En la infancia mis padres me contaban constantemente cuentos para
dormir, querían de un modo contagiar la pasión que ellos sentían y sienten actualmente por leer desde pequeña. Desde que tengo uso de razón hasta casi llegada la adolescencia fui muy devota de la lectura, leía lo que se me dara o presentara; generos como de terror, suspenso, comedia, novelas, obras de teatro, poesía, biografías o buscaba información en internet de temas que me parecían interesantes (mitología en su mayoría). Hubo un tiempo en que me apasionaba el hecho de ir a la biblioteca y ver la cantidad de colores, olores y texturas diferentes, se que suena un poco exagerado pero de niña lo que más me llamaba la atención al entrar en librerías eran esas cosas; el olora un libro nuevo con un señalador de regalo era lo mejor que me podían regalar, tanto en casa como en la biblioteca del colegio me sentía muy cómoda y aceptada por ese gusto a los libros. Nunca voy a olvidarme de una de mis primeras lecturas, una revista para niños llamada “Genios” la cual recuerdo que era de mis favoritas, tenía chistes, juegos, recetas, memes, adivinanzas; era todo en uno. Hasta el día de la fecha no me encuentro en la lectura como antes, perdí esa “costumbre” de leerme 100 páginas por día, me resultan tediosos los pocos libros que he comenzado y que claramente nunca pude terminar; en la secundaria específicamente me daban 3 libros por año los cuales leíamos en clases y luego hacíamos una puesta en común y actividades en conjunto y no había clase en donde no me durmiera o distrajera apenas la profesora comenzaba el segundo párrafo. ¿Me encantaría volver a recuperar esa locura por leer? Por supuesto que sí, no dudaría un segundo en volver a leer por placer aunque más me dejo estar y menos ganas me dan de volver a leer. Obvio, leo todo aquello que sea material de estudio, una que dos veces el diario de forma digital desde el celular, busco información sobre temas que me interesan o me dan curiosidad pero ya desde eso hasta leerme un libro entero por gusto lo veo muy lejos. Como para concluir, la lectura fue una parte muy importante en mi vida, dado que gracias a tantos cuentos y novelas leídos desde pequeña me considero una persona muy creativa con amplia imaginación. Aunque al haberme convertido en un estudiante de universidad tengo que atender asuntos más adultos a comparación con la primaria o secundaria, tengo más responsabilidades, los horarios de cursado son más extensos, el estudio aumenta y esos espacios libres que antes aprovechaba para hacer actividades extracurriculares como un idioma o leer horas y horas ya no son los mismos y son cada vez menos; aunque sí creo firmemente que, una vez que me organice y pueda establecer mis horarios, uno de mis objetivos personales será leer un libro por mes sea del genero que sea, en ingles o español, solamente cumplir con el hecho de empezarlo y terminarlo. Actividad 7 conciso 2: Reflexioná
¿Cómo considerás que influye tu experiencia lectora anterior en tu
comprensión?
Con respecto a mi comprensión lectora actual siento que he avanzado
mucho, a lo largo de los años dentro del colegio siempre se me presentaron problemas para la comprensión de textos pero maestras y profesoras me han ayudado mucho al respecto y ese problema ha podido desaparecer no por completo, ya que a mi parecer es algo que se entrena día a día dado que no es un proceso sencillo, sino que ha disminuído mi nivel de dificultad.
¿Qué estrategias podrías poner en juego en adelante para reforzar tu
experiencia lectora?
Se me ocurren las siguientes estrategias:
1. Elegir un tema que me parezca interesante y comprar un libro al respecto,
dejando de lado las recomendaciones o lo que se conoce como moda. 2. Dejar libros en zonas estratégicas como por ejemplo la mesa de luz, el living. Creo que al tener un libro siempre cerca provoca de alguna manera un aumento en las ganas de querer leer. 3. Alternar distintos temas para no siempre estar leyendo lo mismo, tener diversos géneros a la vista y poder variar. 4. No hacerlo por obligación, solo leer cuando las ganas aparezcan porque sé que si lo fuerzo nunca va a dar resultado.