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Año del fortalecimiento de la soberanía nacional

UNIVERSIDAD ANDINA NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

CAP. DERECHO

TRABAJO ENCARGADO:

EL PREVARICATO DE MAGISTRADOS, ABOGADOS Y MANDATARIOS


JUDICIALES

ASIGNATURA:

ETICA Y DEONTOLOGIA

DOCENTE:

M. SE. PARI ARCAYA JOEL FREDY

PRESENTADO POR:

 ECHENIQUE VILCA LESLY YALU


 FLORES VALERIANO ALEX
 ESCALANTE COAGUILA LILIA ROSA
 VILCA VELASQUEZ JAQUELINE FRANSHESCA
 ONORI APAZA WILSON

SEMESTRE XlI – A FILIAL PUNO -PERU


Agradecimiento

Agradecemos a Dios por bendecirnos la vida, por guiarnos a


lo largo de nuestra existencia, ser el apoyo y fortaleza en
aquellos momentos de dificultad y de debilidad.

DEDICATORIA
El presente trabajo está dedicado a todos los compañeros del
grupo por haber sido un apoyo a lo largo para armar y
redactar este trabajo que es de bien para la carrera
universitaria y a lo largo de mi vida. A todas las personas
especiales que me acompañan en esta etapa, aportando a mi
formación tanto profesional y como ser humano.
RESUMEN
En el presente artículo, la autora trata sobre la evolución del delito
de prevaricato, desde su regulación en la antigua cultura romana, su
codificación en el Digesto, así como regulación en el Código Penal,
finalizando con su aplicación en la legislación nacional
contemporánea. Palabras clave: prevaricato, juez, fiscal,
administración pública, resolución judicial, dictamen.

ABSTRACT
The author addresses the evolution of the crime known as
prevarication, starting with its regulation in the ancient Roman
culture, its codification in the Digest and its regulation in the 1831
Criminal Code Criminal Code,, ending with its national legal
contemporary application. Keywords: prevarication, judge,
prosecutor, public administration, court ruling, ruling
ÍNDICE
1 PREVARICATO DE MAGISTRADOS, ABOGADOS JUECES Y FISCALES........6
1.1 El Código Penal del Perú dice en su artículo 418.........................................................7
2 ANTECEDENTES.............................................................................................................8
3 PREVARICATO DE LOS ABOGADOS Y MANDATARIOS.......................................10
4 ARTICULOS REFRENTES A LA LEALTAD PROFESIONAL..............................11
4.1 CODIGO DE ETICA DEL COLEGIO DE ABOGADOS DEL PERU SECCIÓN
SEGUNDA........................................................................................................................11
4.2.1 PRINCIPIOS FUNDAMENTALES........................................................................11
5 SECCIÓN TERCERA, LA RELACIÓN CON EL CLIENTE....................................11
5.1 REGLAS GENERALES.............................................................................................11
6 DEBERES DEL ABOGADO CON EL CLIENTE.......................................................12
6.1 DEBERES DEL ABOGADO CON EL JUEZ...........................................................12
6.2 DEBERES DEL ABOGADO CON EL ADVERSARIO...........................................12
6.3 EL BIEN JURIDICO LESIONADO..........................................................................13
7 DIFERENCIAS ENTRE PREVARICATO DE ABOGADOS Y MANDATARIOS
JUDICIALES Y DENTRO DEL PROCESO PENAL (JUECES Y FISCALES).........14
8 CASACIÓN 684-2016..................................................................................................15
HUAURA.............................................................................................................................15
8.1 ALCANCES TÍPICOS DEL DELITO DE PREVARICATO....................................15
8.2 ANTECEDENTES DE LA CASACIÓN...................................................................15
8.3 FUNDAMENTOS DE DERECHO............................................................................15
8.4 PRINCIPIO DE LEGALIDAD PENAL Y ADMINISTRATIVA.............................16
CONCLUSIONES...............................................................................................................17
BIBLIOGRAFÍA.................................................................................................................18
 CARLOS, J. (1994). LOS DEBERES DE LOS ABOG. LA FLORIDA: ......................18
INTRODUCCIÓN
El delito de prevaricato es un delito especial propio, por cuanto requiere de una condición
especial de autoría, es decir, que el sujeto activo sea un juez o fiscal, en cualquiera de sus
niveles, sea titular o provisional. Por su parte, el bien jurídico tutelado es la correcta
administración de justicia, la cual representa un deber y obligación por parte de los
magistrados, quienes deben sustentar sus resoluciones dentro del marco de la ley, fundando
sus decisiones en los hechos probados por las partes.

Sobre la conducta típica, el legislador ha dispuesto expresamente los supuestos de


infracción a la recta administración de justicia que se presentan como modalidades
prevaricadoras. Estos supuestos configuran como un tipo alternativo, que operan de manera
independiente. Así tenemos el “prevaricato de derecho”, cuando la resolución resulta
manifiestamente contraria al texto expreso y claro de la ley; “prevaricato de hecho y por
introducción de pruebas inexistentes”, que se presenta si cita hechos falsos o pruebas
inexistentes; y la “prevaricación por insubsistencia normativa”, que se configura cuando se
apoya en leyes supuestas o derogadas. Desde el aspecto subjetivo se requiere la
concurrencia de un actuar “doloso”.

Sin embargo, la figura del tipo penal no solo se refiere al juez o fiscal como sujeto activo,
sino que también se extiende en una submodalidad a los abogados que sirven a la
administración de justicia para una correcta administración de justicia para las partes a las
que representan. Esta tradición de penalizar las conductas de los administradores de justicia
(sean cónsules o pretores en la antigua Roma) como a los abogados que traicionaban a su
cliente en un juicio tanto privado como público se remonta a los primeros cuerpos
legislativos como el Digesto, así como en todos los códigos penales del Perú (1831, 1864,
1924 y 1991).

En el presente trabajo se realizará una breve reseña histórica de la evolución del delito de
prevaricato, desde sus inicios en la cultura romana, pasando por su regulación en el
Digesto, hasta su aplicación en el Código Penal vigente.
1 PREVARICATO DE MAGISTRADOS, ABOGADOS
JUECES Y FISCALES

PRAEVARICATO fue la palabra creada por los romanos para señalar el delito derivado de
la conculcación de la ley, consciente y maliciosamente o por ignorancia inexcusable de una
autoridad competente.

Existen tres tipos de prevaricato. La prevaricación judicial, que es la realizada por cualquier
miembro del Poder Judicial en ejercicio de sus funciones jurisdiccionales. Se configura en
el pronunciamiento de sentencias injustas en cualquiera de los órdenes existentes, civil,
penal, etc. A sabiendas o por negligencia inexcusable; de igual manera, en el
pronunciamiento de cualquier tipo de auto y providencia injusta, negativa a juzgar,
insuficiencia o silencio de ley de manera malintencionada y retraso malicioso en la
administración de justicia.

La prevaricación cuasi judicial que se refiere a la realizada por los colaboradores


independientes de la administración de justicia, es decir, por abogados, en el sentido de
abuso malicioso de la profesión o negligencia o ignorancia inexcusable en el ejercicio de
sus deberes profesionales, con lo que causan perjuicios a sus clientes.

Y la prevaricación extrajudicial, realizada por cualquier funcionario público en el ejercicio


de sus competencias legales al dictar providencias o resoluciones injustas de forma
malintencionada o por ignorancia inexcusable en negocios administrativos.

La prevaricación, por lo tanto, consiste en el abuso de la posición que el derecho otorga al


juez, funcionario, abogado o colaboradores independientes, con evidente quebranto de sus
deberes constitucionales. Es evidente que la injusticia objetiva de la resolución no puede ser
eliminada recurriendo a la subjetividad del autor, dado que el juez debe aplicar el derecho y
no obrar según su propia idea de la justicia. Las decisiones basadas en la propia convicción
empecinada del juez, sin fundamento racional en la ley, son incompatibles con el Estado
democrático de derecho. Por esa razón, no se puede admitir que cualquier acto de un juez es
adecuado a derecho, pues ello implicaría reconocer que la única ley del Estado es la
voluntad o la convicción de los jueces.

En particular, estos presupuestos se dan cuando el juez o el funcionario no sólo se aparta


del texto legal, sin apoyo en razones jurídicamente fundadas, sino también cuando se utiliza
la indeterminación del texto legal en forma torcida, imponiendo consecuencias jurídicas
claramente desproporcionadas a alguna de las partes.
1.1 El Código Penal del Perú dice en su artículo 418
El Juez o el Fiscal que dicta resolución o emite dictamen, manifiestamente contrarios al
texto expreso y claro de la ley, o cita pruebas inexistentes o hechos falsos, o se apoya en
leyes supuestas o derogadas, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres
ni mayor de cinco años.

Para perseguir a un juez prevaricador es imprescindible que esté terminado por sentencia
firme el pleito, la causa que se haya dictado o lo que dio motivo al procedimiento. Sin
embargo, excepcionalmente, si en un proceso hay manifiesta evidencia de la magistratura
suprema en pleno –como lo practican en España- puede ordenar paralizar el proceso para
investigar al juez, revisar sus resoluciones, la argumentación y fundamentación jurídica. De
encontrarse evidencias en prevaricación, incluso puede ordenar el análisis y sentencias
anteriores del mismo juez, para determinar su hábito continuado de prevaricación.

Por el contrario, si el juez es probo y administra justicia con autonomía, sabiduría


doctrinaria, ética y eficacia, se le atribuye una potestad de derecho público, caracterizada
por el imperium derivado de la soberanía, lo cual lo coloca en situación de superioridad
respecto de las personas que se relacionan con él. ((1) Aleksandar Petrovich, Los Valores y
el Juez. Diario El Peruano, pag. 10, del 5 de abril de 2002.1)

Entonces, no debe llamar a preocupación la modificación del artículo 418 del Código
Penal, en el sentido de señalar expresamente que la ignorancia inexcusable de la ley
también es una modalidad de prevaricato del juez, toda vez que el Artículo VII del T.P. del
Código Civil, señala que “Los jueces tienen la obligación de aplicar la norma jurídica
pertinente, aunque no haya sido invocada en la demanda”. Lo mismo que el Artículo VIII
del citado T.P. que señala que “Los

Jueces no pueden dejar de administrar justicia por defecto o deficiencia de la ley. En tales
casos, deben aplicar los principios generales del derecho y, preferentemente, los que
inspiran el derecho peruano”.

Abundando en razones podemos agregar que el Artículo III del T.P. del Código Procesal
Civil señala los fines del proceso e integración de la norma procesal, agregando que “El
Juez deberá atender a que la finalidad concreta del proceso es resolver un conflicto de
intereses o eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica, haciendo efectivos
los derechos sustanciales, y que su finalidad abstracta es lograr la paz social en justicia”. Y
el Artículo VII del T.P. del acotado nos dice que “El Juez debe aplicar el derecho que
corresponda al proceso, aunque no haya sido invocado por las partes o la haya sido
erróneamente. Sin embargo, no puede ir más allá del petitorio ni fundar su decisión en
hechos diversos de los que han sido alegados por las partes”.

En conclusión, el juez o fiscal no pueden equivocarse al aplicar la ley, por tanto, no se


puede aducir en su defensa que existe ignorancia inexcusable; como es el caso práctico de
un Fiscal que a sabiendas o no, argumentó en su dictamen que un Decreto Supremo si
puede modificar una Ley y por tanto aplicó las modificaciones del Decreto Supremo y
obvio la jerarquía de una Ley, archivando una denuncia penal. Siendo más escandalosa la
resolución expedida por una Fiscal Superior que absuelve al Fiscal inferior del delito de
prevaricato argumentando lo siguiente: ...”error que llevó a confusión al fiscal investigado
por considerar que el último texto era el vigente; error que en modo alguno puede significar
que la conducta del citado magistrado se encuadre dentro de los alcances del delito de
Prevaricato toda vez que este ilícito requiere para su configuración la existencia del
elemento subjetivo de dolo específico previsto en el artículo 418 del Código Penal, esto es
que tal conducta exige que a sabiendas se incurra en la realización del tipo penal en
mención, no concurriendo dicho elemento subjetivo en el caso de autos, toda vez que actuó
en cumplimiento de los dispuesto por el Texto Unico Ordenado de la Ley del mercado de
Valores, al considerarla vigente por constituir la última norma expedida .

2 ANTECEDENTES
Si rastreamos los orígenes del prevaricato tenemos que ir al derecho romano que conoció la
acción de perduelito frente a la violación de un deber por el magistrado y en la Lex
Cornelio se incluyó el castigo al pretor que se apartara de la correcta aplicación de las
leyes. La prevaricación está también en el Digesto, el Fuero Real y las Partidas. Sin
embargo, no era sólo un delito de magistrados, sino también lo constituía la infidelidad de
los defensores con sus defendidos, por eso que el abogado que asesora a las partes en
conflicto se le denomina patrocinio infiel o prevaricación abogadil y también el delito de
prevaricación administrativa de funcionarios públicos.

El delito de prevaricato sanciona a funcionario judicial o administrativo que dicta


resoluciones contrarias al texto de la ley o la funda en hechos falsos. Ese es la línea
conceptual de este delito. Con las variantes en cuanto a los abogados, el Prevaricato no
sanciona el yerro sino el abuso del derecho.

El vocablo prevaricato proviene del latín prevaricatus que significa según el diccionario de
la Real Academia de la Lengua Española como acción de cualquier funcionario que falta a
los deberes de su cargo. Etimológicamente proviene de dos voces latinas prae (delante)
vicare (abrir las piernas) o sea el que da un traspiés, quien invierte el orden lógico de las
cosas y en el caso del Juez que coloca su capricho por sobre la ley.

¿Qué nos dice el Código Penal, acerca del delito de prevaricato?

El delito de prevaricato en el artículo 418° del Código Penal nos menciona lo siguiente:

“El juez o el fiscal que dicta resolución o emite dictamen, manifiestamente contrarios al
texto expreso y claro de la ley, o cita pruebas inexistentes o hechos falsos, o se apoya en
leyes supuestas o derogadas, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres
ni mayor de cinco años.”

Para desarrollar el delito de prevaricato, nos ayudaremos del Recurso de Apelación N°07-
2018 Sullana.

Por lo tanto, veremos que el delito de prevaricato se erige en un delito especial propio,
como tal únicamente puede ser cometido por quien ostente la calidad de juez o fiscal dada
su capacidad de emitir pronunciamientos y adoptar decisiones en el contexto de un proceso.

De conformidad con ello, el objeto sobre el que recae la conducta delictiva lo constituye
una resolución, tratándose de un juez, o un dictamen, en caso del fiscal.

Asimismo, el delito de prevaricato es un delito complejo, en la medida que precisa más de


un verbo rector, de aquí que se acojan tres conductas típicas o modalidades delictivas:

1. Dictar una resolución manifiestamente contraria al texto expreso y claro de la ley.

2. Citar pruebas o hechos falsos.

3. Apoyarse en leyes derogadas o supuestas.

En cuanto al primer supuesto, se debe entender por texto expreso al contenido claro, patente
y especificado, de aquí que resulta sustancial para la configuración típica de esta modalidad
delictiva: prevaricato de puro derecho, que la ley objeto del pronunciamiento prevaricador
sea autosuficiente, esto es, que la aplicación de sus alcances se limite, entre los diversos
métodos de interpretación normativa, al método literal.

Es decir, que el funcionario prevaricador se aparta del tenor literal del precepto o efectúa
una aplicación normativa sujeta a criterios interpretativos manifiestamente extravagante e
irrazonable, incompatible con el texto mismo de la norma, lo que no implica la sanción de
errores en la interpretación o negligencia en el manejo de criterios por parte de los sujetos.

De aquí que a nivel subjetivo este tipo penal es de carácter eminentemente doloso; no
admite la culpa.

En el segundo supuesto, se debe entender por citar pruebas o hechos falsos, cuando se ha
“fabricado un hecho” al margen de la prueba reunida en el proceso (un hecho “inexistente”
para la prueba colectada), o un hecho sustentado en pruebas deliberadamente mal
colectadas o valoradas. Podemos tomar como ejemplo cuando: Se “Altera” la fecha del
hecho para permitir aplicar una ley distinta, o cuando se “Altera” el lugar del hecho, con
propósitos análogos, o para desplazar una jurisdicción, etc.

Y por último, en el tercer supuesto, debemos entender por apoyarse en leyes derogadas o
supuestas, como su propio nombre lo dice, en leyes que no se encuentran vigentes.
2.1 ¿Cuál es el bien jurídico protegido?
El bien jurídico protegido es la administración de justicia porque las conductas que se
castigan afectan a lo que constituye el núcleo central de la función jurisdiccional en su
sentido más estricto, esto es, juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, esta figura protege el
normal y correcto funcionamiento de la administración de justicia, entendida esta como una
actividad que engloba ciertos principios fundamentales; esto es, de legalidad,
independencia, probidad e igualdad y que busca garantizar que los funcionarios públicos
que administran justicia resolverán los conflictos de forma objetiva, sin pretender beneficiar
a una de las partes.

Por otro lado, debemos saber que el prevaricato se divide en:

1. Prevaricato de hecho: Se genera cuando al expedir la resolución controversial apoya


su fundamentación fáctica en proposiciones alejadas de la realidad.

2. Prevaricato de derecho: Se configura cuando el operador jurídico, al expedir la


resolución o dictamen, lo hace abiertamente en contra de lo que regula la ley; defraudando
de esta manera la expectativa que tienen los justiciables en la recta administración de
justicia, principio de legalidad y debido proceso como garantía genérica.

3 PREVARICATO DE LOS ABOGADOS Y MANDATARIOS.


El prevaricato de los abogados y mandatarios judiciales es crimen de traición. Se consuma
cuando el abogado traicionando la confianza que el cliente depósito y utilizando su
confidencia, es decir violando el deber de lealtad. Se colude con la parte contraria con el
propósito de causar perjuicio al cliente, o cuando proporciona asesoría y consejo a partes
que tienen intereses opuestos, o cuando de cualquier otra manera perjudica
intencionalmente los intereses de su cliente.

(Torre, 1997) comentarista del código penal argentino, citando a Carrara, decía que muchos
móviles pueden motivar la conducta del abogado, tales como el odio a la enemistad con el
cliente, o la compasión por el adversario. A nuestro juicio, ninguno de estos móviles podría
justificar una conducta tan repugnante. Cualquiera que sea la causa que impelió a la
comisión del delito el deberá ser rigurosamente sancionado, con mayor razón si se trata de
móviles subalternos, o si tratándose de un móvil altruista, se considera que no existe alguno
capaz de haber abandonado el deber de lealtad para con el cliente, que siempre es superior a
cualquier móvil de traición.
4 ARTICULOS REFRENTES A LA LEALTAD
PROFESIONAL

4.1 CODIGO DE ETICA DEL COLEGIO DE ABOGADOS DEL PERU SECCIÓN


SEGUNDA
4.2.1 PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
Misión del abogado, deberes y prohibiciones fundamentales

Artículo 3º.- Misión de la profesión

La abogacía tiene por fin la defensa de los derechos de las personas y la consolidación del
Estado de Derecho, la justicia y el orden social. La probidad e integridad de la conducta del
abogado, cualquiera fuere el ámbito en el que se desempeñe, es esencial para el adecuado
funcionamiento del sistema de justicia, la vigencia del Estado de Derecho y la vida en
sociedad. La transgresión de los principios éticos agravia a la Orden.

Artículo 6º.- Son deberes fundamentales del abogado:

1. Actuar con sujeción a los principios de lealtad, probidad, veracidad, honradez, eficacia y
buena fe; así como del honor y dignidad propios de la Profesión;

2. Orientar su actuación al servicio preferente de la sociedad y apoyar en especial a los


sectores carentes de recursos económicos, para hacer prevalecer el Derecho y alcanzar
Justicia;

3. Cumplir oportuna y eficientemente los demás deberes y obligaciones profesionales


establecidas en la ley y en las normas del Colegio de Abogados al que pertenece.

5 SECCIÓN TERCERA, LA RELACIÓN CON EL CLIENTE


5.1 REGLAS GENERALES
Artículo 12º.- Deberes del abogado con el cliente.

El abogado presta servicios profesionales a su cliente. Al hacerlo, debe actuar con


responsabilidad y diligencia, y está obligado a cumplir con los deberes de información,
confidencialidad, lealtad y demás deberes establecidos en el presente Código.
Identificamos a sujetos activos y sujetos pasivos:

• SUJETOS ACTIVO. - Abogado o Mandatario Judicial. Quienes realizan la acción.

• SUJETOS PASIVOS. - Patrocinado o cliente y Colega. Quienes se ven perjudicados


por la acción.

6 DEBERES DEL ABOGADO CON EL CLIENTE.


Los deberes del abogado con el cliente pueden sintetizarse así: lealtad e independencia.

La lealtad obliga al abogado el cumplimiento de los siguientes deberes: decirle la verdad,


hacerle conocer el alcance del problema mantenerlo informado sobre el avance del proceso,
demostrar interés por la causa, actuar con agilidad, instruir al cliente sobre lo que debe
hacer o decir, presentar toda la prueba posible, no transigir ni renunciar derechos sin el
expreso consentimiento del cliente, etc.

La independencia del abogado le obliga a no ser partícipe de los intereses en conflicto y por
eso no es conveniente el pacto de cuota- litis, así como la aceptación del mandato, porque el
primero convierte al abogado interesado en la cuota-litis, y, el segundo le hace también
litigante, haciendo proclive a que el proceso se revista de pasión y encono.

6.1 DEBERES DEL ABOGADO CON EL JUEZ.


Los deberes del abogado con el Juez los resumimos así:

a) Respeto a la magistratura. La Autoridad, el juez o tribunal son dignos de todo respeto por
la investidura y función que ejerce independientemente de la persona.

b) Verdad para la justicia y fe en la justicia. El abogado debe hacer del proceso una síntesis
de la verdad descubierta con la investigación a fin de que el Juez pueda tener seguridad de
"administrar justicia". El abogado tiene que demostrar su fe en la justicia y en el ejercicio
de la profesión frente a la autoridad.

c) Independencia. La independencia del abogado en el ejercicio del derecho le permite


actuar con responsabilidad, con sensibilidad, con sentimiento altruista, con desinterés, con
delicadeza y con modestia.

6.2 DEBERES DEL ABOGADO CON EL ADVERSARIO


(CARLOS, 1994) Refiere que los deberes del abogado con el adversario se refieren a la
lealtad en la contienda, a la independencia, al respeto y solidaridad profesional. La lealtad
en la contienda significa la defensa honesta de la causa, utilizando el lenguaje forense que
no debe confundirse con el lenguaje vulgar. El respeto solidaridad obliga al abogado a
mantener con el colega adversario relaciones de cordialidad, sin que eso signifique
abdicación de la independencia, no debemos olvidar las célebre frase: "tratemos como nos
gustaría que nos traten", consideramos que esta frase encierra el punto básico de la lealtad
con el adversario, más aun cuando está en discusión un derecho y se produce por tanto un
conflicto de intereses o una incertidumbre jurídica, creemos que esta en nosotros los
abogados demostrar nuestros valores morales y éticos, actuando no solo con lealtad, sino
con veracidad, compromiso y sobre todo con un profundo amor a la justicia, todos los
artículos expuestos por Couture se relacionan el uno con el otro y son una extensa cadena
de principios que deben y deberían ser cumplidos por todos los profesionales, no solo por
los abogados, la deontología profesional, nos inculca estos principios y está en nosotros
seguirlos o no.

6.3 EL BIEN JURIDICO LESIONADO


Todavía se conserva el falso criterio de que la abogacía es actividad auxiliar de la
administración de justicia y por tanto se estima que el bien jurídico tutelado por la figura
delictiva es la administración de justicia. Pero el abogado no puede seguir siendo
considerado colaborador del juez como lo define el artículo 1 del código de ética del código
de abogado de lima. El abogado es mucho más que eso. Es intérprete científico del derecho,
quien recoge el pensamiento del legislador y lo alcanza procesado en su interpretación, el
juzgador. Más que de las manos del juez, la jurisprudencia ha brotado de los bufetes de
abogados, que construyen doctrina interpretativa de la norma, han contribuido al desarrollo
del derecho.

Según Adolfo Parry, Hector Lafaiile en el libro “ética de la abogacía” decía en el código de
Abogados de buenos aires. Del juicio de que los abogaos éramos solamente auxiliares de la
administración de justicia “Ese es un concepto diminuto y hasta desactivo en cierta medida,
porque los abogados somos bastante más que auxiliares de justicia. No será posible dará a
cada cual lo suyo si los letrados no asesoraran a las partes intervinientes en el proceso, y si
examinamos detenidamente esa jurisprudencia de los tribunales, veremos que nos
corresponde en gran medida a nosotros. Cuantas veces los fallos repiten la argumentación
de los alegatos y hasta sus palabras, sin ponerlas entre comillas…

Si el abogado es un intérprete científico del derecho y debe poner al servicio del cliente su
versación técnica y su probidad moral. El prevaricato es crimen que agravia esa probidad y
por tanto el bien jurídico tutelado no es la administración de justicia sino el deber
profesional de lealtad a los intereses del cliente. Pues desde el momento de iniciada la
relación profesional, el abogado contrae el deber moral y la obligación jurídica de lealtad
con el cliente, que lo obliga al secreto profesional, a poner decididamente todos sus
conocimientos y dedicación al servicio de la causa patrocinada hecho que impide
totalmente que esos intereses pueden ser traicionados como sucede en el prevaricato.

Además, desde el punto de vista deontológico, solo es prevaricato la traición en el proceso


judicial. Ya lo hemos dicho, inclusive sin proceso judicial o administración, puede
cometerse el prevaricato, ahí donde se traiciona la confianza del cliente.
Para nosotros no es pues la administración de justicia al bien jurídico lesionado, es la
lealtad profesional. Consiguientemente el prevaricato es delito que atenta contra los deberes
profesionales.

7 DIFERENCIAS ENTRE PREVARICATO DE ABOGADOS


Y MANDATARIOS JUDICIALES Y DENTRO DEL
PROCESO PENAL (JUECES Y FISCALES)

PREVARICATO DE ABOGADOS Y PREVARICATO EN EL DERECHO


MANDATARIOS JUDICIALES PENAL
EL SUJETO ACTIVO: Abogado y EL SUJETO ACTIVO: En la descripción
Mandatarios Judiciales. el sujeto activo lo realiza el Juez o fiscal
EL SUJETO PASIVO: Patrocinado o por ser un tipo de delito especial por la
cliente y colegas. calidad del agente.
EL SUJETO PASIVO: En la descripción
legal es EL ESTADO como titular de la
administración de Justicia.
MEDIO EMPLEADO: Engaño, MEDIO EMPLEADO: Resolución o
aprovechamiento. emite dictamen, manifiestamente
contrarios al texto expreso y claro de la
ley, o cita pruebas inexistentes o hecho
falsos, se apoya en leyes supuestas o
derogada.
BIEN JURIDICO PROTEGIDO: La BIEN JURIDICO PROTEGIDO: La
lealtad profesional se ve vulnerada. legalidad en la administración de justicia
o la correcta administración de justicia.
GRADOS: -------- GRADOS: Tentativa y consumación.
SU DESOBEDIENCIA: Su SU DESOBEDIENCIA: Su
desobediencia tiene como consecuencia desobediencia como consecuencia un
un remordimiento de conciencia. castigo penal.
LA PENA: No tiene pena. LA PENA: Se establece pena privativa e
libertad no menor de tres ni mayor de
cinco años.
8 CASACIÓN 684-2016
HUAURA
8.1 ALCANCES TÍPICOS DEL DELITO DE PREVARICATO
El prevaricato es un delito de propia mano, pues requiere que la conducta típica pueda ser
realizada, en términos típicos. por juez o el fiscal, según el coso, es suficiente considerarlo
como un delito especial, para caracterizar el círculo restringido de autores. Dichas
características de plano la autoria mediato por parte de un extraneus,

Desde el punto de vista del juicio de tipicidad y de acuerdo con una interpretación
progresivo de tipo penol de prevaricato, es funcionalmente posible que un fiscal pueda
emitir uno resolución -entendida corre disposición contraria al texto claro y expreso de kl
sustentada en medios de prueba inexistentes o hechos falsos. o fundarlos en leyes supuestos
o derogadas. En consecuencia, la precisión formulada en el Código Procesad de la forma
como los fiscales realizan sus actos funcionales do lugar a una reinterpretación de los
alcances típicos del delito de prevaricato, con relación a los mismos.

8.2 ANTECEDENTES DE LA CASACIÓN


PRIMERO. Itinerarlo del proceso en primera instancia

De las copias que obran en el cuaderno de excepción de improcedencia de acción se


advierte que a mérito de la disposición de la Fiscalía de Nación.

Mediante Disposición número 01-2015, del doce de enero de dos mil quince (foja 17), la
Segunda Fiscalía Superior Penal de Huaura dispuso formalizar y continuar con la
investigación preparatoria contra el precitado investigado. El investigado dedujo excepción
de improcedencia de acción el veintisiete de febrero de dos mil quince (foja 2), y
argumentó que en el tipo penal del delito de prevaricato no se encuentran comprendidas las
providencias emitidas por los fiscales.

8.3 FUNDAMENTOS DE DERECHO


El prevaricato es un delito de larga data. Etimológicamente proviene de la palabra en latín
praevaricatio. Con mayor precisión, la palabra prevaricar está relacionada con el adverbio
en latín prae delante y el adjetivo varus que alude a lo "torcido o contrario a lo recto".
Podría inferirse que el sentido etimológico del término era el de poner por delante algo
torcido o incorrecto, En el sentido común del lenguaje significa: "Delito consistente en que
una autoridad, un juez o un funcionario dicte, a sabiendas, una resolución injusta. Esta
primera aproximación a su contenido se puede verificar en la acepción tradicional del delito
de prevaricato -dictar una sentencia o decisión injustas.
8.4 PRINCIPIO DE LEGALIDAD PENAL Y ADMINISTRATIVA
El principio de legalidad es uno de los pilares fundamentales del estado de derechos, Por un
lado, su observancia estricta es la garantía político jurídica que tienen los ciudadanos a que
no se les prohíba u ordene la realización de comportamientos no prescritos en normas pe
ales (exigencia de comportamiento de acuerdo con la norma igualmente, es una limitación
al poder coercitivo del Estado de sancionar penalmente a quien realice un comportamiento
estricta, previa y taxativamente descrito en Un tipo penal (comportamiento contrario a una
norma prohibitiva u operativa).

El principio de legalidad es un mandato dirigido a los funcionarios de sujetar su


comportamiento funcional c lo establecido expresamente en la ley (interdicción de
arbitrariedad). En acuerdo con la Ley 27444-Ley de Procedimiento Administrativo General,
señala que: "Las autoridades administrativas deben actuar con respeto a 'a Constitución, 'a
ley y al derecho, dentro de las facultades que le estén atribuidas y de acuerdo con los fines
para los que les fueron conferidas".

El principio de legalidad tiene, en esencia, el mismo contenido, según se dirija a los


ciudadanos o c los funcionarios o servidores públicos, sujeción y respeto de lo establecido
legalmente, pero su determinación concreta va en sentido contrario. En el caso de los
ciudadanos, el principio de legalidad se delimita por el principio de libertad jurídica. el cual
señala que nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda ni impedido de hacer lo que
ella no prohíbe: la libertad es la regla: la restricción de

la libertad es la excepción. Tratándose de los funcionarios y servidores públicos, su


comportamiento funcional está delimitado; solo pueden realizar lo que está expresamente
permitido de acuerdo a ley: la restricción a la libertad funcional es la regla; la libertad
funcional es la excepción.
CONCLUSIONES
PRIMERA; El prevaricato es un delito de propia mano, pues requiere que la conducta
típica solo pueda ser realizada, en términos típicos, por el juez o el fiscal, según el caso. No
es suficiente considerarlo como un delito especial, para caracterizar el círculo restringido de
autores. Dicha característica excluye de plano la autoría mediata por parte de un extraneus.
Aun cuando este pudiera haber redactado la solución o. en términos del tipo penal vigente,
el dictamen prevaricador no podría considerársele bajo ese tipo de imputación.

SEGUNDO; Un Estado de Derecho es aquel en el que se respeta la Constitución Política y


las leyes que de ella emanan, con la finalidad de mantener la paz social. En este proceso es
vital la labor que desempeñan los magistrados jueces, fiscales y mandatarios judiciales, de
cualquier nivel o jerarquía, quienes deben actuar con ética en todas las funciones que
desempeñan, debiendo aplicar en las resoluciones que emiten la ley que corresponde al caso
concreto y fundando sus decisiones en los pruebas que obran en el expediente, a efectos de
cautelar la correcta administración de justicia; caso contrario, el daño que efectúan al
Estado, a las partes y la sociedad es enorme, generando incertidumbre jurídica y el
desprestigio de la entidad a la que representan.

TERCERA; El delito de prevaricato es un delito especiad propio, esto es, solo puede ser
cometido por quienes tienen la calidad de jueces o fiscales, ya que ostentan el poder
funcional para adoptar decisiones en el ámbito un proceso, cualquiera sea su naturaleza. Se
trata de un tipo penal alternativo, conformado por tres conductas típicas generales.

dictar resolución o emitir dictamen, según el caso manifiestamente contrarios al texto


expreso y claro de la ley (prevaricato de puro derecho, citar pruebas o hechos falsos
(prevaricato fáctico), y apoyarse en leyes derogadas o supuestas (prevaricato por
fundamentación normativa ficticia).
BIBLIOGRAFÍA
 CARLOS, J. (1994). LOS DEBERES DE LOS ABOG. LA
FLORIDA: .
 Torre, B. G. (1997). “Código Penal Argentino”, parte general. Depalma, :
EDITORIALES De la Rúa.

 casación 684-2016
 www.dianetderecho.com

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