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El Maestro se retiró al campo luego de una larga carrera enseñando. Un día, uno de sus discípulos se quejó de que sus propios estudiantes no comprendían su forma de enseñar. El Maestro le explicó que el proceso de romper la cáscara dura de la semilla de durazno para que germine, aunque doloroso, es necesario para que el árbol crezca y dé fruto en el futuro, al igual que la enseñanza a veces difícil es necesaria para que los estudiantes prosperen.
El Maestro se retiró al campo luego de una larga carrera enseñando. Un día, uno de sus discípulos se quejó de que sus propios estudiantes no comprendían su forma de enseñar. El Maestro le explicó que el proceso de romper la cáscara dura de la semilla de durazno para que germine, aunque doloroso, es necesario para que el árbol crezca y dé fruto en el futuro, al igual que la enseñanza a veces difícil es necesaria para que los estudiantes prosperen.
El Maestro se retiró al campo luego de una larga carrera enseñando. Un día, uno de sus discípulos se quejó de que sus propios estudiantes no comprendían su forma de enseñar. El Maestro le explicó que el proceso de romper la cáscara dura de la semilla de durazno para que germine, aunque doloroso, es necesario para que el árbol crezca y dé fruto en el futuro, al igual que la enseñanza a veces difícil es necesaria para que los estudiantes prosperen.
Maestro de vocacion, decidio retirarse al campo, luego de haber cumplido una larga y ardua tarea de enseñar los grandes secretos de la sabiduria universal a muchos de sus discipulos. Entonces, El Maestro, decidio hacer lo que mas le gustaba despues de enseñar: sembrar. tomo con mucho amor los años de vida que le restaban para hacer la noble tarea de hacer parir la tierra y que de este modo le diera frutos. Cierto dia, mientras sembraba, observo que por el hermoso camino que llegaba a su casa, venia uno de sus mas amados discipulos y seguidores, que , con el tiempo se habia dedicado a la tarea, como su mentor, de dar conocimientos para la vida. al acercarse el viejo alumno a su Maestro, luego de darle un fuerte abrazo y decirle que lo extañaba, salieron dos grandes lagrimas por sus mejillas. -que te entristece?- Pronuncio el Maestro con una voz fuerte y firme, pero serena. -es que muchos de mis discipulos-decia-no comprenden mi forma de enseñarles las verdaderas cosas de la sabiduria. Lucho por hacerlos mejores personas y no me comprenden. Para algunos soy arbitrario, para otros soy muy exigente… Y en verdad sient0 que estoy perdiendo el tiempo y que podria mejor dedicarme a otras cosas , antes de que llegue la vejez y no me sienta bien conmigo mismo al ver discipulos que no valoran lo que hago por ellos. El Maestro, lo miro por unos segundos a los ojos, y luego perdio la mirada hacia lo profundo del campo, que estaba arando con su azadon. Se quito su gran sombrero de paja e invito a su fiel amigo a sentarse junto con el debajo de un arbol de duraznos que se encontraba a la orilla del camino. -mira este arbol…Como se llama su fruto?-pregunto el Maestro, tomando en su mano un Durazno. Es muy simple-respondio el discipulo- es un durazno. -Muy bien- respondio. Sabias que … El durazno posee una semilla protegida por una capa gruesa, rugosa y dura , que en forma natural difícilmente germina, por ello es necesario realizar determinados métodos para hacerlo germinar, tales como la ruptura del caroso Luego de su ruptura, el sembrador debe constantemente remover y limar la semilla para que no queden residuos ni llegue a podrirse. ese proceso tarda hasta 90 dias para que, al menos se vea germinar. Pero, te pregunto. Si fueras la semilla del durazno, que pensaria de ese proceso? -que seria muy incomodo, y doloroso, y hasta si pudiera tener la oportunidad protestaria a mi sembrador para que me dejara tranquilo con mi duro caroso- respondio de inmediato el discipulo. Pero luego, justamente al momento reflexiono: -sin embargo, comprenderia que si no me machacan el caroso, las posibilidades de germinar serian infintamente pocas, o ninguna. el maestro sonrrio y puso sobre su mano el fruto maduro. -Pues ve, mi querido discipulo, has lo tuyo, no importa que protesten tus duraznos, ellos, con el tiempo, si asi lo han sentido, veran la pequeña plantita germinar.Recuerda que lo que haces hoy es romper la cascara, y eso, aunque duela y no se comprenda hoy, el arbol nacera y dara frutos mañana. El discipulo, se alejo muy contento, y deseo larga vida y paz a su Maestro. En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no muere al caer en tierra, queda infecundo; pero si muere, produce mucho fruto.