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- AGOSTO 2022
Los Antinflamatorios no esteroideos (AINEs) son de los medicamentos más consumidos a nivel mundial, su uso se ha visto afectado
por la aparición de importantes efectos adversos, por lo que es necesario conocer su aspecto farmacológico y recomendaciones
a nivel gástrico, cardiaco y renal.
Estos fármacos tienen una estructura química heterogénea, comparten actividad antiinflamatoria, antipirética y analgésica por su
capacidad de inhibir las enzimas ciclooxigenasas (COX), que intervienen en la síntesis de prostaglandinas, tromboxanos y
leucotrienos. A nivel de sistema nervioso central también tienen el efecto de aumentar los niveles de serotonina. Muchos de ellos
son ácidos orgánicos, pero su origen difiere, siendo derivados del acido salicílico, acético, propiónico, enólicos y otros.
Historia breve
En 1899 se empieza a comercializar el ácido acetilsalicílico, en 1961 se descubre las propiedades antinflamatorias del ibuprofeno
en cobayos, 1976 el científico John Vane descubre el mecanismo del ácido acetilsalicílico (bloqueo COX), lo que posteriormente le
otorga el Premio Nobel.
Farmacodinamia
1991 se demostró la existencia de 2 isoformas de COX, siendo COX-1 y COX-2. La COX-1 es producida de forma constante en varios
tejidos sin necesidad de algún estimulo, mientras que la COX-2 es inducida por procesos inflamatorios.
Las prostaglandinas se producen a partir de una ruta oxidativa del ácido araquidónico y las enzimas COX.
La COX-1 tiene un rol fisiopatológico importante, protege la mucosa gástrica, controla el flujo sanguíneo renal, además de
funciones en la homeostasis, sistema nervioso central y cardiovascular.
La COX-2 se origina en respuesta a una estimulación inflamatoria, esta causa diversos productos endógenos como citoquinas,
endotoxinas, factores del crecimiento y originan prostaglandinas, estas últimas contribuyen al desarrollo del edema, rubor, fiebre
e hiperalgesia.
En 1992 al conocer sobre la COX-2, además de conocer sobre los efectos protectores gástricos de la COX-1 se empieza a
experimentar con AINEs con “menor” gastrolesividad, en 1999 se lanza al mercado los “COXIBS” (Celecoxib y rofecoxib), estos
siendo inhibidores selectivos de la COX-2.
Tanto COX-1 y COX-2 poseen un rol importante en la homeostasis cardiovascular, la actividad COX-1 está relacionada con la síntesis
del tromboxano A2 (TxA2) sus efectos son la agregación plaquetaria, vasoconstricción y proliferación de células musculares lisas.
La COX-2 media la síntesis de prostaciclina con efectos opuestos a la COX-1, causando relajación de las células musculares lisas,
vasodilatación y actividad antiplaquetaria.
La inhibición selectiva del COX-2 puede romper esta hemostasia ocasionando agregación plaquetaria que ocasiona incremento
del riesgo de trombosis y eventos vasculares.
En el 2001 el uso de COXIBS disminuye, porque podrían alterar el balance natural entre la actividad protrombótica del TxA2 y la
actividad antitrombótica de la prostaciclina (PGl2), desencadenando eventos trombóticos cardiovasculares. Se retiran la mayor
parte de COXIBS del mercado y los que quedan se administran bajo estrictas indicaciones.
Inflamación
Es una reacción acompañada de eritema, edema, aumento de temperatura y dolor, estos signos se dan principalmente por la
vasodilatación de las arteriolas y esfínteres precapilares, provocando el eritema, calor, enrojecimiento y exudación de proteínas
(edema). El estímulo doloroso o lesión tisular libera sustancias que estimulan las fibras periféricas del dolor.
Un mecanismo importante es la producción de leucotrienos, también siendo producto de la oxidación del acido araquidónico,
principalmente se dan leucotrienos de serie 4 (LTA4, LTB4, LTC4, LTD4, LTE4), estos son constrictores potentes del musculo liso,
como el que se encuentra en las vías respiratorias periféricas, estas son muy sensibles y podrían estar relacionadas en pacientes
asmáticos.
Efectos deseados de los AINEs: Analgesia, antipirético, antiinflamatorio, inhibición de la agregación plaquetaria, cierre del ducto
arterioso, inhibición contracciones uterinas, otros descritos.
Efectos adversos: Gastrointestinales (úlceras), renales (nefrotóxicos), cardiovasculares (aumentan riesgo de cardiopatía coronaria
y accidentes cerebrovasculares), hepáticos, sistema nervioso central (cefalea, meningitis aséptica) reacciones de hipersensibilidad.
Se creía que actuando selectivamente sobre la COX-2 (COXIBS) no existiría daño gástrico, pero actualmente se conoce esta
participa de manera importante en la resolución de la lesión gastrointestinal, basando se en los siguientes puntos:
a. La lesión gástrica por AINEs se asocia a la inhibición del COX-1 y COX-2, al inhibir
la COX-1 causa reducción de flujo sanguíneo de la mucosa gástrica, al inhibir la
COX-2 se produce un incremento de la adherencia leucocitaria, esto siendo un
fenómeno previo a la lesión gástrica.
b. Alteración “citoprotección adaptativa” por la inhibición selectiva del COX-2.
c. Injuria gástrica post isquemia-reperfusión, la inhibición selectiva de la COX-2
empeora la lesión gástrica ocasionada por este fenómeno.
d. La COX-2 modula la resistencia a irritantes luminales.
e. La COX-2 interviene en el proceso de cicatrización de la ulcera gástrica, su
expresión en el estómago normal es muy baja, pero en los márgenes de una
ulcera su expresión es muy fuerte, por lo que no solo los AINEs clásicos, sino
también los COXIBS retardan el proceso de cicatrización de una ulcera.
En el 2011 en el estudio del Dr. Sven Trelle et al. En un estudio metaanalítico se incluyó a los siguientes AINEs: naproxeno,
ibuprofeno, diclofenac, etoricoxib, rofecoxib, lumaricoxib o placebo. Se llegaron a las siguientes conclusiones:
a. Existe una variación significativa entre la seguridad cardiovascular entre los diferentes AINEs analizados.
b. El AINE con menor riesgo cardiovascular es el naproxeno.
c. Los AINEs que superan el 30% de riesgo cardiovascular son ibuprofeno, diclofenaco, etoricoxib y lamiracoxib.
d. No es posible afirmar que el riesgo vascular está restringido a los COXIBS.
e. Se puede aceptar un riesgo de 1.3 para utilizar un AINE.
McGettigan et al, publicaron sobre el riesgo cardiovascular, donde el mayor riesgo fue con etoricoxib, etodolac, rofecoxib,
seguidos por diclofenaco y los AINEs con menor riesgo fueron ibuprofeno y naproxeno.
Mecanismo de cardiotoxicidad por AINEs
Diferentes investigaciones advierten que el riesgo cardiovascular está relacionado con todos los AINEs, aunque con importantes
diferencias entre ellos. Se cree que el disbalance entre la prostaciclina y el tromboxano A2 aumenta el riesgo de eventos
trombóticos, además de efectos individuales para cada AINE como alteraciones en la producción de oxido nítrico y función
endotelial, presión arterial, retención hídrica y otros efectos renales.
En un estudio sobre el riesgo de insuficiencia renal aguda asociada al uso de AINEs, el riesgo relativo de los diferentes AINEs fue:
Meloxicam (8,05), Diclofenaco (3,2), Naproxeno (2,98), Ibuprofeno (2,64).
Un estudio canadiense encontró la asociación con insuficiencia renal aguda dentro de los primeros 30 días de uso con un riesgo
relativo de (2,31) para Rofecoxib, (2,42) para Naproxeno, (2,30) para diclofenaco, etodolaco, ibuprofeno, indometacina,
ketoprofeno, piroxicam y (1,54) para el Celecoxib.
En los AINEs que inhiben la enzima COX-1 y COX-2, los trastornos renales varían de acuerdo a la selectividad a estas 2 enzimas, su
dosis y tiempo de uso, la nefrotoxicidad por AINEs es muy rara en personas sanas, sin embargo en adultos mayores y aquellos
con comorbilidades e interacción medicamentosa podría presentarse IRA.
Reacciones adversas más vistas a nivel renal son: IRA por cambios en la hemodinámica renal, necrosis tubular aguda, nefritis
intersticial o necrosis papilar, así como trastornos hidroelectrolíticos, hipertensión y edema.
En conclusión
La seguridad de los AINEs debe ser analizada bajo criterios de riesgo gástrico, cardiaco y renal. En forma general. Los AINEs más
seguros siguen siendo el Naproxeno e Ibuprofeno, asociado o no a una IBP o antagonistas H2, como alternativa los COXIBS en
riesgo de enfermedad úlcero-péptica y sin comorbilidad cardiaca.
RESUMEN DE LAS RECOMENDACIONES EJECUTIVAS POR:
SOCIEDAD ESPAÑOLA DE REUMATOLOGÍA, SOCIEDAD ESPAÑOLA DE CARDIOLOGÍA Y ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE GASTROENTEROLOGÍA.
“La principal indicación para el empleo de los AINE es la disminución del dolor.”
“Ningún AINE ha demostrado ser superior a otro, y la eficacia de los AINE tradicionales es semejante a la de los COXIB.”
RIESGO CARDIOVASCULAR
Respecto a la estratificación de riesgo vascular:
“En todos los pacientes que tomen AINE de forma crónica debe realizarse una
estimación del riesgo CV.”
“La estimación del riesgo CV debe realizarse de forma sistemática en todos los
pacientes que usen AINE de forma crónica al menos una vez al año”
Dado el riesgo CV asociado al AINE, se debe evaluar este parámetro a la hora de prescribir un
tratamiento. El riesgo CV se estratifica en: muy alto, alto, moderado o bajo, cada una de estas
teniendo sus objetivos terapéuticos individuales. Para el manejo del riesgo CV en pacientes
con artritis reumatoidea y otras poliartritis inflamatorias por su elevado riesgo se aconseja
evaluar su riesgo CV a través de la tabla SCORE.
“La administración de AINE se asocia a un incremento de riesgo de desarrollar síndrome coronario agudo (SCA) u otros episodios
CV de carácter aterotrombótico (accidente cerebrovascular y problemas arteriales periféricos).”
Estudios observacionales demostraron la asociación entre AINE y el aumento de riesgo CV en grados variables, principalmente relacionado con
alteraciones aterotrombóticas.
“El incremento de riesgo CV varía mucho dependiendo del tipo de AINE utilizado.”
“El naproxeno es uno de los AINE más seguros en cuanto a riesgo CV.”
“Rofecoxib, diclofenaco, indometacina, etoricoxib y etodolaco son los AINE con más riesgo CV.”
Diversos estudios han señalado que todos los AINEs incrementan el riesgo CV, el naproxeno e ibuprofeno a dosis bajas se asociaron a menores
incrementos de riesgo CV, el diclofenaco elevo de manera considerable el riesgo CV, el etoricoxib y COXIBS en general mostraron un incremento
de riesgo similar al diclofenaco, también la indometacina se asoció a un incremento notable del riesgo. El Naproxeno a dosis de 500mg/12h, no
se asoció a incremento de riesgo a diferencia del ibuprofeno y diclofenaco.
Los pacientes con cardiopatía isquémica tienen más riesgo de episodios CV cuando usan AINEs.
“Se debe evitar la utilización de AINE, incluso a corto plazo, en pacientes con infarto agudo de miocardio previo que toman AAS,
ya que se asocia a incremento del riesgo CV.”
“En pacientes que toman AAS a dosis bajas, la asociación con ibuprofeno y naproxeno interfiere con el efecto antiagregante del
AAS, por lo que se debe evitar usarlos conjuntamente.”
Ibuprofeno, naproxeno e indometacina, pero no paracetamol, diclofenaco o COXIB interfieren con el AAS en su capacidad antiagregante, por
ello estos fármacos podrían reducir el efecto protector del AAS sobre el riesgo arterioesclerótico.
EL ibuprofeno no debería tomarse al menos hasta 1 hora tras la ingesta del AAS, en caso de AAS con cubierta entérica el problema es mayor
puesto que el pico de liberación es mayor a 4 horas. El Naproxeno presenta una menor interacción si se administra 2 horas después del AAS.
“En los pacientes que toman AAS para prevenir episodios CV que requieran tratamiento crónico con AINE, los COXIB son una
opción terapéutica a considerar.”
Celecoxib, rofecoxib no interfieren con el AAS, los problemas para utilizar COXIB junto con AAS vienen determinados por el riesgo CV asociado
a los mismos. El naproxeno a pesar de ser neutro desde el punto de vista CV, su consumo se asocia a mayor riesgo GI y puede interferir con el
efecto del AAS. En pacientes con AAS de tratamiento que no hayan presentado un episodio CV, celecoxib a dosis bajas y durante el menor tiempo
posible es una opción razonable.
RIESGO GASTROINTESTINAL
Respecto a la estratificación del riesgo digestivo:
“Se debe realizar una evaluación personalizada del perfil de riesgo GI basal de
cada paciente y del AINE a utilizar.”
“La edad superior a 60 años es factor de riesgo por sí solo para la aparición de
complicaciones GI en pacientes que toman AINE, y este riesgo aumenta de forma
progresiva con la edad.”
Mientras incrementa la edad, incrementa el riesgo de desarrollar complicaciones GI, en
pacientes que toman AINE aumenta de forma progresiva, además la edad superior a 60
años es por si sola un factor de riesgo GI, este riesgo aumenta si reciben AINEs.
“La coadministración de AAS y paracetamol no parece incrementar el daño mucoso gastroduodenal con respecto al uso de AAS
solo, por lo que, en caso necesario, pueden ser utilizados conjuntamente en estas circunstancias.”
RIESGO HEPÁTICO
“En pacientes tratados con AINE la toxicidad hepática grave es rara, por lo que no se recomiendan medidas especiales de
monitorización.”
Varias revisiones clínicas muestran una incidencia muy baja de efectos hepáticos relacionados con el uso de AINE, excepto para el diclofenaco,
otro estudio determino afectos adversos del 1,1% para celecoxib, 4,2% para el diclofenaco y 1,5% para el ibuprofeno.
“En pacientes con cirrosis hepática se recomienda evitar el uso de AINE.”
El uso de AINE se ha relacionado con hemorragia por varices en el paciente cirrótico.
“Si el tratamiento con AINE resulta totalmente indispensable en pacientes con cirrosis hepática, se recomienda el uso de un COXIB
durante el menor periodo de tiempo posible.”
Agrawal el al. observaron que el etoricoxib fue bien tolerado por pacientes con insuficiencia hepática moderada o grave, pero por su experiencia
limitada se recomienda evitar incluso el uso de COXIB en pacientes con hepatopatía y especialmente en cirrosis descompensada.
RIESGO RENAL
Respecto a la estratificación de riesgo renal:
“En los enfermos reumáticos crónicos que reciben AINE deberá evaluarse la función renal mediante estimación del filtrado
glomerular.”
“En los enfermos reumáticos crónicos que reciben AINE deberá evaluarse la función renal al menos una vez al año.”
Los AINEs alteran la función renal tanto tradicionales como selectivos, esto cobra especial
importancia en el enfermo reumático cuyo tratamiento en gran medida depende de AINEs, por lo
que diferentes sociedades recomiendan hacer una estimación anual de la función renal según el
filtrado glomerular. Se considera que un paciente con ERC estadio 3, IC congestiva o HTA, tienen un
riesgo moderado de desarrollar efecto adverso renal.
ANEXOS