El tiempo en Mesoamérica: Resumen

Una de las características destacables de los pueblos mesoamericanos es su

obsesión por el lujo del tiempo. Su sistema calendárico existe por lo menos desde
el siglo VII a. C; hasta la conquista española hubo un único sistema de computo
de tiempo, aunque con algunas variantes en su complejidad, siendo los mayas
quienes elaboraban los sistemas de cómputo y registro del tiempo más elaborado.
El calendario mesoamericano estuvo basado en la idea de la materialidad del
tiempo. Es decir, ciclos que cumplen una función diferenciada por su cometido en
la tierra; cada ciclo explicaba la regularidad de la naturaleza. En los cuatro arboles
se vertían las corrientes de los distintos ciclos, que a su ves se ajustaban entre sí
para formar ciclos mayores. La combinación de ciclos es posible al sistema de
numeración posicional.

Esta obsesión se debe principalmente a una comprensión del tiempo como una
acción transformadora de los hombres sobre la naturaleza; esta obsesión se
presentaba en las comunidades campesinas y que fue aprovechada por la clase
gobernante, por lo que fue relacionado con el acrecentamiento del dominio político
y el desarrollo de las instituciones.

Era el tiempo de los dioses el que origina el tiempo del hombre y sus flujos.
Podían dividirse en un periodo de trascendencia y otro de trascendencia divina;
cuando los dioses actúan desenfrenadamente se convierten en lo que se crea
como tiempo del hombre, en el ámbito divino existen simultáneamente todas las
posibilidades de la existencia.