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REVISTA Nº 1

EDICIÓN 2021
CRÉDITOS

Revista Justicia Constitucional y Género


Gestión 2021

MSc. Paul Enrique Franco Zamora


Presidente
Tribunal Constitucional Plurinacional

Edición general: Unidad de Investigación

Se permite la reproducción total y parcial de este documento, siempre y cuando


se solicite autorización o se ponga el nombre del autor como fuente.

Depósito legal: Nº x-x-xx-xx xx - 2021


3 - 1 - 130

Las opiniones vertidas en los presentes artículos son de exclusiva


responsabilidad de los autores
ÍNDICE
Pág.
Pilares para la construcción de una agenda
jurisdiccional en género
Paul Enrique Franco Zamora........................................................ 1
Impartir justicia con perspectiva de género;
el género en el Órgano Judicial y
Tribunal Constitucional Plurinacional
Olvis Egüez Oliva..........................................................................15
Acceso a la propiedad agraria para las mujeres
Karem Lorena Gallardo Sejas ......................................................33
Medidas cautelares
Peligro efectivo para la víctima en delitos de carácter sexual
René Yván Espada Navía ..............................................................49
Sobre el primer reconocimiento de la unión legal
de las personas del mismo sexo en Bolivia
Juan Carlos Berrios Albizu...........................................................59
La Transversalización de Derechos Humanos y
género en el Órgano Judicial
Dolka Vannesa Gómez Espada..................................................... 75
Género y justicia
Jinky Irusta Ulloa..........................................................................81
PRESENTACIÓN

A nivel internacional, la larga lucha reivindicadora de las mujeres y


de las organizaciones de mujeres indígenas originarias campesinas,
promovidas en búsqueda de ejercer sus derechos en igualdad de
oportunidades, fueron legitimando la convicción de eliminar toda
forma de discriminación y violencia. A pesar de obtenerse avances
y logros, queda abierto el debate y compromiso internacional de
modular o reconstruir un modelo social más equitativo, igualitario
y no discriminatorio, considerando que la violencia ejercida contra
las mujeres representa un problema global que golpea a la sociedad
en su conjunto y es el sistema judicial una de las respuestas para la
protección oportuna de los derechos fundamentales.

Los organismos internacionales de protección a los derechos


humanos de las mujeres y los Estados partes, demuestran su
compromiso de asumir acciones y medidas que coadyuven a
erradicar la discriminación o trato diferenciado negativo hacia las
mujeres, obligación ésta que trasunta en la investigación científica
de procesos o fenómenos relacionados con la temática de Derechos
Humanos y Género.

Las páginas de la presente REVISTA denominada JUSTICIA


CONSTITUCIONAL Y GÉNERO, cotejan diferentes temáticas
desde los pilares para la construcción de una agenda jurisdiccional
en género, el impartir justicia con perspectiva de género, enfocando
-asimismo y de manera muy académica- la verdadera dimensión
del acceso de la mujer a la propiedad agraria. Del mismo modo,
se desarrollan contenidos absolutamente coyunturales como la
violencia de género, reconocimiento de la unión legal de las personas
del mismo sexo en Bolivia y, finalmente, puede apreciarse un análisis
de la transversalización de los derechos humanos y género dentro el
Órgano Judicial, recayendo en una visión externa de la situación de
la mujer y la justicia.
La presente publicación constituye, además, un trabajo coordinado
entre dos instituciones que, al aunar esfuerzos, favorece al desarrollo
intelectual e investigativo, reuniendo aportes no sólo del Tribunal
Constitucional Plurinacional, sino también de autoridades del
Órgano Judicial y expertos externos, que fortalecen su contenido
literario al otorgarse un enfoque con mayores dimensiones internas
y colaterales de la problemática.

La labor jurisdiccional y los estándares de juzgamiento con


perspectiva de género, son parte indisoluble del dictado de decisiones
justas, oportunas, en igualdad de condiciones y sin dilaciones;
las contribuciones academicistas desglosadas, posibilitarán una
mayor interacción en la administración de justicia, convirtiéndose
en el soporte pedagógico de soluciones jurídicas integrales entre
actores procesales y coadyuvante al foro judicial boliviano.

Por consiguiente, la REVISTA JUSTICIA CONSTITUCIONAL


Y GÉNERO se encuentra destinada a estudiantes, abogados,
juzgadores, así como público interesado, pues refleja el fiel
cumplimiento de compromisos y tareas institucionales tendientes a
forjar una moderna doctrina constitucional boliviana, a través del
entorno académico que visualiza una mejor y mayor empatía con la
temática Género.

MSc. Paul Enrique Franco Zamora MSc. Karem Lorena Gallardo Sejas
PRESIDENTE PRESIDENTA
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL COMITÉ DE GÉNERO DEL O. J. y
PLURINACIONAL T. C. P.
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Pilares para la construcción de una agenda


jurisdiccional en género
Paul Enrique Franco Zamora


Presidente del Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia.
1
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

Pilares para la construcción de una agenda jurisdiccional en


género
Paul Enrique Franco Zamora

Resumen

El espíritu axiológico del constituyente boliviano y listado de


valores insertos en la Constitución Política del Estado (CPE),
inspiran un acceso integral y equitativo en la administración
judicial. Los sesgos patriarcales en razón de género, fueron
advertidos en decisiones judiciales y pretenden superarse con una
herramienta metodológica-legal de proceso argumentativo,
denominada juzgamiento con perspectiva de género.

La incorporación de esta categoría jurídica al interior de las


jurisdicciones del territorio patrio, tuvo auge con la aprobación del
Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género, documento que
encomienda al aparato judicial boliviano una minuciosa labor de
análisis, interpretación y valoración de las subsistentes diferencias
entre mujeres o varones para, en definitiva, desde el despacho
judicial erradicarse las brechas de marginalidad, ocasionadas por
conductas que fomentan la desigualdad o suscitan actos de
discriminación.

En calidad de apoyo científico y con soporte pedagógico, el


presente artículo proporciona a las autoridades del sector justicia o
los correspondientes juzgadores -en sus diferentes niveles- así como
actores clave del procedimiento judicial, un conciso catálogo de
sugerencias y recomendaciones constituidas en pilares, que incitan
la construcción de una respuesta de actuación llamada agenda
jurisdiccional.

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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Con los criterios expuestos, pretende mitigarse el impacto negativo


de las relaciones desiguales y optimizarse la imagen desplegada
entre operadores jurídicos; la proyección y dictado de resoluciones
judiciales innovadoras, debe revestirse del concepto de equidad y
garantizarse la perspectiva de género. Bajo los parámetros
disgregados, es posible una reingeniería jurisdiccional en temáticas
de género y su aplicación en estrados de justicia, por cuanto, una
agenda está fundamentada en mecanismos integrados de acceso a la
justicia y aplicación efectiva de la ley.

Palabras clave

Agenda jurisdiccional, buenas prácticas, clínica jurídica, formación


sistémica de la judicatura, integración normativa, paradigma
educativo.

Desarrollo

En términos generales, por agenda jurisdiccional se entiende un


conjunto de acciones y estrategias que -a través de una propuesta
metódica- orientan la formación de escenarios laborales, donde el
administrador de justicia perfecciona sus habilidades y optimiza el
desempeño de atribuciones, en el marco de situar al sector judicial
con márgenes de democratización.

La definición de tareas a corto o largo plazo podrá insertarse en una


agenda de género, en la medida en que su impacto resulte
provechoso hacia juzgadores y beneficie al universo litigante.
Empero, la construcción de una agenda jurisdiccional, no implica
ejecutar actividades aisladas, coyunturales o improvisadas;
máxime, requiere una ruta judicial de implementación gradual del
concepto de género u otras acepciones vinculadas a su aplicación,
frente a cualquier conflicto jurídico-legal.
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ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

En las páginas que siguen, se detallarán tres pilares integrados y


colectados en el sistema judicial boliviano, para luego enriquecerse
con la experiencia comparada de otros países, que -en idénticas o
similares condiciones- adoptaron el concepto de perspectiva de
género en ambientes jurisdiccionales.

Buenas prácticas de la judicatura en materia de género

La praxis jurisdiccional es fuente de experiencia cotidiana toda vez


que, frente a situaciones atípicas o escasamente regladas, le
permiten al juzgador adoptar soluciones oportunas en respuesta al
universo justiciable.

El cumplimiento de los compromisos jurídicos a nivel


internacional, justifican la aplicabilidad de estándares
convencionales (normativos y jurisprudenciales) en materia de
género; no obstante, las buenas prácticas no se hallan insertas en
una norma jurídica específica, sino emergen de la impartición de
justicia mediante un cambio cultural del despacho propiamente
dicho, razón justificada para compartirse ciertas rutinas y
costumbres en el juzgamiento de género entre los integrantes de un
determinado foro legal.

Verbigracia, en el trabajo jurisdiccional no solamente interviene el


juzgador, también participan actores clave del procedimiento y
tramitación judicial; de allí que, en las labores de cualquier
despacho judicial, es identificada una tarea indispensable a
agendarse, pues la formación y capacitación sobre juzgamiento con
perspectiva de género quedó -en mayor proporción- dirigida a
juezas o jueces, olvidándose del resto de personal. La inducción en
temas de género, representa igualmente la puesta a disposición de
herramientas al cúmulo de servidores públicos del sector justicia;
como buena práctica puede adoptarse, por una parte, la formación
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

sistémica del personal en la judicatura y, por otra, la coordinación


conjunta de acciones jurisdiccionales con el resto de instituciones
ligada al ámbito judicial.

La formación sistemática conlleva que oficiales de diligencia,


auxiliares, secretarios, letrados, asistentes, jueces, vocales,
magistrados u otro personal de su dependencia, se conviertan en una
estructura sistemática de aprendizaje en temas relacionados a
género. La principal tarea de este pilar, constituye la sensibilización
en los integrantes de la estructura; por ejemplo, en el personal de
apoyo jurisdiccional que –por sobradas razones no emite la
resolución, pero coadyuva en la tramitación procesal– debe
concientizarse elementos básicos de ciertos casos, en los que sea
viable la aplicación de la perspectiva de género.

Per se, cuando se susciten problemas legales referidos a


discriminación u otros estereotipos relacionados, la juzgadora o el
juzgador tienen por misión compartir entre sus dependientes los
alcances normativos y jurisprudenciales, para que –en un futuro–
dicho personal goce de una ruta reflexiva en género, al momento de
emitirse la respectiva resolución. En base a este pilar preliminar de
inducción, la temática de género dejará de verse como atribución
exclusiva del operador de justicia, más al contrario, se transformará
en un insumo de aprendizaje de la judicatura, resultando relevante
los contenidos prácticos de género, desde el primer contacto del
personal jurisdiccional con el trámite y expediente.

Para este cometido, es de capital importancia la organización y


ejecución de reuniones de trabajo internas en cada juzgado o
despacho, conjuntamente de preverse encuentros inter-
jurisdiccionales, con finalidad exclusiva de socializarse los alcances
y aplicabilidad de la perspectiva de género; reservando en
anonimato los datos de quienes intervienen en el proceso, el
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ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

operador de justicia puede –en rasgos generales– explicar al cúmulo


de oyentes las bases jurídicas en las que sostiene su resolución, y
cotejarse los criterios del resto de abogados que componen un foro
jurídico.

Con este tipo de iniciativas, es viable la compilación y


sistematización de buenas prácticas de juzgamiento, a colectarse en
documentos académicos públicos de difusión, por cuanto:

“…la perspectiva de género implica reconocer, identificar,


la situación de desigualdad y discriminación de hombres y
mujeres en la sociedad, así como la de algunas mujeres en
relación con otras, y asumir la necesidad de desarrollar
acciones concretas para transformarla, esto es, acciones
que apunten a la igualdad, en el caso concreto, desde las
decisiones judiciales, de ahí la importancia del Cuaderno
de Buenas Prácticas, como una herramienta de apoyo
permanente en esta tarea…”(Arbeláez de Tobón & Ruíz
González, 2018).

Ahora bien, respecto a la coordinación conjunta de acciones


jurisdiccionales, es prudente referirse a la participación de las
variadas instituciones gubernamentales, que tienen a su cargo la
atención a la población afectada por problemas judiciales.

En Bolivia acontece un fenómeno muy paradójico, que limita un


avance hacia una sociedad más justa y equitativa; si bien subsisten
capacitaciones frecuentes y constantes eventos de concientización,
los servicios judiciales se encuentran limitados en la coordinación
de actividades jurisdiccionales con el juzgador, pues –muchas
veces– se torna complejo lograr un acercamiento consensuado entre
todas las entidades del sector judicial y que obtengan resultados
benéficos para la sociedad que clama justicia, evitándose la llamada
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

re-victimización y apuntalándose a una resiliencia positiva en


quienes acuden a estrados judiciales.

Programarse labores jurisdiccionales conjuntas del juzgador junto


al Ministerio Público, el Servicio Legal Integral Municipal (SLIM),
la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), la
Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA), el Servicio
Integrado de Justicia Plurinacional (SIJPLU), el Servicio
Plurinacional de Asistencia a la Víctima (SEPDAVI) u otros de
similares características que fortalezcan la temática de género,
tendrá como efecto el establecimiento de un status de protección,
tutela y debida atención hacia la población. Con esta previsión, el
sistema judicial boliviano concebirá un pilar inter-
institucionalizado de servicio a la población litigante, siendo
incuestionable el rol que cumple la administración de justicia en
temas de género, habida cuenta que:

“…Se hace, por ello, imprescindible aunar esfuerzos en


protocolizar líneas de actuación que fijen parámetros de
actuación necesarios para homologar la respuesta judicial
a las víctimas que acuden a la justicia en demanda de la
protección y atención correspondiente…”(Consejo General
del Poder Judicial (España). Grupo de Expertos en Violencia
Doméstica y de Género, 2018).

Integración normativa con criterios constitucionalizados de


género

El nacimiento de un nuevo modelo estatal requiere –para su


correcto funcionamiento o consolidación– de un cúmulo normativo
propio y acorde a los principios, valores y fines con los que fue
concebido el Estado y que, por mandato constitucional, se estipulan
en esa frecuente consigna de evitar la irradiación de normas
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ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

extranjeras en un país altamente competitivo y que bien podría


convertirse en la fuente primaria de la anhelada reingeniería jurídica
plurinacional.

Bajo estos argumentos, surge en Bolivia la necesidad de proyectar


leyes, normas, decretos, y, en preferencia, diseñar sistemas
normativos plurinacionales con criterios constitucionalizados de
género. La tarea de operativizar un sistema judicial permite que el
legislador -en su conjunto- conozca las prerrogativas de género y
figuras legales congruentes con la realidad jurídica nacional; para
conceptuar el término de género en las diferentes esferas
jurisdiccionales, es necesario apostar por la integración normativa,
sin desmerecerse el compilado normativo que fuese impulsado en
distintas etapas históricas, a efectos de reducirse la desigualdad y
discriminación.

Basta contemplar que el ordenamiento jurídico -en vigencia-


adolece de llamativas incoherencias e institutos legales
incongruentes con el juzgamiento de género; a ello, se suma que la
administración de justicia aún sostenga patrones patriarcales
heredados. De hecho, en la integración jurídica de género, sobre las
normas y procedimientos incide el concepto de justicia plural y
goza de una exigencia mediática, donde el conjunto normativo
plurinacional es pasible a adecuarse a la realidad social, evitándose
que el legislador sea un sencillo elemento del aparato legislativo y
pase a personificar un factor de cambio de paradigma en la
aprobación de leyes nacionales, con enfoque y perspectiva de
género.

En rigor, la integración normativa posee un principal objetivo a


agendarse jurisdiccionalmente; es decir, los parámetros en los que
se promocione la perspectiva de género deben idearse -de forma
conjunta y coordinada- entre todas las instancias gubernamentales
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

y cuánta entidad estatal exista; así pues, adoptarán la calidad de


partícipes en la formulación de normas jurídicas integrales.

De esta forma, se concibe que la proyección normativa en materia


de género sea catalogada como una labor integral, pues a momento
de dictaminarse normas de alcance nacional será analizada, con
carácter preferencial, la incidencia legal y jurisdiccional que ésta
pudiera perpetrar sobre los demás sistemas normativos y el propio
operador de justicia.

Valga la pena remarcar que, cada una de las normas que tiendan a
aprobarse en el Estado Plurinacional de Bolivia tendrán que
concordarse con el resto del cúmulo normativo y evitar
contradicciones en los restantes sistemas que regulan las ramas
jurídicas; en temas de género, prevalecerá un control de
convencionalidad, por el que el Derecho Doméstico represente fiel
expresión de los mandatos consignados en el Derecho
Internacional.

La correspondencia entre políticas, planes, programas y otras


estrategias jurídicas relacionadas a género con la ya nombrada
realidad nacional, permite que la integración normativa ingrese al
Estado boliviano; entonces, la formulación y proyección de leyes
con contenidos de género tomará en cuenta, por una parte, los
problemas y principales dificultades que se originan en la
administración judicial cuando se advierte sesgos de discriminación
y, por otra, intentará articular soluciones con un enfoque
plurinacional para que -en tono congruente- el sistema normativo
idealizado en materia de género, responda a la realidad social
boliviana.

De lo contrario, continuaremos ante un Estado que no erradica los


problemas de género enraizados en la justicia, pues se aboca en
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ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

adecuar la conducta social a simplemente leyes que resuelvan –con


carácter momentáneo– los malestares discriminatorios en territorio
boliviano:

“…En muchos países, la aplicación efectiva de políticas y


leyes de protección de los derechos de la mujer se ve
limitada por prácticas culturales profundamente
arraigadas, la falta de conciencia legal, el acceso
restringido a los tribunales y la falta de recursos. (…) . En
estos casos, la intervención efectiva para mejorar la
condición jurídica de la mujer debe incluir no sólo reformas
legislativas sino también los pasos necesarios para cubrir
la distancia existente entre la ley y la costumbre…”(Cotula,
2007).

Por este motivo, con la finalidad exclusiva de lograr una visible


innovación judicial en género y una proyección de leyes beneficiosa
en el país, urge constituir una íntegra conexión entre los actores
procesales, el universo litigante, instituciones de administración
judicial, entidades de servicio extrajudicial, mecanismos de
solución al conflicto en general y otros factores, que sumados
originan la integración normativa plurinacional con enfoque de
género.

Paradigma educativo y clínica jurídica especializada en género

El proceso de enseñanza y aprendizaje en materia de género, aspira


a convertirse en un pilar esencial en la agenda jurisdiccional con
una dimensión práctica, que elimine estereotipos relativos a género;
en la actualidad prima la simple reflexión académica sobre
apartados sustantivos o adjetivos de la norma, desembocándose en
una cultura totalitaria del litigio judicial.

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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Lastimosamente, prevalece un modelo universitario reticente a


contenidos temáticos con enfoque o perspectiva de género,
debiendo las Facultades de Derecho o Ciencias Jurídicas
pertenecientes al Sistema de la Universidad Boliviana (SUB) y de
la Asociación Nacional de Universidades Privadas (ANUP) de
Bolivia, iniciar gestiones de reforma y adecuación de sus planes de
estudios para -emergente de una reflexión constructivista-
facilitarse la inserción de preceptos de género en las diferentes
asignaturas procesalistas, acompañándose de una sólida base
teórica y una extensión práctica.

Ergo, los problemas que invaden con la falta de implementación de


género, se ven mutilados con el carácter litigioso de abogados; su
formación casi nula sobre juzgamiento en perspectiva de género, es
un factor de tantos, para que su pensamiento litigioso le imponga la
única obligación de acudir a juicio. La cultura y praxis litigiosa
aumenta día a día, pues a pesar de contar con iniciativas de
consolidación del enfoque de género, el ciudadano desconoce los
alcances; la solución al problema de difusión podría contemplar una
adecuada pedagogía jurídica, en la que la población boliviana se
eduque, a título de conocer las ventajas y prerrogativas de acudirse
a criterios argumentativos en género.

Empero, no sólo la enseñanza jurídica debe ser parte de la agenda,


también, tendrá que perfeccionarse el perfil del juzgador y todo
actor del procedimiento jurisdiccional; habrá que regular la
inserción de género en los planes curriculares de las Unidades de
Capacitación Académicas del sector justicia. Entonces, para lograr
una correcta interpretación y aplicación de la perspectiva de género,
apremia que las entidades de formación judicial puedan regularizar
y actualicen sus contenidos académicos, desde un enfoque de
procurar abogados con mentalidad diversa de asumir la naturaleza

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ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

jurídica del enfoque de género y no así profesionales procesalistas,


que vean en el litigio una alternativa sumamente rentable.

Considerando el carácter supremo que goza la CPE, el educando


(tanto a nivel universitario como en etapa jurisdiccional) obtendrá
una formación escalonada en género, porque adoptar y utilizar este
término, solamente en fase de juicio, resulta perjudicial:

“…En este sentido, y tomando como marco de referencia


la norma suprema, la Justicia constitucional y la
Interpretación constitucional se erigen en espacios
discursivos estratégicos para que la perspectiva de género
sea una realidad. No obstante, para que su efectividad
trascienda de lo académico a la práctica jurídica se hace
necesario una específica formación teórica desde
postulados epistemológicos y metodológicos
feministas…”(Torres Díaz et al., 2015).

Para concluir la agenda jurisdiccional, corresponde que los artífices


del paradigma educativo vinculen las sesiones académicas con
contenido de análisis e interpretación constitucional; en otros
modelos educativos, la perspectiva de género pudo implementarse
(en pre y posgrado) a través de clínicas de atención jurídica, con
especialización en perspectiva de género, máxime:

“…Es evidente que las clínicas aportan capacidades y


habilidades a los estudiantes en materia de investigación
formativa, además de ser uno de los mejores escenarios
pedagógicos para fortalecer habilidades en el litigio. Se
complementa todo ello con una de las prioridades sociales;
es decir, el aprendizaje y la reflexión profunda en torno a
valores éticos y ciudadanos…”(Londoño Toro, 2016).

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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

El profesorado, en lugar de explicar contenidos teóricos de género,


fomenta el conocimiento práctico e impulsa la formación en
mecanismos constitucionales para involucrar al alumnado (hombres
y mujeres) en la promoción, creación y aplicación de leyes desde la
perspectiva y enfoque de género, conforme la realidad jurídica
vigente.

A modo de corolario, puede concluirse que las buenas prácticas de


inducción del juzgador hacia el personal de la judicatura y relación
integrada de éste con los diferentes servicios judiciales (pilar
práctico), junto a la integración de normas jurídicas sujetas al
catálogo constitucional (pilar normativo), además de la formación
didáctica-pedagogía de abogados mediante clínicas jurídicas
especializadas (pilar educativo), se convierten en los tres hilos
conductores para la construcción nacional de una agenda
jurisdiccional en temáticas legales de género.

Bibliografía

Arbeláez de Tobón, L., & Ruíz González, E. (2018). Cuaderno de


buenas prácticas para incorporar la Perspectiva de Género en
las sentencias: Una contribución para la aplicación del
derecho a la igualdad y la no discriminación. Poder Judicial
de Chile - Eurosocial.
https://eurosocial.eu/wp-content/uploads/2019/05/003_a.-
PJChile_Cuaderno-g%C3%A9nero-sentencias.pdf

Consejo General del Poder Judicial (España). Grupo de Expertos en


Violencia Doméstica y de Género. (2018). Guía de buenas
prácticas para la toma de declaración de víctimas de violencia
de género. Consejo General del Poder Judicial.

13
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

http://www.codajic.org/sites/www.codajic.org/files/Gu%C3%
ADa-de-buenas-pr%C3%A1cticas-toma-declaraci%C3%B3n-
de-v%C3%ADctimas-de-violencia-de-g%C3%A9nero_0.pdf

Cotula, L. (2007). Género y legislación: Los derechos de la mujer


en la agricultura. FAO - Estudio Legislativo.
http://www.fao.org/tempref/docrep/fao/010/y4311s/y4311s_.
pdf

Londoño Toro, B. (2016). Los cambios que requieren las Clínicas


Jurídicas Iberoamericanas. Estudio de caso en seis países de
la región. Boletín Mexicano de Derecho Comparado, 146, 119-
148.

Torres Díaz, M. C., Garay Montañez, N., Esquembre Cerdá, M. del


M., & Montesinos Sánchez, N. (2015). La perspectiva de
género como innovación docente en la asignatura «Justicia
constitucional e interpretación constitucional». XIII Jornadas
de Redes de Investigación en Docencia Universitaria: Nuevas
estrategias organizativas y metodológicas en la formación
universitaria para responder a la necesidad de adaptación y
cambio, Alicante. http://hdl.handle.net/10045/49164.

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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Impartir justicia con perspectiva de género;


el género en el Órgano Judicial y Tribunal Constitucional
Plurinacional
Olvis Egüez Oliva


Presidente del Tribunal Supremo de Justicia de Bolivia.
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Impartir justicia con perspectiva de género;


el género en el Órgano Judicial y Tribunal Constitucional
Plurinacional
Olvis Egüez Oliva

Resumen

Es oportuno rememorar que en el año 2013 se constituye el Comité


de Género del Órgano Judicial y, habiendo desarrollado actividades
de trabajo como jornadas académicas, cursos virtuales, talleres de
validaciones presenciales en los Tribunales Departamentales de
Justicia de nuestro Estado, con el apoyo de entidades como la
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos y la Cooperación Suiza; en el año 2016 a
propuesta del citado y meritorio Comité, mediante Acuerdo de Sala
Plena 126/2016, el Tribunal Supremo de Justicia -al igual que el
Tribunal Agroambiental y Consejo de la Magistratura
respectivamente- se aprobó el «Protocolo para Juzgar con
Perspectiva de Género dirigido a Juezas y Jueces», mismo que
constituye una herramienta útil que coadyuva a juristas en la
incorporación de la perspectiva de género y derechos humanos en
las diferentes áreas del derecho que les competen.

«Es un análisis que permite observar la realidad con base en las


variables -sexo género- y sus manifestaciones en un contexto
geográfico, étnico e histórico determinado. Permite visualizar y
reconocer la existencia de relaciones de jerarquía y desigualdad
entre las mujeres y los hombres, entre éstos y quienes tienen diversa
orientación sexual o identidad de género, que se expresa en
opresión, injusticia, subordinación y discriminación.».
Puntualizada la definición citada, corresponde preguntarnos cuándo
y quiénes deben juzgar con perspectiva de género, quiénes deben
ser juzgados o juzgadas y cómo deben ser juzgados o juzgadas; las
16
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

respuestas requeridas, se encuentran precisamente en el ya


mencionado Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género.
Dicho instrumento, señala que la perspectiva debe ser aplicada
desde el primer momento del proceso tanto a hombres como a
mujeres y, con mayor intensidad si es que en este interviene o están
involucradas mujeres o personas con diversa orientación sexual o
identidad de género, ya sean víctimas, demandantes, accionantes,
recurrentes, demandadas, recurridas o recurridos. Además, se
precisa que debiendo ser aplicada la perspectiva de género en las
diferentes materias de manera transversal por todas las autoridades,
cobra especial énfasis cuando las autoridades judiciales adviertan la
existencia de relaciones asimétricas de poder que coloquen a la
persona en una situación de marginación, vulnerabilidad, o
discriminación basada en sexo, género u orientación sexual.

Palabras Clave

Perspectiva, género, transversal, protocolo, orientación, identidad.

Impartir justicia con perspectiva de género

Como antecedente mediato, es oportuno rememorar que en el año


2013 se constituye el Comité de Género del Órgano Judicial y,
habiendo desarrollado actividades de trabajo como jornadas
académicas, cursos virtuales, talleres de validaciones presenciales
en los Tribunales Departamentales de Justicia de nuestro Estado,
con el apoyo de entidades como la Oficina del Alto Comisionado
de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la
Cooperación Suiza; en el año 2016 a propuesta del citado y
meritorio Comité, mediante Acuerdo de Sala Plena 126/2016 el
Tribunal Supremo de Justicia -al igual que el Tribunal
Agroambiental y Consejo de la Magistratura respectivamente- se
aprobó el “Protocolo para Juzgar Con Perspectiva de Género
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ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

dirigido a Juezas y Jueces”, mismo que constituye una herramienta


útil que coadyuva a juristas en la incorporación de la perspectiva de
género y derechos humanos en las diferentes áreas del derecho que
les competen.

Contiene una sistematización de los estándares internacionales


sobre género y justicia, pero, además propone una metodología para
evitar las asimetrías de género en el ámbito judicial e identifica los
avances en la jurisprudencia sobre la materia; siendo dicho
instrumento un hito en la salvaguarda de los derechos humanos y
particularmente los derechos de las mujeres y otros sectores
vulnerables de nuestra sociedad.

Ahora bien, para entender la naturaleza y configuración jurídica del


juzgamiento con perspectiva de género, corresponde transmitir
algunas precisiones conceptuales y generales en cuanto al mismo;
así pues, ésta la definición de: “Enfoque o Perspectiva de Género”
contenida en el documento: “Herramienta para la incorporación del
enfoque de Derechos Humanos y la perspectiva de género, en la
elaboración de sentencias relativas a delitos de feminicidio y otras
formas de violencia contra la mujer”, elaborado por la Oficina del
Alto Comisionado de la Naciones Unidas:

“Es un análisis que permite observar la realidad con base


en las variables -sexo género- y sus manifestaciones en un
contexto geográfico, étnico e histórico determinado.
Permite visualizar y reconocer la existencia de relaciones
de jerarquía y desigualdad entre las mujeres y los hombres,
entre éstos y quienes tienen diversa orientación sexual o
identidad de género, que se expresa en opresión, injusticia,
subordinación y discriminación.”.

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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Puntualizada la definición citada, corresponde preguntarnos cuándo


y quiénes deben juzgar con perspectiva de género, quiénes deben
ser juzgados o juzgadas y cómo deben ser juzgados o juzgadas; las
respuestas requeridas, se encuentran precisamente en el ya
mencionado Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género.
Dicho instrumento, señala que la perspectiva debe ser aplicada
desde el primer momento del proceso tanto a hombres como a
mujeres y, con mayor intensidad si es que en este interviene o están
involucradas mujeres o personas con diversa orientación sexual o
identidad de género, ya sean víctimas, demandantes, accionantes,
recurrentes, demandadas, recurridas o recurridos.

Además, se precisa que debiendo ser aplicada la perspectiva de


género en las diferentes materias de manera transversal por todas
las autoridades, cobra especial énfasis cuando las autoridades
judiciales adviertan la existencia de relaciones asimétricas de poder
que coloquen a la persona en una situación de marginación,
vulnerabilidad, o discriminación basada en sexo, género u
orientación sexual.

Respecto a cómo juzgar con perspectiva de género, los jueces deben


estar comprometidos con la búsqueda de la materialización del
derecho a la igualdad y no discriminación, y en general con respecto
a los derechos humanos, garantizando el acceso a la justicia y
remediando en los casos concretos las relaciones asimétricas de
poder; pero más allá de ello, aplicando las disposiciones legales
pertinentes bajo control permanente que determine su
compatibilidad con la Carta Magna y las normas del bloque de
constitucionalidad bajo una interpretación conforme a las mismas,
o en su defecto, denunciar su inconstitucionalidad.

Por consiguiente, los administradores de justicia debemos


identificar de manera idónea prejuicios y hacer un análisis de género
19
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

de las controversias que están resolviendo. La incorporación de la


perspectiva de género en la labor jurisdiccional, implica cumplir el
derecho a la igualdad, remediando las relaciones asimétricas de
poder y situaciones estructurales de desigualdad, así como
visibilizar la presencia de estereotipos discriminatorios de género
en la producción e interpretación normativa y en la valoración de
hechos y pruebas, eliminando el sesgo de género en la
fundamentación y argumentación de las decisiones judiciales.

El género en el Órgano Judicial y Tribunal Constitucional


Plurinacional

Precisadas las conceptualizaciones previamente expuestas y, lo que


comprende la aplicación de la perspectiva y enfoque de género, para
un cabal entendimiento de dicha aplicación al interior del Órgano
Judicial y TCP, corresponde sacar a colación lo más relevante del
marco en cuanto a la aplicación de género en el Tribunal
Constitucional Plurinacional y Órgano Judicial, bajo el análisis de
los principales aportes jurisprudenciales constitucionales y
ordinarios en el ejercicio de la administración de justicia igualitaria.

Por otro lado, más allá de abordar Resoluciones dictadas por los
citados Tribunales, corresponde también, al inscribirse la
perspectiva de género dentro de los derechos humanos como
obligación de garantizar la igualdad y no discriminación y el
ejercicio de los derechos de sectores vulnerables como mujeres y
personas con diferente orientación sexual, la exposición de
experiencias en cuanto los antecedentes temporales, positivos y
procesales, de medidas tomadas durante la gestión del suscrito
Magistrado, encaminadas a la protección del género como: “Lo
culturalmente construido…conjunto de características, actitudes y
roles social, cultural e históricamente asignado a las personas en
virtud de su sexo”, según la definición expuesta en el Protocolo para
20
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

juzgar con perspectiva de género de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación -México-.

En cuanto a Jurisprudencia Constitucional, se tiene como relevante


la Sentencia Constitucional Plurinacional 0206/2014 de 5 de
febrero, con relación a la desigualdad de género que señala que: “La
Constitución de Bolivia ha transversalizado varios elementos
indispensables para la construcción de una sociedad más justa y
armoniosa, entre estos elementos la igualdad de género resulta de
suma importancia hacia una nueva construcción del Estado. La
desigualdad de género ha sido un problema que ha caracterizado
a la sociedad boliviana, principalmente por la adopción de modelos
comportamentales machistas heredados del pasado, de discursos y
prácticas sistemáticas de reducción de los derechos femeninos que
contribuyeron en la construcción de una precaria y colonial lógica
de distinción en razón de la dicotomía masculino/femenino”.

La SCP 0064/2018-S2 de 15 de marzo, en cuanto al desarrollo de la


perspectiva de género precisó: “que, independientemente de la
conformación del Tribunal, ya sea por varones o mujeres, sus
integrantes están obligados a aplicar una perspectiva de género, en
el marco de las obligaciones internacionales asumidas por el
Estado Boliviano, nuestra Constitución Política del Estado y las
normas internas”;

Por su parte, la SCP 0330/2018-S2 de 9 de julio, exige en los delitos


de orden sexual: “Observar un proceso argumentativo a partir de
una perspectiva de género y generacional, que pasa por identificar
la concurrencia de factores que sitúan a la víctima (mujer –niña)
en un plano de desigualdad sustantiva o material; en cuyo supuesto
la valoración de la prueba será razonable si no se efectúa un
tratamiento discriminatorio en el análisis de la misma, y se presta
especial atención y sensibilidad al componente género y
21
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

generacional, que se traduce en una situación de vulnerabilidad en


escenarios de maltrato, abuso y violencia;”.

Cabe resaltar además, la SCP 0206/2014 de 5 de febrero, que


desarrolla la igualdad de género desde la perspectiva de las naciones
y pueblos indígenas originario campesinos, precisando en cuanto a
los derechos de las mujeres desde una visión de complementariedad
y descolonización que: “Es preciso evitar una interpretación y
aplicación “aislada” y “parcial” de los derechos de las mujeres,
sino más al contrario debemos intentar incorporar todas las
visiones y cosmovisiones que hacen a la “igualdad e “igualación”
de las mujeres en contextos de plurinacionalidad. Debiendo
considerar la situación social, cultural, económica y política en la
que viven y se desarrollan las mujeres partiendo de una visión
constitucional plurinacional.”

En cuanto a la Jurisprudencia Ordinaria, el Auto Supremo


897/2019-RRC de 7 de octubre, destaca los entendimientos
desarrollados sobre la compatibilidad de la agravante contenida en
el art. 310 del Código Penal, con el delito de Abuso Sexual a Niña,
Niño o Adolescente previsto y sancionado por el art. 312 de la
citada norma; y, los fundamentos asumidos en cuanto a la
ponderación entre el debido proceso y el interés superior de la niña,
niño o adolescente:

“…el tipo penal citado prevé para la primera hipótesis la


pena privativa de libertad de (6) a diez (10) años y para la
segunda de diez (10) a quince (15), ante un mayor reproche
social respecto al delito que además de atentar contra la
libertad sexual de un sector considerado en situación
agravada de vulnerabilidad, atenta de manera implícita
contra otro: la indemnidad sexual, entendido en palabras
de Dino Carlos Caro Coria en la obra “Estudios Penales
22
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Libro Homenaje al Profesor Luis Alberto Bramont Arias”,


como el bien jurídico que protege “las condiciones físicas y
psíquicas para el ejercicio sexual en libertad, las que puede
alcanzar el menor de edad…”, mismo que en nuestro
ordenamiento se encuentra revestido de una imposición de
pena más drástica ante el eventual quebrantamiento de la
garantía constitucional de prioridad del interés superior de
la niña, niño y adolescente, dejando abierta la posibilidad
de agravar las penas previstas en ambos supuestos de
hecho, ante la concurrencia de las circunstancias
establecidas en el art. 310 del CP.

Es decir, el art. 312 del CP prevé la posibilidad de una pena


agravada de hasta 20 años para el tipo penal de Abuso
Sexual cuando la víctima es menor de edad y además de ello
concurra alguna de las situaciones descritas en el art. 310
del mismo cuerpo penal sustantivo, por cuanto en el
segundo supuesto de hecho contenido en el citado art. 312,
el legislador determinó la pena legal dentro del marco de
diez (10) a quince (15) años, ante la gravedad del ilícito y
la consideración primordial del interés superior del niño;
determinación abstracta que, no impide la consideración
adicional de las circunstancias establecidas en el 310 del
CP, por cuanto estas no son inherentes al citado tipo penal
y por ende no resultan excluyentes entre sí, sin que esto
implique una reiteración punitiva. (…) respecto a la
controversia motivo de casación, evidencia que la jerarquía
axiológica entre el debido proceso reclamado como
vulnerado por el recurrente y el interés superior de la niña,
niño o adolescente, pondera a este último de mayor valor
respecto al primero, al tratarse de un sector de atención

23
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

prioritaria que exige una protección reforzada y de


favorabilidad para las mujeres y la minoridad”.

Por su parte, el Auto Supremo 179/2020-RRC de 17 de febrero,


destaca los entendimientos desarrollados sobre las dificultades y
límites probatorios en materia de violencia sexual:

“cuando se trata de la evaluación probatoria en materia de


violencia sexual, la categoría de “certeza más allá de toda
duda razonable” no puede constituirse en una barrera
judicial para las víctimas de este tipo de violencia. Los
delitos de violencia sexual traen implícitas dificultades y
límites, que no son tenidos en cuenta por las normas
procesales ni por los jueces y tribunales, afectando la
neutralidad a la que debe aspirar el derecho como sistema,
y redundan en la desprotección de los derechos
fundamentales de las víctimas en estos asuntos.

Estas dificultades y límites emergen de la peculiaridad del


delito de violencia sexual, deben ser superados por los
jueces y tribunales debido a que: (i) Los bienes jurídicos que
se pretende proteger son la vida, la dignidad y la integridad
personal de todo ser humano que haya sido sometido a esta
clase de violencia; y, (ii) las dificultades y límites
probatorios, que se presentan por factores como: a) las
condiciones en que se produce la violencia sexual
(intimidad, clandestinidad, ausencia de testigos, sesgos de
género etc.); b) la tensión entre la necesidad de las pruebas
periciales y la intimidad física y psicológica del agredido,
c) la vergüenza y el temor que pueden sentir las víctimas
antes y después de la denuncia; d) las actuaciones de los
entes investigativos y judiciales frente a las víctimas de este

24
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

tipo de violencia, muchas veces permeada por estereotipos


discriminatorios de toda índole, entre otros.

Por lo mismo, ante ese conjunto de límites y dificultades


derivados de la violencia sexual, la autoridad judicial no
sólo puede obtener una prueba o demostración irrefutable
de los hechos, por lo que debe elaborar hipótesis sobre los
mismos y aplicar criterios de racionalidad y razonabilidad
que permitan establecer la fuerza y el grado de
confirmación de las mismas. Adicionalmente, el nivel de
confirmación de la hipótesis es una cuestión de grado que
se da a partir del balance de las probabilidades; razón por
la cual, el juzgador debe argumentar y derivar del material
probatorio la fortaleza o debilidad de la hipótesis que acoge
o rechaza en cada caso concreto.

En ese orden en los procesos por violencia sexual cobran


especial importancia determinados medios de prueba, tales
como: i) los dictámenes periciales, que le permiten al juez
incorporar máximas de la experiencia ajenas a su
conocimiento profesional por su carácter técnico y
especializado; ii) los indicios, dado que el abuso suele
producirse en circunstancias en las que no hay testigos
directos ni rastros fisiológicos de los hechos; y, muy
especialmente, iii) el testimonio de las víctimas, pues
frecuentemente es el único elemento probatorio disponible,
también por las condiciones en que ocurren los hechos (…)
si bien es evidente que, por regla general, el juez o tribunal
declara un hecho como probado cuando llega a la certeza
más allá de toda duda razonable. Sin embargo, en asuntos
en los cuales es necesario probar la ocurrencia de violencia
sexual, esta exigencia tiene un estándar diferente de

25
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

aplicación, en razón a las ya referidas dificultades


implícitas que este tipo de violencia trae consigo, y que
deben tenerse en cuenta al momento de efectuar la
valoración del acervo probatorio”.

Estos lineamientos emitidos han logrado contribuir a la eficacia y


eficiencia del servicio de justicia en Bolivia, hacia el avance del
desarrollo de la Política de Género, impulsada desde el Órgano
Judicial, en la promoción del derecho de las mujeres y otros sectores
vulnerables a vivir una vida libre de violencia.

En cuanto a las medidas encaminadas a la protección del género,


como política de gestión de esta Magistratura en coordinación con
Presidencia del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz y
su Sala Plena, se asumió la atención de los procesos de violencia de
género con prioridad, en especial los relacionados a Feminicidio o
Feminicidio en grado de Tentativa, entendiendo estos delitos como
los más extremos que se pueden ejercer contra una mujer. El Taller
Departamental Contra la Violencia de Género, la multitudinaria
Marcha contra la Violencia de Género, la conformación del Comité
Interinstitucional de lucha contra la Violencia de Género, el
levantamiento de una Estadística Departamental sobre Delitos de
Violencia de Género, la cuantificación de los delitos de Feminicidio
o Tentativa de Feminicidio, es parte del trabajo institucional que se
viene realizando desde el inicio de la gestión como Magistrado
electo por el departamento de Santa Cruz, cumpliendo así la
atención con preferencia a procesos de violencia.

Asimismo, a través del citado Comité Interinstitucional de lucha


contra la Violencia de Género, se tiene entre sus logros más
importantes la firma de Convenio entre el Órgano Judicial y la
Universidad Autónoma Gabriel Rene Moreno, con el objeto de
implementar de manera gradual y progresiva en el plan de estudios
26
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

de pregrado de todas las carreras universitarias, contenidos


académicos específicos en cuanto a la lucha contra la violencia de
género; producto de ello, se tiene ya la realización de la segunda
versión de la Maestría en Administración de Justicia con mención
en Derechos Humanos, en beneficio de centenares de participantes
y beneficiados con medias becas, entre los que figuran Vocales,
Jueces y Secretarios.

Por otro lado, otro de los grandes logros del citado Comité, es el
proyecto “Familia sin violencia, familia sin miedo”, que tiene por
objeto concientizar y sensibilizar sobre esta problemática social
mediante talleres de capacitación, difusión de guías informativas,
entre otras acciones, a directores, docentes, estudiantes, personal
administrativo y padres de familia de las unidades educativas de
nivel inicial, primario y secundario. El citado proyecto, se ejecutó
la pasada gestión en zonas periféricas de la ciudad de Santa Cruz de
la Sierra, este 2021 se está ejecutando en las localidades de San
Julián, Yapacaní, La Guardia, El Torno, Cotoca, Camiri, Porongo,
Warnes y Montero, siendo menester relievar que dicha visión, ahora
que el suscrito se encuentra presidiendo el Tribunal Supremo de
Justicia, tendrá alcance nacional gracias a Convenios suscritos con
el Ministerio de Educación y, las Universidades que conforman el
Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB).

Otro de los logros importantes al interior del Máximo Tribunal de


Justicia al cual represento, es la aprobación en junio del presente
año, a través de la Sala Plena del TSJ, del Protocolo de
“Recomendaciones para la gestión judicial en materia penal pos-
cuarentena”, que tiene como objeto establecer los parámetros
básicos para la priorización, tratamiento y resolución de causas
penales a nivel nacional; producto del trabajo desarrollado por este

27
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

servidor en coordinación con los nueve Tribunales Departamentales


de Justicia del país.

Dicho instrumento, asume mecanismos que permiten una mejor y


mayor atención al mundo litigante, mientras se normalizan las
actividades judiciales en todo el territorio nacional; asimismo, se
establecen los criterios generales en medidas administrativas en los
diferentes niveles de aplicación de las recomendaciones para la
gestión judicial en materia penal pos-cuarentena, consistentes
acciones, políticas y ejecuciones que se desarrollarán en el marco
de las medidas de bioseguridad y distanciamiento social.

Entre los criterios generales en la gestión judicial, se precisa una


política general para el tratamiento y resolución de causas,
conforme a parámetros entre los que figuran los siguientes: i)
Priorización de acuerdo al Bien jurídico Protegido, considerando en
el primer orden de prioridad los delitos sexuales; ii) Priorización en
consideración a sectores vulnerables: encabezando la lista las
mujeres en situación de violencia; y, niñas, niños y adolescentes.

Se prevé también, la eficaz atención de solicitudes con detenidos


preventivos y sectores vulnerables y, la planificación de audiencias
de juicios orales tomando en cuenta los grupos prioritarios o
sectores vulnerables previstos.

En agosto del 2020, el Órgano Judicial a la cabeza del Tribunal


Supremo de Justicia, asumió emergente del “Encuentro Nacional
del Órgano Judicial” en el que participaron jueces y vocales de los
nueve tribunales departamentales del país, los lineamientos
institucionales recomendados por las mesas de trabajo que
analizaron la situación que atraviesa la administración de Justicia;
entre ellos, los de la mesa de trabajo “Juzgamiento con Perspectiva
de Género”, que entre sus conclusiones figuran las siguientes:
28
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

El realizar Descongestionamientos Penales bajo perspectiva de


género; a tal efecto, se remitió a los 9 Tribunales Departamentales
de Justicia el Instructivo 23/2020 de 18 de septiembre, mediante el
cual se requiere contemplar en las jornadas de
descongestionamiento penal, la perspectiva de género con
levantamiento de información estadística desagregada por sexo,
educación, edad, nivel socioeconómico, origen étnico-racial y
características de vulnerabilidad; en estrecha concordancia además,
con las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Mujeres
de la OEA, emergente de la experiencia de emergencias de salud
anteriores, como la epidemia de Ébola y el brote de cólera en Sierra
Leona en las cuales no se contaron con dichos datos que permitan
la toma de decisiones acertadas en cuanto a políticas públicas.

Establecer la obligatoriedad de capacitación y evaluación constante


en materia de derechos humanos, perspectiva de género y ética
judicial para administradores de justicia y funcionarios de apoyo
jurisdiccional del Órgano Judicial; al respecto, se instruyó a la
Escuela de Jueces del Estado, la elaboración de planes y programas
de formación y evaluación en las áreas de Derechos Humanos,
perspectiva de género y ética judicial, mismos que se encuentran en
ejecución en la presente gestión.

Implementar campañas comunicacionales desde el Órgano Judicial


respecto a la concientización ciudadana en la aplicación de la
perspectiva de género. Se viene trabajando, en coordinación con la
Unidad de Comunicación Social, Relaciones Públicas y Protocolo
del TSJ, por su intermedio con la Agencia Judicial de Noticias
(AJN), y los comunicadores sociales de los nueve departamentos
del país, en la elaboración de contenidos en cuanto a tipos de
violencia, maltratos físicos, psicológicos y sexual cometidos contra
las mujeres, a efectos de distribución en las plataformas de todo el

29
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

país y en lugares públicos; también, se han realizado diálogos


judiciales entre la AJN y el Comité Interinstitucional de lucha
contra la Violencia de Género de Santa Cruz respecto a las
actividades realizadas.

Cabe resaltar que, a través de la AJN como instancia oficial para la


publicación oficial de contenidos, se ha dado prioridad a la
información generada del Comité de género del Órgano Judicial y
TCP, difundiendo -entre otras actividades- el Concurso Nacional de
Sentencias con Perspectiva de Género.

Concluyo precisando que, el impartir justicia con perspectiva de


género, implica además la aplicación de los estándares
internacionales sobre género y justicia, evitar las asimetrías de
género, en apego a los estándares jurisprudenciales sobre la materia,
siendo así, la jurisprudencia expuesta previamente, se constituye en
medida jurídica eficaz respecto a la garantía de igualdad y no
discriminación en el ejercicio de los derechos de sectores
vulnerables, en el marco del cabal juzgamiento con perspectiva de
género; el Tribunal Supremo de Justicia al cual represento, se
encuentra plenamente comprometido a través de los lineamientos
institucionales asumidos como medidas apropiadas y eficaces en
cuanto a la protección del género, a efectos de erradicar la violencia
y sesgo de género, en virtud al derecho internacional y de pactos en
materia de derechos humanos.

Bibliografía

Corte Suprema de Justicia de la Nación. (2013). Protocolo para


juzgar con perspectiva de género de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación haciendo realidad el derecho a la
igualdad. México. Julio del 2013.

30
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Naciones Unidas. (2015). Herramienta para la incorporación del


enfoque de Derechos Humanos y la perspectiva de género, en
la elaboración de sentencias relativas a delitos de feminicidio
y otras formas de violencia contra la mujer. Oficina del Alto
Comisionado de la Naciones Unidas. Organismo judicial
Guatemala. Diciembre 2015.

Tribunal Constitucional Plurinacional. (2010). Sentencia


Constitucional Plurinacional 0064/2018-S2. Expediente
21474-2017-43-AL. M.R. Julia Elizabeth Cornejo Gallardo. 15
de marzo de 2018.

Tribunal Constitucional Plurinacional. (2014). Sentencia


Constitucional Plurinacional 0206/2014. Expediente 00320-
2012-01- AIA. M.R. Efren Choque Capuma. 5 de febrero de
2014.

Tribunal Constitucional Plurinacional. (2018). Sentencia


Constitucional Plurinacional 0330/2018-S2. Expediente
22607-2018-46-AAC. M.R. Julia Elizabeth Cornejo Gallardo.
9 de julio de 2018.

31
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Acceso a la propiedad agraria para las mujeres


Karem Lorena Gallardo Sejas


Actual Presidenta del Comité de Género del Órgano Judicial y del Tribunal Constitucional
Plurinacional. Magistrada del Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia.
33
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

Acceso a la propiedad agraria para las mujeres


Karem Lorena Gallardo Sejas

Resumen

El acceso legal a la propiedad agraria para las mujeres del área rural,
pretende contribuir a una mejor impartición de justicia, donde las
resoluciones judiciales tomen en cuenta la perspectiva de género;
por ello, a través del análisis de diferentes casos, podemos inferir,
que a pesar de contar con instrumentos internacionales de
reconocimiento de derechos fundamentales y la institucionalidad
del Órgano Judicial en el Estado Plurinacional de Bolivia, el
ejercicio de derecho de la mujer a la tierra, aún no ha sido
legitimado en su real dimensión, pese a la identificación del
conocimiento sobre la temática de género y su normativa, tanto por
juezas y jueces, como en mujeres del campo; la información sobre
resoluciones donde se analizaron la perspectiva de género, el grado
de conocimiento de la población y de las autoridades
jurisdiccionales respecto a los derechos de las mujeres a la tierra.

Palabras clave

Género, equidad, acceso, perspectiva de género.

Introducción

En América Latina, se establece que los estudios sobre la tenencia


de la tierra por parte de las mujeres del ámbito rural, como indica
León (1) … “Es un tema que no se dio fácilmente a lo largo de la
historia, por diferentes aspectos; entre ellos por falta de
información” (p24)

34
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Para iniciar el presente análisis es necesario visibilizar dos factores


que han sido preponderantes en desarrollo de la presente temática:

En primer lugar, se encuentran las dificultades en la obtención de


información estadística para cuantificar la distribución de la tierra
por género y la magnitud de la desigualdad, en el contexto del
Estado aun con estereotipos de patriarcado.

En segundo lugar, se enfoca en las formas de adquisición de la


tierra, surgiendo la pregunta inmediata: ¿Por qué la brecha de
género?. Para ello, se consideran cada una de las principales formas
de adquisición de la tierra, es decir: a través de la familia, la
comunidad, el Estado y el mercado y se analizan los factores que
contribuyen a la desigualdad de género respecto a la propiedad.

La preocupación por visibilizar el aporte de las mujeres en el


sistema y el ejercicio de sus derechos, unió a la celebración de la
Conferencia Internacional de la Mujer, en 1975, donde la mujer
participa en la ONU (1975-1985), con dos temas que se
privilegiaron, ambos dirigidos a hacer visible a la mujer y su aporte
a la sociedad, es decir; mujer - mercado de trabajo y la división
sexual del trabajo.

Los temas sobre propiedad de bienes y en particular de la tierra,


quedaron alejados en los análisis; en parte, esta ausencia se debió a
la carencia de información agregada en las estadísticas oficiales.

Sin duda, en una primera etapa, los estudios feministas en las


décadas de los ochenta y noventa orientaron sus prioridades hacia
los derechos sexuales y reproductivos junto a la eliminación de la
violencia contra las mujeres y defensa de los derechos de propiedad,
se devela una vez más, la escasa información sobre activos y la
dificultad de acceso por las prioridades señaladas.
35
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

Los estudios que se realizaron en cinco países Latinoamericanos,


conforme manifiesta la Oficina Regional para América Central del
Alto Comisionado de Naciones Unidas (2), manifestaron:

“Son a los Estados de Chile, República Dominicana,


Guatemala, Paraguay y Perú, sobre las encuestas acerca de
la temática de calidad de vida de hogares rurales, en
comparación con otros cinco países de la misma región, a
ser Brasil, México, Nicaragua, Paraguay y Perú, dieron
como resultado que, Perú y Paraguay tienen datos en ambas
fuentes. Asimismo, los datos censales son de la última
década del siglo XX, las encuestas de hogares son de la
primera década del siglo XXI” (p43)

Para obtener una primera aproximación de la distribución de la


tierra por género a partir de datos de censos agropecuarios, en una
primera etapa se supone que, dadas las normas de género
prevalecientes, las mujeres que se declaran como agricultoras
principales de una finca propia son de hecho las propietarias.

La construcción social de género, mediante la cual la agricultura se


consideraba una actividad masculina, supone que pocas mujeres al
responder el cuestionario del censo, se declaran como agricultoras
principales; a menos que, sean las reales propietarias y/o jefas de
familia y que no exista un hombre adulto residente en el hogar.

En la segunda etapa, se encuentran pocos trabajos, que hacen


referencia a los regímenes matrimoniales y la discriminación que
implicaba la figura legal de la autoridad única del cónyuge varón
como jefe del hogar consagrada por la potestad marital y sus
implicaciones en los derechos de propiedad, asimismo los escasos
estudios en el tema de las reformas agrarias y la participación de las
mujeres como beneficiarias.
36
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

En la tercera etapa y según el ideario de Nancy Fracer (3) establece


que:

“Para el análisis de la justicia de género, las prioridades se


concentraron en temas de reconocimiento y no de
redistribución, y el hito más importante en el tema de
propiedad proviene del movimiento de mujeres rurales, que
reivindicó el derecho a la tierra y a la herencia, y buena
parte de los logros que acusan los derechos de las mujeres
rurales sobre los derechos de propiedad a la tierra se debe
a su presencia, presión e injerencia” (p65)

A partir de los años 1960, se ha establecido que sólo cuatro países


Latinoamericanos han publicado datos sobre el sexo de sus
agricultores, el censo agropecuario de Chile de 1997 incluía esta
variable en el cuestionario, pero no se publicaron los resultados del
INE 1998.

La información censal, en los casos anteriormente planteados,


conforme Bettina Durocher (4) ilustra:

“La relativa baja participación de las mujeres como


agricultoras principales, que varía desde un 7% en
Guatemala hasta un 24% en Chile, como agricultoras
principales en fincas propias, esta primera aproximación a
la brecha en la propiedad de tierra por género en América
Latina sugiere que, en realidad, está lejos la mujer de
considerarse como propietaria de la tierra” (p30)

En cuanto a las encuestas de hogares, la LSMS peruana del 2000


(N=1,925) fue la primera de América Latina, en plantear
específicamente, si el predio pertenecía al encuestado o a otro
miembro de la familia y en formular la pregunta más importante: si
37
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

la titularidad de cada parcela estaba a nombre del jefe de hogar, del


cónyuge, de la pareja, de otro miembro de la familia u otros, y si en
los últimos casos se trataba de copropiedad.

La información muestra que la propiedad conjunta de la tierra por


la pareja registra 13% de copropiedad, otro 13% adicional de las
parcelas pertenecían individualmente a mujeres frente al 74%
propiedad individual de hombres, luego si las parcelas en
copropiedad se atribuyen a ambos sexos, el dato para las mujeres
sea de forma individual y conjuntamente es más alto, en relación al
de agricultoras principales mujeres.

La proporción de hogares, en los cuales la mujer tiene derechos de


propiedad alcanza un 30%, cifra sustancialmente más alta que el 9%
que arroja en el censo agropecuario de 1991 para las mujeres
agriculturas.

La encuesta Nicaragüense, de 1995 fue una muestra representativa


de 3,015 hogares rurales, donde solo el 32% poseían tierra, en ese
contexto la mujer era titular en 15.5% de los casos y un 4% de la
tierra era propiedad conjunta de la pareja, por lo tanto la mujer tenía
derechos de propiedad en el 19% de los hogares.

Para Brasil, la información a nivel nacional sobre los propietarios


de la tierra por sexo se deriva de una encuesta nacional de
agricultores comerciales, definidos como aquéllos que cuentan con
cincuenta hectáreas o más de tierra. En esta muestra, de 36,664
propietarios 11% eran mujeres. La encuesta no dio la opción de la
tierra en copropiedad con su cónyuge, subestimando
potencialmente la proporción de mujeres propietarias legalmente
establecidas.

En México, a decir de Marta Lamas (5), se establece que:


38
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

“La información disponible proviene del programa de


titulación de tierras, para el sector ejidatario (N=2.9m),
que representa aproximadamente la mitad de la tierra
agrícola, donde una característica radicaba en que,
siguiendo las reglas de membresía en el ejido, sólo a una
persona por familia, el jefe de familia, se le concedía la
titulación del patrimonio familiar de la tierra, como se
muestra en el Gráfico 2, las mujeres representaban el 22%
de los que fueron titulados” (p39).

Los investigadores, Deere, Alvarado y Twyman (6) en un Proyecto


reciente, realizado con el Banco Mundial:

“Revisaron 166 cuestionarios de las encuestas de hogares


para 23 países de América Latina y el Caribe, donde solo
23 para 10 países pedían información sobre propiedad de
algún activo y/o su control a nivel individual, de los seis se
encontró información de propiedad de las parcelas por
sexo, ver gráfico 3. Con ello se aprecia que la brecha de
género sigue el patrón de la información antes presentada y
representa una gran desigualdad; en el mejor de los casos,
para México y Paraguay, las mujeres llegan al 30%” (p43).

La información disponible para medir la distribución de la


propiedad de la tierra por género en América Latina, sugiere
considerar tres puntos metodológicos a ser desarrollados de forma
amplia, para arribar a las conclusiones planteadas:

En primer lugar, la medida más acertada se deriva de considerar


quién es el dueño de cada parcela que compone la finca familiar, no
se debe asumir que todas las parcelas pertenecen al mismo dueño y
que éstas son la propiedad del jefe del hogar.

39
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

En segundo lugar, si se busca una medida rigurosa de la distribución


de los recursos por género es importante tener en cuenta el régimen
marital, el cual define los derechos de propiedad de la mujer casada,
donde el régimen marital legal en la mayoría de los países de
América Latina es la “participación en los gananciales”, régimen en
el cual cualquier bien adquirido por la pareja durante el matrimonio
con los salarios, rentas, ganancias, entre otros constituye la
propiedad común de la pareja bajo el régimen de los gananciales los
bienes que son adquiridos antes del matrimonio o heredados
después del matrimonio constituyen la propiedad individual de cada
cónyuge, por ello se considera, no tener en cuenta la propiedad
compartida, como en la encuesta referida de Brasil, probablemente
subestima el grado de propiedad de la mujer a la tierra.

En tercer lugar, en América Latina las mujeres constituyen


únicamente una cuarta parte del total de los propietarios de la tierra,
además, la brecha de género en la propiedad de la tierra también
varía considerablemente entre los países y en regiones dentro de
ellos.

Estas variaciones, pueden estar reflejando diferencias en los


regímenes maritales, en las normas y prácticas de herencia, en las
políticas de distribución de la tierra del Estado y en el grado de
desarrollo de los mercados de tierras. Estos factores se analizarán a
continuación.

La FAO en el año 1997, ha publicado datos, en base a los censos


agropecuarios sobre lo que denominan “propietarios de tierras por
sexo” para siete países del Caribe, que no se incluyen en nuestro
análisis, donde la proporción de las mujeres que son agricultoras
principales es considerablemente mayor que en Latinoamérica, y
oscila entre el 18% en Guadalupe (1989), el 34% en Granada (1995)
y el 40% en la Guyana Francesa (1989).
40
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Existen importantes diferencias de género, en la cantidad de tierra


titulada, donde las mujeres constituían solo el 18% de los
ejidatarios, o aquellos que previamente contaban con derechos
seguros sobre la tierra del ejido y tenían voz y voto en la asamblea
de la comunidad. En ese sentido, representaban una proporción
mayor, 23% de aquellos que contaban con derechos agrarios
informales, conocidos como figura jurídica a los posesionarios y
como resultado del programa de titulación de la tierra, también se
convirtieron en propietarias individuales. A decir de López Guerra
(7) se considera que:

“Las mujeres representaban una proporción más


importante entre los propietarios de terrenos de vivienda en
tierras ejidales, con casi una tercera parte de esta categoría
de beneficiarios y las principales excepciones en América
Latina son Costa Rica, Honduras y Nicaragua, donde el
régimen marital legal es la separación de bienes; se
establece que en la mayoría de los países en el momento del
matrimonio se puede escoger entre dos o tres opciones,
aunque la mayoría de las parejas tiende a casarse por el
régimen legal” (p21).

Contextualización nacional

Para analizar el enfoque jurídico y analizar el acceso legal a la


propiedad agraria de las mujeres del área rural; es necesario
referirse al preámbulo, establecido en la Constitución Política del
Estado Plurinacional de Bolivia, misma que toma en cuenta la
composición plural desde la historia, inspirada en las conquistas de
derechos del pasado, considerando al Estado boliviano, basado en
el respeto e igualdad entre todos y todas, donde el Estado asume
diferentes principios y valores específicos en el Art. 8 de la
Constitución mencionada.
41
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

En la historia jurídica boliviana, no podemos dejar de mencionar el


reconocimiento constitucional de la Justicia Indígena Originaria
Campesina, misma que para su materialización contó con la
promulgación de la Ley de Deslinde Jurisdiccional, estableciendo
límites de aplicación tanto para la Jurisdicción Agroambiental como
para la Jurisdicción Indígena Originaria Campesina.

La estrategia de género en la impartición de justicia, ha dado


insumos para que la autoridad jurisdiccional pueda incorporar en
sus Resoluciones la valoración de las mujeres como sujeto de
derechos, por cuanto se llevan adelante diferentes talleres,
seminarios, webinarios entre otros, donde los jueces y juezas son
capacitados para introducir los derechos de las mujeres en el
contenido de sus Resoluciones. (Documento Protocolo para Juzgar
con Perspectiva de Género).

Así y desde esa previsión, ingresaremos en un contexto que implica


la consideración de la función social de la propiedad de la tierra,
dando lugar al hecho de que Bolivia tuvo una Reforma Agraria
relativamente efectiva en la décadas de los 52 y 60, generando
distribución de tierra entre la población, como efecto de una
reivindicación social a sectores vulnerables como los pueblos
indígena originario campesinos en toda su dimensión; sino también
la existencia de un reconocimiento expreso de los derechos de las
mujeres en la Constitución Política del Estado; conllevando
considerar el aporte que realiza a la economía familiar y a las
actividades domésticas, sin embargo la distribución de tierra es
sumamente sesgada, el resultado es que a las familias campesinas y
tanto a mujeres como a hombres, les falta tierras para sostenerse,
predominando el minifundio y el latifundio.

En Bolivia, las tierras comunales operan tanto en el altiplano y


valles interandinos como en las tierras bajas donde existen
42
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

territorios indígenas reconocidos por el Estado, el movimiento


indígena es muy fuerte y activo, la tierra se titula como propiedad
comunal que no se puede vender ni hipotecar, por lo tanto existen
tierras, ello puede ser con títulos particulares y de comunidades y al
final del Estado.

La tendencia a considerar a las mujeres como miembros no plenos


de la comunidad y con menos derechos a la tierra, ha sido un común
efecto, pues se tienen que generalmente la titulación se hace a
nombre de una sola persona, quien por lo general es hombre,
considerado como jefe de familia, esposo o hermano; entonces la
esposa es considerada como copropietaria y siendo además que las
comunidades tampoco materializan y no reconocen los derechos de
las mujeres a la tierra, es importante generar acciones directas que
logren la accesibilidad de las mujeres a esos derechos que son
también considerados humanos (10).

Bien, conforme se tiene precisado debemos también traer a


consideración lo expresado por la jurisprudencia emitida por el
Tribunal Constitucional Plurinacional, tal cual consta en el
contenido de la SCP 1422/2012 de 24 de septiembre, haciendo una
especial atención y pronunciamiento sobre la protección reforzada
de mujeres menores de edad, estableciendo parámetros para la
interpretación intercultural favorable, existiendo así instrumentos
jurisprudenciales que permiten considerar a las mujeres dentro una
protección constitucional que devinieron en criterios irradiados por
una perspectiva de género; siguiendo tal previsión jurisprudencial
la SCP 0076/2018-S1, de 23 de marzo, analizó en su factico
constitucional la expulsión de una familia perteneciente a una
comunidad, sin considerar que se encuentra dentro de ella, un
menor de edad y su madre que gozan de protección especial en
todas las jurisdicciones aspecto que debió tomar en cuenta la

43
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

comunidad garantizando de este modo el acceso a una justicia -


indígena originario campesina, pronta, oportuna y con asistencia de
personal especializado-, a fin de no lesionar sus derechos
fundamentales ni las garantías constitucionales previstas a su favor;
y por otra, también en relación a esposa del accionante y madre del
menor AA, por pertenecer ambos a grupos vulnerables que en el
ámbito de la JIOC, requieren un tratamiento especial y protección
reforzada; decisión constitucional que concedió la tutela en parte y
de manera provisional respecto a estas dos personas que merecen el
resguardo de sus derechos fundamentales; advirtiendo así el avance
e identificación de resoluciones en las distintas jurisdicciones que
contengan sesgo de género en la toma de decisiones la SCP
0323/2014 de 19 de febrero, en la que el Tribunal Constitucional
Plurinacional determinó conceder la tutela, refiriendo que: “De lo
anterior se deduce que el sistema de administración de justicia del
Ayllu Hiluta Chahuara, responde a su cosmovisión propia basada
en los principios de respeto, consenso, unidad y armonía en cada
uno de sus procedimientos e instancias; mismos que de acuerdo a
las conclusiones precedentes no fueron observados por las
autoridades originarias ahora codemandadas, por cuanto la
decisión adoptada no se encuentra acorde con las normas,
principios y procedimientos tradicionalmente utilizados en esta
comunidad, cuando en un evidente exceso de poder, de forma
unilateral y asumiendo una actitud discriminatoria por la
condición de mujer de la accionante, determinaron la división de
su propiedad agraria otorgando un 40% en favor su cuñado
pretendiendo darle validez a esta actuación obligándola a suscribir
las actas correspondientes de este acuerdo, ejerciendo presión
psicológica en base a amenazas de pérdida de sus terrenos y su
cosecha, conforme se constató de los antecedentes adjuntos a la
presente acción tutelar, vulnerando su derecho constitucional a un
debido proceso, en su vertiente de derecho a la defensa, cuya
44
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

observancia también es imperante en la jurisdicción indígena


originaria campesina conforme a los razonamientos expuesto en
los Fundamentos Jurídicos III.3 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional; razón por la cual corresponde
conceder la tutela demandada, máxime si de acuerdo a la
jurisprudencia desglosada en el Fundamento Jurídico III. 4 de éste
fallo, la protección constitucional a la mujer tiene un componente
prioritario en el ámbito de la justicia originaria campesina al ser
considerado un grupo vulnerable”.

Se advertirá que el protocolo para juzgar con perspectiva de género,


establece en su contenido instrumentos internacionales y
jurisprudenciales que promueven el goce y el ejercicio de los
derechos fundamentales y garantías jurisdiccionales desde una
visión de igualdad de género, con el objeto de preservar el bienestar
de mujeres y hombres a la luz del principio constitucional que
implica que todas y todos somos iguales ante la ley.

Estos lineamientos contribuirán a la eficacia y eficiencia del


servicio de justicia boliviana, hacia el avance del desarrollo de la
Política de Género impulsada desde el Órgano Judicial y el Tribunal
Constitucional Plurinacional en la promoción del derecho de las
mujeres a vivir una vida libre de violencia y en igualdad de
condiciones.

Es evidente que los sectores de mujeres rurales organizadas, serán


un sector fundamental, como manifiesta Santiago Salame Soraya
(11) en este debate futuro para defender:

“Los avances logrados en justicia de género sobre los


derechos a la propiedad de la tierra, sin embargo, la
equidad de género nunca podrá ser una meta satisfactoria
dentro de una desigualdad social en creciente aumento;
45
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

además de los países con porcentajes más altos, son Bolivia,


México y Cuba, con ello logran no por entrega directa de
parcelas a las mujeres sino principalmente por las leyes de
herencia que permitieron que mujeres viudas accedieran a
la tierra” (p15).

Los desafíos que se tienen para conseguir una justicia en la que se


exprese la igualdad de trato y oportunidades tanto para la mujer y
el hombre, suponen realizar cambios efectivos en los
acostumbrados paradigmas de juzgar con sesgo de género;
pretendiendo primordialmente a través, de estrategias
interinstitucionales impulsadas ambiciosamente por órganos
consultivos de género, primeramente mostrar el diagnóstico en el
que se encontrarían las mujeres con relación al acceso al derecho de
propiedad agraria; tal cual los esbozos contenidos en el presente
artículo, en los que se procedió a realizar un censo en varios países,
implicando esfuerzos de las instituciones llamadas por ley como ser
el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA); acompañado por
supuesto de un plan de sensibilización, capacitación y proyección
que involucra al protocolo para juzgar con perspectiva de género,
en resguardo de derechos fundamentales que se encuentran en la
Norma Fundamental del Estado Plurinacional de Bolivia.

Bibliografía
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León, M. (2016). La desigualdad de género en la propiedad de la
tierra en América Latina In Du grain à moudre. Genre,
développement rural et alimentation. (Dir.) Actes des colloques
genre et développement. Suiza. UNESCO. Editorial Tierra
Nueva.
2
Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ONU
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Mujeres, ÚNETE. (2017). Modelo de protocolo


latinoamericano de investigación de las muertes violentas de
mujeres por razones de género (feminicidio/femicidio),
Panamá, 3ra. Ed. Editorial Unidos.
3
Fracer, Nancy. (2017). Justicia Interrupta: Reflexiones críticas
sobre la posición postsocialista. Santafé de Bogotá. Siglo del
Hombre Ediciones.
4
Durocher, Bettina. (2014). Los derechos de la tierra: La cuestión
agraria en el país ixil. Guatemala. Facultad Latinoamericana
de Ciencias Sociales.
5
Lamas, M. (2012). Dimensiones de la diferencia. En: Cruz
Parcero, J. A., Vázquez, R. (Eds.), Género cultura y sociedad.
México. Fontamara. Suprema Corte de Justicia de la Nación.
6
Deere, C., Alvarado G. y Twyman J., (2013). Twyman. Poverty,
headship and gender inequality in asset ownership in Latin
America. Estados Unidos. Universidad de Michigan.
7
López, Luis. (1998). “Los Derechos de Propiedad”. Revista del
Instituto Bartolomé de las Casas. Universidad Carlos III de
Madrid. p.107-128. Febrero de 1998. https://e-
archivo.uc3m.es/bitstream/handle/10016/1326/DyL-1995-III-
6-Lopez-Guerra-.pdf.
8
León de Leal, Magdalena. (2005). ¿Ruptura de la inequidad?
Propiedad y género en la América Latina del siglo XIX.
Colombia. Siglo del Hombre Ediciones.
9
FAO. (2017). Latinoamérica es la región con la distribución de la
tierra más desigual del planeta.

47
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

http://www.dw.com/es/latinoamérica-es-la-región-con-la-
distribución-de-la-tierra-más-desigual-del-planeta/a-
38316653.
10
Deere, Carmen D., Lastarria-Cornhiel Susana y Ranaboldo
Claudia. (2013). Tierra de Mujeres. Reflexiones sobre el
acceso de las mujeres rurales a la tierra en América Latina.
Bolivia. Fundación Tierra.
11
Santiago Salame, S. (2014). El derecho de acceso a la justicia de
mujeres, Fundación Construir, Comisión Andina de Juristas.
La Paz. 2015. - STEINER, Christian, URIBE, Patricia,
Editores. Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Konrad Adenauer Stiftung. Bolivia, junio de 2014.
12
Gurvitch, Georges, (1948). Elementos de sociología jurídica.
Trad. de José M. Cajica Jr., Puebla, Universidad de Puebla.
13
Carbonnier, (1977). Jean. Sociología Jurídica. Ed. Tecnos.
Madrid.

48
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Medidas cautelares
Peligro efectivo para la víctima en delitos de carácter sexual
René Yván Espada Navía


Magistrado del Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia
49
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

Medidas cautelares
Peligro efectivo para la víctima en delitos de carácter sexual
René Yván Espada Navía

Resumen

La situación de vulnerabilidad de una mujer, luego de haber sufrido


una agresión sexual debe ser analizada desde muchos puntos de
vista, pero en especial debe dársele un trato en el que no sea
revictimizada superando la limitación de entender la agresión, solo
como violencia doméstica, tratándola más bien como violencia en
razón de género, las autoridades judiciales, al considerar la
aplicación de medidas cautelares o su modificación, deben tomar en
cuenta los derechos de la víctima, evitando probables
hostigamiento, amenazas o atentados en su contra o de su familia;
así, la medida que se le imponga o modifique otra, respecto al
imputado a quien se le atribuye una agresión sexual contra niñas o
adolescentes, debe velar por la protección de esa víctima, se logra
una sentencia Constitucional Plurinacional, tomando en cuenta
todas las recomendaciones establecidas en el Protocolo para Juzgar
con Perspectiva de Género.

Palabras clave.

Revictimización, desigualdad, CEDAW, perspectiva de género,


medidas cautelares.

Desarrollo

La violencia sexual se constituye en un fenómeno universal que


amenaza a las mujeres de todas las edades y condiciones sociales,
provocando vergüenza y humillación en la víctima además de un
daño físico y psicológico. “En la mayoría de los casos se manifiesta

50
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

como síndrome de estrés postraumático, depresiones, reacciones


fóbicas… y una mayor probabilidad de victimización posterior” 1.

Los ordenamientos jurídicos, internacionales y nacionales


establecen una serie de derechos y garantías a favor de las mujeres,
cuya efectividad y aplicación deben constituir una pieza
fundamental para prevenir, y por ende, protegerlos/as frente a
prácticas lesivas a su libertad o indemnidad sexual, y en su caso
sancionar oportunamente al responsable a fin de evitar la
revictimización de la mujer que sufre la agresión sexual.

Es por ello, que la Ley 348 “Ley integral para garantizar a las
mujeres una vida libre de violencia”, promulgada en Bolivia el 9 de
marzo de 2013, tiene entre sus pilares fundamentales: La protección
a las mujeres en situación de violencia, la persecución y sanción
penal de los agresores así como la reparación a las víctimas por los
daños sufridos; la ley “redimensiona el problema de la violencia
contra la mujer, superando la limitación de entenderla solo como
violencia doméstica, tratándola más bien como violencia en razón
de género que expresa un modo social con raíces históricas,
culturales, económicas y una forma de comprender y asumir los
roles del hombre y la mujer en la organización social, un orden
donde el hombre es más y la mujer menos, donde una está
subordinada al otro, una realidad que está siendo y debe ser
transformada”.

Ahora bien, pese a los esfuerzos legislativos con la implementación


de normas jurídicas que protegen a este sector de la sociedad, los
procesos penales emergentes de ilícitos relacionados con la libertad
sexual en su generalidad no se tramitan con la debida diligencia y

1 OMS. The Economic Dimensions of Interpersonal Violence. Ginebra: Departamento de


prevención de Lesiones y Violencia 2004
51
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

celeridad establecida en el art. 115.II de la Constitución Política del


Estado, presentándose en muchos de los casos una colisión de
derechos entre el imputado que se encuentra detenido
preventivamente por un determinado lapso de tiempo y solicita la
cesación de su privación de libertad alegando en muchos casos no
ser un peligro efectivo para la víctima art. 234.7 del Código de
Procedimiento Penal (Modificado por la Ley 1173) y la protección
efectiva que se debe otorgar a las víctimas de estos ilícitos.

A partir de dicho conflicto la Sala Cuarta Especializada de este


Tribunal Constitucional Plurinacional, a través de la SCP
0608/2020-S4 de 20 de octubre, asumiendo los entendimientos
desarrollados en la SCP 0001/2019-S2 de 15 de enero, en lo que se
refiere a este peligro procesal previsto en el numeral 7 del art. 234
de la Ley 1173 en delitos relacionados a violencia contra la mujer,
asumió que: “…los administradores de justicia están obligados a
resolver los casos con base en criterios diferenciadores de género,
con el propósito de prevenir y erradicar toda forma de violencia
contra la mujer adolescente, pues, de lo contrario se produciría una
revictimización; toda vez que, la respuesta que espera de las
autoridades no es satisfactoria y además, llegan a confirmar
patrones de desigualdad, discriminación y violencia en contra de
esta población.(…)

En ese sentido, las autoridades judiciales, al considerar la


aplicación de medidas cautelares o su modificación, deben tomar
en cuenta los derechos de la víctima, evitando probables
hostigamiento, amenazas o atentados en su contra o de su familia;
así, la medida que se le imponga o modifique otra, respecto al
imputado a quien se le atribuye una agresión sexual contra niñas
o adolescentes, debe velar por la protección de esa víctima, de tal
modo que, la medida a imponerse no se oponga o desnaturalice la

52
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

protección que el Estado debe brindar a las mujeres víctimas de


violencia.

Asimismo, en el marco de lo señalado debe considerarse también


la SCP 0394/2018-S2 de 3 de agosto, misma que aplicando las
normas internacionales e internas, en especial sobre las medidas de
protección a la mujer víctima de violencia, a las que está obligado
el Estado boliviano; y, las autoridades fiscales y judiciales,
estableció que se deben considerar: ”a) En los casos de violencia
contra niñas o adolescentes y mujeres en general, corresponde que
la autoridad fiscal o judicial, al analizar la aplicación de medidas
cautelares, considere la situación de vulnerabilidad o de desventaja
en la que se encuentren la víctima o denunciante respecto al
imputado; así, como las características del delito cuya autoría se
le atribuye y la conducta exteriorizada por éste en contra de las
víctimas, antes y con posterioridad a la comisión del delito, para
determinar si dicha conducta ha puesto y pone en evidente riesgo
de vulneración los derechos tanto de la víctima como del
denunciante; y, b) En casos de violencia contra las mujeres, la
solicitud de garantías personales o garantías mutuas por parte del
imputado como medida destinada a desvirtuar el peligro de fuga
previsto en el art. 234.10 del CPP, se constituye en una medida
revictimizadora, que desnaturaliza la protección que el Estado
debe brindar a las víctimas; pues, en todo caso, es ésta -y no el
imputado- la que tiene el derecho, en el marco del art. 35 de la Ley
348, de exigir las medidas de protección que garanticen sus
derechos”.

En consecuencia bajo el razonamiento jurisprudencial desarrollado


precedentemente, se concluye que en los procesos penales en los
que, de por medio están los derechos de víctimas de abuso sexual,
la perspectiva de género debe ser adoptada desde el inicio de la

53
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

etapa preparatoria, tanto en el control jurisdiccional como en


la fase de la investigación (aplicación de medidas cautelares), y
no únicamente en el juicio oral, tomando en cuenta a la
jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
que, como se tiene señalado, en el caso Campo Algodonero vs.
México, al constatar la discriminación estructural existente contra
las mujeres, señaló que debían removerse todos los obstáculos de
jure o de facto que impidan la debida investigación de los hechos y
el desarrollo de los respectivos proceso judiciales, y que debía
incluirse una perspectiva de género en la investigación; esto supone
que también las y los servidores judiciales y del Ministerio Público
deben adoptar dicha perspectiva.

Por lo tanto, a tiempo de considerarse una cesación a la detención


preventiva, la autoridad jurisdiccional debe verificar
inequívocamente si el imputado dejo de ser un riesgo efectivo para
la víctima, ello en base a un análisis valorativo que permita asumir
una decisión que no ponga en peligro la integridad física ni
psicológica de esta última. Labor que debe ser cumplida acorde a la
jurisprudencia glosada precedentemente, a las normas legales
internas que rigen la materia (Ley 348; y, Ley 1970 Código de
Procedimiento Penal) así como a las normas internacionales, como
ser: La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH);
La Convención de Belém do Pará, Convención sobre la eliminación
de todas las formas de discriminación contra la Mujer (CEDAW),
de esta última teniéndose como principales recomendaciones para
los Estados parte que:

1. Deroguen sin más demora toda la legislación que consiente,


permite o propicia las prácticas nocivas, incluidas las leyes
tradicionales, consuetudinarias o religiosas y cualquier
legislación que acepte la defensa del “honor” como

54
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

justificación o circunstancia atenuante en la comisión de


delitos por motivos de “honor”.

2. Que las mujeres y los niños sometidos a prácticas nocivas


tengan acceso en condiciones de igualdad a la justicia, lo
que implica, entre otras cosas, hacer frente a los obstáculos
jurídicos y prácticos a la incoación de procedimientos
legales, como el plazo de prescripción, y que los autores y
quienes facilitan o consienten tales prácticas hayan de
rendir cuentas.

3. Que la legislación incluya órdenes de alejamiento o de


protección obligatorias para proteger a quienes corren
el riesgo de sufrir prácticas nocivas, vele por su
seguridad y establezca medidas para proteger a las
víctimas frente a posibles represalias.

Finalmente para acceder a una verdadera administración de justicia


con perspectiva de género y permita garantizar a una víctima de
agresión sexual una protección efectiva del “presunto” agresor, me
permito acudir al Protocolo para Juzgar con Perspectiva Género
aprobado por Acuerdos de Sala Plena del Tribunal Supremo de
Justicia 126/2016; Tribunal agroambiental SPTA 23/2016 y del
Consejo de la Magistratura 193/2016, en el que se desarrolla un
esquema que permite a la autoridad judicial emitir una resolución
judicial, acorde a los cánones internacionales y del protocolo de
género.

Identificación de problema jurídico que se va a resolver:


• Se identifican si interviene mujeres o persona con
diversa orientación sexual e identidad de género.
• Se analiza el contexto del caso Identificación de la
norma o normas jurídicas aplicables y análisis.
55
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

• Problemas de relevancia.
• Argumentos interpretativos.
• Argumentos ponderativos.
• Aplicación del test de igualdad y no discriminación
desde la perspectiva de Género.
• Análisis de la existencia de discriminación
estructural o interseccional.

Determinación de los hechos: Análisis del caso:


• Valoración de la prueba.
• Calificación jurídica del hecho.
• Verificación de su compatibilidad con el bloque de
constitucionalidad.
• Análisis de estereotipos y relaciones de
subordinación o desigualdad estructural.

Decisión:
• Definición clara del caso.
• Interpretación previsora y consecuencialista.
• Reparación.

Bibliografía

Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia,


promulgada el 9 de febrero 2009.

Ley 1173 de 2019. Ley de Abreviación Procesal Penal y de


Fortalecimiento de la Lucha Integral Contra la Violencia a
Niñas, Niños, Adolescentes y Mujeres. Promulgada el 3 de
mayo de 2019. Asamblea Legislativa Plurinacional.

Ley 1970 de 1999. Código de Procedimiento Penal. Promulgada


el 25 de marzo de 1999. Honorable Congreso Nacional.
56
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Ley 348 de 2013. Ley Integral para Garantizar a las Mujeres


una Vida Libre de Violencia. Promulgada el 9 de marzo de
2013. Asamblea Legislativa Plurinacional.

Naciones Unidas. (1979). Convención sobre la eliminación de


todas las formas de discriminación contra la mujer
(CEDAW). Naciones Unidas. Derechos Humanos.
Asamblea General en su resolución 34/180, de 18 de
diciembre de 1979.

OMS. (2004). The Economic Dimensions of Interpersonal


Violence. Ginebra. Departamento de prevención de
Lesiones y Violencia 2004.

Tribunal Constitucional Plurinacional. Sentencia Constitucional


Plurinacional 0608/2020-S4. Expediente 33408-2020-67-
AL. M.R. René Yván Espada Navía. 20 de octubre de 2020.

Tribunal Constitucional Plurinacional. Sentencia Constitucional


Plurinacional 0001/2019-S2. Expediente 22929-2018-46-
AL. M.R. Julia Elizabeth Cornejo Gallardo. 15 de enero de
2019.

57
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Sobre el primer reconocimiento de la unión legal


de las personas del mismo sexo en Bolivia
Juan Carlos Berrios Albizu


Magistrado del Tribunal Supremo de Justicia de Bolivia.
59
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

Sobre el primer reconocimiento de la unión legal de las


personas del mismo sexo en Bolivia
Juan Carlos Berrios Albizu

Resumen:

El presente artículo analiza los avances normativos en la protección


de los derechos fundamentales de la comunidad LGBTI (Lesbiana,
gay, bisexual, transgénero e intersexual), en Bolivia en los últimos
años. De la misma forma analiza los retrocesos normativos
devenidos de la Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017
que ha generado tres problemas principales que perpetúan la
desigualdad estructural de los integrantes de esta comunidad. Para
finalmente hacer énfasis en el debate actual sobre el reconocimiento
de estos derechos, consecuencia de la reciente aprobación de la
unión conyugal libre entre, David Aruquipa y Guido Montaño.

Palabras clave:

Unión legal, personas del mismo sexo, comunidad LGBTI, control


de convencionalidad, reconocimiento de derechos, diversidad
sexual, Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Sobre el primer reconocimiento de la unión legal de las


personas del mismo sexo en Bolivia

Bolivia se constituyó como un Estado sin recursos, la guerra de la


independencia había dejado a la nación con varias necesidades
económicas. La inequidad y pobreza primaban, donde la
discriminación y la desigualdad no fueron diferentes desde la
creación de la república, repercutiendo en una evidente desigualdad
formal y material entre todos sus habitantes. Estas diferencias
fueron acentuadas por muchos años posteriores a la constitución de

60
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

la república, debido a la inestabilidad política que caracterizaba al


país cuyo efecto devino en la normalización del trato
discriminatorio.

No fue hasta hace algunos años que se tomaron medidas legales


concretas para combatir la discriminación entre las cuales se
destaca: la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia
que entró en vigencia el 7 de febrero de 2009, la Ley Contra el
Racismo y toda forma de Discriminación (Ley 045) promulgada el
8 de octubre de 2010 y su Decreto reglamentario (DS N° 762) de
11 de enero de 2011; que crean y viabilizan el Comité Nacional
contra el Racismo y toda forma de Discriminación, lo que evidencia
el reconocimiento formal al racismo en nuestro país.

Entre los grupos vulnerables que sufrieron históricamente


discriminación, encontramos a la comunidad LGBTI. Comunidad
que el año 2016 fue beneficiada con promulgación de la Ley de
Identidad de Género (Ley N° 807), que planteó garantizar el
derecho a la identidad de las personas transgénero y transexuales, a
cambiar de nombre y dato de sexo en su documento de identidad, a
gozar de “todos los derechos fundamentales, políticos, laborales,
civiles, económicos y sociales” 1. Hasta ahí todo parecía avanzar en
la protección de esta comunidad pero, no fue, hasta que el 13 de
octubre de 2016 asambleístas 2 presentaron la acción de
inconstitucionalidad abstracta, de los artículos: “[…]1, 3.2, 4.II, 7,
8, 9 en la frase “cambio de datos de sexo”, 10, 11.II, 12.I y la
disposición Final Primera de la Ley de Identidad de Género, por ser
presupuestalmente contrarios a los art. 8.II, 9.2, 14.I, II, III y IV, 58,

1
Asamblea Legislativa Plurinacional, «LEY No 807 del 21 de Mayo de 2016».
2
Promovida por Carlos Pablo Klinsky Fernandéz, Senador Suplente; Maida Paz Callaú y Julio
Grover Huanca Nina, Diputados Titulares; y, Horacio Poppe Inch, Amilcar Bladimir Barral Cabero
y José Carlos Gutiéreez Vargas, Diputados Suplentes, todos de la Asamblea Legislativa
Plurinacional.
61
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

59, 60, 63, 64, 66 y 116 de la Constitución Política del estado


(CPE)”3

Es así que, el Tribunal emite la Sentencia Constitucional


Plurinacional 0076/2017 generando tres problemas principales que
perpetúan la desigualdad estructural de las personas pertenecientes
a la comunidad LGBTI, generando discriminación: En primer lugar:
El matrimonio de personas que acceden al cambio de dato de sexo
es contrario a la constitución, en segundo lugar: El tribunal se
pronuncia en desacuerdo e incertidumbre en el reconocimiento del
ejercicio y control del poder político por parte de las personas
transexuales y transgénero por el hecho de que, tal reconocimiento
vulneraria los derechos de otro grupo vulnerable que son las
mujeres, y en tercer lugar entre los cuales genera un precedente:
vulnera el derecho a la confidencialidad en caso de competencias
deportivas por requerir características físico-biológicas específicas
y obliga a brindar los datos del sexo primigenio en este tipo de
competiciones. Como vemos si bien se reconoce el cambio de dato
de sexo, aun los transexuales y transgénero son considerados
ciudadanos de segunda, los prejuicios aún son latentes, algunas
personas continúan manifestando su posición conservadora y
discriminadora de no reconocer derechos a la comunidad LGBTI,
que son más que evidentes.

Antes de que se emane la Sentencia Constitucional Plurinacional


0076/2017 la coordinadora residente de la Organización de
Naciones Unidas en Bolivia, Sun-Ah Kim Suh, “destacó el
instructivo y consideró que es el momento de que todos se
identifiquen como "seres universales y únicos" sin distinción de

3
Bolivia, Tribunal Constitucional Plurinacional, Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017,
9 de noviembre de 2017.
62
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

raza o género”4. Al igual que este organismo el gobierno se


pronunció: "No es fácil, es muy duro ser discriminado en la
sociedad. Ellos lo han hecho, han luchado, han logrado incluir sus
derechos en las normativas bolivianas" 5. Si bien muchas personas
se beneficiaron de la normativa planteada en los últimos años es
evidente que muchos de los derechos fundamentales de la
comunidad LGBTI son violados.

El reconocimiento de Derechos a la Comunidad LGBTI ha sido


objeto de numerosas y variadas discusiones en Bolivia como bien
se refirió anteriormente, pues no es un secreto que nuestra sociedad
se ha caracterizado por un criterio conservador al respecto, empero
esta discusión se ve acrecentada con la reciente aprobación de una
unión conyugal libre acaecida en diciembre de 2020, cuando la Sala
Constitucional Segunda del Tribunal Supremo Departamental de
Justicia de La Paz, ha reconocido la unión libre de David Aruquipa
y Guido Montaño, quienes tras lograr la tutela en una acción de
amparo, se han constituido en ser la primera pareja del mismo sexo
que logra un reconocimiento legal de su vínculo conyugal.

Con este precedente, sin duda que se ha desencadenado un


horizonte de reflexión sobre la necesidad de profundizar el
reconocimiento oficial de la situación familiar de las personas de la
diversidad sexual, pues no podemos olvidar que por mandato del
art. 63.II de la Constitución Política del Estado, las uniones libres
son equiparables al matrimonio civil en numerosos aspectos
relacionados con derechos y beneficios; razón por la cual existe una
diversidad de temas que pueden ser abordados a partir del
reconocimiento de la unión libre de las personas del mismo sexo;

4
Paola Flores, «Reconocen matrimonio transexual y transgénero en Bolivia», AP Spanish; New
York, 2017, https://search.proquest.com/docview/1914706293/citation/1C7CB7D4E8824AD7PQ/1.
5
Ibid.
63
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

temas que pueden ir orientados al análisis de los efectos de la


filiación, la adopción de menores, los efectos del régimen
patrimonial, entre otros que merecen especial atención por su
carácter particular; sin embargo, consideramos que para este trabajo
la discusión puede centrarse en una cuestión más simbólica, relativa
a las razones por las cuales se considera que este reconocimiento,
constituye un avance en la vigencia de los derecho humanos de las
personas que conforman los colectivos LGTBI, por cuanto, en
Bolivia el reconocimiento antes citado constituye un hito para el
régimen familiar de las parejas del mismo sexo.

En Bolivia, el debate no ha girando precisamente en


torno al reconocimiento de la unión libre de las personas del
mismo sexo, sino que ésta se centró más en el matrimonio de
las personas homosexuales, lo que básicamente es lo mismo,
puesto que como se ha dicho, es nuestra propia Constitución la
que establece que el matrimonio civil es equiparable a las uniones
conyugales libres, ya que ambos institutos producen los mismos
efectos.

Así, tenemos que tras haberse promulgado la Constitución Política


del Estado de 2009, que, luego de una arbitraria modificación del
proyecto originario, solo hizo referencia al matrimonio
heterosexual; el año 2010, fue retomado el debate sobre la
unión legal entre personas del mismo sexo, debate que surgió en la
ciudad de Santa Cruz con una iniciativa ciudadana del abogado
Víctor Hugo Vidangos, integrante de la Fundación Arco Iris,
quien propuso un anteproyecto de ley denominado “Ley de
Unión de Convivencia entre Parejas del Mismo Sexo”, en este
documento se pretendía regular las uniones de parejas
conformadas por personas del mismo sexo, empero en agosto del
mismo año se produjo una ruptura entre las instituciones y
agrupaciones que defendían este proyecto, razón por la cual
64
surgió la Coalición Boliviana de
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Organizaciones LGBT, la cual estructuró su propia agenda en


relación a las uniones homosexuales.

En junio de 2012, la referida coalición presentó ante los medios de


comunicación la figura de la “Unión Legal Igualitaria” con base a,
un proyecto que pretendía regular la unión civil entre personas del
mismo sexo, este documento, era la base de una propuesta de ley
interpretativa de los arts. 63 y 64 de la Constitución Política del
Estado, donde se establecía que entre los arts. 63 y 14 del texto
constitucional existía una contradicción jurídica que generaba
desigualdad en el ejercicio de los derechos de las personas que
pertenecen a los colectivos LGBTI, por cuanto, por una parte, el art.
63 hace referencia al matrimonio y a las uniones libres o de hecho
únicamente entre mujeres y hombres y, por otro, el art. 14 prohíbe
y sanciona la discriminación fundada en la orientación sexual e
identidad de género. La propuesta concluye que con base al,
derecho de igualdad, no existe limitación ni prohibición específica
que impida que las personas de los colectivos LGBTI puedan
ejercer los derechos consagrados en el art. 62 y siguientes de la
Constitución Política del Estado; por el contrario, el proyecto
sostuvo que existe un vacío constitucional que abre la posibilidad
de plantear el acceso a la unión legal de las personas del mismo
sexo, poco después, en agosto del mismo año, la senadora Hilda
Saavedra Serrano, con el respaldo del movimiento TLGB de
Bolivia, presentó oficialmente a la Asamblea Plurinacional el
Proyecto de Ley Interpretativa del artículo 63 de la Constitución
Política del Estado.

Por su parte, el proyecto de convivencia antes mencionado, siguió


su curso y fue promovido por la diputada Érica Claire, quien, en
abril de 2012 presentó a la Asamblea Legislativa el Anteproyecto
de Ley de Unión de Convivencia entre personas del mismo sexo,

65
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

esta propuesta comenzó a debatirse en la Comisión de Derechos


Humanos, generando posiciones encontradas al interior de la
Asamblea Legislativa, sin que haya tenido resultados concretos
hasta la fecha.

Finalmente, el 21 de septiembre de 2015, miembros del movimiento


de Diversidades Sexuales y Genéricas de Bolivia y la organización
de Capacitación y Derechos Ciudadanos (CDC), iguales ante la
Ley; entregaron el Proyecto de Ley Acuerdo de Vida en Familia al
Defensor del Pueblo, a quien solicitaron que, desde su despacho
pueda impulsar su tratamiento en la Asamblea Legislativa
Plurinacional. En este proyecto, se propuso la creación de una
figura alternativa al matrimonio civil consiste en la conformación
de una institución social que genere derechos, deberes y
obligaciones para las parejas LGBTI.

No obstante, estos proyectos no fueron aprobados, por cuanto, en


nuestro ordenamiento jurídico vigente, no existen normas
específicas relacionadas al reconocimiento de la unión conyugal de
las personas que pertenecen a los colectivos LGBTI; situación que
como vimos anteriormente se pretendió enmendar con la
promulgación de la Ley Nº 807 de Identidad de Género, que en el
parágrafo segundo del art. 11 de la referida Ley, dispone que: “El
cambio de nombre propio, dato de sexo e imagen, permitirá a la
persona ejercer todos los derechos fundamentales, políticos,
laborales, civiles, económicos y sociales, así como las obligaciones
inherentes a la identidad de género asumida”, permitiendo inferir
que las personas del mismo sexo, merced a esta norma legal, bien
podían ejercer cualquier derecho consagrado en la Constitución, y
en particular, los derechos consagrados en el art. 62 y
consiguientemente contraer matrimonio o constituir uniones
conyugales libres o de hecho, empero, debido al control de

66
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

constitucionalidad a través de la Sentencia Constitucional


Plurinacional Nº 76/2017 de 9 de noviembre, contraviniendo a los
estándares universales e interamericanos de protección de los
derechos humanos, se declaró: la inconstitucionalidad del parágrafo
II del art. 11 de la ley de Identidad de Género en su frase
“…permitirá a la persona ejercer todos los derechos
fundamentales, políticos, laborales, civiles, económicos y
sociales…”.

Esta determinación, fue asumida bajo el fundamento de que el


derecho a contraer matrimonio o constituir uniones libres o de
hecho, es reconocido constitucionalmente solo entre hombres y
mujeres y no así en favor de las personas que ejerzan su derecho a
la identidad de género, puesto que el alcance de ese derecho
únicamente importa un ejercicio individualidad de la persona que
se ampara en el mismo, infiriendo de esta manera, que las personas
que pertenezcan a los colectivos LGBTI no pueden contraer
matrimonio o constituir uniones libres o de hecho; mucho menos
podrían adoptar hijos, adquirir bienes bajo el régimen ganancial u
otros derechos que puedan emerger de un vínculo conyugal.

Esta resolución, constituye una determinación contraria a los


postulados que configuran el orden constitucional imperante en
Bolivia, ya que la identidad de género está reconocida en la
Constitución Política del Estado y en el ámbito Internacional; en
varios Tribunales y Organismos Internacionales, y es en la
sentencia 0076/2017 que se rompe el equilibrio entre los beneficios
y la medida limitadora, debido a que se restringe varios derechos
que se consideraban ganados con la ley de Identidad de Género
afectando de lleno al principio progresividad y no regresividad de
los derechos fundamentales y el artículo 256 de la constitución
Política del Estado por la mala interpretación que se realiza de la

67
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

normativa nacional y la no aplicación del bloque de


constitucionalidad: artículo 410 que expresa: “La constitución es
la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano y goza de
primacía frente a cualquier otra disposición normativa. El bloque
de constitucionalidad está integrado por los Tratados y Convenios
internacionales en materia de Derechos Humanos y las normas de
Derecho Comunitario, ratificados por el país […]”6.

Cabe en este punto señalar que dentro de las mencionadas normas


e instrumentos internacionales, no solo se encuentran los tratados y
convenciones sobre derechos humanos, sino también las normas no
convencionales, como las declaraciones, principios y reglas, que
adquieren una fuerza vinculante por su uso como costumbre
internacional, y que además, constituyen instrumentos de vital
importancia, pues son ellos quienes contribuyen a la determinación
del contenido, alcance, interpretación y aplicación de las normas
convencionales. De igual manera, forman parte de estos
instrumentos, las Resoluciones de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, son parte del bloque de constitucionalidad y
por lo tanto vinculantes para el estado boliviano, así lo establece la
Sentencia Constitucional Plurinacional 0110/2010-R:

En efecto, al ser la CIDH el último y máximo garante en el


plano supranacional del respeto a los Derechos Humanos,
el objeto de su competencia y las decisiones que en ejercicio
de ella emanan, constituyen piedras angulares para
garantizar efectivamente la vigencia del “Estado
Constitucional”, que contemporáneamente se traduce en el
Estado Social y Democrático de Derecho, cuyos ejes
principales entre otros, son precisamente la vigencia de los
Derechos Humanos y la existencia de mecanismos eficaces

6
Bolivia, Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia, de 2009, Art 410.
68
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

que los hagan valer, por eso es que las Sentencias


emanadas de este órgano forman parte del bloque de
constitucionalidad y fundamentan no solamente la
actuación de los agentes públicos, sino también subordinan
en cuanto a su contenido a toda la normativa infra-
constitucional vigente7

Siendo esto así, a tiempo de analizar el asunto concerniente a la


unión legal de las personas del mismo sexo, corresponde tomar en
cuenta que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha
establecido que los Estados, deben abstenerse de realizar acciones
que vayan dirigidas, directa o indirectamente, a crear situaciones de
discriminación respecto a las personas que forman parte de los
colectivos LGBTI, por cuanto, la Corte entiende que la existencia
de la familia no ha estado al margen del desarrollo de las
sociedades, ya que su conceptualización ha variado y evolucionado
conforme al cambio de los tiempos, lo que posibilita que en la
actualidad existan diversas formas en las que se materializan los
vínculos familiares, que ya no se limitan precisamente a las
relaciones fundadas en el matrimonio. Para esto, la Corte opina que:

…La definición de familia no debe restringirse por la noción


tradicional de una pareja y sus hijos, pues también pueden
ser titulares del derecho a la vida familiar otros parientes,
como los tíos, primos y abuelos, para enumerar sólo
algunos miembros posibles de la familia extensa, siempre
que tengan lazos cercanos personales. Además, en muchas
familias la(s) persona(s) a cargo de la atención, el cuidado
y el desarrollo de una niña o niño en forma legal o habitual
no son los padres biológicos. Más aún, en el contexto

7
Bolivia, Tribunal Constitucional Plurinacional, Sentencia Constitucional Plurinacional 110/2010-
R.
69
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

migratorio, los “lazos familiares” pueden haberse


constituido entre personas que no necesariamente sean
jurídicamente parientes, máxime cuando, en lo que respecta
a niñas y niños, no han contado o convivido con sus padres
en tales procesos. Es por ello que el Estado tiene la
obligación de determinar en cada caso la constitución del
núcleo familiar de la niña o del niño 8.

De esto, desprende que la Corte “…ha entendido el concepto de


familia de una manera flexible y amplia…” 9, lo que significa que
una familia también puede estar conformada por personas con
diversas identidades de género u orientación sexual, ya que la Corte
no encuentra motivos para desconocer el vínculo familiar que
parejas del mismo sexo pueden establecer por medio de relaciones
afectivas con ánimo de permanencia, que buscan emprender un
proyecto de vida conjunto, típicamente caracterizado por
cooperación y apoyo mutuo. Por esas razones, la Corte coincide con
su par europeo respecto a que sería una distinción artificial afirmar
que una pareja del mismo sexo no puede gozar de un vínculo
familiar como lo podría hacer una pareja heterosexual.

Lo que nos permite concluir que en el ámbito del derecho


internacional, no existe un concepto cerrado de la familia, ni mucho
menos se protege sólo un modelo en particular de la misma,
coincidiendo con tal situación, el mandato establecido por el art. 14
de nuestro texto Constitucional, que garantiza el ejercicio de los
derechos fundamentales en un marco exento de discriminación por
razón de sexo, orientación sexual, identidad de género, etc.; y cuyo
mandato también ha sido rescatado por el art. 6 inc. a) de la Ley
603, que respecto a la protección de las familias, indica que el

8
CIDH. Opinión Consultiva OC-21/14 de 19 de agosto de 2014, párr. 272.
9
Ídem, párr. 190.
70
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Estado tiene como rol fundamental la protección integral sin


discriminación de las familias en la sociedad, que implica garantizar
el ejercicio pleno de sus derechos y los de sus integrantes para una
convivencia respetuosa, pacífica y armoniosa.

A esto cabe añadir que, por mandato del art. 410.II de la


Constitución, también son aplicables en el ámbito interno, los
Principios de Yogyakarta, el cual en su Principio Nº 2 refiere que
“todas las personas tienen derecho al disfrute de todos los derechos
humanos, sin discriminación por motivos de orientación sexual o
identidad de género…”, a su vez el Principio Nº 24 establece que
los Estados:

“… Velarán por que las leyes y políticas reconozcan la


diversidad de formas de familias, incluidas aquellas que no
son definidas por descendencia o matrimonio, y adoptarán
todas las medidas legislativas, administrativas y de otra
índole necesarias para asegurar que ninguna familia sea
sometida a discriminación basada en la orientación sexual
o identidad de género de cualquiera de sus integrantes,
incluso en lo que respecta al bienestar social y otros
beneficios relacionados con la familia, al empleo y a la
inmigración” 10.

Con un razonamiento similar, la Corte, en el caso caso Atala Riffo


y Niñas Vs. Chile, ha razonado que:

“…Los Estados están obligados a adoptar medidas


positivas para revertir o cambiar situaciones
discriminatorias existentes en sus sociedades, en perjuicio

10
Miembros de la Comisión Internacional de Juristas, del Servicio Internacional para los Derechos
Humanos, académicos y activistas, reunidos en la ciudad de Yogyakarta. Principios de Yogyakarta,
9 de noviembre de 2006.
71
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

de determinado grupo de personas. Esto implica el deber


especial de protección que el Estado debe ejercer con
respecto a actuaciones y prácticas de terceros que, bajo su
tolerancia o aquiescencia, creen, mantengan o favorezcan
las situaciones discriminatorias”11.

De todo lo hasta aquí expresado, se llega a la convicción de si bien


en Bolivia no existe una norma específica que reconozca el derecho
de las personas que componen los colectivos LGBTI a contraer
matrimonio o constituir uniones libres o, de hecho, existe un marco
normativo internacional ratificado por nuestro estado a través de
compromisos internacionales que deben ser reconocidos en la
práctica. Como lo acontecido en la Resolución Constitucional N°
127/2020 de 3 de julio de 2020, donde una de las Salas
Constitucionales de nuestro país ha optado por dar aplicabilidad a
las normas e instrumentos internaciones relacionadas al caso y ha
reconocido la unión libre de dos personas del mismo sexo, y de esa
manera se ha podido marcar un hito en cuento al reconocimiento de
los derechos en favor de los colectivos LGBTI, rompiendo las
brechas establecidas por la SCP Nº 76/2017 de 9 de noviembre, que
de manera contraria a los estándares universales e interamericanos
de protección de los derechos humanos ha restringido el ejercicio
de los derechos fundamentales de las minorías sexuales de nuestro
país.

Bibliografía

CIDH. 2012. Caso Atala Riffo y Niñas Vs. Chile. Sentencia de 24


de febrero de 2012.

11
CIDH, Atala Riffo y Niñas Vs. Chile.
72
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

CIDH. 2014. Opinión Consultiva OC-21/14 de 19 de agosto de


2014, párr. 272.

Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia,


promulgada el 9 de febrero 2009.

Flores, P. (2019, 29 de junio). Reconocen matrimonio transexual y


transgénero en Bolivia. AP News.
https://apnews.com/article/d1cc25cbdd6f4048bfed579b8efc0a
50.

Ley 807 de 2016. Ley de Identidad de Género. 21 de mayo de 2016.


Asamblea Legislativa Plurinacional.
http://www.derechoteca.com/gacetabolivia/ley-no-807-del-
21-de-mayo-de-2016/.

Miembros de la Comisión Internacional de Juristas, del Servicio


Internacional para los Derechos Humanos, académicos y
activistas, reunidos en la ciudad de Yogyakarta. Principios de
Yogyakarta. 9 de noviembre de 2006.

Tribunal Constitucional Plurinacional. Sentencia Constitucional


Plurinacional 0076/2017, Expediente 16831-2016-34-AIA.
M.R. Dr. Ruddy José Flores Monterrey. 9 de noviembre de
2017.

Tribunal Constitucional. Sentencia Constitucional Plurinacional


110/2010-R. Expediente 2006-13381-27-RAC. M.R. Dr.
Abigael Burgoa Ordóñez. 10 de mayo de 2010.

73
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

La Transversalización de Derechos Humanos y


género en el Órgano Judicial
Dolka Vannesa Gómez Espada


Consejera de la Magistratura
75
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

La Transversalización de Derechos Humanos y


género en el Órgano Judicial
Dolka Vannesa Gómez Espada

Resumen

El término transversalidad de género se utiliza, para referirse a la


responsabilidad de todas las entidades públicas en el avance de la
igualdad entre mujeres y hombres.

La transversalidad de género es la incorporación, la aplicación del


Principio de Igualdad donde el “Estado garantiza la igualdad real
y efectiva entre mujeres y hombres, el respeto y la tutela de los
derechos, en especial de las mujeres, en el marco de la diversidad
como valor, eliminando toda forma de distinción o discriminación
por diferencias de sexo, culturales, económicas, físicas, sociales o
de cualquier otra índole”.1, de modo, que se garantice el acceso a
todos los recursos en igualdad de condiciones, se planifiquen las
políticas públicas teniendo en cuenta las desigualdades existentes y
se identifiquen y evalúen los resultados e impactos producidos por
éstas en el avance de la igualdad real.

Es así, que con la implementación de la Política de Igualdad de


Género del Órgano Judicial busca transversalizar los Derechos
Humanos y Género, en todos los entes del Órgano Judicial y
Tribunal Constitucional, constituyéndose en una de las prioridades
del Consejo de la Magistratura para construir una sociedad
igualitaria entre las mujeres y los hombres de Bolivia.

Palabras clave

Transversalizar, equidad de género, vulnerabilidad.

1 Ley Nº 348, Artículo 4.2 Igualdad.


76
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Cuerpo del artículo

Durante siglos, ha prevalecido una estructura de poder y una


cultura, que en los ámbitos público y privado colocaron a las
mujeres en una situación de desventaja, al negarles y limitarles sus
derechos y libertades e imponerles pautas de convivencia
patriarcales, basadas en la autoridad masculina. De esta manera, se
institucionalizaron normas y códigos culturales, que constituyeron
un modelo social de dominación y subordinación, que somete y
anula las diversas formas de convivencia que existen en la realidad,
desconociendo los múltiples aportes de las mujeres en la sociedad.

Esta subordinación, a más de tener un significado social, cultural y


político, ha influido en lo laboral, puesto que, la división sexual del
trabajo ha incidido en la discriminación y segregación laboral,
desvalorización e invisibilización de varias actividades realizadas
por mujeres. La visión integral sobre el cambio de la condición y
situación de las mujeres y las relaciones de género ha sido
desarrollada en el ámbito político nacional e internacional.

En los últimos años se han producido acciones encaminadas a


fortalecer la institucionalidad pública con mecanismos y políticas
que permitan avanzar hacia la igualdad y no discriminación en
razón de género, en esta línea el Órgano Judicial cuenta con la
Política Institucional de Igualdad de Género. Logrando
significativos avances desde esta institución del Estado.

La Política Institucional de Igualdad de Género del Órgano Judicial


(PIIG) ha sido aprobada mediante acuerdo 055/2015, por lo que
constituye un mandato legal que debe cumplirse en cada entidad del
Órgano Judicial empezando por el Consejo de la Magistratura.
77
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

La PIIG tiene como objetivo: Introducir los enfoques de género y


de derechos humanos en todas las acciones, niveles y ámbitos de
actuación del Órgano Judicial, de modo que se genere una nueva
cultura organizacional caracterizada por las relaciones reciprocas de
respeto en la diversidad, armónicas y horizontales, entre hombres y
mujeres; generando capacidades institucionales de respuesta para
asegurar y garantizar mayor acceso a la justicia para las mujeres y
otras poblaciones en situación de vulnerabilidad.

Para transversalizar la perspectiva de género en el accionar


institucional es necesario transformar los métodos de interpretación
y análisis de la problemática social interna de las entidades. Se trata
de incorporar sistemática y regularmente políticas de equidad entre
hombres y mujeres en todas las prácticas y actividades del Estado
boliviano.

Con la finalidad de mejorar la situación social de las mujeres


promoviendo la aplicación del principio de igualdad como garantía
de una sociedad igualitaria. Para ello, se ha incorporado la creencia
de un necesario cambio de actitudes, de comportamientos y de
estructuras sociales para construir un sistema de convivencia entre
mujeres y hombres basado en la libertad, justicia e igualdad
ofreciendo un planteamiento estratégico de la misma en su
conjunto.

Esta nueva perspectiva ha significado integrar la óptica de la


igualdad en todas las actividades a realizar dentro y fuera del
Órgano Judicial y la promoción de la participación de las mujeres
en todas las esferas de la vida social, especialmente en la formación,
haciéndolas agentes coparticipes de la toma de decisiones, ya que
sin la participación activa de las mujeres en todos los niveles y en
la toma de decisiones no será realidad el objetivo de igualdad.

78
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Dentro del Órgano Judicial, se obtuvo significativos avances en la


implementación de la política, como la capacitación de servidores
judiciales sobre Derechos Humanos y Género; la aprobación del
“Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género”, así como su
manual, que obliga a los jueces la emisión de sentencias sin sesgos
de género. Asimismo, la introducción de la perspectiva de género
en el Reglamento de la Carrera Judicial que establece “garantía de
equidad de género” en los procesos de selección de jueces; el
derecho de licencias con goce de haber por nacimiento de hijos para
servidores hombres y mujeres del Órgano Judicial y el Reglamento
del Trato Preferente para grupos vulnerables que acuden al Órgano
Judicial que coadyuvaron al cumplimiento parcial del objetivo de la
PIIG.

Por tanto, se tiene que la implementación de la PIIG, en su primer


periodo, ha concluido, por lo que en esta nueva etapa existe la
necesidad de realizar un ajuste el cual permitirá determinar líneas
estratégicas renovadas para que en todo el accionar del Órgano
Judicial se aplique la Transversalización de Derechos Humanos y
Género.

Bibliografía

Ley 348 de 2013. Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una
Vida Libre de Violencia. Promulgada el 9 de marzo de 2013.
Asamblea Legislativa Plurinacional.

Órgano Judicial – Comité de Genero. (2019). Protocolo para


Juzgar con Perspectiva de Género. Sucre, Bolivia. Estado
Plurinacional de Bolivia, Órgano Judicial.

79
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Género y justicia
Jinky Irusta Ulloa


Directora de la Oficina Jurídica de la Mujer.
81
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

Género y justicia
Jinky Irusta Ulloa

Resumen

Con este artículo pretendo realizar una reflexión sobre GÉNERO Y


JUSTICIA, desde la implementación del “Protocolo Para Juzgar
con Perspectiva de Género”, en el año 2016, tres años después de la
promulgación de la Ley 348 Ley Integral para Garantizar a las
Mujeres una Vida Libre de Violencia, de 9 de marzo de 2013,
considerando el acceso a la justicia como un derecho humano de las
mujeres víctimas de violencia.

La necesidad de juzgar con perspectiva de género entendida desde


el procedimiento judicial en situaciones de desigualdad por razón
de género tiene importantes fundamentos.

Palabras clave

Género, acceso a la justicia, Derechos Humanos, discriminación,


violencia.

Desarrollo

El año 2016 mediante acuerdo de Sala Plena Nro. 126/2016 de 22


de noviembre el Tribunal Supremo de Justicia aprobó el “Protocolo
para Juzgar con Perspectiva de Género” documento que contiene
los estándares internacionales e internos de cumplimiento
obligatorio para las autoridades judiciales. Es un cambio
paradigmático en la administración de justicia, que responde a
materializar el goce efectivo de los derechos humanos.

82
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Es un criterio generalmente aceptado, que la igualdad de género es


un derecho humano. 1 El Sistema Interamericano de Derechos
Humanos ha sido una poderosa herramienta para proteger los
derechos fundamentales2 y reivindicar la dignidad humana,
condenando los actos u omisiones de un Estado que violente esos
derechos y ofrecer una reparación al agraviado. 3

Es imprescindible la aplicación de la perspectiva de género en el


poder judicial, contar con herramientas, enfoques para abordar el
tema de la violencia, de la discriminación, Alda Facio señala que:
“…la teoría de género, tan desarrollada ya en nuestro tiempo, nos
ha enseñado que no se puede comprender ningún fenómeno social
si no se lo analiza desde la perspectiva de género y que ésta
generalmente implica reconceptualizar aquello que se está
analizando. Es así que para hablar del acceso, o mejor dicho, del
no acceso de las mujeres a la justicia jurisdiccional desde una
perspectiva de género, tendríamos que reconceptualizar tanto lo
que entendemos por "acceso a la administración de justicia" como
lo que entendemos por "justicia jurisdiccional".”4

1 En palabras de Carlos Böhrt: “Se trata del reconocimiento y consagración de esos derechos en
todos los ámbitos de la vida social; se trata, por tanto, no sólo de la igualdad jurídica entre hombres
y mujeres, sino de construir una sociedad en la que las relaciones entre ambos géneros, en las
diferentes actividades sociales, políticas, económicas, laborales, agrarias, etcétera sean
equitativas”. Extracto de la conferencia titulada “El enfoque de género en el derecho constitucional
comparado”, en Reformas constitucionales y equidad de género, informe final del seminario
internacional, febrero de 2005, página 153
2 Abi-Mershed, Elizabeth A.H. “El Sistema Interamericano de Derechos Humanos y los Derechos de

la Mujer: avances y desafíos”, en Derecho Internacional de los Derechos Humanos, México,


Fontamara, páginas 481 a 510. La autora sostiene que aun cuando el sistema interamericano de
derechos humanos ha instrumentado ciertas herramientas para tratar las violaciones que impiden a
la mujer ejercer plenamente sus derechos, éstos aún se encuentran en etapa inicial y de desarrollo
3 Tamés, Regina. “El reconocimiento de los derechos de las mujeres en las Naciones Unidas”, en

Derechos de las mujeres en el Derechos Internacional, México, Fontamara, página 45


4 Facio Heredia, Alda. El acceso a la justicia desde una perspectiva de género Costa Rica 5 de

diciembre del 2000. Recuperado el 25 de marzo de 2009 de:http://www.ilanud.or.cr/DD123-1.rar


83
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

El acceso a la justicia debe ser parte de una política pública del


Estado sin discriminación alguna comprometiendo a todos sus
órganos, no solo al Poder Judicial. Es en ese sentido que el acceso
a la justicia se proyecta también sobre los procesos de definición y
adopción de políticas públicas que inciden sobre el goce de los
derechos civiles, políticos económicos y sociales de los grupos
vulnerables.

Desde las definiciones de las Reglas de Brasilia sobre Acceso a la


Justicia, se consideran personas en situación de vulnerabilidad a
aquellas que, por razón de su edad, género, estado físico o mental,
o por circunstancias sociales, económicas, étnicas o culturales
encuentran especiales dificultades para ejercitar con plenitud ante
el sistema de justicia los derechos reconocidos por el ordenamiento
jurídico5. La creación de oficinas con funciones específicas de
protección y asistencia destinadas a los grupos vulnerables, por
causas vinculadas con tratos discriminatorios por parte de órganos
estatales, así como la creación de patrocinios jurídicos
especializados en la situación de estos grupos, contribuyen a
garantizar su acceso a la justicia.

Entre los grupos vulnerables que enfrentan dificultades particulares


en el acceso a la justicia se encuentran las mujeres. Las Reglas de
Brasilia sobre el Acceso a la Justicia destacan que la discriminación
que la mujer sufre en determinados ámbitos supone un obstáculo
para el acceso a la justicia, siendo que este obstáculo se ve agravado
en aquellos casos en que concurra alguna otra causa de
vulnerabilidad6.El acceso a la justicia constituye un elemento
esencial como mecanismo para erradicar la violencia de género.

5 Artículo 3 de las Reglas de Brasilia sobre el Acceso a la Justicia aprobadas por la XIV Cumbre
Judicial Iberoamericana, en Brasilia el 6 de marzo de 2008.
6 Artículo 8 de las Reglas de Brasilia para el Acceso a la Justicia.

84
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

La dificultad para el acceso a la justicia constituye sin duda la mayor


discriminación que enfrentan no sólo las mujeres, sino los sectores
más desfavorecidos de la sociedad que se ven imposibilitados de
ejercer y exigir el cumplimiento de los derechos más básicos que
les reconocen las leyes, las Constituciones y las convenciones
internacionales.

La CIDH, en el Informe Sobre el Acceso a la Justicia para las


Mujeres Víctimas de Violencia en las Américas, estableció: Este
informe parte de la premisa de que el poder judicial constituye la
primera línea de defensa a nivel nacional para la protección de los
derechos y las libertades individuales de las mujeres, y por ello la
importancia de su respuesta efectiva ante violaciones de derechos
humanos. Una respuesta judicial idónea resulta indispensable para
que las mujeres víctimas de violencia cuenten con un recurso ante
los hechos sufridos y que éstos no queden impunes. Cabe señalar
que, en este informe, la administración de la justicia comprende el
poder judicial (todas sus instancias, tribunales y divisiones
administrativas), la policía y los servicios de medicina forense,
ubicados en zonas urbanas y rurales, con competencia nacional y/o
local.7

El acceso a la justicia consagrado por la Constitución Política del


Estado como un derecho fundamental, sin embargo, desde la
promulgación de la Ley 348 “Ley Integral Para Garantizar a las
Mujeres una Vida Libre de Violencia”, podemos afirmar que dicho
acceso ha sido restringido para las mujeres.

Existen muchas limitaciones a la hora de tomar decisiones para


aplicar la perspectiva de género, que están centrados en los valores

7 CIDH. Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en Ecuador. OEA/Ser. L./V/II.96 Doc.

10.
85
ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

y principios morales y religiosos, sociedad patriarcal, los


estereotipos, prejuicios, el sesgo de género, de las autoridades
judiciales, que obstaculizan el efectivo acceso a la justicia, es
necesario iniciar el proceso de deconstrucción y construcción de
nuevos modelos que hagan posible una propuestas de cambio de
integración de la perspectiva de género, para no seguir
reproduciendo la dominación patriarcal con efectos
discriminatorios para las mujeres que sufren violencia.

La capacidad del poder judicial para implementar el “Protocolo para


Juzgar con Perspectiva de Género”, requiere muchas acciones y un
esfuerzo progresivo para que se adopte de manera permanente y
sólida.

Es un camino largo que nos toca transitar para poder tener el acceso
efectivo a la justicia que actualmente enfrentamos las mujeres,
estamos seguras que quienes ejercen la función judicial tienen el
compromiso de la garantía y el respeto por los derechos humanos.

Bibliografía

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Derechos Humanos y los Derechos de la Mujer: avances y
desafíos, In Derecho Internacional de los Derechos Humanos,
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Ley 348 de 2013. Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una
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Situación de los Derechos Humanos en Ecuador. CIDH
OEA/Ser. L./V/II.96 Doc. 10

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