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De la educación a distancia a la hibrida 4 elementos

claves
Introducción
La pandemia de COVID-19 llevó al cierre repentino de las escuelas de América
Latina y el Caribe, trasladando la educación a los hogares. Al 20 de abril de
2020, el 95% de los estudiantes, cerca de 166 millones de alumnos, no asistía
a clases presenciales1. La educación a distancia, en este caso de emergencia,
y, particularmente, la educación mediada por tecnología, se convirtieron de la
noche a la mañana, en grandes protagonistas de los sistemas educacionales. A
pesar de que la educación a distancia ya se había convertido en una tendencia
antes de la pandemia2, su uso se disparó a raíz del COVID-193. Sin embargo,
pasada la emergencia inicial, las soluciones educativas para la nueva
normalidad están aún por definirse. Mientras se mantengan los requisitos
actuales de distanciamiento social se ampliará o mantendrá el uso de
educación a distancia y/o semipresencial, con la posibilidad de que algunos
cambios sean permanentes. Frente a este panorama, los países de la región
deberán responder a múltiples preguntas. ¿Cómo afectarán estos cambios a
los aprendizajes? ¿Se ampliarán las brechas de aprendizaje entre distintos
grupos de alumnos? ¿Cómo impartir enseñanza a distancia de manera
adecuada? Esta nota resume los principales hallazgos de la literatura científica
sobre los efectos de la educación a distancia y semipresencial en el
aprendizaje de los alumnos. Nuestro objetivo es ayudar a los gobiernos
nacionales y subnacionales a tomar decisiones informadas durante la
pandemia de COVID-19 y en la post pandemia, que estén basadas en la
evidencia de manera que les permita, por ejemplo, anticipar los efectos de los
distintos modelos de presencialidad en las brechas de aprendizaje y decidir en
qué alumnos focalizar recursos.

La conveniencia y la pertinencia de la educación a distancia ha sido


repetidamente discutida y analizada por expertos. Los argumentos a su
favor indican que la educación a distancia puede: 1) masificar el acceso a
educación de buena calidad5; 2) reducir el coste por alumno de la educación6
o el precio de la educación superior en instituciones no selectivas7; y 3) permitir
a los alumnos seguir los cursos a su ritmo8. Una de sus mayores ventajas es la
flexibilidad, que permite a los alumnos seguir el curso en cualquier lugar y en
las horas que más les convenga9. Gracias a la flexibilidad que ofrece la
educación a distancia, poblaciones que típicamente no podría continuar
educándose por responsabilidades familiares o laborales pueden avanzar en
sus trayectorias educativas Sin embargo, la educación a distancia no solo
presenta beneficios. Algunas de sus desventajas son: 1) tiene altas tasas de
abandono10, 11; 2) supone la pérdida de elementos de socialización que son
importantes para desarrollar habilidades socioemocionales o para desarrollar
redes sociales que puedan ser relevantes en el mercado laboral; y 3) puede
aumentar brechas en aprendizaje entre distintas poblaciones12, 13,14 debido,
entre otros, a diferencias estructurales correlacionadas con la efectividad de la
educación a distancia o diferencias en el acceso. Esta nota revisa la evidencia
existente sobre tres modalidades educativas definidas según la localización del
alumno y del docente: educación presencial, educación a distancia o remota y
educación semipresencial. Como no existe una definición universal de estos
términos, en la tabla 1 se presentan las definiciones utilizadas en esta nota
para clasificar la evidencia y comparar los resultados.
Definiciones de los distintos tipos de educación utilizadas según la
ubicación del alumno y del docente.
Educación presencial Tipo de enseñanza tradicional. La totalidad de las
clases son impartidas por docentes en persona en un espacio exclusivo para la
educación. El docente y el alumno se encuentran en la misma ubicación.
Educación a distancia o remota Tipo de enseñanza en la cual los docentes,
los alumnos y las aulas están separados, generalmente por distancias físicas
significativas. Se utiliza una variedad de canales, por ejemplo, educación en
línea, televisión, radio, podcasts o medios impresos. Puede ser sincrónica o
asincrónica. Ejemplos: i) Clases retransmitidas por podcast, radio o televisión.
Ej.: Telesecundaria en México; Plaza Sésamo. ii) Cursos en línea: cursos
impartidos a través de plataformas en línea digitales mediante videos y
contenido específico. En la mayoría de los casos, es asincrónica, los
estudiantes pueden decidir cuándo conectarse. Puede tener soporte de tutores
virtuales.. Incluye Cursos Masivos de
Educación Abierta en Línea (MOOCs por su sigla en inglés). Ejemplo:
Coursera. iii) Docentes a distancia para estudiantes reunidos en aula
presencial: El docente imparte las clases remotamente a estudiantes que
asisten a la escuela en un espacio adecuado y exclusivo para la educación. En
general, un tutor en persona ayuda a los estudiantes. Ejemplos: Centro de
Medias en Pará, Brasil y Ceibal en Uruguay.
Educación semipresencial Tipo de enseñanza que combina prácticas
educativas, clases y/o ejercicios de manera presencial y a distancia, en
general, mediada por tecnología16. Ejemplos: i) Acamica, Bedu. ii) Flipped
Classrooms en las que el componente fuera del aula se realiza mediante
herramientas tecnológicas, por ejemplo, con vídeos de clases teóricas La
educación a distancia es menos efectiva que la presencial y semipresencial.
Sin embargo, la educación a distancia representa peores resultados en
aprendizaje, tanto frente a la educación presencial como frente a la
semipresencial 22 Para asegurar que todos los alumnos pueden acceder a la
educación a distancia o semipresencial mediada por tecnología, es necesario
que dispongan de una buena conexión a internet y de un dispositivo electrónico
que les permita acceder a los materiales educativos.
La educación presencial y semipresencial genera, según la evidencia,
mayores niveles de aprendizaje que la educación a distancia.
En un momento histórico en el que la educación se ha movido masivamente a
modalidades a distancia, es necesario entender cuáles son las ventajas y
desventajas de opciones educativas con distintos niveles de interacción
presencial. Una revisión de la literatura muestra que recibir educación a
distancia es mejor que no recibir ningún tipo de educación pero que, ante la
posibilidad de participar en educación presencial o semipresencial, estas dos
opciones suponen mayores niveles de aprendizaje para los alumnos que la
educación a distancia. A nivel terciario, la educación presencial y la educación
semipresencial parecen conseguir niveles similares de aprendizaje, lo que abre
la posibilidad al uso de modalidades semipresenciales mientras sea necesario
mantener distancia social. Una de las principales desventajas de la educación a
distancia y de la educación semipresencial mediadas por tecnología es que
parecen aumentar las brechas de aprendizaje entre alumnos de nivel
socioeconómico más desaventajados o estudiantes con menos habilidades
iniciales. El aumento de brechas es especialmente preocupante en América
Latina y el Caribe, dadas las altas diferencias en el acceso a dispositivos,
internet y programas virtuales.
Mientras el escenario sanitario sea más complejo, las actividades educativas se
desarrollarán mayoritariamente de manera remota, aprovechando los
beneficios de la tecnología para simular el proceso de enseñanza-aprendizaje,
dejando para situaciones justificadas y debidamente autorizados el desarrollo
de actividades formativas de manera presencial, priorizando aquellas
necesarias para alcanzar el perfil de Titulación y que por sus características no
pueden desarrollarse de manera remota. También se considerará la posibilidad
de desarrollar actividades para la vida universitaria de manera presencial,
siendo estas aquellas que respondan a las necesidades de los estudiantes en
el primer ciclo. Con el fin de contribuir en este proceso de retorno progresivo, la
institución impulsa como alternativa el formato de clases híbridas,
implementado para ello salas habilitadas tecnológicamente para desarrollar
actividades presenciales, que responden a las restricciones de distanciamiento
físico o aforos obligatorios para los espacios de presencialidad. El formato de
clases híbridas en la Universidad de La Frontera, se define como aquel donde
las actividades de enseñanza-aprendizaje se desarrollan de manera simultánea
para un grupo de estudiantes que asiste de manera presencial, y otro que
participa de forma remota, gracias a la tecnología empleada en la habilitación
de un espacio físico para estos fines, que permite que la sesión se desarrolle
con la interacción entre estas dos audiencias y el o la docente. Las actividades
en formato de clases híbridas deberán contar con la autorización de la
Comisión de Retorno Paulatino del Pregrado (Res. Interna VIPRE N° 236, 11
nov 2020) y por el Comité de Contingencia Sanitaria UFRO, quienes evaluarán
y autorizarán las solicitudes de las carreras, en coherencia con el Plan Paso a
Paso del MINSAL, considerando los protocolos institucionales y las
recomendaciones del Ministerio de Educación y del Consorcio de
Universidades del Estado de Chile (CUECH). La implementación de
experiencias educativas bajo este formato híbrido constituye un gran desafío
para la institución, y por ello, diferentes equipos están trabajando para proveer
las condiciones técnicas, tecnológicas, y de soporte para el buen desarrollo de
estas experiencias.
En modalidad mixta el formato presencial podrá desarrollarse en formato
híbrido. Este formato es desarrollado por un docente en un espacio físico
habilitado tecnológicamente para tal fin, quien realiza la clase de manera
simultánea para un grupo de estudiantes que asiste de manera presencial y
otro que participa de forma Enseñar y aprender en clases en formato híbrido
IMPLEMENTACIÓN DE CLASES HÍBRIDAS remota. De este modo, la sesión
se desarrolla con la interacción entre estas dos audiencias, y él o la docente.

La nueva educación híbrida

La pandemia al imponer una distancia física en los sistemas educativos, y


especialmente en los niveles de educación superior, impulsó nuevos procesos
educativos al promover un traslado desde la educación presencial tradicional
hacia nuevas formas de educación mediadas por internet y con ello a una
educación híbrida al ampliar la diversidad de formas digitales de acceso a la
educación. Tal proceso se produjo gracias a la generalización de aplicaciones
que permiten una educación virtual sincrónica a través de internet, que
aumentan opciones en la educación a distancia y, por ende, las
multimodalidades en la educación digital; sentando las bases de un nuevo
modelo educativo de carácter híbrido como formato derivado de las tendencias
en curso a una sociedad digital y de la diferenciación de modalidades digitales.
Ello reforzó tendencias existentes hacia la diferenciación e individualización de
la educación con mayor empuje hacia la educación digital. Esta
macrotendencia se refuerza ya no solo por costos o prestaciones, sino en un
escenario monopólico, pero también por el avance de un nuevo paradigma
educativo. En el presente ensayo, se busca analizar desde diferentes vertientes
el impulso del pasaje: desde los formatos de enseñanza presenciales a los
formatos de enseñanza digitales, que en este contexto asumen formas donde
se combinan lo sincrónico y lo asincrónico en entornos digitales y que
definimos como híbrida.

El escenario actual por el que atraviesan los sistemas educativos de América


Latina y el Caribe (ALC), derivado de la pandemia de la COVID-19, requiere de
modelos híbridos que propicien la formación de estudiantes con conciencia
mundial, que puedan enfrentar y participar en la resolución de los desafíos
globales actuales y contribuyan a la construcción de un mundo más justo,
pacífico, tolerante, inclusivo, sostenible y seguro, a través de la participación y
la búsqueda de soluciones a los problemas de su entorno y su comunidad. Sin
embargo, para alcanzar esta meta se encuentran obstáculos derivados de la
heterogeneidad estructural que ha persistido históricamente en la región,
coexistiendo zonas que tienen altos índices de desarrollo donde una educación
en modalidad híbrida sería de fácil instauración, con otras zonas que, debido a
la situación de vulnerabilidad por la que atraviesan, no cuentan con servicios
elementales para su implementación, tales como el acceso a internet o la
electricidad. Tras un cierre generalizado de escuelas en 2020 y una apertura
gradual de estas en 2021, la educación en un formato híbrido se ha convertido
en una necesidad, situación inédita a la que actualmente alumnos y maestros
se están adaptando Esto genera una nueva problemática, es decir, un déficit de
contenido educativo que quedó evidenciado durante la pandemia, por ello se
sugiere que, si la educación lograra empatar al entretenimiento, se lograría un
gran avance, para ello se requiere una conectividad significativa con fines
educativos, acompañada de dispositivos, contenidos y habilidades. Así mismo,
se requieren algunos otros cambios como convertir a los estudiantes en
agentes de su propio desarrollo educativo, apostar por la flexibilidad y el
liderazgo, esto necesariamente requiere que:

1) Exista un modelo educativo basado en la incertidumbre y no en la


predictibilidad.

2) Docentes creadores de conexiones y significados, capaces de transmitir


confianza y seguridad y que no se limite únicamente a transmitir conocimientos,

3) Reforzar la colaboración como principal método de aprendizaje por medio de


la curiosidad en estrecha colaboración con los docentes, la familia y los
compañeros de estudios.

El aprendizaje híbrido es un método de enseñanza que combina la educación


a distancia con lo mejor de la instrucción presencial para lograr que la
educación sea asequible a un mayor número de estudiantes (autoría propia).

Por lo tanto, el aprendizaje híbrido no es algo nuevo. La “Educación a


Distancia” es un término mundialmente aceptado en el año 1982 por el
International Council for Distance Education. Lleva implícita la separación física
entre docentes y estudiantes, donde la comunicación como la interacción entre
ellos, están mediadas

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