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Ministerio de educación

Escuela de Artes Diversificadas

Nombres
Samanta Jiménez
Daniela Domínguez
Beverly Taylor

Grado
11B

Asignatura
Historia de Panamá

Trabajo social y legado


cultural del negro africano
en Panamá
Profesor
German Morales

Fecha de Entrega
01\06\2022
índice
• Indice
• Introducción
• Aportes
• El Panamá América
• Quienes son los “afropanameños”?
• Perfil democrático
• Perfil socioeconómico
• Conclusión
• Bibliografía
• Infografía
Introducción
Saber información sobre una de las etnias que conforman las
tradiciones del país como lo es la etnia negra que nos ha mostrado su
cultura y costumbres, es una parte importante de la historia del país
y es inevitable ignorar o no informarse el cómo, cuando y porque
llegaron al istmo. Su intelecto, gastronomía, deportes y religiones
tienen una explicación muy extensa y es de suma importancia como
panameños conocerla.
Aportes
El aporte de los negros coloniales y los afroantillanos a la sociedad panameña
ha sido de un valor incalculable. Ellos históricamente han realizados grandes
aportes al desarrollo del país, sobre todo en la región transístmica, durante la
Época Colonial, durante las ferias de Nombre de Dios y Portobelo, en el
período de Unión a Colombia, durante la construcción del ferrocarril y durante
la época republicana, con la construcción del Canal.

En el campo cultural, ellos han legado su lengua, sus costumbres,


gastronomía, su religión, su música y bailes, vestidos, diversidad de peinados
que hoy se exhiben en el país y sobre todo, su manera de ser y su gran
generosidad para con la población que tiene la dicha de compartir con ellos.
Ellos también han dejado su legado de resistencia frente a las injusticias que
soportaron para tener una mejor calidad de vida en la actualidad. Por
consiguiente, la etnia negra tiene una participación importante en la formación
de nuestra nacionalidad panameña.

Finalmente, se puede decir, que la celebración de la Etnia Negra en el país


rinde homenaje a esta población singular, no se ciñe a la gastronomía,
vestuario, bailes, tienen un valor incalculable dentro del patrimonio inmaterial
de la sociedad panameña. Puesto que sus aportes económicos, culturales,
tradiciones y costumbres son parte de la sociedad panameña.

En conclusión, desde su llegada al istmo de Panamá, han logrado


contribuciones valiosas en el trabajo físico, intelectual, deporte, cultural,
gastronómico y religioso para contribuir, al igual que los demás grupos étnicos
del país, forjaron de este istmo de Panamá, una gran nación en donde impera
una población multicultural para beneficio de toda la sociedad panameña.
La presencia del hombre y mujer negra en el continente americano se remonta al
siglo XVI, cuando son traídos para reemplazar en algunos trabajos a la
población indígena que ya había sido diezmada por los trabajos forzados, la
guerra y las enfermedades. Ellos vinieron a laborar en la extracción del oro y la
plata que había en el continente, pero también una diversidad de trabajos que les
exigió el colonizador español.

La introducción de la población negra en Panamá se hace por medio de licencias


otorgadas a algunas compañías que se dedicaron a ese inhumano, pero lucrativo
negocio. Las primeras oleadas de esclavos fueron arrancadas de su lugares
nativos y traídos en los llamados barcos negreros, que eran una especie de
ataúdes, por el hacinamiento durante la travesía y las condiciones infrahumanas
que tenían que soportar al ser sometidos a vejámenes y maltratos; en
consecuencia, muchos fallecieron en los recorridos en alta mar.

Una vez que estaban en tierras istmeñas eran ofertados y luego vendidos por
piezas, dependiendo de su vigor, edad, sin importar, se les separaba de sus
familias. Ellos fueron distribuidos a diversas partes del continente en donde se
requería su presencia para trabajar. En el caso de Panamá, trabajaron en las
minas de oro en Acla y luego en la de Concepción en el norte de Veraguas.
También lo hicieron en el archipiélago de las Perlas como buzos en busca de
perlas y como arrieros en el camino transístmico, durante las ferias de Nombre
de Dios y Portobelo, según datos extraídos de la literatura del Dr. Alfredo
Castillero Calvo.

La segunda ola migratoria de población negra se refiere al grupo de los


afroantillanos, de modo que, arribaron al Istmo durante la construcción del
ferrocarril transístmico (1850-55). La tercera ola de inmigrantes negros fue para
la construcción del Canal de Panamá (1904-14). La segunda y tercera ola
migratoria procedieron de las islas del Caribe, en donde ya habían llegado sus
primeros progenitores. Estos grupos humanos, también padecieron
discriminación, malos tratos y fueron menospreciados, pese a que realizaban las
tareas más difíciles, arriesgadas y sobre todo mal remuneradas.
El Panamá América
De acuerdo a Luis Diez Castillo, autor del libro "Los Cimarrones y los Negros
Antillanos en Panamá", los primeros esclavos negros llegaron al Istmo de
Panamá en la expedición del Gobernador Diego de Nicuesa quienes trabajaron
en levantar Nombre de Dios.

Un esclavo negro llamado Ñuflo de Olano, acompañó a Vasco Nuñez de


Balboa en la expedición que logra llegar al Mar del Sur en 1513. Así mismo,
cuando Pedro Arias de Avila fundó la Ciudad de Panamá el 15 de agosto de
1519, utilizó a esclavos negros para levantar los primeros edificios de la
misma.

Cuando la Corona sancionó como ilegal el tratamiento de los indígenas como


esclavos, se autorizó el comercio de esclavos negros a las colonias americanas
para sustituirlos en los trabajos en las fincas y las minas, convirtiéndose
Panamá en un centro de distribución. Sin embargo, por las características
comerciales del Istmo, los esclavos negros fueron utilizados principalmente
para el transporte de las mercaderías que pasaban por el Camino Real o el
Camino de Cruces.

De acuerdo al historiador Castillo, en Panamá la raza negra fue estimada más


que la indígena por su extraordinaria capacidad de rendimiento, debido a su
mayor fortaleza física, mientras que en el indio predominaba una actitud
melancólica que atenuaba su capacidad y rendimiento en el trabajo.
Es difícil señalar e identificar los lugares de procedencia de los esclavos negros
a Panamá durante la época colonial. De acuerdo al estudio de Martín Jamieson,
existen autores que señalan que la mayoría eran oriundos de la región llamada
Guinea. Otros autores señalan la los esclavos provenían de la región entre el
sur de Río Senegal y el norte de Angola.

Una Real Cédula de 1556 dispuso que la tarifa para la venta de esclavos en
Panamá, Cartagena, Santa Fe, Santa Marta, Venezuela, Cabo de la Vela,
Honduras y Guatemala no superara la suma de 110 ducados. Sin embargo, en
razón de que dicho precio resultó muy bajo, Felipe II autorizó la libre venta de
los mismos.

A raíz de la crueldad con que eran tratados, los esclavos que escapaban y se
internaban en las selvas, recibían el nombre de Cimarrones. Los mismos
efectuaron diversos alzamientos contra las autoridades coloniales y atacaban
las rutas entre Panamá y Nombre de Dios, lo cual puso en grave peligro el
transporte y la comunicación entre los dos mares.

En 1548 ocurre una fuga de esclavos negros, quienes organizaron un gobierno


y reconocieron como rey a un esclavo llamado Bayano. De igual forma, otro
grupo en 1549, el cual era encabezado por Felipillo, se organizó en el Golfo de
San Miguel.

Las autoridades coloniales a cargo del Capitán Francisco Carreño, combatieron


a los cimarrones, infringiéndoles graves e inhumanos castigos a los que
lograban capturar.

A la llegada a Panamá del Marqués de Cañate, Virrey del Perú, se dispuso


enfrentar el peligro que representaba el alzamiento de los negros cimarrones.
Para ello, se encomendó al Capitán Gil Sánchez dirigir una fuerza a la región
de Chepo donde se encontraba Bayano, quien logra derrotar al representante
del Virrey.
El Capitán Carreño logra apresar a Bayano, a quien conduce a Nombre de
Dios, donde Alvaro de Sosa, Presidente de la Real Audiencia de Panamá
intenta atraer a los cimarrones a la autoridad real, para lo cual firman un
convenio. Una vez libre, Bayano continuó su enfrentamiento con los españoles.
En esta oportunidad el Capitán Pedro de Ursua, al mando de una expedición de
200 hombres, enfrenta a los esclavos alzados, a quienes logra vencer. Bayano
es capturado y enviado a Sevilla, donde se le asigna una renta por parte de la
Corona.

En Panamá, oficialmente se mantuvo la esclavitud de los negros hasta el


llamado período Departamental, es decir, durante la época en que Panamá
estuvo unida a Colombia.

El General José Hilario López Valdés, Presidente de la República de la Nueva


Granada (Colombia) sancionó el 21 de marzo de 1851 una ley que abolió la
esclavitud en todo el territorio colombiano.

La llegada de los afro-antillanos al istmo de Panamá a comienzos del siglo


XVIII representó un evento importante en el desarrollo de nuestra identidad
nacional Esta integración de negros a la ciudad de Panamá se acrecentó debido
a la cacería de tortugas marinas en la casta atlántica. Luego una nueva cantidad
apareció cuando el guineo llegó a ser la cosecha principal de la región.

En 1850, gran cantidad de afro-antillanos llegaron para trabajar en la


construcción del ferrocarril istmeño,treinta años después, la influencia continuó
cuando los franceses iniciaron los trabajos del canal.
¿Quiénes son los
“afropanameños”?
La comunidad afrodescendiente en Panamá está caracterizada por la
diversidad cultural de sus integrantes, la cual está estrechamente relacionada
con la historia del Istmo. La llegada de las personas afrodescendientes en el
Istmo se dio en diferentes momentos históricos.

Durante la conquista y la colonización española de América, miles de miles de


personas fueron trasladadas desde África a Panamá como esclavos, en el
marco del tráfico y trata transatlántica europea. A este grupo se le conoce
como “afro-coloniales” o “negro colonial”.

Posteriormente, a mediados del siglo XIX, migran a Panamá la población


afrodescendiente proveniente del Caribe y de las Antillas, debido a la
construcción del ferrocarril (vía férrea interoceánica), surgiendo el grupo
social o étnico conocido como “Afroantillanos” o “Negro antillano o de las
Antillas”.

El término “afrodescendiente” busca generar una imagen positiva de la


identidad negra de matriz africana-americana y revertir el uso de términos
despectivos como “negro”, “culiso”, “chombo” o “moreno”, que sigue siendo
empleado por parte de la población panameña.
Perfil demográfico
Ya en tiempos de la colonia, Panamá era un centro multicultural que ha
recibido aportes de diferentes continentes, tradiciones y lenguas. La población
afrodescendiente de Panamá ha sido un motor desarrollo para el país, pero su
aporte muchas veces ha carecido de reconocimiento.

De hecho, desde 1940, no se incluía la variable étnico-racial en los


instrumentos estadísticos del país, como los censos y encuestas nacionales, por
lo que no se tenían datos oficiales sobre la población afrodescendiente. Debido
a las demandas de la población afrodescendiente para reivindicar sus derechos
y elevar sus oportunidades de calidad de vida, se incorporó en el XI Censo
Nacional de Población y VII de Vivienda de 2010 una pregunta relativa a la
autoidentificación étnica de la población afrodescendiente, la cual permitió
visibilizar la diversidad étnico-racial del país. Posteriormente, La Encuesta de
Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) también incorporó dichas variables
en sus instrumentos. Sus resultados permiten conocer mejor el perfil
demográfico y socioeconómico de la comunidad afrodescendiente en Panamá.

Según la EHPM de 2017 se estima que el 17% de la población nacional de


Panamá se autoidentifica como afrodescendiente. La presencia de la población
afrodescendiente se puede encontrar en todo el territorio nacional; sin
embargo, las cinco provincias con mayor presencia afropanameña son Colón
(41,8%), Darién (24,3%), Coclé (20%), Panamá (18,6%) y Bocas el Toro
(15,3%).
Perfil socioeconómico
En términos socioeconómicos, pese a sus esfuerzos a nivel educativo, los
afropanameños experimentan altos niveles de pobreza, discriminación social y
racial y barreras para el acceso al mercado laboral. Dada esta situación, existen
crecientes esfuerzos institucionales del gobierno de Panamá por implementar
políticas sociales que favorezcan su inclusión y desarrollo, destacando el
establecimiento en 2016 de la Secretaría Nacional para el Desarrollo de los
Afropanameños (SENADAP).

Educación y mercado laboral


Los afropanameños muestran un nivel de educación promedio igual o mayor al
resto de la población. Sin embargo, experimentan mayor desempleo y perciben
menores salarios, en promedio. Esta dinámica es particularmente marcada para las
mujeres afropanameñas, quienes cuentan con más años de estudio que su
contraparte masculina y que el resto de las mujeres a nivel nacional, pero tienen
menos oportunidades laborales y remuneraciones más bajas.
 
La EHPM evidencia que pese a contar con más años de educación, las mujeres
afrodescendientes sufren un mayor desempleo que los hombres, siendo casi el
doble. Mientras los hombres tienen un 3,1% de desempleo el 2017, las mujeres
tienen un 5,8%.  De igual modo, pese a ser más educadas, sus ingresos son un
15% más bajos.

Una buena noticia es que el desempleo ha disminuido mínimamente para la


población afrodescendiente entre el año 2015 y el 2017. En el caso de los
hombres, disminuyó en un 0,3% (de 3,4% a 3,1%) y para las mujeres en un 0,1%,
(de 5,9% a 5,8%).
Ni la distancia a los centros de trabajo (expresada en la tasa de urbanización) ni
los sectores de trabajo en los que se desempeña la población afrodescendiente
parecen explicar las brechas étnicas y raciales en empleo y salarios, ya que los
afropanameños tienden a ser más urbanos y trabajan en sectores similares al
resto de la población.

La EHPM muestra que para el 2017, un 81% de la población afropanameña


vive en zonas urbanas, casi un 10% más que el resto de la población. Por otro
lado, en cuanto a sectores laborales, se distribuyen en tipos de empleo en una
proporción similar al resto de la población. Mientras la mitad de los hombres
afropanameños trabaja en agricultura, manufactura y máquinas, casi un 45% de
las mujeres afropanameñas trabaja en empleos de oficina, comercio y servicios.

Sin embargo, es importante recordar que hay muchos afrodescendiente que


forman parte de la economía informal, dedicándose a la llamada “buhonería”,
que es percibir un ingreso día a día por la venta al detalle de bisutería,
pequeños artículos o comidas (fondas). Como consecuencia, les es difícil
acceder a seguridad social, a crédito o cumplir con el pago de impuestos. En
términos estadísticos resulta muy difícil obtener datos de esta población, lo
cual se hace aún más complejo para quienes viven en zonas rurales de difícil
acceso.

Por último, si analizamos las cinco provincias con mayor porcentaje de


población afrodescendiente, se observan brechas en salarios a pesar de tener
mayor educación en algunas provincias tales como Bocas del Toro, Darién y
Panamá y no en otras como Coclé y Colón.
Conclusión
La etnia negra ha brindado un aporte no sólo cultural sino también
económico, ayudando en grandes construcciones como lo fue el
ferrocarril, el canal e incluso caminos que hoy en día son utilizados
por medios de transporte. Y las costumbres que han dejado de su
cultura a pesar de las atrocidades que tuvieron que pasar, no olvidaron
sus orígenes, mostrándonos lo bello de su cultura. Sus bailes, sus
comidas, sus idiomas y religiones son una contribución que forman lo
que es Panamá hoy en día junto con otras etnias para nuestro
beneficio.
Bibliografía
• https://www.somosafro.org/gobiernos/panama/#:~:text=Dura
nte%20la%20conquista%20y%20la,%E2%80%9D%20o%20%E2
%80%9Cnegro%20colonial%E2%80%9D
.

• https://www.laestrella.com.pa/opinion/columnistas/200530/2
10523-historia-etnia-negra-panama-aportes

• https://www.panamaamerica.com.pa/nacion/un-recorrido-por
-la-historia-del-negro-en-panama-41817
Infografía

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