumento de medición es sencillo y económico. Por el extremo en que está la
boquilla el paciente espira desde nivel inspiratorio máximo y el elemento de
medición se desplaza sobre una escala en la que se determina el valor del PFE.
El valor obtenido se compara con el valor esperado, la diferencia porcentual permite
clasificar la crisis mediante un sistema denominado de escalonamiento que, en la
práctica, se llama el sistema de semaforización.
Si el valor del PFE se sitúa en la zona verde la función pulmonar es normal. Si se
ubica en la zona amarilla la situación es de alerta y el paciente debe iniciar el
esquema de manejo con inhaloterapia o nebulizaciones. Si está en la zona roja
debe acudir inmediatamente al servicio de urgencias. En la medida que el paciente
reciba broncodilatadores puede transitar de una zona a otra.
Un método para describir la variabilidad del PEF diurno es la medición de la
diferencia entre el máximo y el mínimo valor del día, expresada como el porcentaje
del valor diario de PFE, y promediado de 1 a 2 semanas. Otro método para describir
la variabilidad del PFE es la medición del mínimo valor de la mañana del PFE
prebroncodilatador por una semana, expresado en porcentaje del mejor valor de
PFE (Min%Max). Una variabilidad superior al 20% está aceptada como diagnóstico
de asma. Sin embargo, un resultado negativo no excluye el diagnóstico ya que el
paciente podría encontrarse en un período de estabilidad clínica, sin variabilidad.
A pesar de que la espirometría es el método preferido para documentar la limitación
de flujo de aire, una mejora de 60 L/min (o 20% o más de PFE prebroncodilatador)
después de la inhalación de un broncodilatador o una variación en el PFE de más
de 20%17 sugiere un diagnóstico de asma.
DIAGNÓSTICO FISIOTERAPÉUTICO
Para la construcción del diagnóstico es de capital importancia la elaboración de la
historia clínica que permite la primera impresión diagnóstica. El examen físico debe
ser dirigido a la búsqueda de signos de obstrucción bronquial: tos, aumento del
trabajo respiratorio, taquipnea, uso de musculatura accesoria para las dos fases del
ciclo ventilatorio, espiración prolongada y, principalmente, signos auscultatorios de
obstrucción particularmente sibilancias, disminución del murmullo vesicular,
ocasionalmente roncus, y movilización de secreciones. A la percusión puede
encontrarse hiperresonancia o timpanismo secundarios al atrapamiento aéreo.
El uso de tests y medidas validadas debe ser conocido y perfectamente ejecutado e
interpretado por el fisioterapeuta (pruebas de función pulmonar). Los gases
arteriales y la radiografía de tórax deben ser herramientas de utilidad cotidiana.
A partir de las categorías de la CIF, el diagnóstico fisioterapéutico (DF) en el asma
se tipificará como deficiencia de leve a grave en estructuras y funciones del sistema
respiratorio.
TRATAMIENTO
El asma es una entidad de manejo eminentemente médico. No obstante, el
fisioterapeuta juega un rol importante principalmente en el desarrollo del
componente educativo, relacionado con la enseñanza del control respiratorio y el
uso correcto de aerosoles terapéuticos.
Existen medicamentos controladores (para el manejo de la inflamación y la irritación
de las vías aéreas) y de rescate o aliviadores (para el manejo del evento agudo,
particularmente el broncoespasmo). En algunas situaciones se utilizan
combinaciones de rescate y control (formoterol más budesonida) para reducir el
índice de exacerbaciones y para promover la mejoría del VEF1.
EVIDENCIA DE LA FISIOTERAPIA EN ASMA
● Los ejercicios respiratorios incluyen reducción de la frecuencia respiratoria
y/o volumen corriente, y las técnicas de relajación deben ofrecerse a los
pacientes con asma para ayudar a controlar los síntomas y para mejorar la
calidad de vida.
● El uso de instrumentos validados debe utilizarse para establecer la línea de
base de la gravedad de los síntomas y para controlar el progreso con el
tratamiento.
● La técnica de Buteyko puede ser considerada para ayudar a los pacientes a
controlar los síntomas del asma.
● El entrenamiento físico mejora la aptitud y el rendimiento cardio-respiratorio
en pacientes con asma.
● El entrenamiento físico ayuda a reducir la disnea y mejora la calidad de vida
relacionada con la salud en las personas con asma.
ASMA EN LA UCI
Los pacientes con obstrucción bronquial que no mejoran con el tratamiento habitual
o presentan deterioro de su condición a pesar de que éste sea adecuado, deben
ingresar en la UCI. Otras causas de ingreso a la UCI son: paro respiratorio,
alteración de la conciencia, hipercapnia progresiva y SaO2 menor de 90% a pesar
de la administración de oxígeno suplementario.
El estado de mal asmático se define como un episodio refractario a la terapéutica
tradicional con fármacos β-agonistas y teofilina. Esta condición se asocia con un
ataque prolongado de asma bronquial, que desde el punto de vista fisiopatológico es
un estrechamiento crítico del diámetro de las vías aéreas, originado por una
combinación variable de contracción del músculo liso bronquial, edema de la pared
y secreciones bronquiales, de desarrollo brusco o gradual y persistente, a pesar de
la terapéutica aplicada hasta producir una insuficiencia respiratoria grave.
La obstrucción originada por estos eventos incrementa la resistencia de las vías
aéreas, principalmente en fase espiratoria en la que la elasticidad pulmonar genera
fuerzas compresivas sobre los bronquios, agravando el estrechamiento que se
manifiesta con sibilancias o, en casos muy severos, con silencio auscultatorio
derivado de una grave obstrucción que impide el flujo gaseoso e incrementa de
manera anómala y peligrosa el atrapamiento aéreo y la hiperinflación dinámica. El
paciente acude a la utilización de músculos accesorios de la espiración,
aumentando la presión intratorácica, puede agravar la compresión de la vía aérea.
Consecuentemente se presenta desequilibrio en la relación V/Q con impacto
gasimétrico importante que inicialmente exhibe hipoxemia acompañada de
hipocapnia y alcalosis respiratoria pero que progresa a hipercapnia y acidosis
metabólica (láctica), además de acidosis respiratoria, como consecuencia de la
fatiga muscular y de la incapacidad para mantener una ventilación alveolar
adecuada.
La intervención de Fisioterapia en el paciente asmático internado en la UCI debe
estar orientada a:
● Garantizar la correcta administración de aerosoles terapéuticos: La
ventilación mecánica en el paciente que requiere inhaloterapia crea algunas
condiciones particulares para este tipo de terapéutica.
● Implementar adecuadamente los parámetros de inicio de la ventilación
mecánica.
● Realizar los ajustes ventilatorios: el monitoreo descrito facilita el manejo del
ventilador. Debe recordarse que al margen de la PaCO2 , la medición de la
hiperinflación dinámica es el parámetro más valioso para realizar los ajustes
del ventilador.
● Prevenir complicaciones: la prevención de atelectasias, neumonía asociada
al ventilador y extubación no programada cuando han disminuido los niveles
de sedación, deben incorporarse a la rutina de trabajo.
● Higiene bronquial: debe garantizarse la permeabilidad de la vía aérea. La
aspiración de secreciones por el tubo endotraqueal debe realizarse cuando
se detecte su presencia. No deben intentarse maniobras de fisioterapia
torácica
● Terapia física: durante la fase inicial en la que el paciente se encuentra
sedado, son convenientes las movilizaciones pasivas como estrategia
preventiva contra el desacondicionamiento físico y no como modalidad
terapéutica para el asma. El ejercicio activo no debería intentarse.
CONCLUSIONES
EMBOLIA PULMONAR
DEFINICIÓN
EPIDEMIOLOGÍA
En Estados Unidos, el Surgeon General estima que cada año en ese país se
producen 100 000 a 180 000 fallecimientos por Embolia Pulmonar y declara que tal
trastorno constituye la causa evitable de muerte más común en personas
hospitalizadas. Los supervivientes pueden morir por las discapacidades de la
hipertensión pulmonar tromboembólica crónica, o a causa del síndrome
postrombótico. La primera ocasiona disnea, en particular con el esfuerzo. El
síndrome postrombótico daña las válvulas venosas de las extremidades pélvicas y
origina edema maleolar o de pantorrillas y dolor sordo en la pierna, en particular si el
sujeto está de pie largo tiempo.
CLASIFICACIÓN
EPIDEMIOLOGÍA
FISIOPATOLOGÍA
Las anomalías más frecuentes del intercambio de gases son la hipoxemia arterial y
el incremento del gradiente de la presión de O2 alveolo-arterial, que representa la
ineficiencia de la transferencia de O2 a través de los pulmones.
DIAGNÓSTICO
Valoración inicial: Su diagnóstico es difícil porque sus síntomas y signos son
inespecíficos. La manifestación más frecuente es la disnea no explicada. Cuando
ocurre PE oculta, simultáneamente con insuficiencia cardiaca congestiva manifiesta
o neumonía, a menudo no se produce la mejoría clínica pese a las medidas médicas
corrientes contra la enfermedad concomitante. Tal situación aporta una pista clínica
hacia la posible coexistencia con EP. En el caso de TVP el síntoma más común es
un “calambre” en la mitad inferior de la pantorrilla que persiste y se intensifica en el
curso de varios días. Los criterios de estratificación puntual permiten estimar la
posibilidad clínica de que ocurra TVP y EP. Los individuos con posibilidad baja o
moderada de TVP o EP deben ser sometidos a una valoración diagnóstica inicial
con la prueba del dímero D sola sin métodos de imagen obligatorios. Sin embargo,
en individuos con una gran posibilidad clínica de Tromboembolismo Venoso se
puede omitir la prueba de dímero D y realizar estudios de imagen como la etapa
siguiente en el algoritmo diagnóstico.
Pistas clínicas útiles: No todos los dolores de piernas son causados por TVP ni
todos los casos de disnea lo son por EP: 1. La molestia repentina e intensa de
pantorrilla sugiere la rotura de un quiste de Baker, 2. La fiebre y los escalofríos
suelen ser un elemento anticipatorio de la celulitis y no de TVP. En caso de
aparecer, el signo clínico consiste sólo en una molestia leve a la palpación en la
porción inferior de la pantorrilla. Sin embargo, la TVP masiva suele surgir
inicialmente con intensa hinchazón del muslo, dolor a la palpación y eritema. Si hay
edema difuso de la extremidad pélvica es poco posible que haya TVP. Es más
probable la exacerbación aguda de la insuficiencia venosa por un síndrome
postrombótico. La trombosis venosa del brazo puede manifestarse inicialmente por
asimetría del agujero supraclavicular o de la circunferencia de los brazos. El infarto
pulmonar suele denotar la presencia de EP baja; tal entidad es muy dolorosa porque
el trombo se aloja en sentido periférico cerca de la distribución de los nervios
pleurales.
Las causas de EP no trombótica incluyen:
DIAGNÓSTICO FISIOTERAPÉUTICO
TRATAMIENTO
CONCLUSIÓN
La embolia pulmonar es una enfermedad que puede llevar a la muerte pero por
sobre cualquier otro aspecto su mayor peligrosidad yace en que no presenta
manifestaciones clínicas claras hasta encontrarse en una etapa muy avanzada, lo
que provoca que la mayoría de pacientes pasen por alto el que padezcan esta
enfermedad, por lo que es muy importante el mantener una correcta condición
física, pues el principal causante de esta patología son los coágulos sanguíneos,
situación que puede ser evitada mediante el constante movimiento pues esto obliga
al sistema circulatorio a mantenerse activo, por lo que se podrían evitar la formación
de trombos. De allí la importancia de prestar atención a los factores de riesgo y
orientar las evaluaciones como posibles casos de Embolia Pulmonar.
BIBLIOGRAFÍA