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Tema 4. Metafísica.

0. Definición de metafísica.

1. Los primeros metafísicos.

1.1 Metafísica presocrática: monistas y pluralistas


1.2 El dualismo metafísico: Platón y Aristóteles
1.3 Materialismo antiguo: Demócrito, Epicuro, Lucrecio.

2. Metafísica moderna.

2.1 Mecanicismo y dualismo cartesiano


2.2 Panteísmo spinozista.
2.3 Materialismo ilustrado. La Mettrie, Holbach.
2.4 Crítica a la metafísca: criticismo kantiano.
2.5 Espiritualismo: Berkeley, Hegel, Leibniz.

3. ¿Fin de la metafísica?

3.1 El positivismo
3.2 La crítica marxista
3.3 La muerte de Dios Nietzscheana.
0. Definición de metafísica.

La palabra metafísica proviene del griego μετὰ [τὰ] φυσικά, «más allá de la naturaleza».
También se la conoce como ontología (del griego antiguo ὄν [on] —genitivo ὄντος— [ontos], 'ente';
y λόγος [lógos] 'ciencia, estudio, teoría'). La metafísica aborda el estudio del ser ser en tanto que
ser, esto es, de la totalidad de los objetos que existen, más allá de sus particularidades. Un mismo
objeto, por ejemplo una manzana, puede ser estudiado a partir de sus muchas propiedades
particulares; ser una fruta, un cuerpo con gravedad, una mercancía, un símbolo para una
determinada cultura, etc. Pero más allá (μετὰ) de todas esas particularidades físicas y sensibles
(φυσικά), es un objeto que es, y esa propiedad de ser en general (que comparte con cualquier otro
objeto del universo) no la estudia ni el botánico, ni el físico, ni el economista, ni el antropólogo: la
estudia el metafísico, esto es, el filósofo. Como podemos observar, la metafísica se caracteriza por
lo tanto por un elevado grado de abstracción (de hecho, el máximo) que obliga a que su método se
base en la pura especulación racional (a diferencia de cualquier ciencia empírica que requiere de la
observación). No podría ser de otra manera ya que la observación empírica sólo nos aporta
conocimientos concretos, mientras que los objetos de la metafísica son, por definición, objetos más
allá de lo sensible, tales como son los 3 objetos clásicos de la metafísica: Dios, Alma y Mundo.

1. Los primeros metafísicos.

1.1 Metafísica presocrática: monistas y pluralistas

Como ya hemos visto, los primeros filósofos griegos, llamados presocráticos, trataron de
elaborar una explicación metafísica de la realidad. Para ello elaboraron el concepto de arché, el
principio metafísico que subyace a toda la realidad, la rige y la gobierna. Los filósofos presocráticos
fueron complejizando sus respuestas a medida que avanzaba la historia y aunque en un principio
identificaron el arché con un solo elemento (aire, agua, fuego, ápeiron…) posteriormente fueron
introduciendo más elementos de tal manera que estos filósofos más tardíos concebían que había
varios arché en vez de solo uno. A los primeros se les llama, por ello, filósofos monistas, y a los
segundo pluralistas.

1.1.1 Filósofos monistas.

Los primeros filósofos monistas fueron Tales, Anaxímenes y Anaximandro, a los cuales ya
hemos visto. Pasamos a continuación a ver los dos filósofos monistas más importantes, acerca de
los cuales conservamos más fragmentos y cuya influencia para la filosofía posterior fue decisiva.
Parménides de Elea s. V a.C. Heráclito de Efeso s. VI/V a.C.
-Parménides siguió los pasos de Anaximandro e -Heráclito continúa la tradición de los filósofos
identificó el ser con un concepto abstracto en milesios al asociar el arché a un sólo elemento
vez de un elemento material. Es el primer material que cambia. Para él todo en el universo
filósofo en establecer el ser como objeto de es fuego que se enciende y se apaga, desde los
reflexión metafísica sin vincularlo a ningún estados más densos y materiales (agua, tierra)
elemento material o principio concreto. Así, hasta los más sutiles y enérgicos (el aire y el
Parménides no hablará de arché sino de ser. propio fuego).

-Para Parménides el ser es, y el no-ser no es. -Para Heráclito nada en el universo permanece,
Partiendo de esta evidencia niega toda todo está en constante cambio o devenir. Suya es
posibilidad de cambio o transformación en el la famosa frase “a quienes penetran en los
ser, pues para que algo cambie tiene que pasar mismos ríos aguas diferentes y diferentes les
del no-ser (algo) a ser (algo) (y vcvsa), y el no- corren por encima”, es decir, nadie se baña en el
ser no existe ni puede existir, por lo que no tiene mismo río dos veces.
sentido. Los cambios que percibimos con los
sentidos son ilusiones, de tal manera que la -Al contrario de la esférica pacífica y perfecta
única realidad es la de la inmutabilidad del ser. que describe Parménides, para Heráclito el
mundo es el resultado de una constante tensión
-Asimismo, el ser es único, ya que, si hubiese o lucha entre contrarios. De hecho, aunque
varios seres, uno no-sería lo que el otro es. observemos algo como aparentemente estático y
Tampoco tiene partes, pues estas implicarían calmado esta aparente calma y permanencia
multiplicidad, lo cual genera el mismo esconde una tensión interna entre contrarios que
problema. De esta manera Parménides niega la posibilita. Por ejemplo, es gracias a la tensión
también la existencia de la pluralidad, para él la interna del arco que podemos disparar la flecha,
multiplicidad es una apariencia sensorial, no es o es la tensión de las cuerdas de la lira la que
real. produce su armonía. “La guerra es el padre de
todo” dirá Heráclito. Sin guerra, lucha y
-En conclusión, siendo el ser lo único, y siendo conflicto no existiría nada, la paz total sería la
éste inmutable, no puede ser sino esférico y muerte total en un perfecto estado de no-cambio
homogéneo. Esto se debe a que no carece de eterno, una paz de cementerio.
nada (no-ser) en ningún lugar y se distribuye
igualmente por todas las direcciones. -Esta armonía profunda que subyace al universo
sigue una ley (en griego, logos), un orden. El
-La influencia de Parménides será decisiva en la mundo en constante devenir y lucha esconde en
historia de la filosofía. Desde entones, el ser el fondo una armonía profunda. Para Heráclito
como tal será objeto explícito de reflexión y todo en el universo sucede conforme a un logos
siempre será asociado a la inmutabilidad: el ser universal que determina el orden y destino del
es lo que permanece frente al cambio. Los cosmos. La sucesión del día y la noche, de las
posteriores filósofos presocráticos tendrán que estaciones… todo sucede en perfecta armonía, y
pensar el cambio no mediante un substrato cuando el hombre comprende este logos
cambiante (monistas) sino mediante varios universal entiende, más allá de su pensamiento
inmutables que interaccionan (pluralistas). particular, que todo es perfecto tal y como es.
Asimismo, Platón recogerá la ésta noción del
ser para elaborar su dualismo metafísico en el -La influencia de Heráclito se notará sobre todo
cual se contraponen las ideas inmutables frente a en la cosmología de los filósofos estoicos y en la
las cosas concretas sensibles. filosofía de Nietzsche.
1.1.2. Filósofos pluralistas.

Pitagóricos (s.VI/V a.C.)


Esta escuela filosófica fue fundada en torno a la figura semi-legendaria de Pitágoras. En
torno él se estableció una secta de cultos esotéricos que llegaron a alcanzar poder e influencia
política en algunas ciudades del sur de Italia. La importancia que dieron a las matemáticas y a la
música así como sus teorías acerca del alma influyeron notablemente en Platón.
a) Para Pitágoras el número y la proporción es la base de la estructura del universo. Las proporciones
numéricas en la cuerda tensada (la octava, la quinta, la cuarta…) producen la armonía musical. De la
misma manera, todo en el universo es número y proporción; a partir del uno tenemos el punto, del
dos, la linea, del tres la figura, y del cuatro el sólido tridimensional. Los números pueden generar
cualquier cuerpo. Lejos de las filosofías presocráticas que establecen algún principio
ilimitado/indeterminado como arché, Pitágoras establece que el principio o arché tiene límite
(péras), el número y la figura proporcionada que genera. Platón recogerá esta influencia en su teoría
de las ideas, pues para él el ser de las cosas es eidos (idea), lo cual significa en griego antiguo forma,
figura, determinación.
b) Pitagoras cree en la inmortalidad del alma. Según él, todas las almas individuales (incluida las
animales) son fragmentos del alma divina que han caído en el mundo material y sensible donde
permanecen encerradas como en una cárcel. Tras la muerte del cuerpo normalmente el alma se
reencarna en otro cuerpo (transmigración), pero el alma aspira a romper este ciclo de
reencarnaciones para regresar a la divinidad, su patris original, y para ello tiene que purificarse
durante su existencia material mediante el conocimiento filosófico de los secretos del universo.
Platón recogerá esta influencia en su antropología filosófica.

Empédocles (s. V a.C.)


a) Empédocles, muy influido por Parménides, acepta que el ser es inmutable, no cambia, pero a pesar
de ello trata de explicar el cambio que observamos. Esto le obligó a negar la tesis de Parménides de
que el ser es uno, afirmando que hay múltiples elementos que lo conforman. Hay cuatro existentes
eternos homogéneos: aire, fuego, tierra y agua, con sus respectivas cualidades de humedad/sequedad,
frialdad/calor. Estableció así la teoría de los cuatro elementos básicos que será la base de la física
hasta la revolución científica moderna.
b) Todo en la realidad es el resultado de la mezcla, según proporciones variables, de los 4 elementos y
eso explica los cambios observables a partir de las materias eternas subyacentes. Para explicar el por
qué de los cambios postula dos fuerzas universales: el Amor y el Odio. El amor tiende a unir lo
diferente y mezclarlo mientas que el odio separa la diferente y une lo semejante. De esta manera
explica el origen de todos los cambios en el universo que se rige por ciclos infinitos de mezcla o
separación en función de cuál sea la fuerza prevaleciente en ese momento.
Anaxágoras (s. V a.C.)
a) Anaxágoras mantiene la tesis pluralista de Empédocles pero, a diferencia de él, no ve motivo alguno
para que sólo haya cuatro elementos fundamentales y no más. De hecho, para Anaxágoras hay una
infinidad de elementos fundamentales llamados semillas (spermata), todos ellos mezclados. Todas
las cosas están compuestas por estas semillas en distinta proporción.
b) La causa de las mezclas y de los cambios la establece Anaxágoras en una mente universal, el Nous.
El Nous es una fuerza inteligente que dirige los cambios de la naturaleza. Su naturaleza es material
aunque muy sutil y fluida, de tal manera que es el único elemento que permanece puro sin mezclarse
con los demás, penetrando todas las cosas y cambiándolas sin mezclarse con ellas. Asimismo, al
igual que las fuerzas universales de Empédocles, constituye el principio activo de los cambios del
universo, mientras que el resto de cosas materiales reciben su acción de manera pasiva.

Consideraciones finales acerca de la metafísica presocrática.

La metafísica presocrática explica todos los fenómenos de la naturaleza aludiendo a elementos o


principios que están dentro de la naturaleza, de tal manera que no hay nada fuera de ella que
explique la naturaleza de sus cambios o componentes fundamentales. Este tipo de consideración
metafísica que no pone principios fuera de lo natural recibe el nombre de inmanente (del latín
inmanens, inmanentis, que queda o permanece en). La filosofía presocrática es una filosofía de la
inmanencia (salvo, quizás, con la excepción de los pitagóricos), algo que cambiará radicalmente con
la introducción de la filosofía de Platón. A partir de Platón el monismo o el pluralismo inmanente de
los presocráticos será sustituido por un dualismo trascendente. Trascendente significa lo opuesto a
inmanente, es decir, que hay principios más allá de lo natural o lo físico que explican la realidad.
Concretamente, el dualismo de Platón establecerá dos principios en la realidad, el mundo de las
cosas sensibles y el de las ideas, independientes el uno del otro, al cual corresponde un dualismo
antropológico entre alma y cuerpo. Este dualismo trascendente será fundamental para la historia de
la filosofía e influirá casi sin excepción en todos los filósofos posteriores; desde su discípulo
Aristóteles, pasando por la filosofía cristiana, hasta la modernidad con Descartes, Kant, Hegel…
Desde Platón el mundo queda, por decirlo así, partido en dos, y pocos y raros serán los filósofos
que nieguen este dualismo trascendente en favor de un mundo inmanente tal cual lo concebían los
presocráticos, sobre todo a partir de la época cristiana. A partir de entonces tanto los tempranos
filósofos materialistas (que veremos a continuación), como filósofos en algún sentido panteístas
(como los estoicos, místicos y científicos como Giordano Bruno, o racionalistas como Spinoza)
serán filósofos olvidados, malditos y perseguidos. No será hasta el siglo XIX que se recuperarán
visiones materialistas e inmanentes de la realidad, en parte gracias a Hegel y a filósofos
radicalmente anti-cristianos como Feuerbach, Marx, o Nietzsche.
1.2 El dualismo metafísico: Platón (s. V/IV a.C.) y Aristóteles (s. IV a.C)

Platón Aristóteles
a) Platón formuló su teoría de las ideas con el fin de superar a) La filosofía de Aristóteles parte de la crítica a las tesis de su
las concepciones contradictorias de Parménides y Heráclito. maestro. Platón afirmaba que el mundo sensible era engañoso,
Para Platón el mundo sensible está en constante cambio, como una apariencia, y quería liberar al alma de su influjo, pues lo
decía Heráclito, pero su conocimiento es posible a partir de despreciaba. La única ciencia que se desarrolló en su academia
“algo” que no cambia, que es eterno, no material, y de fueron las matemáticas. Sin embargo Aristóteles se interesaba
naturaleza universal. Este “algo” son las ideas, las cuales tienen mucho por conocer realidades sensibles como la astronomia, la
todas las características del ser de Parménides. botánica o la zoología, pues apreciaba el mundo sensible y el
conocimiento que proporcionaba. Dio la razón a su maestro en
b) Las ideas de Platón definen el ser de cada cosa, sus que el conocimiento tiene que ser siempre conocimiento acerca
propiedades esenciales y existen realmente en un mundo aparte de algo abstracto, inmutable y universal, pero negó la radical
e independiente. El mundo material y sensible es por naturaleza separación entre ideas y cosas. Para él las ideas permanecen
cambiante, imperfecto y perecedero. Pero aunque las cosas unida a las cosas, son su forma, y para dar cuenta de su nuevo
están abocadas a desaparecer, las ideas que definen su ser no concepto elaboró la teoría de las formas.
perecen con ellas, permanecen eternas e inmutables. Por
ejemplo, aunque exista un caballo más o menos perfecto la idea b) Para Aristóteles la realidad se compone de dos principios,
que lo define en sus aspectos esenciales es perfecta (al caballo forma (morphé) y materia (hylé), de ahi que su teoría de la
puede faltarle una pata, pero a su idea, que define a cualquier forma y la materia reciba el nombre de hilemorfismo . La forma
caballo, no). Asimismo, si el caballo perece y su materia se es el principio activo, energético, que estructura y ordena la
transforma en otra cosa, no lo hace así la idea, la cual sigue materia determinando su ser o esencia; la materia es, al
siendo aplicable a cualquier otro caballo existente. Las ideas contrario, aquello que es organizado en un ser concreto a partir
son como modelos perfectos de las cosas, y estas son tanto más de la forma. Las formas son equivalentes a las ideas platónicas,
perfectas cuanto más se acerquen a ellas. La idea es aquello aunque son un principio activo, casi físico-energético, dentro de
que da forma, aspecto o figura concreta a la materia y hace que este mundo. La materia, sin embargo, permite a la forma
esta sea algo (eidos significa en griego: aspecto, forma, universal existir de manera concreta, y consiste en la mezcla de
figura). Platón cuenta en un mito que el mundo material es los cuatro elementos enunciados por Empédocles. Pero la
como una arcilla informe que es moldeada por el Dios- materia no puede existir sin la forma, ni la forma sin la materia.
demiurgo tomando como modelo para ello las ideas. Como dos caras de una misma moneda, se implican
mutuamente. Sin forma, sólo habría materia informe sin
c) En esta jerarquía metafísica que menosprecia el mundo determinación, no habría nada concreto salvo una especie de
sensible Platón va todavía más lejos llegando a afirmar que el papilla indiferenciada, pero sin materia la forma no tendría
mundo sensible es una mera apariencia. Esto lo expresa Platón elementos sobre los que actuar, sería un puro concepto, ideal,
en el mito de la caverna diciendo que las cosas concretas son sin existencia concreta.
como sombras de la verdadera realidad, las ideas, de las cuales
participan o imitan. Siguiendo este orden jerárquico, dentro del c) Así pues, Aristóteles identifica como principios básicos de la
mundo de las ideas hay una idea suprema que engloba a todas realidad los siguientes; toda cosa o sustancia se compone por
las demás, la idea de Bien. La idea de Bien no es una idea más un lado, de un sustrato material, que es su principio de
sino la esencia de toda idea. Todas las ideas son perfectas, pero individuación; por otro de una esencia, que es la forma que
la idea de Bien es la idea misma de perfección; las ideas son define sus cualidades esenciales y univesales; y por último de
inmutables y bellas, pero la idea de Bien es la idea misma los accidentes, que definen cualidades secundarias, no
inmutabilidad y belleza. Conocer la idea de Bien es la esenciales, particulares, de la sustancia (color, tamaño, lugar…)
culminación de la contemplación filosófica.
d) Aristóteles explica el movimiento de las cosas como sigue.
d) El ser humano participa en parte de este mundo de las ideas Toda sustancia se comporta de una manera determinada en
mediante su alma, la cual permite conocerlas. Los sentidos sin función de su esencia, que expresa sus potencialidades. Una
embargo nos engañan y nos atan al cuerpo. El conocimiento paloma, gracias a su esencia, puede volar, o una semilla
consiste en desviar la mirada del alma de lo sensible hacia el convertirse en árbol. Es la forma la que permite el paso de la
mundo de las ideas (salir de la caverna). De esta manera el potencia de ser o hacer algo a su realización, siendo su
alma recuerda el mundo de las ideas del que proviene y del realización el acto. El movimiento es así el paso de la potencia
cual se olvidó al encarnar en un cuerpo sensible. Conocer es, al acto en función de la forma. Asimismo, para Aristóteles todo
por lo tanto, recordar (a-letheia), volver a la patria de las ideas lo que se mueve es movido por algo, de tal manera que tiene
que alma habitó una vez. La filosofía, al igual que para los que haber algo que inicie el movimiento del universo sin ser
pitagóricos, libera al alma de la cárcel del cuerpo y de las movido. A esto lo llama motor inmóvil, o Dios, el cual consiste
reencarnaciones a las que está encadenada. en ser acto puro, por no ser particular sino universal.
1.3 Materialismo antiguo: Demócrito (s. V/IV a.C), Epicuro (s. IV a.C.) , Lucrecio (s. I a.C.)

Demócrito fue un filósofo contemporáneo de Sócrates y Platón. Por ello, aunque


habitualmente se lo considere como presocrático, no lo vamos a hacer aquí. El fué el primero de los
atomistas*. Al igual que todos los filósofos posteriores a Parménides hereda la idea de que el ser es
eterno e inmutable, aunque no acepta su tesis de que el no-ser no es, como veremos a continuación.
Asimismo se diferencia de Platón en que no acepta su dualismo metafísico, manteniendo una visión
inmanente y de la realidad en la que todo es explicado a partir de fenómenos materiales, al igual que
hacían los anteriores presocráticos. No obstante el materialismo atomista introduce una idea que lo
diferencia radicalmente del resto de filosofías presocráticas y del dualismo platónico, y esta es la
idea de azar. Para casi la totalidad de los filósofos presocráticos el mundo tiene un orden o armonía
que lo dota de belleza y perfección. Ya sea la estructura matemática de los pitagóricos, el logos de
Heráclito, el Amor y el Odio de Empédocles o el Nous de Anaxágoras… todos estos filósofos
introducen principios que dan orden y sentido al mundo, que hacen que cada cosa esté en el lugar
que le corresponde siguiendo una ley, mente o principio universal. Sin embargo para los
materialistas antiguos el mundo no tiene ningún orden, belleza o perfección. Sencillamente el
mundo es como es, fruto del azar que resulta del choque y encuentro aleatorio de los átomos. Nada
predestina que las cosas sucedan como suceden y los acontecimientos en sí mismos carecen de
sentido. Los principios fundamentales en los que se basa su filosófia son los siguientes:

a) Todo lo que existe son átomos y vacío . Parménides, pensaban, tenía razón al afirmar que el
ser es indestructible y homogéneo, pero no al negar la realidad del movimiento y la
pluralidad. Su error consistió en no ser capaz de pensar el vacío. Los átomos son, como su
* En realidad lo fue Leucipo, su maestro, aunque de él no se conserva nada e incluso se duda de su existencia.
propio nombre indica (átomos: ‘indivisible’, compuesto del prefijo privativo a-‘sin’ y
témnein ‘cortar’) los últimos elementos indivisibles de la realidad, lo que no se puede cortar
más, el ser parmenídeo. Estos átomos, sin embargo, pueden moverse gracias al vacío que les
rodea, y es este vacío (no-ser en términos parmenídeos) el que permite que existan infinidad
de átomos distintos (pluralismo) en movimiento.
b) En un principio todos los átomos caían paralelamente en el universo, pero una ligera
desviación (clinamen) inició una cadena de choques azarosos. El mundo es el resultado del
azar originado por esa desviación a partir de el cual ocurren todos los encuentros y choques
atómicos del universo.
c) Los infinitos átomos difieren entre sí tanto en forma como en tamaño, aunque todos ellos
son invisibles para el ojo humano. Los átomos están en constante movimiento y en función
de sus diversas formas y choques pueden producirse conglomerados de átomos que forman
cuerpos mayores (los átomos ganchudos se enganchan con los horadadados por ejemplo) o
disgregaciones que los separan. Todos los cuerpos que vemos son conglomerados de átomos
que en cualquier momento pueden deshacerse a causa de nuevos choques.
d) El alma humana es de la misma naturaleza que el fuego. Está compuesta de átomos
minúsculos, redondos y lisos que no permiten “enganches” con otros átomos. Es por ello
que son los más fluidos de la naturaleza. Su naturaleza fluida hace que circulen por todo el
cuerpo animándolo de vida y calor. Al morir, los átomos del alma se dispersan y pasan al
aire, hasta que vuelven a ser atrapados por otro cuerpo que los encierra. No obstante, el alma
individual como tal no persiste, desaparece y se dispersa tras la muerte.

En la imagen aparecen granos de la arena de playa ampliados por un microscopio.


Al igual que en esta imagen, los atomistas pensaban que el sustrato último de la realidad, los átomos,
tenían una variedad de formas tal que permitían, en sus combinaciones, formar toda la variedad de cuerpos
y transformaciones que observamos en la naturaleza.
2 Metafísica moderna.

Se puede decir que la modernidad en filosofía nace junto con Descartes en el siglo XVII.
Supone el fin definitivo del mundo antiguo y el nacimiento de un nuevo mundo que perdura hasta
nuestros días, llamado moderno. La modernidad es resultado de la revolución científica (iniciada
por Galileo en el siglo XVI/XVII), la aparición de nuevos regímenes económicos y sociales
(capitalismo, crisis del antiguo régimen, surgimiento del parlamentarismo, los derechos universales,
etc), y el papel protagonista de la Razón. En términos filosóficos, se produce un giro que lleva de la
reflexión del Mundo (metafísica antigua) y Dios (metafísica medieval) al ser Humano (el individuo,
sus derechos políticos, su capacidad para conocer el mundo mediante la razón, etc).

2.1 Mecanicismo y dualismo cartesiano.

Descartes (1596-1650) es el filósofo fundador de la corriente filosófica racionalista y


también abre una nueva etapa en filosofía conocida como modernidad. Su filosofía trata de dar
respuesta a los cambios que la revolución científica ha introducido tanto en la concepción del
mundo (heliocentrismo, nueva forma de entender la materia…) como en los nuevos métodos de la
ciencia (matematización y carácter experimental de la ciencia). A diferencia de los pensadores
medievales, para Descartes no es la fe la fuente última de conocimiento sino la razón, es por ello
que se le considera iniciador de la corriente filosófica racionalista e instaurador de una nueva
época filosófica, a saber, la modernidad. A partir de la modernidad la filosofía se centrará en
averiguar cuál es la base sobre la que el individuo racional tiene que fundamentar su conocimiento
para garantizar que tenga certeza. Se produce un desplazamiento de Dios y a fe hacia el sujeto y su
razón. Las principales características de su metafísica son:

1) Tres sustancias básicas. Para Descartes hay tres sustancias que explican la realidad
a. Sustancia infinita: Dios. Es el ser que posee todas las perfecciones, infinito y
creador de todo en el Universo.
b. Sustancia pensante: alma. Realidad inmaterial, inmortal, capaz de pensar, querer,
razonar, imaginar… propia de los seres humanos. Es fuente de actividad.
c. Sustancia extensa: cuerpos. Se define por ser extensa, medible y calculable. Es
inerte y pasiva.
2) Mecanicismo. La nueva concepción de la materia cartesiana elimina la vieja teoría de los
4 elementos. Ahora, no hay distinciones cualitativas en la materia, tan sólo cuantitativas
(hay más o menos materia, y eso establece las diferencias). Asimismo, el
comportamiento de los cuerpos es puramente pasivo e inerte, solo se
mueven porque algo externo los empuja. El movimiento de los
cuerpos en la naturaleza se explica como se explica el funcionamiento
de una máquina. El cuerpo humano, los animales, las plantas, los
planetas… no son nada más que máquinas más o menos complejas.
3) Dualismo alma-cuerpo. El alma es algo incorpóreo que no tiene nada en común con el
cuerpo, y a diferencia de este, puede moverse por sí misma sin que nada la mueva a ello.
Esto explica que el ser humano pueda gobernar su cuerpo mediante el alma. No obstante,
la manera en que una comunica el movimiento a otro es un misterio, ya que no tienen
nada en común. Descartes postuló una glándula cerebral (pineal) como el lugar del
encuentro entre estas dos sustancias totalmente distintas.

2.2 Panteísmo Spinozista

Spinoza resuelve ciertos problemas de la filosofía cartesiana (como por ejemplo, el de la


comunicación del alma y el cuerpo) mediante una filosofía de corte panteísta (del griego pan, todo,
y theos, Dios. Es decir, todo es Dios). Fue acusado en su época de ateísmo y amoralismo, al negar la
existencia de Dios trascendente y hacerlo equivalente al mundo. Algunos autores en el siglo XX han
querido ver en su filosofía un materialismo ateo encubierto por los problemas que le podía causar en
su época. Principales características:

a) Sólo hay una sustancia, Dios. Dios es la única “cosa” que hay, y todo lo que existe,
existe en Dios como modificaciones de él. Dios no es una persona creadora y separada
del mundo, es el mundo, o la naturaleza misma.
b) El pensamiento y la extensión son dos aspectos o dos caras de la moneda de una misma
realidad. Dios posee pensamiento infinito y extensión infinita, y los pensamientos y
cuerpos particulares no son más que partes de ese pensamiento y extensión infinita que
es Dios.
c) Por lo tanto, la mente humana es parte de la mente infinita de Dios, y el cuerpo humano
parte del cuerpo infinito de Dios. No existe el libre albedrío ni la libre iniciativa en el
alma humana, todo se rige por la necesidad divina o natural. El alma no causa los
movimientos del cuerpo, sino que coexiste con éste paralelamente. La libertad humana
consiste en conocer esta necesidad natural y adecuarse a ella.

2.3 Materialismo ilustrado

Autores como La Mettrie (1709-1751) o Holbach (1723-1789) solucionarion el problema


cartesiano de la comunicación de las sustancias eliminando la existencia de la sustancia pensante.
Para ellos, sólo existe una sustancia, la materia entendida en el sentido cartesiano mecanicista.

2.4 Espiritualismo

Otros autores como Leibniz, Hegel o Berkeley realizaron la operación contraria al


materialismo y afirmaron que la única sustancia existente es la pensante.

Así, para Hegel (1770-1831), la única realidad es el Espíritu Absoluto, el cual para
conocerse tiene que convertirse en el mundo y desplegarse a través de él. El movimiento que realiza
el Espíritu procede a partir de contradicciones que generan un proceso llamado dialéctica que
vamos a explicar a continuación. Como el Espíritu Absoluto lo es todo, sólo puede evolucionar a
partir de “pensar” y generar su contrario (negación), el mundo. Pero, asimismo, el mundo (que es lo
contrario al espíritu, materia inerte) sólo puede evolucionar y transformarse negándose a sí mismo
(negación de la negación), y esta segunda negación es diferente a la primera pues es unión o síntesis
de los anteriores elementos negados. La síntesis o unión del espíritu y la materia que surge como
resultado de esta negación de la negación es la vida, que es materia espiritualizada (animada, con
movimiento) o espíritu materializado (encarnado). Este movimiento de negación, negación de la
negación y síntesis, recibe el nombre de dialéctica, y es el principio de evolución del Universo que
tiene como objetivo conocerse a sí mismo a través del ser humano y el proceso de la historia.
2.5 Criticismo kantiano.

Para Kant el conocimiento de la razón tiene que circunscribirse a los límites de la


sensibilidad, la razón por sí misma no puede conocerlo todo, necesita que la experiencia le aporte
la materia prima de su conocimiento. No obstante las ideas principales de la metafísica (Dios, Alma,
Mundo) están más allá de lo sensible, no pueden ser objeto de conocimiento empírico, y cuando la
razón se aplica sobre ellas produce conocimientos contradictorios y falaces. Kant niega en
consecuencia que la razón pueda conocer esas ideas, pero no por ello las rechaza. Para él las ideas
metafísicas sirven para organizar el conocimiento (sirven de guía para clasificar, relacionar y
entender las experiencias sensibles), y en este sentido son un ideal a alcanzar, pues organizamos
nuestros conocimientos aspirando a conocer el Mundo en su totalidad, aunque nunca lleguemos a su
conocimiento definitivo. Dicho de otra manera, el Mundo no es una cosa que podamos llegar a
conocer, sino tan solo una idea que nos sirve para organizar nuestros conocimientos sensibles y
aspirar siempre a ampliarlos, de manera indefinida. Es decir, conocemos siempre cosas sobre el
mundo, de manera indefinida, pero nunca alcanzaremos a conocer el mundo en su totalidad, pues
éste es tan sólo una idea abstracta y regulativa de nuestros conocimientos sensibles.
3. ¿Fin de la metafísica?

Recordemos el significado de la palabra metafísica. Metafísica significa “más allá de lo


físico”, queriendo esto significar más allá de las entidades sensibles, naturales, que percibimos con
los sentidos. Los objetos de la metafísica están, debido a su grado de abstracción, más allá de lo
sensible. Y aunque en un principio los primeros metafísicos no entendían la metafísica como un
conocimiento trascendente sino más bien inmanente a la naturaleza, poco a poco se fue asociando
estas ideas con entidades trascendentes más allá de la naturaleza (Dios, alma) o con abstracciones
vacías que poco o nada nos informaban acerca de la realidad. La crítica a la metafísica iniciada con
Kant dio lugar a lo largo del siglo XIX a numerosas corrientes anti-metafísicas que negaban la
existencia de un “más allá” y la validez del conocimiento metafísico. Se inició así una crisis de la
metafísica que continúa hasta nuestros tiempos.

3.1 El positivismo

El positivismo es una corriente de pensamiento originada en el s XIX cuyo principal


impulsor es A. Comte. El positivismo parte de una absoluta confianza en la ciencia y el método
científico, el cuál es el único que puede aportarnos conocimiento. Sólo la experiencia y el método
científico pueden aportarnos conocimiento verdadero. La humanidad se desarrolla en tres etapas. En
primer lugar, busca respuestas mediante la imaginación por medio de la religión, es su etapa
infantil. En su segunda etapa abandona la creencia en explicaciones sobrenaturales para tratar de dar
respuestas racionales, es su etapa filosófica o metafísica en la cual cambia a los Dioses por
entidades abstractas. Por último, en su etapa de madurez, descubre la ciencia y su método de
observación, experimentación y matematización. El ser humano renuncia a la búsqueda de ideas
absolutas y se dedica a estudiar las leyes de los fenómenos. La metafísica es, por lo tanto, un
conocimiento abstracto y primitivo que puede ser desechado una vez ha sido superado por los
logros de la ciencia.
3.2 Crítica marxista.

Marx (1818-1883) parte de una concepción materialista de la realidad para criticar por igual
tanto las ideas religiosas como metafísicas. Según su teoría, estas ideas que nos hablan de un “más
allá” del mundo empírico y material son ideas ficticias, pero cumplen una función: cuanto más crea
el ser humano en ellas menos conoce su realidad terrenal, material, y cuanto más desconozca su
realidad terrenal menos posibilidades tiene de transformarla. De este modo las ideas metafísicas
sirven para ocultar la realidad terrenal de los hombres y este encubrimiento sucede debido a los
intereses que una clase social tiene por ocultarla. Estas ideas ficticias y abstractas son lo que Marx
llama ideología, y sirven para sostener el dominio de una clase sobre otra. De este modo, por
ejemplo, las ideas de Dios y Alma juegan un papel fundamental en el domino de la Iglesia y el señor
feudal en la época medieval ya que justifican e impiden reconocer la opresión que sufren los
siervos. Nuestra época moderna, época definida por el dominio de la clase burguesa, no está exenta
tampoco de este tipo de ideas ficticias y metafísicas que sirven para justificar el dominio de clase.
Así por ejemplo, ideas tales como el Progreso, la Libertad de Mercado, el Estado de Derecho, la
Igualdad ante la ley, en incluso la Democracia (entendida según el sistema parlamentario burgués),
etc, son ideas que ocultan la naturaleza explotadora del sistema económico capitalista y contribuyen
a sostenerlo. Para Marx el fin del dominio de clase haría innecesarias estas ficciones
compensatorias de la metafísica. En un mundo sin explotación las relaciones humanas ya no
necesitarían disfrazarse en concepciones vagas, abstractas y ficticias para justificarse y ocultarse.
No basta con decretar falsas e ilusorias las ideas de la metafísica, ha de realizarse el comunismo
para acabar con ellas.

3.3 La muerte de Dios Nietzscheana.

Para Nietzsche el fin de la metafísica supone el fin de todos los valores trascendentes, es
decir, el fin de todo lo que está más allá de la vida. Esto lo expresa Nietzsche diciendo que “Dios ha
muerto”, entendiendo por ello que todo lo trascendente ya no tiene valor, incluyendo también la
Moral y la Verdad. Todas las ideas metafísicas inventadas por el ser humano sirvieron para soportar
el sufrimiento de la existencia, inventando para ello un “más allá” de la vida consolador y
anestesiante. Esta labor comenzó con la filosofía de Platón con su teoría de las ideas, continuó con
el cristianismo, y sigue presente en las ideas modernas que entronan a la Verdad y el método
científico como nuevo altar de un nuevo Dios (la Ciencia) al que el ser humano entrega todos sus
esfuerzos y sacrificios. Sin embargo, Nietzsche propone una nueva visión del mundo en la que lo
más importante son la vida y sus necesidades, sin ningún tipo de huida hacia algún pseudo-mundo
más allá de éste. A la vida no le interesa la verdad o la moral, le interesa la salud, la vitalidad, el
poder, el dominio y el instinto. Tras el fin de la metafísica (muerte de Dios), el ser humano
experimentará una transformación radical nunca antes vista, algo que le llevará a superarse a sí
mismo para dar lugar a algo nuevo: el superhombre. El superhombre sabe que todas las verdades
metafísicas eran ficciones creadas por el ser humano ante las que se plegaba como si fuesen ídolos.
El ser humano no era consciente de su poder creador y por eso se sometía a sus propias creaciones
de manera inconsciente. El superhombre, al contrario, se sabe capaz de crear, y más que un filósofo
siervo de la verdad se convierte en un filósofo artista, un filósofo que crea aquellas formas de
entender la vida que más la fomentan o potencian. Para el nuevo superhombre la verdad y la moral
son asuntos secundarios, Dios ha muerto y lo único importante es este mundo, el único que existe.

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