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La anestesia local se ha definido como una pérdida de sensibilidad en un área circunscrita del
cuerpo provocada por una depresión de la excitación en las terminaciones nerviosas o por una
inhibición del proceso de conducción en los nervios periféricos.
6. La duración de la acción debe ser lo suficientemente larga para permitir que se complete el
procedimiento, pero sin prolongarse tanto que precise una recuperación larga
El concepto en el que se basan las acciones de los anestésicos locales es simple: impiden la
génesis y la conducción de un impulso nervioso. Como consecuencia, los anestésicos locales
establecen una barrera química entre la fuente del impulso (p. ej., la incisión del bisturí en
partes blandas) y el cerebro. De este modo, el paciente no interpreta como dolor el impulso
bloqueado, incapaz de alcanzar el cerebro.
Las neuronas sensitivas, capaces de transmitir la sensación dolorosa, constan de tres porciones
principales. El proceso periférico (conocido también como zona dendrítica), compuesto por
una ramificación de terminaciones nerviosas libres, es el segmento más distal de la neurona
sensitiva.
Hay que describir cómo y dónde alteran los anestésicos locales los procesos de generación y
transmisión del impulso. Es posible que los anestésicos locales interfieran en el proceso de
excitación en una membrana nerviosa mediante una o más de las siguientes formas:
Se ha establecido que los efectos primordiales de los anestésicos locales se producen durante
la fase de despolarización del potencial de acción. Entre estos efectos se encuentra una
disminución en la velocidad de despolarización, y en concreto en la fase de despolarización
lenta. Debido a ello, la despolarización celular es insuficiente para reducir el potencial de
membrana de una fibra nerviosa hasta su valor de activación, y no se desarrolla un potencial
de acción propagado. No existe un cambio asociado de la velocidad de repolarización.
La membrana nerviosa es el lugar en el que los anestésicos locales ejercen sus acciones
farmacológicas. Durante años se han formulado numerosas teorías para explicar el mecanismo
de acción de los anestésicos locales, como la de la acetilcolina, la del desplazamiento del calcio
y la teoría de la carga de superficie.
1. Desplazamiento de los iones de calcio desde el receptor del canal de sodio, lo que permite...
2. La unión de la molécula de anestésico local a su receptor, produciendo de este modo...
6. Fracaso para conseguir el valor del potencial umbral, junto con una...
8. Bloqueo de conducción
La mayoría de los anestésicos locales inyectables son aminas terciarias. Sólo algunos (p. ej.,
prilocaína y hexilcaína) son aminas secundarias.
Difusión. La velocidad de difusión está gobernada por varios factores; el más significativo de
ellos es el gradiente de concentración. Cuanto mayor sea la concentración inicial de anestésico
local, más rápida será la difusión de sus moléculas y su inicio de acción.
Los fascículos situados cerca de la superficie del nervio se denominan haces periféricos. Estos
haces son los que primero alcanzan los anestésicos locales y los que están expuestos a una
concentración de anestésico más alta. Suelen bloquearse por completo poco tiempo después
de la inyección de un anestésico local. Los fascículos que se encuentran más próximos al
centro del nervio se denominan haces centrales. Los anestésicos locales contactan con ellos
pasado cierto tiempo, y con concentraciones mucho menores, debido a la gran distancia que
debe recorrer la solución y al mayor número de barreras que han de atravesar.
A medida que el anestésico local difunde hacia el interior del nervio, va diluyéndose de forma
progresiva a causa de la acción de los líquidos titulares, y parte se absorbe por los capilares y
los linfáticos.
Duración de la anestesia
Excreción
Los riñones constituyen el órgano excretor fundamental, tanto para los anestésicos locales
como para sus metabolitos. Un porcentaje de una dosis de anestésico local administrada se
excreta sin cambios por los riñones. Este porcentaje varía según el fármaco.
Todos los anestésicos locales inyectables eficaces desde el punto de vista clínico son
vasodilatadores, con un grado de vasodilatación que varía desde importante (procaína) a
mínimo (prilocaína, mepivacaína), y que también puede variar en función del lugar de
inyección y de la respuesta de cada paciente. Tras la inyección en los tejidos, los vasos
sanguíneos (principalmente arteriolas y capilares) de la zona en la que se inyectan los
anestésicos locales se dilatan, con lo que aumenta la perfusión de la zona de inyección y
aparecen las reacciones siguientes:
Los vasoconstrictores son fármacos que contraen los vasos sanguíneos y, por tanto, controlan
la perfusión tisular. Se añaden a las soluciones de anestésicos locales para contrarrestar los
efectos vasodilatadores inherentes de estos fármacos. Son aditivos importantes de las
soluciones de anestésicos locales por las razones siguientes:
2. Enlentecen la absorción del anestésico local hacia el sistema cardiovascular, con lo que las
concentraciones plasmáticas del anestésico son menores1,2.
3. Las concentraciones plasmáticas del anestésico local disminuyen, lo que disminuye el riesgo
de toxicidad por dicho fármaco.
La dilución de los vasoconstrictores suele expresarse como una proporción (p. ej., 1-1.000
[escrito 1:1.000]). Como las dosis máximas de los vasoconstrictores se presentan en
miligramos, o más comúnmente en la actualidad como microgramos (mg), las interpretaciones
siguientes deberían bastar para que el lector pudiese convertirlas con facilidad:
Una concentración de 1:1.000 significa que existe 1 gramo (o 1.000mg) de soluto (fármaco) en
1.000ml de solución. • Por tanto, una dilución de 1:1.000 contiene 1.000mg en 1.000ml o
1,0mg/ml de solución (1.000mg/ml). Los vasoconstrictores que se utilizan en las soluciones
anestésicas locales dentales están mucho menos concentrados que la proporción 1:1.000
descrita en el párrafo anterior
• Pacientes con ciertas enfermedades no cardiovasculares (p. ej., disfunción tiroidea, diabetes
o hipersensibilidad a sulfitos).