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CENTRO REGIONAL UNIVERSITARIO DE COCLÉ

DEPARTAMENTO DE HISTORIA

ASIGNACIÓN 8

Asignatura: Hist. de las Relaciones Panamá y Estados Unidos

Tema: RIVALIDADES ENTRE ESTADOS UNIDOS Y GRAN BRETAÑA POR EL


CONTROL DE AMÉRICA CENTRAL

Objetivo: Exponer los intereses que tenía los Estados Unidos apartar de Gran Bretaña en
América Central, para garantizar su expansión sobre esas áreas.

Fuente: GARCÍA B., Pantaleón (2019). Estados Unidos y América Latina. La política
exterior de Estados Unidos hacia América Latina, siglos XVIII Y XIX. Ciudad
de Chitré.

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE Y EVALUACIÓN

Consignas:

1. Lectura obligatoria del documento,


a. Observar los ppt que son documentos de apoyo.
2. Busque la definición de conceptos nuevos encontrados en la lectura,
3. Observar los elementos importantes y elabore un informe dos (2) subtemas del documento
4. El informe puede estar hecho en Word o a mano (letra legible),
5. Reenvía este informe a la plataforma google classroom o por WhatsApp,
5. Cada participante debe hacer su informe.

CONTENIDO

RIVALIDADES ENTRE ESTADOS UNIDOS Y GRAN BRETAÑA POR EL


CONTROL DE AMÉRICA CENTRAL
1. El tratado Clayton-Bulwer, de 1850
2. El interés de Estados Unidos en construir un canal a través de América Central
3. El canal francés y la reacción de Estados Unidos
4. Estados Unidos y la nueva Compañía del Canal
5. Estados Unidos: Interés en un canal por Panamá
6. El tratado Hay-Pauncefote

RIVALIDADES ENTRE ESTADOS UNIDOS Y GRAN BRETAÑA POR EL


CONTROL DE AMÉRICA CENTRAL
A medida que Estados Unidos se consolidaba como una gran potencia, fue ampliando su área
de influencia más allá de sus fronteras y donde puso especial interés fue en Centroamérica, en
el que se daban las condiciones para construir un canal interoceánico. Esta situación lo llevó a
un enfrentamiento diplomático con Gran Bretaña, en la segunda mitad del siglo XIX, por el
control de América Central.
En este capítulo se resaltarán las partes medulares del tratado Clayton-Bulwer, de
1850; se destacarán los diversos intentos del gobierno de Estados Unidos para suprimirlo,
mediante la firma del tratado Hay-Pauncefote, de 1901. Se analizarán, así mismo las partes
más importantes de la ley Spooner; se examinarán la firma y el rechazo del tratado Herrán-
Hay y se comentará la reacción del gobierno estadounidense por el rechazo de dicho
convenio, por parte del senado colombiano.

1. El tratado Clayton-Bulwer, de 1850

Desde la segunda mitad del siglo XIX, las dos naciones anglosajonas se disputaban
Centroamérica, lugar por donde sería factible la construcción de un canal interoceánico entre
el Caribe y el Pacífico. Esta rivalidad se neutralizó con la firma del tratado Clayton-Bulwer, el
19 de abril de 1850, por Henry L. Bulwer (Ministros de Inglaterra en Estados Unidos) y John
M. Clayton en fungía como Secretario de Estados en Estados Unidos. Su primer artículo
estipula que:
“Los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña declaran por el presente
que ni el uno ni el otro obtendrán ni sostendrán para sí mismo ningún
predominio exclusivo sobre dicho canal, y convienen en que ni el uno ni el
otro construirá ni mantendrá jamás fortificaciones que lo dominen, o que
estén en sus inmediaciones, ni tampoco ocupará ni fortificará, ni colonizará
a Nicaragua, o la costa de Mosquitos, ni asumirá ni ejercerá ningún dominio
sobre esos países, ni tampoco sobre ninguna otra parte de América Central.” 1
Este artículo declaraba que ninguno de los dos países podría asumir el dominio de la
región por donde se construyera el futuro canal, al igual que, tampoco podría construir
fortificaciones militares por sí solo; ni tomar territorios nicaragüenses, ni de la costa de los
Mosquitos para su exclusivo dominio. El mismo artículo señalaba, además que:
“(…) ninguno de los dos se valdrá de ninguna protección que preste o
prestase, ni de ninguna alianza que tenga o tuviera cualquiera de los dos
con algún Estado o pueblo, para los fines de construir o mantener tales
fortificaciones, o de ocupar, fortificar o colonizar a Nicaragua, Costa Rica,
la costa de Mosquitos o cualquier parte de América Central, o de asumir o
ejercer dominio sobre esas regiones, y Estados Unidos y Gran Bretaña no
aprovecharán ningún valimiento, ni se valdrán de ninguna alianza, relación
o influencia que tengan para con algún estado o gobierno por cuyo territorio
pase dicho Canal, con el fin de adquirir o tener, directa o indirectamente,
para los ciudadanos o súbditos del uno, derechos o ventajas respecto del
comercio o navegación por dicho canal que no se ofrezcan bajo las mismas
condiciones a los ciudadanos o súbditos del otro.” 2
1
Tratado Clayton-Bulwer, en Revista Lotería, ago., 1996.
2
Ibídem.
En esa parte del tratado se establecía la neutralidad de la región por donde se
construyera el canal. Al mismo tiempo, ambas naciones hacían un llamado a las demás
potencias de la época para que se sumaran al convenio. Al referirse al mismo, Enrique Santos
Molano sostiene que en el Clayton-Bulwer se consignaron, explícitamente, los principios
generales siguientes:
“La neutralidad de cualquiera comunicaciones practicables a través de los
istmos que unen la América del Norte a la del Sur, por canal o por ferrocarril;
que por esa neutralidad las potencias no obtendrían, ni sostendrían jamás
ningún predominio exclusivo sobre el canal que se abriere, y que no
construirían, ni mantendrían fortificaciones que dominaran el canal, ni se
valdrían de alianza, relación o influencia con el gobierno por cuyo territorio
pasara, a fin de adquirir derechos o ventajas respecto del comercio o
navegación por el canal que no se ofrecieran bajo unas condiciones a
ambos; y, en fin, que protegerían el canal contra toda interrupción injusta y
que garantizarían su neutralidad para que estuviera siempre abierto y libre.” 3
El autor citado sostiene que, de todos esos principios generales, quedó uno bien claro e
inequívoco, “El Istmo de Panamá, o cualquiera otros que pudieran servir para la
comunicación interoceánica, eran patrimonio de la humanidad y por consiguiente adquirían
el carácter de terreno neutral y ninguna nación o Estado podría reclamar soberanía sobre
ellos.” 4 El historiador Molano sostiene que ese acuerdo de 1850 anuló las garantías de
soberanía de Colombia, establecida en el tratado General de Paz y Amistad y en el de Paredes-
Stephens. Esta pérdida fue remarcada en el de tratado Hay-Pauncefote.
En relación con la neutralidad, el Clayton-Bulwer, en su artículo VI determina que,
“Ambas partes contratantes del presente tratado, acuerdan en invitar a cualquier Estado con
quien ambos o uno de ellos individualmente tenga relaciones amistosas, para concluir un
tratado análogo para que todos los estados puedan compartir el canal propuesto.” 5
De todas las naciones que pudieran sumarse al mismo, Estados Unidos se interesó en
que Rusia firmase el acuerdo. Ello motivó que la diplomacia zarista consultara, a lo interno de
su país —y pese al interés de los grupos comerciales— cómo le beneficiaría. Al final, no se
llegó a ningún acuerdo porque el gobierno ruso no previó su importancia.
El autor, M. A. Zorina, al referirse a la participación de Rusia en la región
centroamericana concluye que: “Los que dirigían la política exterior zarista a mediados del
siglo diecinueve no consideraron todos estos intereses suficientemente “vitales” como para
arriesgar firmar el tratado anglo-norteamericano de 1850. El gobierno zarista
procediendo de acuerdo con la correlación de fuerzas en el mundo decidió no adherirse al
tratado de Washington del 19 de abril de 1850.” 6
Por medio de ese tratado, Estados Unidos y Gran Bretaña se neutralizaron mutua y
recíprocamente para construir un canal. El pueblo estadounidense no vio con buenos ojos este
convenio, que limitaba sus ambiciones expansionistas. Por esta causa, a pesar de su firma, en
1850, continuaron las controversias entre ambas naciones.7 En la medida en la que, Estados
Unidos se fortalecía en Centroamérica, sentía la necesidad de volver a negociar el tratado de
3
Molano, Enrique Santos: Op. cit., pág. 65.
4
Ibid., págs 65-66.
5
Zorina, A. M.: El tratado Clayton-Bulwer de 1850 y la diplomacia rusa, en Mesoamérica, nº 1, pág. 178.
6
Ibid, pág. 187.
7
Leonard M. Thomas, Central America and the United States, pág. 19.
1850, para poder construir, por sí solo, un canal bajo su absoluto control.

2. El interés de Estados Unidos en construir un canal a través de América Central

Durante las décadas de 1860 y 1870, el gobierno de Estados Unidos continuó estudiando la
posibilidad de construir un canal por Centroamérica, ya fuera por Panamá o por Nicaragua.
Mientras tanto, una compañía francesa había obtenido el derecho de construir un canal por el
Istmo de Panamá. 8
El año de 1869 fue importante para la industria del transporte. En esa misma fecha se
terminó de construir el Canal de Suez por parte de los franceses, al igual que el ferrocarril
transcontinental en Estados Unidos. Este país, ya se había recobrado de la devastadora
guerra civil de 1861-1865 y comenzó a mejorar la comunicación marítima entre las costas
este y oeste. El espíritu del Destino Manifiesto revivió durante las administraciones de los
presidentes Andrew Johnson y Ulyses S. Grant, mientras América Central estaba dentro de los
objetivos de ese nuevo espíritu expansionista estadounidense.
El presidente Grant, durante su administración trató insistentemente de lograr un
acuerdo para construir un canal por la región centroamericana. Como militar que era,
consideró que la construcción de un canal en la región por parte de Estados Unidos
aumentaría la seguridad de ese país y por ello, dicha vía acuática debería estar bajo su
protección y control exclusivo. Según el presidente, la ruta transístmica ayudaría al progreso
humano, a la vez que él podría pasar a la historia como el mandatario que dio inicio a tan
magna obra. 9 La construcción de un canal en el área por parte de Washington pondría límites
a la influencia británica en Nicaragua y Costa Rica.
Entre los años 1869 y 1870, Estados Unidos y la república de Colombia firmaron dos
acuerdos que permitirían construir un canal. Éste tendría unas veinte millas de ancho con
facilidades para puertos en ambos lados terminales de la vía. Esas concesiones tendrían un
término de 100 años y al cabo de ese período, la vía acuática pasaría a manos de Colombia. La
mencionada ruta sería neutral en época de guerra y otras naciones serían invitadas a reconocer
esa neutralidad. Su protección estaría a cargo de fuerzas militares de ambos países. Cualquier
disputa entre las partes sería resuelta por medio de un arbitraje. En sus inicios Colombia
recibiría un 10% y luego un 25% de esas ganancias.10
El secretario de Estado, William Seward, aspiraba a que el Canal fuese defendido
exclusivamente por Estados Unidos y Colombia. Él sostenía que, en la eventualidad de una
guerra, los barcos estadounidenses tendrían prioridad en el tránsito por dicho Canal. El
gobierno británico rechazó esos conceptos señalando que los mismos violaban los términos
del tratado de 1850, pero el Departamento de Estado dijo que las cláusulas de ese convenio no
se aplicaban al Istmo de Panamá.
Estados Unidos quería un canal controlado por ellos mismos. El senado colombiano
rechazó la primera versión de ese convenio porque violaba la soberanía colombiana, pero los
panameños aspiraban a que se firmase dicho tratado. El segundo acuerdo también fue
8
Esa concesión la obtuvo mediante el contrato Salgar-Wyse del 18 de mayo de 1878. El arriendo era por 99 años
con una zona de tierra de 400 metros de ancho. Cf. Randall, págs. 77-83.
9
En una oportunidad, siendo general de las tropas norteamericanas, Grant perdió cerca de un centenar de
soldados por efectos del cólera a su paso por el Istmo de Panamá. Él pensaba que la construcción del Canal
podría ayudar a conquistar a esa región ístmica.
10
Conniff, Michael, Panama and the United States. The Force Alliance, pág. 42.
desestimado porque Colombia le introdujo reformas inaceptables para Washington. Por otro
lado, equipos estadounidenses llevaban a cabo investigaciones sobre una posible ruta por
Centroamérica, específicamente por Nicaragua en 1875, pero se decía que ese canal debería
ser neutral, a pesar del deseo del presidente Grant de construir una vía acuática bajo el control
exclusivo de Estados Unidos.
Uno de los principales inconvenientes que había en la ruta por Nicaragua era la disputa
de límites que existía entre este país y Costa Rica sobre las riberas del río San Juan, lugar por
donde se construiría el canal. El secretario de Estado, Hamilton Fish, inició conversaciones
con ambos países para lograr concesiones en la mencionada zona. Esos diálogos tuvieron
lugar durante los años 1876 y 1877, pero se suspendieron al finalizar el período presidencial
de Grant, aunque Estados Unidos mantuvo su interés en un canal por esa región por mucho
tiempo. 11

3. El canal francés y la reacción de Estados Unidos

Un grupo de franceses dirigidos por Ferdinand de Lesseps, quien dirigió los trabajos para la
construcción del Canal de Suez durante la década de 1860, dio inicio a una campaña para
construir un canal a nivel del mar por el Istmo de Panamá, tal como lo era el de Suez en
Egipto. Luego de varios estudios en la región istmeña y de discutir varias rutas alternas, se
escogió la de Panamá, a pesar de las críticas de los delegados estadounidenses.
En 1876, los franceses enviaron al señor Lucien Bonaparte Wyse a negociar un tratado
con Colombia, que fue firmado en Bogotá, el 18 de mayo de 1878. En este convenio se le
otorgaba a la compañía del Canal Francés el derecho exclusivo de construir y operar un canal
por Panamá, por un período de 99 años y al cabo de ese tiempo, el mismo pasaría a manos
colombianas.
Los trabajos deberían finalizar en 17 años; Colombia recibiría un pago inicial de
750,000 francos y cuando la vía estuviese abierta, ese país recibiría unos $250,000 por año. La
compañía francesa recibiría un 1/5 de kilómetros a ambos lados de la mencionada obra, más
400 metros de ancho en tierras adicionales. El canal y los puertos terminales serían neutrales y
abiertos a todas las naciones. Esos derechos podrían ser transferidos a organizaciones
privadas, pero no a gobiernos extranjeros. 12
En 1879, de Lesseps convocó un congreso en París para ultimar detalles en la
proyectada ruta por Panamá. Una vez más, los estadounidenses se opusieron a la construcción
de esa ruta interoceánica. El camino transístmico no violaba técnicamente la Doctrina Monroe
desde el momento en que el mismo sería construido por una empresa privada y no tendría un
componente militar. A pesar de ello, el conde francés era visto con suspicacia en Estados
Unidos. 13
El presidente Rutherford Hayes en su mensaje al congreso en 1880 decía “La política
de esta nación es tener un canal bajo el control norteamericano. Estados Unidos no puede

11
Para 1914 Estados Unidos y Nicaragua firmaron el tratado Bryan-Chamorro que le permitiría a ese país
construir un canal por la tierra de Rubén Darío, pero también fracasó, en parte por los problemas fronterizos con
Costa Rica en el río San Juan. Cf. mi artículo “Intervencionismo norteamericano en Nicaragua: 1909-1934.” En
Revista Lotería, n° 407, págs. 54-63.
12
Conniff, Op. cit., pág. 46.
13
Ibídem.
consentir que se traspase ese control a ningún país europeo.” 14 El gobernante Hayes no se
oponía a que la empresa estuviese en manos de intereses europeos y que ellos la explotaran
comercialmente. Sin embargo, él quería que esa vía acuática estuviese bajo la protección de su
gobierno y por eso trató de obtener esa concesión por parte de Colombia, pero sin éxito. Para
ese período, muchos estadounidenses compartían la opinión del mandatario Hayes sobre el
control de esa proyectada ruta marítima por parte de su país.
El secretario de Estado del gobernante James A. Garfield, señor James G. Blaine,
quería que el canal estuviese bajo el control de Estados Unidos y para tal fin, aspiraba a
revisar el tratado Clayton-Bulwer. El secretario Blaine sostenía que la Doctrina Monroe
debería servir para preservar la región del Caribe como una zona de exclusiva influencia
estadounidense.
Los trabajos de construcción del canal empezaron en 1881. A pesar del optimismo, los
franceses tuvieron muchos obstáculos y para 1888, el proyecto estaba paralizado. 15
Estados Unidos había venido observando la actividad de los franceses en Panamá y
cuando éstos fracasaron, vio la posibilidad de construir el canal por el Istmo de Panamá.

4. Estados Unidos y la nueva Compañía del Canal

Durante la década de 1890, algunos observadores políticos sostenían que una vez los franceses
se retiraran de la empresa del canal por Centroamérica, Estados Unidos ejercería presión para
construir la vía acuática por Nicaragua. Sin embargo, durante ese período no hubo ningún
movimiento en esa dirección, por varios motivos:
 Primero, la compañía del Canal Francés organizó una nueva corporación y obtuvo una
nueva concesión por parte de Colombia por lo que el Istmo de Panamá seguía siendo
la primera opción.
 Segundo, las autoridades estadounidenses continuaban divididas en torno a quien
debería llevar a cabo los trabajos del canal: el gobierno o compañías privadas. Tercero,
la economía de Estados Unidos sufría una gran depresión y el congreso no podía
otorgar una partida razonable de dinero para ese proyecto.16
En 1890, B. Wyse volvió a Bogotá para negociar una nueva concesión por parte de
Colombia y para 1893 la obtuvo. Por medio de ese contrato, la compañía logró una extensión
por 10 años. Esta empresa le pagaría 10 millones de francos en efectivo y otros 5 en intereses.
Para 1898, la compañía del Canal Francés alteró sus planes de construcción y se exploró la
posibilidad de agregarle esclusas. También se pensó en la viabilidad de vender la empresa al
gobierno de Estados Unidos, el único país que podría en ese momento continuar los trabajos.
No obstante, por diversos motivos, el presidente William Mckinley no puso mucho interés en
la oferta. Por ejemplo, el presidente estaba esperando los resultados de una investigación
sobre la posibilidad de un canal por Nicaragua. Como resultado del poco interés de los
estadounidenses, la compañía del canal francés obtuvo una nueva concesión por parte de
14
Ibídem.
15
Entre los motivos que llevaron al fracaso del Canal Francés tenemos: 1. La edad del Conde Ferdinand de
Lesseps y el despilfarro. 2. La compra del Ferrocarril de Panamá. 3. La mayoría de los accionistas eran pequeños
propietarios particulares. 4. Problemas de mano de mano de obra. 5. Las enfermedades. 6. Los desórdenes
políticos. 7. La falta de apoyo por parte del gobierno francés.
16
Sobre la crisis económica que vivía Estados Unidos para ese período ya lo mencionamos en el capítulo
anterior.
Colombia, de 1904 a 1910, por un valor de 5 millones de francos.
Luego de la guerra Anglo-Hispana, la situación cambió radicalmente en la región
centroamericana y el caribe. Por medio de ese conflicto bélico, Estados Unidos emergió como
la única potencia de la región. Sus necesidades comerciales lo obligaron a buscar una ruta para
construir un canal. El problema era escoger el lugar adecuado: Panamá o Nicaragua. Entre
1889 y 1893, una compañía privada había hecho estudios por Nicaragua y recomendó esa ruta.
En 1897 el presidente Mckinley nombró la primera Comisión Walker para realizar estudios en
la región. En Estados Unidos hubo dos posiciones en torno a la mejor ruta para la
construcción del canal. El “Grupo Pro Nicaragua” dirigido por el senador John Tyler Morgan
y el “Grupo Pro Panamá,” bajo el liderazgo de William Nelson Cromwell y Philippe Bunau
Varilla.
Al principio la compañía francesa quería vender la empresa por un valor de $109
millones. La segunda comisión Walker estimó que el precio era muy alto. Un canal por
Nicaragua tendría un costo de $189 millones, mientras que, por Panamá, costaría $253
millones. El mismo estaría distribuido así: $144 por el canal y $109 por los derechos de la
compañía. En Estados Unidos se pensó que el precio era muy alto y la ruta nicaragüense era
más barata. También esta estaba más cerca del territorio de Estados Unidos. Ante esa realidad,
la compañía bajó sus precios a $40 millones. En esas circunstancias la comisión Walker
recomendó la ruta panameña, lo que llevó al senador John C. Spooner a introducir una
enmienda en la legislación del canal por Nicaragua en junio de 1902. Esa enmienda se conoce
como ley Spooner y su contenido lo veremos más adelante.
Hubo varios factores que hicieron cambiar la opción de Estados Unidos hacia Panamá:
Primero, la presencia en la casa blanca de Theodoro Roosevelt quien pensaba que la
alternativa panameña era la mejor. Segundo, William Nelson Cromwell convenció al senador
Marcus A. Hanna para que apoyara el proyecto panameño. Tercero, muchos congresistas se
convencieron de que la ruta panameña era la más segura y adecuada. El señor Philippe Bunau
Varilla tuvo mucho que ver en ese cambio de actitud de los senadores estadounidenses.

5. Estados Unidos: Interés en un canal por Panamá

El 12 de diciembre de 1901, un informe de la comisión del senado estadounidense sobre


canales interoceánicos decía: “La apertura por Estados Unidos de un canal de barcos a
través de la barrera de América Central, se requiere como un deber patriótico y como un
justo sentimiento de orgullo nacional, por los intereses materiales de nuestros industriales y
comerciantes, por la civilización cristiana, por todos nuestros nuevos deberes relacionados
con nuestras posesiones insulares y por la defensa nacional y el bienestar general.” 17
Las ideas recogidas en ese informe del senado expresaban el sentimiento generalizado
en ese país de construir un canal por Centroamérica. Para lograrlo, había que eliminar el
tratado Clayton-Bulwer, el que nunca había gozado de las simpatías del pueblo
estadounidense.
Para 1899, los británicos estaban inmersos en la guerra Anglo-Boer en Sudáfrica,
mientras que Estados Unidos deseaba contar con su madre patria en su política asiática,
especialmente en su estrategia de “puertas abiertas.” También los británicos pensaban
combinar la revisión del tratado de 1850 con el arreglo de límites en la región de Alaska. En
17
Duval, Op. cit., pág. 131
su mensaje anual al congreso, el presidente William Mckinley, el 5 de diciembre de 1898,
habló de la necesidad de un canal por Centroamérica, pero sin precisar dónde. Seguidamente
el senado estadounidense solicitó al presidente un cambio en los términos del mencionado
tratado. El 7 de diciembre de 1898, el secretario de Estado, John Hay, ordenó a su encargado
de negocios en Londres, señor Henry White, que iniciara negociaciones con el gobierno de ese
país para revisar el tratado Clayton-Bulwer. Se solicitó que se autorizara al embajador
británico en Washington, Sir Julian Pauncefote, para que negociara un convenio para que este
país construyera, por sí solo un canal por Centroamérica.

7. El tratado Hay-Pauncefote

En enero de 1899, tanto Hay como Pauncefote llegaron a un acuerdo por medio del cual, el
futuro canal que se construyese debería ser neutral y abierto a todas las naciones del mundo.
La posición del secretario Hay no fue compartida por el senado ni por el pueblo
estadounidense, quienes aspiraban a tener una vía acuática bajo el control exclusivo de
Estados Unidos. Fue negociado entre John Milton Hay, Secretario de Estado de los Estados
Unidos, y Lord Pauncefote, embajador británico en EE. UU.
Luego de varias conversaciones, se firmó otro borrador en 1900, que dejó el principio
de la neutralidad, que tampoco agradó al congreso ni al público de ese país. 18 Sobre ese
particular, el entonces gobernador de New York, Theodoro Roosevelt dijo, “Si nosotros lo
fortificamos se convertirá en una de las más poderosas fuentes de nuestra posible fuerza
marítima.” 19
Para 1899 también se había presentado al congreso el proyecto Hepburn que abogaba
por la construcción y fortificación del canal, pero fue rechazado en 1900. Por esa razón, los
señores Hay y Pauncefote negociaron otro acuerdo en 1901, el cual fue definitivo para llegar
al anhelado acuerdo.
El tratado Hay-Pauncefote consta de cinco artículos. El primero dice, “Las altas partes
contratantes convienen en que el presente tratado abrogue el mencionado convenio del 19 de
abril de 1850.” 20 El segundo le daba a Estados Unidos el derecho exclusivo de construir y
manejar el canal. El tercero adoptaba las reglas que regían la navegación del Canal de Suez. El
cuarto decía que el cambio de la soberanía no alteraría el principio de neutralidad y el quinto
se refería a la ratificación del mencionado convenio. Ese tratado puso fin al conflicto que por
años mantuvieron ambos países en Centroamérica.

8. La ley Spooner

Una vez aprobado el tratado Hay-Pauncefote, se debía escoger la ruta por donde se construiría
el canal. Hasta ese momento, la balanza se inclinaba hacia Nicaragua. Sin embargo, después
de varios estudios y disposiciones se aprobó la ley Spooner, el 28 de junio de 1902. Esta ley
facultaba al presidente norteamericano para: 1. Adquirir por un costo que no excediera los
$40,000,000, todos los derechos, privilegios y propiedades de la Nueva Compañía del Canal
en el istmo de Panamá. 2. Obtener una zona de diez millas a perpetuidad por donde debería
18
Revista Lotería, Edición Especial, agosto de 1996.
19
Revista Lotería, Edición Especial. Agosto de 1996
20
Duval. Op. Cit. pg. 199.
construirse el futuro canal interoceánico. 3. Proceder a construir el canal por Nicaragua, si en
un tiempo prudencial no se obtenían los derechos d e l a N u e v a C o m p a ñ í a d e l C a n a l , n i
l o s territorios por donde se construyese el futuro canal interoceánico.
Esta ley fue el producto de un trabajo mancomunado de varias personas tales como:
Philippe Bunau Varilla, William Nelson Cromwell; de los senadores Marcus Hanna y John
Spooner. 21 También fue el resultado del esfuerzo del embajador colombiano Carlos Martínez
Silva y de las gestiones de un gran movimiento en pro de un “canal ístmico controlado por
los Estados Unidos,” el cual trabajó por casi un cuarto de siglo, teniendo como a su principal
líder al senador John Tyler Morgan.

8. El tratado Herrán-Hay: su rechazo

Para dar inicio a las negociaciones entre Colombia y Estados Unidos para construir un canal
por el istmo de Panamá, varios delegados colombianos viajaron a Washington, entre los que
estaban los doctores Carlos Martínez Silva y José Vicente Concha. Le correspondió al Dr.
Herrán culminar las negociaciones y firmar el tratado Herrán-Hay, el 22 de enero de 1903. En
ese acuerdo se destaca el artículo primero que en parte dice: “El gobierno de Colombia
autoriza a la Compañía Nueva del Canal de Panamá para vender y traspasar a Estados Unidos,
sus derechos, privilegios, propiedades y concesiones, como también el Ferrocarril de Panamá
y todas las acciones o parte de ellas en dicha Compañía, excepción hecha de las tierras baldías
situadas fuera de la zona específica en adelante, ...” 22
Por medio de ese tratado se le concedía a Washington una zona de 10 kilómetros de
ancho por cien años renovables, a juicio de Estados Unidos; le ofrecería a ese país el uso y
ocupación de las islas de Naos, Perico, Culebra y Flamengo, sin que se les considerara como
parte de la Zona del Canal; se decía que los derechos y poderes concedidos a ese país, no
representarían ninguna pérdida de la soberanía colombiana sobre los territorios conocidos
como “Zona del Canal” y Estados Unidos se comprometía a construir los puertos del canal. El
congreso estadounidense ratificó el tratado el 17 de marzo de 1903. Sin embargo, el
colombiano tenía varias objeciones, entre las que estaba la violación de la soberanía nacional
en el área donde se construiría el canal.
En Colombia se sabía que el senado rechazaría el tratado. Por ejemplo, el 30 de marzo
de 1903, el embajador estadounidense en Bogotá, informaba al secretario de estado, Hay que
“...Sin duda la opinión pública se opone tenazmente a la ratificación del tratado. Todo indica
que, a menos que el gobierno sea sincero y enérgico en su deseo de que se ratifique el
tratado, éste no habrá de ratificarse.” 23 El presidente colombiano, José Manuel Marroquín,
comunicaba al Dr. Herrán el 24 de junio que: “La opinión pública general en Colombia, o al
menos a la que más se puede escuchar, es que el Tratado no se debe aprobar bajo las
condiciones propuestas por el gobierno de Estados Unidos. Ellos quieren menos desdeño a
nuestra soberanía y desean más ventajas pecuniarias de las que se les ofrecen.” 24
El Dr. Herrán, en carta al señor Julio Uribe en Washington y fechada el 26 de junio le
advertía que, si el congreso colombiano rechazaba el tratado, el Istmo de Panamá se separaría

21
Duval. Op. Cit. pg. 199.
22
Ibid., 544.
23
U. S. State Department, Foreign Relations, 1903, págs. 133-34
24
Duval, Op. cit., pág. 277.
de Colombia, con el apoyo de Estados Unidos. Él lo explicaba en los siguientes términos: “La
situación para nosotros es en extremo critica; pero en el caso de que nuestro Congreso
rechace el tratado, el istmo se separará de Colombia, para la cual tendrá poderoso apoyo; y
la esperanza que muchos abrigan en Colombia de que en semejante conflicto tendremos
apoyo europeo, es absolutamente vana.” 25
El congreso colombiano rechazó el tratado Herrán- Hay, el 12 de agosto de 1903, tal
como lo habían advertido funcionarios norteamericanos y colombianos.

9. La reacción norteamericana
Mucho antes de que el acuerdo fuese rechazado, un artículo aparecido en el New York
World, el 13 de junio de 1903, decía “El presidente Roosevelt está resuelto a que se haga el
canal por Panamá y no tiene intención de empezar negociaciones con Nicaragua.” 26 El mismo
artículo ponía de manifiesto que existían temores de que si Colombia no ratificaba el tratado,
el istmo de Panamá se separaría de ese país. Sobre la importancia del Istmo para la
construcción del Canal, el memorándum More del 2 de agosto de 1903 decía, “Si la vía por
Panamá es, como estamos informados, la mejor y la más práctica para la construcción y
operación del canal, entonces, esa es, por lo tanto, la ruta que debemos escoger.” 27
El 13 de septiembre de 1903, el secretario Hay informaba al presidente Roosevelt que
debía decidir cuál sería la acción a tomar, “Decirle a Colombia que no consideraremos por el
momento la proposición que ellos están discutiendo ahora; o permanecer callados y dejar
que ellos sigan haciéndose los tontos hasta que usted esté listo para actuar sobre esas bases.”
28
En ese mismo documento decía el secretario Hay que si en Panamá ocurría una
revolución, Estados Unidos tendría que intervenir para garantizar el libre tránsito a través del
Istmo. Esa intervención estadounidense no sería para ayudar a Bogotá, concluía Hay.
A finales del mes de octubre de 1903, el presidente Roosevelt ante la negativa del
congreso colombiano de aprobar el tratado Herrán-Hay decía que Estados Unidos debería
tomar una decisión en uno de los dos sentidos: “... o debemos desistir por completo del
proyecto del canal por Panamá y comenzar a trabajar de inmediato en el canal por
Nicaragua, o debemos adquirir los derechos de la Compañía Francesa y terminar el canal.
Considero que esta última posibilidad es la que nos impone los intereses de nuestro país.” 29
Es importante resaltar que para ese período había un interés por parte de Estados
Unidos por construir el canal ístmico por Panamá. Los panameños de esta época habían
pensado que la construcción de la vía por el territorio nacional traería grandes capitales y
contribuiría al desarrollo del país. La clase dirigente calculó que los trabajos le traerían una
gran bonanza económica. Por ello, cuando el congreso colombiano rechazó el tratado Herrán-
Hay, hubo una gran decepción y volvió a renacer el espíritu libertario.
Los panameños comenzaron a ver la posibilidad de separarse de Colombia para luego,
como país independiente, negociar un nuevo tratado con Estados Unidos. El 3 de noviembre
de 1903, los panameños se separaron de Colombia. Para la consolidación de esa separación, se
formó una junta de gobierno integrada por Tomás Arias, José Agustín Arango y Federico

25
Ibid, pág. 278.
26
Ibid, pág. 278.
27
Ibid, pág. 610.
28
Ibid, pág. 322.
29
Ibid, pág. 620.
Boyd. Estas tres personas enviaron el 4 de noviembre una carta al gobierno de Estados
Unidos, informándole sobre los acontecimientos que habían tenido lugar el día anterior. 30
El gobernó de Estados Unidos reconoce a la nueva nación el 6 de noviembre e
inmediatamente iniciaron las conversaciones para la firma de un nuevo tratado sobre el canal.
El 18 de noviembre de 1903, el señor Philippe Bunau Varilla y el secretario de Estado, John
Hay, firmaron el tratado Hay-Bunau Varilla que permitió continuar los trabajos de
construcción del canal ístmico por Panamá.
Para 1911, el expresidente Roosevelt, refiriéndose a su participación en los hechos de
noviembre de 1903 decía, “Nosotros cumplimos nuestro deber para con el mundo, también lo
cumplimos con Panamá y con nosotros mismos.” 31 Para el 2 de julio de 1915, refiriéndose al
rechazo del tratado Herrán-Hay y a la reacción de los istmeños decía: “... El pueblo de
Panamá estaba unido en su deseo por el canal y en su intención de derrumbar la dominación
de Colombia. Si ellos no hubieran hecho su revolución, yo hubiera recomendado al Congreso
que tomara posesión del Istmo por la fuerza de las armas; ... Cuando se rebelaron, yo usé
rápidamente la Armada para impedir que los bandidos, que habían tratado de detenernos,
gastaran meses de inútil derramamiento de sangre conquistando o tratando de conquistar a
Panamá, en daño perdurable del Istmo, de nosotros y del mundo.” 32
El expresidente Roosevelt confesaba que en su decisión de utilizar la armada
estadounidense para salvaguardar la independencia de Panamá no consultó a ninguna persona
de su gabinete, sino que fue su propia decisión. A partir del 3 de noviembre de 1903, se inició
una nueva república y se dio inicio a las relaciones entre Panamá y Estados Unidos de forma
directa, las cuales estarían matizadas con diversas controversias, producto de las
interpretaciones unilaterales que cada uno de los dos países daba a los artículos del tratado de
1903. Esos temas han sido abordados ya en otro libro que hemos publicado.33

30
Para más información, consultar U.S. Foreign Relations, 1903 (Colombia), página 253.
31
Duval, Op. cit., pág. 531.
32
Ibid, págs. 531-532.
33
Consultar mi libro, Panamá y los Estados Unidos: una historia de lucha por el perfeccionamiento de la
Soberanía nacional, 2001.

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