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MECANISMO DE ACCIÓN
Fig. 1
Observar que el fármaco tiene una
“doble acción” cuando el canal
está abierto que cuando está
cerrado. Por lo tanto el grado de
bloqueo es mayor cuando el canal
está abierto.
EFECTOS ADVERSOS
EFECTOS EN EL SNC
Los efectos adversos de los anestésicos locales en el SNC pueden describirse
en tres fases secuenciales:
Fase inicial: se caracteriza por adormecimiento de labios y lengua, gusto
metálico, acúfenos, fasciculaciones, somnolencia, vértigos y visión borrosa. La
presencia de esta fase indica una intoxicación leve del SNC.
Fase intermedia: en esta etapa hay signos de excitación del SNC, como
inquietud, temblores y hasta convulsiones tónico-clónicas. Se produce por una
inhibición selectiva de neuronas inhibitorias del SNC. El suministro de
benzodiazepinas o de barbitúricos de acción rápida por vía intravenosa es la
medida más adecuada, tanto para prevenir como para detener las convulsiones
Fase tardía: la fase de excitación va seguida de una fase de depresión que se
caracteriza por pérdida de conocimiento e insuficiencia respiratoria, que
pueden estar asociadas a depresión cardiaca o paro cardiaco. Si el anestésico
alcanza concentraciones sistémicas altas de forma rápida puede causar la
muerte sin signos de estimulación del SNC, o con algunos signos transitorios.
En estas condiciones, la concentración del fármaco se incrementa con tal
rapidez que probablemente se depriman de manera simultánea todas las
neuronas. El control de las vías respiratorias y el apoyo de la respiración son
aspectos esenciales del tratamiento durante la etapa tardía de la intoxicación.
Algunos anestésicos locales producen efectos particulares. Por ej, la cocaína
produce euforia en dosis muy bajas. La lidocaína también puede provocar
disforia.
MÚSCULO LISO
Relajan musculatura vascular y bronquial (aunque a concentraciones
bajas pueden producir inicialmente broncoconstricción).
Las anestesias raquídea y epidural, lo mismo que la instilación de
anestésicos locales en la cavidad peritoneal, originan parálisis del
sistema nervioso simpático, que puede dar por resultado aumento del
tono de la musculatura gastrointestinal.
Pueden producir aumento del tono y disminución de la frecuencia de
contracciones del músculo liso uterino en condiciones experimentales,
pero rara vez deprimen las contracciones uterinas durante la anestesia
regional que se administra en el trabajo de parto.
REACCIONES DE HIPERSENSIBILIDAD
Son muy raras. La reacción puede manifestarse como dermatitis alérgica o
como una crisis asmática característica. Las reacciones anafilácticas agudas
son raras. Parece ocurrir hipersensibilidad casi de manera exclusiva con los
anestésicos locales del tipo estérico (procaina, tetracaina, etc).
FARMACOCINÉTICA
Existen varios métodos de administración para lograr una anestesia local, los
cuales están indicados en diferentes situaciones dependiendo en gran medida
del área a anestesiar y cada uno con anestésicos de elección y efectos
adversos particulares.
ANESTESIA TÓPICA
La anestesia de las mucosas de nariz, boca, garganta, árbol traqueobronquial,
esófago y vías genitourinarias se puede lograr mediante aplicación directa de
soluciones acuosas de sales de muchos anestésicos locales (en aerosoles,
para nebulizar, soluciones para gargarismos 2), o de suspensiones de
anestésicos locales poco solubles (cremas). Se usan con mayor frecuencia
tetracaína (2%), lidocaína (2 a 10%) y cocaína (1 a 4%). La cocaína se aplica
sólo en nariz, nasofaringe, boca, garganta y oído en donde produce
vasoconstricción, lo mismo que anestesia. La retracción de las mucosas
disminuye la hemorragia operatoria a la vez que facilita la observación
quirúrgica. Se puede lograr una vasoconstricción equivalente con otros
anestésicos locales mediante adición de un vasoconstrictor en concentración
baja; por ejemplo, fenilefrina (0.005%). La epinefrina en aplicación tópica no
tiene un efecto local importante, y no prolonga la acción de los anestésicos
locales aplicados en las mucosas, a causa de su penetración deficiente. Las
dosificaciones totales máximas seguras para la anestesia tópica en un adulto
sano de 70 kg son de 300 mg en el caso de la lidocaína, 150 mg en el de la
cocaína, y 50 mg en el de la tetracaína.
Se debe tener precaución con la administración de anestésicos tópicos
en mucosas y piel denudadas, dada la mayor absorción sistémica con el
consiguiente mayor riesgo de toxicidad.
Estos anestésicos locales tópicos son relativamente ineficaces en la piel por su
escasa penetración (se prefiere mucho más la anestesia por infiltración). Sin
embargo se han creado mezclas eutécticas que salvan la brecha entre la
anestesia tópica y la de infiltración. Entre ellas se encuentran:
Prilocaína al 2.5% con lidocaína al 2.5% (EMLA)
EMLA-Máx (Lidocaína y prilocaína al 5%)
Lidocaína 5% + Adrenalina 1/2000
Tetracaína 0.5% + Adrenalina + cocaína 10%
Lidocaína (7%) con tetracaína (7%)
2
Las soluciones para gargarismos son utilizadas para anestesiar orofaringe. En cambio la nebulización se
utiliza para anestesiar vía aérea
Estas cremas tienen la capacidad de penetrar en la piel y producen anestesia
hasta una profundidad máxima de 5 mm, y se aplican en la piel intacta bajo un
apósito oclusivo con anticipación (aproximadamente 30 a 60 min) a cualquier
procedimiento. Estas mezclas son eficaces para procedimientos que afectan la
piel y los tejidos subcutáneos superficiales (p. ej., punción venosa, obtención
de injerto cutáneo, prurito por neuralgia postherpética, cirugía cutánea con
láser, circuncisión, suturas, etc.)
5) Las dosis deben ajustarse según el peso y el estado de salud del paciente.
ANESTESIA RAQUÍDEA
Consiste en la inyección de los anestésicos locales en el espacio
subaracnoideo (que contiene al líquido cefalorraquídeo) para que actúen sobre
las raíces nerviosas y la médula espinal. En la mayoría de los adultos, la
médula espinal termina por arriba de la segunda vértebra lumbar; entre este
punto y la terminación del saco tecal (dural), al nivel del sacro, las raíces
lumbares y sacras están bañadas en LCR. Por tanto, en esta región hay un
volumen relativamente grande de LCR dentro del cual se puede inyectar el
fármaco y, por tanto, volver mínimo el potencial de traumatismo nervioso
directo.
Sin embargo, así como se produce anestesia por bloqueo de las fibras
sensitivas, durante este procedimiento se producen efectos fisiológicos
adversos que son consecuencia del bloqueo simpático producido por el
anestésico local al nivel de las raíces nerviosas raquídeas.
La mayor parte de las fibras simpáticas deja la médula espinal entre T1 y L2.
Aunque el anestésico local se inyecta por debajo de estos niveles en la porción
lumbar del saco dural, se observa difusión del anestésico local en sentido
cefálico con todos los volúmenes inyectados, salvo los más pequeños. Esta
difusión en sentido cefálico es la que va a determinar el grado de bloqueo
simpático3 y está determinada por varias variables:
La posición del paciente (efecto de la gravedad) y la baricidad del
fármaco (densidad del fármaco en relación con la densidad del LCR): de
la baricidad del anestésico local inyectado dependerá la dirección de la
migración de éste dentro del saco dural. Las soluciones hiperbáricas
tienden a asentarse en las posiciones más bajas del saco, en tanto que
las soluciones hipobáricas tendrán propensión a emigrar en la dirección
opuesta. Las soluciones isobáricas suelen quedarse en la vecindad del
sitio en que se inyecten, y se difundirán con lentitud en todas
direcciones. Es de importancia crucial considerar la posición del paciente
durante el procedimiento de bloqueo y después del mismo, y elegir un
anestésico local de la baricidad apropiada para que el bloqueo tenga
buenos resultados durante algunos procedimientos quirúrgicos. La
lidocaína y bupivacaína se encuentran en el mercado en preparados
tanto isobáricos como hiperbáricos y, si se desea, se pueden diluir con
agua estéril libre de conservador para volverlos hipobárico
El volumen de fármaco inyectado: a mayor volumen, mayor nivel de
bloqueo
La velocidad de inyección: a mayor velocidad, mayor nivel de bloqueo.
3
Muchas veces las zonas de bloqueo simpático están por encima de los segmentos raquídeos
anestesiados, dado que las bajas concentraciones del anestésico que difunde hacia cefálico aún pueden
bloquear las fibras preganglionares pero no las sensitivas (dado la sensibilidad diferencial de los
anestésicos)
Sitio de inyección: el bloqueo es mayor si el sitio de inyección es por
encima del tercer espacio interespinoso lumbar.
Desde el punto de vista clínico, los efectos más importantes del bloqueo
simpático durante la anestesia raquídea se ejercen en el aparato
cardiovascular. Se origina cierta vasodilatación a todos los niveles de bloqueo
raquídeo, salvo los más bajos. La vasodilatación será más notable sobre el
lado venoso que sobre el lado arterial de la circulación, lo cual dará por
resultado acumulación de sangre en los vasos de capacitancia venosa. Esta
reducción del volumen circulatorio de sangre es bien tolerada a niveles bajos
de anestesia raquídea en pacientes sanos. Al incrementarse el nivel del
bloqueo, este efecto se vuelve más notable y el retorno venoso queda
dependiente de la gravedad. Si el bloqueo venoso disminuye demasiado, se
reducen de manera precipitada el gasto cardiaco y la perfusión de los órganos.
A su vez, si el bloqueo simpático es muy alto se bloquearán las fibras
aceleradoras cardiacas, que salen de la médula espinal entre los niveles T1 y
T4. En la situación clínica usual, la presión arterial es un marcador confiable del
gasto cardiaco y la perfusión de los órganos. Suele justificarse el tratamiento de
la hipotensión cuando la presión arterial disminuye cerca de 30% a partir de los
valores en reposo. El tratamiento tiene como finalidad conservar la perfusión y
la oxigenación del cerebro y el corazón. Para lograr estas finalidades, son
opciones la administración de oxígeno y de líquidos (se suele administrar 500 a
1000ml de líquido antes de la anestesia), la manipulación de la posición del
paciente (elevación de las piernas, inclinar 10-15º la cabeza) y la
administración de sustancias vasoactivas (dado que el principal problema es la
vasodilatación y la bradicardia se prefieren fármacos con propiedades
cronotrópicas y vasoconstrictoras, en particular la efedrina y la fenilefrina)
Otro riesgo durante la anestesia raquídea es la depresión respiratoria. Los
efectos de la anestesia raquídea en el aparato respiratorio se encuentran
mediados principalmente por efectos en la musculatura estriada. La parálisis de
los músculos intercostales disminuirá la capacidad de la persona para toser y
eliminar secreciones, y a veces origina disnea en individuos con bronquitis o
enfisema. Debe observarse que el paro respiratorio durante la anestesia
raquídea rara vez se debe a parálisis de los nervios frénicos o a
concentraciones tóxicas del anestésico local en el LCR del cuarto ventrículo. Es
mucho más probable que la causa sea isquemia bulbar consecutiva a
hipotensión.
Otro efecto que produce, pero que puede ser beneficioso, es el bloqueo de la
inhibición que ejerce el simpático sobre la motilidad gastrointestinal. Las fibras
simpáticas que se originan entre T5 y L1 inhiben el peristaltismo; por tanto, su
bloqueo genera un intestino pequeño y contraído. Como consecuencia, de lo
anterior, aunado a la musculatura abdominal flácida, genera situaciones
operatorias excelentes para algunos tipos de cirugía intestinal.
También puede haber náuseas y vómitos
ANESTESIA EPIDURAL
Esta anestesia se proporciona mediante inyección del anestésico local en el
espacio epidural, que es el limitado por el ligamento amarillo por detrás, el
periostio raquídeo a los lados y la duramadre por delante. La anestesia epidural
se puede llevar a cabo en el hiato sacro (anestesia caudal), o en las regiones
lumbar, torácica o cervical de la columna.
Existen algunas diferencias entre la anestesia epidural y la anestesia raquídea:
Una de ellas consiste en que la dosis de anestésico local que se use puede
originar concentraciones altas en la sangre después de la absorción desde el
espacio epidural. El riesgo de inyección intravascular inadvertida aumenta en la
anestesia epidural, puesto que el espacio epidural contiene un rico plexo
venoso.
Otra diferencia es que no existe una zona de bloqueo simpático diferencial con
la anestesia epidural (dado que la propagación cefálica es muy limitada); por
tanto, el nivel de bloqueo simpático se acerca al del bloqueo sensitivo. Como la
anestesia epidural no produce la zona de bloqueo simpático diferencial que se
observa durante la anestesia raquídea, cabría esperar que las reacciones
cardiovasculares a la anestesia epidural fueran menos relevantes. En la
práctica, no es esto lo que sucede; esta ventaja de la anestesia epidural se ve
superada por las reacciones cardiovasculares a la concentración alta del
anestésico en la sangre, que se producen durante la anestesia epidural. Esto
es más frecuente cuando se añade epinefrina a la inyección epidural (dada su
acción β2 vasodilatadora)
Además en la anestesia raquídea el grado de bloqueo simpático no está
influido ni por la baricidad del fármaco ni por la posición del paciente.
Al igual que en la anestesia raquídea, la retención urinaria posoperatoria es
frencuente.
Como sucede con la anestesia raquídea, la elección de fármacos que se van a
utilizar para la anestesia epidural depende primordialmente de la duración
deseada de la anestesia. Cuando se coloca un catéter epidural se pueden
proporcionar de manera repetida medicamentos de acción breve, lo cual brinda
mejor control sobre lo que dura el bloqueo. Se puede añadir adrenalina para
disminuir toxicidad sistémica y aumentar duración.
De la concentración del anestésico local dependerá el tipo de fibras nerviosas
bloqueadas. Se usan las concentraciones más altas cuando se requiere
bloqueo simpático, somatosensitivo y motor somático. Las intermedias
permiten la anestesia somatosensitiva sin relajación muscular. Las
concentraciones bajas bloquearán sólo las fibras simpáticas preganglionares.
Tiene los mismos usos que la anestesia raquídea y además se la usa para
generar analgesia en el trabajo de parto y en el posoperatorio.
La administración raquídea o epidural de un anestésico local en combinación
con un opioide produce una analgesia más eficaz que la lograda con el opioide
aislado (es decir, son sinérgicos), y además permite reducir la dosis del
anestésico local.
OTROS USOS
Los anestésicos locales también son utilizados para:
El dolor neuropático
Como antiarrítmicos (sobre todo la lidocaína)
Tabla 1
Prilocaína (amida – Intermedio Intermedio 1-2hs Puede causar metahemoglobinemia, sobre todo Origina poca vasodilatación y, por tanto, se puede utilizar sin
sintético) en recién nacidos vasoconstrictor si se desea. Su volumen incrementado de distribución
reduce su toxicidad para el SNC, lo cual la convierte en un agente
adecuado para los bloqueos regionales intravenosos. Su uso está
limitado casi exclusivamente a la odontología, dada su tendencia de
provocar metahemoglobinemia. Por el motivo anterior, está
contraindicado su uso obstétrico
Mepivacaína (amida – Rápido Intermedio ~2hs Es muy tóxica para recién nacidos aunque en Tiene las mismas aplicaciones que la lidocaína (salvo que no se utiliza en
adultos su índice terapéutico es mayor que el de recién nacidos). Dado que genera poca vasodilatación puede
sintético) la lidocaína administrarse sin un vasoconstrictor
Tetracaína (éster – Lento Prolongada ~1h La tetracaína puede mostrar toxicidad sistémica En la actualidad se usa extensamente para la anestesia raquídea, cuando
sintético) aumentada, porque se metaboliza con mayor se requiere un fármaco de acción prolongada. La tetracaína se incorpora
lentitud que los otros ésteres anestésicos también en diversos preparados anestésicos tópicos y para uso
locales de uso frecuente oftalmológico
Articaína (tanto éster Rápido Corta ~30min No tiene efectos adversos particulares Tiene una acción muy corta. Es muy utilizada en odontología
como amida –
sintético)
Benzocaína (éster) Lento Prolongada Poca Puede producir metahemoglobinemia Es muy poco soluble en agua y, por tanto, se absorbe con demasiada
absorción lentitud para ser tóxico. Se pueden aplicar directamente en heridas y
superficies ulceradas, sitios en los que permanecen durante periodos
largos para generar acción anestésica sostenida. Además se utiliza en
forma de pastillas para la garganta. También se aplica en los
preservativos para retardar la eyaculación.