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Venezuela
Alumno:
Albert Perdomo
Profesor:
DARIO J. ORTEGA
La importancia de la ética para la sociedad
Aldous Huxley en su libro un mundo feliz y George Orwell en su libro 1984 desarrollan de
manera fantástica distopías en la cual no existe ética alguna. En un mundo feliz Aldous Huxley
plantea una sociedad dominada, por completo, por un progreso cientificista y el consumismo,
a tal punto que las únicas religiones (como concepto claro está) existentes en dicha sociedad
es la “ciencia” y el “consumismo”. La novela radica en una dictadura feliz o, en el mejor de
los casos, invisible. El concepto de naturaleza humana y, por ende, su dignidad no existen en
tal sociedad; ello se debe a que el “humano” tal y como lo conocemos no tiene repercusión
fisiológica ni filosófica alguna, en otras palabras, este “humano” que nos plantea Huxley es un
“ser” creado, literalmente, un una serie de laboratorios cuyo genoma es totalmente
modificado en virtud al papel que representara en dicha sociedad; en donde llegado el
tiempo, es decir, su etapa completa de desarrollo, pasara a un “laboratorio social” para
moldear su psiquis y sus correspondientes actos. Estos bebes son totalmente modificados a
través de un arsenal altamente tecnológico y por adultos que fueron predestinados a cumplir
tal rol en su momento. En suma, la vida del de este humano está totalmente escrita desde
antes de su creación: nombre, raza, ocupación social, trabajo, clase, color, enfermedad,
pensamientos y muerte. Tal escenario que nos plantea Huxley revoca al concepto de dignidad
humana y al concepto de libertad. Por su parte, como este individuo tuvo origen, desarrollo y
crianza en un laboratorio, es por ende, que no tiene familia. Y es este, para mí, el eje central
de la distopía: la abolición de la familia. ¿Qué tienes de un hombre que se le ha eliminado a su
familia, amigos, conocidos, en resumen, seres amados? Un individuo. Solo eso. Un individuo
sin transcendencia, sin cultura, sin historia, sin mitos, sin responsabilidad, sin personalidad; eso
tienes. Huxley abordo tales temas en virtud de lo que percibía de la fragmentada sociedad del
siglo xx; en donde, el concepto científico estaba siendo más relevante que el de cultura,
filosofía, teología, literatura….Y, el nihilismo por parte de un porcentaje de la sociedad estaba
aumentando a pasos agigantados.
Por su parte, George Orwell nos plantea una visión totalmente diferente, pero que en esencia
es lo mismo. 1984 es un tratado en contra del totalitarismo o manifestación literaria del
mismo, en donde se aborda diversos conceptos políticos y éticos como el “poder absoluto”. La
sociedad Orwelliana está conformada por una pirámide social en donde en el podio está
situado el “gran hermano” (Jefe del Ingsoc, acrónimo de «socialismo inglés», partido único
totalitario), les seguía el “partido inferior” (una pequeña sociedad dentro del mismo partido
político que tenían conexiones directa con el gran hermano), posteriormente seguía el
“partido exterior” ( sociedad similar a la del “partido inferior” pero un poco más extensa que
se encargaban de cumplir las órdenes de estos últimos) y, por último, el proletariado, es decir,
los ciudadanos que en conjunto formaban más del 80% de la población. En tal novela Orwell
nos describe un poder y dominio absoluto por parte del partido. A diferencia que en un mundo
feliz acá se está consiente de tal dictadura y todo aquel que delinca (hasta con el pensamiento)
es torturado y desaparecido. El concepto de “derecho”, “integridad”, “dignidad” y, el más
importante “ética” no existían (literalmente). No me refiero que no existían en la práctica,
sino, que no existía en el lenguaje por sí mismo; ya que, el lenguaje mismo era controlado por
el partido.
Pero bien, ¿a que se debe tales resúmenes y que tienen que ver con el presente ensayo? De
manera conceptual no tiene tanta relevancia, pero sí, nos sirve para ejemplificar de manera
análogo como podría encaminarse una sociedad sin ética alguna. Si bien tales novelas son
manifestaciones literarias con un mensaje claro que en esencia es el mismo, en cuyos dramas
se plantean temas y situaciones diferentes en función a los términos sociales, en última
instancia brotan de una vertiente, la falta de ética y moralidad.
La importancia de la ética en la sociedad es, por tanto, en guiar la conducta adecuado del
hombre para con sus semejantes y establecer parámetros morales universales en el que se vea
como fines absolutos a las personas y nunca como un objeto y un medio para lograr un fin. El
tratar a los otros como os gusta que os traten a ti- dice la frase-, es un lema en el cual reposa
en la ética desde milenios atrás.